martes, 30 de junio de 2020

COSAS QUE HACEN (Y NO DEBERÍAN HACER) LOS HOMBRES EN LA CAMA


COSAS QUE HACEN (Y NO DEBERÍAN HACER) LOS HOMBRES EN LA CAMA

“En el deseo sexual, la mujer es un animal que bebe té y el hombre uno que bebe agua.”
Valérie Tasso

Parece que la influencia de nuestra querida revista “Cosmopolitan” se ha extendido por toda la red, ya que alegremente proliferan los sitios web que nos instruyen acerca de cómo comportarnos con nuestro chico. Y, obviamente, acerca de cómo nuestro chico debe comportarse con nosotras. Para ejemplo basta un botón. El sitio web Ella Hoy ha publicado una conmocionante nota firmada por Patricia González e intitulada “Cosas que hacen (y no deberían hacer) los hombres en la cama”. Porque hay comportamientos que no podemos permitirle a nuestro chico desde ningún punto de vista si queremos disfrutar como Dios manda de las mieles del sexo. Cierto es que el accionar de hombres y mujeres a la hora del amor suele ser diferente: mientras nosotras somos románticas, apasionadas y vuelteras, ellos prefieren ir a los bifes sin mucho trámite o con algún trámite más bien corto. Los hombres reniegan de la burocracia amorosa. Y que suelen hacernos pedidos exóticos a los que muchas veces accedemos tan sólo para que se dejen de joder. Pues, no. Hay cosas que no.  Si queremos pasarla bien tenemos que tener en claro cuáles son los comportamientos masculinos repudiables entre las sábanas.
Acorde a mi proverbial espíritu de servicio, transcribo aquí una lista de esos comportamientos censurables, con el fin de alertar a las damas y damitas menos avispadas que suponen que en la cama sus hombres pueden hacer lo que se les cante. La cosa no es así, gente querida. Pasen y lean.

Cosas que hacen (y no deberían hacer) los hombres en la cama

1- Olvidan los preliminares: Como ellos están siempre listos como boys scouts en llamas, suponen que nosotras somos iguales y olvidan que el juego previo es esencial  en una buena relación sexual y que, antes de ir al acto propiamente dicho, necesitamos una estimulación previa de algunas de nuestras zonas erógenas para ponernos a tono. Los hombres tienen que entender que el amor no es un relámpago sino una dulce llovizna que debe extenderse durante un tiempo prudencial para no dejarnos pagando. Si están apurados pueden retirarse de nuestro tálamo con el rabo entre las patas.

2- No tienen demasiada imaginación: Este problema lo tienen los varones en la cama y en muchos otros ámbitos de la vida. Salvo honrosas excepciones, los hombres son más bien animales de costumbre. Tienen una postura erótica que les queda cómoda y ahí se achanchan,  sin tener en cuenta que nosotras queremos novedades,  piruetas y escenarios insólitos como los de las películas.
No debemos permitirle a nuestro chico que el aburrimiento se cuele entre las sábanas sólo porque él es adicto a la postura del misionero. Demostrémosles a esos vagos que hay posturas diferentes que pueden proporcionarnos coitos más felices y duraderos.

3- Tiran del pelo: Parece que los machos conservan todavía ciertos resabios de la época de las cavernas, cuando era natural que arrastraran a las damas de las mechas. Y, a la hora del amor, esos resabios se ponen de manifiesto y hacen que nuestros tórtolos nos tiren de los pelos como si fuera la cosa más erótica del mundo, utilizando esta estúpida agresión como signo de masculinidad propia y sumisión ajena, algo que les encanta. Hay chicas a las que les gusta que les tiren del pelo. Hay chicas a las que no. Si no te gusta, no se lo permitas.

4- Dicen palabras malsonantes: A estos bárbaros no sólo los excitan los tirones de pelo. También les gusta llamarnos perras, trolas, gatos, y todo el muestrario de boludeces que se les pueda ocurrir. Ante esta catarata de palabras ofensivas para cualquier  dama que se precie de tal, nuestra amiga Patricia nos urge a poner las cosas en su lugar: hay que aclararle a nuestro tórtolo que nosotras no somos putas ni siquiera jugando. Porque a las mujeres de bien no nos gusta ser insultadas (personalmente pienso que las palabras malsonantes no suenan tan mal a la hora del sexo, pero acá la consejera es Patricia así que a mí no me den bola).

5- Se obsesionan con la cara B: Sí, sí, sí. Los hombres tienen una obsesión malsana con la cara B, la puerta de atrás o como ustedes gusten llamar a su baja espalda. La fascinación por el sexo anal viene en el cromosoma Y. Y es algo que, en general, a las mujeres no nos hace demasiada gracia. Para darle el gusto una puede hacerlo cada tanto. Pero si nos incomoda, nos duele, nos ofusca, es bueno dejar en claro que no tenemos ni ganas ni obligación de hacer algo  que no nos produce placer.

6- Quieren tranquilidad después: Consumado el precioso acto, los hombres suelen quedarse dormidos, ponerse a ver la tele o fumar un cigarrillo sin hacernos el menor caso.  Las mujeres somos mucho más románticas y afectivas y, en los momentos post éxtasis, necesitamos mimos, arrumacos, palabras cálidas. No debemos permitir que, finalizado el coito, el varón nos degrade a la categoría de mueble. No somos una cómoda o una mesita de luz. Somos damas que necesitamos ser abrazadas.

Esta es, mis queridas, la lista de cosas que los varones hacen y no deben en la cama. Debo confesarles que nuestra amiga Patricia me pareció algo mojigata. A estas alturas las damas no nos escandalizamos por tirones de pelo o  palabras malsonantes. Tenemos demasiadas horas de “Cosmopolitan” encima. Los que nos convirtió en entes lo suficientemente degenerados como para disfrutar de esas cosas.
Me despido de ustedes con un pensamiento de Groucho Marx: ¿Qué haría si pudiera volver a vivir toda su vida?: Probar más posiciones.”

Buenas noches.

viernes, 19 de junio de 2020

POESÍA DE JIM MORRISON II



POESÍA DE JIM MORRISON II

“Tan sólo estaba explorando los límites de la realidad. Tenía curiosidad por ver qué pasaría. Eso era todo: simple curiosidad.”
Jim Morrison

 “Si mi poesía intenta algo, es liberar a la gente de sus límites para ver y sentir”, decía Jim Morrison allá por los años '60.  Estaba muy orgulloso de su trabajo poético y de su capacidad para escribir poesía. Tal como lo prometí, aquí está la segunda parte del trabajo literario  de Jim Morrison. Disfruten.


Jim Morrison - Poesía



 La película


La película comenzará en unos instantes.
Anunció la estúpida voz.
Todos aquellos sin sitio esperarán al siguiente espectáculo.

Nos colocamos lentamente, lánguidamente en el pasillo.
El auditorio era enorme y silencioso.
Mientras nos sentábamos y oscurecía, la voz continuaba.

El programa de esta tarde no es nuevo.
Has visto este espectáculo una y otra vez.
Has visto tu nacimiento, tu vida y tu muerte.
Podrás recordar todo el resto.
¿Tendrás un buen mundo cuando mueras?
¿Bastante para basarlo en una película?

Me estoy yendo de aquí.
¿Adónde vas?
Al otro lado de la mañana.
Por favor, no persigas las nubes, pagodas.

Su sexo le atrajo como una cálida y amistosa mano.

Está bien, todos tus amigos están aquí.
¿Cuándo podré verlos?
Después de que hayas comido.
No tengo hambre.
Uh, quisimos decir golpeado.



 
Despertar del recién nacido

Gentilmente se agitan, gentilmente ascienden.
Los muertos son recién nacidos despertándose.
Con desoladoras amputaciones y almas húmedas.
Gentilmente suspiran en el extasiado funeral de asombro

¿Quién llamo a esa muerte al baile? ¿Fue la joven mujer aprendiendo a tocar la canción del fantasma en su pequeño piano?
¿Fueron los desérticos niños? ¿Fue el mismo fantasma de Dios, tartamudo, animado, charlando ciegamente?

Te he llamado para embalsamar la tierra.
Te he llamado para anunciar la tristeza cayendo como carne quemada.
Te he llamado para desearte el bien. Para glorificarte como un nuevo monstruo. Y ahora te llamo para rezar.



Un  banquete de amigos

Wow, estoy harto de dudas
Vivir en la luz de la certeza
Sur
Crueles ataduras
Los esclavos tienen el poder
hombre perros y sus mezquinas mujeres
tirando pobres mantas sobre
nuestros marineros.

¿Y dónde estabas en nuestra recostada hora?
¿Ordeñando tu bigote,
o moliendo una flor?

Estoy harto de estas severas caras
Mirándome desde la torre
de la televisión, Quiero rosas en
mi enrejado jardín, ¿cava?
Bebes reales, rubíes
deben ahora reemplazar a los abortados.
Extranjeros en el fango.
Estos mutantes, comida de sangre
para la planta que es arada.

Están esperando para llevarnos dentro
del cortado jardín.
¿Sabes cómo de pálida y lasciva aterradora
viene la muerte en la desconocida hora?
Sin previo aviso, imprevista
como una aterrador y amigable invitado que has
traído a tu cama.
La muerte hace ángeles de todos nosotros
y nos pone alas
donde teníamos hombros
suaves como garras
de cuervo.

No más dinero, no más disfraces
Este otro reino parece desde lejos el mejor
hasta su otra mandíbula revela incesto
y obediencia perdida a una ley vegetal.

No iré.
Prefiero un banquete de amigos
a una Familia Gigante.



 Lamento

Lamentos por mi miembro
Escocida y crucificada
Busco conocerte
Adquiriendo emotiva sabiduría
Puedes abrir los muros del misterioStriptease

Cómo recibir a la muerte en el espectáculo matinal.
Muerte de la televisión que absorben los niños.
Misterio de la sana muerte que me haces escribir
Tren lento, la muerte de mi pene da la vida.

Perdona a los pobres viejos que nos dieron la entrada
Nos enseñaron a Dios en las oraciones infantiles por la noche.

Guitarrista
Anciano sátiro sabio
Canta tu oda a mi pene

Acaricia su lamento
Endurece y guíanos, congelados
Células perdidas.
El conocimiento del cáncer.
Hablar al corazón.
Y dar el gran regalo.
El Trance del Poder de las Palabras.

Este establo amigo y la bestia de su zoo
Salvajes y peludas chicas.
Mujeres floreciendo en sus cimas.
Monstruos de piel.
Cada color se conecta
para crear el bote
que mueve la raza.
Cualquier infierno podría ser más horrible
que ahora.
¿Y real?

Presioné su muslo y la muerte sonrió.

Muerte, vieja amiga.
La muerte y mi pene son el mundo.
Puedo perdonar mis pecados en nombre de
Sabiduría, Lujo y Romance

Sentencia sobre sentencia
Las palabras con la cura de los lamentos
Para la muerte del espíritu de mi pene
No tiene significado en el suave fuego
Las palabras me dieron mis pecados y me pondrán bien.
Creételo

Juntémonos todos ahora y lamentemos la muerte de mi pene
Una tonelada de conocimiento en la emplumada noche
Los chicos se vuelven locos en su cabeza y sufren
Sacrifico mi pene en el altar del silencio.


Canción del fantasma


Despierta
Sacúdete los sueños de tu pelo
Mi preciosa y dulce niña.
Elige el día y el signo para tu día
El día es divino.
La primera cosa que ves.

Una inmensa y radiante playa en una bonita y adornada luna
Parejas desnudas corren por sus tranquilos lados
Y reímos como dulces, locos niños
Inmersos en la lana confusa de la mente infantil
La música y las voces giran a nuestro alrededor

Eligen su antiguo cantar
Tu tiempo ha regresado
Elige ahora, su dulce canto
Debajo de la luna
Junto al lago antiguo

Entra otra vez en el dulce bosque
Entra en el cálido sueño
Ven con nosotros
Todo está roto y baila.


viernes, 12 de junio de 2020

POESÍA DE JIM MORRISON I


POESÍA DE JIM MORRISON I

“Yo no saldré allí afuera, tú tendrás que entrar en mí”.
Jim Morrison

James Douglas “Jim” Morrison nació en Melbourne, Estados Unidos, el 8 de diciembre de 1943. Fue el líder indiscutido de la banda “The Doors”, a la que prestaba su increíble voz, y en la cual lo acompañaban  Ray Manzarek en los teclados, Robby Krieger en la guitarra y John Densmore en la batería. El nombre del grupo se inspiró en el título del ensayo “Las puertas de la percepción”, de Aldous Huxley, donde el autor cuenta  sus experiencias alucinógenas producto de la ingestión de mescalina. El título del ensayo está inspirado a su vez en una frase extraída de un poema del inglés William Blake: "Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito.”
Debido a sus composiciones, algunas muy provocadoras, su bella voz de barítono, y su personalidad salvaje, que afloraba en sus actuaciones, Morrison es considerado por críticos y fans como uno de los cantantes más icónicos e influyentes de la historia del rock.
Las circunstancias dramáticas que rodearon su vida y muerte, lo erigen como uno de los referentes más rebeldes de la cultura popular, representando la voz disconforme de la juventud y la profundidad de las brechas generacionales. Es, además, un indiscutido símbolo sexual. Fue conocido también como “The Lizard King” (“El rey lagarto”) y “Mr. Mojo Risin” (anagrama de su nombre).
Jim. Morrison se ubica en el puesto número 47 en la lista de la revista “Rolling Stone” que recoge los “100 mejores cantantes de todos los tiempos”, y en el 22 entre los “50 mejores cantantes de rock”  elegidos por la revista "Classic Rock". Su compañero de banda, Ray Manzarek, lo definió como la personificación de la rebelión de la contracultura hippie.
Jim Mossison falleció a los 27 años en París, donde estaba viviendo junto a su pareja, Pamela Couson, el 3 de julio de 1971. Se cree que la causa de su muerte fue una sobredosis de heroína, teoría que nunca pudo confirmarse porque no se le  realizó autopsia. Pamela murió tres años después, también a los 27 años.
La tumba de Jim  Morrison se encuentra en el famoso Cementerio de Père-Lachaise, en el este de París, y es continuamente visitada por fans y curiosos de todo el mundo.
Además de cantautor, Jim Morrison era poeta, y esta era su faceta como artista que más respetada. Escribía e improvisaba pasajes de poesía oral cuando “The Doors” tocaba en vivo. Y esa es el matiz que quiero rescatar hoy. Poesía de Jim Morrison, entonces. Aquí la primera parte. Disfruten.


POEMAS - JIM MORRISON


La libertad existe

¿Sabes que la libertad existe
en los libros escolares?

¿Sabes que hombres locos están
dirigiendo nuestras prisiones?

En una cárcel, en un presidio
en un blanco y libre
remolino protestante.

Estamos colgados cabeza abajo
al borde del aburrimiento.

Estamos alcanzando la muerte
en el final de una vela.

Estamos intentando conseguir algo
que ya nos ha encontrado.


Poder 

Puedo hacer que la tierra se pare
en seco. Hice
desaparecer los coches azules.

Me puedo hacer invisible o pequeño.
Puedo convertirme en gigante  y alcanzar las
cosas más lejanas. Puedo cambiar
el curso de la naturaleza.
Puedo situarme en cualquier lugar
del espacio o el tiempo.
Puedo invocar a los muertos.
Puedo percibir sucesos de otros mundos,
en lo más profundo de mi mente
y en la mente de los demás.
Yo puedo.
Yo soy. 


Hora de magia

Burla permanente,
danos una hora para la magia.Nosotros los del guante púrpura.
Nosotros los del estornino vuelo
y hora aterciopelada.
Nosotros los de la raza del placer árabe.
Nosotros los de la cúpula solar y la noche.
Danos un credo
en el que creer.
Una noche de lujuria
Danos confianza en
la noche.
Danos color,
cientos de matices
un rico mandala,
para mí y para ti
y para tu sedosa
casa de sauces.


Una cabeza, sabiduría
y una cama
problemático decreto.
Burla permanente
te he reclamado.
Solíamos creer
en los antiguos buenos días.
Todavia recibimos
de pequeñas formas
las Cosas de Bondad.
Una frente antideportiva.
Olvida y permite.


El Mundo en Llamas 

El mundo en llamas… 
Taxi desde África… 
El Gran Hotel… 
Una gran fiesta anoche 
atrás, volviendo atrás 
en todas direcciones 
durmiendo estas insanas horas. 
Nunca me despertaré 
de buen humor otra vez. 

Estoy harto de estas apestosas botas. 


Inmaculadamente drogado

Te diré esto.
Ninguna recompensa eterna nos perdonará ahora.
Por malgastar el alba.

Vuelvo a aquellos días, todo era mas sencillo y más confuso.
Una noche de verano, yendo al muelle.
Me encontré con dos jóvenes chicas.
La rubia se llamaba Libertad.
La morena, Empresa.
Hablamos y me contaron esta historia.
Ahora escucha esto…
Te hablaré sobre Texas radio y su gran ritmo.
Suavemente conducido, lento y loco.
Como algún nuevo lenguaje.
Llegando a tu cabeza con el frío, furia repentina de un mensajero divino.
Déjame hablarte sobre la angustia y la pérdida de Dios.
Divagando, divagando en la desesperada noche.

Aquí fuera no hay estrellas en todo el perímetro.
Aquí fuera estamos colocados.
Inmaculados.


miércoles, 3 de junio de 2020

DE TAMAÑOS Y TAMAÑOS


   DE TAMAÑOS Y TAMAÑOS

“Mi cerebro es mi segundo órgano favorito”.
Woody Allen

Dicen los (las) que saben que el tamaño del pene no es una cuestión importante y que, si la cosa viene corta, basta con buscar la postura adecuada para paliar los centímetros que faltan. Las mujeres en general tenemos claro que el placer poco tiene que ver con el tamaño, aunque las que quieren sacar chapa de comehombres (modelitos ignotas, vedetongas y platinadas señoras de más de 60 adictas al animal print) aúllan que sí, que el tamaño es fundamental. Son los hombres quienes dan mayor relevancia al volumen de su órgano sexual, en una lamentable competencia que se originó en el inicio de los tiempos y que tiene como objetivo ver quién la tiene más grande. Los varones miden a sus contrincantes con esta vara cuasi mística y por eso no sorprende que el revelador mapa que escenifica el tamaño de los penes según los distintos países, sea uno de los más visitados Targetmap, un sitio web que se especializa en mostrar al mundo de acuerdo a diferentes escalas, tamaños o aspectos.
El mapa se efectuó de acuerdo a los resultados de estudios realizados en los diferentes países, que arrojaron cifras esclarecedoras. Los menos dotados de todos los masculinos son los habitantes de la región del sudeste asiático: japoneses, indios, chinos, coreanos y tailandeses están entre los 10,82 cm de los primeros y los 9,43 cm de los últimos.
En Europa, los penes más grandes se encuentran en Hungría, con un promedio de 16,51 cm. Los franceses por ahí andan, con 16,01 cm y, los italianos, con fama de buenos amantes, ocupan un dignísimo tercer puesto con 15,74 cm.
Mucho se ha fantaseado en la literatura y en el cine con el amante latino. Por algo será. Los ecuatorianos son los mejores dotados de América Latina, con 17,77 cm. Últimos en la lista están los chilenos, cuyos penes andan por los 14,59. Los argentinos, mal que les pese, son unos de los menos dotados de la región, con 14, 88, y en el ranking mundial ocupan el puesto 44, pero, hasta donde yo sé, se defienden bastante bien. Los garotos, que vienen precedidos por su fama de amadores incansables, portan 16,10 cm.
¿Y dónde están los campeones? Pues en la República Democrática del Congo, donde encontramos penes de casi 18 cm: 17,93 cm es la medida exacta. Ya me parecía a mí que la medalla de oro tenía que ser africana. La medalla de plata es ecuatoriana (ya hicimos alusión a sus 17,77 cm). Y la de bronce se la lleva Ghana, con 17,31 cm.
Pero, ¿de qué sirve un pene de medidas más que decorosas si su legítimo dueño es un inútil o un egoísta? De nada, mis queridas, de nada. No importa cuál sea el tamaño del pene del masculino que supimos conseguir: lo que importa es que el adminículo sea usado con bonhomía y elegancia, siempre a favor del goce femenino.
Dando por terminado este artículo meramente informativo, me despido de ustedes con las sabias palabras de  Robin Williams: "El problema es que Dios le dio al hombre un cerebro y un pene, y sólo suficiente sangre para que funcione uno a la vez."

Buenas noches.  


martes, 2 de junio de 2020

POESÍA Y ORGASMO


POESÍA Y ORGASMO

“Sedúceme con tus comas, con tus caricias espaciadas (…) colócame el punto y cima para cambiar las caricias por largos besos (…) Haz un punto y seguido para deslizarte en mí y contemplar mi desnudez sobre tu cama (…)”
Mónica Lavín

Basándome en la premisa de Isabel Allende,  que opina el punto G está en el oído y que buscarlo más abajo es una terrible pérdida de tiempo, y en la de Bruno, nuestro garoto amigo, que postula que el oído es un órgano tan sexual como cualquiera, decidí investigar en revistas y sitios web dedicados a la mujer en pos de encontrar alguna pieza literaria válida para calentar los deliciosos preámbulos del coito. Como era de esperarse, terminé naufragando en Todo Relatos, un sitio que tiene lo suyo si uno se excita leyendo historias con nombres tan bizarros como “El día que me enfiesté con mi vecina, su madre, su tía, el rottweiler de la prima y el sodero que justo pasaba por ahí y tocó el timbre.”
Pero, gracias a Dios, no sólo existen publicaciones bizarras y sitios web femeninos orientados a alcanzar el nirvana del orgasmo. Hay también publicaciones más culturosas, que piensan que la poesía puede aportar al clímax sexual. Así lo sostiene la revista virtual Cultura Colectiva, en una nota firmada por Julieta Sanguino intitulada “15 consejos eróticos de grandes escritores para provocarle un orgasmo único a tu pareja”.
Paso a transcribir tales consejos, sin dejar de agradecer a Julieta por su aporte a nuestra felicidad sexual y a los poetas amigos, que siempre tienen la posta.


1) “Pequeñas lecciones de erotismo”, Gioconda Belli (Nicaragua, 1948)

III
Repasa muchas veces una extensión.
Encuentra el lago de los nenúfares,
acaricia con tu ancla el centro del lirio,
sumérgete, ahógate, distiéndete.
No te niegues el olor, la sal, el azúcar.
Los vientos profundos cúmulos nimbus de los pulmones.
Niebla en el cerebro.
Temblor en las piernas.
Maremoto adormecido de los huesos.

IV
Instálate en el humus sin miedo al desgaste, sin prisa.
No quieras alcanzar la cima, 
retrasa la puerta del paraíso,
acuna tú ángel caído, revuélvele la espesa cabellera, con la espalda de fuego usurpada.
Muerde la manzana…

V
Huele
Duele
Intercambia miradas, saliva, imprégnate.
Da vueltas, imprime sollozos, piel que se escurre,
pie hallazgo al final de la pierna.
Persíguelo, busca secreto del paso forma talón.
Arco del andar que habías formado arqueado caminar.
Gústalos.

VI
Escucha caracola del oído,
cómo gime la humedad.
Lóbulo que se acerca al labio, sonido de la respiración.
Poros que se alzan formando diminutas montañas.
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
suave, puente nuca desciende al mar pecho.
Marca del corazón susúrrale.
Encuentra gruta del agua.

Muy linda la poesía de Doña Gioconda, aunque yo tiendo a sospechar de una mujer a la que nunca le duele la cabeza. El siempre lista femenino me resulta harto incomprensible. Hay indiferencias, malas contestaciones, mezquindades y quilombetes varios que a veces nos predisponen a la castidad rabiosa. También, por  qué negarlo, el dolor de cabeza hace las veces de justo castigo para aquellos hombres que recién se acuerdan del lirio, el humus, los nenúfares y las grutas a la hora de los bifes y durante el día no hicieron más que dejar medias y calzones tirados por doquier y ver una y otra vez la saga de “Rápido y furioso.”


2) Pablo Neruda (Chile, 1904 – 1973)

Mi alma derramándose en tu carne extendida
para salir de ti más buena,
el corazón desparramándose
estirándose como una pantera,
y mi vida, hecha astillas, anudándose
a ti como la luz a las estrellas!

Parece que según Don Pablo los revolcones ardidos nos hacen mejores personas. Más buenos. Más puros. Pero yo no sé. Es difícil que un hombre sea mejor persona sólo porque nos bajó la caña. No creo que nuestras grutas y nuestros nenúfares tengan tal poder de redención.


3) Flavio Herrera (Guatemala, 1895 – 1968)

Tu labio, jardín donde la fiebre es jardinera;
botón de calentura mi labio nunca ahíto,
fundiéronse en las llagas de la inmortal hoguera
para beberse juntos de un beso el infinito.

Para Don Flavio la cosa pasa por los labios. Labios afiebrados, labios calenturientos, labios desaforados que desembocan en el milagro del beso. Y ya se sabe, todo empieza con el beso.


4) Alberto Ruy-Sánchez  (México, 1951)

Crece en el aire
la anchura palpitante
de labios largos
entre tus piernas,
enrojecidos.

Tu más bella flor
carnívora
saborea sin cesar
el paso tenaz
demorado y repetido
de todas mis hormigas. 

También Don Alberto se inclina por los labios. Pero por los otros. El poema es una bella metáfora del acto del que ya hemos hablado incontables veces y que el apóstol Guillermo Maldonado, aguafiestas en nombre de Dios, califica, muy suelto de cuerpo, de antibíblico.  


5) Jaime Sabines (México, 1926 – 1999)

No es tu boca —tu boca
que es igual que tu sexo—,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo […]
Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.

Don Jaime, romántico hasta el tuétano, se inclina por resaltar la ternura post-coito. Ante tantos varones desaprensivos que, cuando el acto llega a su fin, corren a manotear el control remoto o a darse vuelta y ponerse a roncar alegremente, una no puede más que ponerse de pie y aplaudir a Sabines con lágrimas en los ojos.


6) José María Fonollosa (España, 1922 – 1991)

Qué bella esa sonrisa roja y húmeda 
que se abre, como un sexo a mí ofrecido, 
para preguntar algo que no entiendo. 

Miro sus ojos claros. Pienso, mientras, 
que su maravilloso cuerpo late 
junto a mí. Están sus senos cercanísimos 
a mi pecho y el vello en su entrepierna. 

Se apretará, oprimido por las bragas, 
que adivino adorables y minúsculas. 

¡Epa! Esto sí que es calentura. Y sin grutas ni nenúfares, llamando a las cosas por su nombre. Mis respetos eternos a Don José María.


7) Ramón López Velarde (México, 1888 – 1921)

Antes de que deserten mis hormigas, Amada,
déjalas caminar camino de tu boca
a que apuren los viáticos del sanguinario fruto
que desde sarracenos oasis me provoca. 

Don Ramon, al igual que  Don Alberto Ruy-Sánchez, hace mención a sus hormigas. A esta altura del recital poético, las hormigas han transmutado en ratones. Pero qué lindo esto de las hormigas masculinas.


8) Federico García Lorca (España, 1898 – 1936)

Vengo a consumir tu boca
y arrastrarte del cabello
en madrugada de conchas.
Porque quiero, y porque puedo.
Umbría de seda roja.

Maravilloso Don Federico. Esto es pasión, señores.


9) Tomás Segovia (España, 1927 – 2011)

Desnuda aún, te habías levantado
del lecho, y por los muslos te escurría,
viscoso y denso, tibio todavía,
mi semen de tu entrada derramado.
Encendida y dichosa, habías quedado
de pie en la media luz, y en tu sombría
silueta, bajo el sexo relucía
un brillo astral de mercurio exudado.

Don Tomás está en llamas, gente querida. Admiro su capacidad para sentarse a escribir, y tan bien, con semejante calentura encima.


 10) Ángel Facal (Uruguay, 1926 – 1983)

Muéstrate desnuda ahora,
que están erectos tus senos
y tienen sus altas combas
suavidad de terciopelo,
y saben a frutas rojas
tus labios color de sueño,
y tu vientre es una ofrenda
de los más dulces venenos,
donde florece la felpa
en un triángulo perfecto.
Muéstrate desnuda ahora,
¡potra de los cuatro vientos!

Lindísimo poema que, sin embargo, nos deja un gustito a amargura aquellas féminas que portamos pechos que amamantaron, culos  y panzas que capitalizaron masitas finas y
 palos de Jacob, vaginas que supieron de tiempos mejores. Acá yo mandé el orgasmo al carajo y me puse a llorar. Digamos que este consejo es para erotizar a las sub-30.


11)  Alberto Ruy-Sánchez  (México, 1951)

Estas noches de calor
descubren
y humedecen
tanto la espalda,
como los sueños.
Destapan en la obscuridad
las preguntas perdidas
en la orilla horizontal
de lo que somos:
sudor, músculo, deseo,
entrega sin despertar
y olvido, inconsciencia
ya mucho antes
de haberla tenido.

Otra vez Don Alberto con sus artes eróticas. Aquí también aparece la desnudez, pero no es tan rotunda como en el volcánico poema de Ángel Facal. Una persiana entreabierta, una sábana redentora, una velita propicia…


 12) Juan Gelman (Argentina, 1930 – 2014)

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar…
Desgárrame. 
 

Don Juan nos habla de una comunión que traspasa el simple coito. De algo bastante más trascendental que dos horas en un telo de la Panamericana. No se puede con cualquiera.


13) Miguel Ángel León Pontón (Ecuador, 1900 – 1942)

Tiemblas, y tus cabellos locos se desparraman
como garfios de sombra en tu carne jugosa.
Mis manos, hogueras de cinco llamas, lamen
el mármol de tu cuerpo hasta ponerlo al rosa.

Extendida a mis pies como una blanca alfombra
tiemblas; con tus temblores versos de angustia plasmo.
Tu labio es un sendero de sangre hacia el espasmo;
eres un surtidor de fiebre entre la sombra.

¿Qué decir del poema de Don Miguel Ángel? Otra vez estamos a pasitos del orgasmo, después del recule al que nos obligó la loa a la juventud de Don Ángel Facal.


14) 
Bertolt Brecht (Alemania, 1898 – 1956)

Para apagar sus ardores
que él, inocente, le excitó,
ella se cuelga de un duro
joven, que de escrúpulos nada sabe.

(Y él la perfora
apoyado en la pared)
Pues su agarrón fue placer
y ella no era monja
y el deseo la despertó ahora.

Bienvenido Don Bertold a nuestro catálogo de ardores. Nuestra cama se ha convertido ya en una biblioteca húmeda. Qué lindo.


15) Octavio Paz (México, 1914 – 1998)

Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo de espuma,
cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
boca del horno donde se hacen las hostias,
sonrientes labios entreabiertos y atroces,
nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
(allí espera la carne su resurrección
y el día de la vida perdurable).

Con Don Octavio cerramos la lista de consejos literarios para orgasmear de lo lindo que Julieta Sanguino nos ofrece en su nota de la revista Cultura Colectiva. De la que se  desprenden algunas reflexiones insoslayables:

1) Las mujeres casi no escribimos poesía erótica (y si escribimos, la escribimos mal y no es digna de aconsejar a algún amante en busca de ardores desbordantes).

2) No hay nada nuevo bajo el sol  y las damas y caballeros de antaño no eran tan modositos como nos hicieron creer nuestras madres y abuelas.

3) Isabel Allende y nuestro garoto amigo tienen razón.

Antes de despedirme, quiero aportar algún poemita más a este volcánico muestrario, con el permiso de los presentes y de Julieta.


1) “Poema 12”, OLIVERIO GIRONDO (1891 – 1967)

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.


2) “Cuando el hombre penetra a la mujer”, Anne Sexton

Cuando el hombre
penetra a la mujer,
como oleaje que rompe en la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre la boca de placer
y sus dientes relucen
como el abecedario,
aparece Logos ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo
para que nunca
vuelvan a separarse
y la mujer
trepa a una flor
y se traga el tallo
y aparece Logos
a liberar sus ríos.
Este hombre,
esta mujer
con su hambre duplicada,
trataron de atravesar
la cortina de Dios
y por un instante lo lograron,
aunque Dios
en Su perversidad
desate el nudo.

Me despido de ustedes con la alegría de saber que es  indistinto si  alcanzaron o no un orgasmo despampanante: han estado leyendo poesía y eso, señores, es impagable.

Buenas tardes.