sábado, 25 de febrero de 2017

DERRIBANDO MITOS: ADIÓS A LA MEDIA NARANJA


DERRIBANDO MITOS: ADIÓS A LA MEDIA NARANJA

"Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y, consecuentemente, no es probable que tropiece con ella".
José Ortega y Gasset

El origen del mito de la media naranja se remonta a Platón y su obra "El Banquete", donde el filósofo expone las enseñanzas de Aristófanes, quien postulaba que en sus inicios la raza humana era prácticamente perfecta"Todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción". Estos seres podían ser de tres clases: hombre y hombre, mujer y mujer, y hombre y mujer (llamado andrógino). Según Aristófanes, "los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar el cielo y combatir con los dioses". Ante semejante osadía, Júpiter, que no quería la destrucción total de los humanos pero sí buscaba ponerlos en su lugar, encontró la solución: separarlos en dos, con el fin de disminuir sus fuerzas. El problema surgió después: "Hecha esta división, cada mitad hacía esfuerzos para encontrar la otra mitad de que había sido separada; y cuando se encontraban ambas, se abrazaban y se unían, llevadas del deseo de entrar en su antigua unidad, con ardor tal que, abrazadas, perecían de hambre e inacción, no queriendo hacer nada la una sin la otra". Historieta bastante trágica, como verán, aunque a mí no me vendría nada mal encontrar a mi idílica media naranja y entregarme a la inanición un par de semanas. 
No hacía falta publicarlo en el diario pero, por las dudas, Clarín  (experto en publicitar pelotudeces y hacerse  el burro con cosas importantes) puso negro sobre blanco y, en estos días sofocantes,  echó a volar una nota intitulada “Amor y verano: los psicólogos confirman que la media naranja no existe”, corroborando algo que ya sabíamos todos y todas: la pareja que nos colma y nos complementa, con la que no tenemos ni un sí ni un no y vivirá feliz a nuestro lado por los siglos de los siglos, amén, es una mentira pergeñada por los Estudios Walt Disney y los libretistas de las novelas de Verónica Castro. Triste, sí. Pero real.
Clarín recoge la tesis del psicólogo suizo Alain de Botton, “No hay nada de malo en casarse con la persona equivocada”, que se atreve a analizar la espinosa cuestión del matrimonio desde una mirada políticamente incorrecta, pero con lucidez y mucha soltura. “Nadie es perfecto. El problema es que, antes del matrimonio, rara vez nos adentramos en nuestra complejidad (…) El matrimonio acaba por ser una especie de apuesta esperanzada que hacen dos personas que todavía no saben quiénes son ni en quiénes se convertirán, que se unen en un futuro que son incapaces de concebir y han tenido la precaución de evitar investigar”, plantea De Botton. Por su parte, el psiquiatra José Eduardo Abadi afirma que “toda relación implica un riesgo, que tiene que ver con lo imponderable y lo impredecible”. Abadi, autor de “De qué hablamos cuando hablamos de buen amor” (donde deja claro que no hablamos ni de las películas de Disney ni de las telenovelas de Verónica Castro), agrega: “Nunca hay un ideal, vivimos aceptando las recíprocas imperfecciones para acercarnos a la felicidad posible”.
A la luz de estas declaraciones, es más que evidente que la idea de la media naranja, es un estereotipo del pasado. Alain de Botton aclara que, a lo largo del tiempo, la idea de matrimonio estuvo ligada a cuestiones más racionales que sentimentales. Pero el matrimonio de la razón resultó intolerante (e intolerable) y surgió el matrimonio de los sentimientos, que implica una idealización romántica de las partes involucradas. Idealización que, como tal, en un momento puntual choca contra la bruta realidad. “La buena noticia es que no importa si nos damos cuenta de que nos casamos con la persona equivocada. No debemos abandonar a esa persona, pero sí la idea romántica en la que se ha basado la comprensión occidental del matrimonio durante los últimos 250 años: existe un ser perfecto que puede satisfacer todas nuestras necesidades y cada uno de nuestros anhelos”, cacarea con optimismo nuestro psicólogo amigo. “Siglos atrás una pareja formaba una familia y el amor no era el objetivo fundamental de ese vínculo. Actualmente las familias sí se asientan sobre el amor -o al menos lo intentan-. El amor es problemático porque no está garantizado. El error es creer en la existencia de la persona correcta", explica la psicoanalista Any Krieger, aportando su granito de arena para derribar el mito de la media naranja. Señala, además,  que otro error fundamental es esperar que el otro colme nuestra falta: "Todo lo contrario, el otro nos señala esa falta, muestra nuestra incompletitud".
El Dr. Abadi sigue opinando, empeñado en dar por los suelos con el romántico mito:“No hay cosa más importante que aceptar y admitir la complejidad de quienes somos. Tenemos aspectos negativos y positivos, tenemos luces y tenemos sombras. Tenemos rasgos de nuestro carácter resueltos de un modo sano y tenemos conflictos que nos atrapan. Muchas veces, lo que produce la pelea de la pareja es cuando acusamos al otro de aquello que no nos gusta de nosotros. El aprendizaje de aceptar lo imperfecto e incluso convertir esa falla en algo querible y atractivo es una de las claves del buen amor”. Otro modo de desmitificar el amor ideal es el que propone Arthur Aron, un prestigioso psicólogo americano que asegura que con una charla profunda, íntima y sincera, basada en un test estandarizado de 36 preguntas, dos personas pueden terminar juntas. Durante las pruebas que hizo para verificar la eficacia de su test, Aron logró que una pareja contrajera matrimonio. La primera de las 36 preguntas es sencilla: “¿Si pudiera invitar a cualquier persona a comer, a quién invitaría?” y la número 36 ya apunta a un nivel de conocimiento e intimidad mucho más profundo: “Comparte un problema personal y pídele a tu interlocutor que te cuente cómo habría actuado él o ella para solucionarlo. Pregúntale también cómo cree que te sientes respecto al problema que has contado”. Emocionante como una carrera de caracoles. 
Se preguntarán ustedes, mis queridos, que tiene qué ver toda esta cháchara psicológica con el verano. Yo también me lo pregunté. Si no existe la mentada media naranja, estamos tan desamparados en julio como en enero. Lo único que encontré en la nota referente a la época estival fue un link hacia otra intitulada "Confesiones de parejas en la arena: qué hacen para sostener el amor, contra viento y marea". Y hacia allí me redireccioné, por supuesto. Para encontrarme con los testimonios de cuatro duplas amorosas que, aparentemente, han aprendido a vivir (y a vacacionar) juntas sin arrancarse los ojos. Juran que aceptan al otro con sus defectos y virtudes, y que, si volvieran a nacer, se elegirían una vez más. Teniendo en claro, siempre, que cada ser es único, irrepetible y completo, y no necesita a nadie para conformar un todo feliz.
Hasta  aquí, amables lectores, todo lo que tenía para decir acerca del tema. Me despido de ustedes con un bello texto adjudicado a John Lennon, pero cuya autoría no he podido confirmar (nací con un vinilo de "SgtPepper's Lonely Hearts Club Band" bajo el brazo y antes del advenimiento de Internet no lo conocía, así que me permito dudar): 

“Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.
Nos hicieron creer en una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, y que era eso lo que funcionaba.
No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.
Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de ese término deben ser reprimidos.
Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.
No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.
Tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto… cada uno lo va a tener que descubrir solo.
Y entonces, cuando estés muy enamorado de ti mismo, podrás ser muy feliz y amar de verdad a alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia se practica a plena luz del día.”

Buenas tardes.

martes, 21 de febrero de 2017

25 PROPUESTAS PARA ACEPTAR ESTE VERANO


25 PROPUESTAS PARA ACEPTAR ESTE VERANO

“Creí que era una aventura y en realidad era la vida.” 
 Joseph Conrad

La que esperaba, como yo, que la “Cosmopolitan” de diciembre le enseñara a depilarse la entrepierna con velas navideñas o a amasar pan dulce en la espalda de su chico, que espere en vano. Nada novedoso aporta este ejemplar, si consideramos que “disparar su gran O”, “aprovechar la ventaja de los días rojos”, “desvestirlo de la forma más sexy” o “animarse al pole dance” (al baile del caño, bah), son temas con los cuales la mentada revista nos machaca los sesos durante todo el año. Ya hemos intentado deslizar cubitos de hielo por la anatomía de nuestros hombres, escribir en tiras de papel las parejas hot más prometedoras para jugar a la timba erótica y deshacer galletas de chocolate sobre nuestros fisiquitos desatendidos, sin lograr jamás un lengüetazo decente y soportando que nos gruñan: “¿Te das cuenta de que sos una gitana? ¿Qué necesidad tenés de comer en la cama?” Y no hemos obtenido la añorada “vida Cosmo”. Porque ya se sabe: “El que no nació pa’l cielo, al ñudo mira p’arriba.” 
Lo que sí aporta este número de la "Cosmopolitan" es una nota bastante insulsa intitulada “25 propuestas para aceptar este verano”, que nos urge a asentir compulsivamente a ciertas proposiciones, por más delirantes u osadas que nos parezcan, porque hay que animarseHay que vivir, señoras; no sobrevivir o vegetar como hacemos nosotras.

25 PROPUESTAS PARA ACEPTAR ESTE VERANO

Aclaración pertinente: si ustedes suponen que propuestas osadas para aceptar y sentirse viva son montarse al “Steve Irwin” y pasarle por encima a un ballenero japonés o desnudarse para PETA, son unas exageradas o se están volviendo tan locas como yo que no puedo ver un huevo sin pensar en que la gallina que lo puso fue torturada de forma brutal (mi marido se niega rotundamente a tener nuestras propias gallinas, amadas y respetadas, pero tiempo al tiempo, ya lo voy a convencer). Las propuestas de la “Cosmo” no apuntan tan alto. Pero por algo se empieza.

1) TE PIDEN QUE HABLES EN PÚBLICO: Según la revista, la primera vez que una se planta frente a un auditorio ávido puede resultar aterrorizante, pero con el tiempo nos acostumbramos y nos sale de taquito. Acá la cuestión no pasa por aceptar o no aceptar hablar en público, sino por respondernos un interrogante tortuoso: ¿de qué carajo vamos a hablar? Si hicimos los deberes y leímos la “Cosmo” todo el año, podemos departir sobre “la gran O”, “la zona V” o “los días rojos”. Vamos a necesitar un traductor, eso sí, no sea cosa que nos metemos en un berenjenal de aquellos con el asunto de la “Zona Sur” y terminemos con la barra brava de Independiente tocándonos la corneta en la puerta de casa.

2) UNA AMIGA QUE VIVE EN UN LUGAR CON ONDA TE INVITA A VISITARLA: “¿Alojamiento gratis y una guía que conoce los mejores restaurantes, negocios y puntos clave de la movida? Definitivamente sí”, plantea la “Cosmo”. Ya sé que yirar por Lanús o por Berazategui con 35º grados no es muy prometedor que digamos, pero hagan el intento. ¿O ustedes tienen amigas que viven en la Gran Manzana?

3) ALGUIEN TE SUSPENDE UNA CENA: Según la revista en cuestión, que te cuelguen la galleta es una fortuna. Si estás sola en un restaurante o en un bar, gentes ávidas por conocerte se acercarán en tropel y entablarás interesantes conversaciones que te harán sentir viva y olvidar al marmota que te dejó plantada.

4) TU JEFE TE PIDE QUE TE ENCARGUES DE UN PROYECTO NUEVO, PERO NO TENÉS IDEA CÓMO SE HACE: Ante esta situación hay que relajarse. Y aceptar, por supuesto. A ver si todavía tu jefe te da un puntapié  en las posaderas y terminás pateando Bs. As. con el “Clarín” debajo del brazo.

5) EN UN RESTÓ ASIÁTICO, TU NOVIO TE OFRECE UNA CUCHARADA DE SU SOPA DE CABEZA DE PESCADO: ¿Vos querés sentirte viva o no? Dejate de remilgos y probá la sopa de cabeza de pescado. Ya sé que querías ir a hacer cagar un ballenero japonés y que ese pobre pescado tenía tanto derecho a andar coleteando como el cetáceo que se tragó a Pinocho. Pero en verano todo está permitido.

6) ESTÁS TENIENDO UNA CHARLA GENIAL CON UNA PERSONA QUE ACABÁS DE CONOCER Y SENTÍS GANAS DE INVITARLA/O A TOMAR UN CAFÉ: No es común encontrarse con gente con la que una se siente cómoda, así que no hay que reprimirse. Hay que invitar. Si lo que te detiene es el temor a que ese caballero sonriente al que sentís tan cómodo como un jogging viejo sea pariente de Dexter Morgan, no lo invites a tu casa. Invitalo a un barcito: el tipo no va a sacar a relucir el cuchillo en público. Salvo que esté muy loco. Aún así, vale la pena arriesgarse.

7) SE ACERCA EL CUMPLEAÑOS DE TU NOVIO Y UN AMIGO TE PROPONE HACERLE UNA FIESTA SORPRESA: Ah, nada tan vivificante, emocionante, apasionante e inquietante como organizar una fiesta sorpresa. Comprar la torta. Inflar los globos. Esconderse detrás de un sillón y dar un salto gritando: “¡Sorpresa!”. Qué lindo. Parece un capítulo de “F.R.I.E.N.D.S”.

8) ESTÁS PENSANDO EN UN CORTE DE PELO SUPERLOCO: Cambiar el look ayuda a que afloren nuevos aspectos de tu personalidad. Un par de tijeretazos y tu creatividad puede alcanzar picos insospechados. Y si te quedó para el traste, a no angustiarse: el pelo crece.

9) UN HOMBRE DE NEGOCIOS TE INVITÓ A SALIR, PERO LOS INTELECTUALES SON MÁS TU ESTILO: Nena, para saber qué te conviene tenés que probar de todo. Cierto, el hombre de negocios no va a brindarte las profundísimas charlas que te ofrece el intelectual. Pero el cubito por el culo se lo vas a poder pasar  igual. Así que p’adelante.

10) EL NUEVO GERENTE REGIONAL ESTÁ ORGANIZANDO UN AFTER OFFICE: ¿Y vos vas a decir que no? ¡Por favor! Un after office es tan excitante como… ¡una sopa “Ser”! ¡Eso! “Podés hacer contacto con gente de otras secciones, retomar amistades o cruzarte con algún bombonazo.” ¡Guau!

11) TU NOVIO TE QUIERE LLEVAR DE CAMPING: “Aunque no sea tu plan ideal, escapar de la ciudad va a despejarte la cabeza”, asegura la revista. Yo creí que las chicas Cosmo ya tenían la cabeza suficientemente despejada, pero parece que no.

12) UNA AMIGA TE LLEVA “COLADA” A UNA FIESTA: Se supone que, al no estar invitada a la fiesta, vas a sentirte como una adolescente y a divertirte muchísimo más. Si todavía seguís pensando en el “Steve Irwin” es porque no tenés la menor idea de lo que es una propuesta osada.

13) TE PASAN EL MICRÓFONO EN UN BAR DE KARAOKE: Hay dos cosas que tenés que tener en cuenta cuando te pasan el micrófono en un karaoke: A) A nadie le importa si desafinás y B) A los hombres les gustan las mujeres que se muestran ridículas… perdón, divertidas. Y lo que una chica Cosmo quiere es gustarle a los hombres, ¿no? La dignidad y todas esas huevadas se las dejamos para las chicas que van a las bibliotecas.

14) TU EX QUIERE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD: “Si todavía hay sentimientos y él no fue un cretino las segundas partes pueden estar buenas”, jura la “Cosmopolitan”. Ahora, digo yo, si todavía hay sentimientos y él no fue un cretino, ¿por qué se separaron? ¿Era gay?

15) UNA AMIGA TE EMPUJA A BAILAR ARRIBA DE LOS PARLANTES: “Mostrar tus movimientos más sexys delante de todos va a hacerte sentir una diosa”. ¡Esto es vivir la vida, carajo!

16) TE LLAMAN DE UNA CONSULTORA PARA OFRECERTE UN PUESTO, PERO TU TRABAJO ACTUAL TE GUSTA: Según la “Cosmo”, hay que presentarse a la entrevista aunque una no piense quedarse con el trabajo. Porque por ahí cambiamos de opinión. Además, ¿qué mujer ávida de sensaciones y experiencias delirantes y osadas dejaría pasar una entrevista de trabajo?

17) EL VIAJE EN AVIÓN TE AGOTÓ, PERO TU AMIGA QUIERE EMPEZAR A EXPLORAR LA CIUDAD DE INMEDIATO: Hay que combatir el jet lag adaptándose a la hora local. Así que debemos aceptar esta propuesta sin pensarlo dos veces: puede cambiar nuestras vidas. Quizás en esa exploración nos crucemos con un chico Cosmo al que rociar con migajas de galletitas de chocolote sin que nos acuse de desprolijas y mugrientas. Nunca se sabe.

18) LAS CHICAS DE TU OFICINA TE ANOTAN EN SU CLASE DE INGLÉS: Yo no sé si me animo a semejante delirio . Estudiar inglés me parece demasiado avant-garde para una mina tradicional como yo.

19) TUS AMIGOS EXTRANJEROS TE PIDEN QUEDARSE EN TU CASA: Aunque una tenga pocas comodidades, hay que decir que sí, ya que semejante acto de altruismo nos asegura destino y alojamiento para nuestras propias vacaciones. No, eso no es ser interesado: es ser práctico.

20) TU HERMANA TE CONVENCE DE PROBARTE UN VESTIDO SUPERESCOTADO: ¡Uf! ¡Esto ya es mucho! Demasiado sofisticado para una pueblerina como yo. Dice la “Cosmo” que, además de probarse el vestido, hay que comprárselo, tan sólo “por el placer que te va a dar ver las mandíbulas masculinas chocándose contra el piso.”

21) AUNQUE SALEN HACE APENAS UN MES, ÉL TE INVITA A UNA ESCAPADA DE FIN DE SEMANA: Ya se sabe: las aventuras compartidas alimentan los nuevos romances. Además, hacer un viaje con un hombre es una de las mejores maneras de conocerlo a fondo: no te pierdas la oportunidad de descubrir cómo mea la tabla del inodoro y deja los calzones tirados en cualquier parte.

22) UNA AMIGA QUIERE ARRASTRARTE A HACER UNA ACTIVIDAD CON ELLA: “Windsurf, taller de poesía, curso de historia del arte…” Lo que sea, con tal de sentirte más viva que nunca. No importa que no sepas nadar, no sepas leer y no sepas quién corno fue Amadeo Modigliani. Todo se aprende.

23) TU COBERTURA MÉDICA PREPAGA OFRECE REINTEGROS QUE CUBREN, POR COMPLETO O EN PARTE, CIERTAS PRÁCTICAS DE MEDICINA HOLÍSTICA, COMO LA ACUPUNTURA: Vamos, nena. Ser pinchada como una aceituna de copetín puede ser una experiencia interesanteNo te lo pierdas.

24) UN CONOCIDO QUIERE PRESENTARTE A ALGUIEN: Dicen (lo dicen esos estudios sospechosos de Universidades cómodamente instaladas en el culo del mundo) que, a la hora de detectar quién podría ser tu príncipe azul, los demás suelen ser más perspicaces que vos misma. Animate a una cita a ciegas y al subidón de adrenalina que conlleva esta experiencia límite.

25) SE TE OCURRE UNA IDEA PARA HACER ALGO TOTALMENTE FUERA DE LO HABITUAL, PERO TENÉS MIEDO DE QUE TU JEFE NO SE ANIME A JUGARSE: Dale p’adelante, que es verano.

Hasta aquí, todas aquellas propuestas a las que debemos decirles “SÍ” este verano, sin pensarlo dos veces. Y como la gente de la “Cosmo” es divina, nos deja de yapa tres cosas para decirles “NO”, en verano o cuando sea:

1) TU JEFA TE PIDE EN SECRETO QUE “SALGAS” CON SU AMANTE PARA DESVIAR LAS SOSPECHAS DE SU MARIDO: Yo fui empleada y fui amante, pero jefa, jamás. De todos modos, me niego a creer que hay jefas tan boludas que les cuentan a sus subordinadas que tienen amantes.

2) LA VENDEDORA INSISTE EN QUE VAS A PODER ENTRAR EN ESOS MICROSHORTS QUE, JURA, SON EL ÚLTIMO GRITO DE LA MODA: No le des más vueltas al asunto: no entrás ni vas a entrar nunca.

3) EL QUESO BLANCO CON EL QUE TU CHICO UNTÓ LA TOSTADA SE VE AMARILLENTO. ÉL QUIERE QUE VOS LO PRUEBES, POR LAS DUDAS: Pero mirá vos, lo turro que resultó tu chico.

Después de haber repasado varias veces la lista de propuestas osadas y delirantes que la “Cosmopolitan” nos urge a aceptar este verano, estoy más convencida que nunca de que mi idea de tener dos gallinas es fascinante. Tan atrevida. Tan sediciosa. Al final, la “vida Cosmo” es tan embole como la “vida cualquiera”. Si este es el plan para enero, no quiero ni imaginarme lo que nos espera para junio del año que viene.

“TU AMIGA TE PROPONE QUE USES UNA BOLSA DE AGUA CALIENTE. NO DEJÉS PASAR DE LARGO LA OPORTUNIDAD DE TENER ALGO HOT EN TU CAMA.”

martes, 14 de febrero de 2017

CONSEJOS PARA CELEBRAR SAN VALENTÍN


CONSEJOS PARA CELEBRAR SAN VALENTÍN

“El amor es el triunfo de la imaginación sobre la inteligencia.
Henry Louis Mencken

Como todos los años, cuando se acerca el igualmente repudiado y celebrado Día de los enamorados, aparecen en la web, cual hongos después de una copiosa lluvia, consejeros y profesionales  que tiran ideas, tips e instrucciones para que nuestro festejo resulte inolvidable.
Tratando de encontrar sanos consejos para que nuestro San Valentín sea especial este año, recalé nuevamente en la página About en español, y me enganché con una nota firmada por nuestra amiga Paloma Corredor, autotitulada experta en consejos de amor.
La nota en cuestión está orientada a quienes repudian el costado comercial de esta fecha pero igual quieren festejar un poquito. Porque el amor merece ser celebrado y también merece tener un día especialmente dedicado a sus mieles.
Aquí están, mis queridos,  los consejos de nuestra amiga Paloma para celebrar el Día de los Enamorados de forma original. Son, quizás, un poco distintos a aquellos a los que la “Cosmo” o la “Oh, la, la” nos tienen acostumbrados.  Pero valen la pena para encarar este festejo de modo distinto. Parten de dos premisas fundamentales:

1- Ser fiel a uno mismo: No hay que sentirse forzado a festejar San Valentín. Si uno es un jodido que reniega de la celebración por llevar la contra, un ultranacionalista que insiste en festejar La Chaya y no una fecha foránea, o un amarrete que se niega a comprar regalos, no está obligado a enredarse en la inmunda telaraña de azúcar que las masas enamoradas tejen cual arañas de emoción alrededor de este mítico día. Puede mandar a la puta que los parió a los valentines y valentinas sin culpa alguna.
2- Ser auténtico: Mejor autenticidad que regalos comprados a desgano o detalles románticos que en realidad nos parecen reverendas pavadas.

Ahora, sí, después de estas premisas fundamentales, los consejitos de la Srta. Corredor para un San Valentín diferente.


1- Haz algo por él/ella: El 14 de febrero es un día ideal para hacer una tarea que nuestra media naranja detesta y se ve obligada a hacer durante todo el año. Triste obsequio es que en San Valentín el homenaje de nuestra pareja se limite a juntar la caca del perro, pensarán ustedes. Y tienen razón. Pero peor es nada. También podemos acompañarlo/a  a algún lugar al que nos negamos ir durante  el resto del año (la cancha de Boca, en el caso de las damas; una reunión de Tupperware en el caso de los caballeros). Estos gestos no suenan muy románticos que digamos, pero implican un esfuerzo mayor que comprar un frasco de perfume o una caja de bombones. Esfuerzo que puede ser apreciado por nuestra pareja, siempre y cuando no caiga en la cuenta de que no gastamos un peso en el agasajo.

-Decile que lo/la amás: Si nunca soltaste prenda, si hace tiempo estás en la relación pero todavía no verbalizaste tus sentimientos de forma concreta, San Valentín es el momento ideal para hacerlo. Oralmente o escribiendo una carta de amor. O, por qué no, de ambas formas. Y si ya se lo dijiste, repetíselo. Muchas veces. Diciéndole que lo/la amás y especificando también las razones de ese amor. Decir “Te amo” es mucho más agradable que juntar la caca del perro.

-Si querés comprar un regalo que no sea cualquier cosa para salir del paso: Esforzate un poco. Prestale atención a tu pareja. Fijate qué cosas le gustan. No le regales un hámster a una mujer que le tiene fobia a los roedores. No le regales una camisa hawaiana a un hombre que acostumbra vestir de negro de la cabeza a los pies. No le regales al otro algo que querés vos: a ella no le hace falta un joystick de PlayStation; él no necesita una planchita para el pelo. El regalo en cuestión puede ser un vale para que el otro se compre lo que guste o, si lo seduce viajar, una escapada romántica. Que siempre garpa.

-Nada de regalos prácticos: No medias. No toallas. No pañuelos. No corbatas. No bombachas o calzoncillos salvo que tengan plumas y detalles de animal print. Los hombres reciben los regalos prácticos como reciben todos los regalos: con una proverbial cara de nada. A las mujeres nos enfurecen.

-No creerle a nuestra pareja cuando nos dice que no quiere nada: Este consejo corre casi exclusivamente para los varones. Es bueno que sepan que las damas siempre queremos algo. Que esas tiendas de objetos modernas llenas de adminículos tan inútiles como bellos nos quitan el sueño. Que somos antojadizas. Es mentira que no queremos nada: queremos recibir un regalo sin que haga falta pedirlo. Que nos sorprendan. Parece que San Valentín es un muy buen momento para regalar joyas. O un bolso de firma. Cosas caras, bah.

-Si no querés o no podés comprar nada, regalale tu cariño: Si sos amarrete o pobre, el cariño es una buena opción. El afecto puede venir en forma de masaje, o de desayuno en la cama, o de gustito erótico. Lo importante es el detalle.

Como este artículo, pretendidamente esclarecedor, me dejó con gusto a poco, decidí seguir indagando en otros opúsculos de la misma autora y desemboqué en una nueva serie de consejos.  Siete esta vez. Siete formas de decirle a nuestra media naranja que la amamos, aunque no se note.


1-Escribile una carta de amor: Nuestra amiga Paloma vuelve a insistir con la carta. Y hace muy bien. En un mundo donde la carta de amor está prácticamente extinguida, recibir una es un portento. Para el que no quiere o no sabe escribir, está la opción de la págin web o del álbum digital con las fotos más almibaradas de la pareja.

2- Hacé con él/ella algo que nunca hayas hecho y que le guste mucho: De esto también hemos hablado, ¿se acuerdan? Cancha de Boca, reunión de Tupperware. Ponele un poco de onda y tratá de comprender por qué a él lo emocionan 22 pavotes corriendo detrás de una pelota y a ella le causan escalofríos de placer una horda de insulsos recipientes de plástico.

3- Aprendé a callar: 
Consejo especialmente dirigido a las damas. De una vez por todas cierren la puta boca. Por lo menos en San Valentín. Olvídense de las letanías y las cantinelas. Callen, que a ellos les gusta cuando callamos porque estamos como ausentes. Y porque la mayor parte de las cosas que decimos son nimiedades, intrascendencias, estupideces varias. Y el otro se merece un sano silencio de vez en cuando.

4-
 Iniciénse en el slow sex: Nunca es tarde para descubrir mieles eróticas novedosas. Concédanse tiempo para hacer el amor de forma sensual. Dejen la rutina y los apuros de lado. Dejen de correr tras un orgasmo esquivo. Disfruten de los masajes, mírense largamente a los ojos y sincronicen sus respiraciones para que sus cuerpos y corazones se fundan en el tórrido horno del amor.

5-
 Tómense un día libre. Puede ser el mismo 14 de febrero o el próximo día que tengan sin compromiso. Una jornada donde no existan los teléfonos celulares, ni Facebook, ni Twitter, ni  chat con los amigos. Organicen un picnic en la playa, un paseo campestre o un almuerzo en un restaurante que no conozcan. Y de regreso a casa, no hagan nada de lo habitual. No vayan del chino. No junten la caca del perro. No se prendan a esa infame teta de cristal llamada televisión. Mírense a los ojos. Sean espontáneos. Redescúbranse. Excluyan de este día mágico todo vestigio de rutina.

6 - Regalale un perfume personalizado. Las colonias y perfumes son un típico regalo de San Valentín. Nada más lindo que un perfume. Pero hay gente exótica, parece, que prefiere mejunjes personalizados antes que un Nina Ricci o un Marc Jacobs. Si vuestras parejas son así de extravagantes, no lo duden. Les va a salir mucho más barato.

7- Liberalo/a de una tarea pesada: Limpiá la casa, lavá el auto. O pagale a alguien para que lo haga. Y disfuten juntos del tiempo libre que este florido regalo trae acarreado.

Hasta aquí, todo lo que tenía para decir de los festejos de San Valentín nuestra amiga Paloma Corredor, experta en consejos de amor. Agradecemos su sapiencia. Poco es lo que yo tengo para agregar. Pero de nada vale juntar la caca del perro en San Valentín si uno se hace el burro todo el año.
Me despido de ustedes con una traviesa frase de William Shakespeare: “El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen.”

Buenas tardes.