sábado, 31 de octubre de 2015

TEMPORADA DE BRUJAS II


TEMPORADA DE BRUJAS II

"Sí, también soy una bruja, pero es que el tema es que todas las mujeres son brujas y todos los hombres también, porque somos seres mágicos."
Yoko Ono 

Heme aquí, caros lectores, dispuesta a regocijarlos con la segunda y última parte de mi personalísimo Top Ten de brujas de Hollywood. Desde la década del '50 damos un gigantesco salto hasta los dorados, doradísimos, años '80s, cuando las brujas, además de ser bellas, tenían unos pelos de locura. Y seguimos hasta nuestro insulso siglo XXI, de la mano de una reciclada Samantha Stevens. Pasen y vean.


ALEXANDRA MEDFORD, JANE SPOFFORD Y SUKIE ROUGEMONT (“The Witches of Eastwick”, 1987)

Alexandra (Cher), Jane (Susan Sarandon) y Sukie (Michelle Pfeiffer) son tres mujeres residentes en la ficticia ciudad de Eastwick que descubren que tienen poderes mágicos. Al principio estas habilidades son muy limitadas, pero se ven incrementadas de forma dramática luego de convocar, inocentemente, al mismísimo diablo, quien se hace llamar Daryl Van Horne (papel interpretado magistralmente por Jack Nicholson) y aparece en las vidas de estas damas insatisfechas vendiéndose como el hombre perfecto, encantador y sexualmente avasallante. Daryl seduce a cada una de las mujeres y les enseña cómo acrecentar sus mágicos poderes, hasta que la situación se torna insostenible y las brujas se ponen de acuerdo para sacar al galán de sus vidas.
The Witches of Eastwick” (“Las brujas de Eastwick”), basada en la novela homónima de John Updike, fue dirigida por George Miller en 1987. 


EVA ERNST (“The Witches”, 1990)
  
Eva Ernst, la Gran Bruja Mayor (Anjelica Houston), es uno de los personajes más terroríficos dentro de la literatura y el cine de horror infantiles. Es capaz de mostrarse con una apariencia normal en el mundo de los humanos, pero cuando se halla entre brujas su aspecto es escalofriante. Odia profundamente a los niños y desarrolla todo tipo de perversos planes para deshacerse de ellos.
"The Witches" (“Las brujas”) fue dirigida por Nicolas Roeg en el año 1990. Está basada en la novela “Las brujas”, de Roald Dahl, si bien el final de la película difiere del final del libro, ya que en film el niño protagonista, convertido en ratón por las brujas, es reconvertido en humano por una hechicera arrepentida. Dahl odió profundamente este final feliz y hasta su muerte no permitió que ninguno de sus libros volviera a ser adaptado al cine. 


WINIFRED, MARY Y SARAH SANDERSON (“Hocus Pocus”, 1993)

Winifred (Bette Midler), Mary (Kathy Najimi) y Sarah Sanderson (Sarah Jessica Parker) son tres hórridas brujas que, en Salem, alrededor del año 1693, roban niños para alimentarse de la energía de los pequeñuelos y mantenerse jóvenes por siempre. Los aldeanos consiguen atraparlas y las condenan a la horca, pero antes de morir lanzan un conjuro que les permitirá volver a la vida trescientos años después, ávidas de párvulos con quienes perpetuar su juventud.
“Hocus Pocus” (“Abracadabra”) fue dirigida en 1993 por Kenny Ortega, con producción de Walt Disney Pictures. Fue sumamente exitosa y es un clásico que se repite en varios canales de televisión cada 31 de octubre.
  

SALLY Y GILLIAM OWENS (“Practical Magic”, 1998)

Como consecuencia de una maldición lanzada por uno de sus antepasados, todas las mujeres de la familia a la que pertenecen las hermanas Sally (Sandra Bullock) y Gilliam Owens (Nicole Kidman) han sufrido a lo largo de la historia la muerte trágica y prematura de todos los hombres de los que se han enamorado. Pero estas bellas hermanas tienen el talento para cambiar la historia.
“Practical Magic” (“Prácticamente magia”) fue dirigida por Griffin Dunne en 1998. Está basada en el best seller homónimo que Alice Hoffman publicó en 1995. Tanto Nicole Kidman como Sandra Bullock estaban en su mejor momento cuando filmaron esta película: ninguna de las dos había sido aún profanada por un bisturí.
“Practical Magic” no fue bien recibida por la crítica y tampoco por el público (aunque a mí me encantó). Apenas logró recuperar el dinero invertido en su realización. 


ISABEL BIGELOW (“Bewitched”, 2005)

Bewitched” (“Hechizada”), película dirigida en el año 2005 por Nora Ephrom, no es una adaptación de la famosa serie televisiva interpretada por Elizabeth Montgomery, sino un discreto homenaje a la misma. Isabel Bigelow es una preciosa bruja que aspira renunciar a la magia y tener una vida normal. Conoce a una estrella de cine en decadencia, Jack Wyatt, quien busca a una actriz desconocida para que interprete junto a él una nueva versión televisiva de la serie “Hechizada”. Después de muchas idas y venidas la pareja termina felizmente casada, viviendo en una casa que tiene el número 1164, tal como la de la serie original de televisión y con vecinos apellidados Kravitz, como los de Samantha y Darrin Stephens.
Will Ferrer fue el partenaire de Nicole Kidman en “Bewitched”. La dupla tuvo muy poca química y ganó un premio Razzie como la Peor Pareja en Pantalla de 2005.  Cierto es que la película no es gran cosa, pero a mí (siempre al borde del llanto histérico) logró emocionarme. Cada alusión a la vieja serie de TV me retrotrajo a mi feliz, feliz infancia (debo confesar, eso sí, que mi hijo y el compañerito de escuela a los que arrastré al cine a ver Bewitched” se embolaron mal).

Concluye aquí mi Top Ten de brujas de película. Esperando que lo hayan disfrutado y deseándoles un muy feliz Halloween me retiro dejándolos en compañía del hombre que me hizo amar esta festividad repudiada por muchos entes nacionales y populares y por otros tantos chupadores de cirios, el señor Ray Bradbury (todos de pie, por favor).

La Fiesta de las Brujas

Disimulo. Gatos caminando de puntillas. Sigilo y cautela. Pero, ¿por qué? ¿Y para qué? ¡Cómo! ¿Quién? ¡Cuándo! ¿Dónde en verdad empezó todo? 
No lo sabéis, ¿no? -pregunta Carapacho Clavícula Mortajosario emergiendo de una pila de hojas bajo el Árbol de las Brujas-. ¡En verdad no lo sabéis! 
Bueno -le responde Tom el Esqueleto-, hummm... no. 
Fue...
¿En Egipto cuatro mil años atrás, en el aniversario de la gran muerte del sol? 
¿O un millón de años antes, junto a las hogueras nocturnas de los hombres de las cavernas? 
¿O en la Bretaña Druida al son de Sssss-bummm de la guadaña de Samhain? 
¿O entre las brujas, en toda Europa... multitudes de arpías, hechiceras, magos, demonios, diablos? 
¿O sobre los techos de París, cuando criaturas extrañas se convertían en piedra y alumbraban las gárgolas de Notre Dame? 
¿O en México, en los cementerios desbordantes de velas encendidas y de muñequitos de caramelo en el Día de los Muertos? 
¿O dónde?
Mil sonrisas calabaceras se asoman desde el Árbol de las Brujas y dos veces mil ojos torvos y mordaces guiñan y parpadean con miradas frescas recién cortadas mientras Mortajosario guía a los ocho muchachos -no, nueve, pero. ¿dónde está Pipkin?- que llaman a todas las puertas diciendo truco-o-trato en una travesía de arremolinada hojarasca, de cometa voladora, de escalamuros, cabalgando en un palo de escoba para descubrir el secreto de la Noche de Brujas, la Víspera de Todos los Santos.
Y lo consiguen.
Bueno -pregunta Mortajosario al final del viaje- ¿Qué fue? ¿Un trato o un truco?
Trato y truco -concuerdan todos.
Y tú también estarás de acuerdo. 

martes, 27 de octubre de 2015

TEMPORADA DE BRUJAS I


TEMPORADA DE BRUJAS I

“Las brujas que desde mi infancia me han acompañado, me escoltarán hasta las mismas puertas del infierno.” 
Reinaldo Arenas

El estereotipo de bruja como mujer de aspecto desagradable y edad indefinida, conocedora de todo tipo de encantamiento o maleficio, capaz de transportarse por los aires para acudir a perversas reuniones nocturnas con sus congéneres, practicante de rito sacrílegos y en estrecha relación con las fuerzas del mal, se compone de creencias cuyos orígenes se remontan a tiempos antiquísimos. Tiene raíz en una fantasía específica: la existencia, en algún sector de la sociedad, de un grupo pequeño y clandestino, adicto a las prácticas abominables, que pone en riesgo la existencia de la comunidad toda. Pero recién fue en el siglo XVI, en el marco de la temible Inquisición, cuando aparecieron las primeras definiciones legales de bruja. Jean Bodin, destacado intelectual y estricto demonólogo francés, publicó en el año 1580 el tratado “Démonomanie des sorciers”, donde definió a la bruja como “aquella persona que, conociendo las leyes de Dios, intenta establecer pacto con el diablo”. Bodin se propuso sentar fundamentos legales en la persecución, enjuiciamiento y acusación de las brujas, y para ello dio detalle de quince crímenes específicamente relacionados con la brujería:

1-Negación de Dios.
2-Maldición de Dios y blasfemia de su nombre.
3-Rendir homenaje al diablo, adorándolo y ofreciendo sacrificios en su nombre.
4-Dedicación de los niños al diablo.
5-Asesinato de niños antes de que hayan sido bautizados.
6-Ofrecimiento de los niños a Satán antes de haber nacido.
7-Difusión de propaganda relativa al culto demoníaco.
8-Juramentos en nombre del demonio.
9-Incesto.
10-Asesinato de hombres y niños pequeños para hacer brebajes.
11-Desenterramiento de los muertos para comer su carne y beber su sangre.
12-Asesinato mediante venenos y hechizos.
13-Muerte del ganado.
14-Hechizos destinados a esterilizar campos.
15-Prácticas sexuales con demonios.

Algunos años después, en 1608, Francesco María Guazzo, fraile milanés perteneciente a la Congregación de San Ambrosio de Nemus,  escribió, por sugerencia del cardenal Federico Borromeo, arzobispo de Milán, el “Compendium Maleficarum”, dando a conocer los once pasos que conformaban la conversión de una persona devota en una bruja demoníaca:

1-Las candidatas establecían un pacto con el diablo.
2-Daban la espalda a la fe católica, a Dios, a Jesucristo, a la Virgen y a los santos, rechazando los sacramentos.
3-Desechaban sus rosarios, cruces y medallas, arrojándolos al suelo y pisotéandolos.
4-Prometían obediencia al diablo y le rendían homenaje, haciendo votos y promesas de no retornar a la fe católica y jurando no faltar ni a un solo aquelarre.
5-Prometían difundir en otros posibles adeptos su adoración satánica.
6-Eran nuevamente bautizadas en el nombre de Lucifer, Belcebú y otros demonios, tomando nuevos nombres.
7-Cortaban un trozo de vestiduras y, como tributo, lo entregaban al diablo, quien lo guardaba consigo.
8-El diablo procedía entonces a trazar un círculo en el suelo y las candidatas confirmaban sus votos de lealtad, adoración y obediencia.
9-Pedían que sus nombres fuesen borrados del libro de Cristo e inscriptos en el libro de Satán.
10-Prometían ofrecer sacrificios a Satán cada cierto tiempo, ya fuera asesinar niños, provocar tormentas o atraer plagas.
11-El Diablo concluía el ritual imprimiendo su marca a las nuevas brujas.

Huelga decir que lo escrito por estos buenos señores y otros tantos tan angelicales como ellos, contribuyó a que miles de mujeres fueran perseguidas, torturadas y asesinadas de la forma más cruel. Afortunadamente, los tiempos han cambiado para bien y hoy en día a nadie se le ocurre prenderles fuego  a las vecinas porque se le secaron los gladiolos, aunque todavía hay mentes empapadas en agua bendita que juzgan la celebración de Halloween como un lujurioso revolcón con las huestes demoníacas.
El cine se ocupó de las brujas desde sus inicios y, si bien utilizó muchas veces el estereotipo de la mujer físicamente poco agraciada y no tan joven como inspiración para sus hechiceras y sibilas, también supo obsequiarnos con personajes deliciosos que nos conquistaron con sus encantos y encantamientos.  Hete aquí, como broche de oro de octubre, la primera parte de mi Top Ten de brujas de Hollywood.


REINA GRIMHILDE ("Snow White and the Seven Dwarfs", 1937)

La Reina Grimhilde no es otra que la malvada madrastra de la pobrecita Blancanieves y debutó en el cine en el año 1937, en el primer largometraje de animación producido por Walt Disney, “Snow White and the Seven Dwarfs” (“Blancanieves y los siete enanitos”). La película, una adaptación del cuento de hadas homónimo que los hermanos Grimm publicaron en 1812, causó un profundo impacto en el público y fue un indiscutido éxito de taquilla. Grimhilde, conocida también como La Malvada ReinaLa Reina y La Madrastra, es una mujer vanidosa y malvada que no soporta que exista una mujer más hermosa que ella, sobre todo si esa mujer (o mujercita) es la bobalicona de su hijastra Blancanieves. Dispuesta a deshacerse de la pobre chica, encarga primero su muerte al Cazador y, después de enterarse de que el susodicho le perdonó la vida a su hijastra, no duda en beber una poción mágica y convertirse en la horrible bruja que le ofrece a Blancanieves la famosa manzana envenenada. La cosa no termina bien para Grimhilde, que, como corresponde, tiene un accidente mortal por dañina.
Ghimhilde es considerada la villana más cruel de Disney, ya que no solo manda a asesinar a una pobre chica que estaba a su cargo, sino que, como muestra de la tarea cumplida le pide al Cazador que le lleve el corazón de Blancanieves. En el TOP 30 de Villanos de Disney ocupa el puesto número 4, por encima de Úrsula, la Bruja del Mar, y el malvado león Scar.
La actriz Lucille La Verne fue la encargada de prestar su voz a la temible Reina Grimhilde. También fue modelo inspirador de la Reina Grimhilde en el pasaje en el que se transforma en bruja. Su parecido físico con el personaje se puede observar en “Little Caesar” (1931), donde desempeña el papel de María Magdalena,  y en la versión de MGM  de la célebre novela de Charles Dickens “A Tale of Two Cities” ("Historia de dos ciudades"), de 1922, en la que desempeña el papel de una aliada de la Sra. Defarge llamada La Venganza. 


LA MALVADA BRUJA DEL OESTE (“The Wizard of Oz”, 1939)

La Malvada Bruja del Oeste (Margaret Hamilton) es uno de los personajes más temibles que habitan el fantástico mundo de Oz. Durante años ha aterrorizado a sus residentes y, luego de que accidentalmente la pequeña Dorothy asesina a su hermana, la Malvada Bruja del Este, “dejándole caer una casa encima”, jura vengarse de la niñita. “The Wizard of Oz” (“El Mago de Oz”), basada en la novela infantil “The Wonderful Wizard of Oz” (“El maravilloso Mago de Oz”) de Lyman Frank Baumfue dirigida por Victor Fleming en 1939. Margaret Hamilton dio vida a una bruja verde, malvada y absolutamente inolvidable. Durante el rodaje de la película sufrió quemaduras que la obligaron a permanecer en recuperación durante seis semanas.
Margaret Hamilton comentó, alguna vez, que la preocupaba que los niños la confundieran con su personaje. En 1975 apareció en un episodio de la serie infantil “Mister Rogers' Neighborhood”, mostrando su transformación en la Malvada Bruja y explicándole a la audiencia que sólo era una actriz interpretando un papel.
Hamilton, acérrima defensora de los derechos de los niños y los animales, dio vida a una bruja mala malísima,  considerada por el American Film Institute como la 7º villana más dañina en la historia del cine, sólo aventajada por personajes tan truculentos como el caníbal Hannibal Lecter, el psicópata Norman Bates, el intergaláctico Darth Vader y la dañina enfermera Ratched.


JENNIFER ("I married with a bitch", 1942)

En el Salem colonial, Jennifer (Verónica Lake) es acusada de brujería y quemada en la hoguera junto a su padre, Daniel. Antes de morir, lanza una maldición sobre su acusador, el puritano Jonathan Wooley, condenando a todos sus descendientes varones a casarse con mujeres equivocadas y ser infelices en sus matrimonios. En 1942, los espíritus de Jennifer y su padre son liberados cuando un rayo cae sobre el viejo roble donde habían quedado atrapados. La preciosa bruja (de 1,50 de estatura pero con un pelo capaz de obnubilar a cualquier galán) se topa con el último de los Wooley, Wallace, a punto de contraer matrimonio, y decide enamorarlo con el único fin de hacerlo sufrir. Pero nada sale según lo previsto y la que termina enamorada es ella.
“I married a witch” (“Me casé con una bruja”), basada en la novela “The Passionate Witch”, de Thorne Smith,  fue dirigida por René Clair en 1942. Verónica Lake es considerada uno de los grandes iconos femeninos del cine, famosa por su sensacional cabellera, que cubría su ojo derecho. Su peinado fue copiado por cientos de mujeres y provocó varios problemas, ya que sus imitadoras eran, muchas veces, mujeres que trabajaban en fábricas y solían tener accidentes con las máquinas. Después de la guerra, Verónica cambió su estilo y su popularidad mermó notablemente. Su partenaire en la película fue el actor Fredric March, con quien tuvo una muy mala relación y que rebautizó al film como “I married a bitch”. 


GILLIAN HOLROYD (“Bell, Book and Candle”, 1958)

Gillian Holroyd (Kim Novak) es una bellísima bruja de Greenwich Village, dueña de una galería de arte primitivo. Es un espíritu libre que no ha tenido demasiada suerte en el amor. Cuando se entera de que su vecino, el guapo Shep Henderson, está a punto de casarse con una antigua rival de la Universidad, no duda en embrujarlo para que se enamore de ella. Por supuesto, las cosas se complican. Y esas complicaciones son las que dan sustento a esta exitosa comedia romántica dirigida por Richard Quine en 1958.
“Bell, Book and Candle” (conocida por el público de habla hispana como “Me enamoré de una bruja”), reunió nuevamente en la pantalla a la pareja de “Vertigo” (Alfred Hitchcock, 1958), Kim Novak y James Stewart.  Stewart siempre consideró que había sido un error elegirlo para protagonizar a Shep Henderson, ya que se veía demasiado viejo; éste fue su último papel como protagonista en una película romántica.


MALÉFICA ("Sleeping Beauty", 1959)

Maléfica es la villana de la película de Walt Disney “Sleeping Beauty” (“La bella durmiente”, 1959). Es una poderosa hechicera que se describe a sí misma como la "Emperatriz del Mal". Es una bruja alta, delgada, seria, gótica, terrorífica, que usa  un vestido negro y largo, adornado con llamas de fuego de color violeta y lleva dos enormes cuernos negros en la cabeza. Resentida por  no haber sido invitada al bautismo de la Princesa AuroraMaléfica maldijo a la pequeña augurando que después de la puesta del sol del día de su cumpleaños número dieciséis, se pincharía  el dedo con el huso de una rueca y moriría. Gracias a la intervención de tres haditas buenas, Flora, Fauna y Primavera, la maldición no fue tan terrible y luego de pincharse el dedo con un huso, Aurora no murió pero cayó en un profundo sueño del que fue rescatada por el Príncipe Felipe, que se las vio negras luchando contra Maléfica y su dañino cuervo Diablo, pero al final consiguió que la bruja pasara a mejor vida.
La actriz Eleanor Audley fue quien prestó su voz a Maléfica y, también,  a otra famosa villana de Disney, Lady Tremaine, la malvada madrastra de la Cenicienta.

Hasta aquí, mis queridos, la primera parte de mi Top Ten de brujas hollywoodenses, como para empezar a saborear las primeras golosinas de Halloween. Los dejo relamiéndose y acompañados por un exquisito pasaje de "Las brujas de Salem", de Arthur Miller: "Aquí está todo el mundo invisible, atrapado, definido y calculado. En estos libros está el Diablo desnudado de todos sus torpes disfraces. Aquí están todos los espíritus que os son familiares; vuestros íncubos y súcubos; vuestras brujas que viajan por tierra, por aire y por mar; vuestros hechiceros de la noche y del día. No temáis... ¡Lo encontraremos si es que se ha mezclado entre nosotros, y me propongo destrozarlo por completo en cuanto muestre la cara!"

Buenas noches.