TUMBAS XII
“Depositadla en la tierra; y que de su carne virgen e impoluta broten violetas.”
William Shakespeare
William Shakespeare
Buenos días, queridos lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de mi lista de sepulcros dignos de ser conocidas. Pasen y lean.
-PATRICK CAULFIELD ("Highgate Cemetery", Londres, Inglaterra)
Patrick Caulfield,
CBE, RA, nacido el 29 de enero de 1936, fue pintor y grabador
inglés conocido por sus audaces lienzos, que a menudo incorporan elementos del
fotorrealismo dentro de una escena reducida.
Aunque a menudo se lo menciona como un artista pop, a Patrick Caulfield no le gustaba
estar asociado con ese movimiento. Sin embargo, compartió con esos artistas un
cierto estilo objetivo y desapasionado en su arte.
Caulfield falleció el 29 de septiembre de 2005 y fue
enterrado en el "Highgate Cemetery", en Londres,
Inglaterra. Su tumba, diseñada por él mismo, es fiel a su estilo: las
letras que conforman la palabra DEAD (MUERTO), están perforadas en
una elegante losa de piedra, una fuerte declaración presentada con la misma
objetividad que sus pinturas.
-FAMILIA CASTAÑOS ("Panteón de Belén", Guadalajara, Jalisco, México)
Cuenta la leyenda que los jóvenes José María Castaños y Andrea Retes, de la ciudad de Guadalajara, México, estaban muy enamorados y ya habían hecho planes para casarse. Se les veía muy seguido caminando juntos desde la Alameda hasta la Plaza de Armas. Todo parecía perfecto para ellos, aunque la realidad era muy distinta, ya que las familias de ambos se oponían a la unión por la marcada diferencia que existía entre sus posiciones sociales. La principal oposición venía por parte de la madre de José, quien hacía hasta lo imposible para separarlos, llegando hasta el límite de atreverse a sobornar a los padres de Andrea, ofreciéndoles una buena cantidad de dinero y bienes para que se encargaran de que la joven no volviera a ver a José. Las familias Castaños y Retés estaban cada vez más enfrentadas, pero la relación entre José y Andrea continuaba a pesar de todo y de todos.
Los jóvenes tenía cada vez más dificultades par verse, y lo hacían en escasas oportunidades y siempre a escondidas. Un día lograron encontrarse en la Alameda, y, lágrimas, tomaron una decisión definitiva: permanecerían juntos toda la eternidad, para que ni sus familias ni el tiempo pudiera separarlos. Para ello tendrían que morir. Al ocaso, fueron encontrados sus cuerpos inertes, pero juntos y tomados de la mano en el "Jardín de Aranzazú".
La
familia de José tenía una propiedad en el "Panteón de Belén", y allí fueron sepultados los jóvenes, en una tumba ornamentada con dos cruces entrelazadas, como símbolo de la unión que no pudo concretarse, y otra cruz más grande, con la que piden
perdón al Señor por el pecado cometido al suicidarse por amor.
La
madre de José fue acosada por los remordimientos. Se sentía la principal
responsable de la muerte de los enamorados, e incluso la gente del pueblo la señalaba como
la culpable. Ningún llanto, ningún lamento, ningún grito, ningún rezo, era suficientes para desahogar ese inmenso dolor que sentía por la muerte de los jóvenes. Su corazón estaba deshecho. Decidió un día hacerles una ofrenda con la
esperanza de lograr el perdón de Dios y de los jóvenes a los que tanto mal les
había provocado. Llegó muy temprano al cementerio y colocó entre las
cruces entrelazadas un hermoso lazo nupcial elaborado con bellas flores
naturales, que, inmediatamente, se convirtió en piedra, formando una sola pieza con las dos cruces entrelazadas. La madre comprendió, entonces, que José y Andrea la habían perdonado.
La tumba de los enamorados es uno de los grandes atractivos del "Panteón de Belén". En
1996, durante una fuerte tormenta, una rama tumbó y rompió las cruces entrelazadas, pero los pedazos están
amontonados en un lado de la sepultura, y aún pueden apreciarse las flores de piedra.
Aparentemente, la tumba pertenece, realidad, a los padres del ingeniero Gabriel Castaños Retes, constructor del "Acueducto Castaños", el "Arenero Curiel" y las torres de la "Basílica de Zapopan", entre otras importantes obras de la zona.
-FAMILIA RIBAUDO ("Cimitero Monumentale di Staglieno", Génova, Italia)
La maravillosa escultura que ornamenta el sepulcro de la Familia Ribaudo en el "Cimitero Monumentale di Staglieno", en Génova, Italia, data de 1910 y es obra del escultor Onorato Toso, autor, entre otros trabajos, del púlpito del "Santuario di Nostra Signora della Misericordia" en Savona.
La imagen del ángel fue utilizada setenta años después de su realización para ilustrar la portada de un famoso disco: el single de “Love Will Tear Us Apart”, de la banda británica post-punk Joy Division, publicado en 1980. El título de la canción es el epitafio de otra tumba, la del del líder de Joy Division, Ian Curtis, que se suicidó en 1980.
-MARTHE JOSEPHINE BESSON ("Highgate East Cemetery", Londres, Inglaterra)
Marthe Josephine Besson fue una empresaria anglo-francesa que dirigió la fábrica de instrumentos musicales de bronce "Besson" en las últimas décadas del siglo XIX, después de la muerte de sus padres, desde 1877 hasta 1895. Se casó con Adolphe Fontaine en Marylebone a principios de 1879. Su esposo era agregado en el consulado francés, un hombre de temperamento incierto, encantador y afable en los días de su noviazgo, pero nada fácil como marido. Marthe cambió el nombre de la empresa a "Besson-Fontaine" y permitió que su marido formara parte del negocio de su familia. Las cosas no fueron bien. Adolphe se peleó con los empleados y provocó una huelga y bloqueo de seis semanas entre los 95 trabajadores de la fábrica de París. También hubo indicios de violencia doméstica: Marthe declaró, cierta vez, que Adolphe había intentado matarla. A pesar de sus diferencias, la pareja tuvo una hija, Martha Juliette Gabrielle Fontaine, nacida un año después de casarse, pero esto no impidió que Marthe dejara a su marido en Francia a principios de la década de 1890, regresando a Londres con su hija, tratando de obtener un divorcio. Había iniciado una relación con un español de apellido Alcaraz.
Cuando no logró disolver su matrimonio, sin consultar a Adolphe, liquidó la mayoría de sus activos comerciales, y luego partió a Europa con Alcaraz. El furioso Adolphe partió en persecución, siguiéndola a Bélgica, Holanda y Portugal, denunciándola como ladrona y adúltera ante el cónsul francés en cada ciudad, intentando que las autoridades civiles la arrestaran. La prensa europea siguió el caso con gran interés y Marthe no dudó en tomar represalias contra las acusaciones de su esposo frente a cualquier periodista que quisiera escuchar.
Finalmente, Marthe fue arrestada en Sevilla por "Scotland Yard", que la llevó de regreso a Londres para enfrentar un juicio. Las acusaciones en su contra finalmente fueron desestimadas y una vez que la llamarada de publicidad causada por el caso judicial terminó, ella desaparece de la vista pública.
Aparentemente, el amante de Marthe se suicidó en España luego de que ella, para ese entonces embarazada de su hijo Frank, fuera arrestada. Tuvo que ceder la custodia de su hija a Adolphe y se radicó un tiempo en el extranjero. Regresó a Londres en 1904 y falleció el 15 de septiembre de 1908, a los 56 años.
Marthe Josephine Besson fue enterrada en el "Highgate East Cemetery", en Londres. Su tumba es un impresionante cofre de granito rosa con pilastras, elevada sobre una base, con escalones debajo, rematada por la escultura de mármol de una doncella vestida con túnica, semi reclinada, que remata la tumba. Se apoya en un monumento cubierto con un medallón de bajorrelieve en el frente, que muestra el rostro de Besson de perfil y sostiene una hoja de palma en su mano, como símbolo de la victoria sobre la muerte. La inscripción en el monumento dice:
"In loving memory of
Marthe Josephine Besson,
daughter of Gustave Besson
of Paris and London
and beloved wife of Adolphe Fontaine.
Died 15th Sept 1908, aged 56 years.
Her great talents and untiring energy gained the praise of the foremost masters in the musical world."
("En recuerdo amoroso de
Marthe Josephine Besson,
hija de Gustave Besson
de París y Londres
y querida esposa de Adolphe Fontaine.
Murió el 15 de septiembre de 1908, con 56 años.
Sus grandes talentos y energía incansable ganaron la alabanza de los maestros más importantes en el mundo musical.")
El monumento, encargado a "A. MacDonald & Co. Ltd", es muy bello, y cualquier desprevenido que no conozca la historia de Marthe, podría imaginar, al verlo, que ella y Adolphe fueron una pareja ideal.
-JUAN DIEGO MARTÍNEZ DE MARCILLA E ISABEL DE SEGURA ("Iglesia de San Pedro de Teruel", Teruel, Aragón, España)
Cuenta la leyenda que, corría el siglo XIII cuando Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, dos jóvenes enamorados desde la infancia que vivían en Teruel, Aragón, España, buscaban el momento oportuno para contraer matrimonio. Ella era una rica heredera; él, un muchacho honrado pero pobre. Ante una diferencia tan clara en su condición social, la familia de Isabel dio un margen de cinco años al muchacho para hacer fortuna.
Para lograr enriquecerse, don Diego marchó a la guerra y el tiempo pasó sin que Isabel recibiera noticias de su enamorado, que se mantenía ocupado logrando su objetivo. La muchacha nunca dejó de pensar en él, un sentimiento recíproco por parte del joven de Teruel. La larga espera terminó por impacientar al padre de la muchacha, que decidió planificar el enlace de su hija con un hombre de noble casta y poder sin igual: don Pedro de Azagra.
Poco antes de anunciar el desafortunado casamiento, Juan Diego de Marcilla ya partía rumbo a Teruel con la fortuna amasada. Cuando cruzó las puertas de la ciudad un lugareño se acercó para informarle del flamante matrimonio de su querida Isabel. Desesperado e incrédulo ante la situación, el joven corrió hasta el hogar de la nueva pareja. Como si de una furia se tratara, entró en los aposentos de la novia y le pidió un beso de amor. Ella se negó, dada su condición de mujer casada.
Ante el dolor de la negativa, don Diego cayó muerto. Durante el funeral, doña Isabel se acercó al cuerpo de su amado y le dio el beso que le había negado en vida. Al hacerlo, cayó muerta sobre el cuerpo de su amado. Al conocer la historia de su desafortunado romance, las dos familias decidieron enterrarlos juntos. Para que así pudieran estar juntos por toda la eternidad. Como ellos siempre quisieron. Desde entonces se les conoce como los Amantes de Teruel.
Los restos de los Amantes de Teruel se encuentran hoy en día en el "Mausoleo de los Amantes", anexo a la "Iglesia de San Pedro de Teruel". Su hermoso sepulcro, hecho a base de alabastro blanco, fue obra del artista Juan de Ávalos. A pesar de la gran afluencia turística que recibe cada año, algunas fuentes aseguran que los cuerpos enterrados allí no pertenecen a don Diego y doña Isabel. El ADN de ambos individuos data del siglo XIV, una época que no corresponde con el relato original. Sin embargo, también es muy probable que las fechas exactas en las que sucedió la historia se confundieran con el paso de los años.
Cada 14 y 15 de febrero, se realizan en Teruel festejos que recuerdan como fue la historia de los enamorados de Teruel, con incluso cortejo fúnebre hasta las puertas de la "Iglesia de San Pedro de Teruel".
-JACOB WERNER CONSTANTIN VAN GORKUM Y JOSEPHINA VAN
AFFERDEN ("Nabij Kapel en' t Zand", Roermond, Países Bajos)
Los neerlandeses Jacob Werner Constantin van Gorkum, proveniente de una familia protestante, y Josephina van Aefferden, la novena de diez hijos de una familia de aristócratas católicos, se enamoraron a mediados del siglo XIX. Su relación no estaba bien vista ya que Jacob, por entonces coronel de caballería, era once años mayor que Josephina, pertenecían a diferentes categorías sociales y, lo más importante, profesaban distintas religiones. En ese momento, los Países Bajos estaban bajo un régimen de pilarización: la sociedad se dividió en pilares correspondientes a las religiones. Protestantes, católicos y judíos son los tres pilares, cada uno organizado según sus usos y costumbres.
La pareja, a pesar de todo, contrajo matrimonio
el 3 de noviembre de 1842. Con un hijo y dos hijas, la familia se
acomodó a las estrictas reglas del sistema segregacionista. Pero una norma
fue inevitable: los dos cónyuges no podían ser enterrados juntos. Cuando el
arquitecto Pierre Cuypers reconstruyó
el antiguo cementerio "Nabij Kapel en' t Zand", en Roermond, ciudad donde
vivía la pareja, estableció una zona
católica y otra protestante, separadas por un muro.
Cuando Jacob falleció el 29 de agosto de
1880, su tumba fue construida en la zona protestante del cementerio,
contra la pared de piedra de la sección católica.Ocho años después, el 29 de
noviembre de 1888, murió su esposa, que no fue enterrada en la tumba de su
familia en el centro del cementerio, sino en otra ubicada contra la pared,
detrás de la cual está la tumba de su esposo. Ambos sepulcros disponen
de unas lápidas lo suficientemente altas como para elevarse por encima del muro
y están conectadas por dos manos entrelazadas, como un símbolo de
amor más allá de la muerte y la religión.
-JOSEPH PALMER (“Evergreen Cemetery”, North Leominster, Massachusetts, EE. UU.)
En la
primera mitad del siglo XIX pocos hombres en Estados Unidos tenían
vello facial y los que se dejaban crecer la barba eran considerados excéntricos
y desaliñados. Sin embargo un agricultor llamado Joseph Palmer, de Fitchburg,
Massachusetts, veterano de la Guerra de 1812, insistió
en llevar una larga barba. Apodado el viejo judío, a menudo era
acosado por eso. Incluso el pastor local, George Trask, predicó
en contra de la barba de Palmer y le exigió
que se afeitara, a lo Joseph respondió airadamente: “Si
mal no recuerdo, Jesús llevaba una barba parecida a la mía".
En mayo de
1830, Palmer fue atacado por cuatro hombres a la salida de un
hotel. Armados con navajas y tijeras, los atacantes trataron de afeitarlo a la
fuerza, pero el barbudo Palmer se defendió y apuñaló a dos de
sus atacantes con una navaja. Se negó a pagar la multa que se le impuso y fue
encarcelado durante 15 meses.
A lo largo
de su encarcelamiento, Palmer insistió en que era inocente y
que pagar una multa, aunque fuera sólo de diez dólares, equivalía a admitirse
culpable. El caso de Palmer se convirtió en una
vergüenza para las autoridades del condado, que se dieron cuenta de que su pena
superaba con creces su crimen, por lo que enviaron a varios comités a la cárcel
para convencerlo de un cambio de actitud. Pero no fue hasta que David
Brigham, el juez que lo había multado, lo visitó en prisión, que Palmer cedió.
El juez llevaba una carta de la madre de Palmer, una mujer de
más de ochenta años, rogándole que volviera a casa. El 31 de agosto de
1831, Joseph pagó la multa y salió de la cárcel.
Al abandonar la prisión, Palmer se unió a la comunidad utópica de "Fruitlands" en la cercana ciudad de Harvard. Murió en 1873 a la edad de 84 años y fue enterrado en el “Evergreen Cemetery”, en North Leominster, Massachusetts. En su lápida está tallado su barbudo retrato y una inscripción reza: "Perseguido por llevar barba".
Al abandonar la prisión, Palmer se unió a la comunidad utópica de "Fruitlands" en la cercana ciudad de Harvard. Murió en 1873 a la edad de 84 años y fue enterrado en el “Evergreen Cemetery”, en North Leominster, Massachusetts. En su lápida está tallado su barbudo retrato y una inscripción reza: "Perseguido por llevar barba".
-CATALINA LAZA DEL RÍO NORIEGA Y JUAN PEDRO BARÓ ("Cementerio de Colón", La Habana, Cuba)
En La Habana, Cuba,
a principios del siglo XX, tuvo lugar un escándalo sonado para la época. Un
rico terrateniente azucarero, Juan Pedro Baró, casado y con una hija, inició un romance con
una mujer, también casada, de una belleza impresionante. Era Catalina
Laza del Río Noriega, una mujer
llamada “La Maga Halagadora” por
la prensa de la época. Se cuenta que había ganado concursos de belleza y que
tenía unos enormes ojos azules, piel blanquísima, y una hermosa figura.
Catalina se había casado en 1898 en Tampa, Florida, con Pedro Luis Estévez Abreu.
Juan Pedro y Catalina iniciaron su romance en París,
en un salón de baile y mantuvieron su romance clandestino entre París y La
Habana, hasta que la tía del marido engañado, Rosalía Abreu de
Castro, supo de la relación y contrató a un detective privado que
descubrió a los amantes en una suite del "Hotel Inglaterra".
Catalina, entonces, le pide a su esposo la disolución
matrimonial. Pedro Luis Estévez Abreu, temiendo perder su prestigio
social, se la niega, así que los dos amantes deciden dar un paso decisivo para
obtenerla. Una noche, Juan Pedro y Catalina se
presentan juntos en el teatro, algo inadmisible para la sociedad de la época y
un desprecio público al marido. La reacción de la sociedad habanense fue la de
manifestar el desprecio social a la pareja de amantes y los asistentes al
teatro lo abandonaron, dejándolos solos en el recinto.
A pesar del tumulto que se ocasionó por el
abandono masivo del teatro, los actores, que se conmovieron al ver a los
dos amantes abrazados, dándose consuelo, siguieron con la función como si nada
hubiese sucedido. Catalina se acercó al escenario, se quitó
todas sus joyas y allí las dejó, como muestra de agradecimiento a los
actores. Al día siguiente el marido la acusó de bigamia y adulterio, y los
diarios de Cuba se llenaron de feroces críticas a la
mujer.
Juan Pedro y Catalina se marcharon a París y tiempo
después visitaron al Papa Pío XII, quien escuchó su historia durante toda una
tarde. Luego bendijo a los dos enamorados y dispuso la disolución del
matrimonio de Catalina. Volvieron a Cuba en
1917 y Mario García Menocal, el presidente de la República, firmó
la Ley de Divorcio, quedando registrados oficialmente los dos
primeros divorcios en Cuba : el de Luis
Estévez y Catalina Lasa, y el de Juan
Pedro Baró y Rosa Varona.
En 1925, Juan Pedro encargó a
los arquitectos Govantes y Cabarrocas que
construyesen una mansión que le regaló a Catalina, con fachada
de estilo renacentista florentino e interiores art decó combinado
con referencias egipcias y mármoles de Carrara. Se dice que la
arena usada en los revestimientos se trajo desde las orillas de río Nilo,
y que los estucos fueron realizados por la casa “Dominique” de Francia,
que envió a su personal a Cuba para realizar esos trabajos por
el método “en caliente”. En el proyecto también participó el
cristalero francés René Lalique.
La misma aristocracia tanto los discriminó
asistió a la inauguración de la mansión en octubre de 1927. La leyenda cuenta
que Baró mandó diseñar una joya única como regalo para cada
uno de los invitados y que adjuntó a las invitaciones cuadros de famosos
pintores cubanos.
En el jardín de la mansión, Juan Pedro hizo
sembrar un rosal único, llamado “La Enamorada”, de flor amarilla,
nacida del injerto de floricultores habaneros del "Jardín El
Fénix". Se trata de una rosa redonda y de pétalos muy cerrados a
la que se bautizó con el nombre de Catalina.
El 3 de diciembre de 1930, a causa de un
extraño mal, falleció Catalina Laza del Río Noriega. Su
entierro fue el más elegante de la historia de Cuba: los
hombres vistieron de frac y las mujeres, de largo.
Catalina fue
sepultada con todas sus joyas en el panteón que Juan Pedro mandó
construir en la avenida principal del "Cementerio de
Colón". Se trata una estructura estilo art déco, semicircular,
de mármol y con dos puertas monumentales que lucen sendos ángeles de alas
amplias en bajorrelieve. Está diseñado de tal forma que los rayos del sol,
cuando penetran por a mañana a través de unos pequeños vitrales, dibujan una
rosa similar a la que lleva el nombre Catalina, un trabajo de René
Lalique. La obra costó un poco más de un cuarto de millón de pesos en
oro.
Juan Pedro murió diez años después de haber enviudado. Cuentan que se hizo
enterrar de pie para velar de cerca el sueño de su amada Catalina.
-MARÍA GARCÍA GRANADOS Y SABORÍO ("Cementerio General de la Ciudad de Guatemala", Guatemala)
María García Granados y Saborío, nacida en la Ciudad de Guatemala en 1860, fue una dama de sociedad guatemalteca, hija del general Miguel García Granados, que fue presidente de Guatemala, y cuya residencia servía de tertulia para los artistas y literatos más destacados del país.
En 1877, un joven José de Martí de 24 años, llegó a Guatemala procedente de México. Al llegar a dicho país, manifestó una visión crítica respecto a la inferiorización de la que era objeto la mujer guatemalteca: en un artículo denominado "Los códigos nuevos", publicado en "El Progreso", el 22 de abril de 1877 realiza una reflexión a pedido de Joaquín Macal, Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala: "¿Cuál es el primero de los lastres coloniales de la legislación depuesta que menciona? El poder omnímodo del señor bestial sobre la esposa venerable. Da la patria potestad a la mujer, la capacita para atestiguar y, obligándola a la observancia de la ley, completa su persona jurídica. ¿La que nos enseña la ley del cielo, no es capaz de conocer la de la tierra?".
Martí centró su atención en las damas guatemaltecas de "andar indolente, de miradas castas, vestidas como las mujeres del pueblo,—con las trenzas tendidas sobre el manto, que ellas llaman pañolón; la mano ociosa contando a las puntas flotantes del manto los goces infantiles o las primeras penas de su dueña", y cuando conoció a María García Granados, una dama semejante, pero más cosmopolita e ilustrada, quedó inmediatamente prendado de ella, a pesar de que estaba comprometido para casarse con Carmen Zayas Bazán.
Martí impartió clases a María en la "Academia de Niñas de Centroamérica", dirigida por José María Izaguirre, desde junio de 1877, meses después de su llegada a esta nación centroamericana en marzo de 1877. A fines de 1877, Martí se fue a México y regresó hasta inicios del siguiente año, ya casado con Carmen.
María García Granados y Saborío murió el 10 de mayo de 1878, a los 17 años, de neumonía, lo que dio lugar a una triste leyenda inspirada por los amores frustrados entre el poeta y María. Martí dejó su tristeza plasmada en el poema IX de sus "Versos Sencillos":
"Quiero, a la sombra de
un ala,
contar
este cuento en flor:
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor."
la niña de Guatemala,
la que se murió de amor.
Eran de lirios los ramos;
y las orlas de reseda
y de jazmín; la enterramos
en una caja de seda...
Ella dio al desmemoriado
una almohadilla de olor;
él volvió, volvió casado;
ella se murió de amor.
Iban cargándola en andas
obispos y embajadores;
detrás iba el pueblo en tandas,
todo cargado de flores...
Ella, por volverlo a ver,
salió a verlo al mirador;
él volvió con su mujer,
ella se murió de amor.
Como de bronce candente,
al beso de despedida,
era su frente -¡la frente
que más he amado en mi vida!...
Se entró de tarde en el río,
la sacó muerta el doctor;
dicen que murió de frío,
yo sé que murió de amor.
Allí, en la bóveda helada,
la pusieron en dos bancos:
besé su mano afilada,
besé sus zapatos blancos.
Callado, al oscurecer,
me llamó el enterrador;
nunca más he vuelto a ver
a la que murió de amor."
Cuando Martí consiguió publicar los "Versos Sencillos", en 1891, Carmen y su hijo habían ido a visitarlo a Nueva York Poco después, Carmen embarcó hacia La Habana a escondidas, para lo cual solicitó colaboración a las autoridades españolas, produciéndose así la separación irreversible del matrimonio y el alejamiento definitivo de su hijo. Martí entonces le escribió a un amigo: "Y pensar que sacrifiqué a la pobrecita, a María, por Carmen, que ha subido las escaleras del consulado español para pedir protección de mí".
Martí dejó entrever en su poema incluso más que una muerte por tristeza: insinúa, alegóricamente, el suicidio de la amante rechazada, pero persiste la leyenda creada como consecuencia de una interpretación demasiado literal del poema, no existen evidencias documentales de suficiente peso capaces de acreditar que María atentara contra su vida o, incluso, falleciera producto de un estado depresivo. La versión familiar dice que María, aunque acatarrada, aceptó ir a nadar con su prima, lo que era actividad habitual para ellas, quizá para distraerse de la tristeza en que se hallaba sumida tras el regreso de Martí, ya casado con Carmen. Después del paseo, su estado empeoró y murió a causa de una enfermedad de las vías respiratorias que ya padecía.
José María Izaguirre avaló el mito de muerte por amor: "Cuando Martí regresó con Carmen no fue más a casa del general, pero el sentimiento se había arraigado profundamente en el alma de María, y no era ella del temple de las que olvidan. Su pasión se encerraba en este dilema: verse satisfecha, o morir. No pudiendo verificarse lo primero, le quedaba el otro recurso. En efecto, su naturaleza se resintió del golpe, fue decayendo paulatinamente, un suspiro continuo la consumía y, a pesar de los cuidados de la familia y los esfuerzos de la ciencia, después de estar algunos días en cama sin exhalar una queja, su vida se extinguió como el perfume de un lirio".
María fue originalmente sepultada en el "Cementerio de San Juan de Dios", y posteriormente trasladada al entonces nuevo "Cementerio General de la Ciudad de Guatemala".
En 2013, con motivo de celebrarse el 160.° aniversario del nacimiento de José Martí la embajada de Cuba en Guatemala ubicó la tumba de María en el "Cementerio General de la Ciudad de Guatemala" y en una ceremonia con diplomáticos guatemaltecos, se develó una placa conmemorativa dedicada a la "Niña de Guatemala", con la siguiente inscripción:
"Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
la que se murió de amor
José Martí
A María García Granados, la Niña de Guatemala.
28 de enero 2013"
Algunos miembros del personal del "Cementerio General de la Ciudad de Guatemala" relatan que el mausoleo de María es uno de los más visitados en el cementerio, especialmente por jóvenes que le peiden ayuda en cuestiones amorosas. También relataron se cuentan historias de apariciones de una dama con semblante triste que pide que se adorne la tumba de la "Niña de Guatemala".
-ARMANDO ÁLVAREZ GONZÁLEZ ("Cementerio de la Almudena”, Madrid, España)
Armando Álvarez González vivía con perritas pequinesas. Cuando falleció, en 1951, las perras desaparecieron. Después del entierro de Álvarez González, en el “Cementerio de la Almudena”, en Madrid, las encontraron al pie de su sepultura. Llevaban días velándolo. En honor a esta conmovedora historia se erigió una escultura que representa al hombre en su lecho de muerte y a las dos perritas, fieles, a su lado.
Hasta aquí, amigos míos, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con unas palabras de Charles Baudelaire: “Lejos de las sepulturas célebres, camino de un cementerio aislado, mi corazón,como un tambor cubierto de crespones, va redoblando una marcha fúnebre.”
Buenos días.
Buenos días.
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