sábado, 28 de noviembre de 2015

SOMOS NOVIOS II


SOMOS NOVIOS II

“Mama, yo quiero un novio
que sea milonguero, guapo y compadrón,
que no se ponga gomina
ni fume tabaco inglés,
que pa' hablar con una mina
sepa el chamuyo al revés.
Mama, si encuentro ese novio
juro que me pianto aunque te enojés.”
 “Mama, yo quiero un novio”, Roberto Fontaina

Continuando con mi sesudo estudio sobre novios, ex novios y noviazgos, estoy en condiciones de presentarles, amables leedores, una nueva parrafada que se ocupa de los tipos de noviazgos con los que podemos toparnos en nuestro diario peregrinar. Esta vez, los consejos (escuetos y, en la mayoría de los casos, inútiles), corren exclusivamente por mi cuenta.

TIPOS DE NOVIAZGOS

Así como sobreabundan los tipos de novios, sobreabundan también los tipos de noviazgos. Una, que se vio involucrada en más de una de estas jacarandosas relaciones, puede dar cátedra acerca del tema. Vale aclarar que, esta vez, mis floridas palabras van dirigidas tanto al público femenino como al masculino. Porque ya se sabe: para bailar un tango hacen falta dos. Con tres o cuatro, créanme, la cosa se complica.

1) EL NOVIAZGO MATERNO: Clarito como el agua: tu novio no busca alguien con quien proyectar un glorioso futuro en común. Busca a una gila que le lave las pilchas. Ha aprendido en casita que la mujer barre, plancha, cocina y friega los inodoros, y está convencido de que cualquier hembra que se precie nació con una escoba en una mano y un plumero en la otra. Las mujeres inmersas en este tipo de noviazgo arcaico ignoran que existen inventos gloriosos, tales como el puré Chef y los caldos Knorr Suiza, y viven aún en la época oscurantista en la que los fideos se amasaban en casa. En el día de su onomástico reciben regalos tan fastidiosos como una licuadora, una juguera o una docena de broches.
En un noviazgo materno el sexo suele ser escaso. Ya se sabe que las mamás no hacen nunca la porquería. Las salidas suelen ser escasas. Las alegrías suelen ser escasas. Lo único que abunda es el jabón en polvo. Lamentable.
-¿Qué hacer?: Poner pies en polvorosa, obvio. Y que los calzones te los lave Magoya.

2) EL NOVIAZGO PATERNO: El noviazgo paterno es tan disfuncional como el noviazgo materno, sólo que en la mentada relación la desubicada es una, que en lugar de un par, anda pretendiendo un señor que la proteja, la contenga, la aconseje y le pague el gimnasio. De pequeñas nos han presentado al hombre como el natural proveedor, y, como somos vagas, adherimos fervientemente a este deshilachado estereotipo. Así que un novio representa para nosotras la fabulosa oportunidad de dejar de estudiar, dejar de trabajar y convertirnos en un parásito feliz que el susodicho deberá alimentar por el resto de sus días, amén.
-¿Qué hacer?: ¡¡¡¡¡¡Terapia!!!!!!!

3) EL NOVIAZGO THE CRYING GAME: Esta húmeda relación se da cuando cualquiera de los integrantes de la pareja (generalmente la mujer, aunque hay cada mariconazo) hace uso y abuso del llanto para imponer su voluntad, ser consentido en el más mínimo de sus caprichos o, simplemente, romperle las pelotas soberanamente al infeliz que tiene al lado. Ya he dicho, en más de una ocasión, que el poder de las lágrimas es incalculable. Pero es más  evidente que este noviazgo hace aguas por todos lados.
-¿Qué hacer?: Si es una la que abre la boca, cerrarla. Si es el novio que supimos conseguir, explicarle con el mayor tacto posible, que no nos interesa andar limpiándole los mocos a nadie.

4) EL NOVIAZGO VIVE RÁPIDO, MUERE JOVEN Y DEJA UN HERMOSO CADÁVER: Este noviazgo se da, y nadie sabe a ciencia cierta cómo, cuándo y por qué, y esto sucede porque ninguno de los tórtolos involucrados en la relación se detiene a pensar ni siquiera un segundo en qué carajo está pasando. Se conocen a las 10 de la mañana y a las 5 de la tarde ya están haciendo planes de boda. Se juran amor eterno y después de tan sacro ceremonial se preguntan los nombres. Se involucran en una relación acelerada que, a lo sumo, dura poco más de seis meses. ¡Pero qué seis meses!
El noviazgo vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver es sumamente destructivo. Y suele dejar heridas que no son fáciles de curar.
-¿Qué hacer?: Tomarse tiempo para decir que sí. Si ya se dijo que sí, buscar una manera diplomática de decir que no. Si ya se dijo que no, enterrar el hermoso cadáver y que se pudra como Dios manda, que más se perdió en la guerra.

5) EL NOVIAZGO POR CONVENIENCIA: En esta relación escabrosa, una de las partes está con la otra para obtener algún beneficio que poco tiene que ver con el amor, y busca escalar posiciones sociales o progresar económicamente. Es de público conocimiento que billetera mata galán, aunque creer que son sólo las damas las que corren detrás de los dinerillos ajenos es sexista, prejuicioso e ingenuo. Hay señores de lo más trepadores, que les quede bien clarito.
-¿Qué hacer?: Asegurarse de que el novio/a está con uno/a por nuestras cualidades personales y no por el auto de papá o la casita en Cariló. Si no es así, darle al susodicho/a una buena patada en el orto. Y chau.

6) EL NOVIAZGO TE AMO, TE ODIO, DAME MÁS: Esta es una relación por entregas, como los folletines de antaño. Las tiernas palomitas se enamoran, se ennovian, se prometen el oro y el moro, se pelean, se dejan y vuelven a ennoviarse. Más promesas. Más peleas. Más regresos con y sin gloria. Una vez, dos veces, tres veces. Millones de veces. Cierto es que el sexo de reconciliación es uno de los más sabrosos. Pero este par de pájaros se pasa de rosca.
-¿Qué hacer?: Madurar. Y aceptar que, si segundas partes nunca fueron buenas, menos lo serán terceras, cuartas, quintas, etc.

7) EL NOVIAZGO MENÚ VEGETARIANO: Este noviazgo tiene de todo, menos carne. Hay mucha florcita, mucho pajarito, mucho versito del “Dos Corazones”, pero de sexo, nada. Si los involucrados en la relación son muy tiernitos, está bien. Pero si pasan los veinte, la cosa es puercamente patológica. No sólo de pan vive el hombre.
-¿Qué hacer?: Poner toda la carne en el asador y exigir que el partenaire nos tire, aunque sea de vez en cuando, un sánguche de chorizo, so pena de poner fin a tanta verdurita con el vecino de al lado.

8) EL NOVIAZGO BOCA-RIVER: En este tipo de relación el otro no es un novio, es un antagonista. Alguien a quien putear, maldecir, y, en el peor de los casos, golpear sin ningún tipo de miramiento. El noviazgo Boca-River no sólo es poco gratificante: es decididamente desastroso.
-¿Qué hacer?: Poner fin a la relación inmediatamente.

9) EL NOVIAZGO CULEBRÓN MEXICANO: Un noviazgo donde abundan las lágrimas, los enredos, los malos entendidos, los personajes pérfidos que quieren separar a la pareja, los momentos de romance empalagosos y la música de cuarta. La telenovela ha minado el sentido común de generaciones enteras de hombres y mujeres que creen que el amor es una senda prohibida, que los ricos también lloran, que la casa de los suegros es una cuna de lobos y que la mujer ideal se parece a Thalía.
-¿Qué hacer?: Apagar el televisor.

10) EL NOVIAZGO VI LUZ Y SUBÍ: Hete aquí un amorío incomprensible, ya que sus protagonistas no tienen absolutamente nada que ver entre sí. Grafiquemos el mismo con las palabras del filósofo argentino Miguel Mateos: “Yo te seguí a vos y me escondí en un bar, cuando vi luz, subí. Si molesto, perdón. No sé qué hago aquí. Sólo vi luz y subí.” El noviazgo vi luz y subí no tiene futuro, a ver si les entra de una vez por todas en sus ilusas cabecitas.
-¿Qué hacer?: Apagar la luz e irse a la mierda.

11) EL NOVIAZGO CALIENTE, CALIENTE: En el noviazgo caliente, caliente suele confundirse el amor con el sexo. Es la relación ideal para aquellos señores y señoritas con vocación de conejos entusiastas, que le dan, le dan y le dan, sin detenerse a pensar si los une a sus parejas algo más que un glamoroso 69. El único diálogo que tienen se compone de aullidos, gemidos y jadeos. No está mal, pensarán ustedes. Es mucho más gratificante escuchar a un señor aullando de placer que gritando un gol de Boca. Pero, tal como al noviazgo menú vegetariano, al noviazgo caliente, caliente le falta algo.
-¿Qué hacer?: Sin retirar la carne del asador, introducir en la carta alguna ensaladita o una porción de Cheesecake al Mascarpone.

12) EL NOVIAZGO NO SERÉ FELIZ, PERO TENGO NOVIO: Este noviazgo desabrido está asentado sobre bases que poco tienen que ver con el amor, la atracción física o la comunión espiritual. Se da entre personas que se arriman a lo primero que encuentran, por una serie variada de motivos: su baja autoestima no les permite suponer que merecen algo mejor, tienen grandes complejos físicos, han padecido estrepitosos fracasos sentimentales o sobrepasan los treinta y están convencidos de que ya perdieron el tren.
Si bien la sociedad nos ha inculcado una serie de mandatos, hay que poder sacudírselos de una vez por todas y aceptar que, entre estar solo y feliz o acompañado y desgraciado, la primera opción es la más sana. Comprendiendo, previamente, que se puede ser feliz como single: es de público conocimiento que el buey solo bien se lame.
-¿Qué hacer?: Cagarse en los mandatos sociales y animarse a ir solo al cine.

13) EL NOVIAZGO ABIERTO: Muy de moda en los pasteurizados tiempos que corren, el noviazgo abierto ha sido rebautizado como amistad con derecho a roce. Cuando a alguno de los integrantes de esa pareja posmoderna le pica, el otro lo rasca y viceversa. Pero no hay un compromiso verdadero y la exclusividad no existe. Se pueden tener muchos amigos con derecho a roce simultáneamente. Y todos contentos.
-¿Qué hacer?: Si uno está cómodo dentro de esta relación trivial y sin futuro, darle pa’lante mientras dure. Las reglas de la misma son más que claras y es difícil que alguien salga herido. Eso sí: terminantemente prohibido enamorarse.

14) EL NOVIAZGO VOS, YO, UNO MÁS UNO, CUATRO: En el noviazgo vos, yo, uno más uno, cuatro también hay muchas manos en el plato, pero la cosa no está blanqueada. En esta relación, cada uno de los tórtolos tiene otras parejas, ocasionales o no, con las cuales repimpolotear alegremente. Aunque parezca que ninguno de estos dos piratas es consciente de las infidelidades de su pareja, ambos están al tanto de las aventuras sexuales del otro. Y viven redoblando la apuesta.
-¿Qué hacer?: Aclarar los tantos. Si la cosa da para un noviazgo abierto, redefinir la relación. Y si no, cada uno por su lado. Engañar y ser engañado suele ser de lo más estresante.

15) EL NOVIAZGO 911: Siempre al borde de la tragedia, este noviazgo es sumamente fastidioso, sobre todo para los amigos y/o parientes de los involucrados que tienen que socorrer, contener y consolar a los miembros de la pareja en el peor de los casos, y evitar que alguno de los tórtolos se arroje del 5º piso, en el peor.
-¿Qué hacer?: Dejarse de joder con tanto drama. Vivir en estado de emergencia es un horror.

16) EL NOVIAZGO SIX FEET UNDER: El noviazgo six feet under es la muerte, tal como lo habrán supuesto mis lectores más avispados. Aburrido, estancado, tedioso, no ofrece nada más que siestas interminables y capítulos (obviamente repetidos) de “Bonanza”. Puede que cada tanto brinde unos momentos de cópula, pero la cosa tampoco es como para andar tirando fuegos artificiales. Los novios embarcados en esta relación rutinaria transitan por la vida en un lamentable estado de sopor y letargo. Ni fuerzas pa’ llorar, tienen.
-¿Qué hacer?: Resucitar. Poniendo cientos de kilómetros entre nosotros y nuestro soporífero prometido.

17) EL NOVIAZGO A DISTANCIA: En está relación los involucrados viven en las antípodas. Se conocieron en unas vacaciones, en el chat, en Facebook o alguno de ellos tuvo que mudarse al culo del mundo cuando el amorío ya estaba en marcha. El noviazgo a distancia puede ser llegar a ser muy romántico, pero carece de aminoácidos y calidad proteica, tal como el noviazgo menú vegetariano. Las personas sumamente líricas pasan por alto este detalle cuasi animalesco. Las personas normales necesitan un bife con lomo, aunque sea muy de vez en cuando.
-¿Qué hacer?: Mudarse.

18) EL NOVIAZGO TOP SECRET: Cual si fueran agentes del recontraespionaje, los protagonistas de este noviazgo mantienen su relación en el más absoluto secreto, amparándose en las sombras de la noche o en cualquier otra sombra que resulte conveniente. ¿Cuál es el motivo de tanto sigilo? Nadie lo sabe. Muchas veces, ni siquiera lo saben ellos.
-¿Qué hacer?: Cerciorarse de que ninguno de los novios ocultos esté casado, porque este comportamiento cuadra perfectamente con el de un marido de trampa o una esposa timadora.

19) EL NOVIAZGO ARRIBA LOS CORAZONES: Este noviazgo se da cuando uno de los involucrados en la pareja se acerca al otro sólo para levantar su vapuleada autoestima. Tiene una pobre una pobre imagen de sí mismo y busca a través de su partenaire la seguridad y aceptación social que le falta. Es un noviazgo injusto para ambos miembros de la yunta amorosa.
-¿Qué hacer?: Más terapia.

20) EL NOVIAZGO CARACOL: Los enamorados que se embarcan en este tipo de relación pegajosa, glutinosa y adherente, le bajan la persiana al mundo. El único interés de sus vidas es estar engomados a sus medias naranjas y babosearse día y noche como caracoles desenfrenados. Olvidan a sus familias, a sus amigos y a todas aquellas personas con las que alguna vez tuvieron contacto: en sus viscosos corazoncitos sólo hay lugar para el amor, y suelen dejar en el camino la mayor parte de sus intereses y ocupaciones para vivir pendientes de su adhesivo romance.
-¿Qué hacer?: Tomar distancia. Lo aprendimos en la escuela, cuando hacíamos fila, ¿se acuerdan?

21) EL NOVIAZGO DESPAREJO: Un noviazgo desparejo es aquel donde existen grandes y evidentes diferencias entre las medias naranjas, tal es así que en la mayoría de los casos, el asunto se trata de un medio limón y una media pera.Hay infinitas variantes de noviazgo desparejo, a saber: el lindo y la fea, la viva y el pavote, el gordo y la flaca, el pibe de barrio y la concheta, etc. Pero la variante más usual es aquella en la cual se emparejan individuos de edades dispares. Cosa que a simple vista parece una pavada pero puede terminar en catástrofe.
-¿Qué hacer?: No sé. Si alguno sabe, me avisa.

22) EL NOVIAZGO PINKY Y CEREBRO: En el noviazgo Pinky y Cerebro una de las partes tiene sueños, intenciones y pretensiones delirantes, y la otra, ya sea por tener la fiesta en paz o por complacer a su amado le dice a todo que sí. Es el noviazgo ideal para los psicóticos y para los encajetados en conquistar el mundo.
-¿Qué hacer?: Si uno es Cerebro, poner inmediatamente las patas sobre la Tierra. Si es Pinky, aprender a decir que no, que por un no nadie terminó en la tumba.

23) EL NOVIAZGO ALCATRAZ: Esta sofocante relación se da cuando uno de los tórtolos es, literalmente, el prisionero del otro. No puede elegir cómo vestir, qué amistades tener, qué lugares frecuentar, etc. etc. etc. Está las 24 horas del día bajo el ojo avizor de su amorcito y puede ser cruelmente castigado si da un paso en falso, tal como ir a tomar un café como una amiga o a jugar un picadito con los pibes del barrio. El noviazgo Alcatraz es opresor y aporta miedo, angustia, bronca, llanto, celos, pero jamás felicidad.
-¿Qué hacer?: Si uno es el prisionero, escaparse, obvio. Si uno es el carcelero, meterse la llave en el culo.

24) EL NOVIAZGO FROM HERE TO ETERNITY: ¿Cuarenta años de besitos y cartitas y todavía estás noviando? ¿Diez años de devaneo y aún viven ambos en las casas de sus papis? El tuyo es, sin dudas, un noviazgo From Here to Eternity. Te has enredado con un/a calienta sillas. Paciencia, que la cosa va para largo
.-¿Qué hacer?: Apurar los trámites. O mandar todo al carajo.

25) EL NOVIAZGO IDEAL: ¿Existe? Puede que sí, puede que no. Pero, a no olvidar: mientras hay vida, hay esperanza.
-¿Qué hacer?: Buscar, buscar, buscar. Más raro fue aquel verano que no paró de nevar.

Hasta aquí llegamos. Supongo que existirán otros tipos de noviazgo, pero mi experiencia es limitada. Les dejo el catálogo para que lo estudien concienzudamente y les acerco, además (ya saben ustedes de mi proverbial amabilidad), un consejito de Benjamín Franklin: “Ten tus ojos bien abiertos antes del matrimonio; y medio cerrados después de él.”

De nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario