TIPS PARA UNA PREVIA BIEN ARRIBA
“La creatividad funciona con el sexo, es la fuente principal
para su desarrollo.”
Adán Jodorowsky
Es de público conocimiento que la rutina hace
estragos aún en las camas mejor tendidas. Que no hay sábana caldeada que
resista el cruento paso del tiempo ni ardores que no se apaguen con un golpe de
almanaque. La vida es así, mis queridas. Y así hay que aceptarla. Pero
aceptarla no significa que no hagamos todo lo posible para mantener viva la
llama de nuestra entrepierna y la de la entrepierna de nuestro bombón escocés.
Para ayudarnos en esos menesteres tenemos la página web Fashion TV. Que es mucho más que un lugar donde ver noticias de las
celebridades desfilando por la alfombra roja. Es una panacea para nuestras
desolaciones. Un sitio donde podemos encontrar notas tan esclarecedoras como la
que hoy comentaremos, titulada Tips para una previa bien arriba y firmada por María Cotelo, que recoge siete sabios consejos
de Paola Kullock, directora de la primera Escuela
de Sexo de Buenos Aires y autora del libro “Sexo, ¡ponele ganas”. Los
consejos apuntan a romper la rutina y animarnos a jugar más con nuestro
chico. Y a lograr que él se quede pensando en nosotras todo el día. Tomen nota.
Tips
para una previa bien arriba
1) Dejalo con
ganas: Después de
pasar la noche juntos, cuando estén a punto de despedirse para ir cada uno a su
trabajo, dale un beso apasionado, aprovechá para manotearlo y volvé a ponerlo hot. Como no hay tiempo, van a tener que
dejar el asunto inconcluso. Resultado: él se va a quedar caliente como una pava,
sin poder excluirte de su mente, y te va a mandar un chat pidiéndote que esa
noche vuelvan a encontrarse.
2) Animate al
juego de roles: Mandale un
mensaje de texto desde tu celu (¡qué sepa que sos vos!) diciendo algo así como:
“¡Hola! Soy amiga de una amiga tuya y
estoy sola. Me dijeron que vos también estás solito, que sos divino y sabés
cómo hacer que una chica la pase bien. Nos vemos?”. La idea es que encuentren
como dos desconocidos. Ya se sabe que el sexo es mejor con desconocidos que con
los sátrapas con los que compartimos colchón. Con este jueguito tendrán que
volver a seducirse y conseguirán una noche increíble. Tengamos en cuenta que,
para aceptar esta propuesta sin alarmarse, el señor en cuestión no debe dudar
de nuestras facultades mentales. Porque si duda (como mi marido) llamará a
nuestro psiquiatra para informarle que por fin derrapamos, creemos ser alguien
que no somos y desconocemos al cristiano que nos mantiene.
3) Organizá una
producción hot: Elegí cuatro o cinco atuendos de diferentes estilos (algo
de lencería atrevida, una camisa de él, un jean y un vestido sexy) y jueguen al
fotógrafo y la modelo. Él te indicará cómo posar y vos coquetearás y
mostrarás “un poco más de lo debido”.
Entre flash y flash, la cosa se va caldeando y termina en revolcón sí o sí. Tip importante: no miren las fotos en el
momento. Vos las editás, borrás todas
esas en las que te ves gorda o ridícula, agarrás una que esté más o menos, la photoshopeas un poco, le ponés 500
filtros y la usás como foto de perfil en Facebook.
No, no, perdón: se la regalás a tu chico para que se encienda como una
luciérnaga macho cada vez que abra la billetera y la vea.
4) Ponete
creativa: Comprá henna para
tatuajes. La idea es que él dibuje sobre las zonas de tu cuerpo que nadie ve y
vos, sobre las de él. La sensación del pincel sobre la piel es muy sensual. Tené en cuenta que la tinta tiene una duración
de 15 días, así que cada vez que se pongan en bolas y vean los mamarrachos que
el otro estampó en sus cueros volverán a arder.
5)
Escribile: ¿Fueron a una
cena formal con sus compañeros de trabajo o al casamiento de su primo y estás más
aburrida que un hongo? Mandale un chat contándole que estás en llamas. Al rato,
acercate y, con mucho disimulo, guardá tu bombachita súper sexy en el bolsillo
de su saco (no se especifica dónde y cuándo sacarse la bombachita, o si es
menester para hacer estas chanchadas llevar una bombachita extra en la cartera). Tu
próximo chat será un jacarandoso: “Fijate
qué tenés en el bolsillo”. Y el último, “Ya
estoy lista para vos.” Y al carajo. Se
acabaron la cena formal, la fiesta, el reencuentro con los pibes del
secundario, todo. Con esta movida él
estará presuroso de huir de esos lugares para insulsos y entregarse a las
mieles del amor.
6) Compartí tu
imaginación: Antes del
encuentro andá caldeando el ambiente y decile que esa noche le vas a contar tu
mejor fantasía. Cuando llegue el momento, ponete muy cerca suyo y susurrale al
oído qué es lo que más te seduce, de pe a
pa, con lujo de detalles (siempre y cuando tu mejor fantasía no sea que
Leonardo Di Caprio te unte de pies a cabeza con mermelada de arándanos, porque
el señor se sentirá desplazado de tu imaginario erótico, y con justa razón). Hacele
entender que tenés ganas de volver realidad tu fantasía en ese instante.
7) Volvé a lo clásico: En su billetera o
en la guantera del auto (o cualquier sitio que sólo él revise), dejale una
tarjetita que diga “Vale por un masaje de
geisha”, con la aclaración de que el servicio
debe ser reservado con 24 horas de anticipación. Hacete un rodete y un buen
delineado en los ojos, encendé velitas aromáticas, prepará tus aceites y cremas para
hacerle un masaje y jugá a ser Yoko Ono por una noche.
Estos son, mis queridas, los tips que
nos ofrece Paola Kullock para encender la previa y no ir directo a los bifes,
porque lo mejor del sexo son los preliminares. Son cositas fáciles que pueden
hacer la diferencia en nuestra vida erótica. Pruébenlas. Dejen de lado el miedo
al ridículo. Atrévanse. ¿Qué pueden perder? Nada (a lo sumo
recibirán una carcajada o un dejate de joder amistoso). ¿Qué pueden ganar? Todo. Vamos
por todo.
Me
despido de ustedes con un pensamiento de la antropóloga Helen
Fisher: “Sé que todo esto parece un juego. Pero es que el amor lo es;
es el único juego de la naturaleza. Casi todas las criaturas de este planeta lo
practican, con la intención inconsciente de transmitir su ADN hacia el futuro.”
Buenas noches.
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