SUENEN GUITARRAS AL VIENTO: TURISMO MUSICAL INDUSTRIA ARGENTINA XVI
“No creo en la eterna adolescencia. Ni en la vida ni en la música. El que se escuda ahí es porque se resiste a crecer.”
Juan Carlos Baglietto
Muy buenas tardes, gente bella. Les traigo hoy la decimosexta parte de la saga "Suenen guitarras al viento".
-PLAZA GUSTAVO CERATI (Luján de Cuyo, Mendoza)
El Carrizal es una localidad ubicada en el Departamento Luján de Cuyo, provincia de Mendoza. Se encuentra en el
cruce de las rutas provinciales 16 y 61, junto al Dique de El Carrizal y atravesada por
el arroyo El Carrizal. Las
costas del Dique sobre el departamento Rivadavia también se conocen con el
nombre de El Carrizal.
En el complejo “Adorable Puente” se inauguró en mayo
de 2013 la “Plaza Gustavo Cerati”.
-SALSIPUEDES (Departamento de Colón, Córdoba)
Salsipuedes es
una ciudad en las Sierras de Córdoba. Se encuentra en el Departamento
Colón a 40 km de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia
homónima. Forma parte del aglomerado urbano del Gran Córdoba.
Hay más de
una teoría sobre el origen de este nombre tan divertido: se han tejido
múltiples conjeturas y leyendas. Sin embargo, si se toma como referencia
antiguos expedientes del archivo histórico de Córdoba, se puede asumir que el nombre del pueblo se debe a una ocurrencia
de su primer propietario, el capitán Juan de Burgos, integrante
del grupo colonizador que encabezó el fundador de Córdoba, Jerónimo
Luis de Cabrera. Burgos recibió esas tierras y sus descendientes construyeron
una estancia. Algunos escritos afirman que Burgos exclamó
sobre las tierras que había recibido: “Sal si puedes de este lugar
tan hermoso”. Nadie puede asegurar eso, pero la estancia
tomó un nombre que 400 años después sigue identificando al pueblo.
Entre las
leyendas que dibujaron otros orígenes, una cuenta que un aborigen comechingón secuestró a una mujer
ajena, y en una lucha entre ambos el derrotado cayó a aguas
del río, mientras el victorioso gritaba: “Sal si puedes”.
En su
álbum “Gabinete de curiosidades” (2004), Hilda
Lizarazu publicó la canción “Uriel, de San Telmo a Salsipuedes”, que cuenta la historia
de un muchacho de la ciudad que se fue a vivir al pueblo y allí se quedó: “y la distancia no le
afecta en nada / con el paisaje en los ojos no se puede aburrir / su
oficina ahora es una cabaña / su medicina una siesta junto a Lola y el
bebé”. La canción también nombra otros pueblos cordobeses: Sinsacate, de
donde es oriunda Lola, la mujer de la que se enamora, y Salsacate el
lugar de donde provienen unas hierbas que compra. También hace referencia al
río Guanusacate.
-MURAL HOMENAJE A VIRUS (Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
Virus,
la legendaria banda oriunda de la ciudad de La Plata, fue homenajeada por el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el viernes 8 de agosto de 2014. En la
esquina de Fitz Roy y Paraguay, en el barrio de Palermo, se descubrió un mural
que recrea la tapa del disco “Locura” (1985), uno de los más exitosos de la
banda.
El
homenaje formó parte del programa “Amor X Buenos Aires”. "Es una caricia
para el alma porque tuvimos una carrera muy costosa, con comienzos muy
difíciles. Hoy sentir esta vuelta me hace ver que todo valió la pena",
dijo Marcelo Moura, integrante de Virus, frente a las cámaras. Horacio
Rodríguez Larreta, Jefe de Gabinete del Gobierno de la Cudad, estuvo presente
en el evento. "Virus es un símbolo de mi juventud y de la juventud de
muchos", aseguró el funcionario.
-PASEO 20 DE FEBRERO (San
Carlos de Bariloche, Río Negro)
En febrero de 2018, la primera
cuadra de la calle 20 de Febrero, a metros del "Club Andino Bariloche", en la
ciudad homónima, estrenó un paseo con diez imágenes que, bajo la técnica del
mosaiquismo, homenajean a grandes músicos. Los rostros de Luis Alberto
Spinetta, María Elena Walsh, Carlos Gardel, Ástor Piazzolla, Gustavo Ceratti,
Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Facundo Cabral, Tita Merello y Luca Prodan
le dan hoy un valor cultural especial a la cuadra, a sólo 200 metros del Centro
Cívico.
“Muchos
quedaron afuera, como Pappo, Cafrune, Goyeneche o Gilda. El proyecto ahora es
hacer a Chingolo Casalla y a Gabino Tapia”, apuntó Horacio Ferrari, el artista
plástico de 39 años que reside en Bariloche desde hace poco más de una década y
que trabajó más de dos años para dar vida a este proyecto.
Este paseo fue ideado por el
dueño de un bar ubicado en la calle 20 de Febrero, frente al "Club Andino
Bariloche", que tomó la decisión de financiar cada uno de los baldosones, que
fueron realizados con material reciclado: mosaicos de descarte, vidrio, retazos
de metales, engranajes de motor y hasta latas de pintura.
-ESTADIO
EDUARDO GALLARDÓN (Lomas de Zamora, Buenos Aires)
El "Estadio Eduardo Gallardón" es un
estadio de fútbol en el cual el Club Atlético Los Andes hace
de local en el torneo Primera B Nacional. Fue inaugurado el 28 de septiembre de 1940. Con
una capacidad para 36.542 espectadores, es el de mayor capacidad del
partido de Lomas de Zamora. Se encuentra en Av.
Sta. Fe 287.
El 20 de
diciembre de 1987 se celebró en el "Estadio Gallardón" el
que sería el último concierto de Luca Prodan. Al evento, en
el que también tocaron Los Violadores, sólo concurrieron un
poco más de 500 personas.
Ricardo
Mollo recordó más tarde que esa noche, ante poco más de 500
personas, momentos antes de ejecutar una poderosa versión de "Fuck
You", Luca dijo: "Ahí va la última". Así
fue. Dos días después, el 22 de diciembre lo encontraron muerto en su
casa, ubicada en la calle Alsina 451, a causa de un paro
cardíaco. Tenía 34 años y una cirrosis irreversible, causada por
su alcoholismo.
-HAEDO
(Morón, Buenos Aires)
Haedo es una localidad y estación ferroviaria ubicada en
el partido de Morón, provincia de Buenos Aires en Argentina.
Esta localidad lleva su nombre en honor a Mariano Francisco Haedo.
Matías de
Brasi, coordinó la realización de un mega mural en el túnel
de Haedo, inspirado en la canción "El anillo del
Capitán Beto", de Invisible, donde se habla de una
nave de fibra hecha en Haedo, y conecta a Luis Alberto
Spinetta con el barrio del conurbano bonaerense. La obra se
realizó en el marco del programa “Color Barrial”, ideado por
la Dirección de Arte y Cultura de Morón a través de la “Escuela
de Artes Visuales Villa Mecenas”, que se basa en el vínculo de músicos
con los barrios moronenses: algunos se han criado ahí, y otros encontraron
inspiración en las calles locales.
La letra
de “El anillo del Capitán Beto” cuenta en tercera persona la
historia de un colectivero de Buenos Aires que se ha
hecho astronauta y lleva ya quince años atravesando el cosmos (al que
define también como "Galaxia del Hombre"), con una precaria
nave "hecha en Haedo", enfrentando los peligros
con los poderes de un extraño anillo. Cuenta también que en la cabina de la
nave, el capitán lleva símbolos referidos a sus afectos (una foto de Carlitos,
un banderín de River Plate y la estampita de un santo), así
como unos malvones que riega cotidianamente. Todos elementos muy
porteños. Pero la nave no tiene brújula ni radio, de modo que no puede volver a
la Tierra. Luego, es el propio Capitán Beto el
que aparece hablando en primera persona, y expresa sus dudas y habla de la
tristeza, la nostalgia y la soledad que lo embargan. Contra esto ya el anillo
no puede protegerlo.
La canción
finaliza con el Capitán Beto siendo hallado muchos años
después. Al hallarlo ven que el anillo "llevaba inscripto un signo
del alma".
Con
respecto a la canción, Luis Alberto Spinetta declaró: “Yo
estoy usando el viaje de un astronauta argentino, del barrio de Haedo, para
hablar de otra cosas: de que si pudiéramos volar tan alto que ya no quedara
nada del mundo que nos llevó a volar, entonces el viaje ya no interesaría.
Beto, por más que tenga en su cabina todos los poderes, no puede luchar contra
la soledad de saberse ya sin regreso al mundo. El tipo añora la basura, las
estampitas, el café, las cosas más vulgares, porque las requiere para
identificarse.”
-HOMENAJE A ALEJANDRO SOKOL (Hurlingham, Buenos Aires)
Fermín, uno de los hijos de “El Bocha”, destacó: “No pensé que iba a venir tanta gente, estoy realmente feliz. Mi viejo fue un hombre que no dejó que la fama se le suba a la cabeza, que a pesar de ser famoso, de rodearse con leyendas del rock, de haber estado con toda esa movida él jamás dejo de ser un tipo de barrio, que cualquiera se podía cruzar con él y terminaba tomando una cerveza, y eso es, justamente, lo que quiero recordar de él”.
Gustavo
Cerati descansa en el “Cementerio de la Chacarita”, ubicado en Av Guzmán 680, en el barrio homónimo de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Los restos del músico "se encuentran en el “Panteón de
la Merced”, un sector
privado, administrado por "Cáritas, y cuyos ingresos son destinados a dicha
institución. Al ingresar al edificio de tres plantas se escucha música
funcional y se percibe mucho verde. Hay cuadros adornando las paredes y el
lugar cuenta con una capilla propia, ascensores, baños, sillones y una atención
personalizada permanente en cada galería
Juan José Cerati, el padre de Gustavo,
ingresó en los primeros nichos, cuando se inauguró el panteón, y poco después de
la muerte del músico fue trasladado a un nicho contiguo al de su hijo. Gustavo
descansa en el nicho Nº 2912 del 1º piso.
Hasta el “Cementerio de la Chacarita” se
acercan fanáticos de todas partes de Latinoamérica, en especial de Chile,
México y Venezuela. El tiempo de permanencia frente al nicho no puede
extenderse más de 5 minutos. Y, lógicamente, no está permitido escribir en la
lápida, cantar, escuchar música ni tocar la guitarra. Sólo es posible llevar
flores. Todos los demás regalos que la gente deposita en el nicho son retirados
y entregados a la familia.
Jorge,
quien se llama a sí mismo como “El Ángel de Cerati”, ya que está
a cargo de cuidar el piso donde yacen sus restos, comenta que, desde el
fallecimiento de miles de sus fans han visitado su última morada, pero que hay una mujer que lo visita todos los
viernes: “Viene todos los viernes, de unos 35 años y
trae flores (…) Se cree la viuda, tiene que estar sola. Si vas vos y te mira no
va a ir. Una vez se quedó mirando como una hora porque venía gente y venía
gente y no podía quedar nunca sola. También le pone flores al padre, claro,
¡porque es el suegro!”
-CINE TEATRO FÉNIX (Floresta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
El "Cine Teatro Fénix", ubicado
en Av. Rivadavia 7806, en el barrio de Floresta, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, funcionó durante más de 60 años.
Se
inauguró el jueves 12 de mayo de 1927, con un espectáculo a cargo de Florencio
Parravicini, el famoso compositor y bandoneonista Osvaldo Fresedo, la cantante
Maruja Gonzalez y la
Banda Municipal. Cerró sus puertas 20 de diciembre 1989 con el film
“Ciegos, Sordos y Locos”("See
No Evil, Hear No Evil", Arthur Hiller). A partir de entonces ofreció su sala como local bailable o
escenario para distintos y destacados recitales de rock. Hoy se lo conoce como
"El Teatro".
El 21 de mayo de 1988, en el "Cine Teatro Fénix",
de Flores, Virus ofreció su último concierto con Federico: "La grieta
sudaca y el toque latino permitieron que Federico Moura haga libre uso de sus
cualidades vocales, utilizando -además- pasos de baile dignos del mismísimo
Antonio Gades, precisos y notables", dice la reseña publicada en Pelo en junio
de 1988. Nueve meses antes había visto la luz "Superficies de
placer", el disco que se convirtió en el "legado de belleza, lucha y
redención de Federico", tal como lo definió Oscar Jalil en la revista
"Rolling Stone": "Federico sabía que se iba a morir
pronto y batalló hasta el final con las mismas herramientas que alimentaron su
vida artística. Su mejor muestra permanece en las once canciones de 'Superficies
de placer'. No hay que confundir el sexto álbum de Virus con un testamento:
es claramente un legado para las generaciones venideras, un disco adelantado de
una banda incomprendida y maltratada por sus modos de seducción. Revela un
refinamiento entre lo electrónico y lo analógico, describe la tragedia y el fin
de una época con sabiduría y romanticismo. En sus letras es posible rastrear
décadas de intolerancia y, al mismo tiempo, aún funciona como un hermoso
símbolo de combate y redención".
En su libro "Virus" (2014), Marcelo Moura recuerda la última etapa de la vida de Federico: "La grabación de 'Superficies de placer' en Río de Janeiro, en 1987, no sólo le dio forma a lo que vendría, sino que fue la etapa donde la debacle de la enfermedad de Fede y la obra tomaron sus propias decisiones y se conjugaron favorablemente, superando la tristeza reinante y dando a luz a uno de los mejores trabajos en equipo que generó la banda. No era una casualidad estar en Río. El lugar ofrecía todo aquello que la popularidad de la banda ya había dejado de garantizarnos: paz y silencio, entre otras cosas. Necesitábamos un espacio para la creatividad. Había un creciente y molesto monitoreo circundante, del cual no renegábamos, pero que no era útil ni propicio a la hora de generar nuevas ideas. Entonces, sin dudarlo, optamos por playas, clima, onda, paisajes... y ¡caipiriña! Empezamos la grabación. Se alquilaron dos grandes departamentos y planificamos pasar dos meses combinando por las mañanas fulbito y baños en el mar, y por las tardes sesiones (de entre ocho y diez horas), en los estudios 'O Globo'. Estudio en ese entonces de un nivel increíble en todos los sentidos, al punto que, en el mismo lugar, grababan simultáneamente Roberto Carlos y Xuxa... Sin dudas, por aquel entonces convivíamos en el mismo frente de acción con un mercado latino para todos los gustos. Al finalizar cada jornada de grabación volvíamos en los autos que habíamos alquilado, bordeando el mar y dejando que por las ventanillas entrara la brisa cálida y salada que nos liberaba de tantas horas de encierro para juntarnos a cenar en alguno de los dos departamentos, conversar sobre el trabajo del día y diagramar lo próximo.
Todo aquello, que empezó de esta forma tan armónica y maravillosa, pronto tomaría un giro dramáticamente inesperado. Mientras empezábamos a grabar las primeras bases del disco, Federico se engripó. Comenzó con un poco de fiebre y decidió faltar a las primeras sesiones con el objetivo de recuperarse. Esta decisión no revestía inconveniente alguno, porque las primeras sesiones son generalmente tediosas. No tenía sentido que estuviéramos todos presentes, así que no nos afectó la ausencia de Federico. Progresivamente, las cosas comenzaron a complicarse de un modo vertiginoso. Federico no mostraba signos de mejoría y se instaló en nosotros una preocupación que iba en aumento. Las medicaciones convencionales para una gripe no estaban dando resultado y a él se lo notaba preocupado más de la cuenta. Entonces decidimos consultar a un médico infectólogo por sugerencia de Zoca, una amiga brasileña que en ese entonces era la mujer de Charly García. Inmediatamente le indicaron hacer estudios más concretos, entre los que se encontraba el análisis de HIV. A los tres días estaría listo el resultado. Federico me pidió que fuera yo a retirar su análisis, cosa que acepté sin dudar. Fui a la clínica sin ningún temor, retiré sus estudios y me senté en la vereda, en una calle de Leblon, donde abrí el sobre. La sangre se me congeló al ver el resultado positivo, porque era nada más y nada menos que una sentencia de muerte inapelable. En el año 1987 estar infectado con el virus del sida tenía un solo final. Cuando le mostré a Fede el resultado, no se alteró. Como me lo había imaginado, reaccionó con tranquilidad. Después supe que lo intuía, ya que tenía síntomas visibles en su cuerpo, que eran típicos de la enfermedad y que los había mantenido ocultos a nuestra mirada.
Es imposible traducir en palabras lo que produjo la noticia en nosotros, sobre todo si tenemos en cuenta que en ese entonces nada se sabía de la enfermedad y uno de los enigmas tenía que ver con el contagio. No sabíamos si su tos o algún tipo de contacto tan simple como darnos la mano podía ponernos en riesgo. La actitud de cada uno fue distinta y cada quien lo asimiló como pudo. Hubo una enorme pena por la situación que atravesaba Fede, pero al mismo tiempo un lógico terror en cada uno de nosotros de contagiarnos o de ya estar contagiados. Las jornadas de fulbito en la playa pasaron a ser charlas llenas de desconcierto. No faltó quien decidiera tomarse un vuelo a Buenos Aires, convencido de estar infectado de sida. Fueron muchos los miedos y dudas, cada cual reaccionaba distinto. Yo tomé una decisión que podía parecer valiente, pero que en el fondo era egoísta: decidí irme a vivir con Fede, asumiendo el riesgo de contagiarme. Y digo que fue egoísta, porque atenderlo permanentemente era lo que me mantenía alejado del dolor irremediable de lo que nos tocaba vivir, no sólo como familia, como hermanos, sino también como compañeros de banda.
Era tal el desconocimiento de la enfermedad que un día fuimos a un 'especialista' y al llegar el doctor me dio la mano a mí y a él no. Recuerdo que le dije: 'Doctor, entiendo que usted no sepa cómo se transmite la enfermedad, pero me parece que si no le da la mano a él por precaución, lo mejor es que tampoco me la dé a mí'. Todos éramos ignorantes ante la aparición de un virus que vino intempestivamente a arrasar con gran parte de la humanidad.
Llamamos a mis padres, les contamos 'las malas nuevas', y a los dos días estaban instalados en Río, con más interrogantes que certezas. El disco siguió su curso, y las grabaciones tomaron una intensidad emocional tremenda. Nunca me voy a olvidar de lo que era hablar con Federico en esa instancia absolutamente límite. Un hombre sumamente inteligente, que sabía que su único e inmediato destino era la muerte. No había ni un segundo para la boludez y cada cosa que decía era de una intensidad y una profundidad increíbles. En medio de ese contexto comenzó a escribir muchas de las letras que nos faltaban y que en la actualidad son parte del testimonio de quien espera su final, digna y estoicamente: 'Voy a recorrer un mundo incierto, recostado en mis sueños, con el alma descubierta, explorar rumbos secretos y así tengo una ilusión. Era tremendo verlo a través de un vidrio, cantando esas frases, porque mantenía intacta su esencia. Quería seguir en conexión con la música. Su deseo de plasmar tantas ideas iba más allá del momento fatal que le tocaba atravesar.
Yo intentaba a cada minuto levantarle el ánimo, le decía: Vamos a la playa a tomar sol que te va a hacer bien'. Error que decantaba en una erupción en la piel que lo volvía loco de escozor, y así era como sucedía todo por aquellos días tan confusos. Un año y pico duró su enfermedad puesta de manifiesto. Entrar en detalles sobre cómo fueron sus últimos días me parece innecesario.
Federico planificó sin descanso y minuciosamente hasta que su cuerpo físico le dio permiso y quiso dejarles un mensaje a sus seguidores. No burdo sino delicadamente sutil, como era él. 'Encuentro en el río musical' fue la canción que junto a Eduardo Costa compusieron a modo de mensaje perdurable para sus fans y forma parte del disco grabado en Río.
'Superficies de placer' sin dudas contiene el punto más alto, poética y musicalmente, que alcanzó Virus. No fue un disco exitoso comercialmente hablando, y eso quizá le dio un valor agregado, ya que tuvo para nosotros otros significados más profundos e íntimos que nada tenían que ver con llegar a ser un boom de ventas o hacernos más famosos. Este fue el último trabajo que nos dio la dicha de compartir con Fede, la dimensión infinita de su don y el amor incondicional por lo que juntos habíamos logrado conformar como equipo. Resume el conjunto de ideas, melodías, letras, estética y, por sobre todas las cosas, ACTITUD, que habíamos logrado constituir. Un sueño llamado VIRUS, palabra que paradójicamente nos hizo conocer el cielo y el infierno."
-SAN
TELMO (Ciudad Autónoma de Buenos Aires)
San Telmo es uno de los barrios más antiguos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Limita con los barrios de Monserrat al norte, Puerto Madero al este, Boca al sureste, Barracas al suroeste y Constitución al oeste. Se caracteriza por sus caserones coloniales y sus calles, muchas de las cuales aún están empedradas con adoquines. Entre las atracciones que se pueden visitar en este barrio, se encuentran algunas iglesias antiguas (como la de San Pedro Telmo), museos, tiendas de antigüedades y de diseño y una feria de antigüedades y artesanías, la "Feria de San Telmo" que toma lugar en la plaza principal, "Plaza Dorrego" y en la calle Defensa cada domingo. Además de los puestos de artesanías, hay también artistas callejeros, músicos, bailarines, titiriteros, magos y estatuas vivientes.
En el
álbum "El león" (1992), Los Fabulosos
Cadillacs presentaron a "Manuel Santillán, el león",
un revolucionado asesinado por la policía: "Los oficiales que vieron
morir a Santillán / abandonaron la institución. /
Nunca más se supo de ellos, /
del caso no se habló más. / Sin embargo
por el viejo San Telmo / en un sucio bodegón / dicen que
un borracho murmuró llorando /
las palabras que eran del León: / Van al mar, / van al
mar, / llanto, dolor, sufrimiento / de un pueblo se ahogan en el mar".
En "Genius", del
disco "Azul" (1998), Los Piojos dicen: "No
puedo invocar a mi genio / nena es tu amor un infierno / desde Holanda vino el
bohemio / y te cruzo en San Telmo / allá".
En "Tratando
de olvidar", del disco "Rocanroles sin destino" (2004), Callejeros canta: "Estoy
tan lejos / tratando de olvidar / que nos conocimos en San Telmo".
En "Uriel,
de San Telmo a Salsipuedes", del disco "Gabinete
de curiosidades" (2004), Hilda Lizarazu cuenta
la historia de Uriel, quien deja San Telmo por
el pueblo de Salsipuedes.
Los Pérez
García en su disco "Asuntos de familia" (2009),
publicó la canción "Magdalena": "Acudimos por San Telmo
a la Catedral / no buscamos nada nuevo, y fuimos por más".
En "Familia Canción" (2011), Moris y Antonio
Birabent cantan "Demorado en San Telmo": "Me
demoro en San Telmo, me reencuentro, soy callejero".
"La
Perra que los Parió", en su álbum homónimo de 2013,
publicó la canción "Candombre de la tarde": "Por San
Telmo voy recordándote".
Hasta aquí, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con una confesión de Juan Carlos Baglietto: “...de ellos -de los chicos- obtuve la desinhibición en el escenario, porque así es como son, si les gusta, te matan a besos, si no les caés bien te escupen un ojo con la misma naturalidad...”
Buenos días.
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