lunes, 13 de mayo de 2024

SEXTING: LA TENTACIÓN DE LAS PANTALLAS


SEXTING: LA TENTACIÓN DE LA PANTALLA 

“En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación.” 
Octavio Paz

La palabra sexting es un acrónimo de sex (sexo) y texting (escribir mensajes). Esta práctica emocionante y barata consiste en enviar mensajes, fotos, o videos de contenido sexual mediante el teléfono móvil, las redes sociales u otro tipo de herramienta de comunicación. La primera referencia al sexting data de 2005 y apareció en el periódico The New York Times. Desde entonces se ha constatado su existencia en diversos lugares del mundo, con mayor incidencia inicial en los países anglosajones.
Esta práctica es muy utilizada hoy en día para caldear el ambiente cuando se conoce a alguien en una aplicación de citas, para calentarse en pareja en pos de un tórrido encuentro futuro, escapar de la agobiante rutina o mantener relaciones sexuales a distancia. Habitualmente se practica en la intimidad y entre dos personas. Pero lo que debía ser un juego erótico privado puede llegar a convertirse en drama.
El peligro del sexting es que el material sexual enviado puede ser difundido de forma fácil y amplia, de manera que el remitente inicial pierde totalmente el control sobre su difusión. Incluso el sexting en pareja puede salir mal ya que los y las ex no siempre respetan las fotos eróticas y sexuales de sus antiguos amores, sobre todo si hay despecho por haber sido abandonados (pornovenganza, sextorsión o chantaje sexual).
Pero volvamos al sexting como práctica placentera y abordemos un interesante artículo de la Revista OHLALÁ! en su formato virtual titulada “Sexting: 10 frases para ponerte en mood y encenderte”, orientada a darle ideas (y valor) a las féminas que quieren incursionar en el tórrido mundo del sexting pero no saben cómo empezar. Para escribir esta nota reveladora fue consultada la Lic. Analía Lilian Pereyra, Sexóloga y Educadora en Sexualidad Humana.

-CÓMO PONERTE EN MOOD SEXTING 

-Buscá un  lugar cómodo y tranquilo. Nada de mandar mensajes a tontas y a locas en medio del frenesí de la vida diaria. Un buen lugar y cierta tranquilidad son necesarios para ponerse en mood sexting. El disfrute, mis queridas, comienza antes de escribir nuestro primer mensajito erótico o encender la camarita web.

-Mirá escenas eróticas. Si andamos flojas de imaginación, nada mejor que buscar inspiración en aquellas escenas de alto voltaje que nos hicieron arder como brujas desquiciadas. No hace falta irse a lo pornográfico propiamente dicho, pero si les pinta, adelante.

-Comenzá imaginando qué está haciendo la otra persona. Pero imaginen, bien, ¿eh? Nada de imaginar que el motivo de sus desvelos está vegetando en la caja de un supermercado o marchitándose en la ventanilla de un banco. Imaginen que él está haciendo cosas sexys. Si les hace falta, vuelvan a mirar las escenas eróticas.

-La imaginación es clave. Ya lo dijimos en los dos ítems anteriores: imaginen, imaginen, imaginen. Imaginen que son Kim Basinger y Mickey Rourke. Y si son tan jóvenes como para ignorar quiénes son los susodichos, imaginen que son Dakota Johnson y Jamie Dornan. Chirlo más, chirlo menos.

-Para empezar a subir la temperatura, podés describirle cómo te estás tocando, por dónde pasás las manos. Describile tu cuerpo y las caricias que te das. Evidentemente, este tórrido consejo nos insta a pasar de la imaginación a los hechos. Sin vergüenza, mis queridas, que ya todas conocemos las bondades del sexo en solitario: nos permite explorar nuestro cuerpo  y nuestros puntos de placer, ensayar todo tipo de caricias y roces, y vivir una experiencia extraordinaria sin tener que depilarnos ni padecer stilettos seductores pero agobiantes. Y nos prepara para un encuentro más feliz con nuestra media naranja: si sabemos dónde hay que tocar podemos guiar pacientemente al más inútil de los hombres en pos de alcanzar un suculento nirvana.

-Contale sensaciones: hablale del calor, la piel de gallina, la vagina húmeda, el pene erecto. Esto de contar sensaciones se les dará muy bien a algunas y a otras, no tanto. Pero, otra vez, echen mano a la imaginación. Y ciérrenle las puerta en el hocico a los remilgues y a las vergüenzas.

-Describile cómo va subiendo tu excitación, a medida que, por ejemplo, vas aumentando la presión sobre algunas zonas, vas usando un vibrador… si es así le podés contar lo que vas sintiendo, qué vas haciendo. Una vez que las manos están en la masa  y están totalmente entregadas sólo tienen que verbalizar lo que van sintiendo. Sí, es difícil. Nos han hecho callar durante siglos y a muchas todavía nos cuesta soltar la lengua cuando de erotismo se trata. Pero vale la pena intentarlo.

-Le podés decís qué te gustaría que te haga si estuviera ahí físicamente. A medida que vayan verbalizando sensaciones y situaciones van a ir acostumbrándose y sintiéndose cada vez más cómodas. 

-Podés encender la cámara y pedirle que te muestre, que querés ver, que se vean los dos. Por supuesto, este consejo vale si tu abrasador mensaje erótico está siendo grabado en tiempo real. Si todavía te quedaba un poquito de vergüenza es hora de arrancártela como si se tratara del último de los siete velos. Es hora de mostrarnos y de ver.

-Podés conectar miradas y seguir imaginando que sus manos están con vos, sintiendo ese contacto que vos misma te das. Este consejo es quizás el más maravilloso de todos: conectar miradas. Así se trate de sexo real o de sexo virtual, conectar miradas es poderosísimo. Mantener un contacto visual prolongado durante el acto sexual provoca que el sistema nervioso libere oxitocina, dopamina (hormonas) y feniletilamina (sustancia química), estrechamente vinculadas con el enamoramiento, el apego o la atracción. Además, magnifica las sensaciones mejorando la interacción sexual, la atracción íntima y la calidad de la relación sentimental.

-Cuando sentís más y más placer dejate ir en ese éxtasis profundo. Dejate ir, sí.

-Soltá la voz, decí lo que te pasa, o gritá, dejá salir gemidos... Como dije unas líneas más arriba nos han hecho callar durante siglos y a muchas todavía nos cuesta soltar la lengua cuando de erotismo se trata. Pero ya no nos callamos más. Es hora de gritar, gemir, contar qué nos pasa. Nada de reprimirse ni de avergonzarse. Nada de suponer que los vecinos pueden escucharnos.

Además de estos jugosos consejos y haciendo gala de su proverbial generosidad, la Revista OHLALÁ! deja, como yapa, diez frases para el incendio:

-10 FRASES PARA ENCENDERTE 

1-Me estoy tocando ahora mismo. 
2-Te imagino tocándome. 
3-Quiero lamer todo tu cuerpo. 
4-Contame qué tenés puesto. 
5-Te imagino sacándome la ropa. 
6-Quiero que estés adentro mío. 
7-Quisiera que me lo hagas todas las noches. 
8-Tocame acá, besame por todos lados. 
9-Siento tu cuerpo pegado al mío. 
10-No puedo más de placer.

Hasta acá, mis queridos, todo lo que tenía que decir acerca del sexting. Me despido de ustedes con una cita extraída del explosivo libro “El amante de Lady Chatterley” (1928), de David Herbert: “Guarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente.”

Buenas tardes.

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