SINGLES EN SAN VALENTÍN
“Ni siquiera un mosquito
después de la inundación ¡Qué soledad!”
Masaoka Shiki
Es un
clásico. Se acerca el 14 de febrero, fecha en la que el mundo globalizado
celebra el Día de los Enamorados,
y las damas y damitas menos favorecidas por la fecha (aquellas que no tienen palenque ande ir a
rascarse) no pueden con su genio e inundan las redes sociales con
cartelitos que defenestran tan empalagosa festividad. Señoras desengañadas
ponen en duda la existencia del amor verdadero. Señoritas abandonadas juran que
la celebración es netamente comercial. Mujeres variopintas repudian
corazones y osos de peluche, arremeten contra bombones y golosinas, denigran
flores y tarjetas románticas. El colmo de los colmos fue la belicosa aparición
de una frase que me resultó altamente ofensiva: “Las únicas mujeres que valen realmente la pena,
son aquellas que si
quieren la luna, se las bajan ellas solas”, como si las féminas que hemos tenido la fortuna
de conseguir un señor que nos baja la luna si la queremos y, además, nos
mantiene, fuéramos entes despreciables carentes de dignidad. Queridas, yo ya
parí con dolor. Con mucho dolor. Así que si quiero la luna me la
bajan y sanseacabó. No hace falta que me anden recordando que soy vaga,
indolente y malentretenida con un cartelito de Facebook.
Para estas damas que se hacen
las cocoritas pero que esta noche se quedarán dormidas llorando después de
haberse soplado los mocos cientos de veces con una tanga de encaje rojo que este
año no
van a usar, va esta
bienintencionada recreación de un artículo
publicado en la web por la revista Cosmopolitan,
para que sepan de mi buena voluntad y se enteren de que las perdoné, a pesar de
la frase infame con la que intentaron enlodarme. De
nada.
TIPS PARA HACER MÁS LLEVADERO
UN 14 DE FEBRERO EN SOLEDAD
1) Piensen un poco, chicas:
si San Valentín las hubiera agarrado con pareja
tendrían que haber gastado aunque sea unas monedas con el fin de agasajar a
vuestras medias naranjas.
Pero como ustedes están solitas y solas y no hay pavotes para obsequiar a la
vista, pueden invertir ese dinero en sus propias personas. Las opciones son
varias: ir a la peluquería, comprar alguna pilchita a la que hace rato le
echaron el ojo, asistir a una sesión de spa, etc. Lo importante es regodearse
en la maravillosa sensación de no tener que regalarle nada a nadie, vivir
intensamente la dicha de halagarse y
no realizar estas placenteras actividades con la ladina intención de
agenciarse un galán que las libre de tener que leer pelotudeces como éstas el 14 de febrero del año que viene.
2) Todo el mundo dice que las penas con pan no son tantas y que mal de muchos es consuelo de tontos. Por favor, ignoren estas máximas desestabilizadoras. Si intentan mitigar la pena de estar solitas en San Valentín ingiriendo pan o cualquiera de sus sucedáneos pronto rodarán por los caminos y se sentirán doblemente miserables. Y es bueno que sepan que compartir vivencias con otras personas en su misma espinosa situación no las convierte en tontas ni mucho menos. Por eso, la Cosmopolitan aconseja a las mujeres que están solas el 14 de febrero revisar nuevas y viejas agendas para localizar a todos aquellos que están sin pareja y organizar una jornada llena de emociones y algarabía: ir al cine, al teatro o al karaoke, u organizar un picnic, reemplazando inteligentemente el Día de los Enamorados por el Día de la Primavera. Las más osadas pueden optar por actividades estrafalarias como el puenting o parkour, pero qué quieren que les diga: a mí me parece demasiado.
3) La tercera opción que la Cosmopolitan ofrece para enfrentar dignamente un San
Valentín en soledad
es sospechosamente parecida a la primera (supongo que ninguna chica Cosmo lo notará, pero como una no es ni tan chica ni tan Cosmo, se dio
cuenta enseguida). Nuevamente la consigna es mimarse (esta vez no se aclara qué dineros
usar para tal empresa): ir al gimnasio (aunque nada tan alejado de un mimo como
poner un pie en ese antro sudoroso) o al spa, tomar un baño con sales y burbujas
mientras se degusta una buena botella de champagne al mejor estilo
hollywoodense (teniendo cuidado, eso sí, de no pasarse con los alcoholes y
quedarse dormida en la bañadera), escuchar buena música o leer una
revisteja frívola. También vale ponerse una mascarilla en la cara, encremarse,
hacerse automasajes en los pies y cortarse las uñas. Van a quedar como nuevas.
4) Nada mejor que una sesión
de risoterapia para olvidar soledades y desencantos.
Para ello, la Cosmo también aconseja revisar agendas y contactar
a los amigos más payasescos que encuentren. Yo sugiero, humildemente, una
maratón de “F.R.I.E.N.D.S” o de “The Big Bang
Theory”.
5) El quinto tip que propone nuestra revista favorita
es levemente parecido al cartelito de Facebook que versa sobre las
mujeres que valen la pena, la luna y
toda esa cháchara intrascendente: tiene un tufillo a resentimiento nada
sentador. Parece que para lo ideal para atravesar estas fechas ingratas sin
compañía es aprender a hacer mojitos y organizar un brunch “anti San
Valentín” con los amigos sin
pareja que encontraron revisando agendas (debo confesar, mis queridas, que no
tengo ni puta idea de lo que es un brunch, pero lo de “anti
San Valentín” me sonó feo).
6) ¿Vieron que las chicas de “Sex and the City” siempre le ven el lado positivo a
la vida? Hagan lo mismo, mujeres. Dejen de lamentarse como si fueran arenques
jamás besados: salgan a comerse el mundo como Carrie, Charlotte,
Miranda y Samantha, que la pasan bomba aunque estén
solas (¿Qué dicen? ¿Que ellas son universitarias, tienen una excelente posición
económica, usan una ropa de ensueño y viven solas mientras ustedes son cajeras en el
supermercado chino, se cagan de hambre, andan con pantalones marca Pipper y viven con madre, padre, cuatro
hermanos y dos gatos? ¡Por favor! Esos son detalles intrascendentes que no
hacen a la cuestión).
7) Por si no lo sabían, mis
queridas, la Cosmo les informa que hay redes sociales exclusivas para gente soltera. Si se
meten ahí pueden conocer sujetos que también estén a la deriva para
deprimirse acompañadas y evitarse, además, ver las fotos de los novios, los
maridos y los amantes de sus amigas publicadas en las redes sociales para todo el mundo.
8) Por último, muchachas: si
este asunto de la soltería no termina de convencerlas (lo sospeché desde un
principio) es bueno que sepan que también hay redes sociales orientadas específicamente a buscar pareja (pero siempre es mejor
salir a la calle y entablar relaciones con hombres y no con monitores, porque
estas cosas virtuales suelen acarrear mucha frustración y en general no
terminan bien, esto dicho por mi psicólogo que está cansado de atender a
señoras y señoritas que llegan a su consulta llorando porque al fin conocieron
personalmente al internauta que les arrastraba el ala y era diez años más
viejo, diez kilos más gordo o bastante más marmota de lo que parecía en el
chat).
Hasta aquí, mis llaneras
solitarias, lo dicho por la revista Cosmopolitan. Poco es lo que yo puedo agregar. Pero
no quiero despedirme sin dejarles una frase de la magnífica Marilyn Monroe: “Es mejor ser infeliz
sola que ser infeliz con alguien”. Y
ya sabemos que hay muchos alguienes expertos en hacer infelices a las
mujeres. Así que no se desesperen por manotear al primer pavote que vean para
no pasar solas San Valentín. Lo que tienen lo tienen porque lo
merecen, y lo que no tienen, porque todavía no les llegó.
Buenas tardes.
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