lunes, 30 de diciembre de 2019

HOLLYWOOD PARANORMAL: NATALIE WOOD


HOLLYWOOD PARANORMAL: NATALIE WOOD

"Casi todas las chicas se enamoran del hombre equivocado... supongo que eso las ayuda a crecer". 
Natalie Wood.

Empujada por su ambiciosa y exigente madre, se convirtió en una estrella de cine infantil y fue una de las pocas en Hollywood que consiguió llevar a cabo con éxito la transición a actriz adulta. Fue nominada al Oscar en tres ocasiones, por sus interpretaciones en “Rebel Without a Cause”, “Splendor in the Grass” y “Love with the Proper Stranger”, y tuvo un final trágico misterioso.  Hoy les traigo una nueva entrega de la saga “Hollywood paranormal” dedicada a la bellísima Natalie Wood.


NATALIE WOOD: UN POCO DE HISTORIA

Natalie Wood, cuyo nombre original era Natalia Nikolaevna Zakharenko, nació en San FranciscoCalifornia, el  20 de julio de 1938. Sus padres habían emigrado de Rusia poco antes de su nacimiento. Su padre sustituyó el apellido familiar por el de Gurdín, y a los 4 años quedó inscripta en el registro civil como Natasha Gurdín.
Impulsada y apoyada por  su ambiciosa madre, Natalie se convirtió en una estrella de cine infantil e intervino en numerosas películas de éxito, entre las que se destaca “Miracle on 34th Street (“Milagro en la calle 34, George Seaton, 1947), en la que interpreta a una niñita que no cree en Santa Claus, hasta que lo conoce. La pequeña actriz consiguió el papel porque, caminando por la calle, se topó con el rodaje de una película y Maria, su madre, le dijo que fuera a sentarse a las rodillas del director y le cantara una canción. La niña, de 9 años, conquistó a George Seaton quien, al oír su hermosa voz, la contrató para interpretar a Susan en “Miracle on 34th Street.” Una reciente biografía de la actriz, "Natasha: The Biography of Natalie Wood" ("Natasha: la biografía de Natalie Wood"), escrita por Suzanne Finstad, cuenta como su madre,  Maria Stepanovna, que no aceptaba que su hija fuese menos que una estrella, atormentó a Natalie con sus exigencias. La crueldad de la mujer llegó a extremos como el de arrancarle las alas a una mariposa para conseguir que su hija se conmoviera en el rodaje de una escena. Suzanne Finstad también se ocupa de la violación que sufrió la actriz cuando tenía 16 años por parte de un famoso actor de Hollywood. La madre prefirió mirar hacia otro lado con tal de que su hija siguiera ascendiendo en su carrera hacia el estrellato. "He preferido no incluir el nombre del actor porque quería que la gente se centrara en el horror y el trauma que supuso para Natalie", declaró la biógrafa.
Natalie fue una de las pocas estrellas infantiles que consiguió superar la transición a actriz adulta. Cuando creció y se convirtió en una hermosísima joven de gran capacidad expresiva e indiscutido talento, Natalie Wood disfrutó de un período de estrellato. En 1955 fue Judy, la pareja de Jimmy Stark (James Dean) en “Rebel Whitout a Cause” (“Rebelde sin causa”, Nicholas Ray), película que aborda las crisis de la adolescencia, los comportamientos autodestructivos  y los conflictos intergeneracionales. Por este papel Natalie fue nominada al premio Oscar como Mejor actriz de reparto. En 1961 fue María en “West Side Story” (“Amor sin barreras”, Robert Wise Jerome Robbins), un maravilloso musical basado en la obra de Shakespeare “Romeo y Julieta”. La joven actriz cantó todas las canciones del film, pero a último momento fue doblada por una cantante profesional, lo que le supuso una gran decepción. También en 1961 interpretó a Deanie Loomis en “Splendor in the Grass” (“Esplendor en la hierba”, Elia Kazan), una historia de amor trágica que gira en torno a los tabúes sexuales y la incomprensión entre padres e hijos. En esta película compartió cartel con Warren Beatty y su interpretación le  valió una nueva nominación al Oscar, esta vez como Mejor actriz. En 1963 formó parte del elenco de “Love with the Proper Stranger” (“Amores con un extraño”, Robert Mulligan), interpretando a una joven embarazada en una noche se sexo casual. Nuevamente fue nominada al Oscar como Mejor actriz.  En el apogeo de su carrera cinematográfica, Natalie Wood fue considerada una de las dos actrices más populares de Hollywood. La otra era Elizabeth Taylor.
Natalie Wood se casó con el actor Robert Wagner el 28 de diciembre de 1957 y se divorció cinco años después. El 30 de mayo de 1969,  volvió a contraer matrimonio, esta vez con el productor británico Richard Gregson. La pareja había salido dos años y medio antes de su matrimonio, mientras que Gregson esperaba que concluyera su divorcio. En 1970 tuvieron una hija, Natasha. Se separaron en 1971 después de que Wood oyera una conversación telefónica inapropiada entre su marido y una secretaria. El divorcio se concretó en 1972. Poco tiempo después, reanudó su relación con Robert Wagner. La pareja se volvió a casar el 16 de julio de 1972, cinco meses después de la reconciliación y tres meses después de que Natalie  se divorciara de Gregson. Su hija, Courtney Wagner, nació en 1974.
El 29 de noviembre de 1981, Natalie Wood falleció en lo que se supone un trágico accidente. Tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California. 



LA MUERTE DE NATALIE WOOD

En noviembre de 1981, Robert Wagner y Natalie Wood invitaron al actor Christopher Walken, que en ese momento estaba filmando con la actriz la película "Brainstorm" (Douglas Trumbull), a pasar unos días a bordo del yate "Splendour" en Isla Catalina.  Salieron de Los Angeles el viernes 27 de noviembre y durante ese día y el siguiente se dedicaron a recorrer varios puntos de la isla. La noche del 28 cenaron en el restaurante "Doug’s Harbor Reef", donde bebieron dos botellas de vino y dos de champagne. Regresaron al barco alrededor de las 10:00 PM. A la 1:30 AM, el capitán Dennis Davern Robert Wagner llamaron a la guardia costera denunciando que Natalie Wood ya no estaba a bordo. Faltaba también "Prince Valiant", la lancha inflable que utilizaban para desplazamientos cortos, y presumían que la actriz se había alejado en ella. A las pocas horas se encontró la lancha, pero ni rastro de Natalie. A las 7:45 de la mañana siguiente apareció el cadáver de la actriz, flotando junto a unas rocas. La noticia provocó una tremenda conmoción en Hollywood y en sus admiradores de todo el mundo. 
La autopsia dictaminó que Natalie había muerto ahogada. Su cuerpo presentaba algunas heridas superficiales en brazos y piernas, y una pequeña abrasión en la mejilla izquierda, tal vez causada al caerse al agua. Su nivel de alcohol en sangre era muy alto. La muerte se catalogó como accidente:  Natalie Wood había intentado alejarse en la lancha inflable, pero tropezó y cayó al mar. Mientras tanto, a bordo del "Splendour", el capitán Dennis Davern, Robert Wagner y  Christopher Walken tardaron horas en darse cuenta de que faltaba un pasajero. Wagner alegó que suponía que su esposa estaba en su dormitorio, y no fue hasta que entró allí, ya de madrugada, cuando se dio cuenta de que no estaba en el barco.
Cuando la noticia de la muerte de la estrella se anunció, una mujer llamada Marilyn Wayne declaró ante la policía que, desde un yate próximo,  ella y su  marido oyeron una voz femenina que gritaba y pedía socorro, e inmediatamente después una voz masculina, algo beoda,  que respondía: “Ok, ya vamos ayudarte”. Ambos supusieron que se trataba de una broma. 
La duda estaba sembrada. Sobre todo porque la versión oficial no respondía a la pregunta más importante: ¿qué llevó a Natalie Wood a querer alejarse del yate en plena noche, sola y ebria? Aparentemente, entre los actores había habido una agria discusión acerca de la importancia de la carrera profesional frente a la vida familiar. También se especuló con una escena de celos de Wagner porque Natalie y Walken estaban teniendo un romance. Otra versión, algo más rebuscada, sostenía que era ella la que había tenido un ataque de celos cuando sorprendió a los dos hombres en una situación comprometida. Todas estas hipótesis aclararían el tema del viaje nocturno en lancha de no ser por un detalle muy importante: Natalie le tenía terror al mar. La leyenda cuenta que cuando Maria Stepanovna estaba embarazada, una anciana le leyó la mano en la calle y le dijo: "Su hija será una gran estrella, pero deberá tener mucho cuidado con las aguas oscuras", por lo que la actriz, prevenida por su madre, siempre le temió al mar. Otra historia menos sobrenatural cuenta que cuando era niña, durante la filmación de "The green promise" ("Verdes horizontes",  William D. Russell, 1949)  un puente en el que estaba rodando una escena se derrumbó y Natalie estuvo a punto de ahogarse, por lo que desde aquel accidente le quedó pavor al agua profunda, además de una ligera deformación en la muñeca, ya que su madre, que anteponía la carrera de su hija a su bienestar, se había negado a que recibiera tratamiento médico a pesar de haberse roto la muñeca. Natalie había hablado de este incidente en varias ocasiones: no tenía miedo a navegar, pero verse sola en las aguas profundas del océano era algo que la aterraba. 
En su biografía "Pieces of My Heart" ("Piezas de mi corazón", 2008), Robert Wagner dio su propia versión de los hechos. Según contó, esa noche discutió con su mujer: “Chris (Walken) empezó a hablar de la importancia de su carrera, que admitió que era más importante que su vida personal. Dijo que Natalie debía considerarla de la misma manera. Me enfadé. '¿Por qué no la dejas en paz con su carrera?', le dije. 'Ya tiene a suficiente gente diciéndole que hacer'."  Wagner relata en las páginas de su libro que Natalie los dejó discutiendo y se marchó al dormitorio. La última vez que vio a su esposa fue mientras se cepillaba el pelo antes de cerrar la puerta para meterse en la cama. Después de calmar los ánimos, volvió a acostarse, pero Natalie ya no estaba. 
Aunque Christopher Walken siempre ha eludido el tema, Dennis Davern, el capitán del yate, lo ha tocado en varias ocasiones, contando una versión distinta a la que dio inicialmente. Davern habla de una pelea muy violenta y dramática entre el matrimonio que se detuvo de pronto con un repentino silencio. Según el capitán, Wagner subió tras este silencio a donde él se encontraba y estuvieron bebiendo durante largo rato, hasta que volvió a bajar al camarote en el que había discutido con Natalie para reaparecer instantes después diciendo que la mujer se había ido. Agrega, además, que Wagner no quiso llamar inmediatamente a los guardacostas para denunciar la desaparición de su esposa ni encender los reflectores del barco para buscar a Natalie, escudándose en no querer provocar un escándalo. A lo largo de los años, Davern ha sugerido con mayor o menor sutileza que Robert Wagner estuvo implicado en la muerte de su esposa.
Lana Wood, la hermana de Natalie, asegura que el capitán la llamó una noche, borracho, y le confesó que creía que Wagner había empujado a su hermana y esta se había caído del barco. Momentos antes, el actor había discutido con Christopher Walken, acusándolo de querer acostarse con su mujer, además de estrellar una botella de vino contra la pared. Davern  le contó a Lana Wood que el actor no hizo nada al ver a su mujer en el agua y le dijo que la dejara, que necesitaba una lección. 
"The National Enquirer" publicó que Natalie Wood había sorprendido a su marido con Christopher Walken en la cama, tal como asegura el decorador de interiores Robin Butillo, que escuchó una conversación entre el actor y un amigo cercano en la que Walken le confesaba lo que había sucedido esa trágica noche en el "Splendour". Además, otra pista obtenida por el medio confirmaría esta versión: según el registro oficial del socorrista, una nota manuscrita de dudosa calidad afirmaba que Walken y Wagner “estaban llevando a cabo un encuentro sexual en la cabina de la embarcación y la señora Wood los vio juntos”. Sin embargo, el socorrista señaló que  inventó las anotaciones después de que los investigadores le sugiriesen la posibilidad de que el trío amoroso hubiese sido el desencadenante de los acontecimientos. 
Las dudas razonables hicieron que en 2011, después de que la escritora Marti Rulli, en conjunto con Dennis Davern, escribiera el libro "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", en el que recoge la versión del capitán del yate,  la policía reabrieara el caso. Sin embargo, no se llegó a ninguna conclusión tajante, sólo se cambió la causa de la muerte de “ahogamiento accidental” a un poco satisfactorio y ambiguo “ahogamiento y otros factores por determinar”.  
Al momento de su fallecimiento, Natalie Wood tenía 43 años. Sus restos descansan en el Westwood Memorial Park de Los Angeles, California. 
Robert Wagner volvió a casarse en 1990. Tiene 87 años y está prácticamente retirado. Sigue manteniendo la versión oficial sobre la muerte de su esposa, y sus hijas lo apoyan. La hermana de Natalie, Lana Wood, no cree en su  historia.
Christopher Walken jamás se ha referido a la muerte de Natalie Wood.
Dennis Davern, el capitán del yateademás de colaborar con el libro 
 "Goodbye Natalie, Goodbye Splendour", concede entrevistas para  hablar del tema y acusar a Robert Wagner de ser el responsable de la muerte de la actriz. Vive en Florida y bautizó a su primera hija Natasha, como homenaje a Natalie Wood. 



EL SPLENDOUR

El yate "Splendour", llamado así en honor a la película que consolidó a Natalie Wood como actriz, "Splendor in the Grass" ("Esplendor en la hierba", Elia Kazan, 1961), cambió de dueño cinco años después de la trágica muerte de la actriz. Robert Wagner le vendió el "Splendour" a Ron Nelson, ex asistente de vuelo de United Airlines, en 1986.
Nelson realizó pequeñas reformas en el barco antes de  llevar a dos amigos en un viaje a la Isla Catalina, donde la actriz murió. Dijo que era un "último adiós a Natalie". Después, llevó el barco a Hawaii, donde lo restauró, siempre tratando de mantenerlo como era originalmente. Ha conservado el camarote donde dormía Natalie casi intacto, con su cama original y otros detalles. Las iniciales WW siguen grabadas en el asiento del capitán, como cuando los Wagner eran los dueños del barco.
En el año 2014, Nelson  decidió poner en venta el "Splendour", alegando que está embrujado y que el espíritu de Natalie todavía vaga por cubierta. Si bien  la historia del barco de 60 pies fue una de las razones por las cuales lo compró, según contó a  KITV.com de Hawai, aseguró que "ha habido muchas cosas extrañas que han ocurrido en el barco" y ya no quiere lidiar con los eventos sobrenaturales. Nelson declaró al "National Enquirer" que ha experimentado en el yate numerosos incidentes paranormales, incluyendo una serie de "caídas extrañas". "Fue como si mis pies desaparecieran de debajo de mí y me caí", explicó. En otra ocasión, sintió una presencia en uno de los camarotes: "Algo se sentó en la cama y luego se fue".
El "Splendour" fue bendecido por dos kahunas hawaianos, pero la intervención de los chamanes no fue suficiente para limpiar el barco.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedes con los versos de William Wordsworth, ligados para siempre a  Bud Stamper y Deanie Loomis y su amor imposible por diferencias sociales, por incomprensión familiar, por el peso de las apariencias, por los tabúes sexuales, por un mundo a un paso del abismo: “Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que en mi juventud me deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo”.

Buenas tardes.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

CÓMO EVITAR LA ANGUSTIA Y EL ESTRÉS QUE PROVOCAN LAS FIESTAS


CÓMO EVITAR LA ANGUSTIA Y EL ESTRÉS QUE PROVOCAN LAS FIESTAS

“Al empezar el año todo es esperanza. Al terminarlo todo se ha hecho experiencia.”
 Mamerto Menapace

Gracias a Dios, el año 2016, sindicado como pésimo por casi todo el mundo, llega  a su fin. Y, como cada vez que un año bueno o malo  expira, aparecen los replanteos: ¿cómo seguir avanzando?, ¿hemos cumplido con los objetivos que nos habíamos propuesto en los albores de enero? Responder estas sencillas preguntas nos sume, la mayoría de las veces, en un pantano de desesperación: rara vez alcanzamos las metas pretendidas y casi nunca sabemos cómo seguir avanzando y, muchísimo menos, hacia dónde corno vamos. Para evitar el desánimo y el desespero que suelen ahogarnos en estas fechas, la revista “Pronto”, edición digital, nos ofrece una serie de tips aportados por Bernardo Stamateas, terapeuta familiar, licenciado en psicología, sexólogo clínico y autor de varios best sellers de autoayuda, intitulada “¡Socorro, fin de año! ¿Cómo evitar la angustia y el estrés que provocan las fiestas?”
Stamateas arranca explicando que los cierres no tienen por qué mortificarnos y que, muy por el contrario, deberíamos tomarlos como una oportunidad para reponer energías e ir por aquello que aún no pudimos concretar. Para ayudarnos en esta tarea ciclópea, los tips:

- “Las fiestas deben estar basadas en el placer y no en el deber, es decir, son para encontrarnos sólo con aquellas personas que tenemos ganas de ver.  Generalmente en las fiestas se impone el deber y terminan convirtiéndose en una gran simulación que termina provocando angustia.”  Es una perogrullada, sí, pero no está mal repetirla todas las veces que podamos: LAS FIESTAS DEBEN ESTAR BASADAS EN EL PLACER NO EN EL DEBER. Es absolutamente nocivo, amén de antinatural, juntarnos a despedir el año con gente que detestamos. Incluso si esa gente pertenece a nuestra familia, política o no.  Asumamos de una vez por todas que no somos los Ingalls. Ni siquiera somos los locos Addams. Nuestras familias no son idílicas. Tenemos parientes bastante chotos. No los invitemos ni aceptemos sus convites. Protejámonos.

-“No filosofar ni debatir sobre temas profundos. Es una fiesta para divertirse, para cerrar una etapa y ponerle fin al año, lo ideal es que las conversaciones sean amenas.” Es de público conocimiento que, para tener las fiestas en paz, hay que evitar hablar de temas controversiales. Olvídense de los choriplaneros y los globoludos. Olvídense de River vs. Boca y del Papa Paco. Nada de reproches o agravios. No a los discursos rimbombantes, las arengas políticas y  los sermones estúpidos. Fuera las lamentaciones y las quejas, las historias de peloteras pasadas y los recuerdos tristes. Eviten caer en la tentación de criticar a los miembros de la familia que no están presentes (es difícil, ya sé, pero hagan el esfuerzo).

- “No forzar los vínculos: si a lo largo del año no vi a mi tío, por ejemplo, no trato de reencontrarme con él justo ahora.” Las celebraciones de fin de año no son buen momento para reencontrarse con nadie. Si durante un año no mantuvimos contacto con algún pariente por algo será. 

- “Algunas personas se bajonean por los que ya no están. Una buena alternativa es separar un momento del brindis para recordarlos y permitirse ahí la libre expresión de emociones: ya sean las lágrimas o la nostalgia. El dolor es parte de la vida y no hay que reprimirlo. La felicidad no se consigue negando los momentos de tristeza.” Sabio consejo del Licenciado Stamateas: si bien la queja deportiva está terminantemente prohibida en la cena de Nochevieja, es natural que alguno de los comensales se sienta triste o melancólico evocando a alguien que ya no está. Si somos nosotros, tratemos de que nuestras emociones no arrastren a los demás al desconsuelo. Si es algún otro, seamos empáticos con esa persona. 
-“Muchos tapan el vacío con la pseudo felicidad. Emborracharse es un ejemplo de esto, nos da euforia, no felicidad. Se tiene que dejar a cada uno sentir el nivel de felicidad que tenga y pueda.” Ser feliz es siempre un privilegio y jamás una obligación. Aturdirnos y aturdir a los demás no nos hará más felices. Muchísimo menos emborracharnos y terminar dando lástima o generando peleas y conflictos. Brindemos decorosamente.
- “Otro tema es el de los balances. Ellos sirven si me ayudan a ver lo que tengo por hacer sin pararse en lo negativo. En lugar de decir 'no logré esto, no logré aquello', me tengo que plantear: 'no obtuve esto pero sí eso y aquello'. Además no hay un único balance sino muchos, porque en la vida uno tiene muchísimas metas de corto, mediano y largo plazo. Siempre hay que salvarlos. Ver los logros independientemente de las faltas.” Personalmente opino que los balances están de más. A mí jamás me dio bien un balance: ni a los quince, cuando me obligaban  a hacerlos en la mítica Escuela Nacional de Comercio Nº1 de Avellaneda, ni a los treinta, cuando todavía tenía un fisiquito decoroso, ni ahora. Olvídense de los balances. Los únicos números rojos que nos interesan son los que canta Sabina.
Hasta aquí, amables lectores, los consejos que la revista “Pronto” y Bernardo Stamateas nos acercan generosamente para que este 31 de diciembre aflojemos con el drama. Me despido de ustedes con el maravilloso poema que Julio Cortázar escribió el 31 de diciembre de 1951:
 HAPPY NEW YEAR

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestas tu mano en esta noche
de fin de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Así la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

¡Feliz Año Nuevo para todos! 

jueves, 19 de diciembre de 2019

LAS DIEZ MEJORES PELÍCULAS DE TIM BURTON II


LAS DIEZ MEJORES PELÍCULAS DE TIM BURTON II

"El mundo normal siempre me da miedo."
Tim Burton

Aquí estoy, mis queridos, dispuesta a ofrecerles la segunda parte de mi Top Ten de películas de Tim Burton. Que la disfruten.


"CHARLIE AND THE CHOCOLATE FACTORY" ("CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE", 2005)

“Charlie and the Chocolate Factory” (“Charlie y la fábrica de chocolate”)   es una película estrenada en el año 2005, dirigida por Tim Burton. Es la segunda adaptación cinematográfica de la novela homónima escrita por Roald Dahl en 1964, y está protagonizada por Johnny Depp como Willy Wonka Freddie Highmore como Charlie Bucket.
Willy Wonka organiza una visita guiada a su fábrica para cinco niños que encuentren billetes dorados ocultos al dentro de sus tabletas de chocolate, con el fin de premiar a quien más lo merezca. Los cuatro primeros billetes son encontrados respectivamente por Augustus Gloop, un niño obeso y glotón de Düsseldorf; Veruca Salt, una niña mimada y consentida de Londres; Violet Beauregarde, una niña presuntuosa y competitiva de Atlanta que mastica chicle sin parar; y Mike Teavee, un niño arrogante y agresivo de Denver, obsesionado con la televisión y los videojuegos. Charlie Bucket, un niño muy pobre, pero amable y  educado, encuentra el último billete oculto en una tableta de chocolate que compra con dinero encontrado en la calle.
La visita muestra a los niños cómo la fantástica fábrica es operada por unos seres muy pequeños llamados Oompa-Loompas. Uno a uno, los niños, salvo el pequeño Charlie, se meten en problemas debido a su mal comportamiento y se ven obligados a abandonar la visita antes de tiempo. Charlie resulta ganador y  Willy Wonka anuncia cuál es el premio especial: la fábrica. Wonka había comprendido  que necesitaba un heredero y organizó el concurso para encontrarlo. Sin embargo, no permite a Charlie llevar a su familia a vivir con él,  por lo que rechaza la oferta. 
Charlie descubre que la infancia de Willy fue triste y solitaria y por eso no comprende el valor de la familia. Logra que Wonka se reconcilie con su padre y al fin puede instalarse en la fábrica con sus seres queridos.
Película orientada especialmente al mundo infantil, como gran parte de la obra de Roald Dahl. Simpática y entretenida, visualmente fantástica.


"CORPSE BRIDE" ("EL CADÁVER DE LA NOVIA, 2005)

“Corpse Bride” (“El cadáver de la novia”) es una película de género fantástico del año 2005 basada en un cuento popular ruso-judío del siglo XIX y ambientada en un pueblo ficticio de la época victoriana. Fue dirigida por Tim Burton y Mike Johnson  y filmada utilizando la técnica stop motionJohnny Depp da voz al personaje principal de Víctor Van Dort  y Helena Bonham Carter a Emily, la novia cadáver.
Víctor, mientras practica sus votos matrimoniales en el bosque antes de pedirle matrimonio a su novia, Victoria, se compromete accidentalmente con el cadáver de una novia llamada Emily, quien esperaba a su verdadero amor y se lleva a Víctor al País de los Muertos. Allí, los muertos le cuentan que Emily era una joven que fue seducida y asesinada por Sir Barkis el día de su boda.
En la superficie, Victoria, que se supone abandonada por Víctor, planea su boda con Sir Barkis para salvar a su familia de la ruina. Los habitantes del submundo se preparan para el casamiento de Víctor y Emily y ascienden a la Tierra de los Vivos, provocando el pánico en la ciudad. Pero los muertos, lejos de atacar a los vivos, se reencuentran con sus  afectos, compartiendo recuerdos y creando un clima de amor que traspasa la pantalla y envuelve al espectador, en una de las secuencias más bellas de la película.
Al final, se descubre que Lord Barkis, quien se envenena accidentalmente y tendrá que dar cuenta a los muertos por lo que le hizo a Emily, era un asesino y estafador. La novia cadáver, entonces, le devuelve a Víctor el anillo para que pueda casarse con Victoria y se deshace en miles de mariposas que desaparecen en la noche.
Divina película, aunque hasta el final hice fuerza para que Víctor se quedara con Emily.


"SWEENEY TODD" ("SWEENEY TODD", 2007)

“Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street”(“Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet “) es una adaptación cinematográfica del musical homónimo de Stephen Sondheim y Hugh Wheeler, a su vez inspirado en la pieza teatral de Christopher Bond, quien se inspiró para realizarla  en los asesinos en serie Bernabé Cabard y Pedro Miquelón. Fue dirigida por Tim Burton en el año 2007).
La película narra la melodramática historia de Benjamin Barker (Johnny Depp), un barbero inglés  a quien un juez inescrupuloso (Alan Rickman), envía a la cárcel para quedarse con su mujer e hija. Muchos años después, regresa a tomar venganza como Sweeney Todd, un barbero que asesina a sus clientes con una navaja de afeitar. Es secundado por la Sra. Lovett,  (Elena Bonham Carter), que utiliza los cadáveres para preparar pasteles de carne.
Mucha gente odió “Sweeney Todd” sólo porque es un musical. A mí, por el contrario, me encantan los musicales, así que la disfruté muchísimo.


"FRANKENWEENIE" ("FRANKENWEENIE", 2012)

“Frankenweenie” es una película animada dirigida por Tim Burton en 2012, remake del cortometraje del mismo nombre, realizado por el director en 1984.
Victor Frankenstein vive con sus padres y su perro Sparky, un hermoso bull terrier,  en la tranquila ciudad de New Holland. Víctor es un niño muy inteligente y creativo, pero no tiene amigos en la escuela por lo cual desarrolla una relación muy especial con  Sparky. El perro es  atropellado por un automóvil y Víctor consigue revivirlo, poniendo en práctica conocimientos que adquirió gracias a Sr Rzykruski, el profesor de Ciencias.
La película hace muchos guiños a la historia de Frankenstein, de Mary Shelley, y concluye con un final feliz: después de haber resistido a Sparky, los vecinos de Víctor, arrepentidos, lo reviven después de su segunda muerte utilizando las baterías de sus autos.

Preciosa película.


"BIG EYES" ("OJOS GRANDES", 2014)

“Big Eyes” (“Ojos grandes”)  es una película biográfica dirigida por Tim Burton en el año 2014. La historia es un drama centrado en la vida de la pintora Margaret Keane (Amy Adams), artista sumamente tímida casada con un pintor sin talento, Walter Keane (Christoph Waltz), quien firma las pinturas de su esposa con la excusa de evitarle el tener que enfrentarse al público y a la prensa.  Margaret alcanza su éxito en los años ‘60, pintando personajes de ojos grandes muy característicos y, cuando se divorcia de Walter, inicia una batalla legal para demostrar que ella era la verdadera autora de las obras.


BONUS TRACK: "THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS" ("PESADILLA ANTES DE NAVIDAD", 1993)

Si bien Tim Burton no dirigió  “The Nightmare Before Christmas” (“Pesadilla antes de Navidad”), debido a su compromiso dentro de la franquicia de "Batman", sí la produjo y fu quien gestó la idea y creó los personajes. La película,  dirigida por Henry Selick en 1993, fue realizada mediante la técnica de la animación en volumen (también conocida con el anglicismo stop motion). Es, además de una película de animación, una película musical, ya que, a lo largo de su desarrollo, los diferentes personajes interpretan distintas  canciones, una más encantadora que otra.
Jack Skeleton, el rey de la ciudad de Halloween, donde viven todo tipo de criaturas espectrales, llega a la conclusión de que la fiesta de Navidad es mucho más interesante que la que se celebra cada año en su ciudad. Decide, entonces,  secuestrar a Santa Claus para reemplazarlo, originando un descalabro que pone en riesgo la celebración de la Navidad.
La idea original para la película fue de Tim Burton quien comenzó a dar forma a  la historia en su cabeza cuando vio en una tienda cómo quitaban la mercancía de Halloween para reemplazarla por la de Navidad. En una entrevista, Burton describe “The Nightmare Before Christmas” como una historia opuesta a la del Grinch, ya que la malhumorada criatura verde pretende destruir la NavidadJack, que realmente quiere celebrarla, termina casi destruyéndola.
Chris Sarandon prestó su voz a Jack Skeleton y Catherine O'Hara, a la delicada y dulce Sally

Hasta aquí, la segunda y última parte de mi Top Ten de películas burtonianas. Me despido de ustedes con una frase de la película "Big Eyes", adjudicada a Margaret Keane, que es hoy una preciosa señora de 88 años, residente en  Napa County, California: "Bueno, los ojos son mi forma de expresar mis emociones. Siempre los he pintado así. Cuando era pequeña me operaron y quedé sorda por un tiempo y no podía escuchar, así que me quedaba mirando. Confiaba en los ojos de las personas."

Buenas noches.