lunes, 7 de febrero de 2022

SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR I


SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR I

“Tome sus placeres seriamente.”
Charles Eames

Es de público conocimiento que, si uno quiere tener una vida plena y sin desperdicio, antes de morir tiene que hacer muchas cosasEscribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo dicen los más clásicos y, quizás, los menos pretenciosos. Libros escribe cualquiera. Y los publica, además. Mientras lo pueda pagar. Vivimos en una era perversa donde son los escritores, y no los lectores, el gran negocio de las Editoriales. Nadie lee, todos escriben. Plantar un árbol no es ninguna ciencia. Tener un hijo, tampoco. Los hijos pueden ser biológicos o no. Tener un hijo, más que una cuestión de embarazos y partos, es una cuestión de amor.
Seres más arriesgados (o menos achanchados) postularán que antes de morir hay que hacer cumbre en el Everest, cruzar a nado el Río de la Plata, correr la Maratón de Boston o pasar la noche en la Estación de trenes de Once. Yo a esas cosas no me animo. Me tengo en muy alto aprecio como para ponerme en riesgo: no me interesa terminar congelada, ahogada, pisoteada por maratonistas enloquecidos o en bolas y a los gritos. No sé ustedes.
El sitio web Entre Mujeres también realizó una lista de 30 cosas que hay que hacer entes de morir. Y, como no podía ser de otro modo, esas cosas están relacionadas con el sexo. Porque las mujeres que otrora tejían capelinas a crochet o pintaban gallinas y pollitos sobre tela, ahora se dedican pura y exclusivamente a revolear los calzones. El mundo va pa’lante, mis queridas. Ser mujer es, hoy en día, algo más que coser botones y limpiar los azulejos del baño.
Para que se enteren de cuáles son esas 30 sensacionales cosas y tachen las que ya hicieron, paso a transcribir la primera parte volcánica lista confeccionada por Entre Mujeres. Disfruten.


1) Practicar sexo oral: A esta altura del partido, creo que esto ya lo hicimos todas. No es ni novedoso ni sensacional, pero no por eso resulta menos agradable. Si todavía queda alguna remilgada que no pobró, se lo recomendamos calurosamente.

2) Tener sexo karezza: Qué corno es sexo karezza se preguntarán algunas desinformadas. Les cuento: el término karezza es una deformación de la palabra italiana carezza, que significa caricia.  Este tipo se sexo, no apto para señoras y señores apurados, privilegia la sensualidad sobre el clímax y promueve un encuentro erótico cariñoso, suave y lento. Quienes tengan ganas de probar esta variante sexual tienen que contar, no sólo con un par de horitas largas, sino también con ganas de conectarse realmente con su pareja. Durante el encuentro es importante sonreír, mantener el contacto visual con el otro, tratar de que las respiraciones de ambos se sincronicen y, por supuesto, tocarse mucho. Acariciar, abrazar, masajear, detenernos en latidos, gemidos y suspiros, son premisas indispensables para que el sexo karezza sea un rotundo éxito.  Este tipo de encuentro sexual está contraindicado para gentes apuradas y jóvenes ardorosos que sólo piensan en la consumación del acto. Los demás lo podemos practicar sin problemas, porque no exige un escenario predeterminado ni una falta de prejuicios escandalosa. 

3) Masturbarse (y ver cómo ambos se masturban): Aunque las gentes más pacatas lo nieguen e insistan en salpicarnos con agua bendita, esto también lo hicimos todas. Por lo menos la primera parte de la premisa. La segunda, no sé. Pero habría que probar. Total, es gratis y tampoco requiere una puesta en escena demasiado elaborada.

4) Poner en práctica (al menos) la mitad de las posturas del Kamasutra: Acá la cosa se complica un poco. Si llegamos a cierta edad sin haber probado las mentadas posturas no creo que vayamos a decantar por ese lado. Cierto es que a la vejez, viruela. Pero hay que tener un estado físico respetable para meterse con el Kamasutra.

5)  Tener sexo cibernético y/o por teléfono: ¿Todavía no lo hicieron? ¡Corran  y llamen ya! O aprovechen que están frente a la computadora leyendo pavadas y entren en una sala de chat caliente. No se pierdan la esplendorosa oportunidad de tener sexo sin peinarse, sin depilarse y, lo mejor de todo, sin levantar el culo de la silla.

6) Vendarse los ojos mientras hacen el amor: Este tip, que puede resultar tremendamente revelador, también es fácil de llevar a la práctica. Basta tener a mano un pañuelo y animarse a hacer algo diferente. Ni siquiera los dinosaurios más aferrados a sus buenas costumbres podrán poner objeciones a este jueguito inocentón.

7) Tener relaciones sexuales en un lugar público: Hay muchos y muy variados lugares públicos que pueden prestarse como escenarios de un revolcón de ensueño. El más taquillero es, sin dudas, la playa. Un lugar con muchas cosas a favor (paisaje sumamente romántico, cierta intimidad entre los médanos pero sin renunciar a las estrellas y a la estimulante brisa nocturna acariciando cada centímetro de nuestra piel, etc.) y, por qué negarlo, algunas en contra (arena en las partes íntimas si en el fragor de la contienda erótica nos olvidamos de la lonita y picaduras de bichos que no sé qué corno son pero que los hay, los hay). También se puede tener relaciones en micros y trenes, en los probadores del shopping y en los baños de los restaurantes.

8) Usar lencería súper sexy: Por lo menos una vez en la vida hay que animarse al portaligas y a las medias de red. No importa si estamos gordas. No importa si estamos viejas. No importa si hacemos el ridículo. Importa que nos demos el gusto. Que nos sintamos coristas del Moulin Rouge. Preciosas. Sensuales. Sintámonos diosas y como diosas seremos tratadas. 

9) Animarte a un baile erótico: ¿Por qué no? No hace falta ser una acróbata consumada y prenderse a un caño para hacer un baile erótico memorable. Basta con ponerse una tanga jacarandosa y mover el culo con gracia.

10) Usar un vibrador: Hay que animarse, señoras. Los vibradores no muerden. Los hay de todos los colores, formas y tamaños. 

11) Atar a tu pareja (y otro día, ¡dejarte atar!): Estimulante juego que sólo debemos practicar con señores más o menos conocidos, no sea que nos aten con la excusa de ponerle  pimienta al encuentro erótico y terminen afanándonos todo lo que tenemos en la casa.

12) Seducirlo con un disfraz erótico: Enfermera hot, colegiala hot, policía hot, conejita hot, cajera del supermercado chino hot… No importa de qué se disfracen: lo importante es que el disfraz sea hot (escote hasta el ombligo y medio culo afuera). Para seducir a  un hombre disfrazada hay que ser muy segura de una misma. Tener en cuenta que, probablemente, la primera respuesta que recibiremos como llaneras solitarias hot será una carcajada. A no amedrentarse. Tarde o temprano el reidor será seducido. Se los juro.

13) Practicar sexo tántrico: Los practicantes del sexo tántrico opinan que menos es mejor, y recomiendan hace el amor una vez al mes para acumular energía sexual. La base del disfrute está en los preparativos (velas, flores, incienso), el poder de miradas, caricias y masajes, y en el control de la respiración.  También para practicar esta variante sexual hay que tener tiempo y, sobre todo, paciencia. Sting dijo en una entrevista, tras el lanzamiento de su disco “Sacred Loved”, que, gracias al tantra, podía hacer el amor durante ocho horas. Qué quieren que les diga: a mí ocho horas de sexo seguidas, aún con Sting, me parecen una exageración. Prefiero encuentros más cortos y más asiduos. 

14) Tener relaciones en la ducha: Esto también lo hicimos todas, ¿o no? Basta con tener cuidado con los resbalones.

15) Leer literatura erótica (y poner en práctica lo que les inspire...): Leer es siempre una aventura fascinante. Pero algunas aventuras son más fascinantes que otras. No lean “50 sombras de Grey”, lean “Las edades de Lulú”. Háganme caso una vez en la vida, que yo me leí todo y sé de qué estoy hablando.

Hasta aquí, mis queridas, la primera parte de esta sensacional lista de 30 cosas relacionadas con el sexo que debemos hacer antes de morir. Prontito, la segunda parte. Me despido de ustedes urgiéndolas a hacerlas YA, porque nadie sabe qué día será su último día. Y dejándoles, de yapa, la maravillosa poesía de Kahlil Gibran: "Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo iba a disfrutar por vez primera, llegaron violentamente a mi casa un ángel y un demonio. Entraron en mi puerta y disputaron acerca de mi nuevo placer. Uno gritaba: ¡Es un pecado! Y el otro decía: ¡Es una virtud!"

Buenas noches.

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