viernes, 8 de abril de 2011

CHARLIE, VOLVÉ QUE TE PERDONAMOS


 CHARLIE, VOLVÉ QUE TE PERDONAMOS

“Tengo una constitución distinta, un cerebro distinto, un corazón distinto. Tengo sangre de tigre. Morirse es cosas de idiotas, morirse es para principiantes.” 
Charlie Sheen

A las mujeres nos gustan los atorrantes. Mejor dicho, a algunas mujeres. Entre las que me incluyo, por supuesto. Hay una tara femenina profusamente extendida en el Universo que nos hace creer que, una vez bajo nuestros influjos, cualquier mujeriego borracho y pendenciero va a convertirse en un príncipe de Disney. Mentira. El que nace para kanikama nunca llega a langostino. Pero las damas seguimos insistiendo y nos enredamos con especímenes masculinos de lo más nocivos porque, sí, tienen su encanto.
Aunque la feminista que vive dentro de mí se escandalice y vocifere, debo reconocer que si hay un personaje que me resulta irresistible en la infinita constelación de sitcoms a las que soy adicta, ese personaje es Charlie Harper. Que es Charlie Sheen. Que es Charlie Harper. Porque los dos Charlies, el real y el ficticio, son indivisibles e inseparables.
“Two and a Half Men” es una comedia encantadora, que versa sobre la vida de dos hermanos y el pequeño (no tan pequeño en las últimas temporadas) hijo de uno de ellos. Charlie es un soltero adicto al alcohol y a las mujeres que se ve obligado a dar asilo en su casa a su hermano Alan, un perdedor recién divorciado al que no le da el cuero para la vivienda propia y, eventualmente, a su vástago, el simpático Jake. A partir de esta premisa se disparan situaciones descabelladas y risueñas, que son un buen tónico para mis bajones cotidianos. Ya se sabe que mi tratamiento psiquiátrico incluye un par de pastillas y cinco o seis horas de TV por día.
El Universo Harper se mantuvo en un precario equilibrio durante siete años, a pesar del carácter inestable de Sheen, de sus constantes entradas en rehabilitación, debido a sus problemas con el alcohol y las drogas, y de algunos entuertos domésticos que lo pusieron en la primera plana de todas las publicaciones amarillistas del mundo: en la Navidad pasada fue detenido por violencia doméstica tras un supuesto intento de ataque a su esposa en una estación de esquí, y, poco después, se publicaron unas picantes fotografías donde el actor departía alegremente con varias actrices porno. 
El 28 de enero de 2011, Charlie Sheen volvió a entrar en rehabilitación, por lo que la producción de "Two and a Half Men" debió ser suspendida. Poco después, se divorció de su esposa y madre de sus gemelos, Brooke Mueller, y se dio el lujo de insultar al productor de la serie, Chuck Lorre, en una entrevista radial, llamándolo “tóxico", "pusilánime" e “idiota”. Este incidente fue la gota que rebalsó el vaso: cansados de sus idas y venidas, los estudios Warner decidieron dejar a Charlie fuera de "Two and a Half Men". 
Los compañeros de elenco de Sheen tomaron distintas actitudes frente al despido del actor. Mientras John Cyer (Alan Harper) mantuvo un discreto silencio por el cual Sheen lo acusó de “traidor y vendido”, la actriz Holland Taylor (Evelyn Harper, mamá de Charlie en la ficción), se mostró consternada por el asunto: “Charlie era cordial y educado con todos sus compañeros”, declaró a la prensa.
CBS, cadena que depende de la Warner y a la que pertenece "Two and a Half Men", se lanzó urgentemente a buscar un reemplazante para interpretar el papel de Charlie Harper. Para tal menester, sonaron los nombres de Matt Dillon, John Stamos y Rob Lowe, compañero de juerga de Charlie en los dorados ’80 (y flor de bombón, además). Pero los fanáticos de la serie (una de las más vistas en el mundo) no queremos saber nada con el reemplazo de nuestro ídolo, a todas vistas ilógico. ¿Quié hubiera osado reemplazar a Ross o a Rachel de “Friends”? ¿O a Brenda y Brandon, los mellizos de “Beverly Hills 90210”? Cierto es que, cuando se hartó de los caprichos y desplantes de Shannen Doherty, el productor Aaron Spelling la mandó a estudiar teatro a Londres al final de la 4º temporada de la serie, pero a nadie se le ocurrió reemplazarla. Debido a las características de "90210" fue fácil introducir nuevos personajes de peso en la historia. Cosa imposible en "Two and a Half Men".
Los últimos rumores sobre este espinoso asunto sostienen que la CBS pretende recontratar a Charlie Sheen sea como sea. Un buena noticia para todos aquellos que sostenemos que Charlie Sheen es Charlie Harper y que cualquier sustituto sería un insulto a nuestros siete años de fidelidad ininterrumpida a la serie y al controvertido actor. Que no será el más lindo, pero es el que mejor lo hace.

Por lo menos eso es lo que sostienen, sin ponerse coloradas, Bree Olson y Natalie Kenly, las jóvenes actrices porno con las cuales nuestro héroe se fue de vacaciones a las Bahamas.

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