POR UNA CABEZA
"Antes de negar con la cabeza asegúrate que la tienes":
Truman Capote
Las tumbas de personajes famosos han sido siempre objeto de fascinación. Muchas de ellas han sido saqueadas por científicos con ansias de estudios, ciudadanos decididos a preservar los restos allí encerrados, coleccionistas o simples fanáticos.
Las calaveras suelen ser la parte de los restos más buscada, tal como lo demuestran estas historias que recopilé para ustedes. Pasen y lean.
RENÉ DESCARTES
René Descartes fue un filósofo, matemático y físico francés considerado el padre de la geometría analítica y la filosofía moderna, así como uno de los protagonistas con luz propia en el umbral de la revolución científica. Su declaración filosófica más conocida es "Pienso, luego existo", que se encuentra en Discurso del método (1637) y en Principios de la Filosofía (1644).
Después
de haber vivido más de dos décadas en Holanda, fue convocado en 1649 por la
reina Cristina de Suecia, la monarca más cultivada de Europa, para integrar su corte. Descartes se instaló
en Estocolmo. Vivió allí sólo cuatro años, ya que falleció el 11 de febrero de
1650, víctima de una neumonía fulminante. Durante 16 años el cadáver descansó
en Suecia, pero los franceses quisieron recuperarlo, por lo que los restos de Descartes fueron entregados al embajador
francés. Una vez en Francia, se alojaron en la Iglesia de Santa Génova, donde un siglo más tarde funcionaría el Panteón de Francia.
Durante
la Revolución Francesa el ataúd de
Descartes estuvo a punto de ser destruido por la turba enardecida y fue
resguardado por Marie Alexandre Lenoir, una fuerte defensora de la cultura
francesa. Luego, y a instancias de su nieto, los restos del filósofo fueron
enviados a un nuevo panteón. Al abrir el ataúd se comprobó que faltaba la
cabeza del ilustre pensador.
Nada
se supo de la cabeza de Descartes hasta que en 1821 el barón Georges Cuvier,
naturalista francés, recibió un paquete del químico sueco Jöns Jacob Berzelius,
con el cráneo del pensador. Tenía una inscripción en latín y la lista de todos
sus dueños anteriores. Berzelius se la
había comprado a un tal Ahlgren, dueño de un prostíbulo, por una suma
irrisoria. Ahlgren la había adquirido cuando se remataron los bienes del cirujano
Anders Sparrman, partidario de la frenología, pseudociencia que aseguraba que
la personalidad de un individuo estaba relacionadas con los accidentes óseos
del cráneo.
Cuvier
donó la calavera al Museo de Historia
Natural de París, que no lo tuvo en exposición porque dudaba de su
autenticidad, hasta que un estudio realizado por Paul Richer, psiquiatra de la Academia de Ciencia, discípulo de
Charcot y escultor aficionado, quien tomó precisas mediciones del cráneo y las
comparó con un retrato de Descartes, demostró que sí era el del filósofo.
Hoy se conserva en el Museo del Hombre de París, como el mayor de sus tesoros. El maxilar
inferior nunca apareció.
El poeta y escultor Gustinus Ambrosi devuelve la calavera de Haydn a su tumba, en la iglesia de Eisenstadt (Bettmann / Getty)
JOSEPH
HAYDN
Joseph Haydn fue un compositor austriaco. Es
uno de los máximos representantes del periodo clásico, además de ser conocido
como el “padre de la sinfonía” y el “padre del cuarteto de cuerda” gracias a
sus importantes contribuciones a ambos géneros. También contribuyó al
desarrollo instrumental del trío con piano y en la evolución de la forma
sonata. Vivió durante toda su vida en Austria y desarrolló gran parte de su
carrera como músico de corte para la rica y aristocrática familia Esterházy de
Hungría. Aislado de otros compositores y tendencias musicales, hasta el último
tramo de su vida, estuvo, según dijo, “forzado a ser original”.
Haydn fue amigo de un contable, melómano y frenólogo llamado Joseph Carl Rosenbaum. La frenología, muy de moda en Europa y América en los siglos XVIII y XIX, aseguraba que le personalidad de un individuo podía adivinarse por la forma de su cráneo. Algunos frenólogos creían en la existencia de un "órgano de la melodía", una protuberancia que se encontraba por encima de los ojos y era un claro signo de genio musical.
Rosenbaum sobornó a un sepulturero para que le entregara el cráneo unas noches después de la muerte de Haydn, acaecida el 31 de mayo de 1809. El frenólogo guardó el cráneo durante años en su casa, en un estuche negro adornado con una lira dorada. El robo fue descubierto una década más tarde, cuando el príncipe austríaco que había contratado a Haydn decidió exhumarlo para trasladarlo a una tumba más lujosa. Rosenbaum le entregó al príncipe un cráneo falso y se quedó con el real. Más tarde, la calavera original pasó de mano en mano hasta que fue donada a la Sociedad de Melómanos. No se unió a los restos de Haydn hasta 1954, 145 años después del primer entierro del compositor. Como no se supo qué hacer con el cráneo falso se lo dejó en la tumba con el verdadero.
Haydn fue amigo de un contable, melómano y frenólogo llamado Joseph Carl Rosenbaum. La frenología, muy de moda en Europa y América en los siglos XVIII y XIX, aseguraba que le personalidad de un individuo podía adivinarse por la forma de su cráneo. Algunos frenólogos creían en la existencia de un "órgano de la melodía", una protuberancia que se encontraba por encima de los ojos y era un claro signo de genio musical.
Rosenbaum sobornó a un sepulturero para que le entregara el cráneo unas noches después de la muerte de Haydn, acaecida el 31 de mayo de 1809. El frenólogo guardó el cráneo durante años en su casa, en un estuche negro adornado con una lira dorada. El robo fue descubierto una década más tarde, cuando el príncipe austríaco que había contratado a Haydn decidió exhumarlo para trasladarlo a una tumba más lujosa. Rosenbaum le entregó al príncipe un cráneo falso y se quedó con el real. Más tarde, la calavera original pasó de mano en mano hasta que fue donada a la Sociedad de Melómanos. No se unió a los restos de Haydn hasta 1954, 145 años después del primer entierro del compositor. Como no se supo qué hacer con el cráneo falso se lo dejó en la tumba con el verdadero.
Wolfgang
Amadeus Mozart, fue un compositor, pianista, director de orquesta y profesor
austriaco del antiguo Arzobispado de Salzburgo,
maestro del Clasicismo, considerado como uno de los músicos más influyentes y
destacados de la historia.
La obra
mozartiana abarca todos los géneros musicales de su época e incluye más de
seiscientas creaciones, en su mayoría reconocidas como obras maestras de la
música sinfónica, concertante, de cámara, para fortepiano, operística y coral,
logrando una popularidad y difusión internacional. En sus años finales, compuso muchas de sus sinfonías, conciertos y óperas más conocidas, así como su Réquiem. Las circunstancias de su temprana muerte, acaecida el 5 de diciembre de 1791, han sido objeto de numerosas especulaciones y lo elevaron a la categoría de mito.
Como la mayoría de los europeos no pudientes de su época, Mozart fue enterrado en una fosa común. Y como la mayoría de las tumbas de la época, la suya fue vaciada tiempo después para dar paso a nuevos cuerpos. Supuestamente el sepulturero de este cementerio en particular, el de San Marx en Viena, era un amante de la música que introdujo un cable en la boca de Mozart y tomó nota del lugar donde estaba enterrado su cuerpo. Y cuando limpiaron la tumba en 1801, se la llevó su cráneo como recuerdo.
Más tarde, la calvera estuvo en manos de varios vieneses antes de llegar a las del famoso anatomista Joseph Hyrtl, quien colocó una etiqueta roja que describía su origen en la parte superior del cráneo. Es posible que Hyrtl también haya sido quien añadió una frase del poeta Horacio en su hueso temporal derecho: "Musa vetat mori" ("La musa previene la muerte").
En 1902, el cráneo fue donado al Mozarteum, pero fue retirado de la exhibición en la década de 1950 con el argumento de que los gustos habían cambiado y que nunca había sido identificado de manera concluyente como el de Mozart.
A finales de la década de 1980, el antropólogo forense Dr. Pierre-François Puech del Museo del Hombre de Francia examinó el cráneo y notó que sus detalles coincidían con los retratos contemporáneos de Mozart aunque pruebas de ADN no pudieron relacionarlo con familiares del compositor.
Donatien
Alphonse François de Sade, más conocido nobiliariamente por su título de Marqués de Sade, fue un escritor,
ensayista, filósofo, activista político y noble francés conocido por sus
novelas libertinas y su encarcelamiento por delitos sexuales, blasfemia y
pornografía. Sus obras incluyen novelas, cuentos, obras de teatro, diálogos y tratados políticos. Algunos de ellos se publicaron bajo su propio nombre durante su vida, pero la mayoría aparecieron de forma anónima o póstuma. Protagonizó varios incidentes que se convirtieron en grandes escándalos. En vida, y después de muerto, le han perseguido numerosas leyendas.
El Marqués de Sade pasó los últimos años de su vida confinado en un asilo en Charenton, Francia. Uno de los médicos que lo atendió, LJ Ramon, escribió que solía ver a Sade caminando solo en el asilo y que la única impresión que le produjo fue la de un anciano altivo y malhumorado.
El Marqués de Sade pasó los últimos años de su vida confinado en un asilo en Charenton, Francia. Uno de los médicos que lo atendió, LJ Ramon, escribió que solía ver a Sade caminando solo en el asilo y que la única impresión que le produjo fue la de un anciano altivo y malhumorado.
El testamento del Marqués Sade pedía que fuera enterrado entre los árboles de su finca de Malmaison y que se esparcieran bellotas sobre su tumba, de modo que se borrara todo rastro de ella. Pero Ramón era frenólogo, y cuando el cuerpo de Sade fue exhumado más tarde durante las renovaciones en el asilo, tomó el cráneo del marqués para analizarlo. Según dejó constancia, no encontró en la calavera nada diferente a la de un clérigo.
Ramón recibió, más tarde, la visita de uno de los fundadores de la frenología, Johann Spurzheim, quien lo convenció para que le entregara el cráneo. Luego de la muerte Spurzheim se perdió la pista de la calavera, al igual que el resto del cuerpo de Sade.
Gerónimo
(en idioma chiricahua fue Goyaałé, transcrito
en inglés como Goyathlay, que significa “el
que bosteza”) fue un destacado jefe militar de los apaches Bendoke. Entre 1858 y 1886 luchó contra los ejércitos
mexicano y estadounidense en la zona fronteriza de ambos países, junto a Juh,
Victorio y Lozen. Los ataques
liderados por Gerónimo fueron la continuación de las llamadas Guerras Apaches, iniciadas por el jefe
indio Mangas Coloradas. Gerónimo murió a los 79 años el 17 de febrero de 1909.
En 2009, los descendientes de Gerónimo demandaron a la Skull and Bones, la famosa sociedad secreta de Yale, acusando a los miembros del grupo de haber saqueado la tumba del jefe apache en 1918, y de conservar su cráneo en una vitrina en su sede. Aunque hay pocas pruebas contundentes del robo, en el año 2005 el historiador Marc Wortman descubrió una carta de un miembro de Skull and Bones de 1918 que describía "el cráneo del digno Gerónimo el Terrible, exhumado de su tumba en Fort Sill." La carta aseguraba que también estaban en poder de la sociedad un fémur de Gerónimo y sus riendas de plata.
Posteriormente, la demanda fue desestimada por motivos técnicos y los representantes de Skull and Bones calificaron la historia como un engaño. Pero, según la leyenda, la calavera de Gerónimo se encuentran dentro de la “tumba” del club en Yale junto al cráneo de Pancho Villa, el de Martin Van Buren y un esqueleto que, posiblemente, es el de Madame de Pompadour.
Ludwig van Beethoven fue un compositor, director de orquesta, pianista y profesor de piano alemán. Su legado musical abarca, cronológicamente, desde el Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo. Es considerado uno de los compositores más importantes de la historia de la música y su legado ha influido de forma decisiva en posterior de este arte.
Beerhoven falleció el 26 de marzo de 1827. A mediados del siglo XIX, en circunstancias que se desconocen, le quitaron varios trozos grandes de su cráneo. El robo no se descubrió hasta 1888, cuando Beethoven y su compañero de cementerio Franz Schubert fueron exhumados de un camposanto en el noroeste de Viena y trasladados al Zentralfriedhof, el cementerio central de la ciudad.
Los fragmentos pasaron a ser parte de la colección de cráneos de Romeo Seligmann, cuyos bienes fueron heredados por su hijo Adalbert tras su muerte en 1892. Más tarde, en 1945, su sobrino Tom Desmines obtuvo la pequeña caja metálica que contiene los fragmentos. La cajita metálica donde se encontraban, marcada con el nombre "Beethoven", contenía 8 fragmentos pequeños y 2 de mayor tamaño envueltos en papel, correspondientes a la región frontal y occipital del cráneo. Desmines legó los fragmentos a su sobrino, el empresario estadounidense Paul Kaufmann, quien los donó a la Universidad de Medicina de Viena. Pruebas de ADN realizadas contra mechones de los rizos de Beethoven en 2005 demostraron ser compatibles.
GOYA
Francisco José de Goya y Lucientes fue un pintor y grabador español. Su obra abarca la pintura de caballete y mural, el grabado y el dibujo. La obra de Goya incluye unos quinientos óleos y pinturas murales, además de cerca de trescientos aguafuertes y litografías y centenares de dibujos. La mayoría se conserva en el madrileño Museo del Prado y en Zaragoza, aunque también hay un buen número de obras en Francia, especialmente en el Museo del Louvre.
Goya murió el 16 de abril de 1828 de un derrame cerebral durante una visita a Francia y fue enterrado en un mausoleo junto a los restos de su consuegro Martín Miguel de Goicoechea. En 1899, el gobierno español obtuvo permiso para repatriar sus restos, pero cuando el cónsul español asignado en Francia, Joaquín Pereyra, abrió su tumba en Burdeos, se encontró con que al esqueleto de Goya le faltaba el cráneo.
Los restos de Goya fueron trasladados a España, pero la desaparición de la cabeza del pintor sigue siendo un misterio. La hipótesis más aceptada es que alguien asaltó la tumba y robó el cráneo del artista para realizar estudios frenológicos. Algunas teorías apuntan a que Goya le dio permiso a su amigo Jule Laffargue para que le cortara la cabeza después de muerto y realizara dichos estudios.
Portada del Soundtrack de la película "How Mata Hari Lost Her Head And Regained Her Body", de Amy Ruhl (2011)
MATA HARI
Margaretha Geertruida Zelle más conocida como Mata Hari, fue una bailarina, cortesana
y supuesta espía neerlandesa. Con las danzas brahmánicas y orientales y sus
atrevidos trajes, triunfó en Europa. Mata
Hari apenas actuó como espía a lo largo de medio año (entre mediados de
1916 y principios de 1917, Primera Guerra
Mundial), siendo poquísimas las misiones que realizó y, además, de escasa
relevancia para la política y estrategia militar de la época y el conflicto
bélico. Sin embargo, su nombre es el que suena cuando se habla de una mujer
espía. Fue detenida por las fuerzas francesas acusada de espionaje y la leyenda
cuenta que se mostró totalmente desnuda ante los soldados que acudieron al
arresto y a quienes ofreció bombones que colocó en un casco de guerra alemán. Mata Hari fue juzgada ese año, declarada
culpable de espionaje y traición, condenada a muerte y ejecutada por fusilamiento
en la Fortaleza de Vincennes el 15 de
octubre de 1917. Para reforzar el mito, se cuenta que lanzó un beso a la docena
de soldados que iban a acabar con su vida.
Como nadie reclamo el cadáver de Mata Hari, fue donado al Museo de Anatomía de París. Su cuerpo fue disecado y se cabeza extirpada y conservada en cera. La cabeza pasó a formar parte de la exposición del Museo de Criminales Infames. Cuando en el año 2000 el Ministro de Educación francés amenazó con cerrarlo se hizo un inventario de las pertenencias del museo y se descubrió que la cabeza de Mata Hari había desaparecido. Se ignora dónde puede estar.
Como nadie reclamo el cadáver de Mata Hari, fue donado al Museo de Anatomía de París. Su cuerpo fue disecado y se cabeza extirpada y conservada en cera. La cabeza pasó a formar parte de la exposición del Museo de Criminales Infames. Cuando en el año 2000 el Ministro de Educación francés amenazó con cerrarlo se hizo un inventario de las pertenencias del museo y se descubrió que la cabeza de Mata Hari había desaparecido. Se ignora dónde puede estar.
F. W. MURNAU
Friedrich Wilhelm Murnau fue un director de cine
alemán. Fue uno de los más influyentes y valiosos directores de la época del
cine mudo. Su película más conocida es “Nosferatu,
eine Symphonie des Grauens” (“Nosferatu:
Una sinfonía del horror”) de 1922, inspirada en la novela “Drácula”,
de Bram Stoker. Al principio no tuvo
mucho éxito y quedó envuelta en la polémica ante la denuncia de plagio por
parte de los herederos de Stoker. La película fue prohibida; pero el personaje,
la atmósfera, los planos, la línea narrativa y los supuestos mensajes ocultos,
sumados a la propia historia trágica del filme, convirtieron “Nosferatu” en una obra de culto para el
público y los profesionales del cine.
Murnau murió a los 42 años el 11 de marzo de 1931, en un accidente de tráfico en la autopista de Santa Bárbara, California. Faltaba poco para el lanzamiento de su última película “Tabú”. Según el periódico sensacionalista Bild, el Rolls Royce en el que viajaba era conducido por su amante, el joven filipino Garcia Stevenson, de apenas 14 años, quien, al momento del accidente, estaba recibiendo sexo oral.
Murnau murió a los 42 años el 11 de marzo de 1931, en un accidente de tráfico en la autopista de Santa Bárbara, California. Faltaba poco para el lanzamiento de su última película “Tabú”. Según el periódico sensacionalista Bild, el Rolls Royce en el que viajaba era conducido por su amante, el joven filipino Garcia Stevenson, de apenas 14 años, quien, al momento del accidente, estaba recibiendo sexo oral.
Friedrich Wilhelm Murnau está sepultado en Stahnsdorf,
en las afueras de Berlín. Según Olaf Ihlefeldt, administrador del cementerio, su cráneo desapareció entre el 4 y el 12 de julio de 2015. “Tuve
un shock al abrir el ataúd y comprobar que la cabeza de Murnau no estaba”,
comentó, y agregó que “los profanadores
se iluminaron con velas para poder cometer el delito. O las utilizaron para
otros fines”. Estos restos de cera han hecho que surgieran rumores de algún
oscuro ritual satánico celebrado alrededor de los huesos.
Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con las palabras que William Shakespeare puso en la boca de Hamlet: "¡Ay! ¡Pobre Yorick! Yo le conocí, Horacio..., era un hombre sumamente gracioso de la más fecunda imaginación. Me acuerdo que siendo yo niño me llevó mil veces sobre sus hombros... y ahora su vista me llena de horror; y oprimido el pecho palpita... Aquí estuvieron aquellos labios donde yo di besos sin número. ¿Qué se hicieron tus burlas, tus brincos, tus cantares y aquellos chistes repentinos que de ordinario animaban la mesa con alegre estrépito? Ahora, falto ya enteramente de músculos, ni aún puedes reírte de tu propia deformidad... Ve al tocador de alguna de nuestras damas y dila, para excitar su risa, que porque se ponga una pulgada de afeite en el rostro; al fin habrá de experimentar esta misma transformación..."
Buenas noches.
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