viernes, 13 de enero de 2017

FRIDAY THE 13th


FRIDAY THE 13th

“La superstición trae mala suerte.”
Umberto Eco

Tradicionalmente, en los países latinoamericanos, el día de la mala suerte es el martes 13. “No te cases ni te embarques”, prevenían nuestras abuelas al referirse a esta jornada aciaga, ya que cualquier travesía cuyo primer paso se diera en martes 13 estaba condenada, irremediablemente, al fracaso. Pero la globalización (y las películas de Jason Voorhees) han hecho que, tal como sucede en el mundo anglosajón, el viernes 13 se haya convertido en un nuevo paradigma de la desgracia.
El número 13 goza de mala fama desde tiempos inmemoriales.  Y tan nefasta reputación tiene que, incluso, existe un vocablo para definir el miedo irracional que despierta en algunas personas: triscaidecafobia. 
Donald Dossey, historiador, fundador del Stress Control Center and Institute of Phobias (Asheville, Carolina del Norte) y autor del libro “Holiday Folklore, Phobias and Fun”, trató de remontarse al origen de esta pésima fama. Según un mito nórdico, 12 grandes dioses cenaban en el Valhalla (el cielo de la mitología escandinava) y Loki,  dios de las travesuras, no invitado al convite (el dios número 13 en el panteón nórdico), convenció a Hoder, el dios ciego de la oscuridad, para que dispare a Balder el Hermoso, dios de la alegría, una flecha con la punta de muérdago. “Balder murió y la Tierra fue invadida por la oscuridad. Fue un día de mala suerte”, sostiene Dossey. Cabe destacar que Loki, el dios número 13, tiene su correspondencia en el cristianismo con Satanásel ángel número 13. También hay referencias bíblicas que asocian al número 13 con la mala suerte: Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, fue el invitado 13 de la Última Cena y el capítulo número 13 deLibro de las RevelacionesApocalipsis de san Juan es el que introduce la temida figura del Anticristo. Además, algunos estudiosos creen que la destrucción de la Torre de Babel se produjo un martes 13.
Por otra parte, la nefasta reputación del 13 también puede tener que ver con la carta del Tarot que lleva ese valor, ya que el Arcano XIII representa a la Muerte. Corresponde al primer número después de la finalización de un ciclo de 12 y se relaciona con un nuevo inicio pasando, previamente, por la disolución. Representa el cambio, la transformación y  no necesariamente nos anuncia la muerte física.
Thomas Fernsler, un científico abocado al estudio de las Matemáticas y las Ciencias de la Educación  del University of Delaware Resource Center, sostiene que la mala fama del 13 se debe a la posición que ocupa detrás del 12. Según Fernsler, los numerólogos consideran al 12 “un número completo”: “Hay 12 meses en un año, 12 signos del zodiaco, 12 dioses del Olimpo, 12 trabajos de Hércules, 12 tribus de Israel y 12 apóstoles de Jesús: la asociación del 13 con la mala suerte tiene que ver con que es un número que va un poco más allá de la integridad. El número resulta provocador y genera inquietud e intranquilidad”.
En el calendario lunar anual, en el último mes, el treceavo, es en el que se produce la muerte del Sol, el solsticio de invierno. En culturas que abrazan la idea de un proceso cíclico de vida en el que continuamente se nace y se muere, esto no supone ningún problema, pues en los días subsiguientes renacerá.  Sin embargo, las culturas patriarcales en las que se tiene un concepto lineal del tiempo y se comulga con la idea de la existencia de en un principio y un final definitivo, ese final puede vivirse como algo trágico.
¿Y de dónde proviene la mala fama del día viernes? Dice la historia que el verdadero origen de esta superstición sería otro relato de la mitología escandinava. En el momento en que las tribus de esa región se convirtieron al cristianismo, Frigga -diosa del amor y la fertilidad- fue desterrada y acusada de bruja, por lo que cada viernes se juntaba con 11 colegas y hacían maleficios para arruinar la semana siguiente. A la luz de las nuevas creencias cristianas, se consideraba que el invitado número 13 a estas reuniones heréticas era el Diablo. 
El viernes es, además, según la tradición, el día que Jesús fue crucificado. Algunos estudiosos de la Biblia creen que Eva tentó a Adán con la fruta prohibida un viernes y que  Abel fue asesinado por su hermano Caín un viernes 13.
El viernes 13 de octubre de 1307  fueron ejecutados en la hoguera muchos miembros de la Orden de los Caballeros Templarios, perseguida por la Santa Inquisición, acusados de celebrar ritos paganos, ser herejes y sodomitas, y de orinar y escupir en la cruz. Este hecho histórico también ayudó para convertir el viernes 13 en un día de mala suerte y de horror.
En 1907, un libro llamado "Viernes, el XIII" fue publicado por un corredor de bolsa Thomas Lawson. El libro de Lawson es una fábula oscura ambientada en  Wall Street cuyo personaje central genera bonanzas y caídas en el mercado para vengarse de sus enemigos, dejando a muchos en la ruina. Y se aprovecha de los temores que el recelado viernes 13 podía generar en los negociantes, dejando en claro que a principios del siglo XX este día ya era asociado con la catástrofe.
Aunque parezca una exageración, algunas personas se sienten aterradas ante la cercanía  del viernes 13, negándose a volar, comprar una casa  o, incluso, de invertir en bolsa. "Se estima que en EE.UU. se han perdido en bolsa de 800 o 900 millones de dólares en viernes dado que la gente ese día no se comporta con normalidad”,  comenta Donald  Dossey, quien se dedica a ayudar a quienes padecen triscaidecafobia, problema que afecta a más de 17 millones  de ciudadanos  sólo en Estados Unidos. Los síntomas de este mal van desde la ansiedad moderada a los ataques de pánico. Esto último puede hacer que las personas se vean obligadas a reorganizarse para no salir de su casa ese día, incluso faltando al trabajo. Richard Wiseman, psicólogo de la University of Hertfordshire (Hatfield, Inglaterra), ha descubierto que las personas que se consideran desafortunadas son las más propensas a creer en las supersticiones asociadas a la mala suerte: “Creen  que la suerte es una fuerza mágica que puede arruinar sus vidas."
Pero no todo el mundo le teme al viernes 13. “The Thirteen Club” (“El club del trece”) se reunió por primera vez el 13 de septiembre 1881 (un día miércoles), pero se organizó formalmente el viernes 13 de enero de 1882. Estaba conformado por 13 alegres caballeros decididos a echar por tierra todas las supersticiones. Se reunían el día 13 de cada mes, se sentaban en la mesa 13, rompían espejos, derramaban sal  y llegaban a la cena caminando bajo escaleras cruzadas. “The Thirteen Club” fue fundado por el capitán William Fowler, dueño del restaurante Cottage Knickerbocker situado la Sexta Avenida de Manhattan, en Nueva York. El primer objetivo del club era derribar el temor a la muerte de uno de los comensales poco después de que 13 personas cenaran juntas. Más adelante, se abocaron a refutar la nefasta fama del viernes. Muchos creen que fueron los caballeros del The Thirteen Club" quienes, involuntariamente, mezclaron estas dos supersticiones dando origen al mito maléfico del viernes 13. 
Yo no creo demasiado en la mala suerte. Ante el advenimiento de alguna catástrofe en mi vida, gentes bienintencionadas me han urgido a deshacerme de mis tortugas, mis cactus, mis peces de colores o mis bonsái y siempre me resistí. Pero, por si ustedes son supersticiosos, les acerco tres sencillos conjuros para recuperar la bienaventuranza, en caso de que el viernes 13 los colme de desdichas:

-Para que la suerte no los abandone: Verter una cucharada de azúcar en un frasco de cristal. Añadir un poco de romero y una ramita de canela. Llevar al fuego y utilizar los vapores para purificar los ambientes de la casa. 
-Si la mala suerte ya ha entrado en sus vidas: Encender una vela blanca una noche de luna menguante y repetir la operación cada viernes durante dos meses.
-Para recuperar la suerte en una sola noche: Dormir con las persianas abiertas, dejando que la luz de la luna entre por la ventana. Al lado de la misma, colocar una taza con agua limpia. A la mañana siguiente, usar el agua en la ducha,  echándola por encima de la cabeza. La suerte los acompañará todo el día.
Me despido de ustedes, mis queridos, deseándoles un inocuo viernes 13  y con un pensamiento de Herta Müller, escritora, novelista, poetisa y ensayista rumana galardonada con el Premio Nobel de Literatura en el año 2009: "La superstición es la poesía de las gentes sencillas y posee también algo de fascinante."
Buenos días.

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