HOLLYWOOD PARANORMAL: JAMES DEAN
"Conduce con calma, la vida que estás salvando podría ser la mía."
James Dean
"Conduce con calma, la vida que estás salvando podría ser la mía."
James Dean
Introvertido, apasionado, melancólico, tierno y rudo a la vez, rubio y hermoso, James Dean estaba
convencido de que lo lograría. “Por un lado soy como Clift diciendo 'Ayúdame' y por el otro soy Brando diciendo: '¡Jódete!' En algún punto intermedio está James Dean”, declaraba el actor, consciente de que ese punto intermedio era lo
que lo catapultaría a la fama.
JAMES DEAN: UN POCO DE HISTORIA
James Byron Dean (su segundo
nombre fue un homenaje de su madre al poeta Lord Byron) nació en Marion, Indiana, el 8
de febrero de 1931. Sus padres fueron Mildred Winslow y Winton
Dean. James y su familia se mudaron a Santa Mónica, California, donde
la familia pasó varios años. James era muy apegado a su madre;
según Michael DeAngelis, ella fue “la única persona capaz de
comprenderlo”. Mildred murió cuando su hijo tenía apenas 9 años.
Winton Dean mandó a James con
su hermana, Ortense, y su marido, Marcus Winslow, a una
granja en Fairmount, Indiana, donde fue educado en un entorno de influencia cuáquera. Dean se
guió por los consejos y la amistad del pastor metodista Reverendo James
DeWeerd. Según Billy J. Harbin, “Dean mantuvo una relación muy
cercana con su pastor... la cual comenzó en su último año de escuela secundaria
y duró muchos años”. En la escuela secundaria, las representaciones
teatrales hechas por James fueron pobres. Sin embargo, llegó a
ser un atleta popular.
Años después se supo
que Dean se llevó un secreto a la tumba, revelado al final por Elizabeth
Taylor. La actriz se lo contó a un periodista del "The Daily
Beast" y le pidió que no lo revelara hasta que ella hubiese muerto: “Amaba
a Jimmy. Te voy a decir una cosa, pero es off the record hasta que
muera, ¿de acuerdo? Cuando Jimmy tenía 11 años y su madre murió, empezó a
sufrir abusos sexuales por parte del pastor de su iglesia. Creo que aquello le
atormentó por el resto de su vida. En realidad, sé que fue así. Hablábamos
mucho sobre ello. Durante el rodaje de 'Gigante' pasábamos noches en vela
hablando y hablando, y esa fue una de las cosas que me confesó.”
James Dean amaba el teatro,
donde incursionó desde muy joven. Antes de dejar Fairmount ya había
representado varias obras. A los 18 años viajó a Los Angeles donde
cursó sus estudios en la Universidad de California (UCLA). En
diciembre de 1949 empezó a conseguir pequeños papeles en cine y televisión e
hizo un famoso anuncio de Pepsi (ese día conoció a su
representante Isabelle Dreasemer). Pronto se trasladó a Nueva
York para estudiar interpretación en el famoso "Actor's Studio".
Sugran oportunidad
llegó en 1954 cuando el director Elia Kazan, que había rodado “A
Streetcar named Desire” (“Un tranvía llamado deseo”), con Marlon
Brando, le ofreció el papel principal de Cal Trask en “East
of Eden” (“Al este del Edén”). El director eligió a Dean por
su similitud con el personaje de Cal, introvertido, tosco, melancólico y
apasionado.
Dean y Kazan volaron juntos desde Nueva York a Los Angeles el 8 de marzo. El joven actor se mudó a un piso en el plató de la Warner con Richard Davalos, el actor que interpretó de Aaron, hermano de Cal. El rodaje empezó el 27 de mayo. Durante su estancia en Hollywood, James Dean salió con muchas mujeres, pero el amor de su vida fue la actriz Pier Angeli. La madre de Angeli se opuso al romance, que concluyó cuando la actriz le comunicó que iba a casarse con el cantante Vic Damone. Jame Dean no aceptó esa decisión y, según algunos biógrafos, golpeó a la muchacha. Durante la ceremonia de la boda de Pier Angeli, se situó con su moto delante de la puerta de la iglesia y mantuvo acelerado el motor para hacer ruido. El matrimonio de Angeli duró apenas dos años. Ella se suicidó en 1971, a los 39 años de edad. Se dice que poco tiempo antes de su muerte confesó que James Dean había sido el único verdadero amor de su vida
James Dean no acudió al estreno de “East of Eden”, el 9 de marzo de 1955. En esa ocasión, Marilyn Monroe, Eva Marie Saint y Marlene Dietrich oficiaron de acomodadoras. Días después Dean vio su película pasando desapercibido en las butacas del cine, como un espectador más. Por su actuación en “East of Eden”, James Dean tuvo su primera nominación al Oscar.
Poco tiempo después, Nicholas Ray lo contrató para el papel de Jim Stark en “Rebel Without a Cause” (“Rebelde sin causa”), coprotagonizada por Natalie Wood. Para ese entonces se compró su primer Porsche, un Speedster 356 descapotable blanco. El 26 de marzo corrió sus dos primeras carreras, siendo primero en una y segundo en otra.
“Rebel Without a Cause” empezó a rodarse el 28 de marzo de 1955 en blanco y negro, pero el éxito de “East of Eden” hizo que se la volviera a empezar en color. Rodó luego “Giant” (“Gigante”), de George Stevens, junto a Rock Hudson y a Elizabeth Taylor. Su personaje, Jett Rink, tenía también rasgos de Dean, ya que ambos eran personas solitarias. La película se rodó cerca de la frontera con México y se le prohibió participar en carreras durante la filmación. Por esta película obtuvo su segunda nominación al Oscar (en esta ocasión póstuma). Rock Hudson, su compañero de reparto, obtuvo otra nominación en la misma categoría. Ambos fueron derrotados por Yul Brynner, premiado por su actuación en “The King and I” ("El rey y yo", Walter Lang, 1956).
En su cuarta y última carrera, mientras iba cuarto, un pistón del Speedster estalló y James Dean tuvo que retirarse.
James Dean falleció en un accidente de tránsito en Cholame, California, el 30 de septiembre de 1955. Fue enterrado en el Park Cemetery de Fairmount, Indiana. Descansa debajo de una lápida rosa, réplica de la original robada en 1983 y réplica de la copia robada en 1988. En 1977 se inauguró un memorial en su honor cerca del lugar del accidente, en Cholame.
James Dean falleció en un accidente de tránsito en Cholame, California, el 30 de septiembre de 1955. Fue enterrado en el Park Cemetery de Fairmount, Indiana. Descansa debajo de una lápida rosa, réplica de la original robada en 1983 y réplica de la copia robada en 1988. En 1977 se inauguró un memorial en su honor cerca del lugar del accidente, en Cholame.
Mientras rodaba “Giant”, James Dean se compró un Porsche Spyder 550, bautizado como “Little Bastard” (“Pequeño Bastardo”) por Bill Hickman, otro corredor, amigo personal de Dean, que formó parte de su equipo como instructor, siendo especialista en rodajes de escenas peligrosas con autos. El 17 de septiembre de 1955, Dean hizo un anuncio publicitario en el que advertía a los jóvenes de los peligros de conducir imprudentemente. Tan pronto como terminó el rodaje de la película, James fue a competir en una carrera de automóviles en Paso de Robles, Salinas, cerca de San Francisco. La noche anterior dejó su gato al cuidado de Elizabeth Taylor, ya que temía que algo le sucediese.
El 30 de septiembre, enganchó
el Porsche en su ranchera para llevarlo a Competition Motors para una puesta a
punto. Allí se reunió con el fotógrafo Sanford Roth y su amigo el actor Bill
Hickman. Su mecánico Rolf Wütherich pasó tres horas poniendo a punto el motor
de alto rendimiento y un cinturón de seguridad en el asiento del conductor.
Antes de ir a Salinas, Dean paró en una gasolinera a seis manzanas de su casa
para repostar. Entonces decidió conducir el Porsche a lo largo de la costa para
hacerle unos kilómetros. Mientras Dean conducía por la carretera, acompañado por
su mecánico, fue embestido
frontolateralmente por un Ford Custom Tudor Coupe conducido por un estudiante, Donald
Turnupseed, que aparentemente iba muy rápido, giró a la izquierda y no vio al
pequeño coche alemán. El accidente ocurrió en el cruce de la Route 466 (actualmente Highway 46) con la Route 41, por entonces un conocido punto negro, un tramo de concentración de accidentes. No está probado que James Dean condujese rápido. Se cree que su velocidad era de unos 89 km/h, legal para el tramo y la época. Debido al brutal accidente, James Dean se rompió el cuello en el choque, perdiendo la vida el 30 de septiembre de 1955. El
conductor del Ford, que solamente se rompió la nariz y se lastimó un hombro,
murió de cáncer en 1995, mientras que el mecánico de Dean salió despedido del
coche, se destrozó una pierna y se rompió la mandíbula; falleció en 1981 en un
accidente automovilístico en Alemania.
James Dean tenía 24 años y se convirtió en la primera estrella trágica del Hollywood dorado. El impacto de su fallecimiento se tradujo en un brote de histeria colectiva entre jóvenes y adolescentes, para quienes James era, más que un actor, una forma de entender la vida. El cóctel de fama, juventud y rebeldía, sumados a una muerte precoz dieron como resultado el nacimiento de un mito. Con su trágico final, había hecho honor a una de las frases que erróneamente se le atribuyen: "Vive rápido, muere joven y deja un hermoso cadáver".
En 2005, el Channel 5 de Reino Unido emitió un documental en el que se develaban nuevos
datos sobre el accidente de James Dean. El actor no intentó esquivar el Ford Custom Tudor,
sino que frenó a fondo su Porsche Spyder 550. Salió
despedido contra el parabrisas del Ford (puede verse el impacto del cristal en las
fotografías del incidente) y, luego de ese impacto, su cuerpo rebotó al
interior del Porsche, cayendo en el asiento del copiloto. Según Bill Hickman, cuando llegó a la escena del accidente, a los tres minutos
aproximadamente, él mismo sacó a James del coche y el actor murió en sus
brazos. El conductor del Ford, Donald Turnupspeed aseguró que "no vio el coche" de Dean,
y afirmó ver cómo dos cuerpos salían volando del coche: uno cayó en la cuneta
(el de Rolf Wütherich) y otro
"cayó sobre mi coche y rebotó".
Algunos investigadores, periodistas y
biógrafos encuentran ciertos detalles llamativos que cuestionan la versión del
accidente e insinúan que se trató de un suicidio, conjetura que apoyan con
diversas teorías. La primera abre un interrogante sobre por qué Dean no esquivó
al vehículo con el que iba a colisionar, según declaró el mecánico mecánico Weutherich. La
segunda alude a las distintas visitas que el actor realizó antes del accidente a algunos
de sus mejores amigos y compañeros de reparto de sus películas. Luego de su
muerte, todos convinieron en lo extraño del caso, ya que se presentó en todas las ocasiones vestido con un traje oscuro, nada habitual en su vestimenta.
EL PEQUEÑO BASTARDO
La muerte de James Dean fue el resultado de una suma de coincidencias. El Porsche Spyder 550 no era el auto que él deseaba. James había encargado
un Lotus MK X, cuya entrega se retrasó. Impaciente por regresar al mundo de las
carreras y participar en la que se corría Paso de Robles, Dean se quedó con el Porsche, ofrecieron
mientras duraba la espera.
El Spyder, un vehículo
de aluminio, que apenas pesaba 600 kilos y podía alcanzar sin dificultad los
220 kilómetros por hora, era una de las 90 unidades que se fabricaron del
modelo. Fue tuneado por su amigo George Barris, el creador del primer Batimóvil
de la historia. A pedido de Dean, Barris tapizó los asientos con tela
escocesa y le pintó el número 130 en la carrocería y
dos franjas rojas en la parte trasera, sobre las ruedas. El Porsche
fue bautizado por su amigo Bill Hickman “Little
Bastard” (“Pequeño Bastardo”).
Dean estrenó su
flamante Spyder el 21 de septiembre de 1955. Dos días más tarde, coincidió en
un restaurante con el actor británico Alec
Guinness, y después de que Dean le mostrara su auto, Guinnes le advirtió que no
lo condujera, porque el automóvil le parecía algo siniestro y podía acabar
muerto en una semana (exactamente lo que ocurrió). No fue el único que
notó algo extraño en el Porsche. La bella Ursula
Andress ni siquiera se atrevió a subirse y Eartha Kitt, la rutilante Gatúbela, comentó
que aquel automóvil le transmitía muy malas sensaciones.
El 30 de
septiembre, James se dirigió a Paso de Robles, para participar en una carrera. Viajaba en compañía de su amigo Bill Hickman, conduciendo una ranchera
que remolcaba al Spyder
550, mientras que su mecánico, Rolf Wuetherich, y el
fotógrafo, Sandford Roth, iban en otro auto. Pero, otra vez, la impaciencia de Dean lo hizo cambiar
de planes. Se bajó de la ranchera y se puso al volante del “Little
Bastard” con la excusa acostumbrarse a conducirlo antes de la carrera. Rolf se acomodó en el asiento del copiloto. Poco
tiempo después, James Dean falleció en un terrible accidente.
A partir de ese
momento, “Little Bastard” comenzó una larga y maldita travesía que, según se dice, dejó una estela de cadáveres y heridos entre 1956 y 1960, momento en
el que se le perdió el rastro.
Cuenta la
leyenda que después de que George Barris comprara lo que quedaba del Porsche
por 2.500 dólares, éste fue trasladado a su taller y al bajarlo, las cuerdas
que lo sostenían se rompieron. El
deportivo cayó sobre uno de los mecánicos de Barris y le rompió las dos
piernas. Después de este incidente, George desguazó al “Pequeño Bastardo” y empezó
a vender sus piezas por separado. El motor fue adquirido por Troy McHenry, médico de profesión, para instalarlo en su coche de
carreras. El chasis fue a parar a manos de William Eschrid, también
médico, que hizo lo propio con la pieza. El 21 de octubre de 1956, McHenry y
Eschrid participaron en una carrera con las piezas del “Little Bastard” en sus
respectivos coches. McHenry perdió
el control de su vehículo, chocó contra un árbol y perdió la vida en el acto,
mientras que Eschrid resultó gravemente herido tras sufrir un accidente en una
curva del circuito. Barris
también vendió dos ruedas aprovechables del Porsche 550 Spyder a otro piloto, un
joven neoyorquino, que tuvo la mala suerte
de que ambas reventaran a la vez, lo que provocó un accidente que lo tuvo
varios días en coma. Tampoco los
ladrones se salvaron de la maldición del
“Little Bastard”. Mientras el coche
estaba en el garaje de Barris, en Fresno, un hombre resultó gravemente herido en
uno de sus brazos, al intentar robar el volante. Otro se hirió mientras trataba de arrancar uno de los
asientos manchado con la sangre de Dean.
Después de tantos incidentes misteriosos, George Barris decidió aceptar la propuesta de la Policía de Tráfico de California, que se lo pidió para una exposición ambulante sobre los riesgos del exceso de velocidad. Los restos del “Little Bastard” fueron llevados a un garaje para su exposición. En marzo de 1959, se produjo allí un incendio, que acabó con todo lo que había en el lugar, salvo el Porsche de James Dean.
Después de tantos incidentes misteriosos, George Barris decidió aceptar la propuesta de la Policía de Tráfico de California, que se lo pidió para una exposición ambulante sobre los riesgos del exceso de velocidad. Los restos del “Little Bastard” fueron llevados a un garaje para su exposición. En marzo de 1959, se produjo allí un incendio, que acabó con todo lo que había en el lugar, salvo el Porsche de James Dean.
Durante
la gira que organizó la Policía de Tráfico de California, siguieron los sucesos
extraños. Mientras era remolcado para llevarlo a San José, una de las puertas
del automóvil se desprendió, rompiéndole la pierna a un mecánico. Se expuso en la "Sacramento High
School" durante el aniversario de la muerte de James Dean y se cayó del expositor, rompiéndole la
cadera a un estudiante de 15 años. A esta altura, ya se conocía al
automóvil como “el Porsche del Averno”.
Según
George Barris, un hombre que se había apropiado de un trozo de metal del coche
lo llamó y le pidió encarecidamente que aceptara la pieza de vuelta, ya que,
debido a la maldición del “Little Bastard”, había perdido su familia, su
trabajo, su casa y se encontraba en el hospital con una enfermedad terminal.
En 1958, mientras un
camión que lo transportaba estaba estacionado en una colina de Oregón, un inesperado fallo de los frenos hizo que
se precipitara contra otro vehículo estacionado y, en 1959, cuando estaba en una exposición en Nueva Orleans, el
Porsche, sin causa aparente, se desmoronó y se partió en 11 piezas. Se dice
también que, de camino a Nueva Orleans un turista chocó
contra la parte posterior del camión que transportaba al Porsche. Ese conductor quedó sepultado bajo los restos
de “Little Bastard” y también halló la muerte.
En
1960, la gira del coche concluyó en una convención de la policía en Florida,
por lo que lo enviaron de vuelta a California junto a su dueño. El Porsche se
subió a un container rumbo a Los Angeles, cuya puerta se selló. Según
George Barris, ocho días después el container llegó a su destino con el sello intacto.
Sin embargo, el “Little Bastard” había desaparecido y nunca más se lo volvió a ver. Otra fuente dice que se reconstruyó el coche
para una exposición, pero que también desapareció durante el traslado y aquí se
pierde el rastro del Porsche durante años. Se dice que existe una
pieza en el "Historic Auto Attraction Museum", en Illinois.
Diez
años después, J.J. Arms, un conocido investigador privado, se ofreció a
descubrir el paradero del Porsche Spyder 550. Un mes después, Arms informó a Barris que el coche nunca
había sido cargado en el container. Se realizó una copia del “Little Bastard” para
una exposición en Illinois y se ofreció una millonaria recompensa a quien
facilitara la recuperación del coche, pero nunca se ha vuelto a saber de él.
El
motor del auto de James Dean permanece aún en manos de la familia de Mc Henry.
En cuanto al chasis, se supo que alguien lo puso a la venta en los diarios de
Indiana, pero no hay datos certeros para afirma que es el del “Little Bastard”.
Lo que ha sobrevivido a los accidentes e incidentes relacionados con el
automóvil es su sistema de transmisión, hoy propiedad de Jack Styles. Hace un
tiempo, Styles intentó venderlo en el sitio web ebay. Aparentemente,
una hebilla del cinturón de seguridad del Porsche (que, por desgracia, James
Dean jamás usó) estuvo expuesta en un museo dedicado al actor en Indiana, hasta
noviembre de 2006. Tras su cierre, la Heritage Auction Galleries la vendió a un comprador anónimo de EE.UU. , que pagó 8.845 euros por la
pieza.
Cuenta
Warren Beath, archivista y autor, que la maldición de "Little
Bastard" fue una invención de George Barris, que se quedó los restos del
coche de su amigo y tenía un interés obvio en
alimentar aquel sortilegio con la intención de aumentar el valor de aquella
ruina automovilística. Por otro lado, el historiador de Porsche,
Lee Raskin, autor de los libros "James Dean, on the road to
Salinas" y "James Dean: at speed",
ha asegurado que gran parte de lo que se ha escrito sobre esta maldición tiene
su origen en el libro del propio Barris, "Cars os the stars",
que publicó en 1974.
LA VENGANZA DE VAMPIRA
Maila Nurmi nació
en Finlandia en 1922, pero su familia abandonó Europa cuando ella apenas tenía
tres años. Creció en Ashtabula, ciudad costera de Ohio, cuyo puerto lacustre
atraía a numerosos inmigrantes finlandeses. Desde muy joven se hizo notar por
su belleza y comenzó una carrera como
pin up, posando para diversos fotógrafos. Tuvo pequeños papeles en obras de
teatro (se dice que Mae West la echó de una de sus obras porque su gélida
hermosura le quitaba protagonismo), pero no logró concretar su sueño: triunfar
en el cine. Hollywood estaba repleto de rubias hermosas buscando una
oportunidad, así que la competencia era feroz.
Pasados ya los treinta años, por entonces una edad
demasiado tardía como para hacerse ilusiones como estrella de cine, Maila se ganaba la
vida trabajando como encargada del guardarropas de un club de la ciudad. Pero cierta vez concurrió a un gran baile de
disfraces caracterizada como mujer vampiro. Aficionada al terror y al
esoterismo, había elegido un look inspirado en cómics del
género y, especialmente, en el personaje de Morticia Addams: cabello negro, cejas arqueadas y vestido ajustado,
que resaltaba su cintura de avispa. Un productor de televisión quedó
deslumbrado con ella y le propuso trabajar como presentadora de un ciclo de
películas de terror vestida de vampiresa. Maila aceptó. A su marido se le
ocurrió que se presentase con el nombre de Vampira. Ella sexualizó el personaje, usando un sujetador
puntiagudo y dotándolo de un aura de erotismo y humor sarcástico para que Vampira fuera un producto atrevido para su
tiempo.
“The Vampira Show” se convirtió en un éxito inmediato. El carisma de Vampira y su actitud burlona
a la hora de presentar la película de terror que se proyectaba cada noche enamoraron
al público. Sin embargo, el programa tuvo una vida breve porque
Maila se negó a vender los derechos de su personaje.
Maila se había hecho amiga de James Dean. Ambos salieron
juntos durante una temporada y para cuando ella obtuvo su programa televisivo,
Dean ya se había convertido en una estrella de Hollywood. Maila estaba casada,
pero se enamoró perdidamente de Dean.
Maila se sentía plenamente identificada con James. Creía que
ambos compartían similares problemas emocionales y que eran almas gemelas. “Tenemos
las mismas neurosis”, juraba la actriz. Él quizá sentía algo parecido; al menos
sabemos que hasta varios meses antes de su muerte estuvo muy pendiente de ella.
Llegó a interrumpir el rodaje de “Rebel Without a Cause” para
sentarse a ver “The
vampira show”, algo que enloquecía a los miembros del equipo de
filmación. También la filmó con su cámara casera.
Pero la relación empezó a decaer. El feroz enamoramiento
de Maila agobiaba al actor y el nuevo
estatus de superestrella de Dean desaconsejaba que se lo viera con una mujer
ocho años mayor que él, casada y que, para colmo, encarnaba un estrafalario
personaje cómico-terrorífico. James Dean había empezado a verse con una jovencísima Ursula
Andress, una pareja más adecuada para la imagen que pretendía vender. El actor desmintió los rumores sobre un supuesto romance con Vampira y empezó a
mostrarse despectivo hacia ella en público. En una conversación con Hedda
Hopper, periodista del corazón y la mayor chismosa de Hollywood, tildó a Vampira de vacía y
superficial, ridiculizando su afición por asuntos los esotéricos y
transmitiendo la idea de que Maila Nurmi era poco menos que una loca
estrafalaria. Negaba categóricamente que hubiese habido nada romántico entre
ellos y parecía incluso repudiar su reciente amistad. James Dean sabía bien que
una historia con Vampira no encajaba con su imagen y podía resultar perjudicial
para su carrera. Maila se vio rechaza e incluso denigrada en los
medios por el nuevo actor de moda.
Al rechazo de Dean y los problemas para
continuar “The Vampira Show”, se sumó un secuestro que la actriz sufrió
en la primavera de 1955. Un asaltante entró en su casa y la retuvo durante
cuatro horas, intentando, incluso, abusarla sexualmente. En un descuido del
criminal, Maila pudo pedir ayuda y la policía acudió para liberarla antes de
que el asunto terminase en tragedia, ya que al parecer el sujeto tenía
intenciones de violarla y asesinarla.
Cuando Maila Nurmi supo que James Dean se había
matado en un accidente automovilístico se negó a creerlo. Llamó por teléfono al
actor y notó dudas al otro lado de la línea, como si le estuviesen ocultando algo.
Finalmente alguien le dijo con tono fúnebre “Jimmy no está disponible”. Ella
respondió: “Entonces ¿es cierto?”. “Sí”.
Maila cayó en la desesperación y
comenzó a realizar ritos esotéricos para intentar comunicarse con su difunto
amor. Empezó a decir cosas muy extrañas acerca de supuestas
apariciones fantasmales del recién fallecido y se ganó fama de demente. Su
prestigio profesional quedó arruinado y cualquier
posibilidad de retornar a la pantalla como Vampira se esfumó en un instante. Maila Nurmi
se convirtió en objeto de burla.
Sus
extravagancias necrofílicas no sentaron bien a muchas de las fans histéricas
que Dean había dejado tras de sí y alguien lanzó el rumor de que el accidente
del actor había sido causado por un ritual de Maila, despechada porque Dean no correspondía su amor. Una desquiciada admiradora del actor se
abalanzó sobre Maila en un salón de belleza y le prendió fuego el pelo. El escritor italiano Peter Kolosino recogió esta supuesta
maldición y escribió: "... su mente
se proyectó lejos... un coche que marchaba a toda velocidad... al volante
iba un hombre... la bruja de Hollywood levantó los ojos hasta una gran fotografía ... con una fría furia,
Maila levantó el abrecartas y lo lanzó. El cristal saltó hecho
añicos, y el puñal se clavó en la foto, a la altura del corazón... a miles y
miles de kilómetros de distancia, el conductor sintió una punzada en el pecho.
La vista se le nubló, notó un dolor lancinante y sus manos se separaron del
volante. El coche... se salió de la carretera y quedó destruido... en aquel
coche iba James Dean...".
En 1956, Maila participó en la entrañable película de Ed
Wood, “Plan 9 from outer space” (“Plan 9 del
espacio exterior”), junto con otra leyenda venida a menos: Bela Lugosi. La película no hizo más que terminar de hundir
los clavos en la tapa de su ataúd profesional. Durante los siguientes cuatro
años, Maila apareció en un pequeño puñado de filmes igualmente malos, contrajo
dos nuevos matrimonios en un corto periodo de tiempo y finalmente dejó por
completo de ejercer como actriz. Maila Nurmi tuvo que empezar a ganarse la vida
instalando suelos de linóleo. En los años ’80 sufrió un nuevo revés cuando su
personaje fue usurpado por la voluptuosa Elvira.
Maila
Nurmi falleció en enero del año 2008. Para entonces había vuelto a aparecer en
algunas películas de clase B y en
cualquier documental que versara sobre el cine de terror de los años ‘50. El
nuevo auge del género y los homenajes a Ed Wood por parte de gente como Tim Burton reavivaron el interés por la figura de Vampira. Alejada de las estrafalarias actitudes de su juventud,
hizo olvidar los lejanos tiempos en que se puso en evidencia con sus
pretensiones de ser la amante del fantasma de James Dean. Maila se encontró con
una nueva generación de fans que la bautizaron la Reina de las góticas.
LA MALDICIÓN DE "REBELDE SIN CAUSA"
“Rebel Without a Cause” (“Rebelde sin causa”) es una película estadounidense del año 1955 dirigida Nicholas Ray y protagonizada por James Dean, Natalie Wood, Sal Mineo, Jim Backus, Ann Doran y Corey Allen en los papeles principales. Es una adaptación del libro del psiquiatra Robert M. Lindner “Rebel Without A Cause: The Hypnoanalysis of a Criminal Psychopath” (“Rebelde sin causa: El hipnoanálisis de un psicópata criminal”, 1944). La película, sin embargo, no hace referencia alguna al libro de Lindner.
La obra
aborda las crisis de la adolescencia, los comportamientos autodestructivos y los conflictos intergeneracionales. Jimmy Stark (James Dean), un chico
particularmente difícil, confuso y desorientado, se ve frecuentemente envuelto
en peleas, a consecuencia de las cuales su familia se ve obligada a un permanente peregrinaje de
una ciudad a otra. Jimmy, hijo único y con una relación muy ardua con sus
padres, llega a Los Angeles y se encuentra con sentimientos hasta entonces
desconocidos: el amor de Judy (Natalie Wood) y la amistad admirativa de "Platón" Crawford (Sal Mineo), un muchacho aún
más joven que él. Pero una vez allí no tarda en sostener su enésimo
enfrentamiento, con terribles consecuencias.
En 1990, “Rebel
Without a Cause” fue incluida entre las obras que preserva el Registro Nacional de Filmes (National Film Registry)
de la Biblioteca del Congreso de Estados
Unidos por ser consideradas “cultural, histórica, o
estéticamente significativas”.
“Rebel Without a Cause” reunió un elenco de jóvenes y prometedores actores. Algunos de ellos, además de Dean (curiosamente, los que entablaron con el actor amistades personales) murieron trágicamente
siendo aún muy jóvenes, lo que dio lugar a la leyenda que la retrata como una
película maldita.
La primera de las muertes atribuidas a la maldición fue la de James Dean, acontecida el
30 de setiembre de 1955, en un accidente de tránsito. La película se estrenó casi
un mes después del suceso fatal, el 27 de octubre de 1955.
NICK ADAMS
La segunda muerte atribuida a la maldición de “Rebel Without a Cause” fue la de Nick Adams. En el filme, Nick Adams protagonizó a Chick, uno de los tantos jóvenes díscolos de la historia. Durante la filmación de la película entabló una amistad estrecha con James Dean, al igual que sus compañeros de elenco, Natalie Wood y Sal Mineo. Al culminar el rodaje de “Rebel Without a Cause”, Dean declaró: " Ahora no considero a Natalie (Wood), Nick (Adams), y Sal (Mineo) como compañeros de trabajo, los considero como amigos ... sobre todo los únicos amigos que tengo en esta ciudad y espero que todos trabajemos juntos de nuevo pronto."
Adams admiraba y quería profundamente a James Dean y su muerte supuso para él un duro golpe. Algunos lo acusaron de tratar de sacar provecho de la fama de James Dean a través de varios trucos de publicidad, ya que declaró que estaba siendo acosado por una fanática del actor, se fotografió en su tumba en una pose contemplativa y sosteniendo flores, y escribió varios artículos y dio entrevistas para revistas de fans. También afirmó haber desarrollado el afecto de Dean por la velocidad, y declaró a un reportero: "Me convertí en un delincuente de la autopista, fui arrestado nueve veces en un año y me pusieron en libertad condicional, pero seguí corriendo ... hacia ninguna parte".
Nick Adams alcanzó la popularidad cuando protagonizó entre 1959 y 1960, la serie de televisión "The Rebel". En 1963 fue nominado a un Oscar como Mejor Actor de Reparto por la película "Twilight of Honor" (Boris Sagal)
La noche del 7 de febrero de 1968, su abogado y amigo, Ervin Roeder, se dirigió a la casa del en Beverly Hills, pero nadie respondió a la puerta. Viendo una luz encendida y el auto de Adams en el garaje, Roeder entró por una ventana y descubrió al actor en su dormitorio de arriba, muerto, caído contra una pared.
Durante la autopsia, el Dr. Thomas Noguchi encontró suficiente paraldehído, sedantes y otras drogas en el cuerpo de Adams como "para causar inconsciencia instantánea". El certificado de defunción indicó "intoxicación por paraldehído y promazina" como la causa inmediata de muerte, sin determinar si se trató de un suicidio o una sobredosis accidental.
La muerte de Nick Adams es considerada uno de los misterios sin resolver de Hollywood. Se especula que fue víctima de un asesinato (según el autor David Kulczyk, Adams, que era bisexual, estaba planeando escribir un libro revelador acerca de muchos secretos sexuales de figuras prominentes de Hollywood). De su departamento desaparecieron algunos objetos: la máquina de escribir, de gran valor sentimental, ya que se la había regalado James Dean y una serie de cintas magnetofónicas que contenían un
diario del actor.
En su momento llamó mucho la atención que junto al cadáver no se encontraran rastros de paraldehído (un sedante líquido que, para la época, se recetaba a los alcohólicos y fue uno de los dos fármacos a los que se atribuyó su muerte). Sin embargo, el hermano de Adams, Andrew, que era médico, le había prescrito el sedante. Por otra parte, "Los Angeles Times" publicó la existencia de botellas cerradas con etiquetas de prescripción médica en un botiquín cerca de la habitación donde el cuerpo de Adams fue descubierto.
A través de los años, hubo varias especulaciones acerca de la muerte de Nick Adams. Algunas hablaban de asesinato y otras de muerte accidental, esta último causada quizás por Roeder mientras intentaba calmar los nervios del actor con una combinación letal de alcohol y drogas recetadas (aunque la autopsia no encontró alcohol en la sangre de Adams ). El mejor amigo de Adams, el actor Robert Conrad, ha mantenido sistemáticamente que la muerte fue accidental.
Al momento de su muerte, Nick Adams tenía apenas 36 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio ucraniano Saints Cyril and Methodius en Berwick, Pensilvania.
SAL MINEO
El próximo en ser alcanzado por la maldición de “Rebel Without a Cause” fue Sal Mineo, quien interpretó en la película al joven "Platón" Crawford. Su personaje veneraba a Jimmy Stark, y los espectadores más perspicaces pudieron ver en esa adoración algo que, indudablemente estaba ligado a la sexualidad, esbozado muy sutilmente con el fin de no enfurecer a los censores. La realidad se correspondía con la ficción: Sal Mineo amaba en silencio a James Dean. Nicholas Ray, el director de la película, fue consciente de estos sentimientos y los aprovechó
para dar mayor intensidad a la historia. Cuando su biógrafo Paul Jeffers le
preguntó a Mineo si se había acostado con Dean, Sal contestó: “De habérmelo pedido,
habría ocurrido al momento”, añadiendo: “Si hubiera comprendido entonces que un
chico podía enamorarse de otro…, pero no lo comprendí hasta años después,
cuando ya era demasiado tarde para Jimmy y para mí”. La muerte de James Dean afectó profundamente a Sal Mineo.
Mineo fue uno de los primeros actores de Hollywood en reconocer públicamente su bisexualidad y, como consecuencia, algunas puertas de la industria del cine se le cerraron.
En el año 1976, Sal Mineo interpretaba a un ladrón bisexual en la exitosa obra de teatro "P.S. Your Cat Is Dead" ("P.D. Tu gato ha muerto"). El 12 de febrero de ese año, cuando regresaba a su domicilio después de un ensayo teatral, fue acuchillado en un callejón. Recibió una sola puñalada en el corazón y falleció en el acto. Debido a su abierta homosexualidad, se especuló con un crimen pasional y un ritual sadomasoquista fallido, pero el asesino resultó ser Lionel Ray Williams, un repartidor de pizzas con amplio historial delictivo, quien dijo que no reconoció a Mineo cuando lo atacó. Fue detenido, juzgado y condenado, en 1979, a 57 años de cárcel como autor del crimen, que posteriormente confesó. En la década de 1990, Williams fue liberado bajo ciertas condiciones, pero fue apresado una vez más por nuevos delitos.
Al momento de su muerte, Sal Mineo tenía sólo 37 años. Sus restos descansan en el Gate of Heaven Cemetery de Nueva York.
NATALIE WOOD
La última de las víctimas de la maldición de “Rebel Without a Cause” fue la bellísima Natalie Wood, quien dio vida a Judy en el film. Natalie había sido una estrella infantil, impulsada por su ambiciosa madre. La leyenda cuenta que, cuando la rusa Maria Stepanovna estaba embarazada, una anciana le leyó la mano en la calle y le dijo: "Su hija será una gran estrella, pero deberá tener mucho cuidado con las aguas oscuras". Debido a que toda su vida su madre le advirtió toda la vida sobre el respeto que debería tenerle al agua, Natalie jamás aprendió a nadar.
Luego de la muerte de James Dean, Natalie continuó con su exitosa carrera. Se casó con el actor Robert Wagner el 28 de diciembre de 1957 y se divorció cinco años después. El 30 de mayo de 1969, Natalie Wood volvió a contraer matrimonio, esta vez con el productor británico Richard Gregson. La pareja había salido dos años y medio antes de su matrimonio, mientras que Gregson esperaba que concluyera su divorcio. En 1970 tuvieron una hija, Natasha. Se separaron en 1971 después de que Wood oyera una conversación telefónica inapropiada entre su marido y una secretaria. El divorcio se concretó en 1972. Poco tiempo después, reanudó su relación con Robert Wagner. La pareja se volvió a casar el 16 de julio de 1972, cinco meses después de la reconciliación y tres meses después de que Natalie se divorciara de Gregson. Su hija, Courtney Wagner, nació en 1974.
En noviembre de 1981, Robert Wagner y Natalie Wood invitaron al actor Christopher Walken, que en ese momento estaba filmando con la actriz la película "Brainstorm" (Douglas Trumbull), a pasar unos días a bordo del yate "Splendour" en Isla Catalina. Salieron de Los Angeles el viernes 27 de noviembre y durante
ese día y el siguiente se dedicaron a recorrer varios puntos de la isla. La
noche del 28 cenaron en el restaurante "Doug’s Harbor Reef", donde bebieron dos
botellas de vino y dos de champagne. Regresaron al barco alrededor de las 10:00 PM. A la 1:30 AM, el
capitán Dennis Davern y Robert Wagner llamaron a la guardia costera denunciando que Natalie
Wood ya no estaba a bordo. Faltaba también "Prince Valiant", la lancha inflable que utilizaban
para desplazamientos cortos, y presumían que la actriz se había alejado en ella.
A las pocas horas se encontró la lancha, pero ni rastro de Natalie. A las 7:45 de la mañana siguiente
apareció el cadáver de la actriz, flotando junto a unas rocas.
La autopsia dictaminó que Natalie había muerto ahogada. Su cuerpo presentaba algunas heridas superficiales en brazos y piernas y una pequeña abrasión en la mejilla izquierda. Su nivel de alcohol en sangre era muy alto. La muerte se catalogó como accidente: Natalie Wood había intentado alejarse en la lancha inflable, pero tropezó y cayó al mar.
Cuando la noticia de la muerte de la estrella se anunció, una mujer llamada Marilyn Wayne declaró ante la policía que, desde un yate próximo, ella y su marido oyeron una voz femenina que gritaba y pedía socorro, e inmediatamente después una voz masculina, algo beoda, que respondía: “Ok, ya vamos ayudarte”. Ambos supusieron que se trataba de una broma.
La duda estaba sembrada. Sobre todo porque la versión
oficial no respondía a la pregunta más importante: ¿qué
llevó a Natalie Wood a querer alejarse del yate en plena
noche, sola y ebria? Aparentemente, entre los actores había habido
una agria discusión acerca de la importancia de la carrera
profesional frente a la vida familiar. También se especuló con una
escena de celos de Wagner porque Natalie y Walken estaban teniendo un romance. Otra versión, algo más rebuscada, sostenía que era ella la que
había tenido un ataque de celos cuando sorprendió a los dos hombres en una
situación comprometida. Todas estas hipótesis
aclararían el tema del viaje nocturno en lancha de no ser por un detalle muy
importante: Natalie le tenía terror al mar.
Aunque Robert Wagner y Christopher
Walken siempre han eludido el tema (Wagner lo ha mencionado en su autobiografía y en
algunas entrevistas, lamentándose por lo que considera un fatal accidente que
destruyó su familia), Dennis Davern, el capitán del yate, lo ha tocado en varias ocasiones, contando una versión distinta
a la que dio inicialmente. Davern habla de una pelea muy violenta y dramática entre el
matrimonio que se detuvo de pronto con un repentino silencio. Según el capitán, Wagner subió tras este silencio a donde él se
encontraba y estuvieron bebiendo durante largo rato, hasta que volvió a bajar
al camarote en el que había discutido con Natalie para reaparecer instantes
después diciendo que la mujer se había ido. Agrega, además, que Wagner no quiso
llamar inmediatamente a los guardacostas para denunciar
la desaparición de su esposa ni encender los reflectores del barco para buscar
a Natalie, escudándose en no querer provocar un escándalo. A lo largo de los
años, Davern ha sugerido con mayor o menor sutileza que Robert Wagner estuvo implicado
en la muerte de su esposa.
Las
dudas razonables hicieron que en 2011, después de que la escritora Marti Rulli publicara el libro además de colaborar con el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", recogiendo la versión de Dennis Davern, la policía
reabrieara el caso. Sin embargo, no se llegó a ninguna
conclusión tajante, sólo se cambió la causa de la muerte de “ahogamiento
accidental” a un poco satisfactorio y ambiguo “ahogamiento y otros factores por
determinar”.
Al momento de su fallecimiento, Natalie
Wood tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California.
Robert
Wagner volvió a casarse en 1990. Tiene 87 años y está prácticamente retirado.
Sigue manteniendo la versión oficial sobre la muerte de su esposa, y sus hijas lo
apoyan. La hermana de Natalie, Lana Wood, no cree en su historia.
Christopher Walken jamás se ha referido a la muerte de Natalie Wood.
Dennis Davern, el capitán del "Splendour", además de colaborar con el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", concede entrevistas para hablar del tema y acusar a Robert Wagner de ser el responsable de la muerte de la actriz. Vive en Florida y bautizó a su primera hija Natasha, como homenaje a Natalie Wood.
Dennis Davern, el capitán del "Splendour", además de colaborar con el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", concede entrevistas para hablar del tema y acusar a Robert Wagner de ser el responsable de la muerte de la actriz. Vive en Florida y bautizó a su primera hija Natasha, como homenaje a Natalie Wood.
El yate "Splendour", llamado así en honor a la película que consolidó
a Natalie como actriz, "Splendor in the Grass" ("Esplendor
en la hierba", Elia Kazan, 1961), en la que
compartió cartel con Warren Beatty, cambió
de dueño en 1986 y estuvo atracado en Hawaii. En 2014, según varios
medios, fue puesto a la venta porque estaba embrujado.
Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para ofrecerles en esta nueva entrega de "Hollywood paranormal". Una publicación que fue un homenaje a James Byron Dean y también a mi madre, una de las tantas fans desconsoladas cuando el actor falleció allá por 1955. Me despido de ustedes con unas palabras del rebelde por excelencia, el que con sólo tres películas logró catapultarse al firmamento estrellado de Hollywood para siempre: “Sea lo que sea que llevo dentro y que me hace ser lo que soy, es como una película. Y éstas sólo funcionan en la oscuridad, si las abres del todo y entra la luz, las matas”.
Buenas noches.
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