lunes, 16 de agosto de 2021

HOTEL DULCE HOTEL IV


HOTEL DULCE HOTEL IV

"Sálvame, y si no puedes, por lo menos ven a jugar conmigo."
Stephen King

No sólo grandes novelas están inspiradas o ambientadas en hoteles.  Muchos cuentos destacados también.
"La puerta condenada" (1956), de Julio Cortázar, narra la historia del señor Petrone que viaja a Montevideo por cuestiones de negocios. Allí se aloja en una de las habitaciones del Hotel Cervantes. Después de un día agotador, Petrone se retira a su habitación a descansar pero no puede hacerlo a causa del llanto de un niño que proviene de la habitación del lado, traspasando la puerta condenada, una puerta secreta, oculta, que tal vez sirve para proteger de algo que un sujeto nunca podría comprender desde la razón, desde la lógica. Cabe destacar que el Hotel Cervantes es un hotel real. Fue edificado en 1927 y se ganó un lugar en la literatura rioplatense: Bioy Casares escenifica en el Cervantes, por aquellos mismos años, su cuento “Un viaje o el mago inmortal” (1962), con una trama sorprendente similar.
“The Landlad” ("La patrona"), de Roald Dahl,publicado en la  edición del 28 de noviembre de 1959 del periódico The New Yorker,  narra la historia de Billy Weaver, quien viaja a Bath, Inglaterra, para ocuparse de negocios personales y se aloja en una pensión llamada The Bell and Dragon. Allí traba relación con la dueña del lugar, cuyo pasatiempo es la taxidermia.
Number Thirteen” (“La habitación número trece”), de  M.R. James, está ambientado en un hotel aparentemente ordinario, ubicado en Dinamarca, donde los huéspedes  son testigos de las extrañas mutaciones de los cuartos, que van variando su tamaño y ubicación. La habitación más sorprendente, sin embargo, es número trece, a la que todos los pasajeros han visto y oído, aunque el posadero jura que no existe. De allí brotan lamentos y gritos.
El cuento "To Room Nineteen" ("La habitación diecinueve"), de Doris Lessing, el hotel funciona como un oasis: una frustrada ama de casa necesita tomar distancia de la vida familiar y escapa repetidamente a un sombrío hotel en el suburbio de Londres, en el que acostumbra pasar un par de horas solitarias sin hacer absolutamente nada.
Pasemos ahora a la cuarta parte de la saga "Hotel, dulce hotel". 


-DRISKILL HOTEL, AUSTIN, TEXAS, EE. UU.

El hotel  Driskill, cuyas instalaciones fueron levantadas en 1886, es el  hotel más antiguo de Austin, Texas, EE. UU., y uno de los más cómodos y hermosos. Fue concebido y construido por el hacendado Jesse Driskill. El  imponente edificio cuenta con un impactante vestíbulo de mármol y 189 lujosas habitaciones, y fue hospedaje de las familias más ricas e importantes de Austin, incluido el político Lyndon B. Johnson, que visitó el hotel con su esposa Lady Bird.
El Driskill es considerado el hotel más embrujado de Texas, por lo que es un punto destacado en muchos tours de fantasmas en dicha ciudad. El primer avistamiento inquietante reportado en el Driskill fue el fantasma de una niña pequeña cayendo por las escaleras, mientras iba detrás de una pelota. Se dice que en 1887, la hija de un senador, de corta edad, falleció en el hotel a causa de un accidente de este tipo. También se ha informado sobre espejos misteriosamente empañados en las habitaciones, garabatos ininteligibles en los cuadernos de notas, el sonido del llanto de una mujer proveniente del 4º piso, objetos que se pierden inexplicablemente y bruscas variaciones de temperatura.
El lugar con más actividad paranormal parece ser la habitación 525, donde, supuestamente, dos novias rechazadas en el altar se suicidaron en fechas con 20 años de diferencia.


 -GRAN HOTEL BOLÍVAR, LIMA, PERÚ

El Gran Hotel Bolívar es un hotel de tres estrellas ubicado en el centro histórico de Lima, frente a la Plaza San Martín. Fue el primer edificio hotelero moderno de gran envergadura que se construyó en Lima con la finalidad de alojar a los invitados para las celebraciones del primer centenario de la batalla de Ayacucho.  Su construcción fue iniciativa de los hermanos Agusto y Fernando Wiese, quienes encargaron la obra a la compañía norteamericana Fred T. Ley. El hotel se construyó sobre un terreno de 4.000 metros cuadrados de propiedad estatal y su diseño se encomendó al arquitecto peruano Rafael Marquina y Bueno.
El Gran Hotel Bolívar fue inaugurado el 6 de diciembre de 1924 por el Presidente de la RepúblicaAugusto B. Leguía. Con motivo de este evento se contrató a Ernesto Oechsner, maitre del Hotel Ritz de Londres, y como chef de cuisine, al suizo José Heanggi.
El hotel fue concebido para alojar a presidentes y dignatarios, por eso su mobiliario y sus detalles ostentan todo el lujo de la época. Las columnas y los pisos de sus salones principales son de mármol importado de Italia y la mayoría de las lámparas que lo iluminan fueron adquiridas en Francia.
El edificio ha sufrido varios atentados terroristas, pero su fama, que ha traspasado las fronteras de Perú, se debe a los sucesos paranormales  que tienen lugar en sus habitaciones y grandes pasillos abovedados, escenarios de las apariciones de antiguos trabajadores ya fallecidos y clientes que se suicidaron en sus lujosas habitaciones. El ama de llaves del hotel declaró haber visto en el Gran Salón Presidencialuna mujer vestida de blanco que se mecía al ritmo de una melodía inexistente. Cuando comentó el extraño suceso con sus compañeros de trabajo, descubrió que no era la única que se había topado con esta presencia. Los empleados del Gran Hotel Bolívar también declararon que la mayoría de los aparatos eléctricos (radios, televisores e incluso las máquinas del café), se encendían y apagaban solos, y que las puertas de los almacenes aparecían abiertas aunque el personal siempre las cerraba con llave. En cierta ocasión, el jefe de seguridad del hotel vio a un empleado caminando por el 6º piso. Le preguntó su nombre y más tarde comprobó que se trataba de un antiguo mozo fallecido varios años atrás. La habitación con más actividad paranormal es la número 666: se dice que allí puede verse el fantasma de una mujer extranjera, La Gringa,  que se quitó la vida arrojándose por la ventana de la habitación, y aparece suspendida en el aire, ajena a todo cuanto la rodea. 
Debido a las quejas de los clientes y el miedo de los trabajadores ante los fenómenos inexplicables que solían producirse sobre todo en el 5º y 6º piso del hotel, éstos fueron cerrados al público.
Un equipo de la Televisión Española, con Juan José Revenga, director de documentales, a la cabeza,  investigó a fondo los sucesos paranormales del Gran Hotel Bolívar durante la grabación de un episodio de la serie “América Mítica”. Según Revenga, mientras él y su equipo deambulaban por los largos pasillos de los pisos clausurados sintieron cambios bruscos de temperatura, además de comprobar cómo los objetos se movían solos. Un par de veces pudieron percibir la presencia de entidades en el lugar.
Desde hace más de 25 años, nadie camina por los pasillos abandonados de los dos pisos cerrados en los años ‘70. Hay muchos testimonios de trabajadores que corroboran la fama de embrujados del 5º y 6º piso del Gran Hotel Bolívar , donde pueden observarse luces flotantes, el espíritu de un niño que aparece al final de los largos pasillos y canillas que se abren solas, con ruido de agua que cae incluido, a pesar de que tanto el agua como la luz están cortadas en los dos pisos. 


-POSADA JAMAICA INN., LAUNCESTON, INGLATERRA

La posada Jamaica Inn. está ubicada en Launceston, Inglaterra. Se trata de un alojamiento construido en 1750, que fue un lugar estratégico para el contrabando entre piratas y comerciantes que traficaban té y bebidas alcohólicas.  Se cree que el nombre dado a la posada está relacionado con la grandes cantidades de ron y brandy  que pasaban por la posada en el auge del contrabando.
El lugar se hizo famoso gracias a la novela “Jamaica Inn”, de Daphne Du Maurier, publicada en 1936, cuya versión cinematográfica fue filmada por Alfred Hitchcock.
Los huéspedes de la posada Jamaica Inn. cuentan que, en ocasiones, puede verse un espectro paseando entre las mesas del bar de la posada. Dicen que es el espíritu de un hombre que murió en el lugar dejando su cerveza a medias y  vuelve del otro mundo para terminarla. Muchas personas que afirman haber sido testigos de otras apariciones fantasmales en la posada, especialmente en las habitaciones 4 y 5, aunque toda la parte antigua de Jamaica Inn. está  repleta de anécdotas y narraciones de huéspedes que no han podido dormir en toda la noche, perturbados por extraños sonidos pasos, de carruajes y cadenas arrastrándose, y misteriosas apariciones que parecen surgir de la nada y desvanecerse misteriosamente en el aire. 


-HOTEL FLOTANTE RMS QUEEN MARY, LONG BEACH, CALIFORNIA, EE.UU. 

El RMS Queen Mary es un barco trasatlántico retirado que navegó las aguas del norte del Océano Atlántico entre los años 1936 y 1967. Fue construido, junto al RMS Queen Elizabeth, por Cunard Line con el fin de hacer viajes cada semana entre Southampton en InglaterraCherbourg en Francia y Nueva York en EE. UU.
El RMS Queen Mary funcionó como embarcación de pasajeros y de tropas durante la Segunda Guerra Mundial, y se retiró oficialmente en 1967, haciendo un último viaje entre Southampton y Long Beach, en California. Allí se encuentra anclado en la actualidad y funciona como un lugar de entretenimiento y hoyel de lujo.
Alrededor del barco se tejen cientos de historias de fantasmas y  eventos misteriosos, ya que a bordo del RMS Queen Mary, considerado uno de los lugares más embrujados del mundo, ocurrieron, al menos,  49 muertes de pasajeros y personal, además de haber sido testigo directo de los horrores de la guerra.
Para que los visitantes puedan conocer a fondo las historias sobrenaturales que rodean al RMS Queen Mary, existen tours especiales que recorren lugares como el cuarto de máquinas, donde la puerta número 13 mató a dos trabajadores cuyos fantasmas se dejan ver en algunas ocasiones, o las piscinas, que actualmente no están habilitadas, en las que ha habido misteriosas apariciones de mujeres vestidas con ropa de baño de los años ’30 y de una niña que murió ahogada en una de ellas.
En el barco se escuchan también sonidos extraños, teléfonos que suenan a mitad de la noche  y se registran, muchas veces, variaciones drásticas de la temperatura.


-PARADOR DE SIGÜENZA, GUADALAJARA, ESPAÑA

El Castillo de los Obispos de Sigüenza es un palacio-fortaleza situado en el municipio español de Sigüenza, Guadalajara. Fue erigido en el primer cuarto del siglo XII sobre un  baluarte musulmán de comienzos del siglo VIII.
El castillo fue habitual residencia de los obispos seguntinos hasta mediados del siglo XIX. Fue reformado en los siglos XIV, XV, XVI y XVIII. Sufrió destrozos el año 1811 a causa de la invasión francesa, durante las Guerras Carlistas, y en los años 1936 a 1939, durante la Guerra Civil Española.  A causa de estos actos de vandalismo debió ser restaurado casi en su totalidad, siguiendo planos y documentos antiguos. Su reconstrucción culminó  en 1976 y fue obra del arquitecto José Luis Picardo, por encargo del Ministerio de Información y Turismo. La inauguración oficial tuvo lugar en 1978 con la visita del el rey Juan Carlos y la reina Sofía.
La leyenda más conocida del Parador de Sigüenza es la del fantasma de Doña Blanca de Borbón, hija del duque Pedro I de Borbón y de Isabel de Valois, y sobrina del rey de Francia, Carlos IV El Hermoso. Joven, rubia y bella, fue casada con el rey Pedro I el Cruel. El enlace se celebró en Valladolid, y, tres días después de la noche de bodas, el rey la repudió y la abandonó para fugarse con su amante,  María de Padilla. Pedro I la hizo  enclaustrar en el Castillo de Sigüenza durante cuatro años. Después de ese tiempo, el rey ordenó su traslado a Jerez y, más tarde, a Medina Sidonia, donde Blanca falleció muy joven y  en extrañas circunstancias. Algunas leyendas hablan de que fue envenenada, otras de que habría muerto de un ballestazo en el corazón, probablemente a manos de los ejecutores del rey, que solían ultimar a sus víctimas de un mazazo en la cabeza. Cuentan que al haber pasado cuatro años en el castillo de Sigüenza, triste y malcasada, su fantasma habría regresado allí tras su muerte y que los sollozos de Doña Blanca se escuchan en los pasillos del Parador de Sigüenza al caer la noche.
De la estancia de Doña Blanca en el castillo queda una pequeña celda con una silla y un escritorio que fue restaurado por el arquitecto José Luis Picardo, situada en el Salón de Doña Blanca, en el ala derecha del Parador

Hasta aquí, mis queridos, la cuarta parte de esta sorprendente lista de hoteles embrujados. Me despido de ustedes con un cuento breve del polaco Slawomir Mrozek:

UNA NOCHE EN UN HOTEL

Estaba punto de dormirme cuando detrás de la pared se dejó oír un fuerte golpe.
"Ya está, ahora empezará aquello -pensé-. Será igual que en aquella famosa anécdota. El vecino se quitó un zapato y lo dejó caer al suelo. Ahora no podré dormir hasta que se quite el otro, y vete a saber cuánto rato tendré que esperar a que lo haga."
Así que cuál no sería mi alivio cuando enseguida se dejó oír el segundo golpe.
Me estaba durmiendo de nuevo cuando detrás de la pared sonó un tercer estrépito que me quitó el sueño.
Eso sí que no me lo esperaba. ¿Acaso mi vecino tenía tres piernas? Imposible. ¿Había vuelto a ponerse un zapato y se lo había quitado de nuevo? Poco probable. Así que, por lo visto, tenía dos vecinos.
Y comenzó mi tormento, justo como lo había previsto. Lo único que me permitía resistir era la esperanza de que de un momento a otro tenía que quitarse el otro zapato. Sin embargo, la noche transcurría y el segundo, es decir, el cuarto ruido no llegaba.
No pegué ojo en toda la noche y por la mañana bajé a desayunar totalmente agotado. Encontré a mi vecino. Busqué con la mirada al otro, pero no estaba, sólo había uno. Ese otro seguramente se había dormido hecho una cuba y continuaba durmiendo con un zapato puesto.
-¿Tiene ratones en su habitación? -inquirió mi vecino-. Porque yo sí los tengo. Hacían tanto ruido que tuve que tirarles un zapato para que pararan.
A partir de entonces dejé de pensar con lógica. Un estúpido ratón tiene más poder que toda la lógica junta, y la lógica sólo provoca insomnio.

Buenas noches.

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