LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS INFANTILES: WINNIE-THE-POOH
"En ese lugar encantado sobre lo alto del Bosque, un niño y su Osito siempre estarán jugando."
A. A. Milne
Buenas tardes, amables lectores. Aquí estoy
nuevamente para ofrecerles una flamante entrega de la saga “Las verdaderas historias
detrás de los cuentos infantiles”, esta vez dedicada al entrañable osito Winnie-The-Pooh, protagonista de varios libros del autor británico A. A. Milne y popularizado mundialmente por Walt Disney.
WINNIE THE POOH
Winnie the Pooh (también llamado Winnie Pooh en las traducciones de Disney, y Winny de Puh en los libros
de A. A. Milne traducidos al español) es un oso protagonista de varios libros
familiares de Alan Alexander Milne y, posteriormente, de varios largo y corto metrajes de los
estudios Walt
Disney. Vive en el Bosque de los Cien Acres, en una casa construida dentro de un árbol que tiene un
letrero con caracteres dorados sobre su puerta que dice "Mr.
Sanders", junto a sus amigos Puerquito, Tigger, Conejo, Igor, Christopher
Robin, Rito, Cangu, Búho, Topo, Lumpy el Efelante y Darby.
El primer libro que lo tiene como protagonista es “Winnie-the-Pooh” (1926).
LA OSA WINNIE
El 24 de agosto de 1914,
un tren que había partido desde Winnipeg (Manitoba, Canadá) y
transportaba tropas cuyo destino final era Inglaterra se detuvo en el
pequeño pueblo de White River (Ontario). El teniente veterinario H. Colebourn (1887-1947)
encontró allí a un trampero con una cría de oso negro. El cazador había matado a su madre
y Colebourn le compró la osezna por 20 dólares. La llamó Winnie por
su ciudad adoptiva, Winnipeg, ya que él era británico de nacimiento. La cachorra se
convirtió en mascota de la brigada 34ª Fort Garry Horse, a la que pertenecía el
militar.
A su paso por Inglaterra, Colebourn dejó a
Winnie en el Zoo de Londres para que la cuidaran mientras él
continuaba camino al frente. Aunque otros cinco osos más fueron dejados por
tropas canadienses, Winnie se convirtió pronto en la favorita del público.
Al finalizar la guerra en 1918,
Colebourn volvió al Zoo a recoger su osa pero, luego de comprobar que era el
animal más querido del zoológico, decidió dejarla allí. Volvió en varias
ocasiones a visitarla hasta que Winnie murió el 12 de mayo de 1934. H. Colebourn continuó en Canadá su carrera como veterinario hasta su
muerte en 1947.
Unos años después de que Winnie llegara al Zoo de Londres, un pequeño niño, llamado Christopher Robin Milne, acompañó a unos vecinos al lugar y allí conoció a Winnie, de la que se hizo amigo hasta el punto de que los cuidadores lo dejaban pasar dentro del recinto para jugar con ella.
CHRISTOPHER ROBIN MILNE
Christopher
Robin Milne nació el 21 de agosto de
1920, hijo del escritor de obras de
teatro de fantasía, poesía, novelas policíacas y libros infantiles Alan
Alexander Milne y su mujer
Dorothy (llamada Daphne familiarmente). Fue un niño bien
recibido y querido, pero llevó la vida
típica de un jovencito inglés de clase media de la época y su crianza estuvo a cargo
de una niñera. Sólo veía a sus
padres durante la merienda y a la hora de ir a dormir. El resto del tiempo lo pasaban solo o en el colegio.
La familia Milne vivía en Cotchford
Farm, una granja situada al suroeste de la aldea de Hartfield, East Sussex, en el sur de Inglaterra, muy cerca del Bosque Ashdown (el Bosque de los Cien Acres en las aventuras de
Winnie-the-Pooh).
Daphne le había regalado a su hijo en su primer cumpleaños un típico
osito Edward (réplica británica del osito de peluche Teddy estadounidense).
Después de conocer a Winnie, Christopher Robin rebautizó a su osito con el
nombre de Winnie-the-Pooh. No queda claro de dónde viene Pooh: en la introducción de su libro "Winnie-the-Pooh" el autor cuenta que así se llamaba un cisne del que era amigo Christopher. Sin embargo, en el primer capítulo (donde se narra la aventura del árbol de la miel) escribe: "Pero los brazos le quedaron tan rígidos después de aferrarse a la cuerda del globo todo ese tiempo que los tuvo alzados en el aire por más de una semana, y cada vez que una mosca se acercaba volando y se le posaba en la nariz tenía que espantarla soplando. Y creo ―aunque no estoy seguro― que es por eso que siempre lo llamaban Puh."
Christopher Robin Milne visitaba a la osa en el zoológico asiduamente y más tarde recreaba aventuras con ella gracias
a su oso de peluche y a otros
peluches de animales. Alexander
Milne se inspiró en su hijo y en sus juguetes de peluche para escribir sus más famosos cuentos.
La familia de Christopher Robin no lo protegió de la publicidad. A él le entregaban las cartas que los niños le escribían y, con la ayuda de su niñera, las respondía a mano. Además, le tomaron muchas fotografías, solo y junto a su padre. A los siete años participó en grabaciones de audio hechas para los libros, algo que posteriormente su primo calificó como una explotación que mostró "el rostro inaceptable del reino de Pooh". Un año después, Christopher Robin actuó frente a 350 invitados en una fiesta, recitando partes de los libros y cantando la canción "El amigo" ("The Friend"). En 1929 formó parte de una representación basada en las historias.
Christopher Robin Milne fue un excelente estudiante,
pero el ser incluido en los libros de Winnie-the-Pooh
le provocó problemas en su etapa escolar. Todo el mundo sabía, incluidos sus compañeros
de clase, que el niño de los libros era él y que las aventuras de Winnie-the-Pooh eran sus fantasías, y eso provocaba las burlas de sus compañeros, incluso cuando ya era un soldado en el
frente en la Segunda Guerra Mundial.
La vida de Christopher Robin tuvo grandes altibajos
emocionales: en ocasiones odiaba profundamente a su padre por lo que consideró
una explotación de sus años de infancia, y en otras no podía evitar sentirse
profundamente unido a él, quien seguía ayudándolo en sus pasos como adulto. "Casi me parecía que mi padre había llegado donde estaba al montarse sobre mis hombros infantiles, que había hurtado mi buen nombre y me había dejado solamente con la fama vacía de ser su hijo", escribió en su autobiografía de 1974, "Los lugares encantados" ("The Enchanted Places").
Con
su madre mantuvo una relación mucho más turbulenta y, luego de la muerte de
su padre, cortó todo contacto con ella, quien no estuvo de acuerdo con que se
casara con una prima en 1948 ni que abandonara su carrera militar y abriera una
librería en 1951.
A pesar de los trastornos que durante su
vida le había ocasionado el ser asociado Winnie-the-Pooh, C. R. Milne luchó
activamente para que el Bosque de Ashdown (Bosque
de los Cien Acres en las aventuras de Pooh) en Sussex no
fuera convertido en explotación petrolífera por la British
Petroleum.
Christopher Robin Milne murió el 20 de abril de 1996.
LOS LIBROS
En 1924 la editorial
Methuen publicó un libro de A. A. Milne titulado “Cuando éramos muy
jóvenes” (“When we were very Young”). Aunque encuadrado tradicionalmente
dentro de la colección de libros de Pooh, el personaje sólo es mencionado en uno de los
poemas del libro, llamado “El oso Edward” (“Edward Bear”). El 24 de diciembre de 1925 se publicó en
el “London Evening News” el que posteriormente sería el primer
capítulo de "Winnie-the-Pooh".
Milne escribió dos libros de aventuras
del osito y sus amigos: “Winnie-the-Pooh” (1926) y “The House
at Pooh Corner” (1928), inspirándose en su propio hijo y sus peluches, convertidos actualmente en
piezas de museo. Entre ambos se editó “Ahora somos seis” (“Now We Are
Six”, 1927)
en la misma línea de libro de poesías de “When we were very Young” y, al igual que éste, encuadrado dentro de la colección.
Las ilustraciones de los libros de
Winnie-the-Pooh estuvieron a cargo de E. H. Shepard,
que también ilustró otro clásico de la literatura británica: "El viento en los sauces" (“The Wind in the Willows”, 1908) de Kenneth Grahame. El artista se inspiró en
Growler, el oso de peluche de su propio hijo y no en el Pooh real. A. A. Milne
donó posteriormente los manuscritos de los libros a la biblioteca del Trinity
College donde él y su hijo Christopher Robin se graduaron.
Recientemente se publicó un libro
llamado "Buscando a Winnie: la verdadera historia del oso más famoso"
(“Finding Winnie: The True Story of the World's Most Famous Bear”,
2015) escrito por Lindsay Mattick, en el que se revela que el pequeño dibujo
animado de color amarillo y camisa roja amante de la miel, es hembra y no macho como
se creyó durante todos estos años.
E. P. Dutton, editora en Estados Unidos de los libros de Milne, compró los peluches originales y actualmente se exhiben en una vitrina en la Central Children Room del Donnell Library Center dependiente de la New York Public Library.
![Imagen relacionada](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisc913m7ydVr6toPrfAOBd00b-f9vl5P3X2vswAubO4-vjShTnpBIpZCVa-RMmsnpZ2sJvCREit8dM1f7qhI4xI-63PAoD8g5flTu4vq7hFM23s4zeF8zChMl6xK7emooDDB3e1YVf4Kja/s1600/Winnie+the+pooh+classic+pictures+pooh1_1489609c.jpg)
DETESTANDO A WINNIE POOH
Christopher Robin Milne no fue el único que llegó a detestar a Winnie Pooh. A. A. Milne también terminó odiando a su célebre personaje. Sus libros para niños sumaron apenas 70.000 palabras, la extensión de una novela promedio. Sin embargo, el enorme éxito que obtuvieron terminó borrando la memoria de críticos y lectores toda su obra previa y perjudicó el recibimiento a sus libros posteriores para un público adulto.
Su colaborador, E. H. Shepard, caricaturista político de "Punch", revista ilustrada británica de humor y sátira, convertido en ilustrador, también sintió lo mismo. Antes de su muerte llamó a Pooh "ese viejo osito tonto" y lamentó su participación en los libros.
Milne, que había escrito para "Punch" versos humorísticos y ensayos caprichosos, intentó colaborar nuevamente con la revista después de la publicación de sus libros infantiles. Pero ni siquiera sus antiguos lectores lo aceptaron. "Su talento no lo había abandonado, pero su público sí y, finalmente, el editor, EV Knox, le escribió para decírselo", contó su hijo, Christopher Robin en su autobiografía.
A. A. Milne cargó con el peso de Winnie Pooh tanto como Chistopher Robin:"Dejé de escribir libros para niños. Quería escaparme de ellos como quise una vez escaparme de Punch; como siempre quise escaparme. En vano", escribió. "Como subrayó un exigente critico: el héroe de mi última obra de teatro era simplemente Christopher Robin de adulto".
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJWqc4sMPCToQx_uHb0Q2kt8OuCUPsImObmZ3uztR2qaZuX5143uJU8M6l_Mvcs-oBencbovSmxUFc7UaQPyfvbzajTi-rQxaCwB9OQSCqi-BbcpVdS4bzYk93D-FArD37ZlVrkqGXRTA/s640/0.jpg)
EL WINNIE POOH DE DISNEY
Entre los fanáticos de los
libros de Milne se encontraban las hijas de Walt
Disney, que acabó comprando los derechos de imagen de Winnie-the-Pooh. En 1966, Disney hizo
la primera película sobre Pooh: “Winnie the Pooh y el árbol de
miel” (“Winnie Pooh and the honey tree”), a la que
siguieron más de una docena de secuelas y varios capítulos de una serie de televisión.
Pooh es uno de los
personajes más populares de Disney y fue incluido en la lista de TV de los 50
mejores personajes de dibujos animados de todos los tiempos en 2002. Tiene, también, su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
¿LIBROS INFANTILES?
Muchos autores aseguran
que Milne no escribió los libros de Winnie the Pooh para el público
infantil y que es equivocada la creencia generalizada de que los hizo para su
hijo (el propio Christopher Robin reconoció que su padre no se los leía). Sostienen
que el sentido del humor que impregna las aventuras del osito y sus amigos, y
algunos matices psicológicos de los personajes son difícilmente apreciables por
los lectores más pequeños. En el caso concreto de "Winnie-the-Pooh", su
simplicidad alcanza tal nivel de profundidad que un autor, Benjamin Hoff, se
inspiró en ella para escribir “El tao de Pooh” (“The Tao of Pooh”, 1982) cuyo subtítulo describe muy bien
su contenido: “El taoísmo para occidentales... O cómo el Camino es revelado
por el Osito de Pequeño Cerebro”. En él se entremezclan diálogos ficticios con
Pooh, citas de maestros taoístas y explicaciones del autor, todo ello ilustrado
con dibujos de los libros originales.
Además existen otros libros como “Winnie-the-Pooh
y los filósofos” (“Pooh And the Philosophers”, 1995) del autor John Tyreman Williams, que tratan de demostrar que la historia
completa del pensamiento occidental está contenida de forma simbólica en las
historias supuestamente infantiles del oso Winnie.
LOS PERSONAJES DE "WINNIE POOH" Y LOS TRASTORNOS MENTALES
En diciembre
del año 2000, la Canadian Medical Association publicó un estudio titulado “Patología en el Bosque de los Cien Acres:una perspectiva
del desarrollo neurológico en A.A. Milne” (“Pathology in the Hundred Acre
Wood: a neurodevelopmental perspective on A.A. Milne”), en el que se sugiere
que todos los
personajes de “Winnie-the-Pooh” presentan desórdenes mentales. “En algún lugar
en la cima del Bosque de los Cien Acres juegan un chico pequeño y su oso. En la
superficie es un mundo inocente, pero al examinarlo más de cerca por nuestro
grupo de expertos, encontramos un bosque donde los
problemas del desarrollo neurológico y psicosociales no son reconocidos ni
tratados”, consignaron los investigadores.
-Winnie
Pooh: Según el estudio, el
oso encarna el concepto de comorbilidad, es decir, que tiene uno o más
trastornos además de la enfermedad primaria. Winnie Pooh tiene una afición desmesurada a la miel, lo que hace que pueda relacionárselo con trastornos de la conducta alimentaria, concretamente con el conocido
como trastorno por atracón, que lleva a quienes lo padecen a comer
ciertos alimentos de forma compulsiva, pero sin practicar conductas
compensatorias como el vómito, típico de otros cuadros como la
bulimia. Como consecuencia, estos pacientes suelen acarrear otros trastornos
como la obesidad.
Otros trastornos identificables en Pooh son el déficit de atención y la
hiperactividad (TDAH) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). “La
perseverancia de Pooh en los alimentos y sus comportamientos repetitivos de
conteo aumentan la posibilidad de diagnóstico del trastorno obsesivo compulsivo
(TOC). Dado su TDAH y TOC coexistentes, nos preguntamos si Pooh podría presentarse con
el síndrome de Tourette con el tiempo”, plantearon en el análisis.
-Puerquito: Puerquito, también conocido como Piglet, tiene un comportamiento
siempre nervioso y
preocupado, por lo que lleva años siendo usado por muchos
psicólogos para describir el trastorno por ansiedad generalizada,
asociado a la presencia de tensión continua que puede proceder
de todo tipo de situaciones o incluso llegar a darse sin causa
aparente.
-Igor:
Igor es un burro que no consigue salir de su tristeza
y vaga de un lado a otro melancólico y pesimista, perdiendo
continuamente su cola, que se encuentra unida a su cuerpo a través de una
chinche. Su estado de ánimo también lo lleva a pasar gran parte del
día durmiendo, como suelen hacer a menudo los pacientes
depresivos (narcolepsia).
La persona que sufre un humor depresivo presenta una
pérdida de la capacidad de interesarse y disfrutar de las cosas, y una
disminución de su vitalidad que lleva a una reducción importante en su nivel de
actividades y a un cansancio exagerado, que aparece, incluso, tras un esfuerzo
mínimo. También son manifestaciones de los episodios depresivos la baja de la atención y concentración, la pérdida de la confianza en sí mismo, las
ideas de culpa, los pensamientos y actos suicidas o de autoagresiones, los
trastornos del sueño y la falta de apetito. “No tenemos suficiente historia para diagnosticar esto como una
depresión heredada y endógena o para saber si algún trauma inicial contribuyó a su negativismo crónico
y a la baja energía”, analizaron los especialistas al referirse a la sombría
personalidad de Igor.
-Búho: Búho es un personaje que apenas
sabe leer, a pesar de poseer un montón de libros y de
presumir continuamente de ser muy sabio. Por ese motivo, la gente recurre
siempre a él cuando tiene algún problema, aunque al no saber despejar sus
dudas Búho se desvía de cualquier tema para terminar hablando de él o de sus antepasados. Esta idea tan perfecta de
sí mismo, acompañada de una necesidad continua de admiración, lo
convierte en un claro ejemplo de personalidad narcisista, un
trastorno caracterizado por la concepción de grandiosidad propia
y la falta de empatía hacia los demás, acompañadas de
una búsqueda continua de atención.
Los
especialistas señalaron que Búho es disléxico: “Sus conmovedores intentos de
encubrir sus déficits fonológicos son similares a lo que vemos día tras día en
otros tan afligidos.”
-Tigger: Tigger es un personaje muy amigable y extrovertido que pasa todo el tiempo afirmando que es capaz de saltar como un canguro, volar,
nadar y trepar los árboles, pero jamás consigue hacer lo que se propone. Presenta, según los especialistas, déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
El déficit de atención se pone de manifiesto por una interrupción prematura de la ejecución de tareas y
por dejar actividades sin terminar, mientras que la hiperactividad implica una
inquietud excesiva, en especial en situaciones que requieren una relativa
calma. Tigger siempre está muy distraído y va saltando de un lado a otro.
-Cangu: El canguro
presenta impulsividad o hiperactividad, aunque más atenuada que en Tigger, y es
posible que padezca autismo. Rara vez presta atención a lo que pasa a su
alrededor y no se relaciona mucho con sus compañeros.
-Conejo:
Conejo es un personaje muy
trabajador, obsesionado con mantener su huerto impoluto hasta
el punto de perder una parte considerable de su tiempo en “limpiar sobre lo
limpio”, por lo que se lo relaciona con las personas que padecen trastorno
obsesivo compulsivo (TOC). La
característica esencial de este trastorno es la presencia de pensamientos
obsesivos o actos compulsivos recurrentes. Los pensamientos obsesivos son
ideas, imágenes o impulsos mentales que irrumpen una y otra vez en la actividad
mental del individuo, de una forma estereotipada. Los actos o rituales
compulsivos son formas de conducta estereotipadas que se repiten una y otra
vez. No son por sí mismos placenteros, ni dan lugar a actividades útiles. Para el enfermo tienen la función de prevenir que tenga lugar algún
hecho objetivamente improbable.
-Christopher Robin: Para los expertos, el chico aún no exhibió ninguna condición
diagnosticable, pero destacaron varios hechos que podrían ser signos de alarma.
“Existe el problema obvio de una ausencia total de supervisión de los padres,
por no mencionar el hecho de que este niño pasa su tiempo hablando con los
animales. También notamos en las historias los primeros signos de dificultad
con los académicos y sentimos que las ilustraciones de E.H. Shepard sugieren
posibles problemas futuros de identidad de género para este niño”, indicaron.
GOODBYE CHRISTOPHER ROBIN
"Goobye Christopher Robin" es una película biográfica británica de 2017 basada en la vida del creador de Winnie-the-Pooh, A. A. Milne y la de su familia, en especial su hijo, Christopher Robin. Está dirigida por Simon Curtis, escrita por Franco Cottrell-Boyce y Simon Vaughan, y protagonizada por Domhnall Gleeson, (A. A. Milne), Margot Robbie (Daphne de Sélincourt, esposa del escritor), y Kelly Macdonald (Olive/Nou, niñera de Christopher Robin). Will Tilston interpretadbye Christopher Robin" es una película biográfica británica de 2017 basada en la vida del creado a Christopher Robin Milne de niño y Alex Lawther, de mayor.
Hasta aquí, amables lectores, esta parrafada dedicada a uno de los personajes más queridos del mundo Disney. Me despido de ustedes con un pensamiento de su creador, A. A. Milne: "Algunas personas le hablan a los animales. No muchas los escuchan. Ese
es el problema."
Buenas tardes.
Ilustración 1: Walt Disney
Ilustración 2: Peter Ellenshaw
Ilustración 3: Harry
Colebourn y Winnie
Ilustración 4:
Chisthoper Robin y Winnie Pooh
Ilustración 5: E. H. Shepard
Ilustración 6: E.H. Shepard
Iustración 7: Walt Disney
Ilustración 8: E.H. Shepard.
Ilustración 9: Walt Disney