martes, 15 de diciembre de 2009

EVERYBODY LOVES SIMON


 EVERYBODY LOVES SIMON 

“¡No se puede ser tan lindo!” 
Yo  

Se supone que después de lo 40 una no se enamora. “Platónicamente”, digo. En realidad, se supone que una no se enamora “platónicamente” después de los 25. Tener más de 25 y una foto de Leonardo Di Caprio en la mesa de luz tiene dos lecturas: o estás arruinada o sos una pavota. Aunque una foto en la mesa de luz es más fácil de camuflar que un poster en la pared, en el caso de recibir la hipotética –y añorada- visita de un ente masculino en nuestra alcoba.
Yo me inclino a pensar que soy una pavota. Porque estoy “platónicamente” enamorada de Simon Baker como una adolescente. A mi favor tengo para decir que este amor es “platónico” por pura y exclusiva decisión de él. Yo estaría más que dispuesta a  entregarme a la carnalidad más desenfrenada. Pero, en fin, hay motivos para que eso jamás suceda, y sospecho que los geográficos son los menos importantes.
Esto de enamorarme de la gente que aparece en la TV me pasa desde que era muy pequeña. Deduzco, entonces, que mi tontería viene de lejos. Aunque una niñita de 6 años prendada de Michael Landon en “Bonanza” es una ternurita, y una gansa de 42  baboseándose con “El Mentalista” es una ridiculez hecha y derecha.
Cuando me enamoro me pongo obsesiva. Así que la gente que me rodea ya está un poco harta del objeto de mi deseo.
Mi hijo me observa con conmiseración cuando estoy en Internet buscando fotos de Simon, que acumulo en mi PC, sin atreverme a imaginar para qué perverso fin.
-¿Ése es el tipo al que le tenés ganas?
-Eh… Sí. No ¡¡¡¡¡¡Nada!!!!!!
-¿Qué nada?
-Nada, dejate de joder.
Mi consorte, después de hacer un infructuoso piquete frente al televisor reclamando que el fondo de escritorio de la compu fuera una foto de él y no una de ese “australiano cipayo y no sé qué más”, se dio por vencido, y la única veta de rebeldía que aún exhibe es mascullar cada vez que enciendo la PC:
-Decile que las cuentas te las pague él. (Mi marido debería agradecer que no tenga una foto de Simon en la mesa de luz, porque aún queda en mi humanidad algún rastro de decoro y debería agradecer, además, que la calentura no me la haya agarrado con el sodero o con el carnicero de la esquina).
A veces me pregunto por qué soy tan hueca. Y no encuentro ninguna respuesta que me satisfaga. Pero sé, en el fondo, cómo saciar este fatal interrogante: soy hueca porque mi santa madre me parió para ser sólo una cara bonita y esa oquedad pasmosa que ostento  hace que, desde la más tierna edad, mi cabecita haya sido ocupada por pájaros de toda laya. Pájaros que, cómodamente instalados en mi cavidad craneana, se niegan a emprender el vuelo buscando nidos más lozanos. Debe ser por eso que muchísimas veces me porto como si tuviera 15 años. Y me siento, nomás, como si tuviera 15.
También me pregunto si, durante todos mis infructuosos años de vida, no acumulé suficientes amores “platónicos” como para seguir jorobando con este lastimoso asunto a la edad en la que otras son abuelas. Ya dije que, a los 6 años, mi sueño más caro era ir a vivir a “La Ponderosa”. A los 11, obnubilada por la belleza adolescente de David Cassidy, empecé a garrapatear mis primeros poemas. Creo recordar que, a los 13, tenía en la pared de mi dormitorio un poster de Erick Estrada en su rol de Poncharelo. Aunque, en ese momento, en la carrera hacia mi estúpido corazoncito, el morochazo estaba cabeza a cabeza con B. J., el camionero que siempre andaba  dando vueltas con un monito. O sea que, ya desde pequeña, no le hacía asco a nada: cowboys, cantantes, policías motorizados, camioneros… Y eso sin contar a Meteoro, porque haber estado enamorada de un dibujo animado ya roza la locura lisa y llana.
Era más grandecita cuando me encapriché con Carlos Mata. Esto lo confieso para desestimar a todas esas lenguas viperinas que me llaman “anglófila” y me acusan de vivir en una nube de “Flower By Kenzo”: en un momento de mi existencia también yo bregué por la unidad latinoamericana.
Con los años amplié mi panorama amoroso y pasé a pretender a algunas figuras cinematográficas. De chica no podría haberlo hecho, porque mi progenitora, haciendo gala de ese amor maternal que a veces degenera en odio, nos empachaba con engendros lamentables como “Los  superagentes no se rompen”, “Dos locos en el aire”, etc. (de sólo pensar en el “etc.”  se me ponen los pelos de punta).
El primero es atraer mis atenciones fue Mickey Rourke. Quien me conoce bien sabe que amé locamente a Mickey Rourke y que, aún hoy, lloro sobre sus despojos. Coqueteé luego con los clásicos: Brad Pitt (con el que rompí toda relación cuando dejó a Jennifer Aniston por Angelina), Di Caprio, Ewan McGregor y, por supuesto, Johnny Depp, que, hoy por hoy, todavía me pone la piel de pollo. Haciendo gala de mi espíritu transgresor, hasta me permití un flirteo con Jack Black. Pero lo de Simon es otra cosa.
El giro hacia los bellos hollywoodenses no atemperó mi pasión por los chicos bonitos de la TV. Era una pavota con 20 años largos cuando lo primero que le preguntaba a cada niña, mujer o anciana que se cruzaba en mi camino era: “¿A vos quién te gusta, Brandon o Dylan?” La verdad, a mí me gustaban los dos. Me perdí un capítulo crucial de “Beverly Hills 90210” cuando parí a mi hijo y a cada sujeto que se acercaba a conocer al crío le preguntaba ansiosa: “¿Y? ¿Se mató Dylan cuando se cayó con el auto por el barranco? ¡No me mientas! ¡Hace dos horas que salí de la sala de partos pero estoy en condiciones de soportar el golpe!”.
Los chicos de “Friends” me gustaron, cómo no, pero como no se me paraba el corazón cada vez que veía a David Schwimmer o a Matt Le Blanc creí, ilusa de mí, que el tiempo de los amores frenéticos había pasado. Que había sentado cabeza. Que alguno de los pájaros atrincherados debajo de mi ondeada melena había decidido migrar hacia huecos más prometedores. Que mis neuronas habían salido del estado comatoso en el que habían estado inmersas durante años.
Pero no. Tuvo que aparecer el  bello australiano para que arrojara mi pundonor por la borda. Los lunes a las 22 hs. me siento frente a la TV  a tejer un pullover con mi propia baba, mientas balbuceo vergonzosamente: “¡Papito, mentalizame toda!”. A veces me doy asco a mí misma.
Que a nadie se le ocurra coparme la TV en ese glorioso momento. La puede pasar muy, pero muy mal. A mi marido ya le avisé:
-Tratá de que Boca no juegue los lunes a la noche porque está “El Mentalista”.
-Quedate tranquila que ya hablé con la AFA.
Fácilmente podría culpar a mis genes de esta calamitosa tara. Mamá tuvo amores con James Dean y el tío todavía conserva alguna foto de Marilyn. Pero no voy a caer tan bajo. Hasta donde sé, el tío está retirado, pero mamá sigue teniendo buen ojo: fue ella la que me marcó a Simon.
Aún no me atreví a dialogar con mi psiquiatra acerca del tema aquí expuesto... Qué se yo, parece que el chaleco de fuerza este verano no se usa. Y una quiere estar a la moda.
Sé que cualquier fémina sin mi marcada tendencia a la cháchara escrita resumiría este engorroso texto diciendo, simplemente, “Me encanta Simon Barker”. Sé también que  esto que escribí es una reverenda pavada. Me dirán ustedes que siempre escribo pavadas. Se los concedo. Pero esta es la pavada  más pava que escribí en mi toda vida.
Porque sólo es una excusa burda excusa para regodearme con las fotos.

¡Es lindo el guacho! 










jueves, 10 de diciembre de 2009

AVENTURAS Y DESVENTURAS DE DIVÁN

AVENTURAS Y DESVENTURAS DE DIVÁN

"No, nuestra ciencia no es una ilusión. Pero sí sería una ilusión suponer que lo que la ciencia no puede darnos lo podemos encontrar en otro lugar."
 Sigmund Freud

Hay un momento fundamental, un momento que significa una bisagra en la vida de cualquier persona: cuando decide, por fin, hacer terapia. A partir de ahí, uno va a ser un neurótico, un fóbico, un depresivo, un esquizofrénico, pero nunca más un loco de mierda.
A mí me llegó el momento crucial cuando era muy jovencita. Lo mío ya era insostenible: mi proverbial ciclotimia estaba haciendo mella en mis relaciones interpersonales.
Como en ese momento –y para variar- yo no tenía una moneda, tuve que buscar una institución subvencionada por el Estado, lo que reducía notablemente el costo de las sesiones. Me encaminé decidida –bah, más o menos decidida- a la “Entrevista de Admisión” (esa que determina si uno está lo suficientemente desequilibrado como para que el Estado invierta un peso en su salud) y ahí empezaron mis aventuras y desventuras de diván.

ENTREVISTA DE ADMISIÓN: ¿USTED ESTÁ LO SUFICIENTEMENTE LOCO?

La “Entrevista de Admisión” fue amena, aunque un poco extensa. Después de las preguntas de rigor, la profesional a cargo me acercó papel y lápiz y me dijo: “Ahora dibuje una casa, una figura femenina y una figura masculina”. “A mi juego me llamaron”, pensé yo, que siempre me di bastante maña para el dibujo.
Dibujé con esmero lo que se me pedía, sin reparar en que la casita era “así y así, con una ventanita que es así, así y así, y por la chimenea sale el humo así y así”, como si yo estuviera todavía en Sala de 4. Y que tanto la casita como el arbolito infaltable que la acompañaba, flotaban cual globos rellenos con gas helio.
Con las figuras no me fue mejor: la femenina era la Sirenita el día de su boda (aunque me olvidé algunos detalles del vestido) y la masculina el príncipe Eric, obviamente.
Después de los dibujos vino el famoso Test de Rorschach Y no, yo no vi ni mariposas ni polillas; ni siquiera el logo de Batman. Para mí eran todos enanitos, hadas, orcos y elfos.
Diagnóstico: Personalidad rayana en lo psicótico (dicho en castizo, vivo en los cerros de Úbeda).
De más está decir que me admitieron como paciente, y me derivaron a la primera terapeuta que tuvo el gusto de entrar en contacto con esta almita atormentada.

LA CATÓLICA RECALCITRANTE: ¿Y SI MEJOR ME VOY A CONFESAR?

La terapeuta –ni siquiera me acuerdo como se llamaba- era una flaca entecada, como diría mi mamá, con lentes y cara de poco orgasmo. Y sí, era católica, apostólica y romana, todo junto. Después de las preguntas de rigor –las mismas que me hizo la otra- me hizo recostar en el diván y me pidió que cerrara los ojos y me relajara. Yo no me relajo, nunca me relajo, pero ese día, además, me sentía como una nutria en una peletería.
“Imagine ahora que baja una escalera y dígame que encuentra cuando llega a destino”. Yo, que, como dije, de relajada nada, empecé a describir la cueva de “Alí Baba y los 40 ladrones”. ¡Qué de tesoros que encierra mi inconsciente! Y cómo no, si estos tipos se pasaron la vida afanando.
Después de unas cuantas sesiones, me atreví a desembuchar lo que me estaba abrumando:
-Estoy angustiada porque yo… esteeee… estoy saliendo con un hombre casado.
-¡Un hombre casado! ¡Ah, no, m’hijita! Va y deja inmediatamente a ese señor y le dice que vuelva a retozar alegremente con su legítima esposa. Y me reza 10 Padrenuestros y 20 Ave Marías.
-¡Pero yo estoy enamorada! (este latiguillo me sirvió para justificar el 90% de las estupideces que hice en mi vida).
-Va y hace lo que le digo.
Después de semejante consejo –u orden, según cómo se mire- me di de alta sola.
Ma sí, mejor me voy a la Iglesia y me confieso con el Padre Osvaldo, que también me caga a pedos pero, por lo menos, no me cobra.

EL FLACO DE ACÁ A LA VUELTA: ¿Y SI NOS TOMAMOS UN CAFÉ?

El segundo terapeuta que me tocó en suerte (bah, a éste lo elegí yo) fue un flaco que vive a la vuelta de mi casa. A esta altura, yo ya estaba viviendo en pareja y se me había dado por comer como si hubiera pasado unas vacaciones forzosas en Somalía.
-El problema es que no tengo sexo.
-¿Y por qué no tenés sexo?
-¡Porque estoy gorda y aletargada!
-¿Y por qué estás gorda y aletargada?
-¡Porque no tengo sexo!
En síntesis, me pasé meses tomando café con el psicólogo y tratando de dilucidar que era primero, si el huevo o la gallina. ¿No tengo sexo porque estoy gorda y aletargada o estoy gorda y aletargada porque no tengo sexo?
Cuando me cansé de dar vueltas en el mismo lugar, como un perro bobo que se persigue la cola, me di de alta sola. Esta vez fui considerada con el psicólogo y le avisé –por teléfono, que lo mío no es andar dando la cara- que no iba más.

2º ENTREVISTA DE ADMISIÓN: SI QUERÉS LLORAR, LLORÁ

Como es de imaginar, mi salud no mejoró, sino que fue empeorando día a día. Así que llamé a mi Obra Social para concertar una cita con un nuevo terapeuta. Eso sí, antes de que me derivaran a uno, tuve que pasar por una segunda “Entrevista de admisión”. Esta vez no hubo dibujos ni Test de Rorschach, pero sí lágrimas de todo tipo y calibre. Me la pasé llorando a moco tendido.
-Me quiero morir. Estoy obsesionada con alguien que me escribe mails kilométricos y  no conozco personalmente.
-¿Qué entendés por obsesionada?
-Me levanto a las 7 de la mañana, prendo la computadora, apoyo el culo en la silla y no lo muevo hasta que llega la hora de dormir (y me voy a dormir obligada, porque en realidad, nunca duermo, sólo me acuesto y doy vueltas y más vueltas, como una calesita histérica).
-Bueno, vos necesitás un psiquiatra, además de un psicólogo. Te voy a derivar a dos profesionales que trabajan en equipo. Pero tené en cuenta que la Obra Social sólo cubre 20 sesiones por año.
¿20 sesiones por año? ¡A curarse que se acaba el mundo, entonces!

EL  CARA DE PERRO: UN LADRIDO Y VUELVA DENTRO DE 15 DÍAS

La entrevista con el psiquiatra fue lastimosa. El tipo estaba de muy mal humor y después de mirarme con cara de pocos amigos, me hizo una serie de preguntas. Le conté –a grandes rasgos- lo que me andaba pasando, siempre con el pañuelo en la mano, e hice referencia a las pocas de ganas que tenía de hacer cualquier cosa que no fuera estar frente a la PC.
-¿Usted se baña?, me preguntó el tipo.
-¡Claro que me baño! (mi locura nunca fue tan aguda como para deambular todo el día por la casa en pantuflas, con el pelo sucio y la mirada perdida).
-Bueno, se toma esto -extendiéndome una recete ininteligible- y vuelve dentro de 15 días.
                  
EL FACHERO: NENA, BUSCATE UN AMANTE

Después de la entrevista con el psiquiatra, rumbeé para el consultorio del psicólogo. El tipo era un bombonazo… y lo sabía. Preguntas de rigor, llanto de rigor, y, después de unas cuantas sesiones que versaron acerca de lo mismo, la solución mágica a todos mis problemas: buscarme un amante (puede que, abnegadamente, se estuviera postulando él para tal rol, pero, entre tanto moco y llanto, yo no me di cuenta).
Unas cuantas sesiones intercaladas entre psiquiatra y  psicólogo, me convencieron de que, nuevamente, estaba perdiendo el tiempo (además de estar gastando cantidades industriales de pañuelos descartables). Tiré las pastillitas a la mierda y otra vez me di de alta, solita y sola.

LA NEW AGE: BIENVENIDOS A LA ERA DE ACUARIO

Viendo que las terapias tradicionales no podían ayudarme, se me dio por intentar con las no-tradicionales. ¿Qué tal una “Terapia de Regresión a Vidas Pasadas”?
La psicóloga era encantadora y después de un par de entrevistas previas a la mentada regresión, me indicó tomar unas “Flores de Bach” (¿No pueden ser de Mozart? Qué se yo, me gusta más).
Al final, llegó el momento tan esperado. Ésta vez también había que tenderse en el diván y relajarse, pero no había escalera, sino una luz dorada que supuestamente tenía que envolverme (no vi la luz, no vi la luz, ¡nunca vi la luz!) y una cuenta regresiva.
En cada sesión, con luz inexistente  y cuenta regresiva de por medio, me interné en una vida distinta.
Fui un músico genial y cascarrabias en la Alemania del 1700 y me morí pobre y clamando que el vino del Rin, que, supuestamente iba a atenuar mis males, había llegado "demasiado tarde, demasiado tarde...".
Fui un pintor –también genial, obviamente-, mísero y sin oreja allá por el 1800, y me disparé un tiro en el pecho cuando ya no pude soportar la mediocridad del mundo.
Fui un poeta romántico y me morí tuberculoso, y fui una cortesana bellísima que iba a todas partes acompañada de un ramo de camelias.
Estuve en las catacumbas romanas con Robert Taylor y Débora Kerr, y juro que viajé en la carreta de Charles Ingalls.
Lo único que me faltó fue ser una rubia despampanante y acostarme con los Kennedy.
Otra vez me di de alta sin consultarlo con la terapeuta. Eso sí, le mandé un mail avisándole que abandonaba la terapia, que las nuevas tecnologías están para usarlas.

EL DOC: UN TIRO PARA EL LADO DE LA JUSTICIA

A esta altura del partido, yo ya estaba totalmente desquiciada. Me había cruzado con personas que resultaron ser muy nocivas para mi vida y había repartido insultos y mordiscones a troche y moche. Estaba paradita en una cornisa a punto de saltar.
Llegué al consultorio del Doc en un estado deplorable.
Con medicación y mucha charla, pude ordenar el caos que tenía dentro de mi cabeza y acallar  las voces que, últimamente, escuchaba todo el tiempo. Me llevó años dar con el terapeuta perfecto, con el psiquiatra perfecto, pero, como dice el refrán “persevera y triunfarás”.
Sigo siendo cuasi psicótica y  bipolar,  y  sigo viendo enanitos en las manchas del Test  de Rorschach.

Pero, por lo menos, estoy contenta.



lunes, 7 de diciembre de 2009

QUE VUELVAN LOS LENTOS XII


 QUE VUELVAN LOS LENTOS XII

"La vida es el bailarín y tú eres el baile".
Eckhart Tolle

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy la duodécima parte de los lentos que tienen que volver. Disfruten. 


"California Hotel" (Eagles)

"California Hotel" (en español "Hotel Calfornia") es una canción del álbum homónimo (diciembre de 1976) de la banda estadounidense de rock Eagles. La canción fue lanzada como sencillo el 22 de febrero de 1977. Es una de las canciones más famosas de la banda, y del estilo adult oriented rock. Los créditos de escritura de la canción son compartidos por Don Felder (música), Don Henley y Glenn Frey (letras). 
"California Hotel" llegó a la cima del Billboard Hot 100 durante una semana en mayo de 1977.


"Killing Me Softly with His Song" (Roberta Flack) 

"Killing Me Softly with His Song" (en español "Matándome suavemente con su canción") es una canción compuesta por Charles Fox con letra de Norman Gimbel. La letra fue escrita en colaboración con Lori Lieberman después de que ella se inspirara en una actuación de Don McLean a finales de 1971. Fox y Gimbel le negaron el crédito de escritura, Lieberman lanzó su versión de la canción en 1972, pero no llegó a las listas. La canción ha sido versionada por muchos otros artistas.
En 1973, se convirtió en un éxito número uno en los Estados Unidos, Australia y Canadá en la versión de  Roberta Flack, y también alcanzó el número seis en la lista de singles del Reino Unido.


"One More Night" (Phil Collins)

"One More Night" (en español "Una noche más") es el nombre del primer sencillo extraído del tercer álbum de estudio como solista del cantautor británico Phil Collins, titulado "No Jacket Required" (1985). Fue también lanzado como una séptima parte de su álbum recopilatorio de 1998, "Hits", y como un tercer corte de su álbum recopilatorio de 2004 "Love Songs: A Compilation... Old and New". "One More Night" fue el segundo sencillo de Phil Collins en llegar a ser un número uno en los Estados Unidos,​ junto con "Against All Odds", y fue su cuarto sencillo en entrar al top 10 del Reino Unido, ocupando el cuarto puesto en la lista de sencillos británica. En la Billboard Adult Contemporary ocupó el primer lugar.


"Broken Wings" (Mr. Mister)

"Broken Wings" (en español "Alas rotas") es una power ballad interpretada por la banda estadounidense de pop rock Mr. Mister, incluída en su segundo álbum de estudio "Welcome to the Real World" (1985). La compañía discográfica RCA Records la lanzó el 20 de mayo de 1985 como el sencillo principal del álbum. Esta balada es, sin lugar a dudas, la canción más reconocida de esta mítica banda. Debido al éxito que le brindó "Broken Wings", el grupo recibió una nominación al Premio Grammy por Mejor interpretación rock de un dúo o grupo.


"When I Need You" (Leo Sayer)

"When I Need You" es una canción escrita por Albert Hammond y Carole Bayer Sager. La canción fue interpretada por primera vez por Hammond en su álbum de 1976 "When I Need You". Hammond grabó también una versión en español llamada "Si me amaras". Producida por Richard Perry, la versión de Leo Sayer llegó al puesto número uno de la lista de sencillos del Reino Unido y se mantuvo allí por dos semanas en febrero de 1977. También llegó al primer puesto del Billboard Hot 100 por una sola semana en mayo de 1977.


"Glory of love" (Peter Cetera)

"Glory of Love" (en español "La gloria del amor") es una canción de 1986 interpretada por Peter Cetera, que escribió y compuso con su entonces esposa Diane Nini y David Foster. La canción fue grabada por Cetera poco después de dejar la banda Chicago para seguir una carrera solista. Presentado en la película "The Karate Kid Part II" (1986), fue el primer sencillo exitoso de Cetera después de que dejó la banda, alcanzando el número uno en el Billboard Hot 100. Fue incluido en su álbum "Solitude/Solitaire" (1986). 


"Sailing" (Chistopher Cross)

"Sailing" (en español "Navegando") es una canción de soft rock escrita y grabada por el cantautor estadounidense Christopher Cross. Fue lanzado en junio de 1980 como el segundo sencillo de su álbum debut homónimo (1979), que en ese momento ya tenía la certificación de oro. La canción fue un éxito en los Estados Unidos, alcanzando el número uno en la lista Billboard Hot 100 el 30 de agosto de 1980, donde permaneció durante una semana. La canción también ganó premios Grammy por Grabación del año, Canción del año y Arreglo del año, y ayudó a Cross a ganar el premio al Mejor Artista Nuevo. VH1 nombró a "Sailing" como la canción más "soft rock suave" de todos los tiempos.


"Angels" (Robbie Williams)

"Angels" (en español "Ángeles") es una power ballad escrita por Robbie Williams y Guy Chambers, interpretada originalmente por Williams y, posteriormente, versionada por varios artistas. 
"Angels" fue el cuarto sencillo del álbum de debut de Robbie Williams, "Life Thru A Lens". Está considerada como la canción que marcó la carrera solista de Williams y es la que usa para cerrar la mayoría de sus conciertos.


"You Are Not Alone" (Michael Jackson)

"You Are Not Alone" (en español "No estás sola") es el segundo sencillo del álbum "HIStory: Past, Present and Future, Book I" (1995) de Michael Jackson. Se convirtió rápidamente en una de las canciones más exitosas de la carrera musical de Jackson en Estados Unidos, donde vendió más de un millón de copias. En América, Oceanía y Europa, el sencillo tuvo también gran acogida por parte del público, entrando al repertorio de las canciones más escuchadas en más de quince países.


"Thank You For Loving Me" (Bon Jovi)

"Thank You For Loving Me" (en español "Gracias por amarme") es una canción de la banda de rock estadounidense Bon Jovi . Escrita por Jon Bon Jovi y Richie Sambora,k  la canción fue lanzada el 6 de noviembre de 2000, como el tercer sencillo (segundo en Estados Unidos) de su séptimo álbum de estudio, "Crush" (2000). En una entrevista en Top of the Pops 2, Jon reveló que el título de la canción estaba inspirado en el personaje del actor Brad Pitt en la película "Meet Joe Black" .
 
Hasta aquí, mis queridos, la duodécima parte de la lista de los lentos que tienen que volver. Me despido esta vez con una frase de Beth Jones: "Bailar es alcanzar una palabra que no existe. Cantar una canción de mil generaciones. Sentir el significado de un momento."

Buenos días.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

QUE VUELVAN LOS LENTOS XI

 QUE VUELVAN LOS LENTOS XI

"Se puede bailar en todas partes, y eso es maravilloso".
Hervé Koubi

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy la undécima parte de los lentos que tienen que volver. Disfruten. 



"Even The Nights Are Better" (
Air Supply)

"Even the Nights Are Better"  (en español "Hasta las noches son mejores") es una canción de 1982 del dúo de soft rock británico-australiano Air Supply, lanzada en su séptimo álbum de estudio "Now and Forever" como primer sencillo del disco. Se ubicó por primera vez en los Estados Unidos en la lista Billboard Adult Contemporary , donde pasó cuatro semanas en el número 1 en julio y agosto. Esta fue la tercera canción de Air Supply en alcanzar la cima de esta lista. También alcanzó el número 1 en la lista canadiense de AC.


"We're All Alone" (Rita Coolidge)

"We're All Alone" (en español "Estamos todos solos") es una canción escrita por Boz Scaggs, quien la presentó en su álbum de 1976 "Silk Degrees". En 1977, "We're All Alone" entró en la lista de los diez mejores de Estados Unidos y el Reino Unido cuando fue versionada por Rita Coolidge.


"Cry for help"  (Rick Astley)

"Cry for Help" (en español "Llorar por ayuda")  es una canción del cantautor inglés Rick Astley, lanzada como primer sencillo de su tercer álbum de estudio, "Free" (1991). Fue escrito por Astley y Rob Fisher. El Coro Andraé Crouch proporcionó coros. La canción es una balada , a diferencia de los sencillos exitosos anteriores de Astley orientados al baile.


"Private dancer" (Tina Turner)

"Private Dancer" (en español "Bailarina privada") es una canción de Tina Turner de 1984. La canción fue escrita por Mark Knopfler de "Dire Straits", pero su banda nunca la grabó. La grabación de Turner fue producida por John Carter para su quinto álbum en solitario del mismo nombre y lanzada como el quinto sencillo del álbum. La canción alcanzó el número siete en el Billboard Hot 100 de EE. UU. y el número tres en la lista de R&B de EE. UU . La canción tuvo un éxito internacional moderado, alcanzando el puesto 26 en la Lista de Singles del Reino Unido .


"Eyes Without A Face" (
Billy Idol)

"Eyes Without A Face" (en español "Ojos sin rostro") es una canción del músico de rock inglés Billy Idol, de su segundo álbum de estudio "Rebel Yell" (1983). Fue lanzada en abril de 1984 como segundo sencillo del álbum. Alcanzó el puesto número 4 en el Billboard Hot 100, convirtiéndose en el primer éxito entre los 10 primeros de Idol en los EE. UU. 


"
Without you" (Mariah Carey)

"Without yo" (en español "Sin ti") es una canción grabada por la cantante y compositora estadounidense Mariah Carey . Fue lanzada como el tercer sencillo de "Music Box" en el primer trimestre de 1994. Alcanzó el número tres en el Billboard Hot 100 de EE. UU. durante seis semanas, permaneciendo en el Top 40 durante 21 semanas y en la lista durante 23. Alcanzó el número dos en las listas pop Billboard Hot 100 Airplay y Radio & Records.


"You" (Ten Sharp)

"You" (en español "Tú") es una canción de la banda holandesa Ten Sharp. Fue lanzado en marzo de 1991 como el sencillo debut de su primer álbum, "Under the Water-Line" (1991), y se convirtió en un éxito en muchos países, incluidos Francia, Noruega y Suecia, donde alcanzó el número uno.


"Hard To Say I'm Sorry" (Chicago)

"Hard To Say I'm Sorry" (en español "Es difícil decir que lo siento") es una power ballad de 1982 del grupo Chicago. Fue escrita por el bajista Peter Cetera, quien también cantó la voz principal en la canción, y el productor David Foster. [ Fue lanzada el 17 de mayo de 1982, como sencillo principal del álbum "Chicago 16". El 11 de septiembre alcanzó el puesto número 1 durante dos semanas en el Billboard Hot 100 .


"Waiting for a Girl Like You" (Foreigner)

"Waiting for a Girl Like You" (en español "Esperando por una chica como tú") es una canción interpretada por el grupo brítanico-estadounidense Foreigner escrita por Mick Jones y Lou Gramm en octubre de 1981, siendo uno de los singles que fueron incorporados al álbum llamado "4" del grupo.
El single se ubicó por 10 semanas en el puesto número 2 del Billboard Hot 100. También supo liderar la lista del Mainstream Rock Tracks por una semana,2 y alcanzó la octava ubicación en el Reino Unido.


"Dust in the wind" (Kansas)

"Dust in the Wind" (en español "Polvo en el viento") es una canción grabada por la banda estadounidense de rock progresivo Kansas y escrita por el miembro de la banda Kerry Livgren. Fue lanzada por primera vez en su álbum de 1977, "Point of Know Return". La canción alcanzó el puesto número 6 en el Billboard Hot 100 la semana del 22 de abril de 1978, lo que la convierte en el único sencillo de Kansas que alcanza el top diez en los EE. UU.

Hasta aquí, mis queridos, la undécima parte de la lista de los lentos que tienen que volver. Me despido esta vez con una frase de William W. Purkey: "Tienes que bailar como si nadie te observara, amar como si nunca te hubieran herido, cantar como si nadie te escuchara y vivir como si estuvieras en el paraíso terrenal".

Buenas tardes. 

lunes, 30 de noviembre de 2009

QUE VUELVAN LOS LENTOS X


QUE VUELVAN LOS LENTOS X

“Déjenos leer, y déjenos bailar; estas dos diversiones nunca harán ningún daño al mundo”.
Voltaire

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy la décima parte de los lentos que tienen que volver. Disfruten. 



“Tell It Like It Is” (Don Johnson)

“Tell It Like It Is” (en español “Dímelo como es") es una canción escrita por George Davis y Lee Diamond y originalmente grabada y lanzada en 1966 por Aaron Neville. En 1989, el actor y cantante estadounidense Don Johnson hizo una versión de la canción para su segundo álbum de estudio “Let It Roll”. La versión de Johnson tuvo éxito en Europa, especialmente en Alemania, alcanzando allí el número 2.


"Come Undone" (Duran Duran)

“Come Undone” (en español “Deshacerse/Deshecho”) es el vigécimoctavo sencillo de la banda británica de new wave Duran Duran. Fue lanzado en marzo de 1993 como el segundo sencillo del álbum “The Wedding Album”. El sencillo resultó un gran éxito en EE. UU. También fue popular en los otros mercados internacionales.



"Love... Thy Will Be Done" (Martika)

"Love... Thy Will Be Done" (en español "Amor... hágase tu voluntad) es el primer sencillo lanzado del segundo álbum de la cantante y actriz estadounidense Martika, “Martika's Kitchen” (1991). El sencillo producido por Prince y escrito por Martika y Prince, fue lanzado el 18 de julio de 1991 por Columbia y alcanzó el top 10 en las listas de siete países, incluida Australia, donde alcanzó el puesto número uno en octubre de 1991. 

 

"When I Needed You" (Erasure)

 "When I Needed You" (en español "Cuando te necesitaba") es una canción del dúo británico de synthpop y electropop Erasure del álbum de 1988 "The Innocents".


“Nothing Compares 2 U” (Sinéad O'Connor)

“Nothing Compares 2 U” (en español "Nada se compara contigo") es una canción escrita por el músico estadounidense Prince para su banda The Family. La cantautora irlandesa Sinéad O'Connor grabó una versión para su segundo álbum de estudio, "I Do Not Want What I Have't Got" (1990), Fue lanzado como segundo sencillo del álbum a principios de 1990 y se convirtió en un éxito mundial.


“Wind of Change” (Scorpions)

“Wind of Change” (en español “Viento de cambio”) es una canción de la banda alemana de hard rock y heavy metal Scorpions, publicada como sencillo en enero de 1991 por Mercury Records e incluida como el cuarto tema de su undécimo álbum de estudio “Crazy World” (1990). Logró una positiva notoriedad comercial a nivel mundial, porque entró en las listas musicales de setenta y ocho países; en más de diez consiguió el primer puesto y en otros tantos estuvo entre los diez mejores. Con varias certificaciones de oro y platino, se estima que sus ventas fluctúan entre las 14 y 15 millones de copias, lo que lo convierte en uno de los sencillos más vendidos del mundo.


"Hurts to Be In Love" (Gino Vannelli)

"Hurts to Be In Love" (en español "Duele estar enamorado”) es una canción del cantautor canadiense Gino Vannelli . Lanzada como sencillo en 1985, fue su séptimo éxito en el Top 40 en su Canadá natal, alcanzando el puesto 19. En los EE. UU., la canción alcanzó el puesto 57 en el Billboard Hot 100  y el puesto 6 en la lista Adult Contemporary. Aparece en su octavo álbum, “Black Cars”. 

“Coming Around Again” (Carly Simon)

“Coming Around Again” (en español “Llegando otra vez”) es una canción de Carly Simon publicada en el álbum homónimo de 198t6. Fue parte de la banda sonora de “Heartburn”. La canción tiene también un crédito coescrito con los animadores legendarios  William Hanna y Joseph Barbera, ya que se convirtió en una canción de Super Sónico y Ultra Sónico, la pareja de la legendaria serie de televisión de Hanna-Barbera, Los Supersónicos.


"Always" (Bon Jovi)

"Always" (en español "Siempre") es una power ballad interpretada de la banda estadounidense de hard rock Bon Jovi. Fue lanzado como sencillo para el álbum recopilatorio "Cross Road" (1994). Se convirtió en su sencillo más vendido, con más de un millón y medio de copias vendidas en Estados Unidos y más de cuatro millones en todo el mundo.​ La canción alcanzó el puesto número 4 en las listas de Estados Unidos y también fue un éxito internacional logrando el número 2 en Reino Unido, Francia, Países Bajos, Suecia y Australia, y número 4 en Alemania, y obtuvo gran popularidad en varios países de Latinoamérica y en España.


"Jeanny" (Falco)

"Jeanny" es una canción del cantante austriaco Falco, lanzada en diciembre de 1985 como tercer sencillo de su tercer álbum de estudio, "Falco", del año 1985. Fue escrita y compuesta por Falco, Rob y Ferdi Bolland, quienes también la produjeron. Controvertida por su letra, la canción encabezó las listas de éxitos en numerosos países europeos. El sencillo volvió a entrar en la lista de singles de Austria en 2008 en el puesto 56 y en 2017 en el puesto 47.

Hasta aquí, mis queridos, la décima parte de la lista de los lentos que tienen que volver. Me despido esta vez con una frase de Maurice Béjart“El baile es una forma de llegar a la belleza, de dominar cada músculo y lanzarlo a la felicidad”.

Buenas tardes.