MISTERIOSA ARGENTINA IX
"El misterio es el elemento clave en toda obra de arte."
Luis Buñuel.
Buenas tardes, mis queridos. He aquí una nueva entrega de "Misteriosa Argentina". Disfruten.
-La Telesita (Villa Tolojna, Santiago del Estero)
Telésfora
Santillán o Telésfora Castillo -según otras fuentes- era una
"inocente" (una niña de "poca inteligencia") que vivió a
mediados del siglo XIX, en la región del Salado (Departamento Figueroa,
Santiago del Estero). Conocida en toda la provincia como alma milagrosa, se la
llama en algunos lugares, Telesita, Tele o Telésfora.
Una versión cuenta que se
trataba de una jovencita
de poco raciocinio, que mendigaba y murió quemada al tratar de calentarse junto
a un fogón. Otra
versión la presenta como a una muchacha que sólo gustaba de bailar y que,
atraída por los sones de una caja, se acercó danzando a una fogata, de donde
saltó una chispa que prendió en sus vestidos y la carbonizó. En suma, todas las
leyendas coinciden en la circunstancia de la muerte trágica.
La
Telesita es milagrosa porque, entre otros poderes, tiene el de hacer aparecer
lo perdido. Si a alguien se le extravía algo, le ofrece una Telesiada, baile
con caña y música que se inicia con una chacarera. No se puede cambiar de
pareja y se baila hasta caer al piso (por la cantidad de alcohol ingerido o por
el cansancio).
-Andrés Bazán Frías (Cementerio del Norte, San Miguel de Tucumán)
Cuenta
la crónica policial que Andrés Bazán Frías, "el
manco", era un delincuente perseguido por la policía y los soldados del
Escuadrón de Seguridad, y que cayó muerto, acribillado a balazos, en 1923,
cuando intentaba escalar los muros del Cementerio del Oeste en la ciudad de San
Miguel de Tucumán, tras haberse fugado de la cárcel unos meses antes.
Era hijo de don
Félix Bazán, agente de policía jubilado. Hasta los 20 años llevó una vida honrada, trabajando como mozo
de bar. Posteriormente se inclinó por la delincuencia y se transformó en una especie de héroe justiciero que
robaba a los ricos para darles a los pobres, quienes lo ayudaban a huir de la
Policía.
Estuvo
detenido en la cárcel ubicada en la esquina de Avda. Sarmiento y 25 de mayo.
Una noche junto con su compañero Martín Leiva, armados con revólveres se
abrieron paso entre los guardas y así llegaron a la puerta. Bazán logró escapar
matado al subteniente Juan Cuezzo de un balazo, pero Leiva fue atrapado.
Durante casi un año pudo eludir a la policía, pero el 13 de enero de 1923 fue sorprendido en una casucha cerca de la esquina de Mate de Luna y
Alem. Bazán Frías huyó, corrió hasta el paredón del Cementerio del Oeste e
intentó saltar al otro lado, pero le dispararon en el cuello. Según la leyenda,
el alma del policía que había matado se le apareció del lado del cementerio en
el momento que iba a saltar, por lo que la impresión le impidió cruzar la
pared. En sus bolsillos se hallaron un crucifijo, una medalla y un escapulario
(era devoto del Sagrado Corazón de Jesús), varias llaves ganzúas, 50 centavos,
además de la orden de captura. Fue suficiente para crear el mito. “El manco" se convirtió en un
hombre bueno perseguido por la "mala policía" de la época. Nadie
recuerda sus crímenes y hasta su prontuario se quemó.
La tumba de
Bazán Frías es visitada, principalmente, por personas que delinquen o que se acercan al
lugar para cumplir alguna promesa que hicieron en la cárcel.
-Los
fantasmas del Cuartel de Bomberos (San Pedro, Jujuy)
Los
bomberos de la localidad jujeña de San Pedro aseguran que en su Cuartel se
escuchan voces extrañas y ruidos nocturnos. Los objetos cambian de lugar
misteriosamente, y hasta se vieron, alguna vez, imágenes fantasmales. Según
se supo, en una de las noches de guardia, donde permanecían en el lugar sólo
dos efectivos, pudieron escuchar claramente que desde el fondo del cuartel una
voz llamaba a uno de los bomberos con su nombre y apellido. También en
reiteradas oportunidades se encontró ropa diseminada por el piso, que momentos
antes estaba bien acomodada en su lugar.
Hace un
tiempo, según trascendió, los efectivos habrían visto claramente a una persona
que salía desde el montículo de arena que hay en el fondo del cuartel, y que
luego ingresó a una de las habitaciones. "Cuando fuimos a ver no había
absolutamente nadie. Pensábamos que era el empleado municipal que barre las
calles, y que cuando termina deja guardado su carrito en el fondo. Pero todavía
era temprano y él llegó dos horas después. Allá nos dimos cuenta de que algo raro
estaba sucediendo", comentó uno de los testigos de la extraña aparición.
En el año
2008, el capellán de la fuerza, padre Víctor Acchura, llegó para reunirse con
todos los efectivos de la citada dependencia. Tras la reunión mantenida con integrantes del Cuartel de Bomberos, el
padre Víctor dialogó con el diario “El Tribuno”, y expresó que el motivo de su
presencia en el cuartel obedeció, fundamentalmente, a una cuestión de oficio,
"poder prestar siempre una cercanía y un apoyo espiritual como capellán de
la Policía. Fui invitado por el comisario inspector Segovia y hemos convenido
este horario para tener un momento de cercanía con el personal, poder presentar
algunas situaciones de la vida ordinaria humana y como esta vida ordinaria
humana nos ayuda en el plano laboral".
Tras ser consultado sobre las situaciones paranormales que se venían sucediendo en el cuartel, apuntó que "las anormalidades, son una realidad que siempre se presentan, tal vez fruto de una especie de realidad constante, no solamente en el plano individual-grupal como en este caso el Cuerpo de Bomberos, sino en todas las realidades humanas. Vine para tranquilizar al personal, si es que en realidad se dio esa realidad, y también alentar a las cosas buenas", dijo el sacerdote. También refirió que "nosotros sabemos que donde se cierne Dios, Jesucristo, empieza a cobrar una nueva dimensión. Por eso la persona al lado de Dios puede vencer muchos males. Dios no deja lugar para ningún tipo de mal.”
Tras ser consultado sobre las situaciones paranormales que se venían sucediendo en el cuartel, apuntó que "las anormalidades, son una realidad que siempre se presentan, tal vez fruto de una especie de realidad constante, no solamente en el plano individual-grupal como en este caso el Cuerpo de Bomberos, sino en todas las realidades humanas. Vine para tranquilizar al personal, si es que en realidad se dio esa realidad, y también alentar a las cosas buenas", dijo el sacerdote. También refirió que "nosotros sabemos que donde se cierne Dios, Jesucristo, empieza a cobrar una nueva dimensión. Por eso la persona al lado de Dios puede vencer muchos males. Dios no deja lugar para ningún tipo de mal.”
-El Cabralito (Dique Cabra Corral, Salta)
En el año 2011 fue filmado un enorme reptil de unos 15 metros
de largo en el dique Cabra Corral, provincia de Salta.
"No, no he vuelto a ver el Cabralito desde aquella vez,
pero en el dique hay lugares recónditos donde se escuchan y se ven cosas
raras", le dijo a el periódico “El Tribuno”, Sebastián Papetti, un
experimentado pescador y conocedor del dique Cabra Corral, quien recordó lo que
sucedió el 25 de diciembre de 2011 a la tarde, cuando estaba a bordo de su
embarcación: “Yo estaba en mi barquito con una cámara de video digital que
estaba estrenando así que me quedé grabando imágenes de los cerros, del agua,
del paisaje que es hermoso. Ya estaba por disponerme a preparar las cañas para
pescar durante la noche cuando a lo lejos ví que algo se movía de manera
especial en el agua que en ese momento parecía un paño verde de tranquilo que
estaba, de inmediato agarré la cámara de nuevo y comencé a hacer zoom para ver
qué distinguía y allí pude ver una especie de reptil o de lo que haya sido, que
alzó su cabeza ovalada y enorme, de pronto se sumergió y aparecieron otras
partes del cuerpo mientras dejaba una gran estela. Parecía una gran serpiente. Lo
más sorprendente era la velocidad que llevaba, era como si el agua no le
ofreciera resistencia, la cortaba como la quilla de un velero.”
De acuerdo al testimonio de Papetti, que concurre al dique
asiduamente, "los pescadores ven muchas cosas raras, también se escuchan sonidos
muy particulares, lo que pasa es que no se animan a contar, porque muchos dicen
que los pescadores se machan y ven cualquier cosa y no siempre es así.” El
dique es tan grande que hay muchas zonas que están prácticamente inexploradas.
"Cuando yo conté lo que había visto, me dijeron que eran nutrias, pero no
son porque en esa zona no hay. Incluso me dijeron que podían ser sábalos,
porque los hay inmensos también, pero no, eso no parecía un pez. Pienso que no
es improbable que sea una gran serpiente."
"Algunos amigos se enojaron cuando salió en el diario lo
que yo había visto, porque mucha gente tuvo miedo y no quería estar cerca del
agua. Tenían miedo que se apareciera este bicho de nuevo", agregó. Papetti
aclaró que hay zonas en las que se pueden ver unas tortugas de gran tamaño, que
sobreviven porque el lugar donde están es de muy difícil acceso y han logrado
preservarse.
Papetti no es el primer pescador que vio al Cabralito. Ya en
1987, Lucio Temporetti, un comerciante, también fanático de la pesca, vio al
fantástico animal: "Si yo hubiera estado solo, a lo mejor podían decir que
estaba loco, pero éramos seis pescadores los que estábamos en el lugar cuando
de pronto, en dirección al cerro La Cruz vimos una estela como esa que dejan
los botes a remo. Le dije al navegante que tuviera cuidado porque podíamos
chocar con algo. Fue ahí cuando emergió una cabeza del tamaño de un zapallo
color pardo, era una especie de víbora gigante que nos miraba detenidamente.
Tratamos de rodearlo pero finalmente no lo logramos.”
-Gladys
Arias (Barrio O’Connor, San Miguel de Tucumán)
A fines de 1986, Gladys Arias se
dirigió a la casa de su hermana, en el Barrio O'Connor, San Miguel
de Tucumán. Decidió cruzar un descampado, como era su costumbre, para
no verse obligada a rodear el campo. La joven no había escuchado los rumores
acerca de la presencia de asaltantes en la zona ni tampoco imaginaba lo que le
ocurriría allí. Cuatro muchachos a caballo (el menor de 13 años) le salieron al
cruce y, días más tarde, los tucumanos despertaron conmocionados al conocer uno
de los crímenes más horribles que tuvo lugar en la provincia. Atada a un árbol,
la joven de 25 años había permanecido cautiva y soportado salvajes torturas y
vejaciones durante varias jornadas. Tres décadas después, rodeada de barrios y
casas nuevas, aún sobrevive la gruta construida por la gente en honor a Arias. Son
muchos los fieles que llegan atraídos por los rumores de sus milagros.
Un trabajo, un amor prohibido o un examen por
rendir son algunos de los pedidos más frecuentes. Luján Cáceres, profesora
de Letras, estudió el caso para su tesis doctoral y afirma que Gladys no
es cualquier símbolo, sino que se trata de una santa femenina: "Su relación con los hombres y con
las mujeres es muy diferente. Ellas pueden rezar tanto por venganza como por
apetitos sexuales. Ellos, en cambio, le temen.”
Cáceres ha
recogido datos de rumores que circulan acerca de castigos y persecuciones a
algunos hombres, entre ellos los asesinos de Gladys: uno de ellos
murió al poco tiempo del crimen, ahogado con un hueso de pollo en una
comisaría. El chico que tenía 13 años cuando cometió el asesinato se suicidó
años más tarde. Algunos dicen que el alma de Gladys lo
acosaba. Los otros dos no tendrían un destino diferente: uno padece una
enfermedad terminal y el otro es un paria.
Hasta aquí, amables lectores, la novena entrega de "Misteriosa Argentina". Me despido de ustedes con un hermoso poema de Rafael Alberti:
EL ÁNGEL DEL MISTERIO
Hasta aquí, amables lectores, la novena entrega de "Misteriosa Argentina". Me despido de ustedes con un hermoso poema de Rafael Alberti:
EL ÁNGEL DEL MISTERIO
Un sueño sin faroles y una humedad de olvidos,
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.
Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.
Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.
Explicádmelo.
pisados por un nombre y una sombra.
No sé si por un nombre o muchos nombres,
si por una sombra o muchas sombras.
Reveládmelo.
Sé que habitan los pozos frías voces,
que son de un solo cuerpo o muchos cuerpos,
de un alma sola o muchas almas.
No sé.
Decídmelo.
Que un caballo sin nadie va estampando
a su amazona antigua por los muros.
Que en las almenas grita, muerto, alguien
que yo toqué, dormido, en un espejo,
que yo, mudo, le dije...
No sé.
Explicádmelo.
Buenas noches.
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