miércoles, 29 de mayo de 2024

LOS ÑOQUIS DEL 29

 
LOS ÑOQUIS DEL 29  

"La cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura".
Ferran Adrià 

Hoy, como cada 29, los ñoquis son la estrella en la mesa de los argentinos. Pueden ser de papa, de calabaza, de verdura, pero son infaltables en esta época del mes. La costumbre de comer ñoquis el día 29 está muy difundida en América del Sur, especialmente en Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, ​​​ ya que estos países recibieron una gran cantidad de inmigrantes italianos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. 

Los ñoquis (del italiano gnocchi, plural de gnocco, “bollo” y también “grumo” o “pelotilla”) son un tipo de pasta típica de la cocina italiana y de la región de Niza en Francia, aunque existen platos con similar preparación en diversas cocinas del mundo. En Italia, el término gnocchi se usa para señalar ñoquis realizados con distintos ingredientes, aunque los más famosos son los de papa. Su origen obedece a un motivo económico. En la Italia feudal  los signori (señores feudales) solían ser los dueños de los molinos en donde los contadini (campesinos) molían el trigo para hacer la harina con la cual preparaban sus pastas. Cuando los signori decidieron aumentar  los precios que los contadini pagaban para poder moler el trigo, los campesinos italianos experimentaron exitosamente con un sustituto de la harina: el puré de papas.
La costumbre de consumir ñoquis el día 29 de cada mes tiene varios orígenes posibles. El primero es una leyenda que se remonta al s. III d. C. Vivía entonces en Nicosia (Asia Mayor) un joven médico llamado Pantaleón, quien, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia. Allí practicó milagrosas curaciones por las que, más tarde,  fue canonizado. En cierta ocasión, Pantaleón pidió pan a unos campesinos del Véneto. Ellos lo invitaron a compartir su pobre mesa y le sirvieron ñoquis. Agradecido, Pantaleón les anunció un año de pesca y cosechas excelentes. La historia cuenta, también, que cuando levantaron el plato del peregrino y santo católico se encontraron algunas monedas de oro. Aquel episodio ocurrió un 29 de julio y de allí provendría la tradición de los días 29, donde se sirven ñoquis y es costumbre dejar un billete debajo del plato para garantizar la suerte y la prosperidad del comensal. Se dice que hay que separar siete ñoquis y pedirle a cada uno un deseo. El comensal debe terminar el plato y guardar el dinero hasta el próximo mes, para garantizar la buena fortuna.
La segunda versión argumenta que el consumo de ñoquis los días 29 se debe a que en los últimos días del mes las personas de pocos recursos no tenían dinero más que para comer lo que estuviera preparado con las materias primas más baratas. Se dice, además,  que cuando los inmigrantes italianos con más años de establecidos en América o con mejores condiciones económicas convidaban a almorzar a compatriotas pobres o recién llegados, les servían ñoquis y deslizaban disimuladamente algo de dinero debajo del plato para ayudarlos en los últimos días del mes.

Hasta aquí, amables lectores, lo que sé acerca de los ñoquis del 29. Sea cual sea el origen de esta costumbre con acento italiano, los ñoquis, ricos y baratos, son honrados cada 29 en las mesas argentinas. Me despido de ustedes con una frase de Luciano Pavarotti: “Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrarnos en la comida.” 

Buenas tardes.

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