jueves, 30 de agosto de 2012

SEXOSOMNIA: SONÁMBULOS DEL AMOR


SEXOSOMNIA: SONÁMBULOS DEL AMOR

“Vení a dormir conmigo: no haremos el amor, él nos hará.”
Julio Cortázar

El que dijo que no había nada nuevo bajo el sol, le erró fiero. Bajo el sol y, sobre todo, bajo la luna, encontramos novedades todos los días y todas las noches. Porque en lo que a sexo se refiere, constantemente aparece información flamante que nos ilustra acerca de filias, fobias, y nóveles usos y costumbres. La novedad de hoy es la sexosomnia, un trastorno que, según fuentes informadas, padece el 1% de la población mundial.
Parece que hay señoras y señores que se despiertan junto a parejas felices y satisfechas porque el sexo de la noche anterior fue fabuloso, pero no recuerdan haber hecho el amor con ellos. Suponen que sus medias naranjas lo soñaron o lo inventaron vaya uno a saber con qué ladina intención. Pero no. Esa gente que tuvo sexo y no lo recuerda, o tiene una memoria de miércoles o padece sexosomnia: copula en estado de sonambulismo. Mirá vos.
La sexsonmia, señoras y señores,  no es más que una parasomnia o trastorno del sueño. Es un tipo de sonambulismo que hace que, quien lo padece, mantenga o busque mantener relaciones sexuales estando absolutamente dormido. Hay personas con sonambulismo que se levantan de la cama dormidas como lirones con intenciones más prosaicas: cocinar, limpiar o pasear al perro. Los sexosomnes (florida palabra que acabo de inventar) hacen lo mismo, pero sus intenciones son exclusivamente carnales. Mientras tienen sexo en este estado, los padecientes no tienen conciencia de nada de lo que hacen y, obviamente, no recuerdan por la mañana ninguna de sus proezas eróticas. Esto, que parece jocoso e inofensivo, puede entrañar peligros insospechados: hay constancia de asaltos sexuales y violaciones de personas que padecían sexsomnia.
Hombres y mujeres somos capaces de tener respuestas físicas frente a un sueño especialmente  excitante. Las poluciones nocturnas son frecuentes en los hombres jóvenes, lo mismo que las erecciones mientras se está dormido. A las mujeres nos sucede algo parecido: los vasos sanguíneos se dilatan y se puede producir lubricación. En ambos casos se puede llegar al orgasmo sin despegar un ojo. Pero la sexsomnia va un poco más lejos.
Es bastante poco lo que se sabe de este inquietante padecer. Fue descubierto hace unos pocos años (¿vieron que novedades siempre hay?) durante  pruebas realizadas con el fin de desentrañar y catalogar los trastornos del sueño. Afecta tanto a hombres como mujeres, y, tal como dijimos anteriormente, lo sufre aproximadamente al 1% de la población mundial. Aparece sobre todo en situaciones de estrés y viene precedido y acompañado por otros trastornos del  sueño. El insomnio es una de sus principales causas, junto a los terrores nocturnos padecidos en la infancia y la adolescencia y el sonambulismo no sexual (cocineros, limpiadores y paseadores de perros pueden degenerar en amantes desaforados). El trastorno, como todos los trastornos, se agudiza con la ingesta de alcohol, tabaco y drogas. Y, por supuesto, hay causas genéticas que predisponen a esta misteriosa dolencia.
Para enterarnos si padecemos o no sexsonmia es menester visitar a un especialista que realice un polisomnograma,  el examen más frecuentemente realizado en los centros de medicina del sueño. Con los resultados en mano, recomendará tratamientos psicológicos y médicos.
Yo, mis queridos, que me considero una dama medianamente culta, acabo de enterarme hoy de la existencia de este trastorno conmocionante. No sé ustedes.
Después de exponer todo lo que sé acerca de la sexsonmia me despido con un pensamiento de Amado Nervo: “Quienes piden lógica a la vida se olvidan de que es un sueño. Los sueños no tienen lógica. ¿vale acaso la pena haber vivido, para encontrar, después de tantas cosas que, sin duda, las horas más hermosas son las que hemos dormido? Yo he vivido porque he soñado mucho. ”

Buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario