"En las culturas antiguas la polilla es la representación de la psique o el alma humana atrapada para siempre en los infiernos de la muerte."
"The Mothman Prophecies" ("El mensajero de la oscuridad", 2002)
Si de teorías llamativas se trata, la web es un semillero más que prolífico.
Hay una teoría para cada cosa y una contrateoría que la refuta. En el año 2011,
comenzó a circular una hipótesis bastante interesante, basada en un estudio de
la Universidad de Westminster (Reino Unido), publicado por el
diario The Telegraph: ver películas de terror adelgaza. La
investigación, encargada por una empresa de alquiler de DVDs en los días
previos a Halloween, concluyó que durante los 90 minutos
(promedio) que dura una película se pueden llegar a quemar nada más y nada
menos que 184 calorías, ya que el pulso se acelera y se produce un aumento del
ritmo cardíaco, del consumo de oxígeno y de la expulsión de dióxido de carbono.
Estos cambios corporales son consecuencia de la liberación de adrenalina que se
produce como consecuencia del miedo, lo que aumenta de forma dramática el
estrés del organismo y reduce el apetito
El estudio sostiene que ver una película de terror de noventa minutos supone quemar unas, en
promedio, unas 113 calorías, es decir, las mismas que consumimos durante una
caminata de media hora. Los
investigadores midieron el gasto energético de diez personas mientras veían
títulos míticos de terror y concluyeron que, si de adelgazar se trata, la
película “The shining” (“El
resplandor”, 1980) es la más eficaz: los espectadores quemaron 184 calorías
gracias a la Jack Nicholson y su desquiciado Jack Torrance. Le siguen “Jaws”
(“Tiburón”, 1975), con 161, y “The Exorcist” (“El exorcista “, 1973), con 158.
Pero no nos hagamos
demasiadas ilusiones: la nutricionista Melanie Brown explicó a The Telegraph que, el
gasto de calorías que implica clavarse un Freddy Krueger casi siempre es neutralizado por la ingesta de alguna
porquería mientras miramos la película (o después), para agregar, además, que
pretender bajar de peso viendo películas de terror tampoco es saludable: “Toda esa adrenalina
va a los músculos y causa todo tipo de problemas con tus niveles de azúcar. Es
más probable que te de un ataque al corazón que pierdas peso”.
Para que quedemos flaquitos, flaquitos o muramos en el intento, les acerco hoy, mis queridos, la novena parte de esta jugosa lista de películas de terror y crímenes inspiradas en hechos reales.
"THE MOTHMAN PROPHECIES" (2002)
"The Mothman Prophecies" ("El
mensajero de la oscuridad") es una película
de 2002 dirigida por Mark Pellington, adaptación del libro
homónimo de 1975 escrito por el parapsicólogo John Keel. Está
protagonizada por Richard Gere como John Klein, un
reportero que investiga la leyenda de Mothman (Hombre Polilla).
La película está basada en eventos reales que
ocurrieron entre noviembre de 1966 y diciembre de 1967 en Point
Pleasant, una ciudad ubicada en el condado de Mason en
el estado estadounidense de Virginia Occidental. En
la noche del 14 al 15 de noviembre de 1966, dos matrimonios que viajaban
en un auto, los Scarberry y los Mallete, se
toparon en la carretera, cerca de un antiguo depósito militar, con una criatura
de dos metros de altura, alas plegadas a la espalda y ojos brillantes de
color rojizo, que se desplazaba caminando en dos patas y que se quedó
mirando fijamente a los ocupantes del auto. Espantado, Roger
Scarberry, el conductor, pisó el acelerador y se alejó de allí a más
de 160 kilómetros por hora, pero la criatura extendió sus alas, remontó el vuelo y
siguió al automóvil hasta la entrada del pueblo. Al día siguiente, una
mujer llamada Marcella Bennett, también aseguró haber visto al
monstruo, tal como lo hizo semanas más tarde otra joven del lugar, Connie
Carpenter.
Casi un año más
tarde, Point Pleasant volvió a ser noticia nacional. El 15 de
diciembre de 1967, el Silver Bridge, puente que cruzaba el río
Ohio a la altura del pueblo, se derrumbó causando la muerte de 38 personas.
Para muchos, este accidente cerraba un extraño ciclo que, poco más de un año
antes, había comenzado con los avistamientos de aquella criatura alada
humanoide. La misma criatura que, a través de sueños, habría advertido a varios
lugareños que no se acercaran al puente Silver Bridge ese
infausto día. Los especialistas aseguran que el Mothman aparece
siempre antes de una gran desgracia o catástrofe.
"NIGHTSTALKER" (2002)
“Nightstalker” es una película de 2002 dirigida por Chris Fisher, protagonizada por Bret Roberts. Está basada libremente en la figura del terrorífico Richard Ramírez, conocido como el merodeador nocturno, un asesino en serie estadounidense de origen mexicano que mató a 14 personas en la ciudad de Los Ángeles entre los años 1984 y 1985.
Como la mayoría de los asesinos
en serie, Ramírez fue un chico problemático: a los 9 años
comenzó a robar y más tarde a consumir drogas. Cuando dejó su Texas natal y se
instaló en Los Ángeles, empezó a asesinar sin pautas concretas, lo que hizo muy
difícil su detención: mataba a personas sin discriminar por su sexo, raza o
edad. Las armas utilizadas en sus crímenes iban desde un bate
de béisbol a un puñal, pasando por varios tipos de
pistolas. Su modus operandi también oscilaba, ya que
podía asesinar de una manera organizada sin dejar ningún rastro o matar sin
ningún cuidado creyéndose amparado por Satanás, dibujando signos satánicos
en las paredes, comiendo en casa de sus víctimas, robándoles el dinero que
llevaban encima o dejando las armas homicidas en el lugar del crimen.
Su juego preferido era salir de
caza, acompañado por un walkman. Al principio, sólo golpeaba y
violaba a sus víctimas, dejando a la mayoría con vida, pero con el paso
del tiempo fue aumentando su sadismo. Asaltaba parejas en sus casas, mataba a
los esposos y violaba a las mujeres antes de asesinarlas.
Richard
Ramírez fue capturado gracias a su última víctima, que
sobrevivió a su feroz ataque y, asomándose a la ventana, lo vio escapar
en una furgoneta Toyota de color naranja, cuya matrícula había
sido anotada por un adolescente vecino de la mujer, por considerarla
sospechosa. Fue capturado y acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de
asesinato, 9 violaciones (entre las cuales tres fueron a menores), 2 secuestros
(solía secuestrar a niños para abandonarlos a cientos de kilómetros de su casa,
sólo por el placer de hacerlos sufrir), 4 actos de sodomía,
2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. Se lo
cree responsable de muchos más crímenes, dado que su modus operandi no
era fácilmente identificable y él nunca colaboró con la policía.
El 3 de octubre
de 1989, Ramírez fue condenado a muerte, pero falleció de
una insuficiencia hepática en el Hospital General de Marin en
Greenbrae, California, en la mañana del 7 de junio de 2013, con 53 años de
edad. Para entonces, llevaba más de 23 años condenado a muerte esperando su
ejecución.
“TED BUNDY” (2002)
“Ted Bundy” es una película de 2002, escrita y dirigida por Matthew Bright. El filme dramatiza los crímenes del asesino en serie Ted Bundy y cuenta con Michael Reilly Burke en el papel principal.
Bundy nació en 1946, hijo de una joven soltera proveniente de una familia puritana. Fue rechazado por ser hijo ilegítimo y, durante sus primeros años, se crió como hijo de sus abuelos. Se convirtió en un adolescente tímido, con tendencia a la soledad, que gustaba maltratar y mutilar animales.
Fue un estudiante aplicado y con buenas notas en la Universidad de Washington y en la Universidad de Puget Sound (Tacoma), donde cursó estudios de derecho y psicología. Durante la primavera de 1967 se enamoró de Stephanie Brooks, una hermosa e inteligente joven de familia acomodada. Stephanie fue el sueño hecho realidad de Bundy, pero dos años después ella se graduó en Psicología y finalizó la relación por considerar que su pareja carecía de objetivos claros en la vida. Bundy nunca superó la ruptura y se obsesionó con Stephanie. Se reencontraron en 1973 y mantuvieron una corta relación a la que Bundy puso punto final. Poco después, iniciaría su carrera delictiva.
El primero de sus crímenes tuvo lugar en Washington, en 1974, cuando atacó a una mujer mientras dormía golpeándola con una barra de hierro. Apenas un mes más tarde asesinó a una joven en el mismo campus universitario, llevándose el cuerpo consigo, pero dejando la habitación llena de sangre.
Favorecido por su atractivo físico y su carismática personalidad, Ted Bundy se paseaba por los supermercados pidiendo ayuda a mujeres jóvenes para conducir su coche Wolkswagen, fingiendo que tenía un brazo roto, sin despertar en ellas ninguna sospecha. Las secuestraba, las violaba, las golpeaba hasta matarlas y volvía a violarlas. Fue arrestado por primera vez el 16 de agosto de 1974 en Utah, tras ser identificado por una mujer que había intentado secuestrar meses antes, pero logró fugarse y continuar con sus aberrantes crímenes. La última víctima de Ted Bundy fue Kimberly Leach, de 12 años, que fue secuestrada el 9 de febrero de 1978 en Lake City.
Ted Bundy fue recapturado, juzgado, condenado a muerte y ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989. Los analistas estiman que el número de sus víctimas podría rondar las 100 mujeres, muy lejos de las cifras oficiales de alrededor de 36.
“DAHMER” (2002)
“Dahmer” es una película de 2002, dirigida por David Jacobson y basada sobre la vida del asesino en serie Jeffrey Dahmer, interpretado en el filme por Jeremy Renner.
Jeffrey Dahmer, apodado el caníbal de Milwaukee y el carnicero de Milwaukee, fue un asesino en serie responsable de la muerte de 17 hombres y chicos entre 1978 y 1991. Es conocido no sólo por la cantidad de personas que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo.
A diferencia de otros asesinos similares que sufrieron en su infancia de maltrato físico y psicológico, Dahmer fue un niño amado por sus padres, quienes le proporcionaron todo lo posible para su adecuada educación y buena vida social, aunque desde pequeño mostró un carácter extraño: a los 10 años solía caminar por la carretera buscando animales atropellados, los recogía y los abría para ver que había adentro. También tenía en formol varios tipos de insectos.
Tuvo problemas con el alcohol desde muy joven y cometió su primer asesinato en julio de 1978, cuando encontró a Steven Hicks haciendo autostop, y lo llevó a su casa con intención de tener sexo con él. Hicks lo rechazó y Dahmer lo golpeó en la cabeza con una pesa para luego estrangularlo. Volvió a matar en septiembre de 1987. Su modus operandi era invitar a las víctimas a ver pornografía o a sacarse unas fotos, les ponía una droga en la bebida, los estrangulaba, tenía sexo, y se masturbaba encima del cuerpo. Luego tomaba fotografías del cuerpo y de cada etapa del desmembramiento. Solía utilizar ácidos para deshacer la carne y los huesos, pero conservaba la cabeza y los genitales como trofeo. Otra de sus características era comerse parte de sus víctimas, le daba la sensación de que empezaban a formar parte de él.
Fue detenido en julio de 1991, luego de que su última víctima escapara esposada. Al registrar su casa, la policía encontró rastros de sangre en las paredes, cuerpos mutilados, siete cráneos, y varios huesos. Declarado insano, fue recluido en el Columbia Correctional Institute en Portage, donde fue asesinado por otro interno, Christopher Scarver, quien lo golpeó en la cabeza con una barra de metal de la sala de pesas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFyfJDVYdExHB3F8DvCanZRBW5oRxVSqD3ezJX3dNRzvM_brnNJXT3arLMc4uSaSnjqr7o9AHPn2ROqU3qPlKzqbiAPmKm8Mb82G8Ka8ZsSJE_aoOIrDJ76ubPyaR3rwBqwhVJpPhFpIob/s640/murder+5.jpg)
"MURDER BY NUMBERS" (2002)
“Murder by Numbers” es un thriller estadounidense dirigido por Barbet Schroeder en el año 2002. Narra la historia de una pareja de adolescentes, ambos de buena familia, que se suponen aptos para cometer el crimen perfecto. Para demostrarlo, asesinan a una mujer, creyéndose capaces de salir impunes de la situación. La película está protagonizada por Sandra Bullock, Ryan Gosling y Michael Pitt.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmp7zb0DZ_T7rVZfOI9RJh3vEGUhGiWi9s5FHzVAo6zhtyig2nda1xP_fqZyIHr2KrAWzE6H0PmhFNlZtLy1EK13vAsdtNhfR3KccgKDprwQhPJAv8tKeU3EpNgrNEnIWwVPXfxqfp__H2/s640/380061_full.jpg)
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"MURDER BY NUMBERS" (2002)
“Murder by Numbers” es un thriller estadounidense dirigido por Barbet Schroeder en el año 2002. Narra la historia de una pareja de adolescentes, ambos de buena familia, que se suponen aptos para cometer el crimen perfecto. Para demostrarlo, asesinan a una mujer, creyéndose capaces de salir impunes de la situación. La película está protagonizada por Sandra Bullock, Ryan Gosling y Michael Pitt.
El filme se basa ligeramente en el crimen histórico cometido en Chicago en 1924 por Richard Loeb y Nathan Leopold, jóvenes de familias acomodadas que se conocían desde que eran pequeños pero estrecharon sus lazos de amistad cuando ambos ingresaron a la Universidad de Chicago y comenzaron a compartir un mutuo interés en el crimen. Leopold estaba particularmente fascinado por el concepto de Friedrich Nietzsche sobre los súperhombres (Übermensch), individuos trascendentales, con habilidades extraordinarias e inusuales, cuyos intelectos superiores les permitían posicionarse por sobre las leyes y reglas de una sociedad conformada por seres humanos inferiores. Leopold creía ser uno de estos individuos y, por lo tanto, suponía que no estaba atado ni sometido a las leyes ni a ninguna regla ética y moral de la sociedad. Logró convencer a Loeb de que él también era alguien superior y comenzaron a cometer delitos, tales como robo y vandalismo, confiando en no ser atrapados, pasando luego a los incendios intencionales. Planearon por último el secuestro y asesinato de Robert "Bobby" Franks, de 14 años, hijo de un adinerado empresario de Chicago, concebido como el crimen perfecto. Pero sus planes fracasaron: descubiertos por la policía, fueron sentenciados, en septiembre de 1924, a cadena perpetua por asesinato con un plus de 99 años por secuestro.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmp7zb0DZ_T7rVZfOI9RJh3vEGUhGiWi9s5FHzVAo6zhtyig2nda1xP_fqZyIHr2KrAWzE6H0PmhFNlZtLy1EK13vAsdtNhfR3KccgKDprwQhPJAv8tKeU3EpNgrNEnIWwVPXfxqfp__H2/s640/380061_full.jpg)
“EIN LEBEN LANG KURZE HOSEN TRAGEN” (2002)
“Ein leben lang kurze Hosen tragen” (“El niño que nunca fui”) es una película alemana del año 2002 dirigida por Kai S. Pieck, basada en la biografía del asesino en serie alemán Jürgen Bartsch, bautizado por la prensa como la bestia de Langenberg.
Karl-Heinz Sadrozinski nació el 6 de noviembre de 1946 en Essen, Renania del Norte-Westfalia (Alemania), hijo de una madre soltera llamada Anna Sadrozinski. Su padre desapareció cuando supo que Anna estaba embarazada.
Poco después de nacer Karl, su madre murió de tuberculosis y el niño fue a parar a un orfanato. Cuando tenía alrededor de 11 meses fue adoptado por un carnicero y su mujer, un matrimonio de la ciudad de Langenberg (actualmente Velbert-Langenberg). Ellos fueron quienes cambiaron su nombre por el de Jürgen y le dieron su apellido. Su madre adoptiva tenía un trastorno obsesivo-compulsivo: era una fanática del orden y la limpieza que incluso le impedía al niño salir a jugar para que no se ensuciara. Según confesiones del propio Jürgen, ni siquiera le dejaba bañarse solo por temor a que no lo hiciera adecuadamente, ocupándose ella de su aseo personal hasta que fue un adolescente.
Cuando tenía 10 años de edad sus padres llegaron a la conclusión de que el colegio al que asistía Jürgen no era lo suficientemente estricto con él, por lo que lo inscribieron en un internado católico. Una vez acabados sus estudios, el joven regresó a su casa y comenzó a deambular por el vecindario, presuntamente buscando trabajo.
Entre 1961 y 1965 secuestró a cuatro jóvenes, a quienes convencía para que fuesen con él hasta un refugio anti-aéreo de la Segunda Guerra Mundial abandonado. Una vez allí los obligaba a desnudarse, abusaba sexualmente de ellos y luego los estrangulaba. Descuartizaba los cadáveres y los esparcía por diferentes zonas procurando que no fuesen encontrados.
Karl-Heinz Sadrozinski nació el 6 de noviembre de 1946 en Essen, Renania del Norte-Westfalia (Alemania), hijo de una madre soltera llamada Anna Sadrozinski. Su padre desapareció cuando supo que Anna estaba embarazada.
Poco después de nacer Karl, su madre murió de tuberculosis y el niño fue a parar a un orfanato. Cuando tenía alrededor de 11 meses fue adoptado por un carnicero y su mujer, un matrimonio de la ciudad de Langenberg (actualmente Velbert-Langenberg). Ellos fueron quienes cambiaron su nombre por el de Jürgen y le dieron su apellido. Su madre adoptiva tenía un trastorno obsesivo-compulsivo: era una fanática del orden y la limpieza que incluso le impedía al niño salir a jugar para que no se ensuciara. Según confesiones del propio Jürgen, ni siquiera le dejaba bañarse solo por temor a que no lo hiciera adecuadamente, ocupándose ella de su aseo personal hasta que fue un adolescente.
Cuando tenía 10 años de edad sus padres llegaron a la conclusión de que el colegio al que asistía Jürgen no era lo suficientemente estricto con él, por lo que lo inscribieron en un internado católico. Una vez acabados sus estudios, el joven regresó a su casa y comenzó a deambular por el vecindario, presuntamente buscando trabajo.
Entre 1961 y 1965 secuestró a cuatro jóvenes, a quienes convencía para que fuesen con él hasta un refugio anti-aéreo de la Segunda Guerra Mundial abandonado. Una vez allí los obligaba a desnudarse, abusaba sexualmente de ellos y luego los estrangulaba. Descuartizaba los cadáveres y los esparcía por diferentes zonas procurando que no fuesen encontrados.
A finales de 1965 llevó hasta el lugar a Peter Frese, un joven de 15 años, de quien abusó sexualmente. Sin embargo, en un momento dado tuvo que salir del refugio, con lo que procedió a maniatar y amordazar al joven Peter para que no huyese. Dado que no había electricidad en el lugar, utilizaba velas para iluminar la estancia, y las fue apagando al irse. Apagó todas menos una, a la que Peter consiguió llegar para poder quemar sus ataduras (y parte de sus manos) y así liberarse y acudir inmediatamente a la policía para denunciar lo que le había ocurrido.
Cuando Jürgen regresó al refugio encontró el lugar vacío, motivo por el que huyó, logrando conservar su libertad durante cuatro meses. Finalmente, a principios de 1966, fue apresado por las autoridades. Al ser detenido confesó abiertamente sus crímenes. Fue juzgado por ellos y condenado a cadena perpetua. Después de un par de apelaciones, la justicia alemana llegó a la conclusión de que había dudas razonables acerca de su salud mental y le conmutó la pena por otra de internamiento en el centro psiquiátrico de Eickelborn. Allí conoció a Gisele Deike, una enfermera oriunda de Hanover con quien se casó el 15 de Febrero de 1973.
Cuando Jürgen regresó al refugio encontró el lugar vacío, motivo por el que huyó, logrando conservar su libertad durante cuatro meses. Finalmente, a principios de 1966, fue apresado por las autoridades. Al ser detenido confesó abiertamente sus crímenes. Fue juzgado por ellos y condenado a cadena perpetua. Después de un par de apelaciones, la justicia alemana llegó a la conclusión de que había dudas razonables acerca de su salud mental y le conmutó la pena por otra de internamiento en el centro psiquiátrico de Eickelborn. Allí conoció a Gisele Deike, una enfermera oriunda de Hanover con quien se casó el 15 de Febrero de 1973.
Los psiquiatras forenses evaluaron hasta tres métodos de terapia para Jürgen: psicoterapia, psicocirugía o castración. Inicialmente se negó a cualquier clase de intervención quirúrgica, aunque cuando le ofrecieron la libertad si aceptaba la castración sólo tardó media hora en mostrar su conformidad. De este modo, le explicaron, sería considerado reinsertado y podría vivir con su mujer fuera del centro.
A falta de un anestesista, fue una enfermera quien administró la anestesia a Jürgen para llevar a cabo la operación. Pero la mujer cometió un error fatal: le administró una dosis de Halotano diez veces superior a la máxima recomendada. Jürgen Bartsch murió en la mesa de operaciones el día 28 de abril de 1976.
A falta de un anestesista, fue una enfermera quien administró la anestesia a Jürgen para llevar a cabo la operación. Pero la mujer cometió un error fatal: le administró una dosis de Halotano diez veces superior a la máxima recomendada. Jürgen Bartsch murió en la mesa de operaciones el día 28 de abril de 1976.
“ROBERTO SUCCO” (2002)
“Roberto Succo” es una película
francesa del año 2002 dirigida por Cédric Kahn. Se centra en la vida
de Roberto Succo un asesino en serie italiano. El
12 de abril de 1981, a los 19 años, asesinó a los padres: apuñaló 32
veces a su madre, María y, después de haber esperado en casa
todo el día del regreso de su padre, Nazario, del trabajo, le
partió la cabeza con un hacha. Ocultó los cuerpos en la bañera y los cubrió con
agua.
Huyó a Mestre, pero fue detenido
pocos días después a la salida de una pizzería en San Pietro al Natisone, no
lejos de la frontera con Yugoslavia. Declarado enfermo mental por un tribunal,
Roberto Succo fue internado en el Ospedale Psichiatrico Giudiziario de
Reggio Emilia. El 17 de mayo de 1986, aprovechando un permiso de salida
transitoria, escapó del hospital y desapareció sin dejar rastro. Hasta el
momento de la fuga, había sido un interno modelo, se había graduado y parecía
haber encontrado cierto equilibrio mental.
Después de escapar de Italia, se
refugió en Francia con papeles falsos, haciéndose llamar Kurt. Fue
allí donde cometió el resto de sus asesinatos: un brigadier de la Gendarmería
Nacional Francesa, un médico, un inspector de policía y dos adolescentes de
17 años. Regresó luego a Italia y el 28 de febrero 1988 fue capturado en el
municipio de Bocca di Strada en Santa Lucia di Piave.
Luego de intentar fugarse
fallidamente de la cárcel de Santa Bona, Treviso, fue trasladado a la cárcel de
San Pio X , en Vicenza, donde se suicidó en la noche del el 22 al 23 de mayo de
1988, asfixiándose con una bolsa de plástico llena de gas.
“A IS FOR ACID” (2002)
“A Is for Acid” (“A es por Ácido”) es una película de televisión británica de 2002 dirigida por Harry Bradbeer, con Martin Clunes en el rol protagónico, basada en la vida del asesino en serie John George Haigh, conocido como el asesino del baño ácido, ya que disolvió los cuerpos de seis personas en ácido sulfúrico. Haigh creyó, erróneamente, que un asesinato no podía ser probado sin la presencia de un cuerpo.
John George Haigh fue arrestado el 20 de febrero de 1948 sospechoso de la desaparición de la señora Durand-Deacon y sometido a juicio el 18 de julio 1949. Aunque confesó sus crímenes, la defensa, pagada por el periódico News of the World a cambio de que Haigh escribiera su historia en exclusiva, intentó que se le declara insano: el asesino refirió a los psiquiatras frecuentes pesadillas y una imparable obsesión por beber la sangre de sus víctimas (por lo que la prensa sensacionalista lo bautizó el vampiro de Londres) y se comportó irracionalmente en su reclusión, llegando a beber su propia orina delante de los guardias. Pero la fiscalía, con base en informes de los peritos oficiales, consideró que estaba simulando su locura y que había actuado con premeditación, alevosía y codicia.
“L’ADVERSAIRE” (2002)
“L'adversaire” (“El adversario”) es una película francesa dirigida por Nicole Garcia en 2002, protagonizada por Daniel Auteuil. La película es una adaptación de la novela homónima de Emmanuel Carrère, basada en la historia de Jean-Claude Romand, un ciudadano francés tristemente célebre por haber asesinado en 1993 a su mujer, a sus hijos, a sus padres y a su perro, y por haber ocultado durante dieciocho años su verdadera vida a todos sus allegados. Fue condenado en 1996 a cadena perpetua, con un cumplimiento de condena de al menos 22 años. Cumple condena en la prisión de Châteauroux (Indre)
El 8 de enero de 1993, Romand, asesinó a su mujer con un rodillo de amasar, y más tarde a su hija Caroline, de 7 años, y a su hijo Antoine, de 5, empleando un rifle del calibre 22. Después de estos crímenes, limpió la casa, salió a pasear, y horas más tarde se dirigió a la casa de sus padres, en Jura, donde, después de comer, los asesinó del mismo modo. Tras pasar la noche con su amante, en París, regresó a su domicilio y le prendió fuego a su casa con él dentro, no sin antes haber tomado una buena dosis de barbitúricos. No obstante, fue rescatado por los bomberos y tras casi una semana en coma, consiguió salvar la vida.
La investigación pronto reveló que Jean-Claude Romand no era la persona que creían sus vecinos y conocidos. No tenía trabajo, y había estado engañando a toda su familia y amigos durante años, afirmando ser médico e investigador en la OMS, cuando en realidad nunca había superado el segundo curso de medicina, y vivía del dinero de estafas, llegando a vender a precio de oro medicamentos falsos contra el cáncer. Al parecer, en la época en que cometió los crímenes, su familia estaba a punto de descubrir la verdad sobre él, ya que había agotado todos sus recursos económicos. Acorralado, atrapado en su propia trampa, no encontró otra solución que el asesinato pues, según sus propias palabras, "su familia no aceptaría la verdad".
"GACY" (2003)
“Gacy” es un drama biográfico que recrea la vida del famoso asesino en serie John Wayne Gacy. La película fue dirigida por Clive Saunders en 2003 y cuenta con el actor Mark Holton en el papel de Gacy.
John Wayne Gacy parecía ser un ciudadano modelo que, incluso, hacía servicios sociales en desfiles y fiestas de niños vestido como Pogo, el payaso, personaje de su creación. Pero entre 19722 y 1978 violó y mató a 33 hombres jóvenes, a quienes enterró en el sótano de su casa o arrojó a un río cercano. Fue ejecutado por inyección letal el 10 de mayo de 1994. Sus últimas palabras fueron: “¡El Estado me está asesinando! ¡Bésenme el culo! ¡Nunca sabrán dónde están los otros!”
Durante los 14 años que pasó en prisión esperando ser ejecutado, Gacy se dedicó a la pintura: su tema favorito eran los payasos. Muchas de sus pinturas de fueron vendidas en una subasta después de su muerte. El cineasta John Waters posee un cuadro de John Wayne Gacy que, según él, está colgado en la habitación de huéspedes de su casa, "para que las visitas no se queden demasiado tiempo".
Hasta aquí, mis queridos, la la novena parte de esta inquietante y extensa lista de películas de terror y crímenes inspiradas en hechos reales. Me despido de ustedes con una reflexión sobre el miedo, extraída del prólogo que Stephen King escribió para su libro de cuentos “Night Shift” (“El umbral de la noche”, 1978): "Pero... hablemos del miedo. No levantaremos la voz ni gritaremos. Conversaremos racionalmente, usted y yo. Hablaremos de la forma en que a veces la sólida trama de las cosas se deshace con alarmante brusquedad. Por la noche, cuando me acuesto, todavía tengo cuidado en asegurarme de que mis piernas están debajo de las sábanas después de que se apagan las luces. Ya no soy un niño pero... no me gusta dormir con una pierna fuera. Porque si alguna vez saliera de debajo de la cama una mano helada y me cogiera el tobillo, podría lanzar un alarido. Sí, un alarido que despertaría a los muertos. Claro que estas cosas no suceden, y todos lo sabemos. En los cuentos que siguen usted encontrará toda clase de criaturas nocturnas: vampiros, amantes demoníacos, algo que habita en un armario, otros múltiples terrores. Ninguno de ellos existe. Lo que espera debajo de mi cama para pillarme el tobillo no existe. Lo sé. Y también sé que si tengo la precaución de conservar el pie bajo las sábanas nunca podrá pillarme el tobillo."
Hasta aquí, mis queridos, la la novena parte de esta inquietante y extensa lista de películas de terror y crímenes inspiradas en hechos reales. Me despido de ustedes con una reflexión sobre el miedo, extraída del prólogo que Stephen King escribió para su libro de cuentos “Night Shift” (“El umbral de la noche”, 1978): "Pero... hablemos del miedo. No levantaremos la voz ni gritaremos. Conversaremos racionalmente, usted y yo. Hablaremos de la forma en que a veces la sólida trama de las cosas se deshace con alarmante brusquedad. Por la noche, cuando me acuesto, todavía tengo cuidado en asegurarme de que mis piernas están debajo de las sábanas después de que se apagan las luces. Ya no soy un niño pero... no me gusta dormir con una pierna fuera. Porque si alguna vez saliera de debajo de la cama una mano helada y me cogiera el tobillo, podría lanzar un alarido. Sí, un alarido que despertaría a los muertos. Claro que estas cosas no suceden, y todos lo sabemos. En los cuentos que siguen usted encontrará toda clase de criaturas nocturnas: vampiros, amantes demoníacos, algo que habita en un armario, otros múltiples terrores. Ninguno de ellos existe. Lo que espera debajo de mi cama para pillarme el tobillo no existe. Lo sé. Y también sé que si tengo la precaución de conservar el pie bajo las sábanas nunca podrá pillarme el tobillo."
Buenas tardes.