jueves, 31 de diciembre de 2020

LA BOMBACHA AMARILLA


 LA BOMBACHA AMARILLA

“La brevedad es el alma de la ropa interior.
Dorothy Parker

Investigando acerca de las costumbres de Nochevieja en el mundo descubrí que son muchos los países, sobre todo latinoamericanos, en los que es tradición recibir al Año Nuevo con ropa interior amarilla. Este hábito no existe en Argentina donde, el 31 de diciembre, las damas estrenamos la infaltable bombachita rosa que nos fue obsequiada en Nochebuena. Pero me pareció lo suficientemente interesante como para ponerme a investigar un poco más.
El color amarillo es uno de los colores primarios, ya que no es resultado de mezcla alguna. Es un color claro y luminoso, razón por la cual se le asocia con el Sol y, por extensión, con el conocimiento y la inteligencia, ya que ambos atributos se han representado simbólicamente a  lo largo de la historia e mediante el astro rey y la luz. Sólo hay que recordar que se le llamó Siglo de las Luces o Ilustración a una época histórica en la que el intelecto y la racionalidad estaban en su apogeo.
El amarillo es, también,  un color flexible y poco estable. Si se combina con una gota de cualquier otro tono, da como resultado un nuevo matiz totalmente diferente, lo que lo convierte en un color contradictorio. Estas contradicciones se reflejan, por ejemplo, en que es el color del optimismo pero también lo es del enojo, la envidia y los celos. Es el color de la iluminación y del entendimiento, pero también el de los despreciables y traidores. El amarillo se asocia a la belleza, pero también al narcisismo.
Como color del Sol, el amarillo serena y anima. Los optimistas tienen un ánimo reluciente y el amarillo es su color. También es el color principal de la amabilidad y la prueba está en que los smile-buttons  y los emoticones son amarillos. La tríada de colores que el amarillo compone con el rojo y el naranja simboliza el gozo de vivir, la actividad y la energía.
Como color claro y luminoso el amarillo está emparentado con el blanco. Una habitación con techo amarillo es alegre, porque parece inundada de luz solar. Cuanto más amarillenta es la luz de una lámpara, más natural y acogedora nos parece.
El amarillo estimula la creatividad y hace que se agudice la percepción y la reflexión, lo que da como resultado una mayor concentración y un pensamiento más rápido.
El amarillo reluce como un relámpago y esto lo hace el color de lo espontáneo y de la impulsividad. Por su efecto óptimo visto desde lejos e irritante visto desde cerca, el amarillo ha sido adoptado internacionalmente como el color de las señales de advertencia. Las señales que indican la presencia de sustancias tóxicas, explosivas o radiactivas muestran signos negros sobre fondo amarillo. En el fútbol se usa la tarjeta amarilla como signo de advertencia. Una bandera amarilla izada en un barco significa que en él se ha declarado una epidemia. La bandera amarilla izada en una ciudad medieval alertaba de la presencia de la peste.
En la naturaleza, el amarillo ocupa un lugar muy importante. Es el color del verano de los cereales como el trigo y la avena. También es el color que más abunda en las flores.  Junto con el marrón y el naranja, el amarillo es uno de los colores del otoño.
El amarillo, en su aspecto negativo, es el color de la envidia,  los celos y la avaricia, pecados relacionados con el egoísmo. Junto al gris, el amarillo es también el color de la inseguridad. El gris parece inseguro porque no es ni blanco ni negro; el amarillo, porque otros colores influyen fácilmente en él.
Amarillo en inglés, yellow, significa también cobarde. A la risa falsa los franceses la llaman risa amarilla y,  tanto en Francia como en Rusia, una casa amarilla (maison jaune / zeltyi dom) es un manicomio. Hubo un tiempo también en el que el amarillo se relacionaba con las prostitutas y las personas marginadas. En la antigua Roma no se recomendaba que las mujeres respetables usaran pelucas rubias porque estaban reservadas para las prostitutas y mujeres de dudosa reputación.
En la antigua Grecia el color amarillo se vinculaba a los dioses solares Helios, Apolo y Sol. Los griegos representaban a sus dioses con cabello amarillo y también los mortales, incluidos los varones, querían ser rubios. Untaban su pelo con un ungüento decolorante que se fabricaba en Atenas, se ponían horas al sol y esperaban hasta que los cabellos se aclaraban.
En Asia, el amarillo es el color de la felicidad, de la gloria, de la sabiduría, de la armonía y de la cultura. El Emperador Amarillo  es una de las figuras más importantes de la mitología china. Los emperadores chinos eran concebidos como Hijos del Cielo, intermediarios entre lo humano y lo divino. El amarillo, el color imperial,  pasó a ser también el color del Estado y de la religión. Los simbolismos religiosos y políticos son idénticos y el amarillo es siempre el color supremo. 
Los chinos ven en el amarillo la fuerza natural dispensadora de vida. El norte de china se cubre constantemente con el polvo amarillo del desierto de Gobi, un polvo soluble muy beneficioso para las tierras de labor. Según una superstición china, si se frota con azufre amarillo el vientre de una embarazada, la criatura, si es una niña, se convertirá en un niño (las niñas en China, en general, no son deseadas). 
En Américaincas y aztecas celebraban al Sol tanto por su imponente presencia como por la idea de que les podía “brillar el camino hacia la abundancia”.
Bíblicamente, el amarillo representa tanto santidad como perdición. Franco Boscione, en su libro “L’arcobaleno di Dio” ("El Arco Iris de Dios"), explica que en el simbolismo bíblico el amarillo dorado representa el amor y la sabiduría divina que se comunican a los hombres. En el Cantar de los Cantares, la cabeza del amado es imaginada por la pastorcita como si fuera de oro puro, casi participando de forma directa en la sabiduría divina.
También los alimentos de color amarillo o dorado se convierten en símbolos del amor y de la sabiduría de Dios. El hombre se alimenta de ellos como absorbe y aprende del Señor el conocimiento y la justicia divina. La manteca y la miel, por ejemplo, son cantadas como alimento de los justos por el profeta Isaías. 
Los hebreos, que no podían representar al Señor con imágenes, utilizaron oro en la construcción del Templo y del Arca, para indicar la soberanía de Dios. El origen del simbolismo principal del amarillo es sin duda el relato del Génesis, que comienza con la creación de la luz, el primer día. La luz solar es el manto del que se reviste el Altísimo, y el oro, el símbolo eficaz de la luz divina.
El simbolismo positivo del amarillo oro, del sol y de su luz se aplica a Jesús hasta hoy. Esta atribución es evidente sobre todo en el arte. Los artistas cristianos suelen pintar a Jesús con cabello rubio o dorado, y con una aureola que enmarca su cabeza. Cristo es el verdadero sol espiritual, el único Sol Invictus, el que da la luz,y el amarillo oro es el emblema de la fe.
San Pedro, custodio de la verdadera doctrina y por tanto de la fe, es a menudo representado con la túnica amarilla dorada, del mismo modo que el  Arcángel Gabriel. Muchas pinturas cristianas, en particular el episodio de la Anunciación de María, son representadas en amarillo.
El simbolismo negativo del amarillo también aparece en la Biblia, ya que las Escrituras son conscientes del  hecho de que el amarillo del oro no se encuentra puro en la naturaleza y que debe ser liberado de las impurezas para ser brillante y resplandeciente. Se utiliza mucho la analogía de los corazones que deben ser purificados como el dorado metal. Este aspecto del oro y de su color muestra su ambivalencia: así como puede representar lo más luminoso y puro que existe, también puede revelarse signo de imperfección, al menos en la fase precede su purificación.
En algunos textos bíblicos el oro comparte color con el azufre, color infernal por antonomasia. Este último es protagonista, por ejemplo, del célebre episodio de la destrucción de Sodoma. El amarillo azufre, imagen del decaimiento moral, es el mismo que produce la ruina de las ciudades pervertidas. El libro de los Salmos, varios profetas y el Apocalipsis, retoman el valor simbólico negativo del amarillo azufre.
Siempre con esta connotación negativa, hay que destacar una tradición rabínica que identifica el fruto prohibido del Edén con el limón: el color de la corteza y la acidez de la pulpa explican esta atribución.
Judas suele representarse vestido de amarillo, sobre todo de la iconografía medieval cuando el color amarillo era símbolo de falsedad y marginaciónEn la Edad Media, el amarillo era el color que identificaba a los proscritos de la sociedad porque era muy difícil de ocultar debido a su alta visibilidad. Una ordenanza de Hamburgo de 1445 obligaba a las prostitutas a ponerse un pañuelo de este color en la cabeza, y una ley de Leipzig de 1506, a llevar un mantón amarillo. También las madres solteras debían mostrar su deshonra de esta manera, como en Friburgo, donde debían llevar un gorro de este color. Quién tenía deudas, debía coser a su ropa un disco de este color. En la España del siglo XVI, época de la Inquisición, los herejes comparecían ante los tribunales de la Inquisición con un capote amarillo. A los herejes se les colgaba a la hora de su ejecución una cruz amarilla. Éstas prendas y trozos de tela eran las manchas de la deshonra
En el mundo islámico el amarillo dorado es el color simbólico de la sabiduríaen el antiguo simbolismo europeo, el del entendimiento (asociado al mundo de la razón).
Pero, ¿y la bombacha? ¿A cuál de todas estas creencias y supersticiones responde el uso de la tanguita amarilla el 31 de diciembre? El color amarillo, como ya hemos dicho, está relacionado con el Sol, que era adorado por los celtas, los indiscutidos padres de las festejos de diciembre, ya que los ritos celebrados en esta época del año son antiquísimos y están relacionados con el solsticio de invierno, cuando "el sol vence a las tinieblas" y empiezan a alargarse los días.
El color amarillo directamente relacionado con el recibimiento del Año Nuevo es portador de buenas energías, felicidad y prosperidad.
Según algunas fuentes, el uso de la bombacha amarilla en esta fecha surgió en Asia y se trasladó a diversas partes del mundo, incluida América Latina. Dado que la ropa interior tiene contacto  íntimo con el cuerpo, si es amarilla, las buenas energías que esperamos para el año venidero se adherirán a nuestra feliz anatomía.
Muchas personas opinan que la bombacha amarilla debe estrenarse el 31 de diciembre, para principiar el año totalmente renovadas.
Hasta aquí, lo que pude averiguar acerca del tema. Me despido de ustedes con una cita de Zelda Fitzgerald: "Lo malo de las emergencias es que siempre me pongo mi mejor ropa interior y al final no pasa nada."

¡Feliz Año Nuevo!

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