jueves, 31 de enero de 2013

HABEMUS REINA


HABEMUS REINA

“Donde reina la mujer, el Diablo es Primer Ministro.”

Hace un par de días, el avispero de los devotos de esa religión incomprensible que la Bersuit Vergarabat intituló sabiamente La Argentinidad al Palo, se ha visto alborotado como nunca. Desde las glamorosas Europas han llegado noticias impactantes: la monarca Beatriz de Holanda ha abdicado a favor de su hijo Guillermo Alejandro y el próximo abril Máxima Zorreguieta, tan argentina como el dulce de leche y como el gol que Maradona les hizo con la mano a los ingleses, se convertirá en Reina. La Primera Reina Argentina, vitorean aquellos triunfalistas a los que cualquier bondi les queda bien, siempre y cuando enfile para la calle más larga, el río más ancho, las minas más lindas del mundo…
Sabrán ustedes, caros lectores, que vuestra segura servidora nació con una revista “Hola” bajo el brazo y el cholulismo real es una de sus perversiones mas execrables. Una pulsión infame difícil de controlar, alimentada ferozmente con sombreros ridículos, príncipes insulsos, vestidos de novia rimbombantes y carrozas doradas. Por tal vergonzoso motivo, en cuanto conocí la buena nueva, no dudé en manotear el teléfono temblando de emoción para llamar a una vieja y querida amiga con quien comparto este vicio absurdo:
-¿Te enteraste? ¡Beatriz de Holanda abdicó a favor de Guillermo Alejando Máxima va a ser Reina!
-¡Ah, qué bueno! Se ve que la vieja no es tan turra como las de acá. Mi suegra, antes de abdicar, se hubiera hecho el harakiri con una aguja de tejer.
-¿Tu suegra teje? Yo creí que era más bien inútil.
-Claro que teje, si es una araña.
-Me encanta Máxima. Siempre está impecable. ¿Te acordás del vestido de novia? ¡Finísimo! Morí con ese vestido. Mucho más lindo que el de Kate. Y tan oportuno. Tenía mangas largas. Eso para que aprendan las novias del barrio que se casan en agosto con strapless y se cagan de frío.
-Es que se usa mucho el strapless
-A mí no me gusta. Un bretelcito queda más delicado…
-¿Cómo será el vestido que use el día de la Coronación?
-Ni idea, pero seguro que es divino.
-¿Tiene que ser naranja? Por eso de la Casa de Orange…
-Ay, no sé. Puede ser. Me imagino que sombrero no usará, porque si le tienen que poner la corona…
-¡Qué lástima! ¡Con lo que me gustan los sombreros!
-De verdad es un cuento de hadas. Convengamos que Guillermo Alejandro no es Brad Pitt, pero es un cuento de hadas… ¿Qué mujer no soñó alguna vez con ser Reina? Y cuando alguien se pone denso gritar: “¡Que le corten la cabeza!”
-Claro, claro.
-¿Sabés qué dice mi hijo? Que ser Reina Consorte es como ser un adorno. Pobrecito, todavía no sabe que consorte no consorte, la que manda en una pareja bien avenida es la mujer.
-¡Qué pena que Diana no pudo ser Reina! Hubiera sido una Reina divina.
-¿Te acordás cuándo se casó Kate? Te dije que quería irme a Gran Bretaña a ver si me enganchaba al Príncipe Harry. Bueno, cambié de idea. Rotundamente. ¿Lo viste a Andrea Casiraghi, el hijo de Carolina de Mónaco? ¡Qué Príncipe, nena, qué Príncipe! Tan hot, como dicen los yankees.
-Sí, ¡por Dios, qué Príncipe! Tan… principesco. Eso. Con el pelo al viento… Pero viste que los Grimaldi tienen encima una maldición. Una bruja los condenó a tener matrimonios infelices. Y mirá: Carolina con ese vividor Philippe Junot no duró nada, ¿te acordás?
-¡Ay, sí, me acuerdo del vestido de novia! Soñado.
-Y del Casiraghi se quedó viuda enseguida, pobre. La otra, Stephanie, no dejó títere con cabeza pero tampoco duró con ninguno… Y Grace Kelly, pobrecita, que se mató tan joven, estaba a punto de separarse de Rainiero antes de del accidente.
-Hace 400 años los Grimaldi eran piratas…
-Mirá vos, y ahora son la realeza. Qué manera de escalar posiciones…
-Pirata o no pirata, maldito o no maldito, yo al pibe le doy.
-Obvio, ¡yo también le doy! Pero volviendo a Máxima: ya salieron los aguafiestas de siempre a decir que no hay que olvidarse de que el padre fue funcionario de la Dictadura.
-¿Y qué culpa tiene ella de lo que hizo el padre, pobre chica? ¿O ahora todos nos tenemos que hacer cargo de las cagadas de nuestros progenitores? Porque si es así, sonamos.
-Es que la gente habla al pedo todo el día. No como nosotras que tenemos conversaciones tan profundas…
-Yo estoy contenta por Máxima. A mí no me cambia la vida que sea Reina, pero me alegro por ella. Con tanta atorranta que vio la luz este bendito país está bueno que nos haya salido una Reina.
-Una Reina que no usa brillitos antes de las 8 de la noche, además.
-Ay, sí, porque todo el mundo critica los sombreros de la monarquía pero todavía no vi a nadie horrorizarse cuando alguna desubiqueti se pone  lentejuelas a las 10 de la mañana.
-Y, viste como es, se ensañan con algunos y a otros les dejan pasar todo. Fijate que todo el mundo le pega a los Caniggia, que son dos nabos que no dicen ni mu y a las yegüitas Maradona nadie les dice nada…
-Y ésas sí que son arañas…
-Qué malas son esas pibas. Qué suerte que el Kun Agüero se enganchó con la Princesita Karina. Lo bien que hizo.
-Bueno, nena, ahora queda esperar a la Coronación. Y después chusmeamos como corresponde.
-Dale, dale. Cualquier cosa hablamos. Beso.
-Beso.

Así es, señoras y señores, monárquicos y republicanos, vivos y bobos: por fin los argentinos, habemus Reina.

Regias tardes.

domingo, 27 de enero de 2013

VIAGRA GO HOME



VIAGRA GO HOME

"Leave Me Alone!"

Yo, que me cansé de leer acerca de las proezas sexuales de la chica Cosmo y me agoté de escuchar a cuanto gato pulula en TV confesando que alcanza el Nirvana cada vez que le tocan la uña del dedo gordo del pie, supuse durante mucho tiempo que sólo había en el mundo dos mujeres capaces de inventar una “Gran O” de aquellas: Meg Ryan y vuestra servidora. Pero parece que no. Parece que hay féminas que han fingido orgasmos una y otra vez a lo largo de sus insulsas vidas, están repodridas de los requerimientos eróticos de sus partenaires y quieren estrangular al monstruo libidinoso que concibió el puto Viagra. Esta afirmación, aclaro, no es de mi cosecha. Lo leí en una edición dominguera del diario “Clarín”, en una esclarecedora nota firmada por Gisele Sousa Dias intitulada "Enemigas del Viagra". Se los juro.
Ustedes se preguntarán cómo no me da vergüenza. Cómo no me da vergüenza confesar públicamente que entre mis habilidades se encuentra la de fraguar un orgasmo merecedor del Oscar a los Mejores Efectos Especiales y cómo no me da vergüenza seguir leyendo ese pasquín inmundo que tiene la culpa de la sensación de inseguridad, la sensación de inflación, la sensación de corrupción y todas las otras sensaciones que nos aquejan a los sufridos argentinos. Porque al lado de “Clarín”, Sandro es un poroto. Poca humildad demuestra el Gitano al jactarse de poseer un mundo de sensaciones. “Clarín” tiene un universo de sensaciones y no anda haciendo tanta alharaca.
Para que dejen de preguntarse cosas que aluden a mi persona, hete aquí las razones por las cuales no me pongo colorada a causa de las situaciones indignas que mencioné con anterioridad. Siempre quise ser actriz, así que fingir me regocija, aún cuando mi público sea limitado: puedo inventar orgasmos, desmayos, euforias, crisis de nervios, crisis de llanto, crisis de identidad… Bah, las crisis que me pidan mis fans o las que exijan las circunstancias en las cuales me encuentro inmersa. Y a “Clarín” lo sigo leyendo por una cuestión de tradición. Además, tiene los mejores chistes. Y la página de Alejandro Borensztein es impagable. Lo que se hereda no se roba, como diría mi abuela.
Pero volvamos al tema que nos ocupa: las matronas disgustadas con el Viagra. Parece que con el fastidioso arribo de la menopausia, muchas mujeres gritan “¡Acá planto bandera!” y se niegan rotundamente a seguir complaciendo sexualmente a los degenerados con los cuales tuvieron la desgracia de enredarse. Los señores, que a esta altura del partido están mustios como una lechuga con quince días de heladera, no las molestan con requerimientos eróticos, así que la pareja se complemente perfectamente y funciona de maravillas. Entonces aparece el Viagra. Y las tipas se quieren matar.
Las excusas que tienen las mujeres para repudiar a la portentosa pastillita azul son variadas. La más común es el riesgo que sufre el masculino de quedarse seco a causa de un ataque cardíaco. Sostienen, además, que ya están grandes para andar haciendo payasadas en la cama y que les es ofensivo que para excitarse con ellas el macho deba echar mano a un truco tan barato como la ingesta de un medicamento milagroso. Pero hay un motivo mucho más oscuro para que las femeninas de más de 50 se nieguen a que sus maridos consuman Viagra: temen que, con los nuevos aires que refrescan sus mástiles, los señores adornen sus testas con cuernos variopintos. Una mujer con un marido que no funciona o funciona a media máquina, está segura de que el susodicho no va a serle infiel. Una mujer con un marido cuyas partes han sido resucitadas, no. Las partes resucitadas claman por nuevas sensaciones. Y es más fácil encontrarlas en un telo del Once que en la redacción del diario “Clarín”.
Es bueno destacar que, según los expertos, el rechazo al Viagra y el deseo que el macho se deje de joder, no son comunes  a todas las mujeres que pasan los 50, a pesar de que con el tiempo el deseo sexual puede caer en picada debido a los cambios hormonales y al hartazgo. Este desgano amatorio aparece en señoras que han tenido matrimonios largos y una vida erótica monótona y pobre. Damas que, lejos de la voracidad de Moria Casán y compañía, prefieren tener con sus esposos una relación más amistosa que incendiaria ya que, durante su vida en común, el tipo demostró una torpeza abrumadora aún para encender un triste fósforo.
Yo no puedo hablar ni a favor ni en contra del Viagra, simplemente porque no lo conozco. Ya sé que estarán mascullando en este preciso momentico: que soy más jactanciosa que Sandro y su mundo sensacional. Pero, adicta al sincericidio como soy, no voy a andar engañando a mis lectores para dar cátedra acerca de un tema que me es ajeno. Si quieren puedo hablar largo y tendido sobre medicamentos psiquiátricos. Pero sospecho que no será tan interesante.
Como supondrán, carísimos leedores, ya hay hombres quejándose por la aparición de este grupete que se opone al sildenafil. Ellos creen que para la consumación del acto amatorio basta con revivir a las lechugas mustias. Déjenme decirles que están meando fuera del tarro de una manera harto lastimosa. Las mujeres, menopáusicas o no, necesitamos algo más que una pastillita milagrosa para tener ganas de. A ver si se avivan de una vez por todas y empiezan a hacer buena letra.

Encender un fósforo no puede ser tan difícil.

jueves, 17 de enero de 2013

CÓMO SABER SI NUESTRO EX QUIERE VOLVER


CÓMO SABER SI NUESTRO EX QUIERE VOLVER

"En la humanidad nada acaba del todo; cada cosa se detiene para volver a empezar." 
 Yoritomo Tashi

"Lo que viene después del amor es demasiado tremendo como para volver a intentarlo." 
 Terenci Moix

Sabrán ustedes, mis queridos, que la chica Cosmo no se caracteriza, precisamente,  por ser una luminaria. Es bella, sí. Y flaquísima. Pero bastante atontada. Ahogó sus pocas neuronas en tragos sencillos, pero ultra hot y perfume de Nina Ricci. Y así quedó, pobrecita. Totalmente inútil para resolver ecuaciones polinómicas. Pero totalmente inútil, también, para darse cuenta, solita y sola, cuando un ex quiere volver con ella. La mayoría de las mujeres tenemos a los pavotes con los que tuvimos el dudoso privilegio de enredarnos sentimentalmente calados como una sandía. Pero ella no. Ella necesita que nuestra revista favorita le de algunas pautas para saber, a ciencia cierta, que el caballero con el que compartió colchón en tiempos idos pretende reavivar cenizas. Para ella, entonces, esta cálida recreación de la nota “¡Queremos volver con vos!”, firmada por Christian Camblor, el columnista varón de la celebrada “Cosmopolitan”. De nada.

CÓMO SABER A CIENCIA CIERTA QUE NUESTRO EX VA POR LA SEGUNDA VUELTA

-DEMASIADOS “ME GUSTA” EN FACEBOOKHarto sabido es que hoy en día lo que no aparece en Facebook no existe. Esta verdad irrefutable y nuestro patológico afán de exhibicionismo hacen que la mentada red social se convierta en un exhaustivo registro de nuestros pensamientos, anhelos y peripecias, aderezados convenientemente con fotos engañosas en las que nos parecemos de forma muy vaga a Kim Kardashian. Si el caballero con el que tuvimos un entuerto amoroso irrumpe en nuestro muro de Facebook para saturar nuestras publicaciones de “Me gusta” enloquecidos, aun cuando esas publicaciones sean fotos de Jared Padalecki en zunga, es porque está tratando de que volvamos a registrarlo. Además de esforzarse por poner en evidencia que comparte nuestras preferencias en música, cine, política… ¡y hasta en hombres! Un señor que quiere volver tendrá el suficiente arrojo como para poner “Me gusta” en una instantánea de nuestra sacrosanta progenitora lavándose los pies en una palangana. Y en esa foto en la que no nos parecemos a Kim Kardashian, ni siquiera vagamente, pero sí a Mickey Rourke después del tsunami y en la que nos etiquetó la amiga más turra que tenemos.

-LA LLAMADA INJUSTIFICADA: Es muy usual que un hombre que quiere volver con nosotras y no sabe cómo dar el primer paso, nos llame por teléfono para comentarnos una idiotez como si fuera un evento de trascendental importancia: que vio a nuestra mejor amiga de lejos en Callao y Corrientes, que se compró un perro igual al nuestro o que Paul McCartney toca en noviembre en River (sí, sí, este es un evento trascendental, pero se cae de maduro que nosotras ya estamos enteradísimas del mismo).

-LA LLAMADA PERDIDA: ¿Quién no lo hizo alguna vez? Cuando queremos hablar con alguien y no tenemos ni una sola excusa decente para justificar el llamado, hombres y mujeres echamos mano al viejo y estúpido truco de la llamada perdida. Que nuestro ex nos llame con el burdo pretexto de que en su teléfono apareció de forma misteriosa pero perfectamente oportuna una llamada perdida nuestra es, sin ninguna duda, una clara señal de que el macho en cuestión está interesado en reeditar el romance.  También lo es, por supuesto, que nos llegue un SMS equivocado donde nuestro galán de antaño nos avisa que el martes no puede ir a jugar a la pelota con los pibes o nos cancela un turno con el odontólogo. Después de SMS pretendidamente dirigido a otra persona llegará, por supuesto, uno dirigido a nosotras pidiéndonos disculpas por la equivocación y, ya que está, preguntándonos en qué andamos.

-LA INVITACIÓN CASUAL A UN EVENTO: Si empezamos a recibir invitaciones a distinto tipos de eventos, tanto en Facebook como en nuestra casilla de mail, cursadas por un señor que alegró nuestros días idos y con el cual perdimos contacto hace tiempo, es obvio que ese caballero intenta interesarnos en alguno de esos acontecimientos para ver si tiene la suerte de volver a cruzarse con nuestras gratas humanidades. Lo que parece ser una invitación general y casual es, en realidad, un convite específico y fríamente calculado.

-LA CITA PROGRAMADA PARA DEVOLVER O RECUPERAR ALGO: Cuando una relación concluye es bastante usual que algún objeto nuestro quede en poder de nuestro ex y viceversa. A veces esos objetos son tan nimios que las devoluciones son innecesarias. Pero aun cuando lo sean, el ex interesado en volver intentará programar un encuentro usando como excusa la necesidad de devolvernos  o  recuperar algo. El ejemplo que pone Christian Camblor en su nota es la restitución o el recobro de un libro. Pero no nos engaña: a una chica Cosmo nadie podría devolverle un libro jamás. A lo sumo, un vibrador o un cepillo de dientes.

Hasta aquí, gente bella, las indubitables señales del interés de nuestro ex tórtolo en reanudar el romance especificadas en la nota “¡Queremos volver con vos!”. Como verán, son bastante evidentes. Si la chica Cosmo no notó, ante esta avalancha de estupideces, que su ex anhela volver con la frente marchita es porque está en Babia. Correspondería ahora una engorrosa elucubración de vuestra servidora acerca de los hombres que vuelven. Así que ahí va: volver no está mal si uno tiene en claro para qué vuelve y, sobre todo, por qué se fue o lo fueron. Cierto es que la gente sapiente asegura rotundamente que segundas partes nunca fueron buenas (afirmación que no carece de sustento si se tienen en cuenta secuelas tan lamentables como la de los films “Pet Sematary” “Grease”, bodrios infumables a los que no pudieron salvar del naufragio ni las canciones de los  Ramones ni la despampanante y juvenil belleza de Michelle Pfeiffer). Pero no menos cierto es que todos nos quedamos con las ganas de que volvieran los Beatles. Y que tenemos muchísimas expectativas puestas en el último trabajo de Stephen King, “Doctor Sleep”, segunda parte de la exitosísima novela de 1977, “El resplandor”. Así que no sé.

Me despido de ustedes, mis queridos, con una concienzuda frase de Heráclito: "No se puede descender dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos."

Buenas tardes.


martes, 8 de enero de 2013

HOLLYWOOD PARANORMAL : RODOLFO VALENTINO


HOLLYWOOD PARANORMAL : RODOLFO VALENTINO

"Las mujeres no están enamorados de mí sino de mi imagen en la pantalla. No soy más que el lienzo en el que las mujeres pintan sus sueños."
Rodolfo Valentino

Hace muchos años, cuando los relojes y las balanzas estaban todavía a mi favor, tuve la bendición de tener un trabajo que casi no parecía un trabajo: fui empleada en un videoclub de barrio. Los gloriosos años ’80 llegaban a su fin y con el arribo de las hoy ya arcaicas videocaseteras, estalló en Argentina el boom de los videoclubs. Y todo el mundo se puso a ver cine, aunque el cine no les hubiera interesado jamás.
Fue una época de felicidad, malentendidos divertidos y enredos memorables. La mayoría de mis clientes  sabía lo que quería, pero siempre había algunos desorientados. Y ahí estaba yo para aclararles el panorama a los despistados de siempre:
-No, señora, “Ángeles anales” no trata ningún tema religioso y si lleva “Chocolate y bananas” va a aprender de todo, menos a cocinar.
-No, señor, “La naranja mecánica” no es un documental sobre la selección holandesa de fútbol.
-No, nene, “El tambor” no es una película infantil.
Sí, fue una época de alegría. Y también fue una época en la que vi mucho cine gratis.
Entre todas las películas que alquilaba en el video había una que me maravillaba especialmente: un documental titulado algo así como “Historias de fantasmas de Hollywood” que vi una y otra vez sin cansarme, con la misma insistencia con la que mi hijo veía “Toy Story” cuando tenía tres años. El nombre del realizador de la película, lamentablemente, se perdió en los vericuetos de mi memoria. Adoraba ese film porque contaba historias que siempre me habían fascinado: la supuesta maldición que pesa sobre el personaje de Superman; el triste suicidio de Peg Entwhistle, la chica que se arrojó al vacío desde el antiguo cartel de Mount Lee que en aquel entonces rezaba “Hollywoodland”; los entretelones de la relación entre la pulposa Jayne Mansfield y el mítico fundador de la Iglesia de Satán, Anton la Vey… Cada vez que un cliente me preguntaba qué ver, me apuraba a recomendarle el documental. Algunos amantes del Hollywood dorado o de los sucesos paranormales, aceptaban el convite encantados. Otros preferían intoxicarse con la última aventura de Steven Seagal.
Honrando esa época maravillosa de mi vida y mi amor incondicional por el viejo Hollywood, arranco hoy con una nueva saga titulada “Hollywood Paranormal”. Que incluirá maldiciones, historias de fantasmas, lugares malditos y, por qué no, crímenes feroces. Ya saben, mis queridos, que uno de mis vicios más consuetudinarios es celebrar la truculencia. Pasen y vean.


RODOLFO VALENTINO: UN POCO DE HISTORIA

Rodolfo Alfonzo Raffaelo Pierre Filibert Guglielmi di Valentina d’Antonguolla nació el 6 de mayo de 1895 en Castellaneta, Italia. En 1912, sin trabajo, se marchó a París, donde vivió como un bohemio y frecuentó el submundo gay. Más tarde, arruinado por el juego, se trasladó a Nueva York.
En EE. UU., Rodolfo trabajó como jardinero, lavaplatos y conductor de autobús, y fue arrestado en varias ocasiones acusado de carterista. Por las noches, era un asiduo visitante de las salas de baile de Broadway. Gracias a su atractivo latino y a su talento para el tango, Rudy, conocido como el pavo real,  consiguió trabajo como bailarín de alquiler en el lujoso "Maxim’s" de Manhattan.
El próximo destino de Rodolfo fue la ciudad de San Francisco. Allí, Norman Kerry le sugirió probar suerte en el cine. Valentino trabajó como extra y obtuvo pequeños papeles en algunas películas. En 1919 conoció a la actriz Jean Acker, con la que se casó  el 5 de noviembre de 1919, con apenas dos meses de noviazgo. La pareja se divorció dos años después. Jean, de quien se rumoreaba que era lesbiana, abandonó al actor. Para ese entonces, June Mathis, la jefa del departamento de guiones de la Metro y primera mujer ejecutiva de cine en la historia de Hollywood, propuso al desconocido actor como protagonista de “The Four Horsemen of the Apocalypse” (Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, Rex Ingram, 1921). Ese mismo año, coprotagonizó con la actriz rusa Alla Nazimova una adaptación de la novela “La Dame aux camélias” (“La dama de las camelias”, Alejandro Dumas, hijo, 1848), titulada Camille”, (Ray C. Smallwood). Durante el rodaje de la película, Valentino conoció a la exótica Natacha Rambova, diseñadora de los decorados de la película, y se sintió inmediatamente atraído por ella. Al poco tiempo, comenzaron a convivir.
También en 1921, Rudy protagonizó en “The Sheik(“El Jeque”, George Melford), película que consolidó su gran popularidad y lo consagró como el latin lover por excelencia. La película era tan ardiente para los cánones de la época que en los cines había médicos para atender a los fans que se desmayaban. Con la película Blood and Sand” (“Sangre y arena”, Fred Niblo, 1922), de tema taurino junto a Lila Lee y Nita Naldi, Rodolfo Valentino se convirtió en la mayor estrella masculina de su tiempo.
Rudy y Natacha se casaron en marzo de 1923, en Indiana. A instancias de ella, Valentino rompió su contrato con la Paramount. Rambova, aficionada al espiritismo y a las ciencias ocultas, creía poseer un poder especial que la hacía completamente infalible en lo referente a las decisiones relacionadas con la carrera de su esposo que tomaba. El actor, cuya carrera estaba en la cuerda floja, fue contratado por United Artists, que creía que podía devolverle su antiguo esplendor. Una cláusula  no negociable de su contrato era que su vehemente esposa no interviniese de ninguna manera en sus películas, situación que significó el fin de su matrimonio en 1926.
Abandonado por dos esposas, Valentino vio erosionada su aura de virilidad salvaje. Cuando Natacha Rambova se divorció de él reveló que su matrimonio nunca había sido consumado, declaración similar a la que había hecho su primera esposa Jean Acker en su proceso de divorcio. Ambas mujeres eran lesbianas. 
Valentino buscó consuelo en los brazos de la ascendente estrella polaca Pola Negri, con la que tuvo un publicitado romance. Luego de protagonizar The Son of the Sheik (“El hijo del Jeque”, George Fitzmaurice, 1926), Valentino inició una gira por todo el país para promocionar la película. Cuando llegó a Manhattan, en agosto de 1926, comenzó a quejarse de fuertes dolores de estómago. El día 16  de ese mes fue ingresado en el Hospital Policlínico, donde se le descubrió una úlcera perforada aguda y una infección extendida por todo el cuerpo. Fue operado rápidamente, pero falleció de peritonitis y septicemia el día 23 de agosto, con apenas 31 años.



EL FUNERAL DE VALENTINO

La prematura muerte de Rodolfo Valentino provocó la histeria masiva. Dos mujeres intentaron quitarse la vida en la puerta del hospital donde el ídolo había fallecido. En Londres, una chica ingirió veneno frente a la fotografía de Rudy. Un joven ascensorista del "Hotel Ritz" de París fue descubierto muerto en su cama, cubierto de fotos de Valentino.
Entre los presentes en el salón donde se llevó a cabo el funeral estaban la primera esposa de Rudy, Jean Acker, que dio muestras de un dolor exagerado antes de enterarse de que Valentino sólo le había dejado un dólar como herencia, y la estrella de cine Pola Negri, que eclipsó a todos con su ropa de luto de diseñador. Pola se desmayó dramáticamente sobre el cuerpo del actor, donde descansaba una corona de flores con la inscripción "De parte de Benito Mussolini". Entre sollozos declaró a la prensa que  ella y Valentino tenían planeado casarse. 
La revista “Life”, en su edición del 20 de junio de 1938, contó que cuando el coche fúnebre del actor salió de la Campbell's Funeral Church de Broadway, donde había tenido lugar la misa de despedida, más de 50.000 personas "se agolparon bajo la lluvia para ver pasar su cuerpo". Más de 10.000 personas habían hecho cola la noche entera para poder homenajear al ídolo. Hubo 100 heridos. Los más fanáticos robaron algunas piezas de su ataúd. 
Mientras el cuerpo de Valentino era transportado al Hollywood Memorial Park Cemetery, una canción en su homenaje comenzó a sonar en todas las radios de los Estados Unidos: “There’s a new star in heaven tonight, Rudolph Valentino ("Hay una nueva estrella en el cielo esta noche, Rodolfo  Valentino"), interpretada por Rudy Vallée.


RUDY, EL FANTASMA SEDUCTOR

Inmediatamente después de la muerte del célebre actor comenzaron a surgir rumores de que había sido envenenado con arsénico por una conocida dama de la alta sociedad de Nueva York, a la que había abandonado después de un breve romance.  Natacha Rambova comenzó a celebrar sesiones de espiritismo en las que, según declaró públicamente, el espíritu de su ex marido se comunicaba con ella desde el más allá. Al parecer, Rudy le contó a Natacha que había contemplado su propio funeral, y que había acudido a todos los estrenos de su última película.
Rambova y Valentino habían sido iniciados en el esoterismo por Alla Nazimova, quien, además de grandes orgías lésbicas, organizaba en su mansión sesiones de espiritismo. Rudy estaba fascinado con el mundo paranormal y se consideraba a sí mismo dotado de grandes poderes psíquicos. Las declaraciones de Natacha sobre sus conversaciones con Valentino en el plano astral desataron una auténtica fiebre espiritista. Muchas personas reportaron haber visto el fantasma de Rudy por toda California.
Aunque sólo vivió un año en la mansión californiana "Falcon’s Lair" , se dice que el fantasma de Rodolfo Valentino suele pasearse por la propiedad. Su espectro ha sido avistado en varios puntos de la casa, incluyendo los pasillos, su viejo dormitorio y los establos. En un famoso incidente, un trabajador huyó despavorido del lugar al ver a Rudy en las cuadras, acariciando a su caballo favorito. Otra historia habla de un vigilante que también salió corriendo, esta vez en mitad de la noche, después de toparse con el fantasma del actor. La leyenda cuenta que Valentino puede ser visto, algunas veces, asomado a su ventana favorita en el 2º piso de "Falcon’s Lair.
El fantasma de Valentino también fue reportado vagando por el Hollywood Memorial Park Cemetery, lugar donde está enterrado, y los estudios Paramount, escenarios de algunas de sus películas más populares. Un guardia de seguridad del estudio declaró haber visto a un hombre parecido a Rodolfo Valentino caminando por los pasillos después de la hora de cierre. Cuando le informó que las instalaciones ya estaban cerradas, el intruso lo saludó con su sombrero y desapareció atravesando la pared.
Otros avistamientos del espectro de Valentino han tenido lugar en su antigua casa de la playa en Oxnard, donde se lo pudo ver paseándose por las galerías. También se ha informado de su presencia en el hotel "Santa María Inn", unos 50 km al sur de San Luis Obispo. Este lugar era uno de los escondites favoritos del actor, y se dice que regresa periódicamente a su antigua habitación, la 210, cuyos pasajeros afirman escuchar misteriosos golpes en la puerta y sentir una presencia invisible que se reclina en la cama.
El fantasma de Rudy también visita en un viejo bloque de departamentos en Hollywood conocido precisamente como "Valentino Plac", que durante los días de la Prohibición en la década del ‘20, albergó un bar clandestino. La leyenda cuenta que el actor frecuentaba el lugar para sus fiestas y citas secretas. En abril de 1989, una joven y anónima actriz que vivía en uno de los apartamentos, declaró que estaba por dormirse cuando sintió el peso de un hombre que pronto se materializó en uno de los lados de su cama. La aparición se metió bajo las sábanas y se apretó contra su cuerpo, y la perpleja joven pudo sentir que estaba sexualmente excitado. La chica reconoció en él el rostro de Rodolfo Valentino y se desmayó, presa del pánico. Cuando volvió en sí, la figura había desaparecido, pero las sábanas y los almohadones estaban en completo desorden, esparcidos por toda la habitación. Aterrorizada, la chica abandonó su departamento esa misma noche. 


 EL ANILLO DE RODOLFO VALENTINO

En la bóveda de un banco de Los Ángeles se encuentra a resguardo un anillo de plata con una piedra semipreciosa. No es un anillo especial  ni muy valioso, y lo más probable es que nadie se atreva a volver a usarlo, ya que es portador de una de las maldiciones más fuertes en la historia de lo oculto. Los sucesivos propietarios de la joya han padecido mala suerte, sufrido todo tipo de lesiones o encontrado la muerte. Muchas personas creen, todavía,  que este misterioso anillo fue el que envió a Rodolfo Valentino a una tumba prematura.
En 1920, Valentino, en el apogeo de su éxito, vio el anillo en una joyería de San Francisco y quedó prendado de la joya. El propietario le advirtió que era portador de una maldición, pero el actor insistió en comprarlo. Lució el anillo en la película “The Young Rajah” (“El joven Rajá”, Phil Rosen, 1922), fracaso de crítica y de taquilla. Valentino no volvió a usar el anillo hasta la filmación de The Son of the Sheik (“El hijo del jeque”, George Fitzmaurice, 1926). Tres semanas después de terminar esta película, viajó a Nueva York, donde sufrió un ataque agudo de apendicitis que le costó la vida.
Después del fallecimiento de Rudy, la actriz Pola Negri pidió un objeto de su pertenencia como recuerdo. Eligió quedarse con el anillo y casi de inmediato sufrió un largo período de enfermedad que amenazó con poner fin a su carrera. Un año más tarde, durante su convalecencia, conoció al cantante, violinista y actor estadounidense Russ Columbo, de un sorprendente parecido físico con el malogrado Valentino. La actriz quedó tan impresionada por este parecido que le dio el anillo de Rodolfo diciendo: “De un Valentino a otro.” El 2 de septiembre de 1934,  Columbo recibió un disparo fortuito mientras se encontraba de visita en la casa del fotógrafo Lansing Brown, Jr., un viejo amigo suyo. Brown tenía una colección de armas de fuego y, mientras las examinaba, una se disparó accidentalmente. El proyectil rebotó en una mesa e hirió a Russ Columbo por encima del ojo izquierdo. El hombre falleció seis horas después del accidente. A su funeral asistieron muchas estrellas de Hollywood, entre ellas Bing Crosby Carole Lombard, que tenía una relación sentimental con él.
El anillo pasó, entonces, a manos del mafioso Joe Casino quien, conociendo la reputación del anillo, no se arriesgó a usarlo y lo colocó en una vitrina. Dos años después decidió usarlo y, una semana después, fue atropellado por un camión. Del, su hermano, quien no creía en maldiciones, usó el anillo durante un tiempo sin que le sucediera nada extraño. Pero su mansión fue asaltada y la policía encontró al ladrón, llamado James Willis, huyendo de la escena. Uno de los uniformados disparó un tiro de advertencia, y, accidentalmente, mató al ladrón. Entre los objetos que pretendía llevarse de la casa se encontraba el anillo de Valentino.
Tiempo después, el productor de Hollywood Edward Small decidió hacer una película biográfica sobre Rodolfo Valentino. Jack Dunn, un patinador británico que compitió en la década de 1930, fue una de las figuras barajadas para interpretar a Rudy, debido a su parecido físico con el fallecido actor. La leyenda cuenta que Dunn hizo una prueba para el papel vestido con ropa de Valentino y usando el fatídico  anillo. Dunn, de apenas 21 años, falleció poco tiempo después de tularemia o fiebre de los conejos, una grave enfermedad infecciosa que contrajo durante un viaje de caza a Texas. 
Un año después de la muerte de Jack Dunn, un osado ataque a un banco de  Los Angeles se llevó a cabo en plena luz del día. Los ladrones escaparon con un botín de más de $ 200.000. En una emboscada policial posterior, dos miembros de la banda fueron capturados y tres transeúntes resultaron gravemente heridos. El líder de la banda, Alfred Hahn, fue condenado a cadena perpetua. En su juicio, Hahn declaró: “Si hubiera sabido que lo que estaba en la bóveda además del dinero era el anillo maldito de Valentino, hubiera ido a robar otro banco.”


LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO 
Otra de las muchas leyendas que circulan en torno a la mítica figura de Rodolfo Valentino es la que hace referencia a la Dama de Negro, que aparece cada año en el aniversario de su muerte y deja flores sobre su tumba. Las visitas de la misteriosa dama comenzaron al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Rudy, cuando una mujer, vestida de negro de pies a cabeza y con el rostro cubierto por un grueso velo del mismo color, entró en el mausoleo del Hollywood Memorial Park Cemetery, depositó un ramo de rosas sobre la cripta de Valentino y se alejó sin decir ni una palabra. Según la leyenda, Valentino era amigo de una mujer cuya hija, Ditra Flamé, estaba gravemente enferma. Rudy fue a visitarla al hospital y le llevó una sola rosa roja. “No vas a morirte”, le dijo. “Me sobrevivirás muchos años. Pero una cosa es segura: si yo muero antes que tú, te pido que vengas y estés a mi lado porque no quiero estar solo. Vendrás y hablarás conmigo”. Poco después de la visita de Valentino, Ditra se recuperó y cuando el actor falleció,  recordó su pedido y comenzó a llevar un ramo de rosas rojas a su cripta cada año en el aniversario de su muerte.
A comienzos de los años ‘40, una antigua corista llamada Marian Watson (quien en su época de Ziegfeld Girl se hacía llamar Marian Brenda) comenzó a visitar la cripta de Valentino y afirmó que ella era la auténtica Dama de Negro. Según declaró a la prensa, Rudy le había propuesto matrimonio la noche antes de ser hospitalizado en 1926, o, en otras versiones, se había casado secretamente con ella en 1925 y habían tenido un hijo. A raíz de sus declaraciones, aparecieron otras mujeres diciendo que ellas eran la verdadera Dama de Negro y contando descabellados historias sobre sus supuestas relaciones con Valentino. Quizás en respuesta a todas estas falsas Damas de Negro, Ditra Flamé finalmente se quitó el velo y contó su historia en 1947. Siguió visitando la tumba de Valentino hasta 1954, cuando ya era una entre muchas damas. Reanudó sus visitas en 1977, pero ahora con ropa de calle en vez del tradicional vestido de luto. Ditra Flamé murió en 1984 y su tumba, en San Jacinto, California, la identifica como la genuina Dama de Negro.
Estrellita del Regil, una antigua actriz española comenzó a visitar la cripta de Valentino en los años ‘70 como tributo a su fallecida madre, que, aseguraba, había sido el gran amor no correspondido de Rudy. Estrellita continuó sus visitas hasta 1993 y fue considerada la segunda Dama de Negro.
La tercera Dama de Negro fue una mujer llamada Vicki Callahan, quien inicialmente no tenía intención alguna de perpetuar la tradición. Era simplemente una gran fan de Rodolfo Valentino, y quería presentarle sus respetos. Pero cuando en 1995 un informativo de televisión la mostró vestida de negro y colocando rosas en la cripta de Rudy, fue rápidamente identificada como la nueva Dama de Negro. Callahan aceptó el honor, y ha continuado haciendo sus visitas anuales a la tumba de Valentino hasta el día de hoy.

Hasta aquí, mis queridos, esta primera entrega de la saga "Hollywood Paranormal", dedicada exclusivamente a Rodolfo Valentino. Me despido de ustedes con un pequeño extracto del capítulo dedicado a Rudy del libro "Hollywood Babylon", de Kenneth Anger, una especie de Biblia profana y chismosa para los cholulos como vuestra servidora: "La pérdida de Valentino, a los treinta y un años de edad, dejó un rastro de inconsolables amantes de ambos sexos, a juzgar por los torrentes de lágrimas derramadas. Además de la famosa Dama de Negro que anualmente le llevaba flores en la fecha de su óbito, el recuerdo de Rudy era reverenciado por Ramon Novarro, quien conservaba en una urna de su dormitorio un consolador de grafito, del más representativo art decó, enaltecido por la firma autógrafa de Valentino. Un regalo de Rudy."

Buenas tardes.