HOLLYWOOD PARANORMAL : RODOLFO VALENTINO
"Las mujeres no están enamorados de mí sino de mi imagen en la pantalla. No soy más que el lienzo en el que las mujeres pintan sus sueños."
Rodolfo Valentino
Hace muchos años, cuando los
relojes y las balanzas estaban todavía a mi favor, tuve la bendición de tener
un trabajo que casi no parecía un trabajo: fui empleada en un videoclub de
barrio. Los gloriosos años ’80 llegaban a su fin y con el arribo de las hoy ya arcaicas videocaseteras, estalló en Argentina
el boom de los videoclubs. Y todo el mundo se puso a ver cine, aunque el cine
no les hubiera interesado jamás.
Fue una época
de felicidad, malentendidos divertidos y enredos memorables. La mayoría de mis clientes
sabía lo que quería, pero siempre había
algunos desorientados. Y ahí estaba yo para aclararles el panorama a los despistados
de siempre:
-No, señora, “Ángeles
anales” no trata ningún tema religioso y si lleva “Chocolate y
bananas” va a aprender de todo, menos a cocinar.
-No, señor, “La
naranja mecánica” no es un documental sobre la selección holandesa de
fútbol.
-No, nene, “El
tambor” no es una película infantil.
Sí, fue una
época de alegría. Y también fue una época en la que vi mucho cine gratis.
Entre todas las películas que alquilaba en el video
había una que me maravillaba especialmente: un documental titulado algo así como “Historias
de fantasmas de Hollywood” que vi una y otra vez sin cansarme, con la misma
insistencia con la que mi hijo veía “Toy Story” cuando tenía tres años. El nombre
del realizador de la película, lamentablemente, se perdió en los vericuetos de
mi memoria. Adoraba ese film porque contaba historias que siempre me habían
fascinado: la supuesta maldición que pesa sobre el personaje de Superman; el
triste suicidio de Peg Entwhistle, la chica que se arrojó al vacío desde el antiguo cartel de Mount
Lee que en aquel entonces rezaba “Hollywoodland”; los
entretelones de la relación entre la pulposa Jayne Mansfield y el mítico
fundador de la Iglesia de Satán, Anton la Vey… Cada vez que un cliente me
preguntaba qué ver, me apuraba a recomendarle el documental. Algunos amantes
del Hollywood dorado o de los sucesos paranormales, aceptaban el convite
encantados. Otros preferían intoxicarse con la última aventura de Steven Seagal.
Honrando esa época
maravillosa de mi vida y mi amor incondicional por el viejo Hollywood, arranco
hoy con una nueva saga titulada “Hollywood Paranormal”. Que incluirá
maldiciones, historias de fantasmas, lugares malditos y, por qué no, crímenes
feroces. Ya saben, mis queridos, que uno de mis vicios más consuetudinarios es
celebrar la truculencia. Pasen y vean.
Rodolfo Alfonzo Raffaelo Pierre Filibert Guglielmi di Valentina
d’Antonguolla nació el 6 de mayo de 1895 en
Castellaneta, Italia. En 1912, sin trabajo, se marchó a París, donde vivió como
un bohemio y frecuentó el submundo gay. Más tarde, arruinado por el juego, se
trasladó a Nueva York.
En EE. UU., Rodolfo trabajó como jardinero, lavaplatos y conductor de autobús, y
fue arrestado en varias ocasiones acusado de
carterista. Por las noches, era un asiduo visitante de las salas de baile de
Broadway. Gracias a su atractivo latino y a su talento para el tango, Rudy, conocido como el pavo real, consiguió
trabajo como bailarín de alquiler en el lujoso "Maxim’s" de Manhattan.
El próximo destino de Rodolfo fue la ciudad de San Francisco.
Allí, Norman Kerry le sugirió probar
suerte en el cine. Valentino trabajó como extra y obtuvo pequeños papeles en algunas
películas. En 1919 conoció a la actriz Jean
Acker, con la que se casó el 5 de
noviembre de 1919, con apenas dos meses de noviazgo. La pareja se divorció dos
años después. Jean, de quien se
rumoreaba que era lesbiana, abandonó al actor. Para ese entonces, June Mathis, la jefa del departamento de
guiones de la Metro y primera mujer
ejecutiva de cine en la historia de Hollywood, propuso al
desconocido actor como protagonista de “The Four Horsemen of the Apocalypse” (“Los
cuatro jinetes del Apocalipsis”, Rex Ingram, 1921). Ese mismo año, coprotagonizó con la actriz rusa Alla Nazimova una adaptación de la
novela “La Dame aux camélias”
(“La dama de las
camelias”, Alejandro Dumas, hijo, 1848), titulada “Camille”, (Ray C. Smallwood). Durante el rodaje de la película, Valentino conoció a la exótica Natacha
Rambova, diseñadora de los decorados
de la película, y se sintió inmediatamente atraído por ella. Al poco tiempo,
comenzaron a convivir.
También en 1921, Rudy protagonizó en “The Sheik” (“El Jeque”, George Melford), película que consolidó su gran
popularidad y lo consagró como el latin
lover por excelencia. La película
era tan ardiente para los cánones de la época que en los
cines había médicos para atender a los fans que se desmayaban. Con la película “Blood
and Sand” (“Sangre y arena”, Fred Niblo, 1922), de tema taurino junto a Lila Lee y Nita Naldi, Rodolfo Valentino se convirtió en la
mayor estrella masculina de su tiempo.
Rudy y Natacha se casaron en marzo de 1923, en Indiana. A instancias de
ella, Valentino rompió su contrato
con la Paramount. Rambova, aficionada al espiritismo y a
las ciencias ocultas, creía poseer un poder especial que la hacía completamente
infalible en lo referente a las decisiones relacionadas con la carrera de su
esposo que tomaba. El actor, cuya carrera estaba en la cuerda floja, fue
contratado por United Artists, que
creía que podía devolverle su antiguo esplendor. Una cláusula no negociable de su contrato era que su
vehemente esposa no interviniese de ninguna manera en sus películas, situación
que significó el fin de su matrimonio en 1926.
Abandonado por dos esposas, Valentino vio erosionada su aura de
virilidad salvaje. Cuando Natacha Rambova se divorció de él reveló que su matrimonio nunca había sido consumado, declaración similar a la que había hecho su primera esposa Jean Acker en su proceso de divorcio. Ambas mujeres eran lesbianas.
Valentino buscó consuelo en los brazos de la ascendente estrella
polaca Pola Negri, con la que tuvo un
publicitado romance. Luego de protagonizar “The Son of the Sheik” (“El hijo del Jeque”, George Fitzmaurice, 1926), Valentino inició una gira por todo el
país para promocionar la película. Cuando llegó a Manhattan, en agosto de 1926,
comenzó a quejarse de fuertes dolores de estómago. El día 16 de ese mes fue ingresado en el Hospital Policlínico, donde se le
descubrió una úlcera perforada aguda y una infección extendida por todo el
cuerpo. Fue operado rápidamente, pero falleció de peritonitis y septicemia el
día 23 de agosto, con apenas 31 años.
EL FUNERAL DE VALENTINO
EL FUNERAL DE VALENTINO
La prematura muerte de Rodolfo Valentino provocó la histeria masiva. Dos mujeres intentaron quitarse la vida en la puerta del hospital donde el ídolo había fallecido. En Londres, una chica ingirió veneno frente a la fotografía de Rudy. Un joven ascensorista del "Hotel Ritz" de París fue descubierto muerto en su cama, cubierto de fotos de Valentino.
Entre los presentes en el salón donde se llevó a cabo el funeral estaban la primera esposa de Rudy, Jean Acker, que dio muestras de un dolor exagerado antes de enterarse de que Valentino sólo le había dejado un dólar como herencia, y la estrella de cine Pola Negri, que eclipsó a todos con su ropa de luto de diseñador. Pola se desmayó dramáticamente sobre el cuerpo del actor, donde descansaba una corona de flores con la inscripción "De parte de Benito Mussolini". Entre sollozos declaró a la prensa que ella y Valentino tenían planeado casarse.
La revista “Life”, en su edición del 20 de junio de
1938, contó que cuando el coche fúnebre del actor salió de la Campbell's Funeral Church de Broadway, donde
había tenido lugar la misa de despedida, más de 50.000 personas "se agolparon bajo la lluvia para ver
pasar su cuerpo". Más de 10.000 personas habían hecho cola la noche
entera para poder homenajear al ídolo. Hubo 100 heridos. Los más fanáticos
robaron algunas piezas de su ataúd.
Mientras el
cuerpo de Valentino era transportado al Hollywood Memorial Park Cemetery, una
canción en su homenaje comenzó a sonar en todas las radios de los Estados
Unidos: “There’s a new star
in heaven tonight, Rudolph Valentino” ("Hay una nueva estrella en el cielo esta noche, Rodolfo Valentino"), interpretada por Rudy Vallée.
RUDY, EL FANTASMA SEDUCTOR
Inmediatamente después de la muerte del célebre actor comenzaron a surgir
rumores de que había sido envenenado con arsénico por una conocida dama de
la alta sociedad de Nueva York, a la que había abandonado después de un breve romance. Natacha Rambova comenzó a
celebrar sesiones de espiritismo en las que, según declaró públicamente, el
espíritu de su ex marido se comunicaba con ella desde el más allá. Al parecer,
Rudy le contó a Natacha que había contemplado su propio funeral, y que había acudido a
todos los estrenos de su última película.
Rambova y Valentino habían sido
iniciados en el esoterismo por Alla Nazimova, quien, además de grandes orgías lésbicas, organizaba en su mansión sesiones de espiritismo. Rudy estaba fascinado
con el mundo paranormal y se consideraba a sí mismo dotado de grandes poderes
psíquicos. Las declaraciones de Natacha sobre
sus conversaciones con Valentino en el plano astral desataron una auténtica
fiebre espiritista. Muchas personas reportaron haber visto el fantasma de Rudy
por toda California.
Aunque sólo vivió un año en la
mansión californiana "Falcon’s Lair" , se dice que el fantasma
de Rodolfo Valentino suele pasearse por la propiedad. Su espectro ha sido avistado en varios puntos de la casa,
incluyendo los pasillos, su viejo dormitorio y los establos. En un famoso
incidente, un trabajador huyó despavorido del lugar al ver a Rudy en las
cuadras, acariciando a su caballo favorito. Otra historia habla de un vigilante
que también salió corriendo, esta vez en
mitad de la noche, después de toparse con el fantasma del actor. La leyenda cuenta que Valentino puede ser visto, algunas veces, asomado a su ventana favorita en el
2º piso de "Falcon’s Lair.
El fantasma de Valentino también fue reportado vagando por el Hollywood Memorial Park Cemetery, lugar donde está enterrado, y los estudios Paramount, escenarios de algunas de sus películas más populares.
Un guardia de seguridad del estudio declaró haber visto a un hombre parecido a
Rodolfo Valentino caminando por los pasillos después de la hora de cierre.
Cuando le informó que las instalaciones ya estaban cerradas, el intruso lo
saludó con su sombrero y desapareció atravesando la pared.
Otros avistamientos del espectro de Valentino han tenido lugar en su antigua casa de la playa en Oxnard, donde se lo pudo ver paseándose por las galerías. También se ha informado de su presencia en el hotel "Santa María Inn", unos 50 km al sur de San Luis Obispo. Este lugar era uno de los escondites favoritos del actor, y se dice que regresa periódicamente a su antigua habitación, la 210, cuyos pasajeros afirman escuchar misteriosos golpes en la puerta y sentir una presencia invisible que se reclina en la cama.
Otros avistamientos del espectro de Valentino han tenido lugar en su antigua casa de la playa en Oxnard, donde se lo pudo ver paseándose por las galerías. También se ha informado de su presencia en el hotel "Santa María Inn", unos 50 km al sur de San Luis Obispo. Este lugar era uno de los escondites favoritos del actor, y se dice que regresa periódicamente a su antigua habitación, la 210, cuyos pasajeros afirman escuchar misteriosos golpes en la puerta y sentir una presencia invisible que se reclina en la cama.
El fantasma de Rudy también visita
en un viejo bloque de departamentos en Hollywood conocido precisamente como "Valentino Plac", que durante los días de
la Prohibición en la década del ‘20, albergó
un bar clandestino. La leyenda cuenta que el actor frecuentaba el lugar para
sus fiestas y citas secretas. En abril de 1989, una joven y anónima actriz que
vivía en uno de los apartamentos, declaró que estaba por dormirse cuando sintió
el peso de un hombre que pronto se materializó en uno de los lados de su cama.
La aparición se metió bajo las sábanas y se apretó contra su cuerpo, y la perpleja joven pudo sentir que estaba sexualmente excitado.
La chica reconoció en él el rostro de Rodolfo Valentino y se desmayó, presa del
pánico. Cuando volvió en sí, la figura había desaparecido, pero las sábanas y
los almohadones estaban en completo desorden, esparcidos por toda la
habitación. Aterrorizada, la chica abandonó su departamento esa misma noche.
EL
ANILLO DE RODOLFO VALENTINO
En
la bóveda de un banco de Los Ángeles se encuentra a resguardo un anillo de
plata con una piedra semipreciosa. No es un anillo especial ni muy valioso, y lo más probable es que nadie
se atreva a volver a usarlo, ya que es portador de una de las maldiciones más
fuertes en la historia de lo oculto. Los sucesivos propietarios de la joya han
padecido mala suerte, sufrido todo tipo de lesiones o encontrado la muerte. Muchas
personas creen, todavía, que este
misterioso anillo fue el que envió a Rodolfo Valentino a una tumba prematura.
En 1920, Valentino, en el apogeo de su éxito, vio el anillo en una joyería de San
Francisco y quedó prendado de la joya. El propietario le advirtió que era portador de una maldición, pero el actor insistió en comprarlo. Lució el anillo
en la película “The Young Rajah” (“El joven Rajá”, Phil
Rosen, 1922), fracaso de crítica y de taquilla. Valentino no volvió
a usar el anillo hasta la filmación de “The Son of the Sheik” (“El hijo del jeque”, George Fitzmaurice, 1926). Tres semanas después de terminar esta película, viajó a
Nueva York, donde sufrió un ataque agudo de apendicitis que le costó la vida.
Después del
fallecimiento de Rudy, la actriz Pola Negri pidió un objeto de su pertenencia como
recuerdo. Eligió quedarse con el anillo y casi de inmediato sufrió un largo
período de enfermedad que amenazó con poner fin a su carrera. Un año más tarde,
durante su convalecencia, conoció al cantante,
violinista y actor estadounidense Russ Columbo, de un
sorprendente parecido físico con el malogrado Valentino. La actriz quedó tan impresionada por este parecido que le dio
el anillo de Rodolfo diciendo: “De un Valentino a otro.” El 2 de septiembre de 1934, Columbo recibió un
disparo fortuito mientras se encontraba de visita en la casa del
fotógrafo Lansing
Brown, Jr., un viejo amigo suyo. Brown tenía una colección de armas
de fuego y, mientras las examinaba, una se disparó accidentalmente. El proyectil rebotó en
una mesa e hirió a Russ Columbo por encima del ojo izquierdo. El hombre
falleció seis horas después del accidente. A su funeral asistieron muchas estrellas
de Hollywood, entre ellas Bing Crosby y Carole Lombard, que tenía una relación
sentimental con él.
El anillo pasó, entonces, a manos del mafioso Joe
Casino quien, conociendo la reputación del anillo, no se arriesgó a usarlo y lo
colocó en una vitrina. Dos años después decidió usarlo y, una semana después, fue
atropellado por un camión. Del, su hermano, quien no creía en maldiciones, usó
el anillo durante un tiempo sin que le sucediera nada extraño. Pero su mansión
fue asaltada y la policía encontró al ladrón, llamado James Willis, huyendo de
la escena. Uno de los uniformados disparó un tiro de advertencia, y,
accidentalmente, mató al ladrón. Entre los objetos que pretendía llevarse de la
casa se encontraba el anillo de Valentino.
Tiempo después, el productor de Hollywood Edward Small decidió hacer una película biográfica sobre Rodolfo Valentino. Jack Dunn, un patinador británico que compitió en la década de 1930, fue una de las figuras barajadas para interpretar a Rudy, debido a su parecido físico con el fallecido actor. La leyenda cuenta que Dunn hizo una prueba para el papel vestido con ropa de Valentino y usando el fatídico anillo. Dunn, de apenas 21 años, falleció poco tiempo después de tularemia o fiebre de los conejos, una grave enfermedad infecciosa que contrajo durante un viaje de caza a Texas.
Un año
después de la muerte de Jack Dunn, un osado ataque a un banco de Los Angeles se llevó a cabo en plena luz del
día. Los ladrones escaparon con un botín de más de $ 200.000. En una emboscada
policial posterior, dos miembros de la banda fueron capturados y tres
transeúntes resultaron gravemente heridos. El líder de la banda, Alfred Hahn,
fue condenado a cadena perpetua. En su juicio, Hahn declaró: “Si hubiera sabido
que lo que estaba en la bóveda además del dinero era el anillo maldito de
Valentino, hubiera ido a robar otro banco.”
LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO
LA MISTERIOSA DAMA DE NEGRO
Otra de las muchas leyendas que
circulan en torno a la mítica figura de Rodolfo Valentino es la que hace
referencia a la Dama de Negro, que aparece cada año en el aniversario de su
muerte y deja flores sobre su tumba. Las visitas de la misteriosa dama comenzaron
al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Rudy, cuando una mujer,
vestida de negro de pies a cabeza y con el rostro cubierto por un grueso velo
del mismo color, entró en el mausoleo del Hollywood Memorial Park Cemetery,
depositó un ramo de rosas sobre la cripta de Valentino y se alejó sin decir ni
una palabra. Según la leyenda, Valentino era amigo de una mujer cuya hija,
Ditra Flamé, estaba gravemente enferma. Rudy fue a visitarla al hospital y le
llevó una sola rosa roja. “No vas a morirte”, le dijo. “Me sobrevivirás muchos
años. Pero una cosa es segura: si yo muero antes que tú, te pido que vengas y
estés a mi lado porque no quiero estar solo. Vendrás y hablarás conmigo”.
Poco después de la visita de Valentino, Ditra se recuperó y cuando el actor
falleció, recordó su pedido y comenzó a
llevar un ramo de rosas rojas a su cripta cada año en el aniversario de su
muerte.
A comienzos de los años ‘40, una antigua corista llamada Marian Watson (quien en su época de Ziegfeld Girl se hacía llamar Marian Brenda) comenzó a visitar la cripta de Valentino y afirmó que ella era la auténtica Dama de Negro. Según declaró a la prensa, Rudy le había propuesto matrimonio la noche antes de ser hospitalizado en 1926, o, en otras versiones, se había casado secretamente con ella en 1925 y habían tenido un hijo. A raíz de sus declaraciones, aparecieron otras mujeres diciendo que ellas eran la verdadera Dama de Negro y contando descabellados historias sobre sus supuestas relaciones con Valentino. Quizás en respuesta a todas estas falsas Damas de Negro, Ditra Flamé finalmente se quitó el velo y contó su historia en 1947. Siguió visitando la tumba de Valentino hasta 1954, cuando ya era una entre muchas damas. Reanudó sus visitas en 1977, pero ahora con ropa de calle en vez del tradicional vestido de luto. Ditra Flamé murió en 1984 y su tumba, en San Jacinto, California, la identifica como la genuina Dama de Negro.
A comienzos de los años ‘40, una antigua corista llamada Marian Watson (quien en su época de Ziegfeld Girl se hacía llamar Marian Brenda) comenzó a visitar la cripta de Valentino y afirmó que ella era la auténtica Dama de Negro. Según declaró a la prensa, Rudy le había propuesto matrimonio la noche antes de ser hospitalizado en 1926, o, en otras versiones, se había casado secretamente con ella en 1925 y habían tenido un hijo. A raíz de sus declaraciones, aparecieron otras mujeres diciendo que ellas eran la verdadera Dama de Negro y contando descabellados historias sobre sus supuestas relaciones con Valentino. Quizás en respuesta a todas estas falsas Damas de Negro, Ditra Flamé finalmente se quitó el velo y contó su historia en 1947. Siguió visitando la tumba de Valentino hasta 1954, cuando ya era una entre muchas damas. Reanudó sus visitas en 1977, pero ahora con ropa de calle en vez del tradicional vestido de luto. Ditra Flamé murió en 1984 y su tumba, en San Jacinto, California, la identifica como la genuina Dama de Negro.
Estrellita del Regil, una antigua
actriz española comenzó a visitar la cripta de Valentino en los años ‘70
como tributo a su fallecida madre, que, aseguraba, había sido el gran amor no
correspondido de Rudy. Estrellita continuó sus visitas hasta 1993 y fue considerada la
segunda Dama de Negro.
La tercera Dama de Negro fue una
mujer llamada Vicki Callahan, quien inicialmente no tenía intención alguna de
perpetuar la tradición. Era simplemente una gran fan de Rodolfo Valentino, y quería
presentarle sus respetos. Pero cuando en 1995 un informativo de televisión la
mostró vestida de negro y colocando rosas en la cripta de Rudy, fue rápidamente
identificada como la nueva Dama de Negro. Callahan aceptó el honor, y ha
continuado haciendo sus visitas anuales a la tumba de Valentino hasta el día de
hoy.
Hasta aquí, mis queridos, esta primera entrega de la saga "Hollywood Paranormal", dedicada exclusivamente a Rodolfo Valentino. Me despido de ustedes con un pequeño extracto del capítulo dedicado a Rudy del libro "Hollywood Babylon", de Kenneth Anger, una especie de Biblia profana y chismosa para los cholulos como vuestra servidora: "La pérdida de Valentino, a los treinta y un años de edad, dejó un rastro de inconsolables amantes de ambos sexos, a juzgar por los torrentes de lágrimas derramadas. Además de la famosa Dama de Negro que anualmente le llevaba flores en la fecha de su óbito, el recuerdo de Rudy era reverenciado por Ramon Novarro, quien conservaba en una urna de su dormitorio un consolador de grafito, del más representativo art decó, enaltecido por la firma autógrafa de Valentino. Un regalo de Rudy."
Buenas tardes.
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