HOLLYWOOD PARANORMAL: JAYNE MANSFIELD
"Tienes que tener un cuerpo."
Jayne Mansfield
Tenía
un coeficiente intelectual de 163, superior al de Stephen Hawking. Hablaba
cinco idiomas, escribía poemas, tocaba el violín, recitaba de memoria a
Shakespeare y era graduada universitaria. Jayne Mansfield no tenía un
pelo ni de rubia ni de tonta, pero se convirtió en un estereotipo para cumplir
su sueño: ser una estrella de Hollywood.
JAYNE MANSFIELD: UN POCO DE HISTORIA
Jayne Mansfield nació como Vera Jayne Palmer en Bryn Mawr, Pensilvania, el
19 de abril de 1933. Fue la única hija de
Herbert William Palmer, de ascendencia alemana e inglesa, y Vera Jeffrey, de
origen inglés. Pasó su primera infancia en Phillipsburg, Nueva Jersey, donde su
padre ejercía como abogado. En 1936, Herbert William Palmer falleció de un ataque cardíaco
mientras conducía un automóvil en el que iba con con su esposa y su hija. En
1939, su madre se casó con el ingeniero Harry Lawrence Pares, y la familia
se mudó a Dallas, Texas, donde la niña fue conocida como Vera Jayne Pares.
Jayne se
graduó de Highland Park High School en 1950. A la edad de 12 años, tomó clases
de baile de salón y en la escuela secundaria, clases de violín, piano y viola.
También estudió alemán y español. Se casó con Paul James Mansfield, con apenas 16 años, y dio a luz a su
primera hija, Jayne Marie, el 8 de noviembre de 1950. Después de
contraer matrimonio la joven pareja se matriculó en la Southern
Methodist University para
estudiar actuación. En 1951, Jayne se mudó con su marido a Austin, Texas, donde
trabajó como modelo de desnudos en clases de arte, vendió libros puerta a
puerta y fue recepcionista en un estudio de baile.
Jayne pasó años estudiando teatro y actuando en pequeñas obras, y siguió trabajando en lo que podía: vendió
palomitas de maíz en el "Stanley Warner Theatre" y dulces en una sala de cine,
dio clases danza, modeló como pin up
para la Blue Book Model Agency y trabajó como fotógrafa en el "Esther Williams'
Trails Restaurant".
Mientras asistía a la University of Texas, Jayne Mansfield ganó varios concursos de belleza, incluyendo: Miss Photoflash, Miss Lámpara
de Magnesio, Reina del Suéter de Nailon y Miss Semana de la Prevención de Incendios. Al único concurso que
no se presentó fue al Miss Queso
Roquefort, porque creía que no sonaba
nada bien.
Jayne Mansfield desembarcó en Hollywood en 1954, a los 21 años. Llegó a Paramount Pictures con la recomendación de
Milton Lewis, director de la empresa, quien la había visto unos años antes
en “La muerte de un viajante” y había quedado impresionado con la
voluptuosa muchacha. Aunque naturalmente era de pelo castaño oscuro,
Jayne Mansfield se hizo famosa teñida de rubio platino al estilo de Marilyn Monroe. Se separó de
Paul en 1955 y se enredó con el libertino actor Steve Cochran, quien la exhibió en
fiestas y reuniones como un bello trofeo. Gracias a
esta exposición, Jayne Mansfield obtuvo un pequeño papel en el capítulo "An
Angel Went AWOL", del ciclo televisivo “Lux Video Theatre”.
La actriz contrató al publicista Jim Byron, que explotó sus imponentes
atributos físicos (la vendía como los pechos más glorioso de Norteamérica) y la llevó a repartir botellas de whisky entre los periodistas de espectáculos. Jayne
posó desnuda para la edición de febrero 1955 de la revista "Playboy" y su carrera por fin tomo
ímpetu. La actriz tuvo una relación de larga data con la revista y fue la Playmate
del mes de febrero desde 1955 a 1958 y nuevamente en 1960.
En febrero de 1955, James Byron negoció un contrato de siete años con la Warner
Brothers. Ese mismo año, Jayne Mansfield participó en la película “Illegal” (Lewis Allen), pero en lugar de poner su nombre en
los créditos incluyeron sus infartantes medidas: 102-56-89. En 1955, estelarizó también su más exitosa obra de teatro en Broadway, “Will Success Spoil Rock Hunter?”. En los
años siguientes adquirió enorme popularidad como actriz en películas producidas
por los estudios 20th Century Fox, como las comedias “The Girl Can't Help It” (“Tú
sabes lo que quiero”, Frank
Tashlin, 1956) y “Will Success
Spoil Rock Hunter?” (“Una mujer de cuidado”, Frank Tashlin, 1957), película por la que ganó un Golden Globe; y
el drama “The Wayward Bus” (“El ómnibus perdido”, Victor
Vicas, 1957). Tuvo
también una extensa labor televisiva, que incluyó sucesivas apariciones en los
programas The Red Skelton Show (1959
– 1963) y The Ed Sullivan Show (1957). Fue en un
estudio de televisión donde Jayne conoció a Mickey Hargitay, Mr.
Universo 1955, con el que se casó en 1958.
La tumultuosa vida de Jayne como actriz, vedette , socialité y figura infaltable
en cuanta fiesta se celebrara en Hollywood minó su matrimonio con Hargitay, que pese a
las escandalosas escenas de celos que lo jalonaron, le dejó tres hijos: Miklos,
Zoltan y Mariska. Apenas se divorció de Hargitay en 1964, se casó
con Matt Cimber, productor y director, con quien tuvo a Tony, su último hijo.
Aunque en la década de 1960 disminuyó la
demanda de actrices rubias y voluptuosas del estilo de Jayne Mansfield, ella
siguió conservando su popularidad, tanto en Estados
Unidos como en el
extranjero, y obtuvo importantes ganancias con sus presentaciones en vivo en
clubes nocturnos. Apareció en largometrajes de clase
B de géneros melodrama y comedia, la mayoría de ellos filmados
en Europa, como “Heimweh nach St. Pauli”
(Werner Jacobs, 1963) y “L'Amore Primitivo” (Luigi Scattini, 1964). Fue la
primera actriz estadounidense de fama internacional en aparecer desnuda en una
película de Hollywood, “Promises! Promises!” (King Donovan,1963). La actriz también incursionó en la música y publicó el
álbum de estudio “Shakespeare,
Tchaikovsky & Me” (1964) y los sencillos
"Suey" (1962) y "As The Clouds Drift By" (1962), acompañada
por Jimi Hendrix en guitarra.
Jayne Mansfield murió la noche del 29 de junio
de 1967 en un terrible accidente de tránsito. Tenía 34 años. Sus
restos descansan en el Gravestone
at Fairview Cemetery en Pen Argyl, Pennsylvania, debajo de una lápida rosa con forma de
corazón.
Dos de sus hijas siguieron la carrera artística. Mariska, la agente Olivia Benson en la serie televisiva "Law & Order" ("La Ley y el Orden"), y Jayne Marie, que posó desnuda para "Playboy" en 1976. Jayne Mansfield y Jayne Marie fueron la única dupla de madre e hija que lucieron sus encantos en la revista a lo largo de su historia.
EL PINK PALACE
En
noviembre de 1957, poco antes de su matrimonio con Mickey Hargitay, Jayne Mansfield
compró una mansión de estilo mediterráneo de 40 habitaciones, propiedad de Rudy
Vallée en el 1100 Sunset Boulevard en Holmby Hills, Los Angeles. Gran parte de
la inversión para comprar la casa provenía del dinero que heredó de su abuelo
materno, Elmer Palmer. La casa,
bautizada "Pink Palace" hubiera hecho las
delicias de una niña de cuatro años o de la mismísima Barbie: un jacuzzi rosa
con forma de corazón y grifería enchapada en oro; alfombra mullida y rosa por
todas partes, incluyendo los cuartos de baño; piano blanco de cola; paredes
acolchadas forradas de cuero rojo; pieles de osos polares aquí y allá; cupidos dorados rodeados de luces
fluorescentes; y rincones dedicados a exponer las numerosas tapas de revistas
que la rubia iba acumulando. El exterior de la mansión estaba pintado íntegramente
de rosa.
Mickey
Hargitay, plomero y carpintero antes de dedicarse al fisicoculturismo, construyó una piscina
en forma de corazón con la frase “I Love You, Jaynie” grabada en el
fondo. También había en la casa una fuente de champagne rosado.
Jayne
Mansfield decoró el "Pink Palace" solicitando muestras gratis a los proveedores
de mobiliario y construcción, y recibió más de $
150,000 en mercancía gratis.
Luego
de la muerte de Jayne, el "Pink Palace" fue vendido. Entre sus residentes estuvieron Ringo
Starr, Cass Elliot y Engelbert Humperdinck. La casa fue demolida en noviembre de 2002.
LA
MUERTE DE LOS PECHOS MÁS GLORIOSOS DE NORTEAMÉRICA
La madrugada del 28 de junio
de 1967, después de bailar en un show nocturno
en Biloxi, Mississippi, Jayne Mansfield salió con su novio, el
abogado Sam Brody; sus hijos, Miklos, Zoltan y Mariska; y
su chofer, Ronnie Harrison, a la autopista 90 con
rumbo a Nueva Orleans. Aproximadamente a las 2:25 AM,
el automóvil, un 1966 Buick Electra, se estrelló a gran
velocidad contra la parte trasera del remolque de un camión fumigador. Los
tres adultos, que iban en el asiento delantero, murieron en el acto.
Los niños, que estaban dormidos en el asiento trasero, sobrevivieron con
heridas menores.
JAYNE MANSFIELD Y THE BEATLES
En
el año 1956, John
Lennon, Paul McCartney y George Harrison estuvieron entre los fans del
rock'n'roll que colmaron las salas de cine para ver la película ''The Girl Cant Help It'' (“Tú sabes lo
que quiero”), un clásico de la época en la que tenía su participación una
destacaba una constelación de estrellas de la música: Little Richard, The
Platters, Eddie Cochran, GeneVincent y Fats
Domino. La película estaba estelarizada
por la voluptuosa
actriz Jayne Mansfield, en el papel de Jerri Jordan. La rubia sería, de ahí en más, una de las fantasías
sexuales de los futuros Beatles durante su adolescencia.
En
1964, los cuatro de Liverpool se habían convertido ya en la mayor atracción del planeta. La carrera
de Jayne, en cambio, comenzaba a decaer y necesitaba urgentemente volver a los
titulares con una noticia de impacto.
El
domingo 23 de Agosto de 1964, en plena American Tour, The Beatles ofrecieron una conferencia de prensa en el club
nocturno juvenil Cinnamon
Cinder, en Los Angeles, California. Uno de los periodistas les preguntó si
harían una película en Hollywood y los cuatro contestaron que sí. Cuando les
preguntaron, además, a
qué actores les gustaría conocer en Hollywood, Ringo respondió “Paul Newman”.
¿Y actrices? “Jayne Mansfield”, contestó Paul, en lo que significó un golpe
de suerte para la rubia.
El deseo de McCartney expresado en la
conferencia de prensa fue inmediatamente aprovechado por un reportero de la
revista "New Musical Express", Chris Hutchins,
personaje ligado a los Fab Four, que más adelante arreglaría el encuentro de
los músicos con Elvis Presley. Hutchins se encontraba en la conferencia de
prensa y se las ingenió para acercarse a McCartney. ''Es en serio, Paul, ¿de veras desearías
conocer a Jayne Mansfield?" McCartney movió
la cabeza afirmativamente. De inmediato, una nota fue alcanzada a Derek Taylor, agente de prensa de The Beatles. El mensaje
decía: ''Derek, Paul declaró
que le gustaría conocer a Jayne Mansfield. Si puedo hacer los arreglos, ¿podría
tener fotos y la historia exclusiva?'' Taylor le contestó afirmativamente.
Al
día siguiente, 24 de agosto, mientras los
músicos se encontraban descansando en la
mansión alquilada de Bel
Air, Derek Taylor contactó
a Matt Cimber, novio y representante de Jayne Mansfield. El encuentro sería originalmente sólo
entre Paul y la actriz, pero los
otros Beatles también quisieron conocer a la rubia infartante. Pero sin fotos,
ya que una de la reglas impuestas por Brian Epstein era evitar
las fotografías con celebridades. La idea de Cimber, que se vio frustrada, era tener a The
Beatles tomando el té servido por Jayne, al lado de una piscina. Buscaba
aprovechar el éxito de los Fab Four para reanimar la alicaída carrera de Jayne. La actriz fue invitada a la mansión de Bel Air y pospuso compromisos profesionales para no desaprovechar semejante oportunidad, pues esa era y fue
durante toda la carrera del grupo, la única ocasión en que The Beatles invitaron
a su casa a una estrella femenina del cine para poder conocerla.
Jayne
llegó a la mansión en la medianoche del
25 de agosto. Paul, George y Ringo ya habían perdido la esperanza de
conocerla y habían aceptado una invitación del actor Burt Lancaster para
cenar y ver en su casa la película ''A
Shot In The Dark'' (“El nuevo caso del inspector
Clouseau”, Blake Edwards), con Peter Sellers y Elke Sommer. John se quedó en la mansión de Bel Air, aprovechando el
tiempo para recibir visitas y conceder algunas entrevistas. Jayne llegó acompañada por su novio, un acompañante y dos guardaespaldas. Vestía un abrigo de gato persa, y Lennon, atónito, alcanzó a murmurar: ''Moría por conocerla, Señorita
Mansfield.'' ''Llámame
tan solo Jaynie'', dijo ella, y
agregó: ''Yo también moría por conocerlos a todos
ustedes maravillosos muchachos, pero dónde están los otros?''. Lennon preparó cocktails
para ella y sus acompañantes, mezclando gin, vodka, vino tinto y cocaína como ingrediente secreto. Jayne le pidió a su
amigo que leyera las cartas de Tarot para ella y para John. La leyenda cuenta
que el amigo comenzó la lectura y, repentinamente, dejó caer las cartas
horrorizado, exclamando: ''Dios mío,
esto es terrible. Veo un trágico final para ustedes dos.” De más está decir que
la profecía fue acertada: Jayne Mansfield falleció tres años después en un accidente
automovilístico y Lennon fue asesinado en 1980 por un fanático desquiciado. El pronóstico
no agradó a John, que se puso furioso y
tiró las cartas.
Chris Hutchins le sugirió a Lennon llevar a Jayne Mansfield y a su comitiva al famoso
local Whiskey-a-Go-Go, en Sunset Boulevard. A Lennon le gustó la
idea, pero Hutchins le advirtió que los
otros Beatles nunca lo
perdonarían si no les avisaba de esta salida con Jayne Mansfield. John le dejó un
mensaje telefónico a sus compañeros para que los busquen en el Whiskey-a-Go-Go. George Harrison y Ringo Starr, un poco bebidos de la cena con Burt Lancaster, fueron de inmediato para alcanzar a Lennon. Paradójicamente, Paul McCartney, el beatle que había
originado la aventura Jayne Mansfield, no
llegó a conocerla: había desaparecido para concretar un
encuentro romántico y secreto con la actriz Peggy Lipton,
a quien había conocido la tarde anterior.
Jayne
Mansfield declaró poco después: ''Desafortunadamente, no pudimos
encontrar privacidad. Para ingresar al 'Whiskey-a-Go-Go' uno debe ser mayor de
21 años, pero todos los adultos que se encontraban allí se comportaban como
adolescentes (…) John es muy ingenioso y divertido. George es realmente
magnifico. Tan relajado y correcto. Ringo es adorable, muy reservado. No
pronuncia palabra en absoluto, a menos que sea algo importante. Paul y yo no
pudimos conocernos, se perdió de toda la diversión.”
El 4 de
diciembre de 1962, The Beatles publicaron su álbum “Beatles for sale”. Jayne
Mansfield aparece en la caratula interna del álbum, diseñada por Robert
Freeman. Los músicos están parados con una foto collage de fondo, que incluye imagines
de películas. Jayne aparece de perfil al lado de Paul McCartney.
John
Lennon recordó siempre la lectura del Tarot que le hicieron la noche de 1964 en la que conoció a Jayne Mansfield, y cuando la actriz murió en un accidente
automovilístico el 29 de junio de 1967, se lo
vio alarmado. Cuenta la leyenda que John, obsesionado con la numerología y en particular con
el número nueve, que le comentó a Chris
Hutchins: ''Jayne
nació un 19 de abril y falleció un 29 de junio. Abril es el cuarto mes y junio
el sexto. Si los juntas tienes el número diez. Yo nací un 9 de octubre, el
noveno día del décimo mes. Jayne Mansfield murió dos meses después
de su cumpleaños, lo que significa que voy a morir en un día que lleve el
número nueve, en el mes de diciembre.''
John Lennon murió el 8 de diciembre de 1980, en Nueva York, a las 11:07 PM. En su Liverpool
natal ya era día 9.
El
18 de setiembre, 1968, los Fab Four interrumpieron una de las sesiones de
grabación del “White Album”, en medio de las tomas de la canción ''Birthday'', y dejaron los Abbey Road Studios para
dirigirse, junto Yoko Ono, Pattie
Harrison y Chris Thomas, a la casa
de Paul McCartney en Cavendish Avenue, para ver la
película ''The Girl Can't Help It'' en su estreno en la televisión inglesa, doce años después de haber debutado
en los cines.
LA MALDICIÓN DEL PAPA NEGRO
Una de las leyendas más escabrosas y
difundidas de Hollywood cuenta que en la madrugada del 29 de junio del 1967,
mientras Jane Mansfield circulaba en un 1966 Buick Electra
por la autopista 90 junto a su joven chofer, su novio Sam Brody y
sus tres pequeños hijos, algo que marcó su trágico destino sucedió a muchos
kilómetros de allí. Anton La Vey, un oscuro personaje conocido
como el Papa Negro, recortó una foto de él mismo de una revista,
donde se lo veía dejando flores en la tumba de la malograda Marilyn
Monroe. Del otro lado del recorte había una foto de Jayne
Mansfield, a la que le había cortado la cabeza accidentalmente. En ese
preciso momento, una niebla extraña invadió la autopista 90 y Ronnie
Harrison, el conductor del Buick, no pudo evitar
estrellarse contra la parte trasera de un camión fumigador de mosquitos.
Los tres adultos murieron en el acto. Y Jayne fue
decapitada. Esta truculenta historia se vio reforzada a causa de una fotografía
del accidente, donde sobre el parabrisas destrozado podía verse una blonda
cabellera.
Pero, en realidad, la actriz no perdió
la cabeza en el accidente. Sufrió un gravísmo traumatismo craneoencefálico que
hizo que su peluca volara por los aires y cayera sobre el parabrisas del 1966
Buick Electra. La imaginación del púbico y el morbo hicieron lo demás.
Lo que sí es cierto es que la
bella Jayne se había relacionado tiempo atrás con Anton
La Vey, creador de la Church of Satan (Iglesia de
Satán), fundada en la noche de Walpurgis de 1966.
Su sede fue la Black House (Casa negra), en San
Francisco, California. LaVey era seguidor del famoso
brujo Aleister Crowley.
Durante
el Film
Festival de 1966, celebrado en San Francisco, Jayne Mansfiel, una mujer moderna que había
consumido ácido y experimentado con las drogas psicodélicas, visitó la Igresia de Satán junto a su pareja, el abogado Sam
Brody. LaVey entregó a Mansfield un medallón y le concedió el título de "High
Priestess of San Francisco's Church of Satan" ("Sacerdotisa de la Iglesia de
Satanás de San Francisco”).
La
atracción entre LaVey y la actriz impulsó una aventura amorosa.
Se dice que Sam Brody, el novio oficial de Jayne, celoso y
fastidiado, se burló del satanista y encendió las velas negras del altar
privado de LaVey que sólo podían usar sin peligro el Diablo y su
representante directo en Tierra. Ofendido ante semejante sacrilegio,
el Papa
Negro lo maldijo, augurándole que moriría pronto, en un
accidente, y previniendo a Jayne para que se alejara de Brody si
no quería sufrir la misma suerte. Jayne Mansfield no
rompió con Brody, pero durante los siguientes meses visitó
en varias ocasiones la Iglesia de Satán, a pesar de que pequeñas desgracias que
cualquier supersticioso podía achacar a la maldición, comenzaron a
atormentar a la pareja. Durante una visita a un zoológico, el pequeño Zoltan,
hijo de Jayne y Mickey Hargitay, fue
atacado por un león y tuvo que someterse a reiteradas cirugías para reponerse
de las heridas. En una visita a Japón le robaron las joyas a la actriz, y en
otra, a Venezuela, la acusaron de invadir impuestos. La pareja sufrió, además,
pequeños accidentes de tránsito que no pasaron a mayores. La maldición alcanzó
su punto cúlmine con el aparatoso choque que les costó la vida a
Jayne Mansfield y Sam Brody.
Karla LaVey, hija de Anton LaVey y Carole
Lansing, y Suma Sacerdotisa de la Iglesia
de Satán, confirmó en una
entrevista que le otorgó a Joan Rivers en el año 1992 que Mansfield era una satanista practicante y que tenía una relación romántica
con Anton LaVey.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja_N6I1lF7NIN9KhX6O2JlSbrY72D4ikpQJiU-ElblO2F8HbSXe59acpCnIRQ4hWqXNh6-R524x28vs0UeEHMC7XKH0bImUijT6p1O7XgMNh4H5g8ekgvvNtO8kidwSW8iakJBeO2axc0/s1600/000.jpg)
EL FANTASMA DE JAYNE MANSFIELD
Poco después de la
muerte de Jayne Mansfield, se celebró un servicio conmemorativo en la Iglesia
de Satán. Cerca de treinta personas estuvieron presentes. A mitad del ritual,
las lamparitas de color ámbar del lugar se encendieron repentinamente, con una
intensidad sólo atribuible a un aumento de la tensión eléctrica. Sin embargo, los
filamentos no se dañaron y las lamparitas eran todavía utilizables. Uno de los
focos brillantes, sobre el altar, se encendió con la forma de corazón, que era
el diseño favorito de Jayne. Anton LaVey afirmó que no tenía nada que ver con las
lamparitas. Aseguró que Jayne estaba
tratando de hacerles saber que todavía estaba con ellos.
La sirvienta personal
de Jayne, escuchó a su hijo Miklos hablando
con alguien en su habitación, en la que estaba solo, en reiteradas ocasiones. El
niño le dijo: "He estado hablando con mamá, ella viene aquí mucho para
visitarme". La sirvienta se convenció de que Jayne visitaba a su hijo
desde el mundo de los espíritus.
May Mann, periodista que estaba trabajando en una biografía de Jayne y que, además, era su amiga, contó
que tuvo numerosas numerosas visitas del fantasma de Mansfield mientras escribía los últimos capítulos. Mann fue repetidamente presionada para
completar la biografía. La voz fantasmal de Jayne insistió en que ella quería
que el mundo supiera "la verdad sobre mí y mi vida".
En otra ocasión, la
Mary Mann guardó el manuscrito durante la noche. Nadie tuvo acceso a él. Sin
embargo, cuando lo retomó por la mañana para completar la escritura, se
horrorizó al encontrar sangre salpicada entre casi todas las páginas. Este
extraño suceso ocurrió durante el tiempo que estaba escribiendo sobre el
accidente fatal de Jayne.
Una de las primeras
propietarias del "Pink Palace" de Jayne Mansfield encontró una remesa de prendas
que habían pertenecido a la actriz. Sintió el impulso poderoso de ponérselas, y
partir de ese momento se obsesionó con
coleccionar objetos que hubieran pertenecido a la rubia. Una noche escuchó una voz de mujer de ultratumba que
le decía “Sal de aquí”.
Ringo Starr, uno de
los habitantes ilustres del "Pink Palace"", también tuvo una experiencia
sobrenatural en la mansión: cuando intentó pintar el edificio de blanco observó
atónito como el rosa original de las paredes reaparecía una y otra vez, como si
la casa se negase a dejar de ser el palacio soñado de Jayne.
En los años ‘70, el
cantante Engelbert Humperdinck, quien en el año 1967 alcanzó con la balada “Release me” el Nº1 en el UK Singles
Chart, relegando a al sencillo de The Beatles "Penny
Lane"/"Strawberry Fields Forever" al segundo puesto, compró el
Pink Palace. Poco después de mudarse al lugar con su familia, Humperdinck vio el fantasma de Jayne Mansfield en las escaleras. Según el cantante,
Jayne bajaba por las escaleras y de repente desaparecía. También aseguró que podía
olerse con frecuencia su perfume en las habitaciones, y
hasta habérsela encontrado en una ocasión vestida de negro paseando por su
antiguo hogar. Muchos pusieron en duda las declaraciones de Engelbert
Humperdinck por ser el músico un fan declarado de la actriz y estar obsesionado
con ella: se cuenta que, incluso, tenía una habitación con las paredes totalmente empapeladas con tapas de
revista en las que aparecía Jayne Mansfield. Las apariciones del fantasma cesaron
después de que la casa fue bendecida por un cura en 1980.
Hasta aquí, mis queridos, esta nueva entrega de "Hollywood paranormal" dedicado a la explosiva Jayne Mansfield. Me despido de ustedes con un pensamiento de la actriz: "Tendré que tener un palacio, por supuesto. Puedo no ser una princesa, pero soy una reina del cine, y cada reina debe tener un palacio."
Buenas y rosadas noches.