"Lo principal no es la tumba sino la memoria."
Mario Vargas Llosa
Buenos días, gente bella. Les traigo hoy una nueva entrega de mi lista de tumbas impactantes. Pasen y lean.
-GEORGES RODENBACH (“Cimetière du Père-Lachaise”, París, Francia)
Georges Rodenbach, nacido el 16 de
julio de 1855 en Tournai, Bélgica, y fallecido el 25 de
diciembre de 1898 en París, Francia, fue un poeta y novelista, perteneciente al movimiento simbolista. Está
enterrada en el “Cimetière du Père-Lachaise”, en
París, y su tumba se destaca por la impresionante escultura que la ornamenta: en ella se ve
al difunto, esculpido en piedra, levantando un pedazo de su propio ataúd y
trepando a la superficie, como quien busca la luz.
-FAMILIA DOLEZAL FELDEVERT (“Oakland Cemetery”, Iowa City, Iowa, EE. UU.)
En el “Oakland Cemetery”, de Iowa
City, hay una estatua con fama de maldita, conocida como “Black Angel”.
La obra se ha convertido en parte de la tradición local y ha sido mencionado en
libros y sitios web durante muchos años. Tiene 2 metros y medio de alto y
fue erigida en 1912 para vigilar el último lugar de descanso de la familia
Feldevert. Es la fuente de muchas historias y leyendas en Iowa City, relacionadas
especialmente con el misterioso cambio de color del ángel, que era dorado y
pasó a ser negro.
La estatua fue encargada por Theresa Dolezal
Feldevert, una doctora que emigró a América desde Strmilov, Bohemia. Theresa y
su hijo, Eddie Dolezal, se mudaron a Iowa City, donde trabajó como partera, y
vivieron allí hasta 1891, cuando Eddie murió de meningitis a la edad de 18
años. El muchacho fue enterrado en el “Oakland
Cemetery”, y Theresa instaló un monumento en su tumba que
reproducía un árbol.
Después de la muerte de Eddie, la mujer se
trasladó a Eugene, Oregon, donde se casó con Nicholas Feldevert, fallecido
trágicamente unos años más tarde, en 1911. Después de la pérdida de su marido,
Theresa volvió a Iowa City y encargó a Mario Korbel, un artista de Bohemia
instalado en Chicago, la estatua del ángel que
fue colocada sobre la tumba de su hijo, en la que enterró también las
cenizas de su marido. El ángel llegó a la estación de tren de Iowa City en una
plataforma el 21 de noviembre de 1912.
Theresa murió de cáncer el 18 de noviembre de 1924 y
sus cenizas también fueron colocadas en la tumba. A partir de ese momento comenzaron a circular historias extrañas.
Pocos años
después de su instalación en el “Oakland Cemetery”, el
ángel de bronce comenzó a ennegrecerse. Muchos hablan de una oxidación natural
del metal, pero otros brindan diferentes explicaciones.
Una leyenda dice que Theresa Feldevert era una mujer misteriosa
y malvada, y que fue su maldad lo que
causó que el ángel cambiara de color, como recordatorio de los pecados de su
familia y para advertir a las personas que se mantengan alejadas de su tumba.
Algunos argumentaron que la maldad de Theresa era evidente en la escultura: a
diferencia de muchos ángeles en los cementerios, que generalmente se colocan
con sus cabezas y alas levantadas para ayudar a los muertos a elevarse hacia el
cielo, el ángel de Feldevert tiene la cabeza y las alas gachas. Además,
curiosamente, en el monumento no está inscripta la fecha de la muerte de Theresa.
Otras leyendas aseguran que cualquier joven mujer que
bese los pies del ángel a la luz de la luna, morirá en menos de seis meses,
salvo que no sea virgen, que quien toca al ángel en la noche de Halloween morirá
en menos de siete años, que besarlo causa un paro cardíaco y que las mujeres
embarazadas deben mantenerse alejadas de la estatua, ya que pasar debajo de la
sombra proyectada por sus alas puede causar abortos repentinos.
Según otra historia, el ángel se habría puesto negro después de que estallara una extraña tormenta la noche del funeral de Theresa, cuando fue alcanzado por un rayo. También hay historias que atribuyen el color negro de la estatua de la infidelidad de Theresa, que supuestamente juró sobre la tumba de su marido a permanecer fiel hasta la muerte, asegurando que el ángel se volvería negro si faltaba a su promesa, o al asesinato que la mujer perpetró contra su propio hijo.
Aunque estas historias son inverosímiles, siguen siendo una parte esencial de la tradición y las leyendas de Iowa. Durante generaciones, los lugareños y los estudiantes de la "University of Iowa" han ido al “Oakland Cemetery”, a menudo a la luz de la luna, para desentrañar los misterios del ángel.
-JOSEPHINE KLIMCZAK (Willoughby Cemetery, Ohio, EE. UU.)
Ubicada en las parcelas traseras del "Willoughby
Cemetery", en Ohio, EE. UU., debajo del único árbol
de moras que hay en el lugar, se encuentra la tumba de la chica de
azul. Su historia es una de las más trágicas y conocidas de Willoughby.
El misterio se remonta al año 1933 cuando, dos días
antes de Navidad, una mujer hermosa y joven entró en la pensión de la señorita
María Judd durante las horas tempranas de la mañana y alquiló una habitación.
Al día siguiente, también por la mañana, la muchacha se retiró del
establecimiento sin dejar su nombre. Llevaba puesto un vestido de lanilla azul
y zapatos del mismo color. Antes de salir, consultó a los dueños de la
pensión acerca de los horarios de los servicios de la iglesia local.
De acuerdo con los informes de los vecinos de
Willoughby, la joven se dirigió hacia el paso a nivel de Second
Street. Mientras caminaba, deseaba a los transeúntes una feliz
Navidad, mirándolos con sus profundos ojos azules y sin perder la sonrisa.
Cuando llegó al paso a nivel, soltó las pequeñas valijas que llevaba y se
arrojó frente a un tren en movimiento.
Las autoridades de Willoughby se esforzaron por
identificar el cadáver. Nadie sabía quién era la misteriosa muchacha y lo
único que se encontró en sus bolsillos fueron 90 centavos y un boleto de tren
hacia Corry,Pennsylvania. Su ccoiffeiue llevado a la antigua funeraria de
Jim McMahon, donde se exhibió durante dos semanas. Más de 3.000 residentes
visitaron a la chica de azul para presentar sus respetos y ver
si podían reconocerla, cosa que resultó imposible.
Los ciudadanos de Willoughby, conmovidos por el
trágico suceso, adoptaron a la chica de azul como propia y se
encargaron de su funeral e inhumación, realizada en una parcela del
cementerio local donada por uno de ellos. Los gastos se solventaron con una
colecta en la que colaboró todo el pueblo. El misterio de la chica de
azul quedó enterrado debajo de una lápida con la siguiente
inscripción:
"IN MEMORY
OF THE
GIRL IN BLUE
KILLED BY TRAIN
DECEMBER 24, 1933
“UNKNOWN BUT NOT FORGOTTEN"
("EN MEMORIA
DE LA
CHICA DE AZUL
ASESINADA POR
EL TREN
DICIEMBRE 24,
1933
“DESCONOCIDA
PERO NO OLVIDADA")
Sesenta años después de su fallecimiento, en
1993, la chica de azul fue identificada por Ed Sekerak,
de Corry, como Josephine "Sophie" Klimczak, nativa
de Pennsylvania. Se colocó en su tumba una pequeña lápida adicional con su
nombre. A pesar de ello, sigue siendo conocida como la chica de azul. Los
visitantes del "Willoughby Cemetery" suelen dejar monedas en su
tumba, destinadas a comprar coronas y flores.
-JOHN KEATS ("Cimitero acattolico di Roma", Roma, Italia)
John Keats, nacido en
Londres el 31 de octubre de 1795, fue uno de los principales poetas británicos del romanticismo.
Falleció en Roma el 23 de febrero de
1821, a causa de la tuberculosis, al igual que su madre, Frances, y sus dos hermanos, Tom y George.
Durante la corta vida de Keats, su obra fue objeto de constantes
ataques y no fue sino hasta mucho después que fue completamente reivindicada.
Su lírica se caracteriza por un lenguaje exuberante e imaginativo,
atemperado por la melancolía.
El último deseo del poeta fue ser
enterrado bajo una lápida sin nombre, pero con las
siguientes palabras como epitafio: “Here
lies One whose Name was writ in Water” (“Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en
el agua"). Sin embargo, la lápida de John Keats, en el "Cimitero acattolico di Roma", contiene una versión extendida de aquel epitafio original: "This Grave contains all that was Mortal of a Young English Poet, Who on his Death Bed, in the Bitterness of his Heart, at the Malicious Power of his Enemies, Desired these Words to be engraven on his Tomb Stone: Here lies One Whose Name was writ in Water" ("Esta tumba contiene todo lo que fue mortal de un joven poeta inglés, quien en su lecho de muerte, en la amargura de su corazón, en el poder malicioso de sus enemigos, deseó que estas palabras se graben en su lápida: Aquí yace alguien cuyo nombre fue escrito en el agua"). El agregado es de su amigo íntimo Charles Brown.
-ALEJANDRINO APARICIO SUBIRIA Y MARÍA SUBIRIA BRICEÑO ( "Cementerio Presbítero Matías Maestro", Lima, Perú)
Los primos, veintañeros, protagonizaron un romance secreto que fue censurado y combatido por sus parientes cuando lo descubrieron. Hicieron todo lo posible para que los jóvenes dejaran de verse, ya que ese amor era un escándalo familiar. Pero no contaron con que los amantes tomarían una drástica decisión: envenenarse para morir juntos. Lo hicieron el 12 de octubre de 1959. Alejandrino murió ese mismo día. María sobrevivió unos días más. Falleció en un hospital el 2 de noviembre. El suceso fue conocido en todo Lima a través de la prensa y causó conmoción en la opinión pública.
-JULIA BUCCOLA PETTA ("Mount Carmel Cemetery", Hillside, Illinois, EE. UU.)
Julia Buccola Petta, una joven de ascendencia italiana residente en Chicago, esperaba con ilusión a su primer hijo. Corría el año 1921 cuando la muchacha, de 29 años, falleció al dar a luz. También murió su bebé. La mujer fue sepultada junto a su pequeño hijo, en el "Mount Carmel Cemetery", en Hillside, Illinois, ataviada con su vestido de novia.
Su madre, Filomena Buccola, comenzó a tener sueños recurrentes en los que aparecía su difunta hija pidiéndole que la desenterrara, presa de una tremenda angustia. La mujer se convenció de que su hija estaba viva y se obsesionó con la idea de la exhumación. Recién en el año 1927 y después de muchos trámites logró llevarla a cabo.
El ataúd fue abierto y para sorpresa de todos los presentes, los restos de la joven aparecieron intactos. Julia parecía dormida. Su cuerpo no presentaba ningún signo de putrefacción ni de decoloraciones en la piel. Su rostro sereno era el mismo que en el momento del entierro y sólo sus ropas evidenciaban el paso del tiempo. Aterrados y desconcertados, sus familiares tomaron una foto y volvieron a cerrar el ataúd. Como homenaje a Julia, erigieron una estatua en su lugar de descanso. La muchacha fue eternizada en la piedra con su vestido de novia y un ramo de rosas en sus manos.
Muchas personas aseguran haber visto a la novia italiana vagando por el cementerio y que cerca de su tumba se percibe un dulce y tenue aroma a rosas.
-RENÉ DE CHALON ("Église Saint-Étienne", Bar-le-Duc, Francia)
René de
Chalon, Príncipe de Orange, y cuñado del Duque Antoine de Lorena, fue
herido el 14 de julio de 1544 en el asedio de St. Dizier , y falleció al
día siguiente. Tenía 25 años. Su esposa Ana de Lorena, cumpliendo con la última voluntad del
príncipe, le solicitó al escultor francés Ligier Richier una escultura
que representara el cuerpo de su marido, para rematar su tumba, en la "Église Saint-Étienne", en Bar-le-Duc.
La
escultura, impresionante, representa a René de Chalon como un cadáver putrefacto y sin
piel, erguido, con su mano izquierda extendiéndose sobre él. Esta mano sostiene
su corazón, y se extiende en un gesto que puede ser suplicante o en homenaje a
un ser superior. Tiene 177 cm de altura y está hecha de mármol negro y piedra
blanca.
El monumento
cumplió el deseo de la familia de René, que fuera representado encima de esta
tumba como un écorché, que es un cuerpo sin piel, y "como
lo sería tres años después de su muerte". Se supone que la mano
levantada contenía el corazón seco real del príncipe, pero la reliquia se
perdió a fines del siglo XVIII, cuando la mano se rompió durante la Revolución
Francesa, y fue reemplazada por una piedra lisa y
redonda. Más tarde, la piedra fue reemplazada por una mano que sostenía
una clepsidra o reloj de arena, obvios objetos simbólicos para un memento
mori. Sin embargo, esa colocación cambió el significado de la escultura,
que dejó de ser una representación de René para convertirse en una
representación de la muerte. Algún tiempo después, el reloj fue
reemplazado por la piedra redonda actual.
-LILIANA CROCIATI
("Cementerio de la Recoleta", Ciudad de Buenos Aires, Argentina)
La joven Liliana
Crociati, hija de una acaudalada familia, murió de forma inesperada y
trágica cuando una avalancha de nieve destruyó el hotel en el que se hospedaba
junto a su esposo, en la localidad de Innsbruck,
en Austria, donde la pareja
estaba de vacaciones. El matrimonio había retrasado su regreso a la Argentina
porque los caminos que conducían al hotel donde se alojaba estaban cerrados por
los aludes. Era el 26 de febrero de 1970 y faltaban pocos días para
que Liliana cumpliera 26 años. Su marido, Juan Szaszak sobrevivió
a la tragedia.
Liliana era hija
única y sus padres quisieron homenajearla con un sepulcro diseñado por su madre
que contrasta con el resto de las tumbas del “Cementerio de la Recoleta”,
en la Ciudad de Buenos Aires. Su
cadáver esperó en el “Cementerio de la Chacarita” algún tiempo
hasta que su bóveda estuvo lista (el padre la compró a una orden de
religiosas).
La
bóveda donde descansa Liliana Crociati tiene en su parte
exterior un predominio del neogótico con ventanas y arcos
ojivales muy pronunciados. El interior, que se halla bajo nivel, conserva
las características de las catacumbas romanas, destinando cada arco para un
ataúd. Todo con revestimiento de ladrillos y mayólicas españolas en el suelo.
Sobre las paredes hay fotos de Liliana en distintos momentos
de su vida, cuadros al óleo que pertenecieron a sus abuelos y uno pintado por
una de sus amigas y compañera de Bellas Artes. Un sari rojo
traído de la India, cubre el ataúd de la joven. En la construcción
de la bóveda, sus padres trataron de reflejar el estilo de vida y temperamento
de su hija.
En
el frente del sepulcro se destaca la escultura de Wilfredo Viladrich (1923
– 1976), que representa a Liliana con un vestido de noche
-algunos dicen que es su traje de novia-, acompañada de su perro Sabú.
La leyenda cuenta que el animal murió en su casa de Bs. As., el mismo día
que Liliana, pero no fue así. Sabú tiene el hocico
lustrado y brillante. Desde hace un tiempo los guías del cementerio le dicen a
la gente que si se lo tocan les traerá suerte.
Dicen
que a Liliana no le gustaba llevar flores al cementerio
porque "al cortar una flor se corta una vida", y
por eso José Crociati mando diseñar un pequeño jardín junto a
la estatua. En una placa colocada en la plataforma donde se sitúan las
esculturas, su padre grabó un poema en italiano que escribió conmovido por la
muerte de su hija:
“A
Mia Figlia
Solo
mi chiedo il perché
Tu se partita e distrutto hai lasciato il mio cuore
Che te solamente voleva, perché?
Tu se partita e distrutto hai lasciato il mio cuore
Che te solamente voleva, perché?
Perché? Solo il destino sà il perché e mi domando perché?
Perché
non si può stare senza te, perché?
Tanto bella eri che la natura invidiosa ti distrusse, perché?
Perché, solo mi domando se Dio c'é, con se porta via ciò che suo non è
Perché ci distrugge e lascia all'infinito il dolore!
Tanto bella eri che la natura invidiosa ti distrusse, perché?
Perché, solo mi domando se Dio c'é, con se porta via ciò che suo non è
Perché ci distrugge e lascia all'infinito il dolore!
Perché?
Credo al destino e non a te, perché?
Perché solo sò che sempre sogno con te, perché c'é di che?
Per tutto l'amore che sente il mio cuore per te.
Perché? Perché?
Il
tuo papá”
“A
mi Hija
Solo
me pregunto por qué
Has partido y destruido has dejado a mi corazón
Que sólo a ti quería, ¿por qué?
¿Por qué? Sólo el destino sabe el porqué y yo me preguntó: ¿por qué?
Has partido y destruido has dejado a mi corazón
Que sólo a ti quería, ¿por qué?
¿Por qué? Sólo el destino sabe el porqué y yo me preguntó: ¿por qué?
Porque
no se puede estar sin ti, ¿por qué?
Tan bella eras que la envidiosa naturaleza te destruyó, ¿por qué?
¡Por qué, sólo me pregunto, si Dios existe, se va con aquello que no es suyo,
Por qué nos destruye y nos deja en un infinito dolor!
Tan bella eras que la envidiosa naturaleza te destruyó, ¿por qué?
¡Por qué, sólo me pregunto, si Dios existe, se va con aquello que no es suyo,
Por qué nos destruye y nos deja en un infinito dolor!
¿Por
qué? Creo en el destino y no en ti, ¿por qué?
Porque sólo yo sé que siempre sueño contigo, ¿por qué es así?
Por todo el amor que siente mi corazón por ti.
¿Por qué? ¿Por qué?
Tu
padre”
El
padre de Liliana, José Crociati, famoso coiffeur de
la sociedad porteña, y su madre, María Adriana Ana Balduino, sensible
artista, quedaron muy golpeados por la tragedia. Fallecieron años después y
descansan junto a Liliana.
La
leyenda cuenta que, durante muchos años, su tumba era visitada regularmente por
un misterioso hombre que colocaba flores. Se ha especulado, sin poder nunca
probarlo, que podría tratarse del esposo de Liliana, que
sobrevivió al accidente. Algunas versiones sostienen que se trataba de un joven
perturbado que aseguraba que la muerta se le aparecía en sueños.
Cierta
vez dejaron en la tumba un papel donde estaba escrito, en inglés, un pequeño
poema:
"But tomorrow we will run a little faster.
Tomorrow we will find what we seek to end.
The feelings that we in the past.
Romance is in the sunset.
We ship on the current until the end"
“Sin
embargo mañana correremos un poco más rápido.
Mañana encontraremos lo
que buscamos al fin.
Los sentimientos que
dejamos en el pasado.
Hay romance en la
puesta del sol.
Somos barcos sobre la corriente hasta el fin”
-TRAVIS KENT GEURTS (“Salt Lake City Cemetery”, Salt Lake City, Utah, EE. UU.)
Travis Kent Geurts,
nacido el 5 de abril de 1982 en Sandy, Utah, hijo de Bruce y Bonnie Geurts,
falleció el 18 de enero de 2002. Fue un talentoso fotógrafo y un amante del snowboard,
la pesca con mosca y las actividades al aire libre. Aparentemente, el joven se
suicidó.
La tumba de Travis
en el “Salt Lake City Cemetery”, en Utah, está rematada con
la escultura de un niño a punto de leer una carta. A su lado hay un perro y
detrás, un buzón. Lo curioso es que en el buzón a
menudo se dejan regalos y cartas, especialmente en días festivos y Navidad. Esto ha inspirado a muchas otras
familias a agregar buzones a las tumbas de sus seres queridos, para tener la ilusión de que mantienen mayor
contacto con sus muertos.
-VANUSHKA BARAJAS (“Cementerio General de Quetzaltenango”, Quetzaltenango, Guatemala)
Cuenta la
leyenda que en la segunda
década del siglo pasado llegó la ciudad de
Quetzaltenango, Guatemala, un circo de origen húngaro, y con él, una hermosa
gitana domadora de fieras llamada Vanushka
Barajas. La joven llamó la atención de todos los jóvenes quetzaltecos de
la época, pero fue el hijo del gobernador quien consiguió conquistar su
corazón.
Los jóvenes se enamoraron locamente, pero la familia del
muchacho se opuso a la relación. Al no poder persuadir al joven de abandonar a
Vanushka, lo enviaron a España contra su voluntad. El circo se fue, pero la
gitana decidió quedarse en Quetzaltenango
esperando a su amado. Pero la espera se le hizo demasiado larga y la joven
murió de tristeza. Fue enterrada en el “Cementerio General de Quetzaltenango”, en un pequeño y sencillo mausoleo. Sin embargo, en
fecha reciente, sobre su tumba fue esculpida en una mujer de rasgos hermosos,
en posición yaciente. La escultura fue hecha con cemento y hierro por la
talladora Pilar Ajcá y su hijo Augusto Ajcá.
En una lápida
que había en la tumba de Vanushka podía leerse: “Vanushka Barajas
1910-1927”, y un triste epitafio: “El
hombre que yo amé en vida, sus restos yacen en la madre España”.
Cientos de jóvenes, adultos y hasta ancianos, asisten al “Cementerio
de Quetzaltenango” para visitar la tumba de la gitana que murió de amor y aseguran que puede obrar milagros.
Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con las bellas palabras de Yasunari Kawabata: "Siempre recordaré que estuve en tus brazos frente a una antigua sepultura, en una mañana como ésta. Es muy extraño que una tumba cree un recuerdo".
Buenos días.
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