SWEET CHILD OF MINE II
“Jamás ha habido un niño tan adorable que la madre no quiera poner a dormir.”
Ralph Waldo Emerson
Aquí les traigo, mis queridos, la segunda parte de mi
lista de pequeños demonios. Que
la disfruten.
LOS NIÑOS DEL MAÍZ (Children of the Corn)
“Children
of the Corn” (“Los
niños del maíz”, 1984) es una espeluznante película de 1984 basada en
un cuento homónimo de Stephen King. Es la historia de Burt y Vicky, una
pareja en proceso de disolución que, luego de haber atropellado a un niñito que
había sido previamente degollado, desemboca en un pueblo ficticio llamado Gatlin, en
Nebraska. Allí, una entidad demoníaca que se hace llamar “El que camina
detrás de los surcos” (“He who walks behind the rows”), ejerce
una poderosa influencia sobre los niños y adolescentes del lugar, a quienes
insta a asesinar a todos los adultos, considerados pecadores, para
asegurar el éxito en la cosecha del maíz. Cuando un habitante de Gatlin cumple
dieciocho años debe ser sacrificado, al igual que cualquier forastero que ose
poner un pie en este pueblo de pesadilla.
Pocos
críos maléficos son tan escalofriantes como los niños del maíz. Que
vengan en patota los hace más pavorosos todavía. Cuando uno
termina de ver esta película no puede dejar de mirar de reojo a sus hijos y a
los hijos del vecino por un par de días.
CLAUDIA (Interview with the Vampire: The Vampire
Chronicles)
Para
ser absolutamente sincera en la redacción de este opúsculo debo reconocer que Claudia (Kirsten
Dunst), la pequeña vampiro (¿o vampiresa?) de “Interview with the Vampire:
The Vampire Chronicles” (“Entrevista con el vampiro”, 1994), más que
miedo me genera envidia: imagínense lo que sería para cualquier damita casadera
vivir durante décadas con Tom Cruise y Brad Pitt y, como yapa, ¡sin envejecer!
El
vampiro Lestat convierte a la pequeña Claudia en
una bebedora de sangre para que Louis (el vampiro sensible)
tenga una compañera. Cuando la chica se da cuenta de que, aunque su espíritu
sea el de una mujer su cuerpo seguirá siendo por siempre el de una infante,
comienza a odiar a Lestat y decide matarlo. Al final, la
niña es eliminada por una horda de vampiros vengativos, que la castigan por
haber matado a Lestat.
Kirsten
Dunst tenía once años cuando interpretó a Claudia y besó a
Brad Pitt, de veintinueve, con una intensidad conmovedora. “Fue asqueroso,
sentí que besaba a un hermano mayor”, declaró la blonda niñita en
aquel entonces. Y una pensó, por supuesto, Dios le da pan a quien no
tiene dientes.
KAREN COOPER (Night of the living dead)
Karen
Cooper (Kyra Schon)
es una dulce niña que termina convertida en zombie después de haber sido
atacada por uno en “Night of the living dead” (“La noche de
los muertos vivientes”, 1968). Aparece en la película casi siempre
inconsciente y sólo pronuncia la frase “Me duele”. Ya convertida en
zombie, devora a su padre muerto y asesina a su madre apuñalándola con una
espátula de jardín.
La
imagen de Kyra Schon como Karen Cooper, la niña zombie, es una
de las más conocidas del cine de terror. En el año 2005, la revista especializada “Entertainment
Weekly”, en su edición de Halloweeen, la eligió
como “Mejor Zombie” de la historia del cine.
HENRY
(The Good Son)
Henry (Macaulay Culkin) es, en apariencia,
un niñito modelo, que ofrece a sus encantados progenitores cientos de razones
para sentirse orgullosos de él. Cariñoso, sensible, obediente: Henry es
considerado por todos como un buen hijo, a pesar de esconder
debajo de una fachada de perfección su espíritu diabólico capaz de intentar
asesinar a su pequeña hermanita o generar un accidente de tránsito para
regodearse con la muerte. Cuando su primo Mark se muda a su
casa, Henry es descubierto. Mark trata de
alertar a los adultos acerca de la verdadera naturaleza del buen
hijo, pero nadie le cree. Al final, Henry empuja
a su mamá, Susan, por un acantilado, pero ella logra salvarse
gracias a la oportuna intervención de Mark, quien se trenza en
lucha con su primo. Ambos niños quedan al borde del acantilado, casi a punto de
caer. Susan los toma a los dos de las manos, pero comprende
que sólo puede salvar a uno de ellos. Henry le dice: “¡Mamá,
te amo, necesito tu otra mano!”, pero la pobre mujer sabe que su hijo
es un psicópata y decide salvar a su sobrino.
“The
Good Son” (“El buen hijo”,
1993), cuyo guión fue escrito por el novelista inglés Ian McEwan, nos presenta
a un Macaulay Culkin bastante menos agradable que el de “Home Alone” (“Mi
pobre angelito”). El papel de Mark está interpretado por
un jovencísimo Elijah Wood, antes de recibirse de hobbit.
REGAN
MacNEIL (The Exorcist)
Regan
MacNeil (Linda Blair) es
una preciosa niña de doce años, hija de la actriz Chris MacNeil. Es
tímida y dulce, pero empieza a tener comportamientos cada vez más extraños y
agresivos. Descartado cualquier tipo de problema neurológico y ante la
violencia de los síntomas experimentados por Regan, su madre,
a pesar de ser atea, considera la posibilidad de un exorcismo.
“The
exorcist” (“El
exorcista”, 1973) fue estrenada con asistencia masiva del público.
Exageración o no, se cuenta que los acomodadores y encargados de los cines se
quejaban de tener que estar limpiando continuamente los vómitos de gran parte
del público asistente y de tener que atender los desmayos y las
reacciones histéricas de otra gran parte. Hay quienes aseguran que ciertos
testigos de la proyección del film sufrieron ataques cardíacos y que se
produjo, incluso, algún repentino aborto. En Bekerley (California) un hombre
llegó a lanzarse contra la pantalla gritando que quería “atrapar al
demonio”. Las escenas en las que Linda Blair vomita un sucedáneo de sopa de
arvejas, levita o hace girar la cabeza sobre sus hombros son de las más
recordadas en la historia del cine de terror.
“The
exorcist” está basada en la
novela homónima de William Peter Blatty, quien se inspiró en un exorcismo
realizado por sacerdotes jesuitas a un niño de trece años, Robbie Mannheim.
BONUS TRACK: RHODA PENMARK (The Bad Seed)
Rhoda
Penmark (Patty McCormak)
es una niñita de ocho años, rubia y de cara angelical, responsable de más de un
asesinato y de estafas y manipulaciones varias. Su mamá, Christine,
es la hija natural de una conocida asesina en serie, Bessie Denker,
ejecutada cuando ella era niña. Cuando su madre se percata de la
verdadera naturaleza de la pequeña, intenta asesinarla con somníferos y luego
suicidarse. Pobre mujer: falla por partida doble. Rhoda y su
mamá son llevadas al hospital y salvadas a tiempo. Poco tiempo después, la niña
intenta recuperar una medalla que la involucra en el asesinato de un
compañerito de escuela, supuestamente ahogado en un día de campo, es alcanzada
por un rayo y muere.
“The
Bad Seed” (“La mala
semilla”, 1956) está basada en la obra de teatro del mismo nombre,
inspirada, a su vez, en la novela de Maxwell L. Anderson. En dicha novela,
escrita en 1954, Crhistine muere y la malvada Rhoda sobrevive.
Final inquietante que fue cambiado en la película debido a las exigencias
del Código Hays, estatuto de producción cinematográfico que
determinaba con una serie de reglas restrictivas qué se podía ver en pantalla y
qué no en las producciones estadounidenses. Para el mentado Código,
era intolerable que la pequeña delincuente se saliera con la suya.
Hasta
aquí, mis queridos, el listado de mis villanitos cinematográficos favoritos.
Espero que hayan disfrutado su grata compañía del mismo modo que yo la disfruto
cada vez que me siento frente a la TV a mirar películas de terror. Al principio
meten miedo, pero les juro que, con el tiempo, uno se termina encariñando.
Me
despido de ustedes con una frase del psiquiatra norteamericano Karl A.
Menninger: "Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la
sociedad."
Estamos
en el horno.
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