domingo, 28 de enero de 2018

CARAMELOS SURTIDOS VII


CARAMELOS SURTIDOS VII

"I love swweets."

El tiempo pasa, me voy poniendo vieja, pero, gracias a Dios, todavía conservo mi ojo avizor y mi pasión por los galanes de TV. Desde David Cassidy a Jared Padalecki los he amado a todos. Y los seguiré amando. Bienvenidos a una nueva edición de la saga “Caramelos surtidos”.


-Jonathan Groff (“Glee”, “Looking”, “Mindhunter”)

Jonathan Groff es un cantautor estadounidense de pop y actor de cineteatro televisión, nacido en LancasterPensilvania, el  26 de marzo de 1985. Es conocido, principalmente,  por su interpretación de Jesse St. James en la serie musical de televisión Glee”,  además de ser el protagonista de la series Looking” y “Mindhunter”. En “Looking”, una serie con temática LGBT que narra las vivencias de un grupo de amigos homosexuales que residen en San Francisco, interpretó a Patrick Murray, un atractivo desarrollador de videojuegos. En  “Mindhunter”, a Holden Ford, un agente especial del FBI perteneciente a la Unidad de Análisis de Conducta, basado en la figura de John E. Douglas, uno de los primeros agentes en utilizar y elaborar perfiles psicológicos de criminales peligrosos. Groff también prestó su voz al personaje de Kristoff en la película y cortos de "Frozen" de Disney.
Jonathan Groff se declaró “gay y orgulloso de serlo”, y tuvo novios famosos, como Gavin Creel y Zachary Quinto.


-Bradley James ("Merlín")

Bradley James es un actor oriundo de ExeterDevon. Nació el 11 de octubre de 1983, conocido principalmente por el papel del Príncipe Arturo (personaje que con el tiempo llegaría a ser el Rey Arturo) en la serie de fantasía “Merlín”.


-Alexander Calvert (“Arrow”, “Scream”, “Supernatural”)

Alexander Calvert nació el 15 de julio de 1990 en Canadá. Participó en diversas series de televisión y tuvo personajes recurrentes en “Arrow” (donde se puso en la piel de Lonnie Machin/Anarquía, un sicario de la mafia) y “Scream” (en la que interpretó al asesino serial Tom Martin). Actualmente  tiene a su cargo a uno de los personajes principales de la temporada 13 de “Supernatural”, Jack,  el hijo de Lucifer, lindo como su papá pero muchísimo menos malo.


-Bill  Skarsgård (“Hemlock Grove”)

Bill  Skarsgård  nació en EstocolmoSuecia, el 9 de agosto de 1990. Es hijo del actor Stellan Skarsgård y  la doctora My Agnes. Tiene cinco hermanos son AlexanderGustaf,  Valter (los tres actores muy reconocidos), Sam (que es médico pero participó en alguna que otra película sueca) y Eija (una bellísima modelo). Luego de que el matrimonio de sus padres se rompiera, Stellan Skarsgård se casó con Megan Everett y tuvo dos hijos más, Ossian y Kolbjörn.
Con muchas horas de maquillaje encima, el hermoso Bill Skarsgård ha sido el responsable de revivir la leyenda del oscuro Pennywise en el remake de “It” (2017). Como fanática absoluta del trabajo de Stephen King y de la miniserie de 1990 en la que el papel de Pennywise estuvo a cargo del genial Tim Curry, puedo dar fe de que salió más que airoso del desafío.
Bill también actuó en las películas “Simple Simon (2010), The Divergent Series: Allegiant (2016), y “Atomic Blonde (2017), y en la serie de monstruos de NetfilxHemlock Grove, donde interpreta a Roman Godfrey, un  atractivo upir (vampiro de origen ruso). 


-Gil Mcinney (ER”,  “Once Upon a Time)

Gil McKinney es un actor de cine y televisión estadounidense nacido el 5 de febrero de 1979. Es  conocido por haber interpretado al Dr. Paul Grady en "ER" y al Príncipe Eric en "Once Upon A Time".


-Rupert Penry-Jones (“Whitechapel”, Black Sails”, The  Strain”)

Rupert Penry-Jones nació en Londres el 22 de septiembre de 1970. Es hijo del actor galés Peter Penry-Jones y la actriz inglesa Angela Thorne.​ Es hermano del actor Laurence Penry-Jones.  
Penry-Jones se educó en Dulwich College en Dulwich, Londres, hasta los 17 años cuando se matriculó en Bristol Old Vic Theatre School, solo para ser expulsado en su segundo año por ser una mala influencia para sus condiscípulos, ya que después de romper una relación, Rupert  trató de recuperarse "follando todo lo que tenía a la vista".
Rupert Penry-Jones tiene una abultada carrera tanto teatral como cinematográfica y formó parte del elenco de varias series televisivas. En “Whitechapel” interpretó al obsesivo detective Joe Chandler. La serie fue cancelada sorpresivamente y dejó muchas preguntas sin respuesta. Entre 2015 y 2017, Rupert se puso en la piel de Thomas Hamilton, un personaje recurrente en “Black Sails”. Actualmente forma parte del reparto de la serie de dramaterror y ciencia ficción “The  Strain”, basada en las novelas de la Trilogía de la Oscuridad de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, dando vida a Mr. Quinlan, un antihéroe mitad humano y mitad vampiro.

-Landon Liboiron (“Terra Nova”, Hemlock Grove”)

Landon Liboiron nació en JennerAlberta, Canadá, 5 de enero de 1991. Participó en varias películas de televisión y saltó a la fama gracias a la serie juvenil dramática de televisión canadiense “Degrassi: The Next Generation”.
En el año 2011, Landon formó parte del reparto de "Terra Nova", serie de ciencia ficción producida por Steven Spielberg, poniéndose en la piel de Josh Shannon. En la serie de monstruosHemlock Grove interpreta a Peter Rumancek, un adolescente gitano que es, en realidad, un hombre lobo.


-Tom Mison (“Sleepy Hollow”)

Tom Mison es un actor y escritor británico nacido en WokingSurrey, el 23 de julio de 1982. Con carrera en cine, teatro, televisión y radio, es especialmente conocido por interpretar a Ichabod Crane en la serie de televisión estadounidense "Sleepy Hollow", basada libremente en el cuento de Halloween de 1820 "The Legend of Sleepy Hollow", de Washington Irving y en algunos conceptos de "Rip Van Winkle", también de Irving. 


-Colin Morgan ("Merlín", "The Fall")

Colin Morgan nació el 1 de enero de 1986 en ArmaghIrlanda del Norte. Se crió en una localidad problemática, donde era común ser despertado y evacuado en medio de la noche porque había una bomba casera en la casa lindante.
Morgan fue educado en la fe católica. Se interesó en el teatro desde muy corta edad y obtuvo un Diploma Nacional en Artes Escénicas en el  Institute of Further and Higher Education de Belfast, que quedaba bastante lejos de su casa, y estaba ubicado, además, en una zona con problemas de religión. Estudió más tarde en el Royal Conservatoire of Scotland, donde se graduó en 2007.
Colin Morgan inició su carrera actoral siendo un adolescente. Entre 2008 y 2012, fue el intérprete principal de la serie “Merlín”. En el año 2014 obtuvo el papel de Tom Anderson en la serie “The Fall”. 


-Eion Bailey (Band of Brothers", ER”, Covert Affairs”,  “Once Upon a Time”)

Eion Bailey llegó al mundo en Santa YnezCalifornia, el 8 de junio de 1976. Participó en diversas series de televisión, como “Dawson's CreekCSI: Nueva York”, “Cold Case”Numb3rs, y "Law & Order: Criminal Intent. En 2001 participó en la miniserie "Band of Brothers", interpretando a David Kenyon Webster, y en 2006 en la miniserie "Nightmares and Dreamscapes: From the Stories of Stephen King. En “ER fue Jake Scanlon, un personaje recurrente, al igual que en “Covert Affairs”, donde se puso en la piel de  Ben Mercer.
Eion es Pinocho/August Booth en la serie de fantasía “Once Upon a Time”.


BONUS TRACK: River Huang ("All about love")

River Huang es un actor taiwanés nacido en  Singapur el 13 de noviembre de1989. A los 18 años, ganó el premio al Mejor Actor en los Golden Bell Awards por su papel debut en “Dangerous Mind”, convirtiéndose en el actor más joven en ganar en esa categoría. En 2009, protagonizó la película sueco-taiwanesa “Miss Kicki”, y en 2010, el film “Juliets”, una película taiwanesa inspirada en la trágica historia de amor de William Shakespeare, "Romeo y Julieta".
Se lo puede ver en la serie de fantasmas “All about love”, que actualmente emite Netflix. Un bombón oriental.

Hasta aquí, gente bella, esta nueva entrega de la esplendorosa saga "Caramelos surtidos". Me despido de ustedes con una cita de la escritora chilena Isabel Allende: “El postre es un vicio peor que el alcohol o las drogas, porque es legal, no se considera pecado y puede cometerse en público”. 

Buenas y dulces tardes.

LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS INFANTILES: EL FLAUTISTA DE HAMELÍN


LAS VERDADERAS HISTORIAS DETRÁS LOS CUENTOS DE HADAS: EL FLAUTISTA DE HAMELÍN

“Sólo hay una cosa peor que una flauta, dos flautas”.
Wolfgang Amadeus Mozart


Buenas tardes, queridos lectores. Hoy abordaré la historia de un cuento de hadas recogido por los Hermanos Grimm, inspirado en una historia cuyos detalles se han perdido en el tiempo pero que fue, sin dudas, un episodio trágico en la historia de una pequeña ciudad alemana: “El flautista de Hamelin”.


 EL FLAUTISTA DE HAMELIN

“El flautista de Hamelin” (“Der Rattenfänger von Hameln”, que se traduciría como El cazador de ratas de Hamelín”) es una fábula o leyenda alemana, documentada por los Hermanos Grimm y publicado en el volumen Deutsche Sagen(1816). La historia gira alrededor de una misteriosa desgracia acaecida en la ciudad de Hamelin (Hamlen), Alemania, el 26 de junio de 1284.
Existe un famoso poema en inglés sobre ese tópico escrito por Robert Browning.
La primer mención sobre la leyenda del Flautista de Hamelin no proviene de la literatura, ni de la tradición oral, sino de un vitral del siglo XIII, ahora perdido, que narraba la historia de un músico que raptó a los niños de Hamelin y los introdujo en las entrañas de un monte.  Hans Dobbertin creó en época moderna un  nuevo vitral, el mismo que hoy puede admirarse en la Iglesia del Mercado de Hamelin. Esta obra se ve al flautista vestido coloridamente, guiando a los niños vestidos de blanco, fuera del pueblo.
También existe una descripción de lo ocurrido, que puede verse en Hamelin, y que data del año 1601. Se basa al parecer en un escrito de 1384, cuyo autor oyó la historia cuando  era niño de labios de su abuela, testigo de los acontecimientos: 

En el año de 1284 en el día de Juan y Pablo
siendo el 26 de junio
por un flautista vestido con muchos colores,
fueron seducidos 130 niños nacidos en Hamelin
y se perdieron en el lugar del calvario, cerca de las colinas.


LA HISTORIA RECOGIDA POR LOS HERMANOS GRIMM

Según el cuento, la ciudad de Hamelin sufría una invasión de ratas y un flautista que estaba de paso en la ciudad, se ofreció a deshacerse de los roedores a cambio de una recompensa. Tocó la flauta y las ratas lo siguieron hasta el río donde se ahogaron. Volvió a Hamelin a cobrar lo prometido, pero los ciudadanos se negaron a pagar. El día 24 de junio de ese mismo año (festividad de San Juan)el flautista regresó a la ciudad buscando venganza. Mientras los mayores estaban en la Iglesia, tocó su flauta mágica y 130 niños y niñas lo siguieron hacía las colinas que rodeaban la ciudad. Nunca más se supo de ellos. Sólo quedaron en el pueblo tres infantes: un niño rengo que no pudo seguir la comitiva, un niño sordo que no oyó la música, y un niño ciego que se perdió en el bosque.
Algunas versiones de la historia dicen que los niños se ahogaron como las ratas; otras, que entraron en una cueva que llevaba directamente al infierno; y las más suaves, que el flautista cobró su recompensa y devolvió a los niños.


LOS  ORÍGENES DE LA LEYENDA

Los orígenes de la leyenda del Flautista de Hamelin, al igual que el de otros cuentos populares, son  poco claros. Los estudiosos del folclore alemán señalan que el núcleo de la historia es la desaparición de los niños, y que el episodio de las ratas se agregó tiempo después, a mediados del siglo XVI. Sostienen, también, que el rapto de los niños simboliza la expansión hacia el este (Ostsiedlung) de los pobladores de la Baja Germania entre los siglos XII y XV.  En este sentido, los pequeños de Hamelin representan a los jóvenes de la ciudad que se lanzaron a la conquista del este. 
El investigador e historiador Radu Florescu sostiene en su libro del año 2005, “In Search of the Pied Piper” (“El Flautista de Hamelin: la historia detrás de la leyenda”), que el destino de los niños hipnotizados por la música del Flautista de Hamelin fue Transilvania. La figura del Flautista simboliza a un verborrágico líder militar germano que organizó y comandó una expedición colonizadora a la región del Báltico. Los niños de la leyenda son sus jóvenes soldados quienes, hipnotizados por la elocuencia de aquel militar, representada en la dulce pero engañosa melodía de la flauta, lo siguieron y perecieron en un naufragio. 
El historiador  William Manchester en su libroA World Lit Only by Fire: The Medieval Mind and the Renaissance” da como fecha del  luctuoso suceso el 24 de junio de 1484,  y sostiene que el  misterioso flautista era un psicópata y pederasta. Menciona que entre las versiones de la historia existen algunas que cuentan que los infantes fueron encontrados desmembrados y esparcidos entre la maleza del bosque o colgados de las ramas de los árboles.
Lo cierto es que no hay una interpretación única para  esta leyenda. Hay teorías que afirman que los niños fueron víctimas de algún tipo de accidente por el cual se ahogaron en el río Weser (que pasa por la ciudad), fueron enterrados por algún deslizamiento de tierra o padecieron una enfermedad que los habitantes consideraron peligrosa y contagiosa, posiblemente alguna forma de peste, por lo que fueron conducidos fuera del pueblo para proteger a los demás del contagio.  


LOS ECOS DE UNA TRAGEDIA

Existe una ley-costumbre largamente establecida en Hamelin, que prohíbe cantar o tocar música en una calle particular de la ciudad, por respeto a las víctimas del legendario acontecimiento: la llamada Bungelosenstrasse (Calle sin tambores). Durante desfiles públicos con música, incluidas las procesiones matrimoniales, las bandas dejan de tocar al llegar a esta calle y continúan con la música una vez que la ha atravesado.
La Rattenfängerhaus (Casa del cazador de ratas) es un edificio histórico  y se sitúa a la entrada de la peculiar calle. Hoy en día es uno de los restaurantes más famosos de la zona y una de las atracciones turísticas más visitadas de Alemania.

Hasta aquí, amables lectores, este opúsculo dedicado a "El flautista de Hamelin".  Me despido de ustedes con el famoso poema de Robert Browning, algo extenso, sí, pero digno de ser leído:

EL FLAUTISTA DE HAMELÍN 


I
El poblado de Hamelin está en Brunswick
Cerca de la famosa ciudad de Hanover
El río Weser, ancho y profundo
Moja sus paredes en el lado sur;
Un hermoso cuadro nunca visto;
Pero, cuando empezó mi canción,
Hace casi quinientos años,
¡Qué lástima!, ver sufrir a la gente
Por culpa de esos bichos.

II
¡Ratas!
Se peleaban con los perros y mataban a los gatos,
Y mordían a los bebes en sus cunas,
Comían los quesos de los moldes,
Y chupaban la sopa directamente de los cucharones de los cocineros,
Partían los barriles de sardinas saladas,
Anidaban en los sombreros domingueros de los hombres,
Y arruinaban las charlas de las mujeres
Ahogando sus voces
Con gritos y chillidos
En cincuenta diferentes sostenidos y bemoles.

III
Al fin el pueblo en bloque
Se congregó en la municipalidad:
“¡Que quede claro!”, gritaron, “¡nuestro intendente es un inútil;
Y nuestro consejo un escándalo!
¡Pensar que nosotros compramos ropas elegantes
Para imbéciles que no pueden determinar
Lo mejor para librarnos de esta plaga!
¿Ustedes creen que porque son gordos y viejos,
Van a encontrar sus funciones más fáciles?
¡Arriba señores! ¡Den a sus cerebros una sacudida
Y encuentren el remedio que nos está faltando,
O tengan por seguro que los mandaremos a empacar!”
Con esto el intendente y el consejo
Quedaron bajo una terrible consternación.

IV
Una hora se reunieron en consulta
Y al final el intendente rompió el silencio:
“Por una moneda he de vender mi traje;
¡Cómo desearía estar lejos de aquí!
Es fácil ordenarle a uno que se sacuda el cerebro—
Estoy seguro que mi pobre cabeza volverá a dolerme,
Ya la he estrujado, y todo en vano.
¡Ah, que daría por una trampa, trampa, trampa!”
Justo cuando decía esto, ¿qué pudo pasar?
Un suave golpe en la puerta de la cámara.
“¡Por Dios!”, gritó el intendente, “¿qué sucede?”
(Sentado entre los miembros del consejo,
Se lo veía pequeño, aunque terriblemente gordo;
Sin brillo en sus ojos, no más húmedos
Que una ostra demasiado larga y abierta,
Salvo cuando su panza sufría turbulencias
Frente a un plato de tortuga verde y gelatinosa)
“¿Son solo unos pies que se arrastran en la alfombra?
¡Cualquier cosa que suene como una rata
Hace que mi corazón lata violentamente!”

V
“¡Entre!”— Gritó el intendente, incorporándose:
¡Y así entró la figura más extraña!
Su saco largo, tan raro, que iba de los pies a la cabeza
Era mitad amarillo y mitad rojo,
Y él mismo era alto y flaco,
Con ojos azules, penetrantes, cada uno como un botón,
Su pelo claro y suelto, su piel oscura,
sin patilla en las mejillas, y sin barba en el mentón,
Y labios donde las sonrisas iban y venían;
Sobre sus amigos y parientes, nadie pudo conjeturar:
Ni nadie pudo tampoco admirar lo suficiente
Al hombre alto y su antigua vestimenta.
Uno dijo: “¡Es como si mi tatarabuelo,
Marchando al compás de las trompetas del Día del Juicio Final,
Hubiera hecho este camino desde su colorida tumba!”

VI
Él se aproximó a la mesa del Consejo:
Y, “Con permiso Su Señoría”, dijo, ” yo estoy capacitado,
A través de un hechizo secreto, para atraer
A todas las criaturas que viven bajo el sol,
Que se arrastran, o nadan, o vuelan, o corren,
Atraerlas detrás mío, en una forma que nunca se ha visto.
Y yo principalmente uso mi hechizo
En criaturas que dañan a la gente,
En el topo, el sapo, el tritón y en la víbora;
Y todo el mundo me conoce por el flautista.”
(Y en este punto ellos notaron alrededor de su cuello
Una bufanda a rayas rojas y amarillas,
Que armonizaba con su saco hecho del mismo paño,
Y en una punta de la bufanda colgaba una flauta;
Y notaron también, sus dedos, que se movían sin pausa
Como impacientes por tocar
En la flauta, que colgaba a baja altura
Sobre su vestidura anticuada)
“Y aunque,” dijo, ” parezco un pobre flautista,
El pasado junio, liberé al Reino de Tartaria,
De un enorme enjambre de jejenes;
Alivié en Asia al Nizam
De una monstruosa camada de murciélagos:
Y en cuanto a lo que atormenta sus mentes,
¿Si logro eliminar las ratas de la ciudad,
Me darán ustedes mil monedas?”
“¿Mil? ¡Cincuenta mil!”–fue la exclamación
Que dieron asombrados, el Intendente y su Consejo.

VII
El flautista se paró en la calle,
Sonriendo primero con una pequeña sonrisa,
Como sabiendo la magia que duerme
en su modesta flauta;
Y entonces como un músico experto,
Frunció sus labios para soplar la flauta,
Y sus agudos ojos verdeazules parpadearon,
Como una llama de vela rociada con sal;
Y antes de que la flauta diera tres notas,
Se escuchó como si un ejército murmurase;
Y el murmullo se fue haciendo un estruendo;
Y el estruendo se convirtió en un fuerte retumbo;
Y hacia afuera de las casas las ratas se revolcaban.
Ratas grandes, ratas pequeñas, ratas flacas, ratas fornidas,
Ratas marrones, ratas negras, ratas grises, ratas tostadas,
Serias viejas aplicadas, alegres jóvenes juguetonas,
Padres, madres, tíos, primos,
Con sus colas paradas y sus bigotes erizados.
Familias por decenas y docenas,
Hermanos, hermanas, maridos, esposas–
Siguieron al flautista con gran entusiasmo.
Calle tras calle él sopló avanzando,
Y paso a paso ellas lo siguieron bailando.
Hasta que llegaron al río Weser,
¡Donde todas se zambulleron y murieron!
—Salvo una quién, valiente como Julio Cesar,
Cruzo a nado y sobrevivió para llevar
(Como el conquistador Romano con su manuscrito)
A ‘Ratalandia’, su hogar, el siguiente comentario:
Que decía así, “A la primera nota de la flauta
Escuché un sonido como de tripas que se agitan,
Como de manzanas, maravillosamente maduras
Cayendo dentro de un lagar de cidra,
Y de un abrir de frascos de pickles,
Y de entornar de tapas de conservas,
Y de un descorchar de frascos de aceite,
Y de un romper las cubiertas de los barriles de manteca,
Y de parecer, en fin, como si una voz
(Más dulce que la voz del arpa)
Dijera, ¡Oh ratas, disfruten!
¡El mundo se ha convertido en una gran cocina!
¡Entonces coman, masquen, tomen sus viandas,
Desayuno, almuerzo, cena, refrigerio!
Formando todo un compacto jugo azucarado,
Y justo cuando estaba por alcanzar
Ese compacto barril de delicias,
Que brillando como el sol
Parecía decirme: ‘¡Vení, perforame!’
—Me vi arrastrada por el río Weser.”

VIII
Deberías haber escuchado a la gente de Hamelin
Tocar la campana hasta magullar el campanario.
“Vayan”, gritó el intendente, “¡Y tomen palos largos,
Remuevan los nidos y tapen los agujeros!
Consulten carpinteros y albañiles,
Que no quede ni rastro en nuestro pueblo
de las ratas!”— Cuando, de repente, el flautista
Apareciendo en el mercado con su carita pícara
Dijo: “¡Primero, si no se ofenden, las mil monedas!”

IX
¡Mil monedas! El intendente se puso verde;
Y lo mismo hicieron los del Consejo.
Las cenas administrativas hacían estragos
Con los vinos Claret, Mosella, Borgoña y del Rhin,
Y con solo la mitad de ese dinero
Repondrían los barriles de su bodega.
¡Pensar en pagarle esa suma a un vago
Que viste un saco de gitano rojo y amarillo!
“Además,” dijo el intendente, con un guiño cómplice,
“Nuestro negocio terminó en el borde del río;
Hemos visto el hundimiento de los bichos,
Y lo que está muerto, creo, no puede volver a la vida.
De todas formas nosotros no somos gente de retroceder,
Ante la obligación de darte algo de beber,
Y un poco de dinero para que pongas en tu bolsillo;
Pero de las monedas que hablamos,
De ellas, como bien sabés, fue un chiste.
Además, las pérdidas que sufrimos nos han vuelto ahorrativos.
¡Mil monedas!, por favor, Vení, ¡llevate cincuenta!”

X
El flautista ofendido gritó
“¡Esto es una estafa! ¡y no tengo tiempo para esperar!
He prometido visitar a la hora de la cena
Bagdad, y he aceptado la invitación
Del cocinero principal, hombre rico, que me agradece
El haber exterminado unos escorpiones,
Que invadieron la cocina del Califa.
Con él, no necesité regatear,
Y en cuanto a ustedes, ¡no crean que me daré por vencido!
La gente que hace que me enoje
Puede lograr que sople en otra dirección.”



XI
“¿Cómo?” gritó el intendente, “¿Pensas que voy a aguantar
Que me traten peor que a un Cocinero?
¿Insultado por un vago irrespetuoso
Que lleva una flauta inútil y un vestido colorinche?
¿Nos estás amenazando, muchacho? ¡Adelante,
Soplá tu flauta hasta que revientes!”

XII
Una vez más el flautista se paró en la calle
Y nuevamente sobre sus labios
Puso su flauta larga, su caño suave y recto;
Y antes de soplar tres notas (tan dulces y
Suaves notas; nunca el genio de un músico
Dio melodía tan embelesada)
Hubo un susurro que se pareció a un bullicio
De alegre muchedumbre empujando, saltando, cantando,
Pequeños pies golpeando, zapatos de madera martillando,
Pequeñas manos aplaudiendo y pequeñas lenguas parloteando,
Y como gallinas en el campo cuando se desparrama la cebada,
Salieron los niños corriendo,
Todos los chicos y las chicas,
Con sus mejillas rosadas y sus rulos rubios,
Sus ojos brillantes y sus dientes como perlas,
Saltando ligero, con gritos y risas,
Corrieron alegres detrás de la maravillosa música.

XIII
El Intendente estaba duro, y el Consejo mudo
Como si se hubieran convertido en bloques de madera,
Incapaces de moverse o de gritarles
A los chicos que alegremente saltaban,
—Solo podían seguir con los ojos
Esa feliz muchedumbre que seguía al flautista.
El Intendente estaba sorprendido
Y los miembros del Consejo solo atinaban a golpearse el pecho,
Mientras el flautista se desviaba de la calle principal,
Hacia donde el río Weser agita sus aguas
¡Justo frente al camino que seguían sus hijos!
Sin embargo, el flautista cambiando de rumbo,
Dirigió sus pasos hacia el monte Koppelberg,
Y detrás de él los pequeños saltando;
Al ver esto los padres se sintieron aliviados.
“¡El nunca podrá cruzar la gran montaña!
¡Se verá forzado a apagar su música,
Y podremos ver a nuestros niños detenerse!”
Pero cuando ellos alcanzaron la ladera,
Un maravilloso y extenso portal se abrió,
Como si una caverna repentinamente se hubiera cavado,
Y el flautista avanzó, seguido por los pequeños,
Y cuando ya todos estuvieron adentro,
La puerta de la montaña se cerró de golpe.
¿Dije todos? ¡No! Uno que era rengo, quedó atrás,
Al no poder bailar como los otros todo el largo del camino;
Y después de unos años, si alguien le reprochaba
Por su tristeza, él solía decir,—
“¡Desde que mis compañeros se fueron, es el pueblo el que está triste!
Y además no puedo olvidar que quedé privado
De las placenteras vistas que ellos ven,
Esas que el flautista me prometió a mi también,
Porque yo los guío, dijo el flautista, a una alegre tierra,
Muy cerca, aquí nomás,
Donde el agua fluye y crecen frutales,
Las flores alegran con sus colores
Y todo es extraño y nuevo:
Aquí los gorriones son más brillantes que los pavos reales
Y los perros más veloces que los venados,
Las abejas han perdido sus aguijones,
Y los caballos nacen con alas de águilas:
Y justo cuando me aseguraba
Que mi renguera se curaría pronto
La música se detuvo, y yo también,
Y entonces quedé solo, contra mi voluntad,
Para seguir ahora rengueando como antes,
¡Sin escuchar nada mas de aquel hermoso país!”

XIV
¡Pobre, pobre Hamelin!
¡Les vino a la cabeza a muchos vecinos
Aquel texto que dice que es más fácil,
Que un camello pase por el ojo de una cerradura
A que un rico pase por la entrada del cielo!
El Intendente mandó, Este, Oeste, Norte y Sur,
Bajo palabra, una oferta al flautista,
En todas partes grupos de hombres lo buscaron,
Para ofrecerle oro y plata,
Si solamente regresaba por donde se fue,
Trayendo a todos los chicos detrás de él.
Pero cuando se dieron cuenta que era en vano,
Que el flautista y los niños se habían ido para siempre,
Lanzaron un decreto por el cual,
Todos los abogados debían fechar los documentos
Con la siguiente fórmula:
“A tantos meses y días de lo que sucedió aquí
Desde el veintidós de julio,
De mil trescientos setenta y seis”.
Y también, para recordar la ruta donde
los niños fueron vistos por última vez,
la llamaron “La Calle del Flautista”.
Nadie podrá en este lugar tocar flauta o tambor,
Bajo pena de perder su trabajo.
No sufrirían tampoco que tabernas o posadas
Sobresalten con algarabía una calle tan solemne,
Y frente al lugar de la caverna,
Escribieron la historia en una columna,
Y en la gran ventana de la iglesia pintaron
Lo mismo, para dar a conocer al mundo,
Como sus hijos fueron robados.
Y todo sigue allí, hasta hoy día.
Y tampoco debo omitir,
Que en Transilvania hay una tribu,
De gente muy especial, que tanto asombra a sus vecinos,
Y asegura que sus extravagantes maneras y vestidos,
Son herencia de sus padres y madres que se han elevado,
Desde una prisión subterránea
En la cual fueron encerrados,
Por una potente música, hace muchos años.
Venían de Hamelin de la tierra de Brunswick,
Sin saber el cómo ni el porqué del traslado.

XV
Entonces, Carlitos, tengamos, vos y yo,
Cuentas claras con todos los hombres— ¡especialmente flautistas!
Y, cuando un flautista nos libere de ratas y ratones
Si nosotros le prometimos algo, ¡cumplamos nuestra promesa!


Buenas tardes.

Ilustración 1: Chris Rawlins
Ilustración 2: Antonio Lorente
Ilustración 3: Margaret Evans Price
Ilustración 4: Klm Yu Kang
Ilustración 5: Elisabeth Alba