lunes, 28 de febrero de 2022

CRÍMENES DE HOLLYWOOD: SHARON TATE


CRÍMENES DE HOLLYWOOD: SHARON TATE

“¿Qué clase de mundo es éste que puede mandar máquinas a Marte y no hace nada para detener el asesinato de un ser humano?”
José Saramago

Joven, hermosa, embarazada, feliz. Sharon Tate lo tenía todo. Pero la locura y la maldad acabaron con su vida en lo que muchos sociólogos consideran como un momento clave en la década de los ’60. Joan Didion escribió: "Mucha gente que conozco de Los Angeles cree que los ‘60 acabaron de forma repentina el 9 de agosto de 1969, en el mismo momento en que la noticia de los asesinatos de Cielo Drive viajaron como maleza incendiada por la población, siendo hasta cierto punto verdad. Ese día comenzó la tensión. Comenzó la paranoia".
Bienvenidos, amables lectores, a otra entrega de “Crímenes de Hollywood”.


SHARON TATE: UN POCO DE HISTORIA

Sharon Tate nació en DallasTexas, el 24 de enero de 1943. Fue la primera de las tres hijas de Paul James Tate, un coronel del Ejército de los Estados Unidos, y su esposa Doris Gwendolyn.
Al alcanzar la adolescencia, Sharon participó en varios concursos de belleza e inició su carrera en el cine en 1964, con un pequeño papel en la película "The Americanization of Emily" (Arthur Hiller). En 1965 tuvo otro pequeño papel en "The Sandpiper" (Vincente Minnelli). Su primer papel de importancia llegó en 1966 con la película "Eye of the Devil (J. Lee Thompson), coprotagonizada por David NivenDeborah KerrDonald Pleasence David HemmingsTate interpretó a Odile, una bruja que ejerce un misterioso poder sobre un terrateniente, interpretado por Niven, y su esposa, interpretada por Kerr. Sharon viajó a Londres  junto a su pareja de entonces, Jay Sebring, con motivo del rodaje, y después de terminar la filmación, permaneció en la ciudad, mientras que su novio volvió a E.E. U.U. En la capital británica, la actriz se sumergió en el mundo de la moda y las discotecas, y conoció a Roman Polanski, que estaba proyectando "The Fearless Vampire Killers" ("La danza de los vampiros"). Sharon terminó enamorándose de Polanski y formando parte del elenco de la película, después de terminar el rodaje, se mudó al apartamento de Roman. Jay Sebring, al conocer la noticia, viajó a Londres e insistió en encontrarse con Polanski. Aunque más tarde sus amigos dijeron que estaba devastado, se hizo amigo de su rival y se convirtió en el confidente de Sharon. Polanski comentó más adelante que Sebring era una persona solitaria y retraída, que los veía a Tate y a él como su familia.

EL ASESINATO DE SHARON TATE

El 8 de agosto de 1969, Sharon Tate estaba a dos semanas de dar a luz. Ese día tuvo a dos invitadas en su casa para almorzar, las actrices Joanna Pettet y Barbara Lewis. Por la tarde, Roman Polanski, con quien se había casado en 1968, la llamó por teléfono desde Londres. Su hermana pequeña, Debra, también la llamó para preguntar si se podía quedar, junto a su hermana Patti, a pasar la noche en su casa, pero Sharon le dijo que no. Esa noche fue a cenar a su restaurante favorito, "El Coyote", junto a Jay Sebring, Voytek Frykowski y Abigail Folger, y regresó a su casa, acompañada por sus amigos, alrededor de las 22:30.
Esa misma noche, todos fueron brutalmente asesinados. Los cuerpos de Tate y sus acompañantes aparecieron desgarrados y el piso de la mansión salpicado de sangre y vísceras. Winifred Chapman, la encargada de la limpieza, los encontró y dio parte a la policía. 
La policía llegó a la escena del crimen y halló, en primer lugar, el cuerpo sin vida de un joven, identificado posteriormente como Steven Parent, muerto a tiros en su coche, ubicado en la entrada de la casa. En el living de la mansión encontró los cuerpos de Tate y Sebring, con una cuerda larga atada a sus cuellos para conectarlos entre sí. En el jardín de la entrada, los cadáveres de Frykowski y Folger. Todas las víctimas, a excepción de Parent, habían recibido numerosas puñaladas. En el informe forense se constata que Tate "recibió dieciséis puñaladas, de las cuales cinco hubiesen sido mortales por sí solas".
La policía se llevó al único superviviente, el conserje William Garretson, para interrogarlo. Garretson vivía en la casa de invitados, que se encontraba cerca de la casa principal, aunque no directamente visible. Como primer sospechoso, procedieron a interrogarlo y a hacerle una prueba de polígrafo. Declaró que Parent lo visitó a las 23:30 y que se marchó a los pocos minutos, y aseguró no tener nada que ver con los asesinatos, tras lo cual fue liberado.
Roman Polanski fue informado de lo ocurrido y regresó de inmediato a Los Angeles donde los policías, incapaces de encontrar motivos para los asesinatos, comenzaron a inquirir sobre Tate y sus amistades. El miércoles 13 de agosto, Sharon fue enterrada en el "Holy Cross Cemetery", en Culver CityCalifornia, con su hijo, Paul Richard Polanski en brazos. El funeral de Sebring también se celebró ese mismo día, por lo que las ceremonias se  programaron con varias horas de diferencia, para permitir que los amigos en común pudiesen asistir a ambas.
La revista "Life" dedicó un extenso artículo a los asesinatos, con fotografías de la escena de los crímenes. Entrevistaron a Polanski, quien incluso permitió que se le fotografiase en el salón de estar donde murieron Tate y Sebring, con la sangre seca de Sharon claramente visible en el suelo. Polanski respondió a las críticas alegando que lo había hecho porque quería saber quiénes eran los responsables de la muerte de su esposa, por lo que buscaba impresionar a los lectores de la revista con la esperanza de que alguien pudiese ayudar en la investigación.
Algunos periódicos comenzaron a especular sobre los motivos de los asesinatos e insinuaron que ciertas fotografías de Sharon habían sido tomadas durante un ritual satánico, aunque después se comprobó que correspondían a la producción de la película de J. Lee Thompson, "Eye of the Devil". Las amistades de Tate salieron en varias ocasiones a criticar el trato de los medios. Mia Farrow dijo que era "un ser humano dulce y puro como ninguno", mientras que Patty Duke la recordó como "una criatura dulce, dulce. Yo estaba loca con ella, y no conozco a nadie que no lo estuviese". Polanski llegó a reprender a los periodistas en una rueda de prensa, diciéndoles que todos habían escrito sobre la belleza de Sharon pero ninguno había reparado en su bondad. 
Roman Polanski llegó a admitir después, que en los meses siguientes a los asesinatos, sospechó de varios amigos y colegas, y que su paranoia solo se apaciguó con el arresto de los verdaderos culpables. Los periódicos afirmaron que muchas estrellas de Hollywood estaban yéndose de la ciudad, mientras que otros estaban instalando sistemas de seguridad en sus casas. El escritor Dominick Dunne recordó esta tensión: "La oleada de pánico que atravesó la ciudad era superior a nada de lo que había visto antes. La gente estaba convencida de que la comunidad de ricos y famosos estaba en peligro. A los niños se les sacó de la ciudad. Se alquiló seguridad. Steve McQueen se llevó un arma cuando acudió al funeral de Jay Sebring".


LA FAMILIA MANSON

En noviembre de 1969, mientras Susan Atkins se encontraba encarcelada por el robo de un coche, alardeó delante de otra presa que era responsable del asesinato de Sharon Tate. Esto la llevó a ser acusada junto a los cómplices que ella misma señaló: Charles MansonTex WatsonPatricia Krenwinkel y Linda Kasabian. También reveló que los asesinatos de Leno y Rosemary LaBianca  ocurrido en Los Feliz, Los Angeles, la noche después del asesinato de Tate, eran obra de los mismos criminales, incriminando en ellos, además, a Leslie Van Houten.
El 15 de junio de 1970 comenzó el juicio contra Manson, Atkins, Krenwinkel y Van Houten, mientras Watson permaneció en Texas luchando contra la extradición. Los detalles del juicio se divulgaron por todo el mundo. Manson era el líder de un grupo de hippies que se hacía llamar "La Familia" y estaba seguro de que se acercaba una guerra racial de forma inminente. Creía que el "White Album" de The Beatles hablaba de este acontecimiento, al que se refería como "Helter Skelter", en referencia a una de las canciones del disco. Según Manson, los negros se levantarían contra los blancos y los vencerían, pero luego necesitarían a un grupo de iluminados que los gobernaran: ese era el papel reservado para él y su "Familia". Charles Manson pensó que podría acelerar la guerra racial matando salvajemente a gente pudiente en sus casas e intentando hacer recaer las sospechas sobre grupos como los "Black Panthers".
En el juicio se supo que,  la noche de los asesinatos, Chales “Tex” Watson, Susan D. Atkins y Patricia Krenwinkle saltaron la alambrada de seguridad y accedieron al jardín de la residencia, a la cual ingresaron luego de la rotura de los cristales de la fachada principal. Linda Kassabian actuó como conductora y campana. Los tres jóvenes, acólitos del psicópata Charles Manson, protagonizaron una cruel matanza. Tate fue asesinada por Susan Atkins, que le asestó 11 puñaladas y la arrastró con una cuerda por la estancia, para luego colgarla de la baranda de una escalera. Ante los ruegos de Sharon por la vida del bebé que llevaba en el vientre, una fría Atkins respondió “No voy a tener clemencia contigo, zorra”.
El 29 de marzo de 1971 se declaró a los acusados culpables y se los condenó a muerte, aunque más tarde sus penas fueron conmutadas a cadena perpetua. A Charles Watson se lo juzgó por separado después de ser extraditado desde Texas y se lo declaró culpable el 21 de octubre de 1971. Al día de hoy, Watson, Krenwinkel y Van Houten continúan encarcelados. Atkins murió en prisión el 24 de septiembre de 2009, y Manson, el 19 de noviembre de 2017.


LA CONFESIÓN DE SUSAN ATKINS

Susan Atkins, la asesina material de Sharon Tate, llamada por "La Familia" Sadie Mae Glutz Sexy Sadie, hizo escalofriantes declaraciones acerca del crimen: "Sharon estaba solándose de la cuerda con la que la habíamos atado. Yo volteé y vi a Abigail luchando aún con Katie, quien por fin acuchilló a aquella mujer y ésta quedó inerme. Yo, entonces, me acerqué a Sharon por atrás y le apliqué una llave al cuello. Sharon empezó a suplicarme que no la matara, que la dejara vivir para que pudiera tener a su hijo. Katie me miró y yo le pedí ayuda. Pero ella salió a buscar a Tex, que estaba en el jardín. Yo seguí aplicando la llave a Sharon y ella volvió a suplicarme que no la matara, que lo hiciera por el hijo que estaba por nacer. Entonces regresó Tex. Sharon me miró fijamente y me dijo una vez más que no le hiciera daño, que la dejara vivir. Yo tenía que hacer algo antes de que se pusiera histérica. 'No puedo tener piedad contigo', le dije. Ella me miró extrañamente y entonces le clavé el cuchillo, primero en el cuello y luego en el pecho. Sharon cayó al suelo y empezó a sangrar. Me dijo algo pero no le entendí bien. Se acercó rápidamente Tex y me dijo que la acuchillara en el vientre. Yo le metí el cuchillo pero no me atreví a empujarlo más adentro. Entonces Tex me lo quitó y la apuñaló en el estómago tres o cuatro veces. Creo que él fue quien a mató, pues Sharon ya no dijo nada. Tex me ordenó entonces: 'Regresa al jardín y escribe algo sobre la puerta'. Se me ocurrió entonces una idea y me acerqué a Sharon. ¡Uf...!, allí había un ser viviente moviéndose en el vientre. Pensé abrírselo y sacar al bebé, pues escuchaba como gorgoteaba la sangre en el interior, pero no pude. Oí un ruido muy desagradable. Ahora sé que le llaman el cascabeleo de la muerte. Tomé una toalla y la empapé con sangre del pecho y el vientre de Sharon. Tex me ordenó: 'Escribe la palabra cerdo'. ¡Y así lo hice! Entonces, todos salimos corriendo. Tex, Katie y yo.”


LA PREMONICIÓN DE SHARON TATE

La actriz Jean Harlow y su esposo, el productor Paul Bern,  vivieron juntos en una mansión ubicada en el  9820 de Easton Drive, en Benedict Canyon, Beverly HillsEl 4 de septiembre de 1932, el mayordomo del matrimonio encontró a Bern muerto en el dormitorio de su esposa con un tiro en la cabeza, empapado en el perfume de su esposa. Se había suicidado, supuestamente porque su impotencia era un insalvable escollo en su relación con la rubia platino. 
Todos los propietarios posteriores de la casa reportaron apariciones fantasmales y hechos inexplicables en el lugar. En 1963, la casa fue comprada por Jay Sebring, que no creía en maldiciones y no se dejó amedrentar ni por el fantasma de Paul Bern, ni por un supuesto accidente ocurrido en la piscina de la mansión, donde se ahogaron dos personas. 
Durante la época de su relación con Sebring, Sharon Tate pasaba mucho tiempo en la casa de Benedict Canyon. Una noche, según contó la propia actriz, estaba en su habitación mientras Sebring se encontraba de viaje en Nueva York. De pronto vio un pequeño y tenebroso hombre en la habitación, cuya descripción encajaba con la de Paul Bern. Parecía buscar algo y la ignoró por completo. Impactada por la aparición, Sharon corrió hacia el piso de abajo, y  vio a otra persona colgando de la baranda de la escalera con la garganta cortada.  Conmocionada, Tate entró en la sala de estar para servirse un trago, pero no encontró dónde Sebring guardaba el alcohol. Sintió el inexplicable impulso de presionar una sección de una biblioteca, que se abrió revelando una barra oculta. Sin pensar, arrancó un pedazo de papel tapiz en la base de la barra mientras se servía una copa. Por la mañana, Sharon estaba convencida de que todo había sido una terrible pesadilla, hasta que vio el papel tapiz que había arrancado del bar.
Luego de los asesinatos, quienes conocían esta historia, aseguraron que Sharon no sólo se había topado con Paul Bern en la antigua casa de Jean Harlow, sino que había tenido una premonición de su trágica muerte: la actriz  apareció colgada de una soga en el living de la mansión. 

EL BEBÉ DE ROSEMARY

Basada en un libro de Ira Levin, “Rosemary's Babyse estrenó el 12 de junio de 1968 y fue la primera película totalmente estadounidense de Roman Polanski, que recrea ciertas ceremonias y ritos satánicos, filmados  con el valioso asesoramiento de Anton La Vey, el excéntrico fundador de la Iglesia de Satán. La película narra la historia de Guy Woodhouse (John Cassavetes) y su esposa Rosemary (Mia Farrow), una pareja de recién casados que alquila un departamento en la mítica “Casa Bramford” y se involucra con una secta demoníaca. Rosemary, sin saberlo, lleva en sus entrañas al hijo del Demonio.
Luego del asesinato de Sharon Tate y de la detención de la "Familia Manson", surgieron  muchas hipótesis existen acerca del móvil de los asesinatos, entre ellas, la  de los militantes del mundo esotérico que se inclinan por una “venganza diabólica” auspiciada por altos jefes del satanismo mundial y llevada a cabo por Manson y sus secuaces. Los elogios que la crítica prodigó al film contrastaron con la disconforme censura de los satanistas quienes sintieron que su privacidad había sido invadida y ventilada, y, aparentemente, no dudaron en practicar sus diabólicas artes de magia negra para maldecir a todo aquel que hubiera participado en la película. Según la teoría de los ocultistas, las sectas satánicas más poderosas del mundo se unieron para vengarse del cineasta, al que enviaron un escueto comunicado: “Pagarás tu intromisión y tu osadía con sangre”. 
Por último, cabe destacar que algunas escenas de Rosemary's Baby fueron filmadas en el edificio Dakota, en el centro de Nueva York, donde años antes habían  vivido un genio del cine de terror, el actor Boris Karloff y un célebre brujo negro, famoso por sus ritos desenfrenados,  Aleister Crowley (un personaje cuyo rostro  figura en la portada del disco de The Beatles “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”). Este edifico siempre fue considerado maldito y por eso fue recomendado a Polanski para lograr un clima satánico en su rodaje.  Frente a esta mítica construcción fue asesinado John Lennon en 1980.


 EL LEGADO DE SHARON TATE

A comienzos de los años '80, Stephen Kay, quien había trabajado para la acusación en el juicio, se enteró de que Leslie Van Houten había conseguido reunir 900 firmas para pedir su puesta en libertad condicional. Contactó a la madre de Sharon Tate para intentar reunir firmas para que dicha libertad condicional se le denegase . Estaban seguros de su éxito, por lo que ambos montaron una campaña publicitaria, consiguiendo reunir más de 350.000 firmas. Van Houten era la candidata más probable de todos para conseguir la libertad condicional, pero gracias a los esfuerzos de Kay y Tate, se le denegó. Doris Tate se convirtió en vocal defensora de los derechos de las víctimas, hablando sobre el asesinato de su hija y reuniéndose con otras víctimas de crímenes. Asumió un papel de consejera, usando su notoriedad pública para animar el debate y criticar el sistema penal.
Doris dedicó mucho del resto de su vida a luchar contra todas las peticiones de libertad condicional de los asesinos de "La Familia" y trabajó de cerca con otras víctimas de crímenes violentos. Se enfrentó en varias ocasiones a Charles Watson en audiencias de peticiones de libertad condicional, diciendo: "Siento que Sharon debe estar representada en esas audiciones. Si están [los asesinos] suplicando por sus vidas, pues debo estar allí para representarla". En 1984, replicó a Watson directamente: "¿Qué misericordia, señor, mostró cuando mi hija suplicaba por su vida? ¿Qué misericordia mostró con mi hija cuando le dijo, denme dos semanas para tener a mi bebé y después me pueden matar? ¿Cuándo obtendrá Sharon la libertad condicional? ¿Saldrán de sus tumbas estas siete víctimas o posiblemente más si usted consigue la libertad? Usted no es de fiar".
En 1992, el presidente George H. W. Bush comentó que Doris Tate era uno de sus "mil puntos de luz" (frase utilizada por el ex presidente muy a menudo para referirse a las cosas que iluminaban su camino) por su trabajo voluntario por los derechos de las víctimas. En esta época Tate había sido diagnosticada con un tumor cerebral maligno, por lo que le fallaban la fuerza y la salud; su reunión con Bush significó su última aparición pública. Ese mismo año, Doris (antes de fallecer el 10 de julio), legó a su hija pequeña Patti su trabajo. También contribuyó en la fundación de "Doris Tate Crime Victims Bureau", una organización no gubernamental dedicada a influenciar la legislación de Estados Unidos y para dar protección a las víctimas de crímenes violentos.
Patti Tate se enfrentó a David Geffen y directivos de Geffen Records en 1993 sobre los planes de incluir en un álbum de Guns N' Roses la canción"The Spaghetti Incident?", compuesta por Charles Manson. Comentó a un periodista que la compañía discográfica estaba "poniendo a Manson en un pedestal para que la gente joven que no le conozca lo veneren como a un ídolo".
Después de la muerte de Patti por un cáncer de mama el 3 de junio de 2000, su hermana mayor Debra continuó con el trabajo representando a la familia Tate en las peticiones de libertad condicional. Debra Tate dijo de los asesinos: "No muestran ningún tipo de responsabilidad personal. No han hecho expiación a ninguno de los miembros de la famila".  También ha peleado por conseguir que se le concediese a Sharon Tate una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
El coronel Paul Tate prefirió no hacer comentarios públicos; sin embargo, estuvo presente en el juicio de los asesinatos y en los años siguientes, junto a su esposa, en las peticiones de libertad condicional, además de escribir cartas a las autoridades oponiéndose rotundamente a la idea de conceder libertad condicional a ninguno de los asesinos. Murió el 18 de mayo de 2005.
Greg King, el biógrafo de Sharon Tate, escribió en "Sharon Tate and the Manson Murders" (2000): "El verdadero legado de Sharon no está en sus trabajos de cine o televisivos. El hecho de que, a día de hoy, víctimas o sus familiares puedan sentarse ante los autores del crimen y tener voz y voto en sus sentencias o en sus peticiones de libertad condicional, es en gran medida gracias al trabajo de Doris [y Patti] Tate. Los años de devoción hacia la memoria de Sharon y su dedicación a los derechos de las víctimas... han ayudado a transformar a Sharon de mera víctima y a restaurar un rostro humano a uno de los crímenes más tristemente célebres del S. XX".

Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con unas palabras de Roman Polanski: "Desde la muerte de Sharon y a pesar de poder parecer al contrario, mi disfrute de la vida ha estado incompleto. En momentos de tragedias personales insoportables algunos encuentran consuelo en la religión. En mi caso pasó lo contrario. Cualquier fe religiosa que tuviera se acabó con el asesinato de Sharon. Se vio reforzada mi fe en el absurdo".

Buenas tardes.

lunes, 14 de febrero de 2022

SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR II


SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR II

“El ser humano se mueve por placer, única y exclusivamente por placer.
Manuel Vicent

Aquí me tienen de vuelta, dispuesta a ofrecerles la segunda parte de la sensacional lista confeccionada por el sitio web Entre Mujeres, que recoge esas 30 calenturientas cosas que tenemos que hacer antes de estirar la pata. Pasen y lean.


16) Tener sexo en un auto: Y, sí. Esto lo hicimos todas también, no se me hagan las estrechas. El sexo en un auto es un clásico de la adolescencia tardía y la primera juventud. Con cuánto cariño recordamos las palancas de cambio incrustadas en nuestras humanidades y los bocinazos involuntarios.

17) Probar el role-playing sexual: Esto es algo así como “voy a ser tu mayordomo, vos harás el rol de señora bien”. El  sexo role-playing se practica fingiendo que se es otro. De eso se trata el cambio de roles, específicamente: dejar de ser un ama de casa algo hastiada de la vida para pasar a ser una enfermera hot, una colegiala hot o un angelito hot. Los varones pueden convertirse en médicos, electricistas, cowboys, maestros, policías, strippers… O lo que su imaginación les ofrezca. El sexo role-playing permite a ambos integrantes de la pareja sentir la emoción de “estar con otra persona”.  La mejor manera de iniciar un encuentro sexual del tipo role-playing es simular que nuestro partenaire es un desconocido, preguntarle quién es y darle así la posibilidad de desarrollar su propio personaje.

18) Tener relaciones de pie contra una pared: Me avergüenza decir que esto también lo hicimos todas. Al final somos unas zafadas.

19) Hacer el amor en la playa: Recreando la primera parte de esta lista, en el apartado intitulado “Hacer el amor en un lugar público”, me referí a las bondades de hacer el amor en la playa. También hablé de los inconvenientes: arena en el culo y picaduras de bichos ignotos. Pero vale la pena.

20) Contarse sus fantasías (¿y llevarlas a la práctica?): Hay que tener coraje para contar nuestras fantasías más íntimas. Y valor para bancarse lo que venga: puede que nuestro bombón escocés no tenga la misma imaginación calenturienta que nosotras y huya despavorido ante lo que él considerará un catálogo de horrores. O puede que nos salga bien y terminemos siendo Mesalina castigada por Calígula y la Guardia Pretoriana.

21)  Tener relaciones sin besos: No sé cuál es la gracia pero está en la lista.

22) Comprar lencería  juntos: Y que él la pague, obvio.

23) Despertarlo en el medio de la noche para hacer el amor: También lo hemos hecho todas en tiempo de ardores mejores. Ahora queremos dormir. 

24) Practicar el fetichismo “húmedo” o sexo splosh: Ya hemos hablado en este espacio esclarecedor del sexo splosh: la puerca y jacarandosa costumbre de llevar comida a la cama para utilizarla durante los juegos eróticos. Crema, chocolate, helado, bebidas espirituosas: todo vale a la hora de enchastrar y lamer.

25) Tener “rapiditos mañaneros” antes de irse a trabajar: También lo hemos hecho todas en épocas en las que nuestras relaciones eran apoteósicos fuegos de artificio y no un par de cañitas voladoras húmedas, ¿se acuerdan?

26)  Hacer el amor a la luz de las velas: Yo soy una convencida de que, después de los 30, la luz de las velas debería ser obligatoria. Para hacer el amor y para probarse ropa en los negocios del shopping. Así que sí, enciendan velitas, no se van a arrepentir.

27) Ver pornografía juntos: La verdad es que yo muy pornográfica no soy.  Pero no dudo que, si la pareja gusta de los filmes para adultos, puede ser muy estimulante ver alguno juntos.

28) Jugar al “strip poker” y desnudarse de a poco: No sé jugar al póker. Es una de las 30 cosas que tengo que aprender a hacer antes de morirme.

29)  Hacer el amor bajo la lluvia: Muy bello. Creo que lo más bello de esta estúpida lista. Vale la pena resfriarse.

30) Tener sexo anal: Prueben.

Hasta aquí, mis queridas, la segunda y última parte de la lista confeccionada por el sitio web Entre Mujeres, recogiendo esas 30 volcánicas cosas que tenemos que hacer antes de pasar a mejor vida. Háganlas cuanto antes. Disfruten. Sueñen. Atrévanse. No se van a arrepentir.
Me despido de ustedes con un pensamiento del escritor mexicano Enrique Serna: El erotismo es el homenaje que la inteligencia rinde a la vulgaridad de la carne.

Buenas tardes.

lunes, 7 de febrero de 2022

SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR I


SEXO: 30 COSAS PARA HACER ANTES DE MORIR I

“Tome sus placeres seriamente.”
Charles Eames

Es de público conocimiento que, si uno quiere tener una vida plena y sin desperdicio, antes de morir tiene que hacer muchas cosasEscribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo dicen los más clásicos y, quizás, los menos pretenciosos. Libros escribe cualquiera. Y los publica, además. Mientras lo pueda pagar. Vivimos en una era perversa donde son los escritores, y no los lectores, el gran negocio de las Editoriales. Nadie lee, todos escriben. Plantar un árbol no es ninguna ciencia. Tener un hijo, tampoco. Los hijos pueden ser biológicos o no. Tener un hijo, más que una cuestión de embarazos y partos, es una cuestión de amor.
Seres más arriesgados (o menos achanchados) postularán que antes de morir hay que hacer cumbre en el Everest, cruzar a nado el Río de la Plata, correr la Maratón de Boston o pasar la noche en la Estación de trenes de Once. Yo a esas cosas no me animo. Me tengo en muy alto aprecio como para ponerme en riesgo: no me interesa terminar congelada, ahogada, pisoteada por maratonistas enloquecidos o en bolas y a los gritos. No sé ustedes.
El sitio web Entre Mujeres también realizó una lista de 30 cosas que hay que hacer entes de morir. Y, como no podía ser de otro modo, esas cosas están relacionadas con el sexo. Porque las mujeres que otrora tejían capelinas a crochet o pintaban gallinas y pollitos sobre tela, ahora se dedican pura y exclusivamente a revolear los calzones. El mundo va pa’lante, mis queridas. Ser mujer es, hoy en día, algo más que coser botones y limpiar los azulejos del baño.
Para que se enteren de cuáles son esas 30 sensacionales cosas y tachen las que ya hicieron, paso a transcribir la primera parte volcánica lista confeccionada por Entre Mujeres. Disfruten.


1) Practicar sexo oral: A esta altura del partido, creo que esto ya lo hicimos todas. No es ni novedoso ni sensacional, pero no por eso resulta menos agradable. Si todavía queda alguna remilgada que no pobró, se lo recomendamos calurosamente.

2) Tener sexo karezza: Qué corno es sexo karezza se preguntarán algunas desinformadas. Les cuento: el término karezza es una deformación de la palabra italiana carezza, que significa caricia.  Este tipo se sexo, no apto para señoras y señores apurados, privilegia la sensualidad sobre el clímax y promueve un encuentro erótico cariñoso, suave y lento. Quienes tengan ganas de probar esta variante sexual tienen que contar, no sólo con un par de horitas largas, sino también con ganas de conectarse realmente con su pareja. Durante el encuentro es importante sonreír, mantener el contacto visual con el otro, tratar de que las respiraciones de ambos se sincronicen y, por supuesto, tocarse mucho. Acariciar, abrazar, masajear, detenernos en latidos, gemidos y suspiros, son premisas indispensables para que el sexo karezza sea un rotundo éxito.  Este tipo de encuentro sexual está contraindicado para gentes apuradas y jóvenes ardorosos que sólo piensan en la consumación del acto. Los demás lo podemos practicar sin problemas, porque no exige un escenario predeterminado ni una falta de prejuicios escandalosa. 

3) Masturbarse (y ver cómo ambos se masturban): Aunque las gentes más pacatas lo nieguen e insistan en salpicarnos con agua bendita, esto también lo hicimos todas. Por lo menos la primera parte de la premisa. La segunda, no sé. Pero habría que probar. Total, es gratis y tampoco requiere una puesta en escena demasiado elaborada.

4) Poner en práctica (al menos) la mitad de las posturas del Kamasutra: Acá la cosa se complica un poco. Si llegamos a cierta edad sin haber probado las mentadas posturas no creo que vayamos a decantar por ese lado. Cierto es que a la vejez, viruela. Pero hay que tener un estado físico respetable para meterse con el Kamasutra.

5)  Tener sexo cibernético y/o por teléfono: ¿Todavía no lo hicieron? ¡Corran  y llamen ya! O aprovechen que están frente a la computadora leyendo pavadas y entren en una sala de chat caliente. No se pierdan la esplendorosa oportunidad de tener sexo sin peinarse, sin depilarse y, lo mejor de todo, sin levantar el culo de la silla.

6) Vendarse los ojos mientras hacen el amor: Este tip, que puede resultar tremendamente revelador, también es fácil de llevar a la práctica. Basta tener a mano un pañuelo y animarse a hacer algo diferente. Ni siquiera los dinosaurios más aferrados a sus buenas costumbres podrán poner objeciones a este jueguito inocentón.

7) Tener relaciones sexuales en un lugar público: Hay muchos y muy variados lugares públicos que pueden prestarse como escenarios de un revolcón de ensueño. El más taquillero es, sin dudas, la playa. Un lugar con muchas cosas a favor (paisaje sumamente romántico, cierta intimidad entre los médanos pero sin renunciar a las estrellas y a la estimulante brisa nocturna acariciando cada centímetro de nuestra piel, etc.) y, por qué negarlo, algunas en contra (arena en las partes íntimas si en el fragor de la contienda erótica nos olvidamos de la lonita y picaduras de bichos que no sé qué corno son pero que los hay, los hay). También se puede tener relaciones en micros y trenes, en los probadores del shopping y en los baños de los restaurantes.

8) Usar lencería súper sexy: Por lo menos una vez en la vida hay que animarse al portaligas y a las medias de red. No importa si estamos gordas. No importa si estamos viejas. No importa si hacemos el ridículo. Importa que nos demos el gusto. Que nos sintamos coristas del Moulin Rouge. Preciosas. Sensuales. Sintámonos diosas y como diosas seremos tratadas. 

9) Animarte a un baile erótico: ¿Por qué no? No hace falta ser una acróbata consumada y prenderse a un caño para hacer un baile erótico memorable. Basta con ponerse una tanga jacarandosa y mover el culo con gracia.

10) Usar un vibrador: Hay que animarse, señoras. Los vibradores no muerden. Los hay de todos los colores, formas y tamaños. 

11) Atar a tu pareja (y otro día, ¡dejarte atar!): Estimulante juego que sólo debemos practicar con señores más o menos conocidos, no sea que nos aten con la excusa de ponerle  pimienta al encuentro erótico y terminen afanándonos todo lo que tenemos en la casa.

12) Seducirlo con un disfraz erótico: Enfermera hot, colegiala hot, policía hot, conejita hot, cajera del supermercado chino hot… No importa de qué se disfracen: lo importante es que el disfraz sea hot (escote hasta el ombligo y medio culo afuera). Para seducir a  un hombre disfrazada hay que ser muy segura de una misma. Tener en cuenta que, probablemente, la primera respuesta que recibiremos como llaneras solitarias hot será una carcajada. A no amedrentarse. Tarde o temprano el reidor será seducido. Se los juro.

13) Practicar sexo tántrico: Los practicantes del sexo tántrico opinan que menos es mejor, y recomiendan hace el amor una vez al mes para acumular energía sexual. La base del disfrute está en los preparativos (velas, flores, incienso), el poder de miradas, caricias y masajes, y en el control de la respiración.  También para practicar esta variante sexual hay que tener tiempo y, sobre todo, paciencia. Sting dijo en una entrevista, tras el lanzamiento de su disco “Sacred Loved”, que, gracias al tantra, podía hacer el amor durante ocho horas. Qué quieren que les diga: a mí ocho horas de sexo seguidas, aún con Sting, me parecen una exageración. Prefiero encuentros más cortos y más asiduos. 

14) Tener relaciones en la ducha: Esto también lo hicimos todas, ¿o no? Basta con tener cuidado con los resbalones.

15) Leer literatura erótica (y poner en práctica lo que les inspire...): Leer es siempre una aventura fascinante. Pero algunas aventuras son más fascinantes que otras. No lean “50 sombras de Grey”, lean “Las edades de Lulú”. Háganme caso una vez en la vida, que yo me leí todo y sé de qué estoy hablando.

Hasta aquí, mis queridas, la primera parte de esta sensacional lista de 30 cosas relacionadas con el sexo que debemos hacer antes de morir. Prontito, la segunda parte. Me despido de ustedes urgiéndolas a hacerlas YA, porque nadie sabe qué día será su último día. Y dejándoles, de yapa, la maravillosa poesía de Kahlil Gibran: "Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo iba a disfrutar por vez primera, llegaron violentamente a mi casa un ángel y un demonio. Entraron en mi puerta y disputaron acerca de mi nuevo placer. Uno gritaba: ¡Es un pecado! Y el otro decía: ¡Es una virtud!"

Buenas noches.