DEL AMOR Y OTROS FESTEJOS
“Grabad
esto en vuestro corazón, cada día comienza en nosotros un año nuevo, una nueva
vida.”
Ralph
Waldo Emerson
Buscando y buscando en la web alguna idea novedosa para
festejar Fin de Año en pareja, tuve la suerte de toparme con una
interesantísima nota escrita por la psicóloga y sexóloga
clínica Lic. Diana M. Resnicoff, palabra más que autorizada para
tocar temas candentes. La nota, titulada Juegos eróticos para festejar con tu pareja el fin
de año fue publicada por el sitio
web Minuto Uno y encara de manera lúbrica y juguetona los
festejos de Nochevieja y Año nuevo. Porque si durante el año no
tuvimos oportunidad de cumplir nuestras fantasías más alocadas, podemos hacerlo
en esa noche que generalmente desperdiciamos cenando con la familia y viendo
cómo se pelean los primos borrachos.
Es harto sabido que la rutina suele hacer estragos con el
erotismo y nos hace perder el interés en nuestro partenaire o relegar las
mieles del sexo a un triste segundo plano. Por otro lado, en estas épocas
festivas, tratamos de encontrar para esa pareja que nos aburre un poquito un
regalo que exprese que igual la queremos y que, además, le guste. Gastamos
dinero en obsequios varios o nos frustramos porque no podemos comprarlos, sin
tener en cuenta que está a nuestro alcance regalar algo diferente, que levante
los corazones y otras partes caídas de nuestras medias naranjas. Regalar
sentimientos, sensaciones y propuestas sexuales novedosas, todo bonito,
inolvidable y gratis. Regalos que quedarán grabados a fuego en el corazón y la
piel de nuestro bomboncito y que harán que se enardezca cada vez que los
recuerde.
Los tips que
propone la Lic. Resnicoff son muy jugosos. Pero también es jugosa la
manera de presentarlos. Para darle un touch lúdico a la cosa,
la licenciada nos propone escribirlos en una o varias tarjetas, que podemos
confeccionar con cartulina de colores. Qué lindo.
Juegos eróticos para festejar con tu
pareja el fin de año
-Juega
con los sentidos y explora nuevas sensaciones: A la hora del sexo es bueno introducir algo
para juguetear con los sentidos. El cubito de hielo, imprescindible en
cualquier contienda hot desde “9 1/2 weeks” (“Nueve
semanas y media”) es uno de los chiches más
taquilleros a la hora de provocar sensaciones insospechadas. Con el cubito se
puede acariciar el cuerpo del otro. Y el otro puede ponerse el cubito en la
boca y recorrer nuestro cuerpo en un helado recorrido de sensaciones
calientes. Con Devo cantando “Bread And
Butter” como telón de fondo la cosa explota: yo no soy Mickey
Rourke ni tú Kim Basinger, pero juguemos a serlo.
-Recorrerlo
muy de cerca: Acostá
a tu media naranja sobre una superficie plana y vendale los ojos con un pañuelo
oscuro. Andá adelantándole cómo viene la cosa: vas a ir descubriendo sus zonas
erógenas a través de los besos. Tenés vía libre para recorrer con tu boca los
lugares que más te gusten. Mmmmmmm.
-Besale
los dedos: Tracey
Cox, la autora del libro “Supersexo” asegura que no hay nada
más hot que chuparle los dedos de la mano de nuestra media
naranja en público, así, con un dejo de exhibicionismo. Chupar los deditos es
un sucedáneo del sexo oral que volverá loco a nuestro partenaire. Este chichito es
lindo porque podemos hacerlo sin renunciar a la cena indigesta y a las grescas
de los primos borrachos.
-Hacer
el amor a ciegas: Cuando
todo está oscuro, se agudizan ciertos sentidos y se pone más atención en las
sensaciones táctiles, los sabores, los sonidos. La licenciada sugiere que le
vendemos los ojos a nuestra pareja y que luego le pidamos que haga lo propio
con nosotros. Yo, humildemente, sugiero apagar todas las luces. Porque hacer
el amor a ciegas se torna casi ineludible cuando la ley de gravedad
empieza a hacer estragos en nuestras abultadas humanidades.
-Saborearse: La idea de que vuelques sobre su cuerpo helado,
crema, yogur de frutilla, un huevo frito, y lo vayas devorando de a
poquito, es sensacionalmente estimulante. Mucho más, si vas
intercalando los bocados con besos que le permitan a tu pareja saber si el
helado es de chocolate, si la crema es artificial o no, si el yogur es una de
esas inmundicias dietéticas que señoritas hiperflacas saborean
en las publicidades poniendo cara de orgasmo, o si al huevo le falta sal.
-Sean
esclavos uno del otro: Esto
se hace por turnos: hoy sos mi esclavo, mañana soy tu esclava. El esclavo
deberá cumplir todos los deseos del amo. Uno manda y el otro obedece.
Aprovechen, mis queridas. Hagan que ese sátrapa sepa de una vez por todas qué
se siente limpiando un inodoro.
-Desarrollen
fantasías: Como no
podía ser de otra manera, a esta altura del festejo irrumpe el disfraz hot. Que
provocará algunas risitas al principio pero desembocará en una orgía de
petardos y cañitas voladoras.
Hasta
aquí, amables lectores, las sugerencias de nuestra amiga, la Lic. Diana M.
Resnicoff. Le agradecemos su sapiencia y le deseamos de todo corazón un muy
feliz Año Nuevo. Lo único que me queda por recomendarles es que, si les da
fiaca hacer todo esto, alquilen “9 1/2 weeks” y vean cómo lo hacen
otros, más sexys, más jóvenes y más lindos. Quizás eso también sirva para
ponerle algo de picante a la cosa: termina la peli y vemos qué pasa. O quizás
terminemos llorando a los gritos sobre las ruinas de Mickey Rourke. Ahora me
acuerdo por qué no volví a ver esa película de miércoles. Me deprime.
Me
despido de ustedes, mis muy queridos, con un pensamiento del
genial Vincent Van Gogh: “¿Qué sería de la vida, si no tuviéramos
el valor de intentar algo nuevo?”.
Felicidades!
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