viernes, 17 de mayo de 2019

21 CONSEJOS PARA MANTENER LA LLAMA DEL AMOR ENCENDIDA II


21 CONSEJOS PARA MANTENER LA LLAMA DEL AMOR ENCENDIDA II

"Compórtate con tu mujer como te comportarías con la de otro."
Jean Giraudoux

Aquí estoy, mis queridos, tal como lo prometí hace algunos días, dispuesta a compartir con ustedes la segunda y última parte de la nota publicada por “El comercio”, intitulada 21 consejos para mantener la llama del amor encendida, y basada en la sapiencia de los expertos en terapia de pareja  Pablo García y Jacqueline Estrada. Al grano.

21 consejos para mantener la llama del amor encendida II

11) Ser altruista: No se ama para ser amado. No se da para recibir. Tenemos que encarar la relación pensando que lo que realmente nos hace felices es dar.  De este modo, no sólo no nos sentiremos jamás decepcionados sino que si, a pesar de los consejos la pareja naufraga, estaremos hechos pelota pero tranquilos porque lo dimos todo.

12) Acortar distancias con tus palabras: Las  parejas con más acercamiento se susurran, mientras que las que las que están alejadas, se gritan.  Susurremos entonces (salvo que nuestro pastelito sea medio sordo y gritar sea una premisa fundamental para la comunicación). 

13) Respetar el silencio del otro: A veces es bueno callarse la boca y permitir al otro que se la calle. No debemos vivenciar el silencio de nuestro bienamado como una afrenta. Que esté callado no significa que esté elucubrando cosas en nuestra contra. A cortarla con tanta paranoia.

14) Cuidar tu imagen: La atención que le dedicamos a nuestro cuerpo es la que demuestra el amor que nos tenemos a nosotros mismos. ¿Vieron? Zamparse una docena de facturas no era amor verdadero, sólo un estúpido flirteo con nuestro estómago. Cuidarse es quererse.  Y logra, además, que nuestro bombón escocés mantenga el interés en nuestra persona. Dicen los especialistas que, por lo general,  al hombre le gusta lo que mira y a la mujer le gusta lo que escucha. O sea que ellos sí se pueden zampar la docena de facturas. Mientras no salgan cantando hay pingüinos en la cama.

15) Realizar actividades diferentes: Los paseos y las salidas permiten cambiar la rutina y conocer otros sitios fuera de la intimidad de tu casa. Avísenle a mi marido.

16) Salgan con parejas de  amigos: Salir con parejas de amigos es genial. Frente a la miserabilidad ajena uno se da cuenta de que no es tan miserable.

17) Colaborar con las tareas del hogar: Parece que, cuando uno decide ayudar al otro en labores domésticas, hay más tiempo después para disfrutar de la relación. En muchos casos mejora la vida sexual, porque no es lo mismo un revolcón en una cama con sábanas limpias que un revolcón en un chiquero. Yo agregaría a esta premisa no ser excesivamente hincha pelotas con el asunto de la limpieza y el orden. Porque agota. Lo sé por experiencia. Mi esposo padece de una dolencia que, a falta de nombre mejor, yo bauticé anorexia doméstica. Así como el anoréxico que se mira al espejo se ve gordo, mi marido ve sucia una casa que está indiscutiblemente limpia. Ve desorden donde no lo hay. Ve polvo donde no lo hay. Ve basura donde no la hay. Abrumador.

18) Caricias espontáneas: Así, de la nada, pegale un manotazo a tu pastelito. No te reprimas, ni avergüences.

19) Respetar el espacio y el tiempo de tu pareja: A ver si se entiende de una vez por todas. RESPETAR EL ESPACIO Y EL TIEMPO DE TU PAREJA. Tanta rotura de kinotos cansa y precipita naufragios amorosos. El otro no es una estampilla que debe estar siempre adosada a nuestra grata persona. Los especialistas reconocen que esta premisa se complica cuando uno de los dos tórtolos es infiel. O lo ha sido en el pasado. Yo agrego que, como protesta contra tanto atosigamiento, puede serlo en el futuro. Recuerden que en Praga las olas empujaban a Joaquín Sabina a dejar a su chica para darle la razón. No se expongan a que les sean infieles para darles la razón. No asfixien a sus medias naranjas.

20) Enseñale lo que te gusta: Tratá a tu pareja como esperás ser tratado. Mimá, halagá, reconocé. Es fácil, es gratis.

21) Dedicá tiempo a ustedes dos: Es importante dedicar tiempo a estar juntos. Pero tiempo de calidad. Si él está en el sillón del living haciendo zapping porque para qué carajo pagamos el cable si total no hay nada y vos estás en otro sillón escribiendo pavadas como las que estás leyendo, están juntos pero no están juntos. Eso no es tiempo compartido. Tan difícil de entender es.

Hasta aquí, mis queridos, la segunda y última  parte de la impactante nota publicada por “El Comercio”. Me despido de ustedes con un pensamiento de León Tolstói: "El matrimonio es una barca que lleva a dos personas por un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hunde."

Buenas noches.

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