martes, 27 de agosto de 2019

GENTLEMEN PREFER BLONDES... II


GENTLEMEN PREFER BLONDES... II

“No me ofenden todas esas bromas acerca de las rubias tontas, porque no soy tonta…  y tampoco soy rubia.” 
Dolly Parton


Para delicia de mis lectores, hete aquí la segunda parte de mi Top Ten de rubias divinas. De nada.


BETTY GRABLE: “Hay dos razones por las que estoy en el mundo del espectáculo, y estoy de pie sobre los dos.”

Betty Grable fue una actriz, cantante y bailarina estadounidense nacida en Missouri el 18 de diciembre de 1916. Comenzó a trabajar en el cine muy siendo muy joven, a instancias de su madre. En 1940 obtuvo un importante contrato con la 20th Century Fox y se convirtió en su mayor estrella, apareciendo en películas como “Springtime in The Rockies” (1942), “Sweet Rosie O'Grady” (1943), “Pin Up Girl” (1944), “The Dolly Sisters” (1945) y su film más popular, “Mother Wore Tights” (1947). En 1943 posó para la famosa fotografía en traje de baño, con la cabeza mirando por encima de su hombro derecho, que la convirtió en la chica pin up del momento y fue la imagen favorita de los soldados norteamericanos de la Segunda Guerra Mundial, incluida posteriormente en la lista de las  100 Fotografías que Cambiaron el Mundo, elaborada por la revista Life. Betty era muy conocida por sus fabulosas piernas, aseguradas por la 20th Century Fox por un millón de dólares cada una con la aseguradora Lloyds de Londres.
Betty Grable, conocida como  "Betty Taquilla" y "La chica de las piernas del millón de dólares", falleció el 5 de julio de 1973, a los cincuenta y seis años. 


MAE WEST: ¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?”

Mae West fue una actriz estadounidense nacida en Nueva York el 17 de agosto de 1893, famosa por su actitud provocadora e irreverente y por sus frases picantes. Debutó en teatro a los ocho años y a los catorce ya se había convertido en una llamativa babyvamp. Cosechó éxitos en Brodway y desembarcó en Hollywood en 1932, salvando al estudio Paramount de la bancarrota con la recaudación de  su primera película,  “Night After Night”.
Mae era la escenógrafa y guionista de sus interpretaciones y siempre elegía a sus compañeros de reparto. Para su película “She Done Him Wrong” (1933) eligió a Cary Grant cuando el actor todavía no conocía la fama. Tras diez largometrajes, el último en 1943, y cansada de los problemas con la censura (eran los años del Código Hays) se retiró del cine. Años después montó un vistoso show en Las Vegas, con un exuberante vestuario. Aparecía en el escenario rodeada de ocho fisicoculturistas casi desnudos.
Mae West fue retratada por Salvador Dalí (“Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista”) y apareció en la mítica portada del octavo disco del  The Beatles“Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”. Falleció el 22 de noviembre de 1980.


JEAN HARLOW: "La ropa interior me resulta incómoda y, además, mis partes tienen que respirar."

Jean Harlow nació en Missouri el 3 de marzo de 1911. Fue actriz y uno de los mayores símbolos sexuales de la década de 1930. Jean era conocida como “La rubia platino”.
Jean Harlow se casó siendo muy joven y se instaló con su flamante marido Charles McGrew, heredero de una importante fortuna,  en Los Ángeles, donde unos ejecutivos de la Fox se interesaron en ella, que había intentado desde pequeña obtener éxito en el cine sin lograrlo. Empezó trabajando como extra y consiguió su primer papel en la película “Hell's Angels”, en 1930. La blonda actriz encandiló al público, pero la crítica fue feroz con ella. Jean intervino en varias películas. Su éxito era tan grande que muchas mujeres se tiñeron el cabello de rubio buscando imitarla.
A los 21 años, Jean Harlow firmó contrato con la Metro Goldwyn Mayer y fue entonces cuando se convirtió en una superestrella. Mientras rodaba  “Red Dust” (1932) su segundo marido, Paul Bem, fue hallado muerto en la casa de ambos. Bem se había suicidado, supuestamente a causa de su impotencia sexual. Poco tiempo después, Jane tuvo un tórrido romance con el boxeador Max Baer, cuya mujer amenazó divorciarse nombrándola como causa principal. MGM casó a la explosiva rubia con el cineasta Harold Rosson, pero el matrimonio fracasó a los pocos meses de concretado.
Durante el rodaje de la película “Saratoga” (1937), Jane comenzó a sentirse mal, hasta que se desmayó en el plató y fue internada y diagnosticada con uremia. Murió en el hospital el 29 de mayo de 1937, a los veintiséis años. Está enterrada en el cementerio Forest Lawn Memorial Park, en California. Su epitafio dice “Our Baby” (“Nuestra bebé”), tal como su madre solía llamarla.
Jean Harlow era la actriz favorita de otra rubia trágica, Marilyn Monroe. Marilyn buscó parecerse a ella y eso determinó su look.



BRIGITTE BARDOT: "Por supuesto que se puede querer más a un gato que a un hombre. De hecho, el hombre es el animal más horrible de la creación".

Brigitte Bardot nació en París el 28 de setiembre de 1934. Fue actriz, cantante, símbolo sexual e  icono de la moda a mediados del siglo XX. Y hoy es una activista por los derechos de los animales, fundadora y presidenta de la institución que lleva su nombre.
Brigitte fue una estrella de fama mundial, musa de los más grandes artistas de su época. Debutó en el cine a los dieciocho años en la película  “Le trou normand” (1952), con el cabello oscuro. Ese mismo año se casó con el primero de sus cuatro maridos, el director de cine Roger Vadim, quien dirigió la película que la lanzó a la fama, “Et Dieu… créa la femme” (1956). La escena de la película que muestra a Brigitte bailando descalza sobre una mesa es considerada una de las más eróticas de la historia del cine.
En 1954, Brigitte Bardot filmó su primera película en los Estados Unidos, “Un acte d’amour”, en la que tuvo que ser doblada debido a la pobreza de su inglés, como en muchas de las películas que filmó en ese país posteriormente. En 1974, después de cumplir los temidos cuarenta, Brigitte se retiró del cine. A partir de entonces se ha dedicado a defender los derechos de los animales.
En su juventud, fue idolatrada por John Lennon y Paul McCartney y en algún momento se barajó la posibilidad de que filmara una película con The Beatles, pero el proyecto no se concretó. Cynthia, la primera esposa de Lennon, imitaba su look a pedido de su marido. Lennon y Bardot llegaron a conocerse en 1968, pero ninguno impresioné demasiado al otro.
Brigitte Bardot es una señora jodida. Muchos la acusan de homofófica y racista, debido a sus declaraciones casi siempre políticamente incorrectas. Pero una persona que ama a los animales no puede ser mala. Es complicada, nomás.


MARILYN MONROE: "No quiero hacer dinero. Yo sólo quiero ser maravillosa".

Marilyn Monroe nació en California el 1º de julio de 1926. Fue una de las actrices más famosas de Hollywood y una de las más amadas. Es, sin duda, uno de los principales símbolos sexuales de todos los tiempos. Además de actuar, Marylin  incursionó en el canto.
Marilyn Monroe (nacida Norma Jean Baker) tuvo una infancia difícil. Su madre padecía desórdenes mentales y su padre nunca se hizo cargo de ella. Pasó años yendo de un hogar sustituto a otro. En muchos de ellos fue abusada sexualmente.
La blonda actriz comenzó su carrera como modelo fotográfica y a partir de 1946 comenzó a interpretar pequeños papeles en películas de bajo presupuesto. Alcanzó el éxito masivo con el musical “Gentemlen Prefer Blondes” (1953), donde compartió cartel con Jane Russell. Ese mismo año apareció en la portada del número inaugural de la revista Playboy y actuó junto a Lauren Bacall y Betty Grable en “How to Marry a Millionaire”. Su mayor éxito comercial fue “Some Like it Hot” (1959), film por el que ganó un Globo de Oro a la Mejor Actriz de Comedia.
Marilyn fue la estrella de muchas películas, especialmente comedias, y se convirtió en un símbolo sexual que aún hoy no ha perdido su fuerza y, además, en el prototipo de la rubia tonta. Estuvo casada con el jugador de béisbol Joe DiMaggio, en 1954, y luego con el dramaturgo Arthur Miller, entre 1956 y 1962. El 5 de agosto de ese mismo año fue hallada muerta en su mansión de Hollywood, debido a una sobredosis de barbitúricos. Su muerte fue caratulada como suicidio. La actriz estaba desnuda en su cama, junto a un teléfono descolgado. La imagen más acabada de la soledad. Porque Marilyn, amada y deseada por millones de hombres y mujeres en todo el mundo, estaba sola. Probablemente haya estado sola durante toda su vida.
Hace un par de años se publicó un enternecedor libro que recoge pensamientos y poemas de Marilyn Monroe, "Fragments: Poems, Intimate Notes, Letters", que echa por tierra el mito de la rubia tonta.  Marilyn era una mujer inteligente y sensible, además de bella, y así es como debería ser recordada.
Marilyn Monroe fue musa inspiradora de grandes artistas y aparece retratada en la portada del  disco  "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”, de The Beatles. El American Film Institute la considera la sexta mejor estrella de todos los tiempos, detrás de Katherine Hepburn, Bette Davis, Audrey Hepburn, Ingrid Bergman y Greta Garbo. Yo la considero la primera.

Como verán, queridos lectores, cuando yo digo que a las rubias las quiero no estoy mintiendo ni un poquito. Todas las damas de este listado han conseguido, con su belleza, con su talento o con su desparpajo, un lugar de privilegio entre aquellas personas a las que admiro. Como broche final de este racconto de blondas beldades  les dejo una frase de Marilyn Monroe que pone de manifiesto que estas preciosas mujeres son tan humanas como cualquiera de nosotros: “Ser un símbolo sexual es una carga pesada de llevar, sobre todo cuando una está cansada, herida y desconcertada.”

Buenas tardes.

martes, 20 de agosto de 2019

GENTLEMEN PREFER BLONDES... I


GENTLEMEN PREFER BLONDES... I

“No voy a la playa para ponerme morena, me gusta ser rubia.” 
Marilyn Monroe

Parece, caros lectores, que los caballeros las prefieren rubias y que las damas blondas se divierten muchísimo más que las morenas. Cosa que debe ser cierta. De no ser así, ¿cómo explicar la fascinación que las mujeres en general tienen por ser rubias? No importan la edad, ni el nivel socioeconómico, ni los estudios cursados: todas, o casi todas las mujeres que conozco, no han podido sustraerse a la tentación de ser rubias, por lo menos una vez en su vida.
Sabrán ustedes, mis queridos, que la web es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de estudios sospechosos sobre cualquier cosa. Estudios llevados a cabo por ignotas Universidades situadas cómodamente en el culo del mundo. Uno de esos estudios sostiene no sólo que las rubias la pasan mejor que las morochas sino que, cuanto más clara es la tonalidad del cabello, más horas de jolgorio y felicidad tienen las dueñas de tan regias mechas. Además, jura que no sólo los hombres las prefieren oxigenadas: las mujeres disfrutan más de la amistad de las rubias porque las consideran más divertidas y simpáticas. 
Otro estudio, realizado por una Universidad británica, explica de manera didáctica las razones de esta preferencia: parece que el pelo rubio y los ojos azules aparecieron a fines de la Era del Hielo, como reacción a la escasez de alimentos y, especialmente, de hombres. Las inclemencias de esa época en el Norte de Europa originaron la falta de víveres y los hombres tuvieron que salir a cazar animales enormes y peligrosos, lo que provocó un gran número de muertes, situación que causó un crecimiento desproporcionado de la grey femenina con respecto a la masculina. Esta desproporción generó una fuerte presión en la selección sexual, ocasionando el surgimiento de cabellos y ojos de colores poco habituales, que llevaron a la raza mejorada a triunfar en la lucha por asegurar la procreación. Las cavernícolas mutantes, de cabellos y ojos claros, resultaron mucho más apetecibles a los ojos de los varones que las morochitas de siempre y se quedaron con los pocos machos que había por ahí (qué quieren que les diga, a mí más que el estudio de una Universidad británica esto me parece un panfleto firmado por Josef Mengele).
Mutantes o no, las mujeres rubias son concebidas por el imaginario popular como hembras sensuales, prometedoras de placer sexual, pero también frágiles y necesitadas de protección masculina. Y un poco tontuelas. Eso las hace sumamente populares entre los hombres de todas las edades. Será por eso que los grandes símbolos sexuales del cine (y también los chicos) son damas rubísimas.  Y son rubísimas las pin ups más famosas (salvo Betty Page, por supuesto, reivindicadora de los encantos de las morenas). Y son rubísimas las bailarinas exóticas más cotizadas. Morocha argentina como soy (realmente morocha, no morocha orgullosa de ser morocha y teñida de colorado como nuestra incomprensible Jefa de Estado), yo, a las rubias, las quiero. Mucho. Para ellas vaya, entonces, este humilde homenaje: mi Top Ten de rubias infartantes. Que lo disfruten.


CANDY BARR: “La soledad es como una helada temprana. Vamos a estar entre las plántulas que sobreviven.”

Candy Barr fue una stripper, bailarina exótica y modelo de revistas masculinas nacida en Texas el 6 de julio de 1935 con un nombre poco glamoroso: Juanita Dale Slusher. Candy tuvo una infancia difícil, se escapó de su casa siendo una adolescente y se casó por primera vez a los catorce años, con un ladrón de cajas fuertes. El matrimonio fracasó enseguida. A los dieciséis años incursionó en el cine pornográfico y, poco tiempo después, comenzó su exitosa carrera de bailarina de burlesque stripper.  Aparecía en los escenarios de importantes clubes y cabarets con sombrero y botas de cowboy y escasa ropa interior. En 1957 fue detenida por tenencia de  marihuana y condenada a ¡quince años de prisión! Candy estuvo presa durante tres años y fue puesta en libertad condicional. En 1967 fue indultada por el gobernador de Texas, pero en 1969 volvió a ser arrestada por posesión de droga. En 1972 se publicó el libro “A Gentle Mind . . . Confused”, que recoge los poemas que Candy escribió mientras estaba en prisión.
Candy Barr falleció a los setenta años, también en Texas, el 30 de diciembre de 2005.  Es una de las homenajeadas en el Exotic World Burlesque Museum, ubicado en Helendale, California.


JEANNE CARMEN: “Yo sólo era una pequeña niña campesina que quería ser estrella de cine."

Jeanne Carmen fue una actriz de películas de bajo presupuesto, modelo pin up y excelente golfista nacida en Arkansas el 4 de agosto de 1930. Se fue de su casa a los trece años, cansada de trabajar en la cosecha de algodón. Probó fortuna en Brodway y, más tarde, llegó a Hollywood buscando fama y fortuna.  Su encantadora figura logró que consiguiera varios papeles en películas de clase B, entre las que se destacan “Guns don't argue” (1957), dirigida por Richard Kahn, y “The Monster of Piedras Blancas” (1959), de Irvin Berwick. También realizó giras de exhibición junto al golfista Jack Reed.
Jeanne fue vecina y amiga de Marilyn Monroe y siempre puso en duda el suicidio de la blonda actriz. Confesó haber tenido romances con Frank Sinatra, Clark Gable y Elvis Presley  y fue musa inspiradora de Eddie Cocharn, quien escribió para ella la canción “Jeannie, Jeannie, Jeannie”.
Jeanne Carmen falleció el 20 de diciembre de 2007, a los 77 años, en California. 


DIANA DORS: “Un hombre presenta muchos interrogantes, pero una mujer es un misterio.”

Diana Dors fue una actriz inglesa nacida en Swindon el 23 de octubre de 1931. A los dieciséis años comenzó a aparecer en películas. Su look era muy similar al de Marilyn Monroe y fue considerada la versión inglesa de las rubias infartantes norteamericanas: la ya nombrada Marilyn, Jayne Mansfield y Mamie Van Doren. Su éxito fue tan grande que, a los veinte años, fue la propietaria más joven de un Rolls-Royce en el Reino Unido.
Diana Dors participó en varios filmes y grabó un par de discos. Tuvo una tumultuosa vida amorosa y falleció, con apenas cincuenta y dos años,  el 4 de mayo de 1984. Se había convertido al catolicismo en 1973 y su funeral se celebró de acuerdo a la fe católica. Fue enterrada con un vestido de lamé dorado. Cinco meses después, su último esposo, Alan Lake, que había caído en una profunda depresión después de su muerte, se suicidó.
La imagen de Diana aparece en la portada de uno de los discos de The Beatles,  "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band”. Allí se la puede ver con su clásico vestido de lamé dorado.


MAMIE VAN DOREN: “A mi edad, tener un orgasmo es como tener un cóctel ocasional.”

Mamie Van Doren nació en Dakota del Sur el 6 de febrero de 1931. Inició su carrera artística como modelo a finales de la década de 1940. Ya en los ’50 incursionó en el cine, protagonizando filmes como "The All American" (1952), "Untamed Youth" (1957) y "Teacher's Pet" (1958). También se dedicó a la canción y apareció como invitada en algunos shows televisivos.
Mamie tuvo romances con casi todas las estrellas de Hollywood de la época y no dudó en contar los entretelones de los mismos en su picante autobiografía.
Mamie Van Doren tiene en la actualidad ochenta y cinco jóvenes años y maneja de taquito las redes sociales. Sigue siendo una rubia voluptuosa. Divina.


JAYNE MANSFIELD: “Los hombres son esas criaturas con dos piernas y ocho manos.”

Jayne Mansfield nació en Pensilvania el 19 de abril de 1933. Incursionó en el cine y el teatro y, aunque su color de cabello natural era castaño, pasó a la historia como una infartante rubia oxigenada al estilo Marilyn Monroe. Jayne podía derribar el mito de la rubia tonta de un plumazo: su coeficiente intelectual era de 163. Hablaba cinco idiomas y sabía tocar el piano y el violín.
Jayne Mansfield intervino en varias películas, entre ellas “Kiss Them for Me” (1957), en la que compartió cartel con Cary Grant, y “Too Hot to Handle” (1960). En 1958 se casó con quien fuera elegido Mr. Universo 1955,  Mickey Hargitay, con quien tuvo tres hijos, entre ellos la actriz Mariska Hargitay, protagonista de la serie de televisión “Law & Order: Special Victims Unit”.
Jayne se relacionó con Anton La Vey, fundador de la Iglesia de Satán, y muchos aseguran que tuvieron un tórrido romance y él la nombró sacerdotisa de su sospechoso culto. Por eso, cuando la Mansfield y su novio Sam Brody se mataron en un accidente automovilístico el 29 de junio de 1967, no faltó quien insinuara que tal accidente había sido consecuencia de una maldición de La Vey hacia Brody, que se había burlado despiadadamente de su Iglesia. La leyenda urbana que cuenta que Jayne Mansfield murió decapitada surgió debido a la aparición en las fotografías policiales de lo que parecía una cabeza con cabellera rubia en el parabrisas del automóvil accidentado. Pero se trataba de una peluca.
Jayne Mansfield fue enterrada en el Gravestone at Fairview Cemetery, en Pensilvania. En su lápida con forma de corazón puede leerse: "We Live to Love You More Each Day" (“Nosotros vivimos para amarte cada día más”).

Hasta aquí la primera y sensacional parte de mi Top Ten de rubias maravillosas. Próximamente, la segunda y última parte. Mientras tanto, los dejo con una bellísima cita de Anatole France: "Es cierto que el amor conserva la belleza y que la cara de las mujeres se nutre de caricias, lo mismo que las abejas se nutren de miel."

Buenas tardes.

jueves, 15 de agosto de 2019

TODO LO QUE LOS HOMBRES ODIAN DE NOSOTRAS EN LA CAMA


TODO LO QUE LOS HOMBRES ODIAN DE NOSOTRAS EN LA CAMA

“El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor.”
Buda

Parece, mis queridas, que nosotras, las damas, no somos las únicas que detestamos ciertas actitudes que el sexo opuesto pone de manifiesto a la hora de los bifes. Los hombres también odian ciertas cosas que nosotras hacemos (o no hacemos) cuando las papas queman. Por lo menos, eso es lo que sostiene Patricia González en una nota publicada en el sitio web EllaHoy, intitulada sabiamente: Hombres: Todo lo que odian de nosotras en la cama, que apunta, por supuesto, a que reconozcamos estas conductas deleznables y tomemos conciencia de que, si nuestro chico se niega a acostarse con nosotras, no es porque tiene otra o descubrió que es gay, sino porque hacemos, entre las sábanas,  cosas que lo fastidian mucho.
Con el permiso de Patricia, paso a enumerar cuáles son esas conductas ripiosas, con el fin de que damas y  damitas nos unamos en una cruzada para erradicarlas y hacer felices a los hombres que supimos conseguir, sobre todo si nos mantienen. De nada.

Hombres: Todo lo que odian de nosotras en la cama

1) Falta de ganas: Cuando hacemos las cosas sin ganas, por mucho que nos esforcemos en poner buena cara, se nota. Muchas veces las mujeres vamos al encuentro sexual poco motivadas, tan sólo porque consideramos necesario para la continuidad de la relación, hacerlo por lo menos una vez por semana. Los hombres perciben este desgano erótico. Y lo detestan.

2) Pasividad: Las mujeres cometemos este error frecuentemente: instalarnos cómodamente en el colchón y dejar que el macho haga todo el trabajo. Por si no lo saben se los digo: los hombres odian que seamos amebas a la hora del amor.  Quieren damas emprendedoras. Pero, ¡ojito!, que las únicas gataflóricas no somos nosotras. Ellos quieren que seamos activas, pero no tanto como para quitarles el control de la situación.

3) Apatía: Por h o por b, hay días en los que las mujeres no queremos saber nada con el sexo. Nos duele la cabeza, nos está por venir, no nos depilamos, etc. No les crean a señoras como Gioconda Belli que siempre están dispuestas a los temblores y maremotos, o como Moria Casán, siempre dispuestas también, pero con menos vuelo poético. Mienten. Hay veces que no tenemos ganas y está muy bien. El problema surge cuando nunca tenemos ganas. Y rechazamos los avances de nuestro hombre de manera constante. Los hombres repudian que seamos desganadas como mojarras en coma.

4) Monotonía: Harto sabido es que si siempre comemos pizza de vez en cuando se nos antoja una empanada. Para eso somos humanos. Sobre todo cuando hace varios años que estamos en pareja y la pizza viene fría y sin aceitunas. La rutina es un veneno fatal para el amor. Por eso es necesario innovar: nuevas posiciones, nuevos lugares donde dar rienda suelta a nuestros bajos instintos, algún juguete, algún disfraz hot.

5) Vergüenza: A los hombres los fastidia mucho, mucho, que apaguemos las luces y nos enrosquemos en una sábana cuando salimos de la cama para ir al baño. Les molesta que no asumamos nuestra desnudez con naturalidad y que nos quejemos constantemente de nuestro cuerpo. La cantaleta de los rollos, la celulitis, la flaccidez, les tiene las tarlipes por los suelos.

6) Agobio: Ya les dije que los varones también son gataflóricos. Odian tanto que siempre nos neguemos a hacerlo como que siempre queramos hacerlo. Si estamos todo el tiempo manoteándolos y haciéndoles propuestas indecentes podemos llegar a agobiarlos. Yo nunca conocí un hombre agobiado. No sé ustedes.

Hasta aquí, mis queridas, las cosas que ellos odian de nosotras en la cama según Patricia  González. Espero que hayan tomado nota. Despido a Patricia agradeciéndole su sapiencia y buena disposición. Y también las despido a ustedes con un pensamiento de Ogden Nash: “Cualquier muchacho de escuela puede amar como un loco. Pero odiar, amigo mío, odiar es un arte.

Buenas noches.

lunes, 5 de agosto de 2019

P.S. I LOVE YOU: 10 CONSEJOS PARA ESCRIBIR CARTAS DE AMOR


P.S. I LOVE YOU: 10 CONSEJOS PARA ESCRIBIR CARTAS DE AMOR 

“Nadie es más solitario que aquél que nunca ha recibido una carta.
Elias Canetti

Si ustedes pensaban que todo estaba perdido, aún con Fito Páez ofreciendo su corazón, se equivocaron fiero. El mundo no se fue tan al carajo como creíamos. No todo es sexo, reviente, Facebook y WhatsApp. Todavía existen sitios web impolutos que disertan sobre cosas más nobles que la masturbación, el sexo al aire libre y los infaltables disfraces hot. Sitios que conservan la esencia del romanticismo, de la galantería, de los abanicos y de los desmayos. Sitios como  Diario Femenino, que nos ofrece 10 maravillosos consejos para escribir cartas de amor. Sí, sí, leyeron bien: escribir cartas de amor. Les juro que se me pone la piel de pollo.
Parece, gente querida, que eso de que escribir cartas de amor había pasado a la historia gracias a las nuevas tecnologías no es más que una vulgar mentira. Ni Facebook, ni Twitter, ni WhatsApp pueden reemplazar la conmoción que supone recibir una carta edulcorada escrita a mano por nuestra media naranja. Las cartas de amor aún siguen vigentes porque recuperan la naturalidad y la sinceridad, y son una prueba contante y sonante de que invertimos tiempo, papel y tinta en nuestra relación. Por lo menos es lo que sostiene Laura Vélez, la orfebre de estos mágicos consejos, y no se lo voy a discutir. Laura reivindica  las cartas de amor, sin dejar de lado los nuevos formatos como el correo electrónico, ni los más viejos, como los mensajes de amor en una botella (se me pone la piel de pollo, de gallina y de gallo, mensajes de amor en una botella, jamás recibí ninguno pero me emociono con sólo imaginarlo).
A mí me encanta escribir cartas de amor. Escribo cartas de amor desde que tenía seis años. Primero, al jovencísimo Michael Landon de “Bonanza”, aunque para mi desdicha infantil jamás conseguí la dirección de La Ponderosa. Después, al plantel de la Selección Argentina que jugó el Mundial 78. Más tarde a David Cassidy, que puede considerarse, sin lugar a dudas, el primer gran amor de mi vida. Con el tiempo a objetos de deseo más prosaicos: compañeros de escuela, vecinos y sufridos novios y ex novios. Aunque nunca dejé de lado el ejercicio de la carta de amor platónico: andaba por los 16 cuando le escribí y, además, le envié, una carta de amor a Federico Moura, antes de darme cuenta de que era gay.
Ahora que lo pienso, hace un tiempo largo que no escribo una carta de amor de puño y letra. Estoy algo oxidada. Algo desengañada, también. Y algo vaga. Así que los consejos de Laura me van a venir a mí tan bien como a ustedes. Tomemos nota.


1) Escribir la carta de amor con naturalidad, sinceridad y sencillez. Para escribir una buena carta de amor es necesario hacerlo en un lenguaje que dominemos y, sobre todo, que nuestro partenaire entienda. Nada de ampulosidades: ni nenúfares, ni humus, ni maremotos.  No somos Gioconda Belli. Nuestros hombres ignoran de qué les estamos hablando cuando les pedimos que acaricien con su ancla el centro del lirio.

2) No escribir una carta de amor demasiado larga. Mandarle a un señor dos o tres hojas hablando de lo maravilloso que es el amor compartido o de lo mucho que pensamos en él cuando estamos en la cola del cajero automático sólo conseguirá aburrirlo. Los hombres son como los chicos: una puede captar su atención por escasos minutos. Esos preciosos minutos tienen que ser aprovechados para hacerles llegar nuestro mensaje de amor contundente y escrito en pocas líneas. Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

3) Al escribir la carta de amor tener siempre en mente la imagen del destinatario. No dejemos que las distracciones sean ripios en el precioso camino que supone escribir una carta de amor. Para que la carta sea efectiva, nuestras palabras tienen que nacer dirigidas a la persona a la cual le enviaremos la carta. Si nos es difícil visualizar al tipo porque tenemos una mente rebelde que se resiste a visualizar cosas, podemos ayudarnos con una fotografía del susodicho.

4) Buscar fuentes de inspiración en poemas, películas y canciones.  Ya sé lo que están pensando: que retiro todo lo que dije acerca de los nenúfares, el humus y los maremotos. Y la verdad que no. Si van a inspirarse en un poema busquen algo sencillo: “Poesía eres tú” y sanseacabó.  Las películas y las canciones también búsquenlas sencillas. Más vale un bombón asesino que se comprenda que un ininteligible durazno sangrando.

5) Escribir la carta de amor en un momento de tranquilidad: Para escribir una carta decente es necesario hacerlo en un momento tranquilo, sin interrupciones de ningún tipo. Apaguen la TV y los celulares. Escriban la carta en esa hora esplendorosa en la que la prioridad es su bomboncito. Esto permitirá que la misiva resultante sea más intensa.

6) Tener muy en claro el objetivo de la carta de amor. Es importante que primero escribamos las ideas que queremos transmitir, cual cuadro sinóptico amoroso y, después, darle a esas ideas una forma apropiada. Traten de no irse por las ramas. Boludeo, no.

7) Elegir un formato adecuado para la carta de amor: Hay que decidir si la carta va a ser romántica o divertida, clásica o moderna, en papel o por mail. Perdonen si aquí discrepo con Laura: una carta de amor por mail me parece patética. La carta de amor biennacida exige papel y tinta.

8) La decoración de la carta de amor es muy importante: Hay que tratar de que la decoración sea acorde al tono de la carta y al gusto del destinatario. Si tu amorcito detesta las babas de azúcar es un despropósito decorar la carta con una catarata de corazones. Hay que tener criterio y usarlo.

9) La carta debe ser sorpresa: Salvo que se trate de una carta de aniversario lo ideal es que la carta de amor sea inesperada. Siempre es bueno sorprender.

10) Dejar que sea el corazón el que dicte la carta de amor: Esta es, sin dudas, la premisa más importante. Dejar que sea el corazón el que dicte la carta, el que decore el sobre, el que pague el franqueo. Si vamos a ser dinosaurios románticos seamos dinosaurios románticos en serio: nada de carta en mano, señoras. Correo Argentino. A comerse la cola eterna de los que no quieren mandar cartas de amor pero si quieren cargar la SUBE, cobrar el plan o pagar fácil la luz, el gas o el barrido y limpieza.

Hasta aquí, queridas mías, los consejos de nuestra amiga Laura Vélez orientados a escribir una carta de amor que haga la diferencia. Estoy emocionadísima con esta nota y dispuesta a ponerme a escribir ya una carta de amor como aquellas que escribía en mi más tierna infancia. Cierto es que nunca conseguí la dirección de La Ponderosa. Ni siquiera la de la pequeña casa en la pradera. Y que Michael Landon hace rato pasó a mejor vida (demasiado joven, sí, habiendo tanto hdp suelto).  Pero aún conservo algo de esa precoz niñita de seis años: su irreprimible entusiasmo. Así que a escribir se ha dicho. Y a decorar los sobres con muchos, muchos corazones.
Me despido de ustedes con un pensamiento de Petronio, gratamente sorprendida porque, al final, estos romanos eran unos tiernos: Enviar una carta es una excelente manera de trasladarse a otra parte sin mover nada, salvo el corazón.

Buenas noches.