EL
CUMPLEAÑOS DE QUINCE
"Si todo
el año fuese fiesta, divertirse sería más aburridoque trabajar."
William
Shakespeare
Jueves 16:00 hs. – El nene y mamá:
-Ma,
mañana tengo el cumpleaños y hay que ir de “elegante sport”.
-Bueno,
llamá a tu compañerita y preguntale qué se entiende ahora por “elegante
sport”. (La elegancia ha sufrido grandes devaluaciones con el paso de
los años).
-Dice
que es con pantalón, saco y camisa.
-Ok,
hay que comprarte ropa, porque vos no tenés. (No sé como andará de “sport”,
pero de “elegante” mi hijo no tiene nada, anda con unos jeans
rotosos y unos buzos con manchas sospechosas e indelebles).
-No,
no hay que comprarme nada. Me pongo el pantalón del colegio. Y la camisa
también. Le descosemos el bolsillo con el nombre de la escuela y ya está.
-Nene,
el pantalón del colegio es un trapo informe. Y no vas a ir a una fiesta con una
camisa con el bolsillo descosido. Además, no tenés saco.
-Pero
puedo ir sin saco.
-Cambiate
que vamos a comprarte ropa.
-Andá
vos, yo me quedo.
-No,
yo al “tun tun” no compro más. (Ya he comprado zapatillas
chicas y pilchas que nunca usó).
Jueves
17:00 hs. - Mamá y papá:
-Papi,
hay que comprarle ropa al nene.
-¿Qué
necesita?
-Un
pantalón, una camisa y un saco.
-¡Vos
estás en pedo comprarle un saco a un pibe de catorce años!
-¡Pero
tiene que ir de “elegante sport”!
-Comprale
el pantalón y la camisa y dejate de joder.
-Bueno,
como digas.
Jueves
18:00 hs. - Mamá, el nene, el vendedor sonriente y la abuela:
-Necesito
un pantalón como para él (señalo al nene), que no sea demasiado
caro. Y una camisa. ¿De qué color querés la camisa?
-Blanca.
-¿Cómo
la del uniforme del colegio?
-Sí.
-Bueno,
una camisa blanca.
El
nene se prueba la ropa y el vendedor
tiene la feliz idea de decirme:
-Tenemos
unos sacos de corderoy en liquidación. ¿Los quiere ver?
-Sí.
-¡Pero
el padre te dijo que no le compraras saco! (la abuela)
-Pero
la plata es mía y yo compro lo que quiero.
Está
bueno eso de decir “la plata es mía”. El problema es que, después
del saco, me quedé en bolas.
Jueves
20:00 hs. - Mamá y papá:
-Papi,
le compré la ropa al nene. Le compré un saquito también.
-Está
bien, si siempre hacés lo que se te canta.
-No
puede ir a una fiesta con pantalón de vestir y campera de esquí.
-No
sé qué mierda va a hacer un pibe de catorce años con un saco.
-Se
lo va a poner. Eso.
Viernes
12:30 hs. – Mamá, el nene y el compañerito algo entrado en
carnes:
El
nene llega del colegio con un
compañerito.
-Ahí
tenés agua hirviendo, salchichas y pan para panchos.
-Mi
mamá no cocina, ella es artista… Ma, no quiero ir al
cumpleaños.
-¿Por
qué?
-Porque
no.
-Pero
tenés que ir.
-Dame
tres razones por las que tengo que ir y si me convencés, voy.
-Primero,
porque ya te compré la ropa. Segundo, porque ya pusiste la plata para el
regalo. Y tercero, porque vas a comer cosas ricas.
-¡Otra
vez con la pelotudez de las cosas ricas!
-¡Yo
voy a comer cosas ricas! (el compañerito de mi hijo que no está muy en línea
que digamos)
-Bueno,
está bien, voy. Pero tengo que bailar con la piba.
-¡Claro!
¡El vals! Después te enseño. ¿Y con quién vas a ir?
-Voy
con él, y me trae el papá de él también. Nos va a buscar a las seis.
-¿A
las seis?
-Sí.
(Estoy segura que hasta las seis el nene se va a embolar, pero
no digo nada).
Viernes
19:30 hs. – Mamá y el nene:
-Dale,
vení que te enseño a bailar el vals. (Mi hijo es un híbrido obtenido de una
cruza entre Robocop y una muerta, y yo no soy Isadora
Duncan, así que entre el alumno y la maestra, la cosa del vals sale
deplorable).
-Bueno,
es más o menos así, ¿entendiste?
-Sí,
ma. Está bien.
Viernes
20:30 hs. - Mamá, papá y el nene:
-¡Ya
está la ropa lista! (Jamás planché una camisa con tanto esmero).
-Bueno,
que se cambie, porque ustedes dos dejan todo para último momento.
El
nene se cambia. Yo revoloteo alrededor
del pobre pibe salpicándolo con perfume. El padre lo peina.
-¿No
está lindo, no está lindo, no está lindo?
-¿Por
qué no te podés portar como una madre normal? ¡Si estás tan emocionada andá vos
al cumpleaños! (mi hijo, con la cara de culo que es su marca de fábrica).
-¡Qué
hincha pelotas que sos! ¡Y vos criticabas a tu abuela! (Mi abuela paterna se
desmayó en Retiro cuando mis viejos tomaron el micro para irse de luna de
miel). Vos vas a ser peor. Seguro que esta noche no vas a dormir.
-¡Claro
que voy a dormir!
Viernes
21:30 hs. - Los tíos, el nene, la abuela, mamá:
-¿Dónde
vas con esa pinta, guacho? (tío Nº1)
-Tengo
un cumpleaños de quince. (el nene)
-¡Tormenta
de facha! (tío Nº 2)
-Pará
que te saco una foto. (tío Nº 1)
-¡Sacale
una con mi cámara también! (la abuela)
-¿No
está lindo, no está lindo, no está lindo? (yo)
El
nene se va.
Viernes
22:00 hs. - Mamá, papá y la tía a 400 kilómetros de distancia:
-Estaba
lindo el nene, ¿no?
-Sí,
estaba lindo.
Suena
el teléfono. Es mi hermana, que vive a 400 kilómetros de distancia.
-¿Ya
se fue el nene?
-¡Sí!
¡Ya se fue! ¡Estaba de lindo!
-Es
hermoso. Decile que mañana me llame.
-Ok,
beso.
Sábado
02:00 hs. – Mamá insomne, papá semidormido:
No
puedo dormir. ¿Qué hago?....
Me
levanto y me como una empanada…
Me
levanto y me fumo un cigarrillo…
Me
levanto y me tomo un Rivotril…
Me
levanto y me meto en Internet…
No
sé qué carajo hago, pero me levanto.
-¿Qué
te pasa, Raquel, no te podés dormir? (mi marido, entre semidormido e irónico)
-Tengo
sed. (No voy a reconocer que no me puedo dormir ni en pedo).
-Bueno,
tomate un vaso de agua, hacé pis y metete en la cama.
Para
lo único que me da el tiempo es para tomarme un Rivotril, pero no
sé dónde mierda metí la caja.
Sábado
04:00 hs. – Mamá insomne:
¿Qué
estará haciendo el nene?...
¿Qué
hacía yo cuando iba a un “cumpleaños de quince”?...
Una
vez me emborraché, pero no fue culpa mía. Había cena, no lunch, y no comí
nada; con dos copitas de sidra ya estaba ebria. ¡Que el nene no
se ponga en pedo!
Bailaba,
sí, yo bailaba. Intentaba, por lo menos. El nene no baila.
Bueno, por ahí se anima. Ojalá.
¿Y
mi “cumpleaños de quince”? Lo hicimos en casa, claro, porque no nos
daba el cuero para salón, y vestido largo, y Carnaval Carioca. Estábamos
con los pibes escuchando música en mi dormitorio, a la yegua de mi hermana se
le ocurrió ponerse a barrer a las 3 de la mañana y me echó a todos los pendejos
a la mierda. ¡Y después rompió las pelotas un mes seguido con que mis amigos le
habían robado un cassette de Joan Manuel Serrat! ¡Nosotros no sabíamos ni quién
carajo era Joan Manuel Serrat! La cosa venía más por el lado de Duran
Duran.
¿Qué
estará haciendo el nene?...
Sábado
06:30 hs. – El nene y mamá:
El
nene abre la puerta y ahí estoy yo,
descalza, en camisón y con un peinado digno del león de la Metro.
-¿Qué
hacés levantada?
-¿Cómo
te fue?
-Normal.
-¿Y
el vestido, los chicos, la torta, la música…?
-Ma,
tengo sueño.
-Bueno,
dale, acostate.
Sábado
07:00 hs. – Mamá dormida:
El
nene ya está en casa. Ahora sí me duermo.
Y sueño que soy la protagonista de “Dirty Dancing” y que Patrick Swayze me revolea para todos lados.
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