sábado, 12 de enero de 2019

CÓMO SABER SI ÉL TUVO BUEN SEXO


CÓMO SABER SI ÉL TUVO BUEN SEXO

“Para que una relación entre un hombre y una mujer sea realmente interesante, es preciso que haya entre ellos goce, memoria o deseo.”   
Nicolas Sebastien Roch Chamfort

Parece que, hoy en día, uno de los asuntos que más preocupa a las damas y damitas en edad de merecer es su desempeño sexual. Una preocupación exclusivamente masculina hasta hace algunos años, pero que en estas fechas, con tantas liberaciones de por medio, atormenta a las mujeres ávidas de saber si el hombre con el que han compartido colchón y sudores disfrutó lo suficiente. Como preguntarle algo así a un señor es inútil porque se apurará a decir que sí, que la pasó bomba, aunque esta afirmación sea tan falsa como un Pitufo rojo, hay algunas señales inequívocas que nos permiten saber si nuestro encuentro sexual fue un éxito rimbombante o un bochorno absoluto. 
Con mi proverbial espíritu de servicio, transcribo aquí una pequeña lista de las actitudes que delatan si él tuvo buen sexo o si, por el contrario, padeció entre nuestras sábanas. De nada.

8 GESTOS QUE DELATAN QUE NUESTRO HOMBRE DISFRUTÓ DEL SEXO

1) NO SE DESPEGA DE NOS: Si después del tráfico carnal, nuestro varón nos abraza y permanece pegado a nuestra sudada humanidad es porque el encuentro erótico fue un éxito rotundo. Él ha disfrutado tanto de la escaramuza que quiere prolongar la sensación de la piel compartida. El hombre satisfecho es aquel que, apagados los ardores sexuales, permanece en el lecho mimando a su media naranja.
Señales de alarma: Si después de hacer el amor, el señor que supimos conseguir se da media vuelta y se pone a roncar intempestivamente, estamos en problemas. Si, en cuanto termina el lúbrico trajín, se abalanza sobre el control remoto (en caso de que no lo hubiera manoteado antes, lo que sería realmente triste), estamos en problemas. Ni hablar si corre a la ducha como si le hubiéramos pegado la peste: un hombre que corre a bañarse luego de tener sexo la pasó como el traste y le urge sacarse de encima hasta el último resabio de nuestro ADN.

2) MANTIENE LOS OJOS ABIERTOS COMO PLATOS: Si él tuvo buen sexo, luego de amarnos de punta a punta, se quedará tendido boca arriba con los ojos abiertos. El techo será, para nuestro amante, una pantalla en blanco donde reproducirá mentalmente la gloriosa revolcada de la que fue coprotagonista.
Señales de alarma: Si después de hacer el amor,  el hombre cierra los ojos, y, sobre todo, si se queda dormido, estamos en problemas.  Él se ha aburrido como una ostra teniendo sexo con nosotras y quiere que desaparezcamos de su campo de visión.

3) SE AUSENTA, SE CUELGA Y SE TILDA: Es de público conocimiento que los hombres se ausentan, se cuelgan y se tildan todo el tiempo. Para que se queden papando moscas no hace falta un orgasmo devastador. Pero si nuestro partenaire permanece en un estado semi catatónico después de hacer el amor es porque ha gozado tanto que le cuesta abandonar esa suerte de Nirvana en la cual lo introdujimos con nuestras buenas artes sexuales. El hombre tildado es como una pobre mosca atrapada en una tela de araña. Nosotras somos las tejedoras y él, el pobre bicho que sucumbió a nuestros encantos.
Señales de alarma: Si el encuentro sexual fue calamitoso, luego de concluido el mismo, el hombre se apurará a hacer cosas mundanas: revisar si tiene algún mensaje en su teléfono, fijarse si en algún canal transmiten el partido de Boca o apurarse a pedir una pizza.  Si nuestro varón no ha quedado atontado luego de consumado el acto carnal, estamos en problemas.

4) NO PARA DE SUSURRARNOS COSAS AL OÍDO: Cuando un hombre recién ejercitado sexualmente no para de susurrarnos cosas al oído, es porque ha quedado satisfecho con la faena. Necesita comunicarse con nosotras y sondear qué tal nos resultó el trámite amatorio. Y sentir que estamos cerca.
Señales de alarma: Si, por el contrario, luego del revuelque se instala entre la pareja un silencio sepulcral, estamos en problemas.  El hombre no dice nada porque no sabe qué decir. Porque decirle a una señora que estar en su cama fue un parto es feo y porque, además, los hombres no tienen ni la más puta idea de lo atroz que puede resultar un parto.

5) FUMA UN CIGARRILLO O SE TOMA UNA COPA: Un hombre satisfecho es un hombre relajado. Que nuestro varón fume un cigarrillo o tome una copa después de mantener relaciones sexuales con nosotras, es una muy buena señal, ya que estos gestos indican que él está atravesando un momento de calma y reflexión, orientado a disfrutar de la experiencia vivida.
Señales de alarma: Si el hombre con el que hemos tenido sexo culmina el encuentro chupándose una botella entera de fernetestamos en problemas. Ese hombre bebe para olvidar. Para olvidar lo horrible que fue acostarse con nosotras.

6) SE RÍE A CARCAJADAS O DEJA ESCAPAR ALGUNAS LÁGRIMAS: Hacer el amor, señoras, puede y debe ser algo divertido. Si bien una es un tiranosaurio que piensa que nada hay menos jocoso que el coito, hay personas más descontracturadas que celebran el sexo con la euforia de un payaso nuevo: si él ríe luego del trámite libidinoso, puede estar dando muestras de la profunda alegría que lo embarga después de un orgasmo apoteósico. También puede suceder que, si nuestro varón es excesivamente sensible, largue unas lagrimitas como prueba de lo sublime que fue tener sexo con nosotras.
Señales de alarma: Curiosamente, estas señales que pueden indicar una buen momento en la cama, también pueden indicar todo lo contrario. El hombre puede reírse de nuestro pobre desempeño sexual y puede llorar por lo horrible que lo pasó fornicando con nosotras. Si el hombre se ríe y nos señala, estamos en problemas. Si el hombre llora y nos señala, estamos en problemas.

7) SE PASEA POR EL CUARTO COMO DIOS LO TRAJO AL MUNDO: Un episodio hot con resultados felices aumenta la autoestima del varón, porque ya se sabe, los machos siempre se adjudican los laureles de cualquier empresa exitosa en la que han participado, los merezcan o no. Orgulloso de su virilidad, el hombre que ha tenido buen sexo, se paseará frente a los ojos de la mujer con la que concretó como Dios lo trajo al mundo. Ante este despliegue de atributos digno de un pavo real (o de un real pavo, como gusten), una puede apurarse a arropar al descamisado para que no se resfríe o aplaudir el espectáculo sabiendo que este gesto no hará más que aumentar la de por sí inflamada autoestima del varón.
Señales de alarma: Si él tuvo una pésima experiencia erótica, se apurará a cubrir sus partes pudendas porque se sentirá avergonzado de haber participado en un acto bochornoso. Si, al culminar el encuentro,  el hombre con el que intimamos se envuelve en las sábanas como si fuera una momia egipcia, estamos en problemas. Si se tapa la cara con una almohada, estamos en problemas.

8) VA POR EL SEGUNDO ROUND: Si un hombre disfrutó como loco en nuestra cama es casi seguro que, luego de un tiempito prudencial en el que recargará las pilas, irá por la segunda vuelta. Como es natural, querrá repetir la hazaña que tanto goce le acarreó.
Señales de alarma: Sí, antes de que nos hayamos dado cuenta, nuestro partenaire se apuró a ponerse los calzones, estamos en problemas. Ni hablar si el tipo manotea el picaporte para huir de nosotras aún antes de terminar de vestirse.

Hasta aquí, mis queridas, la lista de gestos que delatan si él tuvo buen sexo. Espero que sea útil para despejar las dudas de algunas damas desorientadas. Personalmente, opino que la caridad bien entendida empieza por casa y que de poco sirve saber si nuestro hombre gozó si no gozamos nosotras. Pero ya se sabe que yo soy una egoísta.
Cierro esta parrafada con una sabia frase del artista checo Jindřich Štyrský: “Sólo es en los brazos del goce que tranquilamente duerme la moral.”

Buenas tardes.

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