viernes, 14 de febrero de 2020

SINGLES EN SAN VALENTÍN


SINGLES EN SAN VALENTÍN

“Ni siquiera un mosquito después de la inundación ¡Qué soledad!” 
Masaoka Shiki

Es un clásico. Se acerca el 14 de febrero, fecha en la que el mundo globalizado celebra el Día de los Enamorados, y las damas y damitas menos favorecidas por la fecha (aquellas que no tienen palenque ande ir a rascarse) no pueden con su genio e inundan las redes sociales con cartelitos que defenestran tan empalagosa festividad. Señoras desengañadas ponen en duda la existencia del amor verdadero. Señoritas abandonadas juran que la celebración es netamente comercial. Mujeres variopintas repudian corazones y osos de peluche, arremeten contra bombones y golosinas, denigran flores y tarjetas románticas. El colmo de los colmos fue la belicosa aparición de una frase que me resultó altamente ofensiva: Las únicas mujeres que valen realmente la pena, son aquellas que si quieren la luna, se las bajan ellas solas”, como si las féminas que hemos tenido la fortuna de conseguir un señor que nos baja la luna si la queremos y, además, nos mantiene, fuéramos entes despreciables carentes de dignidad. Queridas, yo ya parí con dolor. Con mucho dolor. Así que si quiero la luna me la bajan y sanseacabó. No hace falta que me anden recordando que soy  vaga, indolente y malentretenida con un cartelito de Facebook.
Para estas damas que se hacen las cocoritas pero que esta noche se quedarán dormidas llorando después de haberse soplado los mocos cientos de veces con una tanga de encaje rojo que este año no van a usar, va esta bienintencionada recreación de un artículo publicado en la web por la revista Cosmopolitan, para que sepan de mi buena voluntad y se enteren de que las perdoné, a pesar de la frase infame con la que intentaron enlodarme. De nada.

TIPS PARA HACER MÁS LLEVADERO UN 14 DE FEBRERO EN SOLEDAD

1) Piensen un poco, chicas: si San Valentín las hubiera agarrado con pareja tendrían que haber gastado aunque sea unas monedas con el fin de agasajar a vuestras  medias naranjas. Pero como ustedes están solitas y solas y no hay pavotes para obsequiar a la vista, pueden invertir ese dinero en sus propias personas. Las opciones son varias: ir a la peluquería, comprar alguna pilchita a la que hace rato le echaron el ojo, asistir a una sesión de spa, etc. Lo importante es regodearse en la maravillosa sensación de no tener que regalarle nada a nadie, vivir intensamente la dicha de halagarse  y no realizar estas placenteras actividades con la ladina intención de agenciarse un galán que las libre de tener que leer pelotudeces como éstas el 14  de febrero del año que viene.

2) Todo el mundo dice que las penas con pan no son tantas y que mal de muchos es consuelo de tontos. Por favor, ignoren estas máximas desestabilizadoras. Si intentan mitigar la pena de estar solitas en San Valentín ingiriendo pan o cualquiera de sus sucedáneos pronto rodarán  por los caminos y se sentirán doblemente miserables. Y es bueno que sepan que compartir vivencias con otras personas en su misma espinosa situación no las convierte en tontas ni mucho menos. Por eso, la Cosmopolitan aconseja a las mujeres que están solas el 14 de febrero revisar nuevas y viejas agendas para localizar a todos aquellos que están sin pareja y organizar una jornada llena de emociones y algarabía: ir al cine, al teatro o al karaoke, u organizar un picnic, reemplazando inteligentemente el Día de los Enamorados por el Día de la Primavera. Las más osadas pueden optar por actividades estrafalarias como el puenting o parkour, pero qué quieren que les diga: a mí me parece demasiado.

3) La tercera opción que la Cosmopolitan ofrece para enfrentar dignamente un San Valentín en soledad es sospechosamente parecida a la primera (supongo que ninguna chica Cosmo lo notará, pero como una no es ni tan chica ni tan Cosmo, se dio cuenta enseguida). Nuevamente la consigna es mimarse (esta vez no se aclara qué dineros usar para tal empresa): ir al gimnasio (aunque nada tan alejado de un mimo como poner un pie en ese antro sudoroso) o al spa, tomar un baño con sales y burbujas mientras se degusta una buena botella de champagne al mejor estilo hollywoodense (teniendo cuidado, eso sí, de no pasarse con los alcoholes y quedarse dormida en la bañadera), escuchar buena música o  leer una revisteja frívola. También vale ponerse una mascarilla en la cara, encremarse, hacerse automasajes en los pies y cortarse las uñas. Van a quedar como nuevas.

4) Nada mejor que una sesión de risoterapia para olvidar soledades y desencantos. Para ello, la Cosmo también aconseja revisar agendas y contactar a los amigos más payasescos que encuentren. Yo sugiero, humildemente, una maratón de “F.R.I.E.N.D.S” o de “The Big Bang Theory”.

5) El quinto tip  que propone nuestra revista favorita es levemente parecido al cartelito de Facebook que versa sobre las mujeres que valen la pena, la luna y toda esa cháchara intrascendente: tiene un tufillo a resentimiento nada sentador. Parece que para lo ideal para atravesar estas fechas ingratas sin compañía es aprender a hacer mojitos y organizar un brunch “anti San Valentín” con los amigos sin pareja que encontraron revisando agendas (debo confesar, mis queridas, que no tengo ni puta idea de lo que es un brunch, pero lo de “anti San Valentín” me sonó feo).

6) ¿Vieron que las chicas de “Sex and the City” siempre le ven el lado positivo a la vida? Hagan lo mismo, mujeres. Dejen de lamentarse como si fueran arenques jamás besados: salgan a comerse el mundo como Carrie, Charlotte, Miranda y Samantha, que la pasan bomba aunque estén solas (¿Qué dicen? ¿Que ellas son universitarias, tienen una excelente posición económica, usan una ropa de ensueño y viven solas mientras ustedes son cajeras en el supermercado chino, se cagan de hambre, andan con pantalones marca Pipper y viven con madre, padre, cuatro hermanos y dos gatos? ¡Por favor! Esos son detalles intrascendentes que no hacen a la cuestión).

7) Por si no lo sabían, mis queridas, la Cosmo les informa que hay redes sociales exclusivas para gente soltera. Si se meten ahí pueden conocer sujetos que también estén a la deriva para deprimirse acompañadas y evitarse, además, ver las fotos de los novios, los maridos y los amantes de sus amigas publicadas en las redes sociales para todo el mundo.

8) Por último, muchachas: si este asunto de la soltería no termina de convencerlas (lo sospeché desde un principio) es bueno que sepan que también hay redes sociales orientadas específicamente a buscar pareja (pero siempre es mejor salir a la calle y entablar relaciones con hombres y no con monitores, porque estas cosas virtuales suelen acarrear mucha frustración y en general no terminan bien, esto dicho por mi psicólogo que está cansado de atender a señoras y señoritas que llegan a su consulta llorando porque al fin conocieron personalmente al internauta que les arrastraba el ala y era diez años más viejo, diez kilos más gordo o bastante más marmota de lo que parecía en el chat).

Hasta aquí, mis llaneras solitarias, lo dicho por la revista Cosmopolitan. Poco es lo que yo puedo agregar. Pero no quiero despedirme sin dejarles una frase de la magnífica Marilyn Monroe: “Es mejor ser infeliz sola que ser infeliz con alguien”. Y ya sabemos que hay muchos alguienes  expertos en hacer infelices a las mujeres. Así que no se desesperen por manotear al primer pavote que vean para no pasar solas San Valentín. Lo que tienen lo tienen porque lo merecen, y lo que no tienen, porque todavía no les llegó.

Buenas tardes.
 

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