¡SERIAL SEXY!
“Todos guardamos un cadáver en el armario. Aunque, en este caso, Dexter tiene todo un vestidor.”
Michael C. Hall
La primera vez que vi a Michael C. Hall dirigía una funeraria y se besuqueaba con un pedazo de hombre (Mathew St. Patrick) que ya quisiera manotear más de una. Interpretar a David Fisher, el controlador pero adorable chico gay de “Six Feet Under”, fue todo un desafío para Michael. Desafío del que, por supuesto, salió airoso. “Lo que me ponía más nervioso no era tanto besar a un tipo, sino hacerlo bien”, confesó Hall.
“Six Feet Under”, fue, sin duda, una de las mejores series en la historia de la televisión. Nombrada en tercer lugar por la revista Cinemanía en su lista de "Las 50 mejores series de televisión del siglo XXI", “Six Feet Under” estuvo al aire desde junio de 2001 hasta agosto de 2005. La serie, creada por el talentosísimo Alan Ball, conocido por ser el guionista de la exitosa “American Beauty”, narra la vida cotidiana de la familia Fisher, dueña de una empresa de funerales en Los Ángeles, Fisher & Sons, y la búsqueda de cada uno de sus integrantes de “su” lugar en el mundo. Refiriéndose al concepto de la serie, Alan Ball se hizo las grandes preguntas que plantea el episodio piloto: “¿Quiénes son estas personas... estos directores de casas funerarias que contratamos para que enfrenten a la muerte por nosotros? ¿Cómo eso afecta sus vidas, el crecer en un hogar donde hay cadáveres en el sótano, el ser un niño e ir junto a tu padre que esta trabajando con un cuerpo abierto encima de una mesa? ¿Como te afectaría eso a ti (…) "Six Feet Under" se refiere no sólo a ser enterrado como un cadáver, sino a aquellas emociones y sentimientos que se mueven bajo la superficie. Cuando uno se encuentra rodeado de muerte existe la necesidad de tener experiencias de una cierta intensidad que sirvan de contrapeso... una necesidad de escaparse. Es el caso de Nate siendo mujeriego, es el caso de Claire y su experimentación sexual, es Brenda y su compulsión sexual, es David y su homosexualidad, es Ruth teniendo varias relaciones. Es la vida que trata de abrirse paso a través de todo ese sufrimiento, dolor y depresión para seguir adelante.”
Después
de “Six Feet Under” llegó “Dexter”. Michael
C. Hall tuvo la gran oportunidad de hacerse cargo de un personaje oscuro pero
infinitamente seductor. “Dexter es de día un analista de patrones de
manchas de sangre, criminólogo forense, un civil que trabaja con oficiales de
la policía de Miami. Pero de noche… es alguien que no duerme demasiado. Dedica
gran parte de su tiempo a perseguir y matar criminales, otros asesinos. Es
admirable, ya que realmente convirtió en limonada esa enorme cantidad de
limones que la vida puso en sus manos”, comentó el actor. “Todos
guardamos un cadáver en el armario. Aunque, en este caso, Dexter tiene todo un
vestidor (…) Dexter lleva su oscuridad de manera formidable. Es un hombre que
ha tomado cierta responsabilidad sobre esa compulsión que tiene. Si matara a
gente cualquiera en lugar de a quien se lo merece, no nos caería tan bien. La
manera de hacerlo abre una puerta para que nos identifiquemos con Dexter,
llegando incluso a sentir afecto por él.”
“Dexter” es estupenda, pero, por supuesto, ha generado que más de un
intelectual quisquilloso y políticamente correcto se rasgue las vestiduras ante
la glorificación de un asesino. Gentes que repudian la violencia en el cine y
la televisión, pero le prenden velitas a San Che Guevara. Gente
rara, qué se yo. También ha puesto nerviosas a las ligas de personas
decentes a las que, gracias a Dios, no pertenezco.
En “Gamer”, un film futurista protagonizado por Gerard Butler, Michael C. Hall es el malo malísimo Ken Castle. La película, ambientada en el año 2034, presenta un mundo donde la tecnología de control mental se ha popularizado, y un videojuego multijugador en línea llamado Slayers, permite a los jugadores el control remoto de convictos condenados a muerte en sangrientos combates a gran escala. Es horrible, sí. Pero la escena en la que Michael baila “I've Got You Under My Skin” justifica plenamente la hora y media invertida en padecerla.
Gay encantador, asesino en serie irresistible o malo malísimo, Michael C. Hall no tiene desperdicio. Pocas cosas hay en el mundo tan lindas como él. Cuatro, creo: Johnny Depp, Jared Padalecki, Simon Barker y Leonardo DiCaprio cuando era chiquito.
Pero no.
Michael es la más linda.
A las pruebas me remito.
En “Gamer”, un film futurista protagonizado por Gerard Butler, Michael C. Hall es el malo malísimo Ken Castle. La película, ambientada en el año 2034, presenta un mundo donde la tecnología de control mental se ha popularizado, y un videojuego multijugador en línea llamado Slayers, permite a los jugadores el control remoto de convictos condenados a muerte en sangrientos combates a gran escala. Es horrible, sí. Pero la escena en la que Michael baila “I've Got You Under My Skin” justifica plenamente la hora y media invertida en padecerla.
Gay encantador, asesino en serie irresistible o malo malísimo, Michael C. Hall no tiene desperdicio. Pocas cosas hay en el mundo tan lindas como él. Cuatro, creo: Johnny Depp, Jared Padalecki, Simon Barker y Leonardo DiCaprio cuando era chiquito.
Pero no.
Michael es la más linda.
A las pruebas me remito.
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