LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS INFANTILES: LA SIRENITA
"Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos."
Gustave Flaubert
Buenas tardes, mis queridos. Aquí estoy nuevamente para ofrecerles una nueva interesante de la saga “Las verdaderas historias detrás de los cuentos infantiles”, esta vez dedicada a “La Sirenita”.
LA SIRENITA
"La sirenita" ("Den lille Havfrue") es un cuento
de hadas del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, famoso por sus historias para niños. Fue originalmente
publicado el 7 de abril de 1837.
EL MITO DE LA SIRENA
El mito de las sirenas, se originó durante la civilización Helénica, y, en un principio, se las representó como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave, que habitaban en una isla rocosa. A partir de la Edad Media adquirieron apariencia pisciforme: hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas que moraban en las profundidades. En ambos casos se les atribuía una irresistible voz melodiosa con la que atraían fatalmente a los marineros.
EL MITO DE LA SIRENA
El mito de las sirenas, se originó durante la civilización Helénica, y, en un principio, se las representó como seres híbridos con rostro o torso de mujer y cuerpo de ave, que habitaban en una isla rocosa. A partir de la Edad Media adquirieron apariencia pisciforme: hermosas mujeres con cola de pez en lugar de piernas que moraban en las profundidades. En ambos casos se les atribuía una irresistible voz melodiosa con la que atraían fatalmente a los marineros.
Distintos relatos
las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo (una versión
las hacía proceder de su sangre cuando ésta fue derramada por Heracles) o Forcis, sea sin
intervención femenina o con la de las musas Estérope, Melpómene o Terpsícore, relacionadas con el canto y el baile. Su número es impreciso. Los nombres registrados incluyen Agláope (la de bello
rostro), Telxiepia (de palabras
aclamantes) o Telxínoe (deleite del
corazón), Pisínoe (la
persuasiva), Parténope (aroma a
doncella), Ligeia (empleado
luego por Edgar Allan
Poe para el célebre cuento homónimo sobre una mujer de
mortal belleza), Leucosia (ser puro), Molpe (la musa), Radne (mejoramiento)
y Teles (la
perfecta). En ocasiones se les atribuye el uso de instrumentos musicales como
la flauta o la lira además de la
voz.
La leyenda cuenta que, cegadas por la
vanidad, retaron a las Musas a
una competencia de canto, que perdieron, por lo que perdieron sus alas y se vieron
condenadas a vagar por las costas con pesados instrumentos musicales. Los romanos consideraban a las sirenas como
descendientes del dios Tritón y la Ninfa Anfitrite.
Las primeras
historias conocidas sobre sirenas aparecieron en Asiria, antes del 1000
AC. El hecho de representarlas con medio cuerpo de pez se debe a la leyenda
referida por Diodoro
Sículo en la que Derceto ofendió a Venus, por lo que la diosa hizo que se enamorara de un pastor. De este amor nació una niña, Semíramis, que llegó a ser reina de Babilonia. Después de nacer su hija, también por obra de Venus, Derceto
dejó de amar a su esposo. Llena de ira, abandonó a su hija, hizo matar al
hombre a quien había amado y se arrojó al agua dispuesta a suicidarse, hecho
que fue impedido por los dioses. Así se originó su morfología anfibia. La diosa Derceto es muy
similar a Atargatis la diosa
siria con forma de sirena a la que se le consagraban los peces. La diosa fue
adorada en templos en los que había grandes estanques, y, puesto que era la
deidad que gobernaba los mares, sus sacerdotes solían vender licencias de pesca
a los marineros.
Las sirenas se
consideraron en el folclore británico como presagios de mala suerte. Podrían
nadar incluso en agua dulce, llegar hasta los ríos y lagos y ahogar a sus víctimas. Es
muy conocida en Gales la
historia de Dahud, la princesa de Caer Ys,
una ciudad que, debido a sus pecados, fue condenada por los dioses a ser
tragada por las olas. Cuando el padre de Dahud escapaba, su hija cayó al mar, y
allí sigue desde entonces, transformada en una sirena, nadando entre las ruinas
de Caer Ys. Otra leyenda muy popular en Gales es la de Murgen, que cuenta que en
el siglo VI, una sirena fue capturada en norte de Gales. Fue bautizada y se le
enseñó la lengua nativa. Se dijo que no era pez porque cosía y hablaba, pero no
era mujer porque podía vivir bajo el agua. La sirena figuró como una santa en ciertos
almanaques antiguos, bajo el nombre de Murgen que quiere
decir mujer que viene del mar.
En Irlanda a
los sirénidos los llaman merrows. Creen que el número de hembras es
superior al de los machos, aunque estos son más feos que sus compañeras: el merrow masculino posee dientes puntiagudos y rostro semejante
a un cerdo. Todos los merrows se caracterizan por las
membranas de sus manos, su hostilidad hacia los humanos y sus prendas mágicas,
que les permiten atravesar cualquier corriente oceánica. Todo hombre o mujer
que le roba la prenda a un merrow tiene poder sobre él, y en
muchos relatos, varios hombres esconden estas prendas obligando a las hembras a
casarse con ellos. Los hombres ganan así esposas bellas y ricas (debido a los
botines que las sirenas obtienen con los naufragios), pero si la esposa merrow recupera
su prenda, la llamada del mar será tan fuerte que acabará abandonando a sus
hijos y a su marido.
En la mitología escocesa, hay una
sirena llamada Ceasg o doncella de las olas. La
parte inferior de esta sirena es la de un salmón.
Se dice que a aquellos que la capturan les concede tres deseos para que la devuelven
al agua, pero si un hombre se enamora de ella, lo seduce y
lo arrastra a las profundidades. Famosos son también en Escocia las selkies,
hadas marinas que en el mar adoptan la forma de focas, pero al llegar a la
tierra se deshacen de sus pieles para adquirir aspecto femenino. El hombre que quiera una esposa selkie sólo
tiene que robarle la piel de foca, pero si ella encuentra la piel, volverá al
mar para siempre. La leyenda cuenta que los hijos nacidos de la unión de hombres y selkies tienen
membranas que unían los dedos de sus pies o sus manos.
En algunos cuentos
antiguos chinos, las sirenas son una especie cuyas lágrimas se convierten en
perlas preciosas y pueden tejer un material muy valioso que
no sólo es ligero sino también hermoso y transparente. Debido a esto, los
pescadores siempre buscaban atraparlas, pero el canto de las sirenas lo
dificultaba. En otras leyendas chinas, las sirenas son unas criaturas
maravillosas, hábiles y versátiles y estaba mal visto que los pescadores
quisieran capturarlas.
Las
historias de sirenas también son muy famosas en la península Ibérica, donde hay una
gran cantidad de relatos acerca de mujeres-pez que seducen a los marinos,
aunque en otros, estas ninfas son totalmente benevolentes.
Es famosa en Cantabria la
historia de La Sirenuca, una sirena que antes fue humana. Su madre, harta
de que la desobedeciera para ir a los acantilados, gritó "Permita Dios que
te vuelvas pez", y así sucedió. Desde entonces, alerta con su canto a los
marineros de que se acercan peligrosamente a los acantilados. Esta es una de
las pocas sirenas benévolas de la mitología europea.
En el País Vasco son
muy populares los seres mitológicos llamados Itsaslaminak, que en
castellano significa Lamias del mar. También se les llama Arrainandereak (mujeres-pez).
En lugar de piernas o pies palmeados de pato como toda Lamia de las montañas
vasco-navarras, poseen una larga cola de pez. Igual que las otras Lamias, las
Itsaslaminak peinan sus cabellos con peines de oro de los que dependen
totalmente. Quien quiera dominarlas puede robarles el peine, aunque eso las
enfurece, pudiendo ahogar al ladrón o traer mal tiempo a las costas. Sin
embargo, no siempre son malas y a veces se enamoran apasionadamente de los
marineros que rondan por las costas vascas.
En la mitología extremeña también hay sirenas, pero
éstas viven en los ríos, de los que salen para ahogar a los hombres después de
seducirlos con sus cantos. Se cree que hay una sirena que nada por las aguas
del Tajo en Garrovillas,
y otra que cada noche de San Blas, sale de la fuente de Luná en Usagre para
atraer y ahogar a sus víctimas.
En la mitología gallega existe la
leyenda de Marina o Marinha, que fue rescatada o rescató al duque Don Froilaz
del tormentoso mar de Finisterra. A diferencia de otras, Marinha es una sirena
buena y hermosa que se enamora perdidamente de Don Froilaz y éste de
ella. Los dos tienen un hijo al que llaman Xoan y es el origen del Linaje Mariño.
UN AMOR NO
CORRESPONDIDO Y MUCHO DOLOR
La película de Walt Disney “La Sirenita”, estrenada en
1989, relata la historia de la pequeña Ariel, una joven y
adorable sirena que se enamora de un príncipe humano. Para poder conquistarlo,
hace un trato con Úrsula, la bruja del mar, quien a cambio de su
voz, convierte su cola por un par de piernas. Como condición, la bruja exige que, al cabo de tres días
de convertida en humana, Ariel reciba un beso del verdadero
amor. De lo contrario, será condenada a vivir como pólipo en
la cueva de Úrsula, sin recuperar jamás su maravillosa voz.
Todo
parece marchar sobre ruedas y Eric, el príncipe, está a punto
de besar a Ariel. Pero aparece en escena Vanesa, que no
es otra que Úrsula disfrazada de humana. Y la cosa se
complica. Al final, Ariel recupera su voz y Eric comprende
que es a ella a quien ama. Y la bruja tiene su merecido.
El cuento original, es de un carácter mucho más lúgubre,
la Sirenita también entrega su voz a cambio de conseguir su
forma humana para intentar enamorar al príncipe, con la diferencia de que esta
vez no lo consigue. Persuadida por sus hermanas, la joven sirena está a
punto de asesinar a su amado, ya que se supone que al matarlo podrá
recuperar su cola y volver al mar. Pero a último momento se arrepiente. Deja
vivir al príncipe y se arroja al océano, donde muere, convertida en espuma.
Andersen introduce en su
historia el factor del dolor en la transformación de la sirena, un aspecto
que Disney omite completamente. La joven sufre muchísimo cuando su
cola se fragmenta para dar lugar a un par de piernas y, una vez convertida en
humana, siente que, al caminar, pisa constantemente una alfombra de cuchillos
puntiagudos lo suficientemente afilados para hacerle sangrar los dos pies.
UNA HISTORIA DE AMOR HOMOSEXUAL
El escritor Hans Christian Andersen, poco
atractivo físicamente, se enamoró a menudo de mujeres inaccesibles para él y muchos de sus cuentos se
interpretan como alusiones a sus fracasos sentimentales. La más famosa de las mujeres que amó sin suerte fue la soprano Jenny Lind. Su pasión le inspiró el cuento “El ruiseñor”, y contribuyó a que la apodaran la ruiseñor sueca. Andersen
solía mostrarse tímido con las mujeres y tuvo serias dificultades para
declararse a Lind. Lo hizo por carta cuando la cantante tomaba un tren para
realizar un concierto. Sus sentimientos no eran correspondidos, ya que ella lo
veía como a un hermano, como expresó en una carta de 1844: “Adiós… que Dios
proteja a mi hermano es el sincero deseo de su afectuosa hermana, Jenny”.
Otro amor no correspondido de la juventud de
Andersen fue una chica llamada Riborg Voigt. Se encontró una bolsita que
contenía una larga carta de Riborg junto al pecho de Andersen cuando el
escritor murió.
Otras decepciones amorosas fueron Sophie
Ørsted, la hija del médico Hans
Christian Ørsted, y Louise Collin, la hija menor de su benefactor Jonas Collin.
Andersen también se sintió atraído por varios hombres, entre ellos Carlos Alejandro, el joven heredero del Ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, y el bailarín Harald Scharff. Pero fue Edvard Collin quien inspiró su cuento “La Sirenita”, escrito
cuando Collin decidió casarse.
Los estudiosos coinciden en que Hans Christian
Andersen era bisexual. Escribió muchas cartas íntimas a su amigo Collin, pero envió
sólo algunas de ellas. Una de estas cartas dice: “Languidezco por ti como por una
joven calabresa... mis sentimientos por ti son como los de una mujer. La
feminidad de mi naturaleza y nuestra amistad deben permanecer en secreto”. Collin, por su parte escribió en sus memorias: “No
me encontré capaz de responder a su amor, y eso le causó mucho sufrimiento”.
En 1836, bajo la presión de su familia, Edvard
Collin contrajo matrimonio. Andersen escapó a la Isla de Fyn en el momento
de la boda, y allí escribió una melancólica historia que luego le enviaría a su
amor platónico: un cuento de hadas sobre una sirena víctima de un trágico amor
no correspondido. Esa fue su forma de de expresar lo que sentía ante la
imposibilidad de tener el amor de Collin, igual que la sirena no puede tener el amor de un hombre humano. La sirena sin voz es una triste metáfora de la
imposibilidad de contarle al mundo sus sentimientos.
“La Sirenita” es una de las más tristes cartas de amor de todos los
tiempos.
EL TRASTORNO POR ACUMULACIÓN
En el blog Psicología y Mass, la Licenciada en Psicología Sara Fernández asegura que, a pesar de que siempre se relacionó a la Sirenita de Disney con el Síndrome de Diógenes, por su costumbre de guardar objetos de todo tipo aún ignorando su utilidad, no es este el diagnóstico que debería recibir, sino el de Trastorno por acumulación.
EL SÍNDROME DE SIRENA
La sirenomelia, también conocido como síndrome de sirena, es una malformación congénita muy poco frecuente, cuya principal característica es la fusión de las piernas, que toman la apariencia de la cola de una sirena.
Esta condición puede ser encontrada en aproximadamente uno de cada 100.000 nacidos vivos (condición tan rara como los siameses) y usualmente es fatal a uno o dos días después del nacimiento debido a complicaciones asociadas al desarrollo y funcionamiento del riñón y la vejiga urinaria. Más de la mitad de los casos resultan en muerte fetal, mientras que como condición, es 100 veces más probable que ocurra en gemelos idénticos que en nacimientos de un sólo bebé o mellizos.
EL TRASTORNO POR ACUMULACIÓN
En el blog Psicología y Mass, la Licenciada en Psicología Sara Fernández asegura que, a pesar de que siempre se relacionó a la Sirenita de Disney con el Síndrome de Diógenes, por su costumbre de guardar objetos de todo tipo aún ignorando su utilidad, no es este el diagnóstico que debería recibir, sino el de Trastorno por acumulación.
El
Trastorno por acumulación, un trastorno relacionado con el Trastorno
Obsesivo-Compulsivo (TOC), se define por la dificultad de una persona para deshacerse de cosas,
sin reparar en el valor real de esos objetos. Una persona con
este trastorno, siente una tremenda necesidad por guardar los objetos y un gran
malestar cuando tiene que deshacerse de ellos. Además, la
acumulación provoca el desorden o la congestión de zonas destinadas a la
vivienda o dificultan su uso. Suele aparecer entre los 11 y los 15 años, la edad
aproximada de Ariel. Es un trastorno considerado crónico, y cuya gravedad va
aumentando a medida que transcurren los años.
El trastorno por acumulación se ha confundido en
numerables ocasiones con el Síndrome de Diógenes, un término
muy extendido para referirse a las personas que acumulan basura u objetos
innecesarios en sus casas. Sin embargo, el Síndrome de Diógenes, es un desorden
de la conducta que se produce generalmente en personas que sufren además algún
deterioro cognitivo, como pueden ser algunos casos de demencia. Aunque podemos
encontrar una acumulación de objetos, no es su principal
característica. Las características principales del Síndrome de
Diógenes son el aislamiento, el abandono del cuidado personal y el rechazo a
cualquier tipo de ayuda.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqjtAijLi2_JyxWK_NAiI9svr5UAt4DHlPwRjh428vscZ346Qjnx2MS1kNsgRiouMeh7bnHWy4T-831o0qsg3Iot09UrtRFQoSiMRC8H69g16NBJfmeLxTtfGXnqKh-mSVdt7nCvTyuWs/s640/0.jpg)
EL SÍNDROME DE SIRENA
La sirenomelia, también conocido como síndrome de sirena, es una malformación congénita muy poco frecuente, cuya principal característica es la fusión de las piernas, que toman la apariencia de la cola de una sirena.
Esta condición puede ser encontrada en aproximadamente uno de cada 100.000 nacidos vivos (condición tan rara como los siameses) y usualmente es fatal a uno o dos días después del nacimiento debido a complicaciones asociadas al desarrollo y funcionamiento del riñón y la vejiga urinaria. Más de la mitad de los casos resultan en muerte fetal, mientras que como condición, es 100 veces más probable que ocurra en gemelos idénticos que en nacimientos de un sólo bebé o mellizos.
Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para decir acerca de "La Sirenita". Me despido de ustedes con una poema de Mario Benedetti:
Buenas tardes.
SIRENA
Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.
Buenas tardes.
Ilustración 1: Dorothy
Lathrop
Ilustración 2: Ivan Bilibin
Ilustración 3: Katie Thamer Treherne
Ilustración 4: John
Patience
Ilustración 5: Autor desconocido
Ilustración 6: Walt Disney
Ilustración 7: Wanda Zeigner-Ebel