SOMOS NOVIOS II
“Mama, yo quiero un novio
que sea milonguero, guapo y compadrón,
que no se ponga gomina
ni fume tabaco inglés,
que pa' hablar con una mina
sepa el chamuyo al revés.
Mama, si encuentro ese novio
juro que me pianto aunque te enojés.”
“Mama, yo quiero un novio”, Roberto Fontaina
Continuando
con mi sesudo estudio sobre novios, ex novios y noviazgos, estoy en condiciones
de presentarles, amables leedores, una nueva parrafada que se ocupa de los
tipos de noviazgos con los que podemos toparnos en nuestro diario peregrinar.
Esta vez, los consejos (escuetos y, en la mayoría de los casos,
inútiles), corren exclusivamente por mi cuenta.
TIPOS
DE NOVIAZGOS
Así
como sobreabundan los tipos de novios, sobreabundan también los tipos de
noviazgos. Una, que se vio involucrada en más de una de estas jacarandosas
relaciones, puede dar cátedra acerca del tema. Vale aclarar que, esta vez, mis
floridas palabras van dirigidas tanto al público femenino como al masculino.
Porque ya se sabe: para bailar un tango hacen falta dos. Con
tres o cuatro, créanme, la cosa se complica.
1)
EL NOVIAZGO MATERNO: Clarito como el agua: tu novio no busca
alguien con quien proyectar un glorioso futuro en común. Busca a una
gila que le lave las pilchas. Ha aprendido en casita que la
mujer barre, plancha, cocina y friega los inodoros, y está convencido
de que cualquier hembra que se precie nació con una escoba en una mano y un
plumero en la otra. Las mujeres inmersas en este tipo de noviazgo arcaico
ignoran que existen inventos gloriosos, tales como el puré Chef y
los caldos Knorr Suiza, y viven aún en la época oscurantista
en la que los fideos se amasaban en casa. En el día de su onomástico reciben
regalos tan fastidiosos como una licuadora, una juguera o una docena de broches.
En
un noviazgo materno el sexo suele ser escaso. Ya se sabe que
las mamás no hacen nunca la
porquería. Las salidas suelen
ser escasas. Las alegrías suelen ser escasas. Lo único que abunda es el jabón
en polvo. Lamentable.
-¿Qué
hacer?: Poner
pies en polvorosa, obvio. Y que los calzones te los lave Magoya.
2)
EL NOVIAZGO PATERNO: El noviazgo paterno es tan disfuncional
como el noviazgo materno, sólo que en la mentada relación la
desubicada es una, que en lugar de un par, anda pretendiendo un señor que la
proteja, la contenga, la aconseje y le pague el gimnasio. De pequeñas nos han
presentado al hombre como el natural proveedor, y, como somos vagas, adherimos
fervientemente a este deshilachado estereotipo. Así que un novio representa
para nosotras la fabulosa oportunidad de dejar de estudiar, dejar de trabajar y
convertirnos en un parásito feliz que el susodicho deberá alimentar por el
resto de sus días, amén.
-¿Qué
hacer?: ¡¡¡¡¡¡Terapia!!!!!!!
3)
EL NOVIAZGO THE CRYING GAME: Esta húmeda relación se da cuando
cualquiera de los integrantes de la pareja (generalmente la mujer, aunque hay
cada mariconazo) hace uso y abuso del llanto para imponer su voluntad, ser
consentido en el más mínimo de sus caprichos o, simplemente, romperle las
pelotas soberanamente al infeliz que tiene al lado. Ya he dicho, en más de una
ocasión, que el poder de las lágrimas es incalculable. Pero es más
evidente que este noviazgo hace aguas por todos lados.
-¿Qué
hacer?: Si
es una la que abre la boca, cerrarla. Si es el novio que supimos conseguir,
explicarle con el mayor tacto posible, que no nos interesa andar limpiándole
los mocos a nadie.
4)
EL NOVIAZGO VIVE RÁPIDO, MUERE JOVEN Y DEJA UN HERMOSO CADÁVER: Este noviazgo se da,
y nadie sabe a ciencia cierta cómo, cuándo y por qué, y esto sucede porque
ninguno de los tórtolos involucrados en la relación se detiene a pensar ni
siquiera un segundo en qué carajo está pasando. Se conocen a las 10 de la
mañana y a las 5 de la tarde ya están haciendo planes de boda. Se juran amor
eterno y después de tan sacro ceremonial se preguntan los nombres. Se
involucran en una relación acelerada que, a lo sumo, dura poco más de seis
meses. ¡Pero qué seis meses!
El noviazgo
vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver es sumamente
destructivo. Y suele dejar heridas que no son fáciles de curar.
-¿Qué
hacer?: Tomarse
tiempo para decir que sí. Si ya se dijo que sí, buscar una manera diplomática
de decir que no. Si ya se dijo que no, enterrar el hermoso cadáver y
que se pudra como Dios manda, que más se perdió en la guerra.
5)
EL NOVIAZGO POR CONVENIENCIA: En esta relación escabrosa, una de las partes está con la
otra para obtener algún beneficio que poco tiene que ver con el amor, y busca
escalar posiciones sociales o progresar económicamente. Es de público
conocimiento que billetera mata galán, aunque creer que son
sólo las damas las que corren detrás de los dinerillos ajenos es sexista,
prejuicioso e ingenuo. Hay señores de lo más trepadores, que les quede bien
clarito.
-¿Qué
hacer?: Asegurarse
de que el novio/a está con uno/a por nuestras cualidades personales y no por el
auto de papá o la casita en Cariló. Si no es así, darle al susodicho/a una
buena patada en el orto. Y chau.
6)
EL NOVIAZGO TE AMO, TE ODIO, DAME MÁS: Esta es una
relación por entregas, como los folletines de antaño. Las
tiernas palomitas se enamoran, se ennovian, se prometen el oro y el moro, se
pelean, se dejan y vuelven a ennoviarse. Más promesas. Más peleas. Más regresos
con y sin gloria. Una vez, dos veces, tres veces. Millones de veces. Cierto
es que el sexo de reconciliación es uno de los más sabrosos. Pero este par de
pájaros se pasa de rosca.
-¿Qué
hacer?: Madurar.
Y aceptar que, si segundas partes nunca fueron buenas, menos lo serán terceras,
cuartas, quintas, etc.
7)
EL NOVIAZGO MENÚ VEGETARIANO: Este noviazgo tiene de todo, menos carne. Hay
mucha florcita, mucho pajarito, mucho versito del “Dos Corazones”, pero
de sexo, nada. Si los involucrados en la relación son muy tiernitos, está bien.
Pero si pasan los veinte, la cosa es puercamente patológica. No sólo de
pan vive el hombre.
-¿Qué
hacer?: Poner
toda la carne en el asador y exigir que el partenaire nos tire, aunque sea de
vez en cuando, un sánguche de chorizo, so pena de poner fin a tanta verdurita
con el vecino de al lado.
8)
EL NOVIAZGO BOCA-RIVER: En este tipo de relación el otro no es un novio, es
un antagonista. Alguien a quien putear, maldecir, y, en el peor de los
casos, golpear sin ningún tipo de miramiento. El noviazgo Boca-River no
sólo es poco gratificante: es decididamente desastroso.
-¿Qué
hacer?: Poner
fin a la relación inmediatamente.
9)
EL NOVIAZGO CULEBRÓN MEXICANO: Un noviazgo donde abundan las lágrimas, los enredos, los
malos entendidos, los personajes pérfidos que quieren separar a la pareja, los
momentos de romance empalagosos y la música de cuarta. La telenovela ha minado
el sentido común de generaciones enteras de hombres y mujeres que creen que el
amor es una senda prohibida, que los ricos también
lloran, que la casa de los suegros es una cuna de lobos y
que la mujer ideal se parece a Thalía.
-¿Qué
hacer?: Apagar
el televisor.
10)
EL NOVIAZGO VI LUZ Y SUBÍ: Hete aquí un amorío incomprensible, ya que sus
protagonistas no tienen absolutamente nada que ver entre sí. Grafiquemos el
mismo con las palabras del filósofo argentino Miguel Mateos: “Yo te
seguí a vos y me escondí en un bar, cuando vi luz, subí. Si molesto, perdón. No
sé qué hago aquí. Sólo vi luz y subí.” El noviazgo vi luz y
subí no tiene futuro, a ver si les entra de una vez por todas en sus
ilusas cabecitas.
-¿Qué
hacer?: Apagar
la luz e irse a la mierda.
11)
EL NOVIAZGO CALIENTE, CALIENTE: En el noviazgo caliente, caliente suele
confundirse el amor con el sexo. Es la relación ideal para aquellos señores y
señoritas con vocación de conejos entusiastas, que le dan, le dan y le dan, sin
detenerse a pensar si los une a sus parejas algo más que un glamoroso 69. El
único diálogo que tienen se compone de aullidos, gemidos y jadeos. No está mal,
pensarán ustedes. Es mucho más gratificante escuchar a un señor aullando de
placer que gritando un gol de Boca. Pero, tal como al noviazgo menú
vegetariano, al noviazgo caliente, caliente le falta algo.
-¿Qué
hacer?: Sin
retirar la carne del asador, introducir en la carta alguna ensaladita o una
porción de Cheesecake al Mascarpone.
12)
EL NOVIAZGO NO SERÉ FELIZ, PERO TENGO NOVIO: Este noviazgo
desabrido está asentado sobre bases que poco tienen que ver con el amor, la
atracción física o la comunión espiritual. Se da entre personas que se arriman
a lo primero que encuentran, por una serie variada de motivos: su baja
autoestima no les permite suponer que merecen algo mejor, tienen grandes
complejos físicos, han padecido estrepitosos fracasos sentimentales o
sobrepasan los treinta y están convencidos de que ya perdieron el tren.
Si
bien la sociedad nos ha inculcado una serie de mandatos, hay que poder
sacudírselos de una vez por todas y aceptar que, entre estar solo y feliz o
acompañado y desgraciado, la primera opción es la más sana.
Comprendiendo, previamente, que se puede ser feliz como single: es
de público conocimiento que el buey solo bien se lame.
-¿Qué
hacer?: Cagarse
en los mandatos sociales y animarse a ir solo al cine.
13)
EL NOVIAZGO ABIERTO: Muy de moda en los pasteurizados tiempos que corren,
el noviazgo abierto ha sido rebautizado como amistad
con derecho a roce. Cuando a alguno de los integrantes de esa pareja
posmoderna le pica, el otro lo rasca y viceversa. Pero no hay un compromiso
verdadero y la exclusividad no existe. Se pueden tener muchos amigos
con derecho a roce simultáneamente. Y todos contentos.
-¿Qué
hacer?: Si
uno está cómodo dentro de esta relación trivial y sin futuro, darle pa’lante mientras dure. Las reglas de la misma
son más que claras y es difícil que alguien salga herido. Eso sí: terminantemente
prohibido enamorarse.
14)
EL NOVIAZGO VOS, YO, UNO MÁS UNO, CUATRO: En el noviazgo
vos, yo, uno más uno, cuatro también hay muchas manos en el plato,
pero la cosa no está blanqueada. En esta relación, cada uno de los tórtolos
tiene otras parejas, ocasionales o no, con las cuales repimpolotear
alegremente. Aunque parezca que ninguno de estos dos piratas es consciente de
las infidelidades de su pareja, ambos están al tanto de las aventuras sexuales
del otro. Y viven redoblando la apuesta.
-¿Qué
hacer?: Aclarar
los tantos. Si la cosa da para un noviazgo abierto, redefinir la
relación. Y si no, cada uno por su lado. Engañar y ser engañado suele ser de lo
más estresante.
15)
EL NOVIAZGO 911: Siempre al borde de la tragedia, este noviazgo es
sumamente fastidioso, sobre todo para los amigos y/o parientes de los
involucrados que tienen que socorrer, contener y consolar a los miembros de la
pareja en el peor de los casos, y evitar que alguno de los tórtolos se arroje
del 5º piso, en el peor.
-¿Qué
hacer?: Dejarse
de joder con tanto drama. Vivir en estado de emergencia es un horror.
16)
EL NOVIAZGO SIX FEET UNDER: El noviazgo six feet under es la
muerte, tal como lo habrán supuesto mis lectores más avispados.
Aburrido, estancado, tedioso, no ofrece nada más que siestas interminables y
capítulos (obviamente repetidos) de “Bonanza”. Puede que cada
tanto brinde unos momentos de cópula, pero la cosa tampoco es como para andar
tirando fuegos artificiales. Los novios embarcados en esta relación rutinaria
transitan por la vida en un lamentable estado de sopor y letargo. Ni fuerzas
pa’ llorar, tienen.
-¿Qué
hacer?: Resucitar.
Poniendo cientos de kilómetros entre nosotros y nuestro soporífero prometido.
17)
EL NOVIAZGO A DISTANCIA: En está relación los involucrados viven en las antípodas.
Se conocieron en unas vacaciones, en el chat, en Facebook o
alguno de ellos tuvo que mudarse al culo del mundo cuando el amorío ya estaba
en marcha. El noviazgo a distancia puede ser llegar a ser muy
romántico, pero carece de aminoácidos y calidad proteica, tal como el noviazgo
menú vegetariano. Las personas sumamente líricas pasan por alto este
detalle cuasi animalesco. Las personas normales necesitan un bife con lomo,
aunque sea muy de vez en cuando.
-¿Qué
hacer?: Mudarse.
18)
EL NOVIAZGO TOP SECRET: Cual si fueran agentes del recontraespionaje,
los protagonistas de este noviazgo mantienen su relación en el más absoluto
secreto, amparándose en las sombras de la noche o en cualquier otra sombra que
resulte conveniente. ¿Cuál es el motivo de tanto sigilo? Nadie lo sabe. Muchas
veces, ni siquiera lo saben ellos.
-¿Qué
hacer?: Cerciorarse
de que ninguno de los novios ocultos esté casado, porque este comportamiento
cuadra perfectamente con el de un marido de trampa o una esposa timadora.
19)
EL NOVIAZGO ARRIBA LOS CORAZONES: Este noviazgo se da cuando uno de los involucrados en la
pareja se acerca al otro sólo para levantar su vapuleada autoestima. Tiene una
pobre una pobre imagen de sí mismo y busca a través de su partenaire la
seguridad y aceptación social que le falta. Es un noviazgo injusto para ambos
miembros de la yunta amorosa.
-¿Qué
hacer?: Más
terapia.
20)
EL NOVIAZGO CARACOL: Los enamorados que se embarcan en este tipo de relación
pegajosa, glutinosa y adherente, le bajan la persiana al mundo. El único
interés de sus vidas es estar engomados a sus medias naranjas y babosearse día
y noche como caracoles desenfrenados. Olvidan a sus familias, a sus amigos y a
todas aquellas personas con las que alguna vez tuvieron contacto: en sus
viscosos corazoncitos sólo hay lugar para el amor, y suelen dejar en el camino
la mayor parte de sus intereses y ocupaciones para vivir pendientes de su
adhesivo romance.
-¿Qué
hacer?: Tomar
distancia. Lo aprendimos en la escuela, cuando hacíamos fila, ¿se acuerdan?
21)
EL NOVIAZGO DESPAREJO: Un noviazgo desparejo es aquel donde
existen grandes y evidentes diferencias entre las medias naranjas, tal es así
que en la mayoría de los casos, el asunto se trata de un medio limón y
una media pera.Hay infinitas variantes de noviazgo desparejo, a
saber: el lindo y la fea, la viva y el pavote, el gordo y la flaca, el
pibe de barrio y la concheta, etc. Pero la variante más usual es
aquella en la cual se emparejan individuos de edades dispares. Cosa
que a simple vista parece una pavada pero puede terminar en catástrofe.
-¿Qué
hacer?: No
sé. Si alguno sabe, me avisa.
22)
EL NOVIAZGO PINKY Y CEREBRO: En el noviazgo Pinky y Cerebro una de las
partes tiene sueños, intenciones y pretensiones delirantes, y la otra, ya sea
por tener la fiesta en paz o por complacer a su amado le dice a todo que sí. Es
el noviazgo ideal para los psicóticos y para los encajetados en conquistar el
mundo.
-¿Qué
hacer?: Si
uno es Cerebro, poner inmediatamente las patas sobre la
Tierra. Si es Pinky, aprender a decir que no, que por un no
nadie terminó en la tumba.
23)
EL NOVIAZGO ALCATRAZ: Esta sofocante relación se da cuando uno de los tórtolos
es, literalmente, el prisionero del otro. No puede elegir cómo vestir, qué
amistades tener, qué lugares frecuentar, etc. etc. etc. Está las 24 horas del
día bajo el ojo avizor de su amorcito y puede ser cruelmente castigado si da un
paso en falso, tal como ir a tomar un café como una amiga o a jugar un picadito
con los pibes del barrio. El noviazgo Alcatraz es opresor y
aporta miedo, angustia, bronca, llanto, celos, pero jamás felicidad.
-¿Qué
hacer?: Si
uno es el prisionero, escaparse, obvio. Si uno es el carcelero, meterse la
llave en el culo.
24)
EL NOVIAZGO FROM HERE TO ETERNITY: ¿Cuarenta años de
besitos y cartitas y todavía estás noviando? ¿Diez años de devaneo y aún viven
ambos en las casas de sus papis? El tuyo es, sin dudas, un noviazgo
From Here to Eternity. Te has enredado con un/a calienta sillas. Paciencia,
que la cosa va para largo
.-¿Qué
hacer?: Apurar los trámites. O mandar todo al carajo.
25)
EL NOVIAZGO IDEAL: ¿Existe? Puede que sí, puede que no. Pero, a
no olvidar: mientras hay vida, hay esperanza.
-¿Qué
hacer?: Buscar,
buscar, buscar. Más raro fue aquel verano que no paró de nevar.
Hasta
aquí llegamos. Supongo que existirán otros tipos de noviazgo, pero mi
experiencia es limitada. Les dejo el catálogo para que lo estudien
concienzudamente y les acerco, además (ya saben ustedes de mi proverbial
amabilidad), un consejito de Benjamín Franklin: “Ten tus ojos bien
abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.”
De
nada.