viernes, 22 de octubre de 2010

HEAVEN MUST BE MISSING AN ANGEL


 HEAVEN MUST BE MISSING AN ANGEL

“You must have slipped away along the Milky Way.” 
St. Lewis/ Perrin 

Jared Padalecki es algo así como una escultura viviente. Lamentablemente, una nunca le puso ni le pondrá la mano encima, pero imagina que tocarlo debe tan rotundo y fascinante como palpar el David de Miguel Ángel. O mejor.
Tal como describe la página de PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), una famosísima organización que lucha a favor de los derechos de los animales, con base en los Estados Unidos, y con dos millones de miembros y partidarios en todo el mundo, le echamos el ojo a Jared allá por los tiempos de “Gilmore Girls”, donde se puso en la piel de Dean, el primer chico en robarle el corazón a Rory Gilmore. Nos enamoramos sin remedio en “Supernatural”, donde interpreta a Sam, el menor de los hermanos Winchester, dos bombonazos dedicados a combatir todo tipo de criaturas malévolas. Y cuando creíamos que ya no podíamos amarlo más, Jared Padalecki mostró su costado más encantador y prestó su preciosa humanidad para la campaña de PETA contra el uso de pieles en la industria de la moda, posando con sus mascotas, Harley y Sadie, bajo el lema: “If you wouldn't wear your dog, please don't wear any fur” (algo así como “Si no te vestirías con tu perro, por favor no uses otras pieles”).
Además de un cuerpo escultural, una cara increíble y una sonrisa capaz de desarmar a cualquiera, Jared es un gran tipo. Un tipo irresistible. Sobre todo para una mujer como yo, que a los 14 le tenía miedo a los perros, según recuerda mi amiga Adriana, y a los 43 está convencida de que si Dios creó algún ser a su imagen y semejanza, no fue precisamente al hombre. Todavía no me recuperé del shock que me provocó tan grato descubrimiento.
"¿Por qué se considera aceptable matar a algunos animales para utilizar su piel y se trata a otros como a integrantes de la familia?", se pregunta Jared con la intención de hacernos tomar conciencia de que la única diferencia entre nuestras mascotas mimadas y los animales  asesinados para complacer el ego macabro de los acólitos de Cruella de Vil es, simplemente, la manera en la que los seres humanos los tratan. Y añade: "Después de pasar tiempo con mis perros, no puedo imaginar cómo alguien podría dañar a estos animales dulces y sensibles. Si alguna vez has pasado tiempo con un animal, ¿cómo se te puede ocurrir utilizar pieles?"
Los animales que se convierten en víctimas de la industria de la moda tienen una vida miserable. No existen leyes orientadas a su bienestar que regulen el funcionamiento de las granjas de pieles, de modo que en estos lugares macabros  se ven obligados a vivir en pequeñas jaulas, padecen hacinamiento y están expuestos a todos los fenómenos meteorológicos extremos. Los animales de las granjas de pieles no reciben atención veterinaria para sus enfermedades o lesiones, y a menudo enloquecen por el feroz encierro al que son sometidos. Son asesinados de forma cruel: golpeados, ahogados, electrocutados y, en muchos casos, despellejados vivos. Demasiado sufrimiento para que una pavota insensible se saque el gusto de tener un tapado de piel.
Jared Padalecki, además, colabora con A Dog's Life Rescue, una organización de rescate de animales en riesgo, sin fines de lucro, con sede en Los Ángeles, California, cuya misión es salvar la vida de los perros y otros animales abandonados y maltratados. A Dog's Life Rescue  cuenta con albergues donde se ofrece atención y asistencia veterinaria a los animales sin hogar, y promueve la adopción de estas criaturas desamparadas. Padalecki es el orgulloso dueño de dos perros mestizos "rescatados", Harley y Sadie. Ha comentado en algunas entrevistas que es genial instalarse en su remolque, durante las pausas en la filmación de “Supernatural”, y sentarse en el sofá con las cabezas de sus perros en su regazo. Incluso juega a la pelota con ellos durante la hora del almuerzo. Dice que Sadie “es inteligente, intrigante y un genio criminal” y que Harley “es feliz cuando lo acarician”. Los fans de “Supernatural” colaboran con las causas promovidas por Jared a favor de los animales mediante la organización Support Supernatural, que se dedica, entre otras cosas, a recaudar dinero para A Dog's Life Rescue.
Ante tanta farándula tilinga que hace uso de sus mascotas (estrictamente de raza) para convertirlas en un factor más de emperifollamiento personal, la postal de Jared jugando con sus perros mestizos es la imagen más acabada de la belleza (sabrán ustedes disculpar el fanatismo y la obnubilación que conllevan estas palabras), y ha hecho tambalear la triste teoría de mi cosecha, que formula de manera harto mentecata que los hombres perfectos no existen. Existen, existen. Para muestra basta un botón.¿Qué si Jared Padaleckí es buen actor? No tengo la menor idea.

Y, la verdad, no me importa.












Fotografía 1: Jared, Harley y Sadie en la campaña de PETA “If you wouldn't wear your dog, please don't wear any fur”

Fotografía 2: Jared en una misión de A Dog's Life Rescue

Fotografías 3: Jared y Mika, una perrita "rescatada" con necesidades especiales, ya que se encuentra paralizado de la cintura para abajo

Fotografías 5, 6, 7, 8 y 9: Jared y sus mascotas


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