SEIS
PELÍCULAS DE TERROR QUE NINGÚN CRISTIANO (NI MUSULMÁN, NI JUDÍO, NI ATEO, NI
AGNÓSTICO) DEBERÍA VER JAMÁS II
“Asustar
es tan divertido como tener miedo.”
Vincent
Price
Es de público conocimiento
que, desde que a los ocho años me enamoré de Vincent Price (alto, elegante,
exquisitamente escalofriante), ver películas de terror todo el tiempo es uno de mis vicios más
consuetudinarios. Empecé con “Viaje
a lo inesperado”, a fines de
los ’70, con largometrajes presentados por Narciso Ibañez Menta, primero, y
Nathán Pinzón, después; continué durante los ‘80 con las sagas de Jason Voorhes (“Friday the 13th”, 1980), Freddy Krueger (“A Nightmare on Elm Street”,
1984) y Pinhead (“Hellraiser”, 1987); y desemboqué en el siglo
XXI viendo pelotudeces imposibles de calificar (de ahí el cartelito “Unrated” que muchos de estos films ostentan en
sus empaques).
Hace casi un año publiqué en
este espacio un artículo orientado a que la gente de bien esquive una serie de
películas abominables, que nadie, ni siquiera el más malo entre los malos,
merece ver. Películas mal filmadas, mal actuadas, con argumentos ridículos y
directores pésimos. Hoy estoy en condiciones de ampliar la lista presentada en
ese momento (porque durante el año transcurrido me desobedecí a mí misma y
seguí perdiendo el tiempo mirando estupideces). He aquí, entonces, “Seis películas de terror que
ningún cristiano (ni musulmán, ni judío, ni ateo, ni agnóstico) debería ver
jamás II”. De nada.
V/H/S (2012, EE. UU.)
Hete aquí que estaba yo
perdiendo el tiempo, como es mi sana costumbre, cuando mi hijo adolescente me
preguntó: “Mami, ¿vamos al
cine?” De más está decir que
hacía años y años que no iba al cine con mi vástago, así que me apuré a aceptar
la invitación sin reparar demasiado en cuál era la película a degustar. El
filme en cuestión fue una insufrible e interminable ¿historia? intitulada “V/H/S” (retitulada en nuestro bendito país
como “Las crónicas del miedo”)
que padecí con una sonrisa, temerosa de que mi hijo se ofendiera.
“V/H/S” es lo que usualmente se llama una “antología de terror”. Es decir, varios pequeños filmes en
uno. Lloro a moco tendido al recordar "Cuentos de terror" (“Tales
of terror”), de Roger Corman,
donde Vincent Price, Peter Lorre y Basil Rathbone se lucieron interpretando las
historias más populares de Edgar Allan Poe, o “Twice-Told
Tales” ("Cuentos dos veces contados"), de Sidney Salkow, también
con Vincent Price, donde se reacreaban cuentos de Nathaniel Hawthorne, entre
ellos el maravilloso "Rappaccini's
Daughter"("La hija de Rapaccini").
-"Tape 56/frame narrative" (Adam Wingard)
La película arranca con un grupo de matones a los que se les adjudica una misión: robar cierto videocassette de la casa de un señor que está muerto. O no. Cualquier persona normal hubiera cargado todos los videos que tenía el viejo en una o varias bolsas y se hubiera ido a la mierda. Total, para ver cuál era el buscado, había tiempo. Pero no. Mientras sus compañeros recopilan los videos esparcidos por toda la casa, uno de estos gansos decide ponerse a verlos en la grata compañía del muerto. Cosa de no llevarse el equivocado.
-"Amateur Night" (David Bruckner)
-"Tape 56/frame narrative" (Adam Wingard)
La película arranca con un grupo de matones a los que se les adjudica una misión: robar cierto videocassette de la casa de un señor que está muerto. O no. Cualquier persona normal hubiera cargado todos los videos que tenía el viejo en una o varias bolsas y se hubiera ido a la mierda. Total, para ver cuál era el buscado, había tiempo. Pero no. Mientras sus compañeros recopilan los videos esparcidos por toda la casa, uno de estos gansos decide ponerse a verlos en la grata compañía del muerto. Cosa de no llevarse el equivocado.
-"Amateur Night" (David Bruckner)
En el primer video hay una
historia estúpida acerca de unos adolescentes estúpidos que levantan a un par
de minas en un boliche y las llevan a un departamento para filmarlas mientras
tienen sexo. Una está más o menos, la otra es una loquita con menos carne que
una parrillada vegetariana y los ojos desorbitados como un muppet, que repite constantemente “Me gustas”. Ya en el departamento, la mina más
potable se queda dormida y la otra, en bolas y dando lástima, se convierte en algo que devora a los borregos cachondos y luego emprende vuelo, equipada con
unas gigantescas alas de murciélago que no se le notaban, a pesar de llevar un
vestido strapless.
-"Second Honeymoon" (Ti West)
-"Second Honeymoon" (Ti West)
En el segundo video la
historia versa sobre una pareja haciendo un viaje romántico por el medio oeste
americano. Un mecánico devenido en médium le dice a la mujer que pronto se
reencontrará con un ser querido. Más tarde, el hombre se topa con una chica
misteriosa. Mucho más tarde, cuando la pareja duerme, una mujer se cuela en la
habitación, le acaricia el traste a la protagonista del cuento con un cuchillo,
le roba $100 dólares de la billetera al marido y enjuaga el cepillo de
dientes del pobre hombre en el inodoro. Al otro día hay una pequeña discusión
en la pareja por los $100 dólares desaparecidos y esa misma noche la mujer
misteriosa vuelve a entrar en la habitación, destripa al marido y se besuquea
con la esposa, mientras la guacha le pregunta si había borrado la cinta donde
habían quedado registrados estos acontecimientos sin pies ni cabeza.
-"Tuesday the 17th" (Glenn McQuaid)
-"Tuesday the 17th" (Glenn McQuaid)
En el tercer video (sí, ya
sé, es agotador), un grupo
de adolescentes insufribles se va de camping a un lugar donde, un año antes,
murieron los amigos de una de las chicas. La intención de la sobreviviente es
probar que en ese bosque hay una cosa maligna y asesina y que sus amigos
fueron destripados de forma brutal. Todo le sale para el culo porque la cosa (nada del otro mundo: un hombre pixelado) mata a sus amigos (previsto, ya
que eran carnadas humanas)
y también la mata a ella (por turra).
-"The Sick Thing That Happened to Emily When She Was Younger" (Joe Swanberg)
-"The Sick Thing That Happened to Emily When She Was Younger" (Joe Swanberg)
El cuarto video narra un
cuentito que presenta a una loquita a la que unos parientes lejanísimos de Alien usan como incubadora. La chica
habla todo el tiempo por chat con el novio que también es médico, que dice que
vive en otra ciudad pero monta guardia en el departamento de al lado y que le
extirpa los fetos UFO sin que la pobre mina se entere. O
algo así.
-"10/31/98" (Radio Silence -Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, Justin Martinez & Chad Villella-)
La última historia (¡por fin!) cuenta como unos pavotes importantes, listos para asistir a una fiesta de Halloween, se equivocan de casa y se encuentran con una horda de servidores de Satanás a punto de sacrificar a una chica. Después de algunas escenas olvidables, los pibes consiguen rescatar a la muchacha y se la llevan en su auto. Que se queda atascado en medio de las vías del tren. Ahí los adolescentes comprueban que la chica ya no está con ellos (se aleja en medio de una bandada de pájaros) y que, además, el tren está a punto de hacerlos pelota. La peliculita termina, precisamente, con el tren impactando contra el automóvil de estos bobos.
La última historia (¡por fin!) cuenta como unos pavotes importantes, listos para asistir a una fiesta de Halloween, se equivocan de casa y se encuentran con una horda de servidores de Satanás a punto de sacrificar a una chica. Después de algunas escenas olvidables, los pibes consiguen rescatar a la muchacha y se la llevan en su auto. Que se queda atascado en medio de las vías del tren. Ahí los adolescentes comprueban que la chica ya no está con ellos (se aleja en medio de una bandada de pájaros) y que, además, el tren está a punto de hacerlos pelota. La peliculita termina, precisamente, con el tren impactando contra el automóvil de estos bobos.
¿Se preguntarán ustedes qué
pasó con los matones y el viejo muerto? Bueno, el viejo no estaba muerto,
estaba catatónico,
nomás. Y creo que es el que mata a los allanadores. Pero no sé.
Cuando terminó “V/H/S” sentí un alivio infinito. Que se
intensificó cuando mi hijo masculló “¡Qué
mierda!”, porque ahí me vi en
total libertad para putear contra una película horrenda y contra unos
personajes tan calenturientos (aúllan como lobos en celo cuando ven una simple teta) e insufribles que una termina
poniéndose, incondicionalmente, del lado de la vampiro anoréxica, el fantasma pixelado, los acólitos de Satanás y el tren. Que los maten a todos de puta una
vez.
Lo más triste de esta
anécdota es la breve conversación que mantuve con mi hijo cuando volvíamos a
casa:
-Nene, vos me invitaste al
cine y pagué todo yo.
-Es que la mía fue una
invitación emocional,
no económica. Era para pasar tiempo juntos, no para pagarte los vicios.
-Ah.
"PENNHURST (THE LOST EPISODE)" (Michael Rooker, 2012,
EE. UU.)
Durante los años ’80, los
sufridos fans de las películas de terror nos vimos invadidos por una oleada
abrumadora de cementerios
indios. Un cementerio indio, maldito o profanado, servía para
justificar cualquier historia. Hoy en día, esos cementerios indios (a los que terminamos añorando) han
sido desplazados por los hospitales
psiquiátricos abandonados. Que
ya me tienen los huevos al plato, la verdad.
“Pennhurst” es otra horrible película
pretendidamente terrorífica que versa sobre un edificio donde años atrás ha
funcionado un manicomio, habitado hoy en día por los fantasmas de los enfermos
psiquiátricos maltratados antaño, que parecen ser malos pero no lo son. El
malo, por supuesto, es un acólito de Josef Mengele, el médico brillante pero
más loco que sus pacientes, que experimentó de forma brutal con estos pobres enfermos
dejados a la buena de Dios. ¿Les suena? ¡Claro, cómo no les va a sonar! ¡Si ya
filmaron cientos de películas con este argumento pelotudo!
En este film de cuarta no
faltan, por supuesto, los adolescentes insoportables (uno de ellos es el que
relata la historia de un grupo de trabajadores de un programa de televisión
dedicado a lo paranormal que fueron despanzurrados en el loquero, suerte aciaga
que, gracias a Dios, estos pibitos también corren) y las tetas al viento (no
podía faltar el fantasma de la enfermera caliente como un horno que se pone en
bolas alegremente). “Pennhurst”
es decididamente abominable. Ni se molesten.
"BABY SHOWER" (Pablo Illanes, 2011, CHILE)
Sabrán ustedes, mis queridos,
que una de las costumbres que los latinoamericanos importamos de tierras
imperialistas es la celebración de los baby showers, esas
fiestas donde se agasaja a las embarazadas y se las llena de porquerías que,
supuestamente, sus bebés usarán en el futuro. Un festejo empalagoso bastante
más deplorable que el de Halloween, pero no tan resistido por los
amantes de lo nacional y
popular como la abominada
Noche de Brujas. El punto de partida de “Baby
Shower” es la visita de las amigas de Ángela, la
preñada de la historia y embarazada de gemelos, a su casa de
campo, en el centro de Chile. Ahí se enteran que su amiga se ha unido a un
culto ligado a la adoración de la naturaleza y que piensa parir en ese lugar,
asistida por una señora que es algo así como una mezcla de Janis Joplin y Moria
Casán, muy hippona y con unas tetas enormes. Pero también sale
a la luz que el marido de Ángela la cornea con una
de sus amigas (la escritora, of course, ¿por qué siempre
tienen que ser las escritoras las putonas de la historia?).
Cuando se pudre todo y las amigas quieren volver a Santiago, descubren que sus
autos no funcionan, la línea telefónica ha sido cortada y sus celulares están
muertos. Y bue, ahí empieza la masacre. La tetona new age,
su amante y un pajarón que andaba por ahí (y que se encamó con la
escritora, que lo parió) son los encargados de llevarla a cabo. Al
final, Ángela da a luz en el bosque y la Janis
Joplin loca le roba uno de los bebés.
“Baby Shower” es horrible.
Mala. Malísima. Tampoco se molesten con ésta.
"DEMON EXORCISM: THE DEVIL
INSIDE MAXWELL BASTAS" (Richard G. James, 2013, EE. UU.)
Si todas las películas que
versan sobre exorcismos estuvieran basadas
en hechos reales, tal como
nos quieren hacer creer sus ignotos directores, nueve de cada diez humanos
andaríamos por la vida vomitando sopa de arvejas. Porque si algo abunda hoy en
día, además de los manicomios
abandonados y embrujados, son los poseídos
por Satanás. “Demon
Exorcism” es una película de bajísimo presupuesto, es cierto. Pero con un
presupuesto mucho menor, mi hijo y sus secuaces podrían haber filmado algo bastante más decente. Lo
juro por Dios.
Maxwell Bastas es un señor que perdió a su esposa y a su hijito
en un accidente. Obviamente, se reveló contra Dios y su dolor se convirtió en
ira. Parece que la ira lo llevó a asesinar a sus compañeros de trabajo después
de que lo despidieran por cabrón. O
no. Y a amasijar a los
parroquianos de un bar porque una camarera torpe le tiró una hamburguesa con
papas fritas encima. O
no. Maxwell tiene visiones:
un señor que debe ser un diablo e imita de forma descarada a Robert De Niro en “Angel Heart”, lo urge a suicidarse. Todo el tiempo. Lo
cierto es que una pareja entrada en años (culona ella, insignificante él) lo
atropella con su auto y, como el conductor se había tomado un par de copas y
antes de quedar inconsciente el atropellado murmura “Nada de hospitales”, decide llevárselo a su casa para
cuidarlo y atenderlo ahí. Nunca
visto. Una vez en el hogar de
la pareja, el hombre es poseído por un demonio. Su esposa, naturalmente, lo
encierra en el sótano y llama a su sacerdote, que a su vez llama a otro
sacerdote y a un rabino, para que lo exorcicen. Digo naturalmente porque esta mujer se comporta como
si algo le poseyera al marido todos los días. Al final, el diablo que estaba en
el marido de la señora culona entra en el cura, el viejo insignificante mata al
malogrado hombre de Dios, aparece una horda de vecinos endemoniados que se
comen al mentado anciano, etc., etc. La cosa es que el demonio más groso está dentro de Maxwell Bastas y el imitador de De Niro es un demonio
antagonista. Bastas es asesinado, vienen los ángeles, no
sé si se lo llevan a él o al diablo arrepentido… y estoy llorando por haber
gastado mi preciosa y única neurona tratando de entender esto.
"THE LIFE ZONE" (Rod Weber, 2011, EE.UU)
“The Life Zone” no es un film de terror propiamente dicho, aunque en los
chiringuitos donde ofrecen películas truchas te lo vendan como tal. También te
venden como película de terror “Antichrist”, de Lars Von Trier, cosa muchísimo más
trágica. En esta historia pretendidamente pro-vida,
tres jovencitas son presuntamente secuestradas de los quirófanos donde iban a
practicarse sendos abortos y recluidas en una especie de clínica donde las
mantienen secuestradas, con la finalidad de que cumplan los nueve meses de
embarazo y den a luz a sus bebés. Las atiende una doctora rubia que dice que
tiene cuarenta pero se le cayó
una sota, y un viejo tipo Gran Hermano las vigila desde una pantalla. Las
paredes están decoradas con imágenes de Cristo y la Virgen María. Durante nueve
meses las pibas miran en televisión debates y debates sobre el aborto,
escuchan a personas que hablan de sus pros y sus contras, a mujeres que
abortaron, a mujeres que no abortaron, etc., etc. La más tiernita de las tres
cambia de opinión sobre el tema enseguida y se entusiasma con el hecho de tener
un bebé. También cambia de opinión otra de las chicas, aunque cuesta bastante
más convencerla. Pero la tercera… ¡Ah, la tercera es jodida como ella sola! Ni siquiera en el momento del parto se
conmueve y no quiere ni mirar ni tocar a sus bebés, que resultan gemelos. La
última escena de la película presenta a las dos redimidas con sus hijos en brazos. La otra piba,
tirada en la cama, se queja de que tiene náuseas y dolores. Aparece la doctora
rubia y, con cara de circunstancia adversa, le dice que está embarazada. La
pobre mina no entiende nada, ¿cómo carajo va a estar embarazada si acaba de
parir? En ese momento se percata de que las dos orgullosas mamis han
desaparecido y que las imágenes de Jesús y la Virgen han sido reemplazadas por
cruces invertidas. El viejo de la pantalla, cuyos ojos se han puesto colorados,
le dice a la chica: “Bienvenida
al Infierno” y la doctora
rubia aclara que ella también está ahí porque se había suicidado.
Yo me indigné profundamente
con esta peliculita de mierda, que no sólo toma un tema un tema espinoso para
la chacota sino que se atreve a juzgar a las personas mandándolas al Infierno por abortistas o suicidas. Vi cosas
repulsivas en mi vida, pero creo que “The
Life Zone” se lleva las palmas.
"DAHMER VS GACY" (Ford Austin, 2010, EE. UU.)
“Dahmer vs Gacy” es algo así como “Jason
vs Freddy” pero con
personajes que han existido más allá de la imaginación calenturienta de un
autor. Es decir, una reverenda pelotudez con algo de comedia, algo de película
de terror, y algo de faso, porque una persona con todas las luces
no puede pergeñar jamás este delirio. Jeffrey Dahmer y
John Wayne Gacy fueron dos de los asesinos en serie más temibles y temidos de
Estados Unidos de América. La película muestra al gobierno de dicho país
intentando crear el asesino perfecto mediante la combinación del ADN de diferentes
criminales (ya me dijeron mis amigos del Face que el gobierno de Estados Unidos hace de todo). Dahmer y Gacy escapan
del laboratorio donde los tienen confinados y se dedican a sembrar el terror en
el gran país del Norte. Pero son enfrentados por Ringo (no, el Beatle no). Un guerrero entrenado por Dios. Que lo parió. Y cuando Ringo está a punto de vencerlos entran en
acción un grupo de Ninjas (no, las Tortugas no) y un carnicero sobrehumano. Que lo volvió a parir.
Dicen las malas lenguas que
ya se filmó “Dahmer vs Gacy 2: In te Space”, pero qué quieren que les
diga: yo paso.
Estas son, amables lectores,
la seis nuevas películas que deben evitar sí o sí. No pierdan su precioso
tiempo con estos engendros: si son amantes de las emociones fuertes lean una
novela de Clive Barker o de Stephen King, vuelvan a ver algún clásico de Vincent
Price o bánquense entero el discurso de algún político. No los van a
defraudar. Y ya que nombré al maestro, me despido de ustedes con una frase de
Mr. King: "Los monstruos son reales, y los fantasmas también:
viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan".
Ahora sí me dio miedito.
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