domingo, 6 de marzo de 2022

56 COSAS QUE SÓLO VIVIRÁS CON EL AMOR DE TU VIDA I


 56 COSAS QUE SÓLO VIVIRÁS CON EL AMOR DE TU VIDA I

"El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen."
William Shakespeare 

Buenísimos días, mis queridas. Ya nos hemos hecho eco en este espacio de algún artículo publicado por  la revista virtual Cultura Colectiva, porque nuestra mirada del mundo es amplia y no sólo leemos revistejas y sitios femeninos. Hoy volvemos sobre el mentado espacio, para recrear una nota firmada por Kimberly Sue Huerta e intitulada pomposamente “56 cosas que sólo vivirás con el amor de tu vida”. Ustedes saben que yo desconfío bastante de los absolutos: después de años de experiencia e historias lacrimosas de  amores eternos que duran lo que dura un corto invierno, tal como postularía mi adorado Joaquín, llegué a la conclusión de que quizás, el amor de nuestra vida no sea más que una entelequia. Todo amor es eterno mientras dura. Todo caballero con el que compartimos una relación romántica es el amor de nuestras vidas hasta que deja de serlo. Nada es definitivo, ni inagotable. Nada es para siempre.  El pretendido amor de nuestra vida es, apenas, un compañero de ruta. De un tramo de ruta, más corto, más largo, pero nunca infinito.  Pero nuestra amiga Kimberly (a la que adivino mucho más joven y menos desengañada que yo) no opina lo mismo. Ella cree que después del desencanto brutal que acarrea el tan promocionado y siempre padecido primer amor aparece, antes o después, el amor de nuestra vida. Fácilmente reconocible porque con él haremos cosas que no hicimos con ningún amor pasajero. Si no me creen, paseny vean.

56 COSAS QUE SÓLO VIVIRÁS CON EL AMOR DE TU VIDA I

1- Comer hasta que no puedan más

Es harto sabido: cuando señoras y señoritas queremos impresionar a un caballero nos hacemos las pajaritas y no comemos nada. Invitarnos a cenar resulta sumamente barato y pasamos por las damiselas delicadas que  nos fuimos ni seremos jamás, algo que para muchas implica un enorme sacrificio, porque comer, comemos. Y cómo. Pero parece que esta situación dramática desaparece como por arte de magia cuando estamos con el amor de nuestra vida. Con él podemos morfarnos hasta las fuentes y todo seguirá siendo esplendoroso. Nada podrá mancillar este amor de película: ni siquiera una docena de medialunas al hilo.

2-Que se cuiden el uno al otro estando ebrios

Si una mujer abalanzada sin pudor sobre una pizza de jamón y morrones es un espectáculo patético que debemos ahorrarle al hombre al cual deseamos conquistar, imagínense ustedes lo que será una mujer ebria. Algo horroroso, diría mi madre, y con justa razón.  Pero, según Kimberly, si descubrimos que ese hombre es el amor de nuestra vida se acabó el drama: podemos beber a destajo porque un amor tan glorioso nos garantiza que nuestro pastelito no huirá despavorido y soportará nuestras veleidades etílicas con una sonrisa en los labios y cuidando que no nos tropecemos con los muebles. Y nosotras haremos lo mismo si el que derrapa es él. Porque el amor verdadero está más allá de una(s) copita(s) de más.

3-Seguir una serie de Netflix

En los tiempos que corren, parece que seguir una serie de Netflix junto a un señor es una prueba irrefutable de que ese masculino es el amor de nuestra vida. Una no mira una serie con cualquiera.

4-Dormir hasta la una de la tarde

Si están juntos y duermen como marmotas, son una pareja concertada en los cielos. 

5-Conocer a sus papás

Según Kimberly, conocer a los papás de nuestra media naranja es algo definitivo. Pero nada que ver: yo he conocido padres y madres para tirar para arriba (sobre todo madres: la que me quemó el pelo cuando me hizo los claritos, la que me sirvió pata de pollo sabiendo que sólo como pechuga, la que me tiró a morder dos o tres veces, etc.) y ninguno de sus vástagos (bastantes pollerudos todos, ahora que lo pienso) resultó ser el amor de mi vida.

6-Reparar cosas juntos

Nunca he reparado nada con nadie. Lo mío es romper.

7-Ir a un concierto espontáneamente

¿Qué significa espontáneamente en este contexto? ¿Salimos a yirar sin rumbo fijo y sobre la marcha decidimos ir a un concierto? ¿Esto define a nuestro amor como el definitivo?¿Y si hubiésemos elegido ir al cine? 

8-Dejar un lado el orgullo y hablar sobre los conflictos

Hablar sobre los conflictos siempre es una buena señal. Pero también he hablado de nuestros conflictos con muchos señores y señoritos (sí, ya sé, yo tengo conflictos con todo el mundo) y todos ellos pasaron por mi corazón sin pena ni gloria. Ninguno fue el amor de mi vida. 

9-Guardar silencio sin sentirse incómodos

Ya lo dijo el escritor fránces Achile Tournier: "No existe nada más interesante que la conversación de dos amantes que permanecen callados."  Si el silencio entre dos no es incómodo, señal de que el amor es verdadero.

10-Pasar la noche hablando de cosas personales

No importa si ya conocen la mayoría de los detalles en la vida del otro, siempre hay alguna cosita nueva para recrear, anécdotas que parecían no tener importancia y  la cobran después de compartirlas con nuestra media naranja. Si ustedes prefieren dormir antes que rememorar el disfraz de indiecita hecho con una bolsa de arpillera que lucieron en el Carnaval del '75 o las galletitas Havanna de limón que comía la abuela, están compartiendo colchón con un amor del montón. 

11-Viajar en carretera

Según nuestra amiga Kimberly (a la que empiezo a juzgar no sólo muy joven y poco desengañada, sino también bastante poco pretenciosa), andar por la ruta es una actividad que sólo realizaremos con el amor de nuestra vida. Y, bue, para Montaner lo es viajar a tu lado en el tren. Sobre gustos no hay nada escrito.

12-Tomarse fotografías en una cabina

Debo reconocer que esta premisa me parece bastante encantadora. Un señor que accede a sacarse fotos en una cabina es un muy buen candidato para amor de la vida de cualquier dama romanticona que llora viendo "Amélie" por quincuagésima vez. 

13-Cocinar juntos

También me gusta esto de cocinar juntos. Pero no me parece tan definitivo.

14-Sorprenderse con comida en el trabajo

Ya saben, mis queridas, lo que yo pienso acerca de las incursiones en el trabajo del otro. "Invasiooooooón", aullaría Pipo Cipolatti y yo lo secundaría sin pensarlo dos veces. Para que los amores sean sanos y apunten para definitivos hay que respetar los espacios ajenos. Yo, por ejemplo, no he pisado jamás el lugar de trabajo de mi esposo. No sea cosa de que alguien me encierre en una oficina y me obligue a trabajar.

15-Probar todo tipo de comida en diferentes sitios

Evidentemente, para nuestra amiga Kimberly el lazo entre amor de la vida y comida es poderosísimo.

16-Aprender otro idioma y practicar el uno con el otro

¿Vale el jeringozo?

17-No llamarse el uno al otro como todo el mundo los llama

Es decir, ponerse apodos pavotes. Conducta lastimosa que repetimos con todos los señores con los que nos enredemos, sean definitivos o no, por lo menos mientras dura el período de enamoramiento y vivimos en un limbo de baba cazando mariposas de azúcar.

18-Cantar mientras el otro maneja

¿Eso es amor? ¡Eso es tortura!

19-Conocer a sus amigos

Ya hemos dejado clarísimo en este espacio que los amigos de los caballeros son sagrados. Que un varón decida que ha llegado el grato momento de ser presentada a sus secuaces habla, sin dudas, de que la relación va viento en popa. Pero debo decirles, mis queridas, que, tal como he conocido montones de madres y padres, he conocido cientos de amigos. Los he padecido. Y esto no me ha garantizado amores eternos.

20-Sentirse segura de tu pareja

Como tantas ingenuas en el mundo, me he sentido segura con algunos amores que, inevitablemente, se fueron a la banquina.

21-Tomar un baño juntos

Un baño no dice nada. Nada.

22-Hacerse masajes mutuamente

Un masajito tampoco dice nada. Nada.

23-Aprender el deporte que el otro ama

Que me perdone Kimberly, pero esto a mí me parece un despropósito.  Muchos señores y señoritos con los que intenté llegar a buen puerto (y fracasé estrepitosamente) han tenido deportes favoritos y jamás de los jamases se me hubiera ocurrido aprenderlos. Primero, porque odio el deporte. Y segundo, porque sería tan ridículo como pretender que alguno de esos masculinos se inclinara hacia la poesía simplemente porque me gusta a mí. Cada uno en lo suyo y todos contentos.

24-Encontrar cosas en común que pensaron que no tenían

Cierto. A medida que una relación avanza se van encontrando más y más cosas en común. Pero esto tampoco es garantía de nada. Hace más de veinte años que estoy con un hombre con el que lo único que tengo en común es un hijo.  No sé si será el amor de mi vida pero por lo menos es el que más me duró.

25-Probar comidas extrañas

¡Y dale con la comida! Esta piba es más angurrienta que yo.

26- Encontrar solución a alguna situación de emergencia que el otro haya tenido

Si es por esto, mi benemérito esposo, además de ser el masculino que más me duró es, sin ninguna duda, el amor de mi vida. Yo vivo en estado de emergencia y él, en estado de solución, pobre.

27-Visitar lugares que tu pareja ama

Otra premisa encantadora. Sobre todo cuando son lugares que tienen que ver con su historia. Pero esta situación edulcorada se da en la etapa de esplendor de todas las relaciones, perentorias o no. Si hemos visitado lugares...

28-Salir a caminar a medianoche

Kimberly hace referencia aquí a aquellas ocasiones en las que salimos a caminar sin razón y sin rumbo, y sin tener en cuenta la hora, el clima o la ropa que llevamos puesta, ya que esto demuestra que lo importante es estar juntos, más allá del glamour, las fiestas o la cama. Digo yo, ¿no se puede estar juntos más allá del glamour, las fiestas o la cama sin necesidad de arriesgar el pellejo? 

Hasta aquí, amables lectoras, la primera parte de esta insólita lista de “56 cosas que sólo vivirás con el amor de tu vida” confeccionada por Kimberly Sue Huerta para la revista virtual Cultura Colectiva. Próximemente, la segunda y última parte. Me despido de ustedes con una cita de la escritora y traductora literaria española Elvira Sastre: "Quizá solo se trate de encontrar a quien te sigue mirando cuando tú cierras los ojos."

Buenos días.

2 comentarios:

  1. jajajajajajaja. Genial. Estos libros de autoayuda habría que quemarlos cuando están en galera.

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