viernes, 20 de septiembre de 2019

DON'T WORRY BE HAPPY


DON'T WORRY, BE HAPPY 

 “Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.” 
Sigmund Freud

“Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…” 
Groucho Marx

Más de una vez, damas y damitas nos hemos preguntado qué es lo que hace felices a los hombres, y los hemos juzgado como seres bárbaros cuyo júbilo dependía exclusivamente del sexo y de la pelota. Pero parece, señoras, que nos hemos equivocado fiero. Por lo menos según Nick Powdthavee, economista conductual de origen tailandés especializado en la economía de la felicidad y autor del libro “La ecuación de la felicidad”. Powdthavee elaboró un ranking de situaciones que hacen a la alegría de los varones que los deja mejor parados de lo que nosotras pensábamos. Siempre orientada hacia la comprensión entre los sexos y la felicidad de la pareja, pongo en su conocimiento la mentada lista. Depende de ustedes tomar a pie juntillas la palabra de un señor con una ocupación que suena más cerca de la estafa que de la ciencia. 

LAS 10 COSAS QUE HACEN FELICES A LOS HOMBRES SEGÚN NICK POWDTHAVEE

1) PASAR EL TIEMPO CON AMIGOS: Sí. Las publicidades de Cerveza Quilmes tienen razón. No hay nada que haga tan felices a los hombres como pasar tiempo con los amigos. Desde muy pequeñas, las mujeres comprobamos, con cierta desazón y algunos ramalazos de furia, que entre un hombre y sus amigos hay una especie de cordón umbilical inmundo que los mantiene unidos  a través del tiempo, muy a pesar nuestro. Los muchachos de la esquina, los pibes, los vagos… no importa cómo los llamen: son una cofradía miserable en la que una jamás tendrá cabida. Luchar contra ellos es remar con viento en contra: si un hombre tiene que elegir entre sus amigos y nosotras, los elegirá a ellos. Que no ni cocinan, ni cuidan enfermos, ni usan portaligas, pero tienen ese no sé qué, como las tardecitas de Buenos Aires.
“¿Cuánto dinero tendrías que darle a una persona que no vio a sus amigos durante un año, para equiparar la felicidad de alguien que los ve todos los días? Cerca de 300 mil dólares”, postula Powdthavee. Y una se pregunta cómo estar con esos imbéciles puede ser tan caro. Nuestro economista conductual dispara que, para cualquier caballero bien puesto, estar con sus amigos “es una actividad que produce un largo y contante fluido de serotonina, una de las hormonas responsables de la felicidad.”

2) TENER MEJOR SALUD QUE LOS DEMÁS: A los hombres no les importa estar sanos: a los hombres los aterra estar enfermos. Un simple resfrío los convierte en seres moribundos incapaces hasta de firmar su testamento. Los hombres le tienen miedo a las inyecciones, se atragantan con las píldoras y gimen cuando tienen fiebre.
Según Nick Powdthavee, “tener una mente y un cuerpo saludables contribuye a tener una vida feliz. Pero lo que es menos sabido es que nuestra percepción de lo que es saludable o no depende en parte del número de gente que comparte nuestros problemas de salud”. Aparentemente, un hombre no se siente tan mal por una enfermedad si muchos de sus amigos sufren de lo mismo. Mirá vos, y una que pensaba que los quería tanto.

3) UNA COMPAÑERA FELIZ: ¡Al fin aparecimos! En el ranking de motivos de felicidad masculina nosotras ocupamos un decoroso tercer lugar. A favor de los varones he de decir que su júbilo no depende de una compañera flaca, ni de una compañera bella, ni de una compañera joven. Ellos quieren una compañera feliz. Todas las otras boludeces corren por nuestra cuenta.
“Una de las claves para tener una vida matrimonial feliz es tener una compañera feliz”, dice Nick Powdthavee y una responde sobradora: “Chocolate por la noticia.” Parece, señoras, que la felicidad es contagiosa,  y que hay estudios científicos que sostienen que podemos ser un 8% más felices en nuestra vida si nuestra pareja es feliz en la suya. 

4) UN TRABAJO QUE AMEN: Considerando que uno pasa en un empleo de 8 horas diarias 40 horas por semana, 160 por mes y 1820 por año (más o menos, ya saben que las ciencias exactas no son lo mío), se cae de maduro que si uno tiene un trabajo de mierda va a ser muy, muy infeliz.
Según  Powdthavee, gozar  del trabajo es uno de los componentes más importantes de una vida feliz.  Este disfrute hace sentir a los hombres “fuertes, alertas, en control, y profundamente satisfechos con ellos mismos”.

5) LA SOLIDARIDAD: ¿Vieron? Ese bicho con el que comparten colchón no es tan dañino como parecía. A los hombres los hace felices sentirse miembros de la comunidad, desplegar su espíritu solidario y poder ayudar a otros. El sociólogo Robert Putnam sostiene, además, que “los hombres que son miembros de organizaciones locales y clubes están entre las personas más felices”.

6) EL CASAMIENTO: Pueden creerlo o no, pero parece que el casamiento hace felices a los hombres, aunque ellos juren lo contrario y vivan quejándose de la horrible trampa en la que los hicimos caer por ingenuos y por buenazos. Nick Powdthavee explica: “El matrimonio le agrega años de vida a los hombres. Y los hombres casados son significativamente más felices que los solteros, los que conviven, los viudos y los divorciados”. Una está pensando, turra como es, dónde está el fraude. Y el fraude aparece: “La mayor parte de esa felicidad se siente, por lo general, durante el primer año de casado”. Ahhhhhhhh.

7) VIVIR CERCA DEL TRABAJO: Según los economistas Bruno Frey y Alois Stutzer, el tiempo que pasamos trasladándonos de casa al trabajo causa más estrés de lo que podemos imaginar. Estos cerebros llegaron a la conclusión de que, para compensar como corresponde a la gente que tarda 23 minutos en ir a su sitio de faena (y otros 23 en volver),  habría que aumentarles el sueldo mensual un 19%.  
Los hombres, sencillitos como son, encuentran que vivir cerca del lugar donde laboran y ahorrarse pesadas horas de viaje es un motivo de algarabía.

8) SER JOVEN Y SER VIEJO: Los jóvenes son felices porque  son jóvenes y se pueden cagar en todo. Los viejos son felices porque son viejos y están más allá del bien y del mal. Por lo menos, eso es lo que sostiene Powdthavee: “Hay una fuerte evidencia en todo el mundo de que la felicidad tiene forma de U. Nuestra felicidad suele empezar cuando somos jóvenes. Alcanza su estado más bajo cuando bordeamos los 40. Y después vuelve a subir. Generalmente lo llamamos la crisis de la mitad de la vida”. 

9) EL SEXO: Sí, sí. Aunque parezca mentira, en el ranking de la felicidad masculina de Nick Powdthavee, el sexo aparece recién en el noveno lugar. Parece que los señores no son las bestias babeantes ávidas de carne que una imaginaba. Los economistas David Blanchflower y Andrew Oswald hicieron un estudio estadístico y demostraron que quienes tienen sexo con regularidad (por ejemplo, cuatro veces por semana) están entre el grupo de personas más felices (a mí no me hace falta hacer ningún estudio estadístico para aseverar que el/la afortunado/a que tiene sexo ¡¡¡¡cuatro veces por semana!!!! va por la vida lanzando perfume al mejor estilo Rita Lee y enredándose las patas con las serpentinas).
David Blanchflower y Andrew Oswald sostienen también que “los hombres disfrutan del sexo más que las mujeres”. 

10) GANAR MÁS QUE LOS OTROS: “La mayor parte de los hombres quieren ser ricos. Pero esa no es la llave de la felicidad. La clave es ser más rico que las personas que nosotros conocemos”, dice Powdthavee y enseguida reconoce que “suena cruel, pero está científicamente comprobado”. Este dato, señoras, no es menor. Pone de manifiesto que, aunque hagan gala de su espíritu solidario (véase el punto 5), los hombres son tan malparidos como nosotras. 
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Hasta aquí, el ranking de la felicidad masculina de Nick Powdthavee. Yo, haciendo uso de mi proverbial espíritu de contradicción y desconfiando de algunos ítems postulados por el mentado economista conductual, he elaborado el mío propio. Para ello me he basado en la observación sistemática de los machos que me rodean. 

LAS 10 COSAS QUE HACEN FELICES A LOS HOMBRES SEGÚN VUESTRA SERVIDORA

1) PASAR EL TIEMPO CON AMIGOS: En esta coincidimos: lo que más felices hace a los hombres es estar con sus amigos. Ya hablamos de esa especie de cordón umbilical inmundo que los mantiene unidos contra viento y marea.

2) EL FÚTBOL (O EL TENIS, O EL RUGBY, O EL CRICKET  O EL DEPORTE QUE GUSTEN): A los hombres el deporte los idiotiza. Esto, queridas, no hace falta comprobarlo científicamente. La comprobación empírica la tenemos cada vez que juega Boca. Los hombres son felices como perdices siguiendo el derrotero de una pelota. Yo creo que hasta tienen orgasmos. 

 3) EL AUTO: Hay teorías que sostienen que el auto es una extensión de la personalidad de su dueño.  Y otras, más picantes, que postulan que, en el caso de los hombres, son extensiones de su penes. Y por eso los cuidan tanto, los lavan aunque estén limpísimos y no nos dejan comer papas fritas arriba. El hombre, a no dudarlo, es feliz con su auto. Aunque Nick Powdthavee ni se entere.

4) LA BIRRA (O EL FERNET, O LA BEBIDA ESPIRITUOSA QUE GUSTEN): Es triste, sí. Pero es una realidad incontrastable. Una botella de cerveza hace más feliz a un hombre que una bailarina nudista.

 5) LA PLAYSTATION (O LA XBOX, O LA WII): Cualquier consola de  juegos es una fuente indiscutible de felicidad masculina. Nada más gratificante que apretar los botones de un joystick hasta morir.

 6) EL SEXO: A los hombres los hace felices el sexo. Lo dicen todos los estudios de todas las Universidades del mundo y lo digo yo.  Y está muy bien: el sexo es una fuente de goce sanita que, además, pueden compartir con nosotras.

 7) EL PERRO (O EL GATO O EL ANIMAL DE COMPAÑÍA QUE GUSTEN, PERO EN GENERAL ES EL PERRO): Nadie más feliz que un señor jugando con su pichicho. Qué ternura.

 8) LOS RAVIOLES CON TUCO DE LA MADRE (O LAS MILANESAS CON PAPAS FRITAS, O EL ASADO AL HORNO, O LOS PIEROGI): Asumámoslo de una vez: nunca jamás vamos a cocinar como nuestra benemérita suegra.  Nosotras somos vagas adictas a los calditos Knorr Suiza y al puré Chef, y ella es una santa. La comida de mamá es un manantial de goce para cualquier varón.

 9) LA PLATA: Ya se sabe: el dinero no compra la felicidad, pero compra entradas a la cancha, autos, birra, Fernet, consolas de juego, sexo, animalitos varios, etc. No compra amigos ni mamás cocineras ni amor. Pero ni se nota.

10) NOSOTRAS: Sí, nosotras también los hacemos felices. A veces.

Como hoy me siento algo lúgubre, a pesar del tema que decidí abordar y de todo el papel picado que destila este opúsculo, me retiro a un rincón a mascullar mi hartazgo, no sin antes obsequiarlos con una frase de Gustave Flaubert: “Ser estúpido, egoísta y estar bien de salud, he aquí las tres condiciones que se requieren para ser feliz. Pero si os falta la primera, estáis perdidos.”

Buenas tardes.  

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