MUÑECAS ESCALOFRIANTES I
"Nunca me gustaron las muñecas."
Silvina Burlich
En todas las épocas y en todos los lugares del mundo los
niños, especialmente las niñas, han jugado con muñecas. Excavaciones
arqueológicas en tumbas egipcias que datan del siglo XXI antes de Cristo han
encontrado muñecas que se consideran los juguetes más antiguos de la historia. Parece
que era costumbre entre los antiguos enterrar a los niños con sus juguetes o,
cuando menos, grabarlos sobre sus sepulcros, costumbre que se conservó hasta los
primeros años del cristianismo.
Los egipcios fabricaban sus muñecas con pedazos
lisos de madera; los japoneses, con papel doblado; los antiguos pobladores
americanos, con lana o tela; y los inuit, con piel de foca.
Tanto los romanos como los griegos disponían de muñecas
articuladas con las que las niñas podían jugar. Plutarco, Aristóteles, Platón y Horacio mencionan figurillas movibles por
medio de hilos o alambres para diversión de la infancia. También eran conocidas
en estos pueblos las muñecas con las que suelen jugar las niñas: se realizaban
con marfil, boj, yeso y cera y, cuando las jóvenes núbiles se casaban, las colgaban en los altares de Venus. A comienzos de la era cristiana existían ya las casas de muñecas.
En Japón, las muñecas son el centro de una celebración denominada Hina Matsuri o Momo no Sekku (Festival de las Muñecas o Festival de las
Niñas), que se lleva a cabo todos los años el día 3 de marzo. En él, las niñas
exponen varias muñecas vestidas con kimonos tradicionales,
situándolas en distintos niveles de una plataforma, de hasta 5 a 7 escalones,
cubierta con una tela roja. Estas muñecas representan personajes de la corte
imperial de la Era Heian ordenados
jerárquicamente y pasan de generación a generación dentro de la familia. Se
suele adornar también con flores de melocotonero, cuyo fruto se relaciona con el sexo
femenino. Esta festividad, según la Japan—An
Illustrated Encyclopedia, “deriva de varias
costumbres diferentes. Una de ellas es un rito de purificación chino que se
celebraba a orillas de un río a principios del tercer mes lunar. Durante el
período Heian (794-1185), los cortesanos hacían llevar adivinos al palacio el
tercer día del tercer mes para que los libraran de sus impurezas, las cuales
eran transferidas a muñecas de papel [...] que se arrojaban al río o al mar”.
Se dice que si las muñecas quedan expuestas más tiempo del
necesario, la dueña se quedará soltera o tardará mucho tiempo en casarse. Por
eso, las muñecas suelen guardarse inmediatamente pasado el festival.
Las
muñecas encantadas también se remontan al antiguo Egipto, cuando
los enemigos de Ramsés III intentaron usar figuras de cera confeccionadas a su
imagen y semejanza para provocar su muerte. Los sacerdotes egipcios y los magos usaban a
menudo este tipo de muñecas (llamadas poppet, poppit, moppet, mommet y pippy en la magia popular y la brujería) con
propósitos ceremoniales, para librar el cuerpo del mal o para maldecir a los
que fueran contra la voluntad de los dioses. También las colocaban en las tumbas de sus muertos creyendo que les
harían de sirvientes en la otra vida. En Roma, las muñecas se usaban con frecuencia en rituales
mágicos para representar la conexión con un dios o diosa. Las
culturas africanas, nativas americanas y europeas también utilizaron poppets. En
las Antillas,
las personas que querían vengarse de alguien clavaban alfileres en muñecos de vudú con la esperanza de causarles daño a
sus enemigos.
Hoy
en día, las muñecas embrujadas o
poseídas gozan de enorme popularidad. Muchas de ellas han sido puestas a la
venta en sitios como Craigslist y eBay. Las más famosas forman parte de
colecciones de museos dedicados a la investigación paranormal. Para que las
conozcan, les traigo aquí la primera parte de una interesantísima lista de muñecas escalofriantes, cuyas historias andan dando vueltas por Internet. Creer o reventar.
ALICE
Marie
Ford, quien vive en el en el estado de Washington, es la dueña de
Alice, una muñeca que heredó de su abuela. Según Haunted America la muñeca, que está guardada en una vitrina
cerrada, sigue con su mirada a quienes se mueven por la habitación y cambia su expresión si alguna de esas personas
no es de su agrado. Además, si uno acerca el oído a sus labios, puede escuchar
susurros.
Marie cuenta
que la muñeca ha estado en su familia durante años y que siempre se la conservó
en un anaquel cerrado. Su abuela le confesó que está poseída por el espíritu de
su mejor amiga, Alice, que murió cuando era muy joven. También
asegura que ha captado muchas EPV (psicofonías, sonidos producidos por energía
psíquica) provenientes del juguete y que la frase más común en los
labios de Alice es: “Quiero
quedarme a sufrir aquí sola”.
JOLIET
Joliet ha
permanecido por más de cuatro generaciones en la misma familia, a lo largo de más
de un siglo. Anna G., su dueña
actual, la heredó de su madre quien, a su vez, la heredó de la suya. Según
ella, durante la noche, se escuchan llantos de voces provenientes de la muñeca,
que es el recipiente de cuatro pequeñas almas. Anna G., conoce los nombres de los cuatro espíritus que habitan en la muñeca, y es por ello que no
se deshace de Joliet y extrema sus
cuidados para con ella.
Cuatro generaciones atrás, la bisabuela de Anna recibió a Joliet
como un regalo de una amiga de la familia. En ese momento estaba esperando a su
segundo hijo y la tomó como un regalo de embarazo, sin sospechar que el regalo
no venía con buenas intenciones. La
amiga que le ofreció el presente estaba profundamente celosa de ella y Joliet llegó a su casa con una
maldición.
La bisabuela de Anna dio a luz a un niño sano, pero, al tercer día, la vida de su
hijo recién nacido se perdió debido a una enfermedad repentina y misteriosa. Poco
después de la muerte de su hijo, la bisabuela de Anna comenzó a notar la inquietante atmósfera que rodeaba a Joliet. Escuchaba llorar a un bebé a
altas horas de la noche y sabía que era su pequeño hijo fallecido. Se dio
cuenta de que el alma del niño estaba atrapada dentro de la muñeca y comprendió
que debía protegerlo, por lo que jamás quiso deshacerse de ella.
Cuando la abuela de Anna se convirtió en una adulta, la muñeca pasó a sus manos. Sabía de
la temprana muerte de su hermano y de la historia que decía que estaba atrapado
dentro de Joliet. Lo que ignoraba era
que la misma tragedia golpearía a su propio hijo. Tuvo también dos hijos, un
niño y una niña. El varón murió prematuramente y su llanto se sumó al de su tío dentro de la
muñeca.
Esta misma tragedia se desarrolló durante cuatro
generaciones: cada una de las cuatro dueñas que tuvo Joliet dio a luz dos hijos, un varón y una mujer, pero los varones
fallecieron tres días después de haber nacido. Anna dice que el llanto de su hijo se ha sumado al de los otros
tres bebés cuyas almas habitan dentro de Joliet,
y cuida a la muñeca como cuidaría a su propio bebé si hubiera sobrevivido. Sabe
que su hija también perderá a su bebé varón y que el espantoso ciclo
continuará, indefinidamente. No quiere arriesgarse a perder a la muñeca, por
temor a lo que pueda suceder con las almas de los niños atrapadas en ella.
Sólo las dueñas de Joliet han podido escuchar el
llanto de los bebés.
EMILIA
Emilia tiene más de 100 años y fue un regalo del rey Umberto I de Italia a la hija primogénita de Ulvado Bellina, uno de sus amigos más confiables, y Capitán de la Guardia Real, llamada Marie.
La muñeca sobrevivió a la Primera y a la Segunda Guerra
Mundial, aunque perdió los brazos y parte del cuero cabelludo en la segunda
guerra debido a una bomba en un ferrocarril que viajaba a Udine, Italia. Por ser un
regalo del rey, la muñeca tenía un alto valor sentimental para Marie así que quiso rescatarla de los
escombros. Una mujer se ofreció a ir por la muñeca y, luego de rescatarla, murió
mientras escapaba debido a otra explosión. Se dice que Emilia está poseída por el alma de esta pobre mujer.
La muñeca abre y cierra sus ojos y muchas veces puede escucharse por las
noches como lloriquea llamando a su mamá.
Marie Bellina amaba tanto esta muñeca que incluso llamó a su hija Emilia.
LA MUÑECA DE PATTY REED
No es necesario
que una muñeca esté poseída o porte una maldición para que provoque
escalofríos. A veces basta una expresión extraña o alguna parte del cuerpo
faltante para que esto suceda. O que la muñeca haya sido testigo de situaciones
atroces.
En el año 186, Patty
Reed tenía ocho años y viajaba a California con su familia y otros
viajeros, en un grupo que la historia conoce como expedición
Donner o expedición Donner-Reed. Este
grupo de pioneros estadounidenses, liderados por George
Donner y James F. Reed, viajaban en una caravana de
carretas que se retrasó por una serie de contratiempos y errores, lo que
provocó que pasaran el invierno de 1846-1847 en la Sierra
Nevada. A mitad del recorrido y cuando ya estaban retrasados, los
padres de Patty le pidieron que se deshiciera de todos sus juguetes, con la
esperanza de alivianar el peso de la carreta y poder viajar lo
suficientemente rápido como para llegar a California antes de que comenzara el
invierno, pero la niña, en un acto de desafío infantil, conservó a su pequeña
muñeca y la guardó entre sus voluminosas faldas.
Atrapados en la Sierra
Nevada en pleno invierno y con sus provisiones de alimentos extremadamente bajas, los miembros de la expedición se vieron obligados a comer
trozos de cuero y alimañas, y, finalmente, cometer actos de
canibalismo. Fueron rescatados a mediados de febrero de 1847, casi cuatro meses
después de que la caravana se detuviera en el inhóspito lugar. De los 87
miembros de la expedición, solamente 48 sobrevivieron y llegaron a California.
La familia Reed sobrevivió milagrosamente a esta infernal
odisea y pudo disfrutar de una vida cómoda en San José. La muñeca de Patty se exhibe hoy en el Sutter's Fort Museum, en Sacramento,
California.
PUPA
Pupa es una muñeca
italiana que, aparentemente se mueve por sí sola, cambiando a gusto la postura
de sus brazos y piernas. Además, tiene un variado repertorio de expresiones
faciales y desplaza los objetos que la rodean en la vitrina cerrada en la que está
guardada.
La muñeca aún
utiliza su traje original de fieltro azul, así como algunos otros accesorios originales,
y a pesar de su delicado aspecto, su actividad es constante. Sus dueños
reportan que al pasar cerca de su vitrina se escuchan pequeños golpes en el
cristal y que, más de una vez, pudieron
observar la mano de Pupa tocando el vidrio.
La
particularidad de esta muñeca es que fue hecha a imagen y semejanza de su dueña,
en Trieste, Italia. Una vieja
costumbre que gozó de popularidad en varias partes del mundo, a tal punto que
algunas de estas muñecas tienen cabello real provisto por parte del niño o niña
al cual emulan o cabello humano vendido al fabricante de muñecas como es el
caso de Pupa.
La dueña
original tuvo a Pupa desde sus 5 o 6 años (en
la década del ‘20) hasta su muerte en el año 2005. La muñeca sobrevivió a los
horrores de la Segunda Guerra
Mundial y a varios contratiempos en fechas posteriores. Siempre se mantuvo
al lado de su dueña, incluso durante los viajes que realizó fuera de Italia,
quien comentó alguna vez que Pupa solía
hablar con ella e incluso prevenirla de algún peligro durante su infancia. Desde
la muerte de la mujer, las actividades de Pupa han aumentado considerablemente,
aunque están restringidas al círculo familiar.
KATJA
Katja es una
muñeca rusa muy famosa, cuyo origen se remonta al año 1730, cuando una de las
concubinas del Zar dio a luz a una
niña deforme y no al heredero varón que el
Zar esperaba. La bebé fue quemada viva y su madre recogió sus cenizas, que
mezcladas con porcelana y tierra, dieron origen a la espeluznante muñeca.
La muñeca se ha mantenido por generaciones en Rusia bajo
una estricta vigilancia. Una historia dice que si se la mira fijamente por más
de 20 segundos, la maldita Katja
guiña un ojo. Y que ese guiño es el aviso de que algo malo va a suceder.
MANDY (MEREANDA)
Mandy (también conocida como Mereanda), la muñeca de la cabeza rota, fue donada al Quesnel Museum, en Columbia Británica, Canadá, en el año 1991. Cuando
llegó al lugar, tenía la ropa sucia, el cuerpo rasgado y la cabeza llena de
quebraduras. Se le calcularon alrededor de 90 años y se cree que fue hecha en Inglaterra o Alemania entre 1910 y 1920. La mujer que donó a Mandy le dijo al curador del museo que se despertaba a mitad de la
noche escuchando el llanto de un bebé en el sótano. Cuando iba a investigar, solía encontrar abierta la ventana cercana
al lugar donde se encontraba la muñeca y las cortinas moviéndose con el viento,
incluso cuando había dejado la ventana cerrada. Más tarde confirmó que, al
deshacerse de la muñeca, los sucesos extraños cesaron.
En el museo, Mandy sigue causando
fenómenos inexplicables. Los empleados afirman que almuerzos, bolígrafos,
cuadernos y otros objetos a menudo desaparecen y suelen reaparecer en otra parte del edificio. Se oyen pasos
cuando no hay nadie cerca. Mandy es exhibida en una vitrina, lejos
de las otras muñecas, porque se corre el rumor de que puede hacerles daño.
Mandy fue conocida en todo Canadá gracias al libro "Supernatural Stories Around British
Columbia", publicado en 1998 por Yasmin
John-Thorpe, y los visitantes comenzaron a llegar masivamente al Quesnel Museum. Muchos de ellos aseguran que la muñeca parpadea y que
sigue con su mirada a la gente que se traslada por la sala donde está expuesta
y que es difícil fotografiarla o
filmarla, ya que muchos equipos de video y cámaras fallan el
intentarlo.
ROBERT
Robert perteneció al pintor y escritor Robert Eugene Otto, a quienes sus padres llamaban cariñosamente Gene. Fue un regalo que recibió siendo niño, a principios del siglo XX, de parte de una criada africana que trabajaba para su familia. La criada, que se cree que practicaba magia negra, no estaba conforme con el trato que recibía de los Otto, y puso una maldición en el muñeco.
Robert perteneció al pintor y escritor Robert Eugene Otto, a quienes sus padres llamaban cariñosamente Gene. Fue un regalo que recibió siendo niño, a principios del siglo XX, de parte de una criada africana que trabajaba para su familia. La criada, que se cree que practicaba magia negra, no estaba conforme con el trato que recibía de los Otto, y puso una maldición en el muñeco.
Poco tiempo después de haber recibido el muñeco, los padres oyeron al niño hablar con él. Los vecinos afirmaban que cuando la familia Otto salía de la casa, veían a Robert asomándose por las ventanas, como si hubiera comenzado a moverse por sí solo. Gene comenzó a experimentar atroces pesadillas y a jurar que el muñeco era capaz de cobrar vida. En una ocasión, mientras el niño dormía, se escuchó un estruendo en su habitación. Cuando sus padres fueron a verlo, encontraron la mayoría de los muebles tumbados y a Robert, el muñeco, tirado al pie de la cama. Gene, llorando, afirmó: “No fui yo, fue Robert”.
Los padres de Gene confinaron al muñeco al desván de la casa. Allí permaneció muchos años. Después de la muerte de Robert Eugene Otto, a principios de los ‘70, una nueva familia se mudó al lugar y descubrió al muñeco, que pasó a pertenecer a una niña de unos 10 años, pero sus padres se deshicieron de él ante los reclamos de su hija, que juraba que Robert cobraba vida y la atacaba por la noche.
Actualmente, el muñeco se encuentra en el Museum Fort East Martello, en Key West. Todavía abraza su león de peluche y viste su traje blanco de marinero, y es una de las grandes atracciones del lugar. Algunos empleados del museo afirman que durante el mes de octubre el muñeco se vuelve más activo, y por las noches se pueden oír golpeteos contra el vidrio de la recámara transparente donde se encuentra. La leyenda afirma que los visitantes deben pedirle permiso a Robert para filmarlo o fotografiarlo, ya que de lo contrario se exponen a una posible maldición. Se dice que la gran cantidad de cartas y fotografías que pueden verse pegadas en las paredes del cuarto donde se encuentra Robert son notas de individuos que lo fotografiaron sin permiso y le ruegan levantar las maldiciones que lanzó sobre ellos.
AMANDA
AMANDA
Amanda es una muñeca con cabeza de
porcelana hecha por Heinrich Handwerk en 1884. En el año 2003 fue puesta a la venta en eBay,
y a partir de ese momento, subastada varias veces. Muchos de sus dueños han declarado haber
visto a la muñeca moviéndose por sí misma, incluso yendo de una habitación a
otra. Se cree que si alguien no le cae
en gracia, se convierte para esa persona en un amuleto de mala suerte.
Actualmente se encuentra
en manos de investigadores paranormales en Atlanta, Georgia, E.E.U.U.
PEGGY
Peggy es una muñeca aparentemente poseída por un
espíritu malvado, propiedad de la investigadora paranormal británica Jayne Harris, quien cuenta que la muñeca
le fue regalada por sus anteriores dueños, a los que les provocaba pesadillas.
Antes de deshacerse de la muñeca, llevaron a un sacerdote para que la
bendijera, pero esto no hizo más que empeorar las cosas.
Harris ha recibido en su casa a médiums y psíquicos que conocieron a Peggy, cada uno de los cuales dijo que el espíritu que habita en la
muñeca había sido en vida una
persona muy frustrada. La investigadora afirma que incluso quienes sólo miran
una foto de Peggy a través de la web, en el 80% de los casos sienten mareos,
náuseas e, incluso, dolores en el pecho.
Hasta aquí, amables lectores, la primera parte de esta impactante lista de muñecas escalofriantes. Me despido de ustedes con un inquietante texto de Aleandra Pizarnik:
DEVOCIÓN
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que al crepúsculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
–Toma un poco de vino –dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor, sin ver, sobre la mesa, otra cosa que té.
–No veo que haya vino –dijo.
–Es que no hay –contestó la muerte.
–¿Y por qué me dijo usted que había? –dijo.
–Nunca dije que hubiera sino que tomes –dijo la muerte.
–Pues entonces ha cometido usted una incorrección al ofrecérmelo –respondió la niña muy enojada.
–Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación esmerada –se disculpó la muerte.
La muñeca abrió los ojos.
Buenas tardes.
Hasta aquí, amables lectores, la primera parte de esta impactante lista de muñecas escalofriantes. Me despido de ustedes con un inquietante texto de Aleandra Pizarnik:
DEVOCIÓN
Debajo de un árbol, frente a la casa, veíase una mesa y sentados a ella, la muerte y la niña tomaban el té. Una muñeca estaba sentada entre ellas, indeciblemente hermosa, y la muerte y la niña la miraban más que al crepúsculo, a la vez que hablaban por encima de ella.
–Toma un poco de vino –dijo la muerte.
La niña dirigió una mirada a su alrededor, sin ver, sobre la mesa, otra cosa que té.
–No veo que haya vino –dijo.
–Es que no hay –contestó la muerte.
–¿Y por qué me dijo usted que había? –dijo.
–Nunca dije que hubiera sino que tomes –dijo la muerte.
–Pues entonces ha cometido usted una incorrección al ofrecérmelo –respondió la niña muy enojada.
–Soy huérfana. Nadie se ocupó de darme una educación esmerada –se disculpó la muerte.
La muñeca abrió los ojos.
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