MISTERIOSA ARGENTINA IV
"Los misterios no son problemas insolubles, sino realidades no objetivables, pero que al estar inmersos en ellas nos iluminan."
Gabriel Marcel
Buenas tardes, amables lectores. Aquí estoy con una nueva entrega de "Misteriosa Argentina".
-La Mansión Stoppel (Mendoza Capital)
La Mansión Stoppel,
ubicada en el centro de Mendoza capital, fue construida en 1912 por el italiano Víctor Barabino y se
convirtió en la vivienda de Luis Stoppel, Cónsul de Perú en Mendoza. En
diciembre de 2002 se la declaró Patrimonio Cultural.
Muchas son las leyendas
que giran alrededor de la imponente casona, considerada uno de los lugares más
embrujados de Argentina. En la
década del ’50 fue donada por su propietario al Gobierno de Mendoza que instaló
en ella el Patronato de Menores, que
funcionó hasta 1977. Durante esa época, la psicología tenía una visión muy
distinta respecto al concepto de locura y su tratamiento. Actas
de 1962 del Archivo General revelan,
por ejemplo, que los niños indisciplinados eran considerados contagiosos para sus compañeros y se
los medicaba y apartaba del resto para tranquilizarlos. En esos mismos textos
figuran varias denuncias contra médicos que implementaban estos procedimientos, bastante
comunes en ese tiempo. “Debe imponerse
orden y disciplina y ocupar la mente de los niños para evitar que su fantasía
los trastorne”, especifica una de las actas. Se cuenta que en el año
1950 se cometió en la mansión el asesinato de un niño de 9 años por un supuesto
doctor que trabajaba en el patronato, aunque este hecho no se puede constatar
en las publicaciones de la época.
Los vecinos de la mansión cuentan que se escuchan gritos y sonidos extraños para los cuales no encuentran explicación.
-Los fantasmas de Justo Daract (San Luis)
La ciudad de Justo
Daract, ubicada en la provincia de San Luis, a pocos kilómetros del
límite con Córdoba, vio alterada su tranquilidad habitual en el año 2013 debido
a las imágenes captadas por cámaras de seguridad que reflejan una extraña figura en la intersección de las
calles Malvinas Argentinas y Los Andes, cerca de la rotonda de ingreso a la
ciudad.
El jefe
del Programa de Logística y Nuevas Tecnologías de San Luis, Nicolás Iannello,
manifestó a los medios locales que "se trata de un hecho anecdótico pero
por las dudas lo guardamos. En realidad, nuestra función es la de conservar las
grabaciones sobre situaciones de inseguridad o hechos sospechosos que puedan
servir para una investigación policial".
Aún antes de este hecho, los vecinos
de Justo Daract hablaban de extrañas sombras rondando las calles de la
ciudad.
-El hombre alado (San Gerónimo, San Luis)
San Gerónimo es una localidad del Departamento Juan Martín de
Pueyrredón, provincia de San Luis, que se encuentra unos 27 km al
noroeste de la ciudad de San Luis, a través de la Ruta Nacional 147. Un extraño ser alado, descripto como “de color blanco y
tremendamente grande”, fue divisado en varias oportunidades en este lugar.
Fabián Castillo, quien aportó su testimonio, relata:
"Me encontraba en el muro del dique Potrero
de los Funes siendo las 19.30 horas aproximadamente ya oscuro y nada
de gente por el frío reinante, siento un aletear en el aire que se aproximaba,
me llama la atención el sonido de una especie de entre graznido y gruñido
porque era inusual y exagerado, nunca había escuchado algo similar, cuando de
repente pasa a escasos metros un ser alado de color blanco tremendamente
grande". Castillo calculó que cada ala mediría alrededor de cuatro metros.
"No era un pato grande ni un cóndor, era un ser, como una gárgola o algo
de eso", aseguró. También detalló que al pasar tan cerca de donde él se
encontraba, sintió el aire de los aleteos que imitó con su voz: “Buuuf...
buuuffff".
Tiempo atrás, un hombre de 60 años, encargado y
administrador de un predio con cabañas en Potrero de los Funes, detalló una
experiencia similar, acontecida en un día de espesa niebla, cuando una mañana
estaba tomando su desayuno y vio un movimiento extraño en lo que sería el patio
de juegos para niños de las cabañas. Allí se encontró con un ser muy grande alado de
color blanco. "Parecía una persona pero grande, como un ángel o algo así.
Al levantar vuelo sus alas casi cubrían todo el lugar", relató el
testigo.
-La ciudad encantada (La Plata, Buenos Aires)
La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, fue una ciudad planificada y tiene una historia que puede contarse con precisión desde el primer día de su fundación. Por algo le dicen la ciudad sin infancia. Fundada en 1882 a partir de un proyecto del gobernador Dardo Rocha, creció rápidamente con hermosos edificios, amplias calles y grandes parques. Es conocida también como la Ciudad de las Diagonales.
-La ciudad encantada (La Plata, Buenos Aires)
La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, fue una ciudad planificada y tiene una historia que puede contarse con precisión desde el primer día de su fundación. Por algo le dicen la ciudad sin infancia. Fundada en 1882 a partir de un proyecto del gobernador Dardo Rocha, creció rápidamente con hermosos edificios, amplias calles y grandes parques. Es conocida también como la Ciudad de las Diagonales.
Nicolás Colombo
relata en su libro "Misterios de la
ciudad de La Plata" algunos de los mitos y leyendas que rodean
a esta bellaa ciudad. "Como los
primeros pobladores de La Plata eran inmigrantes que no habían crecido en la
ciudad, hubo como una necesidad de inventar un pasado. Así que hay muchas
anécdotas, mitos, denominaciones y relatos no se saben si son ciertas o no. Así
que me dediqué a investigarlas y seguir pistas y éste es el resultado",
cuenta Colombo.
Para
la fundación de la ciudad se eligió el 23 de octubre de 1882, día del
cumpleaños de la esposa de Dardo Rocha.
Cuando el agrimensor Carlos Glade
concurrió con Rocha al lugar donde se
pondría la piedra fundamental (actualmente la esquina de 11 y 42), una bandada de
gallaretas levantó vuelo: La Plata iba a levantarse en medio de un bañado. Cambiaron
el lugar y la piedra se depositó en donde se encuentra la actual Plaza Moreno,
el 19 de noviembre, día del cumpleaños del hijo de Rocha.
El día
de la inauguración, un grupo de personas molestas con el trato que habían
recibido, volvieron al lugar donde se hizo el acto, abrieron la bóveda y se
llevaron monedas y medallas de oro y plata, y un escrito de Dardo Rocha para la
posteridad, además de tomarse once botellas de vino que habían depositado
adentro.
La
leyenda cuenta que el trazado de la ciudad se basó en la novela "Los quinientos millones de la
Begun", de Julio Verne. El
novelista francés visitó la Argentina en 1870 para participar de congreso masón
y brindó sus conceptos sobre urbanismo, que luego fueron aplicados a la traza
de la ciudad, realizada supuestamente por Pedro
Benoit y Dardo Rocha. El numero 13 aparecen en muchos lugares,
al igual que el número 666 (el signo del Anticristo). Según los supersticiosos,
serían señales de que a la ciudad le esperan malos tiempos.
También
se dice que cuando se realizaban investigaciones de restos de aborígenes en el Museo de La Plata, se los encontraron
dentro de cajas que tenían pintadas esvásticas sobre ellas. Cuentan los
investigadores que aunque no se pudieron identificar fehacientemente el origen y
la fecha de entrada de estos cajones, en la mitología del museo eran conocidos
como los cajones nazis.
Se habla, además, de una maldición de las momias
egipcias en el Museo de La Plata.
Eran unas momias que habría traído Dardo
Rocha. Directivos y investigadores empezaron a morir de forma extraña
cuando abrieron los sarcófagos para estudiar estas reliquias.
Existe un mito acerca del Palacio Municipal de La Plata que dice que su verdadero frente no es el que da a la Plaza Moreno, sino el que da a la calle 11. Esto sería porque al momento de construirse, la masonería estaba enfrentada a la Iglesia y quiso darle la espalda a la Catedral.
Existe un mito acerca del Palacio Municipal de La Plata que dice que su verdadero frente no es el que da a la Plaza Moreno, sino el que da a la calle 11. Esto sería porque al momento de construirse, la masonería estaba enfrentada a la Iglesia y quiso darle la espalda a la Catedral.
-Los fantasmas de la isla (Isla Martín García, Buenos Aires)
La isla Martín García
está ubicada en el Río de la Plata,
al sur de la desembocadura del Río
Uruguay y cercana al límite sur del Delta
del Río Paraná. Distante a 46 km. en línea recta de la Ciudad de Buenos Aires y a 4 km. de la costa uruguaya, Martín García fue, desde la llegada de
los españoles y durante muchos años, un punto estratégico en el Río de la Plata. Fue
descubierta por Juan Díaz de Solís en
el año 1516 y lleva el nombre de uno de los tripulantes de su embarcación, el
despensero, muerto en aquel año a la vista de la isla.
A pesar de su escaso territorio, Martín
García tuvo, a lo largo de su historia, cuatro cementerios. Tres de ellos
han desaparecido. Desde 1859 a 1899, cuando se inauguró el actual en uso, el
avance de las aguas obligó a abandonarlos, lo que dio lugar a diversas leyendas
relacionadas con las apariciones fantasmales de estos muertos perdidos.
El cementerio actual se destaca porque las cruces de algunas tumbas muestran
una inclinación de su brazo horizontal. A la derecha o a la izquierda, muchas
tumbas presentan esas características en sus cruces. El porqué de esa
inclinación es un misterio. No hay ningún testimonio escrito u oral sobre el
tema, por lo que se han tejido varias conjeturas: que eran Masones opuestos a la religión católica, que eran Fourieristas, también contrarios a esa
religión, que en la isla habitaba gente perteneciente a una secta satánica, que
señalan muertos por alguna peste, fiebre amarilla o vacuna vencida aplicada a quienes cumplían en la isla el Servicio Militar Obligatorio o que el o los fabricantes de las cruces las hacían así por moda.
Entre 1870 y
1920 funcionó en Martín García un lazareto, es decir un lugar donde los inmigrantes cumplían con una
estricta cuarentena antes de ingresar en el país, para evitar la propagación de
las epidemias de fiebre amarilla y cólera en Buenos Aires. Muchos enfermaban y morían, y se debió erigir un crematorio para quemar sus cadáveres. Todavía hoy se dice que se escuchan los gritos de estos
desafortunados.
Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con un delicioso microcuento de Marco Denevi:
HISTORIA FANTÁSTICA
Cuenta fray Jerónimo de Zúñiga, capellán de la prisión del Buen Socorro, en Toledo, que el 7 de junio de 1691 un marinero natural de las Indias Occidentales, de nombre Pablillo Tonctón o Tunctón, de raza negra, condenado al auto de fe por brujo y otros crímenes contra Dios, se evadió de la cárcel y de ser quemado vivo pidiendo a sus guardianes, tres días antes de marchar a la hoguera, una botella y los elementos necesarios para construir un barco en miniatura encerrado dentro del frasco. Los guardianes, aunque el tiempo de vida que le quedaba al reo era tan breve, accedieron a sus deseos. Al cabo de los tres días el diminuto navío estaba terminado en el interior del vidrio. La mañana señalada para la ejecución del auto de fe, cuando los del Santo Oficio entraron en la celda de Pablillo Tonctón, la encontraron vacía lo mismo que la botella. Otros condenados que aguardaban su turno de morir afirmaron que la noche anterior habían oído un ruido como de velas, chapoteo de remos y voces de mando.
Buenas tardes.
Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con un delicioso microcuento de Marco Denevi:
HISTORIA FANTÁSTICA
Cuenta fray Jerónimo de Zúñiga, capellán de la prisión del Buen Socorro, en Toledo, que el 7 de junio de 1691 un marinero natural de las Indias Occidentales, de nombre Pablillo Tonctón o Tunctón, de raza negra, condenado al auto de fe por brujo y otros crímenes contra Dios, se evadió de la cárcel y de ser quemado vivo pidiendo a sus guardianes, tres días antes de marchar a la hoguera, una botella y los elementos necesarios para construir un barco en miniatura encerrado dentro del frasco. Los guardianes, aunque el tiempo de vida que le quedaba al reo era tan breve, accedieron a sus deseos. Al cabo de los tres días el diminuto navío estaba terminado en el interior del vidrio. La mañana señalada para la ejecución del auto de fe, cuando los del Santo Oficio entraron en la celda de Pablillo Tonctón, la encontraron vacía lo mismo que la botella. Otros condenados que aguardaban su turno de morir afirmaron que la noche anterior habían oído un ruido como de velas, chapoteo de remos y voces de mando.
Buenas tardes.
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