MAGICAL MYSTERY TOUR XVII
“La vida es un espectro que
se mueve en un mundo de espectros”
Thomas Carlyle
Cada vez más
cerquita de Halloween, les acerco hoy una nueva entrega de la saga “Magical
Mystery Tour, con destinos tan espeluznantes como la casa de los asesinatos de Villisca en Iowa, EE. UU., y tan melancólicos como la Iglesia de Santa
Felicitas, en Buenos Aires, Argentina. Disfruten.
-CASA DE LOS
ASESINATOS DE VILLISCA, IOWA, EE. UU.: “Al quitarles la vida, los conocí en los momentos más
exquisitos de su existencia.” – James Ellroy
En junio de
1912, la tranquilidad del pequeño pueblo de Villisca, localizado en el
estado de Iowa, EE. UU., fue destruida
por el terrible asesinato de la familia Moore, y sus dos pequeñas huéspedes, las hermanas Stillinger. A partir de entonces y
durante más de cien años, sus residentes han visto con desazón como el pueblo se
ha hecho famoso no por ser bonito y acogedor sino porque se lo relaciona con los crímenes y con la
palabra indígena “Wallisca”, que significa “espíritu maligno”.
La familia Moore, acomodada, muy conocida y querida en Villisca, estaba compuesta por el padre, Josiah (43 años), su esposa Sarah (39 años)
y sus cuatro hijos: Herman (11 años), Katherine (10 años), Boyd (7 años) y Paul
(5 años). El 9 de junio de 1912, Katherine Moore
invitó a las amigas de su hija, Ina (8 años) y Lena (12 años) Stillinger a
pasar la noche en su casa. Después de asistir a
la iglesia prebisteriana donde se celebraba el Día de los Niños, regresaron juntos a
la casa ubicada en 508
E 2nd Street.
A
la mañana siguiente, aproximadamente a las 7:00 am, Mary Peckham, vecina de los
Moore, notó que la casa estaba inusualmente silenciosa, ya que la familia era
muy madrugadora. Después de llamar
varias veces a la puerta y no obtener respuesta, llamó a un hermano de Josiah,
Ross Moore, que entró en la casa y se topó con los ocho cadáveres. Habían sido
golpeados repetidamente con un hacha propiedad del Sr. Moore, que se encontró en el
cuarto de huéspedes junto a los cadáveres de las hermanas Stillinger.
A lo largo de la investigación, surgieron muchos sospechosos
posibles, entre ellos el reverendo George Kelly (un predicador ambulante que
estaba algo desequilibrado y del que se sospechaba que era un pedófilo), Frank
F. Jones (antiguo jefe del Sr. Moore, que estaba resentido con él por disputarle
sus negocios), William Mansfield (un asesino serial que mató a su esposa y a su
propio hijo con un hacha dos años después de los crímenes Villisca y que
se supuso contratado por Frank F. Jones para cometer el crimen ), Loving
Mitchell, Henry Lee Moore (que también fue condenado por el asesinato de su
madre y abuela varios meses después de los asesinatos en Villisca) y Sam Moyer (hermano de Josiah que había amenazado con matarlo, pero
cuya coartada lo exoneró del crimen). Los asesinatos jamás fueron resueltos y la casa que fue testigo del espanto quedó marcada
por el terrible suceso.
En 1930 la casa fue habitada por un matrimonio joven. La mujer
dormía muy mal porque se despertaba a
mitad de la noche con el ruido de pasos en las escaleras. Una vez, al abrir los
ojos, pudo ver a un hombre con un hacha parado a los pies de su cama. Su
esposo, preocupado por su estado mental, decidió permanecer despierto velando
su sueño y pudo escuchar los pasos en las escaleras y los llantos de niños a
los que hacía referencia su esposa. Se mudaron inmediatamente.
Otra familia que vivió en el lugar, los Geeseman, también
abandonó la casa después de soportar cómo puertas y ventanas se abrían solas,
y, cada noche, alrededor de las 3 AM, veían a una silueta vestida con ropa de
cama paseándose por las habitaciones. Más tarde, los Cloud también abandonaron
la casa, luego de que las niñas vieran reiteradamente como las puertas se
abrían solas y su ropa aparecía por la mañana esparcida por toda la habitación,
y de que el Sr. Cloud se lastimara a sí mismo cuando estaba afilando un
cuchillo, como si una fuerza invisible lo guiara.
En 1994, Darwin y Martha Linn de Corning, Iowa, compraron la
antigua casa y la devolvieron al estado
que tenía en junio de 1912. Actualmente, está abierta a los visitantes, además
de haber sido incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EE. UU.
-IGLESIA DE SANTA FELICITAS, CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA: “Miradas todas del amor, instantes divinos, moristeis prematuramente.” - Friedrich Nietzsche
Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto, popularmente conocida
como Felicitas Guerrero, fue una adinerada dama porteña,
considerada en su época como la "mujer más bella de la República
Argentina". A los 15 años se casó con el hacendado sexagenario Martín
de Álzaga, con quien tuvo dos hijos que murieron en la infancia. A los
26 ya era viuda; seguía siendo hermosa y muy rica. Se la disputaban dos jóvenes
impetuosos, Enrique Ocampo y el estanciero Samuel
Sáenz Valiente, quien ganó el corazón de la joven y con quien planificó un
nuevo casamiento. Ocampo, que la cortejaba desde siempre, no
soportó el desprecio y pidió verla antes de la boda. Discutieron y él le asestó
dos disparos. Felicitas murió al día siguiente, la mañana del
30 de enero de 1872. Según la familia Ocampo, los Guerrero mataron
a Enrique; según los Guerrero, el desesperado
pretendiente se suicidó. La familia de la joven muerta hizo construir en su
honor la Iglesia de Santa Felicitas.
La construcción de Santa Felicitas fue
obra del reconocido arquitecto Ernesto Bunge. La iglesia no posee
un estilo definido, aunque la fachada ostenta reminiscencias neogóticas y
neorrománicas, elementos que se repiten en su interior. La capilla impresiona
por la originalidad de sus líneas, la esbeltez de sus torres y las figuras de
ángeles dispuestas en simetría. En el vestíbulo se encuentran dos blancas
estatuas de mármol de carrara. La de la derecha representa al yerno de los
donantes; en el pedestal lleva la siguiente inscripción: “+ Martín de
Álzaga - Marzo 17 de 1870”. A la izquierda, la imagen de una madre con
su hijo encarnan a Felicitas con su pequeño hijo Félix,
fallecido a los 6 años. En su pedestal se lee “+ Felicitas G. de Álzaba
- Enero de 1872”y “+ Félix de Álzaga – Octubre 3 de 1869”.
El interior del templo es de una sola nave con crucero
y cúpula y llama la atención por la riqueza de su decorado, que combina
mármoles, estucos, y pinturas de mérito. La bóveda del crucero ha sido decorada
con escenas simbólicas en la que resaltan los dorados. El altar mayor, los laterales
y el púlpito son de mampostería policromada. En los cuatro ángulos del crucero
se encuentran las imágenes de los Apóstoles.
La capilla posee tres altares: en el Altar
Mayor se encuentra la imagen de Nuestra Señora del
Rosario; en el lateral izquierdo, la imagen de Santa Felicitas,
mártir sacrificada junto a sus siete hijos; y, en el altar lateral derecho, la
imagen de San Martín de Tours, patrono de la ciudad de Buenos
Aires.
Los vitrales son de origen francés y el piso de mosaicos
españoles. Las lámparas del templo, con numerosos caireles de cristal, aún
conservan sus tubos de gas de carburo. En la antesacristía se pueden ver los
bustos de los donantes: Doña Felicitas Cueto de Guerrero y Don
Carlos J. Guerrero.
La Iglesia de Santa Felicitas fue
abierta al culto el 30 de enero de 1876, en ocasión de cumplirse el cuarto
aniversario de la trágica muerte de la señora de Álzaga.
En los jardines aledaños existe una reproducción de la Gruta
de Lourdes, obra dirigida por el ingeniero G. Kreutzer. Fue
inaugurada el 8 de diciembre de 1898 y las esculturas son obra al artista
italiano Juan Bellotti.
La leyenda cuenta que Felicitas pasea
por detrás de las rejas de la iglesia todos los 30 de enero. Llora. Algunos le
dejan pañuelos atados a los barrotes o cintas blancas esperando lograr suerte
en el amor. Si aparecen mojados, con lágrimas de Felicitas, habrá
deseos cumplidos y el amor por fin llegará.
Se dice que cuando la iglesia fue restaurada por
primera vez, el arquitecto encargado de la tarea descubrió que todos los
ángeles de la fachada tenían el ala derecha caída, cosa que nadie vio como una
casualidad: Felicitas había sido herida en su hombro derecho.
-CATACUMBAS
DE LOS CAPUCHINOS, PALERMO, ITALIA: “Todo lo que haces es encaminarte
derecho a la tumba, un rostro cubre el esqueleto por un tiempo. Extiende esa
cubierta del cráneo y sonríe.” - Jack
Kerouac
Las Catacumbas
de los Capuchinos (también llamadas Catacumbas
de los Capuchinos de Palermo) son
unas catacumbas ceremoniales, situadas en la ciudad de Palermo,
Sicilia, en el sur de Italia.
Las
catacumbas están situadas bajo un monasterio de la Orden de los Hermanos
Menores Capuchinos, que fue un cementerio en el siglo XVI,
en el que los monjes excavaron criptas subterráneas. En sus orígenes las
catacumbas estaban destinadas solamente para el sepelio de los frailes, pero
con el paso de los años las familias palermitanas solicitaron que sus parientes
fallecidos fueran depositados en las mismas. Los cuerpos se deshidrataban y se
trataban con vinagre, algunos se embalsamaban, y otros se protegían en urnas de
cristal.
El
habitante más famoso de las catacumbas es una niña pequeña. Rosalía Lombardo, la
Bella Durmiente, murió de neumonía el 6 de diciembre de 1920, siete
días antes de su tercer cumpleaños. Rosalía se hizo famosa post mortem,
cuando su desconsolado padre, Mario Lombardo, encargó al químico Alfredo
Salafia que conservase su cadáver mediante una novedosa técnica de
embalsamamiento.
-CASA DE SALLY, ATCHISON, KANSAS: “La gente llega, vive, sufre, se muere. Vienen los otros a ocupar su sitio y la casa arruinada sigue viviendo.” - José Emilio Pacheco
La
Casa de Sally, ubicada en 508 N 2nd Street, Atchison, Kansas, EE. UU., tiene fama de ser uno de los
lugares más embrujados de dicho país. Fue construida alrededor de 1867 y adquirida por un tal Michael C.
Finney, que se mudó allí junto a su familia. La casa fue propiedad de los
Finney hasta la muerte de Charles, hijo de Michael. Fue alquilada
luego a varias personas, pero nadie se quedó demasiado tiempo en el lugar.
A
principios de los ’90, Tony y Debra Pickman se mudaron a la casa de Finney.
Tony sufrió inexplicables ataques que le provocaron lesiones en la espalda. La
casa fue visitada por investigadores paranormales que también reportaron haber
sufrido en el lugar lesiones de menor importancia, tales como cortes y quemaduras.
Además, los residentes y visitantes del lugar informaron de extrañas apariciones, objetos voladores, sonidos de animales y voces humanas, luces se prendían y apagaban, y fotografías de la pared aparecían
de cabeza. En un par de ocasiones, Tony pudo percibir el fantasma de una niña
pequeña.
La
primera investigación importante en la Casa de Sallie se llevó a cabo a principios
de los ’90, cuando un programa de televisión enfocado en sucesos sobrenaturales
se propuso descubrir los secretos del lugar. Desde entonces, varios psíquicos e
investigadores paranormales han tratado de descubrir los secretos de la casa. Travel
Channel, History Channel y Discovery Channel también han investigado la casa,
recogiendo material para sus programas. Incluso Paramount Pictures visitó el lugar con el fin de reunir información para la realización de una película. Todos
ellos utilizaron aparatos relacionados con la investigación paranormal.
Una
psíquica que visitó la casa aseguró que era
hogar de dos entidades, la una pequeña niña
llamada Sally, responsable de bromas inofensivas, y la de un ente más oscuro, responsable a los ataques a Tony.
Se
dice que en el sótano de la casa hay un pentagrama y allí se sacrificaban
animales, y que en el patio moran varios espíritus de indios norteamericanos.
Los
Pickman abandonaron la casa en 1994.
-DISCOTECA OZONE, QUEZON, FILIPINAS: “El fuego siempre ha sido y, al parecer, seguirá siendo siempre, el más terrible de los elementos.” - Harry Houdini
-DISCOTECA OZONE, QUEZON, FILIPINAS: “El fuego siempre ha sido y, al parecer, seguirá siendo siempre, el más terrible de los elementos.” - Harry Houdini
El 18 de
marzo de 1996, poco después de la media noche, los servicios de emergencia de
Quezon, Filipinas, recibieron una llamada urgente alertando sobre un incendio
en un popular club nocturno de la ciudad, la discoteca Ozone. Cuando se inició
el fuego, cerca de 350 visitantes y 40
empleados se encontraban en el lugar, una cantidad de personas que excedía
ampliamente la cantidad que podía albergar el local. La mayoría de los asistentes
eran graduados de universidad o preparatoria, ya que el siniestro coincidió con
fiestas por el fin de año escolar en
Filipinas.
En el
incendio fallecieron 162 personas. Los sobrevivientes reportaron haber visto
chispas y destellos en el interior de la cabina del DJ, poco antes de que
comenzara el fuego. También vieron humo, pero creyeron que era un efecto
especial de la discoteca.
Los cuerpos
descubiertos por los bomberos y otros servicios de emergencia se encontraban
apilados en el corredor que daba hacia la única salida. La salida de emergencia
del Ozone había sido bloqueada por un edificio aledaño construido recientemente.
Hasta la fecha, el incendio de la discoteca Ozone es considerado el peor
desastre de este tipo en la historia de Filipinas.
En la
actualidad, la estructura que alguna vez fue sede de la discoteca Ozone, sigue
en pie y es famosa entre los habitantes de Quezon por las historias de
fantasmas que se tejen a su alrededor. Los vecinos del lugar dicen que aún se puede
escuchar música por la noche, y se ven sombras danzando en el interior del
local siniestrado, y aseguran que estos espíritus son las víctimas del incendio.
El edificio ha sido investigado por
expertos en fenómenos paranormales y en su interior se han tomado fotos de
figuras borrosas de color blanco, bolas de luz y misteriosas sombras. En marzo
del 2012, un grupo de investigadores contactó a un espíritu llamado Joey, con
ayuda de una médium.
Joey, que
dijo ser el DJ de turno esa noche en el Ozone, explicó que cuando los
asistentes vieron el humo que salía de su cabina, asumieron que solo se trataba
de parte del show, y que él intento en vano controlar las llamas que acabaron
calcinándolo. Dijo, además, que intentó
encontrar la luz y pasar al otro mundo, pero luego decidido permanecer en el
edificio para velar por las otras 70 almas que, de acuerdo a su testimonio, aún siguen
atrapadas en el Ozone.
Hasta aquí, esta nueva entrega de la apasionante saga "Magical Mystery Tour". Me despido de ustedes, mis queridos, con una cita del autor de ciencia ficción J. G. Ballard, fabricante de maravillosas distopías: “Esa imagen de la propia muerte que todos los hombres guardan en un sitio secreto del corazón (lógicamente – pues no hay propósito más sombrío que el de la vida-, uno debería decir todas las mañanas a los amigos. lamento tu irrevocable muerte, como si sufrieran de un mal incurable...).”
Buenas tardes.
Hasta aquí, esta nueva entrega de la apasionante saga "Magical Mystery Tour". Me despido de ustedes, mis queridos, con una cita del autor de ciencia ficción J. G. Ballard, fabricante de maravillosas distopías: “Esa imagen de la propia muerte que todos los hombres guardan en un sitio secreto del corazón (lógicamente – pues no hay propósito más sombrío que el de la vida-, uno debería decir todas las mañanas a los amigos. lamento tu irrevocable muerte, como si sufrieran de un mal incurable...).”
Buenas tardes.
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