BRILLANTINA
Y TACOS CARRETEL
“Arrancá, que hay un lugar
genial, donde es frío el gin y el piano es infernal. Algo ruidoso es, hay
bronca dos por tres. Y siga el jazz.”
Al fin se me dio.
Con nuevo elenco, brillo, plumas y tacos carretel, volvió a la calle Corrientes uno de
los musicales más exitosos de todos los tiempos: “Chicago”. Contando con la producción general de
Daniel Grinbank, se reestrenó en Buenos Aires esta joyita imperdible. La obra
cuenta con la actuación de Melania Lenoir, Natalia Cociuffo y Martín Ruiz en
los roles principales. Melania, estupenda, le pone su cuerpo a una Velma poderosa. Natalia es una
simpatiquísima Roxie, y
Martín, un atractivo Billy
Flynn.
El origen de “Chicago” se remonta a los años ’20, cuando
Maurine Dallas Watkins, una joven reportera del Chicago Tribune, siguió de cerca la historia de dos
jacarandosas homicidas, Belva Gaertner, una cantante de cabaret acusada de
asesinar a su amante, y Beulah Annan, una amita de casa de temer, que también
se deshizo del suyo. Watkins se basó en los aspectos sensacionalistas de ambos
casos y ofreció a sus lectores historias jugosas sobre estas dos “nenas del jazz” corrompidas por el licor y los
hombres. Caracterizó a Belva como “la
asesina más elegante” y a la
joven Beulah como la “asesina
más bonita”. Después de
sonados juicios ambas mujeres fueron absueltas y Maurine Dallas Watkins
escribió una obra de teatro basada en sus historias. Beulah Annan se convirtió
en "Roxie Hart", Belva Gaertner en "Velma Kelly", Albert Annan, el insípido e invisible
esposo de Beulah, en "Amos
Hart", y los dos
abogados que intervinieron en los casos, William Scott Stewart y W. W. O'Brien,
se combinaron en el personaje de “Billy
Flynn”.
La obra, llamada
originalmente "The Brave Little Woman", se estrenó en Brodway
en 1926 y, después de 172 representaciones, estuvo de gira durante dos años por
todo Estados Unidos (como anécdota curiosa vale contar que Amos Hart fue representado en Los Ángeles por un
joven y desconocido Clark Gable). En 1927, “Chicago” fue llevada por primera vez al cine,
en una producción muda donde la bellísima Phyllis Haver dio vida a Roxie Hart. En 1942, la obra fue adaptada
nuevamente a la pantalla grande, interpretada esta vez por la famosa Ginger
Rogers, bajo el título de “Roxie
Hart”.
En 1975, el talentosísimo Bob
Fosse (que había perseguido a Maurine tenazmente para conseguir los derechos de "Chicago" y pudo adueñarse de ellos sólo después
de la muerte de su autora) convirtió las andanzas de Roxie y Velma en un delicioso musical. Desde entonces y hasta el día de hoy,
no ha dejado de representarse en los teatros de todo el mundo. "Chicago" fue llevado al cine en el año 2002,
dirigido por Rob Marshall y magistralmente interpretado por Renée Zellweger (Roxie) y Catherine Zeta-Jones (Velma).
“Chicago” se representó por primera vez en Buenos Aires en el año 1978, con
un elenco de lujo: Ámbar La Fox y Nélida Lobato tuvieron los roles
protagónicos. En el año 2001 se repuso la obra, esta vez interpretada por
Alejandra Radano y Sandra Guida.
Casi una década después, “Chicago”, el gran musical, está otra vez en la calle
Corrientes. Sería un crimen
perdérselo. Y yo no
me lo perdí. Entré al Lola Membrives con muchas
expectativas y salí contenta. Lo que es mucho decir, considerando
que soy una fanática absoluta de “Chicago” y que después de ver a mi adorado
Michael C. Hall en la piel de Billy
Flynn todo me sabe a poco.
“Chicago” está interpretado por artistas jóvenes y talentosos. Melania
Lenoir contó en una entrevista que se enamoró de Bob Fosse a los 12 años: “Hacer el personaje de Velma Kelly
es una bendición única, porque toda actriz de comedia musical sueña con él.
Protagonizar esta obra te enfrenta a tu artista interior, el aporte que le
hacés a tu rol es muy genuino y personal.” Natalia Cocciufo, que, además de
desempeñarse como actriz y bailarina, posee su propio grupo musical de rock y
pop, Natural,
comentó: “ ‘Chicago’ es tan
poderosa porque tiene una música y una coreografía con extremos viscerales, que
logran conmoverte desde un lugar muy profundo”. Por su parte, Martín Ruiz, quien
tuviera el rol protagónico en el musical “La
bella y la bestia”, puso un
toque de humor al referirse a su papel en “Chicago”:
“Del príncipe bueno ahora pasé a ser un abogado corrupto, me crucé a la vereda
de enfrente.” Los tres se ven
muy cómodos en los roles que les ha tocado jugar. Cabe destacar, también, las
actuaciones de Horacio Vay (Amos), Alejandra Perlusky (Mama Morton) y M. Rivero (Mary Sunshine). Y el estupendo trabajo del ensemble y de la orquesta dirigida por Gerardo
Gardelín.
Sólo me resta decir, por si
no quedó claro, que esta puesta en escena de "Chicago" vale la pena. Y que, gracias a una intervención que
juzgo divina, el papel de Roxie
Hart no fue a caer en manos
de la espantosa Florencia Peña, politizada y mediocre actriz que lo hubiese
destrozado, como destrozó el de Fran
Fine, el de Samantha Stephens y el de Peggy Bundy. Hubiese sido muy triste que esta
pavota sobreactuada le pusiera el cuerpo a Roxie, como se barajó en algún momento.
A pesar de estar ambientado
en los años '20, el musical es
de una actualidad pasmosa. Será porque el crimen, la corrupción y la jarana existen desde que el mundo es
mundo. Como pintan las cosas
tenemos "Chicago" para rato.
Y sigue el jazz.
Fotografía 1: Melania Lenoir (Velma) y Natalia Cociuffo (Roxie)
Fotografía 2: Martín Ruiz (Billy Flynn)
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