martes, 30 de julio de 2013

HOLLYWOOD PARANORMAL: MARLYN MONROE


HOLLYWOOD PARANORMAL: MARILYN MONROE

"Solía pensar mientras miraba las noches de Hollywood: 'Debe haber miles de chicas sentadas solas soñando en ser una estrella. Pero no me voy a preocupar por ellas, yo soy la que más sueña'."
Marilyn Monroe

Fue, es y será la estrella más grande de Hollywood. La que más soñó y la que más nos hizo soñar. Bienvenidos, amigos, a una nueva entrega de la saga “Hollywood paranormal”, dedicada esta vez a la rubia más amada, Marilyn Monroe.


MARILYN MONROE: UN POCO DE HISTORIA

Norma Jeane Mortenson, posteriormente Norma Jeane Baker y, más tarde,  Marilyn Monroe, nació en Los Angeles, 1 de junio de 1926. Su madre, Gladys Pearl Baker, se casó con el noruego Edward Mortenson y, poco después de separarse, descubrió que estaba embarazada. Cuando nació su hija la anotó como Norma Jeane Mortenson, según consta en el registro civil, para que no fuera ilegítima. La llamó Norma en honor a su actriz favorita, Norma Talmadge, Jeane por Jean Harlow. Gladys, que trabajó como cortadora de negativos en la productora de cine RKO Pictures, no podía mantener a su hija por problemas económicos y emocionales, y la dejó al cuidado de un matrimonio adoptivo: Albert e Ida Bolender, residentes en Hawthorne, California. A partir de allí, la niña pasó por varios hogares adoptivos, donde fue abusada en reiteradas ocasiones. A los 16 años, intentando escapar del triste derrotero que la llevaba de un hogar sustituto a otro, siempre carentes de amor, Norma Jean se casó con un vecino, un policía de 21 años llamado James Dougherty.
Cuando, en 1943, se desató la Segunda Guerra Mundial, Dougherty se incorporó a la marina. Norma Jeane se mudó a la casa de su suegra y comenzó a trabajar junto a ella en una fábrica de municiones, la Radio Plane de Burbank. Allí la descubrió en 1945, el fotógrafo Henrik Manukyan. Las fotos que Manukyan le tomó a Norma Jean aparecieron en la revista Yank, y la chica comenzó una prometedora carrera en el modelaje, llegando a cotizarse muy bien como “modelo pin up”.
En 1946, Norma Jean le pidió el divorcio a Dougherty y se lanzó tras su gran sueño: convertirse en estrella de Hollywood. Para ese entonces, ya era Marilyn Monroe. Marilyn interpretó pequeños papeles en algunas películas de bajo presupuesto. Su belleza no pasó desapercibida y pronto obtuvo roles de más importancia en películas de primera línea. Su primer papel protagónico lo obtuvo en “Don't Bother to Knock” (“Almas desesperadas”,  Roy Ward Baker, 1952) un thriller donde interpretaba a una niñera perturbada. Marilyn aseguró que este rol le exigió escenas de gran carga dramática, pero no obtuvo el éxito esperado. En “Monkey Business” (“Me siento rejuvenecer”, 1952), donde fue dirigida por Howard Hawks y actuó junto a Cary Grant Ginger Rogers, mostró, por primera vez, la que sería su imagen definitiva: melena corta ondulada teñida de rubio platino.
En 1953 la actriz obtuvo el papel de Rose en “Niágara” (Henry Hathaway), porque el entonces presidente de la Twenty Century FoxDarryl F. Zanuck, así lo pidió. Marilyn Monroe sustituyó a Anne Bancroft y consiguió críticas dispares: algunos dijeron que no estaba a la altura del papel y otros quedaron eclipsados por su explosiva belleza.​ A modo de curiosidad, cabe destacar que los famosos cuadros de Andy Warhol sobre Marilyn tienen como modelo una imagen promocional de esta película.
En diciembre de ese mismo año, Marilyn apareció en el número inaugural de "Playboy", siendo por lo tanto la primera chica del mes de la revista. En la portada se reproducía una imagen de la actriz con un vestido de escote pronunciado y el  póster central era la fotografía "Golden Dreams", donde Marilyn aparecía totalmente desnuda tendida de perfil sobre una sábana de raso roja. La actriz no había posado expresamente para la revista: la imagen era de 1949, cuando ella era una desconocida de cabello más largo y oscuro, y se había tomado para un calendario. Pero Hugh Hefner compró los derechos justo a tiempo para explotar el creciente estrellato de la actriz.
El reconocimiento mundial le llegó cuando protagonizó junto a Jane Russell el musical “Gentlemen Prefer Blondes” (“Los caballeros las prefieren rubias”, Howard Hawks, 1953). Compartió luego cartel con Lauren Bacall y Betty Grable en “How to Marry a Millionaire” (“Cómo casarse con un millonario”, Jean Negulesco, 1953).  El 14 de enero de 1954, Marilyn se casó con Joe DiMaggio, en el Ayuntamiento de San Francisco. Viajaron a Japón, donde celebraron su luna de miel y DiMaggio se ocupó de ciertos negocios. Marilyn viajó sola  de JapónCorea con el fin de entretener a las tropas estadounidenses. Durante cuatro días, interpretó canciones de sus películas para un total de 70 mil marinos. En febrero regresó a Hollywood, donde fue agasajada con el premio Photoplay a la estrella femenina más popular. 
En 1955, Monroe aceptó el papel de la chica en “The Seven Year Itch (“La Comezón del Séptimo año”, Billy Wilder). Obtuvo muy buenas críticas por su trabajo y la película fue un éxito comercial, pero contribuyó a la crisis matrimonial entre MonroeJoe DiMaggio, disgustado por la famosa escena del vestido levantado por un ventilador del subterráneo en Nueva York y, en general, por la imagen provocativa que Marilyn proyectaba. La pareja se divorció rápidamente.
A mediados de la década de 1950, Monroe se mudó a Nueva York y dejó de actuar durante un periodo breve de tiempo, pues quería formar su propia productora de cine y perfeccionar sus dotes actorales. Se inscribió, por sugerencia de su amigo Truman Capote, en las lecciones de teatro otorgadas por Constance Collier, quien murió días después del inicio del curso. Fue entonces cuando se matriculó en el "Actors Studio", en las clases impartidas por Lee Strasberg. Cuando Strasberg consideró que ella estaba lo suficientemente preparada para actuar frente a sus colegas, le sugirió que interpretase junto a Maureen Stapleton una escena de la obra “Anna Christie”, de Eugene O'Neill. Por su actuación en esta pieza teatral recibió críticas muy positivas por parte de su profesor y de sus colegas. En 1956, Marilyn Monroe regresó al cine interpretando el papel de Cherie en la película “Bus Stop” (Joshua Logan).
El 29 de junio de 1956, la actriz y Arthur Miller se casaron en una doble ceremonia, civil y religiosa. Miller practicaba el judaísmo por lo que Marilyn debió convertirse a dicha religión para poder casarse en una ceremonia religiosa de rito judío. La prensa accedió a la casa donde se celebró el evento y en una de las persecuciones en busca de fotografías murió accidentalmente una periodista que cubría el acontecimiento.​ Después, el matrimonio partió hacia la ciudad de Londres, donde Monroe rodó la primera película de la Marilyn Monroe Productions, The Prince and the Showgirl” ("El príncipe y la corista", 1957). Allí fue dirigida por Laurence Olivier, con quien además fue coprotagonista. El rodaje resultó ser muy angustioso para la actriz, porque perdió un embarazo a causa de un aborto espontáneo. En este período, debido a sus trastornos emocionales y anímicos, se volvió adicta al alcohol y a los barbitúricos.​ 
En 1959, Monroe participó en la película  “Some Like it Hot” (“Una Eva y dos Adanes”), con un elenco que incluía a Jack Lemmon y Tony Curtis, dirigida por Billy Wilder. Durante el rodaje, Monroe llegaba tarde, pedía repetir las tomas y memorizaba sus líneas con mucha dificultad, lo que hizo que se enemistara con sus compañeros, especialmente con Tony Curtis. La filmación resultó ser también angustiosa para la actriz porque allí quedó embarazada, supuestamente por un breve idilio con Curtis, pero nuevamente sufrió un aborto espontáneo.​ La película tuvo un gran éxito de crítica y público y fue la más taquillera de ese año.
Después de “Some Like It Hot”, la actriz firmó un nuevo contrato con la Twenty Century Fox. Actuó en 1960 en el musical “Let's Make Love” (“El multimillonario”), bajo la dirección de George Cukor, junto a  Yves Montand. El rodaje de la película se retrasó por las condiciones físicas de Marilyn y porque, a petición de ella, el guion fue reescrito por Arthur Miller.​ Monroe y Miller se hicieron amigos de Montand y su esposa, la actriz Simone Signoret. Cuando Signoret regresó a Francia para filmar una película, Monroe y Montand tuvieron un breve romance, estando ambos casados. Si bien ella le pidió a Montand que abandonase a Signoret, cuando el rodaje terminó, él volvió a su país con su esposa.​ La película tuvo críticas negativas y no le fue nada bien financieramente.
Durante este período, la salud y el estado emocional de Monroe se fueron deteriorando notablemente. Con frecuencia llamaba por las noches al Dr. Ralph Greenson, su psiquiatra y psicoanalista, ya que sufría de insomnio.
En el año 1960, Marilyn formó parte del elenco de la película “The Misfits” (“Vidas rebeldes”), de John Huston, cuyo guion fue escrito especialmente por Arthur Miller para ella. La actriz interpretó a Roslyn, un personaje que su esposo calcó de situaciones, diálogos y momentos de su vida. El elenco incluía, entre otros, a Clark Gable, Montgomery Clift y Thelma Ritter. La filmación comenzó en julio de ese año y se llevó a cabo en el desierto de Nevada. El estado anímico de Monroe no era bueno: faltaba con frecuencia al rodaje, tenía dificultades para poder concentrarse, y para dormir consumía fuertes dosis de fármacos y alcohol. En el mes de agosto, fue hospitalizada de urgencia en Los Angeles durante diez días. Los periódicos especularon con que estaba cerca de la muerte, pero no revelaron las causas de su internación. Después de este incidente, Monroe regresó a Nevada y terminó de filmar la película. En noviembre, la actriz y su esposo regresaron separados a la ciudad de Nueva York y ella se refugió en casa de Lee Strasberg.
“The misfits” fue mal recibida por los críticos, pero la actuación de Monroe, al igual que la de Gable, recibió críticas muy positivas. En una entrevista, Huston dijo: "Marilyn excavó dentro de sus propias experiencias personales para sacar a la superficie algo único y extraordinario. No tenía técnica de actuación. Era todo verdad, era solo ella".
Durante los siguientes meses, la adicción de Monroe a los fármacos y al alcohol la pusieron al borde de la muerte nuevamente.El 20 de enero de 1961, se divorció de Miller. En el mes de febrero ingresó en la clínica psiquiátrica Payne Whitney, experiencia que luego ella misma describió como una pesadilla. Después logró comunicarse con Joe DiMaggio, quien hizo que la trasladaran de esa clínica a un hospital normal. Su delicado estado de salud le impidió trabajar el resto del año.
En 1962, Monroe regresó a la actuación protagonizando, junto a Dean Martin, la película “Something's Got to Give” (George Cukor). Al momento de comenzar el rodaje, la actriz estaba muy delicada de salud, con frecuentes sinusitis, bronquitis y síntomas cada vez más marcados de inseguridad. El 19 de mayo del mismo año tuvo lugar, en Nueva York, la gala por el cumpleaños del entonces presidente estadounidense John F. Kennedy, en la que Monroe le cantó el "Happy Birthday Mr. President". Para acudir a esta gala, la actriz se ausentó durante siete días del rodaje, a pesar de que el estudio le exigió que se quedara para cumplir con su trabajo.
Marilyn retornó al rodaje de "Something's Got to Give" y filmó las escenas en las que se mostró desnuda en una piscina. Por sus retrasos y repentinas ausencias del rodaje, fue despedida. La Fox intentó completar la película utilizando a otra actriz, pero Dean Martin se opuso, por lo que a la cinematográfica no le quedó más remedio que readmitirla.​ En junio del mismo año, realizó la que sería su última y más recordada sesión fotográfica titulada póstumamente "The last sitting", programada originalmente por la revista estadounidense "Vogue" y retratada por el fotógrafo Bert Stern.
El 5 de agosto de 1962, a las 4:55 de la madrugada, el jefe del departamento policial de Los AngelesJack Clemmons, recibió una llamada inquietante. Su interlocutor era el Dr. Greenson, psiquiatra de Marilyn Monroe, y el mensaje era claro: la actriz había muerto. El policía fue el primero en llegar al lugar y encontró una serie de inconsistencias en los testimonios de los dos médicos y el ama de llaves, que además se mostraban muy nerviosos y se habían demorado sospechosamente en dar aviso a las autoridades. La escena de la muerte parecía arreglada, las sábanas cambiadas y limpias, y el cuerpo movido. Las livideces cadavéricas no coincidían con la postura por demás antinatural en que yacía el cuerpo. Clemmons no dejó de notar que, a esa hora, la señora Murray estaba lavando ropa, lo que le causó gran sorpresa.  En principio tampoco había agua ni jarra ni vaso con que hubiera podido ingerir las pastillas, hecho que el policía les hizo notar a los médicos. Más tarde aparecería misteriosamente un vaso en la escena. La autopsia reveló que Marilyn Monroe había fallecido por una sobredosis de barbitúricos y constató un probable suicidio. Sus restos se encuentran en el Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park Cemetery de Los AngelesCalifornia.


EL FINAL

Marilyn Monroe pasó su último día, el sábado 4 de agosto de 1962, en su casa de Brentwood, acompañada por la publicista Patricia Newcomb, el ama de llaves Eunice Murray, el fotógrafo Lawrence Schiller y el psiquiatra Dr. Ralph Greenson. A petición de Greenson, Murray permaneció en la casa durante la noche para acompañar a Marilyn. A las tres de la madrugada del día siguiente, Murray se dio cuenta de que la actriz se había encerrado en su dormitorio y no respondía. Enseguida alertó al Dr. Greenson, quien llegó poco después y entró en la habitación, encontrando a Monroe fallecida. Su muerte fue declarada oficialmente un probable suicidio a causa de sobredosis de barbitúricos, conclusión que se basó en los resultados de la autopsia y en la depresión con ideas suicidas que padecía la actriz. No se encontró evidencia de delito alguno y se descartó la sobredosis accidental debido a la gran cantidad de barbitúricos que había ingerido.
A pesar del veredicto del forense, han surgido varias teorías conspirativas alrededor de la muerte de la actriz que sugieren que fue asesinada o murió por una sobredosis accidental. Muchas de estas teorías incluyen al presidente John F. Kennedy y su hermano Robert, así como al líder sindical Jimmy Hoffa, y al jefe de la mafia Sam Giancana. La oficina del Fiscal del Condado de Los Angeles revisó el caso de la muerte de Marilyn Monroe en 1982, pero no encontró evidencia para apoyar estas suposiciones y no discrepó con los resultados de la investigación original.

Escultura del artista italiano Paolo Schmidlin

REPERCUSIONES Y FUNERAL

La muerte inesperada de Marilyn Monroe fue noticia de primera plana en Estados Unidos y Europa.  Según su biógrafa Lois Banner, "la tasa de suicidios en Los Ángeles se duplicó un mes después de su muerte y la tasa de circulación de la mayoría de los periódicos se expandió ese mes". El "Chicago Tribune" informó que habían recibido cientos de llamadas telefónicas del público que solicitando información sobre la muerte de la Marilyn. El artista francés Jean Cocteau comentó que su muerte "debe servir como una terrible lección para todos aquellos cuya principal ocupación consiste en espiar y atormentar a las estrellas de cine", su ex coprotagonista Laurence Olivier la consideró "la víctima completa de la industria del cine", y el director de “Bus Stop”,  Joshua Logan,  declaró que Marilyn  era "una de las personas más menospreciadas del mundo." 
El funeral de Marilyn Monroe fue el primero celebrado en la capilla del Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park Cemetery de Westwood, Los Angeles. Tuvo lugar el miércoles 8 de agosto de 1962 y fue organizado por Joe DiMaggio. La policía estuvo presente para mantener la prensa alejada y para controlar a los varios cientos de espectadores que se apiñaban en las calles alrededor del cementerio. A la ceremonia asistieron sólo unas pocas personas. Ni Frank Sinatra ni Dean Martin pudieron ingresar a la íntima despedida, que dejó afuera a gran parte del mundillo de Hollywood. El ministro luterano A. J. Soldán leyó pasajes de los Salmos 23 y 46, así como fragmentos del Evangelio de San Juan. Un organista interpretó la Sexta Sinfonía de Tchaikovsky Judy Garland cantó la balada "Over the Rainbow", una de las canciones favoritas de la actriz.
El cadáver de Marilyn Monroe fue depositado en la cripta No. 24 del Corredor de Recuerdos. Joe DiMaggio arregló que se colocaran rosas rojas en un florero unido al nicho durante los 20 años siguientes al fallecimiento.


LAS CINCO MUERTES DE MARILYN

Son varias son las teorías que se tejen alrededor de la muerte de Marilyn Monroe:

-Sobredosis accidental

Según la primera versión oficial, Marilyn falleció por sobredosis de barbitúricos, medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central como sedantes. Se sabe que la actriz sufría muy a menudo en profundas depresiones, por lo que tenía a mano una gran variedad de medicamentos recetados por su psiquiatra que consumía a destajo.  Por la mañana tomaba estimulantes y por la noche, somníferos, todos en grandes dosis. A veces, incluso, los tomaba con su champagne favorito. Se cree que una sobredosis accidental pudo haberle causado la muerte.
 -Suicidio
La naturaleza hipersensible de muchos artistas y  su imposibilidad de hacer frente a los problemas personales y profesionales hace que algunos busquen en el suicidio una solución para sus padecimientos. Marilyn no fue una excepción.  Siendo muy joven, abrió la llave del gas para acabar con su vida, y tuvo luego otro intento de suicidio fallido al ingerir una sobredosis de somníferos. Volvió a intentarlo en 1950, cuando falleció Johnny Hyde, productor y supuesto amante de la actriz, también con somníferos. Natasha Lytess, su antigua profesora de teatro con la que compartía el departamento en ese momento, la encontró inconsciente e  inmediatamente pidió ayuda, salvándole la vida.  Hay rumores que aseguran que el sábado 4 de agosto la actriz se sintió deprimida y que incluso había llamado por teléfono al psiquiatra Peter Lawford para pedirle que se despidiera de John F. Kennedy de su parte, aunque el fiscal John W. Miner, que estuvo a cargo del caso, contradijo esta teoría y reveló que había escuchado la grabación de la última sesión de Monroe con su psiquiatra, llegando a la conclusión de que bajo ningún concepto la actriz tenía intención quitarse la vida. 

 -Asesinato por encargo de los Kennedy

Se dice que Marilyn Monroe fue amante de JFK y luego de Robert Kennedy, pero en 1962 ambos la evitaban. "No soy un pedazo de carne", cuentan que gritó ella. En la cima de su fama vivía un caos emocional. En julio amenazó con destapar su relación con los hermanos y, además, los secretos políticos que ambos le confiaban en la alcoba. Existe la teoría conspirativa de que Monroe pudo haber sido asesinada por orden del FBI para proteger a los Kennedy.
En su libro "Marilyn Monroe: A case for Murder", los periodistas Richard Buskin y Jay Margolis aseguran que Marilyn fue asesinada por orden de Robert Kennedy, quien planeó el asesinato poco tiempo después de que la actriz amenazara con organizar una conferencia de prensa para revelar al mundo los romances simultáneos que mantenía con él y su hermano presidente. Temeroso por su propia carrera política, la de su hermano y la reputación de la familia Kennedy, Robert decidió evitar esa conferencia de prensa a cualquier costo.
"Bobby, con la ayuda de su cuñado, el actor Peter Lawford, ordenó al psiquiatra de Marilyn, Ralph Greenson, administrarle una inyección letal antes de orquestar un plan para hacer creer que había sido un suicidio", explica el periodista Buskin. Según narra el libro, los propios miembros del Servicio de Urgencias de Los Ángeles, en actividad por aquel entonces, denunciaron que Marilyn Monroe tenía una costilla rota, lo que los investigadores adjudican a la impericia del médico psiquiatra, que no supo administrar correctamente la inyección letal.

-Mafia

Un día antes de su muerte, Marilyn Monroe se reunió con uno de sus famosos ex amantes, Frank Sinatra. Así lo demuestran las grabaciones de la CIA, que mantenía bajo vigilancia la mansión de la actriz. En aquel momento Sinatra era amigo del líder de la mafia estadounidense, Sam Giancana, lo que dio lugar a rumores sobre su posible participación en la muerte de Monroe
Giancana había tenido una muy buena relación con los Kennedy, y había puesto mucho dinero para la campaña política de JFK, pero luego dejaron de atenderle el teléfono. El mafioso supo que el sábado 4 de agosto Robert Kennedy iría a ver a Marilyn a su casa para romper con ella. Sam, según contaron sus familiares 30 años después, planeó asesinarla e implicar a Robert. Mandó cuatro hombres a la casa de la actriz, y, cuando Robert se fue por la noche, entraron, la sujetaron y le aplicaron un supositorio con veneno.
El plan de Giancana falló. La versión dice que Robert Kennedy hizo borrar todo rastro de su paso por la casa de la actriz. 

-Error del psiquiatra

Ralph Greenson, psiquiatra personal de Monroe, se convirtió en una persona muy cercana a la actriz, y estaba convencido de que Marilyn necesitaba tomar medicamentos. Uno de los más destacados biógrafos de la estrella, Donald Spoto, escribió en su libro "Marilyn Monroe" que la terapia de Greenson resultó desastrosa para la paciente: "en vez de estimular la autonomía de la paciente, hizo justo lo contrario y como resultado llegó a controlar las acciones y los deseos de Monroe […]”.  Sus errores médicos pudieron haberla llevado a la muerte. 


EL ÚLTIMO PENSAMIENTO DE JOE DIMAGGIO

Un amigo de Joe DiMaggio, que estaba junto al deportista cuando recibió la noticia de la muerte de Marilyn declaró: "Un sonido salió de su cuerpo, algo inhumano, casi como el rugido de un león. Después, se inclinó hacia delante y empezó a sollozar."
DiMaggio, que se había casado con la diva de Hollywood en 1954 y se había divorciado unos meses más tarde, "nunca dejó de pensar en ella en las décadas sucesivas y sobre todo después de 1962", según declaró su abogado, Morris Engelberg. El letrado aseguró que su cliente odiaba profundamente a Frank Sinatra y al clan Kennedy: al famoso cantante le reprochó siempre el presentar a Marilyn al presidente John Fitzgerald y a su hermano Bob.
DiMaggio, un fumador empedernido durante gran parte de su vida adulta, falleció de cáncer de pulmón el 8 de marzo de 1999. Sus últimas palabras fueron: "Finalmente volveré a ver a Marilyn".


EL FANTASMA DE MARILYN

Kenny Kensington, psíquico de Marilyn, afirmó que durante su vida Monroe demostró un profundo interés por los fenómenos paranormales y mantuvo contacto con astrólogos y psíquicos. "Cada vez que Marilyn necesitaba consejos psíquicos y ayuda espiritual, venía a verme, y eso ocurrió Dios sabe cuántas veces antes de su tránsito a la otra vida, en 1962", aseguró Kensington.
Marilyn Monroe tenía especial predilección por el "Roosevelt Hotel", situado en el 7000 de Hollywood Boulevard en Hollywood, donde pasaba días descansando cerca de la piscina. Desde la dirección del hotel se cuidaba hasta el más mínimo detalle para que la blonda actriz estuviera cómoda. Incluso, a pedido de Marilyn, instalaron en su habitación un gran espejo para que se sintiera como en su casa. Luego de su muerte, la administración decidió quitar el espejo y guardarlo en un sótano. Tres décadas después, el objeto fue instalado en el lobby del hotel y, los empleados y huéspedes del "Roosevelt" aseguran que han podido ver el reflejo de la rubia en infinidad de ocasiones. Algunas veces aparece retocándose el maquillaje o arreglándose el cabello, como debió hacer en vida frente al espejo. El fantasma de Marilyn fue visto por primera vez en diciembre de 1985 por Suzanne Leonard, empleada del hotel.
El espíritu de Marilyn Monroe también aparece también flotando cerca de su tumba en el Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park Cemetery de Westwood y vagando por la casa donde pasó sus últimos días.
En octubre de 1999, cuando la casa de subastas Christie’s  celebró la exhibición y posterior subasta de las pertenencias de la actriz, la prensa publicó que el fantasma de Marilyn no se movió del "Rockefeller Plaza" dónde se celebró el acto. De noche se la podía ver suplicando entre gemidos que no vendan su ropa.

Dicho todo lo que tenía para decir por hoy, me despido de ustedes con un poema que Pier Paolo Passolini le dedicó a Marilyn Monroe en 1963:


Poema a Marilyn Monroe
[…]
Desapareces como una paloma de oro.
El mundo te la ha enseñado,
y de este modo tu belleza
no es más que belleza.
Sin embargo, tú continúas siendo una niña
tonta como la antigüedad,
cruel como el futuro;
entre tú y tu belleza,
poseída por el poder,
se encuentran toda la estupidez
y la crueldad del presente.
La llevas siempre dentro,
como una sonrisa entre las lágrimas.
Impúdica por pasividad,
indecente por obediencia.
Desapareces
como una blanca paloma de oro.
Tu belleza ha sobrevivido al mundo antiguo.
Reclamada por el mundo futuro,
poseída por el mundo presente,
se convierte en un mal mortal.
Ahora, los hermanos mayores
finalmente vuelven
y detienen por un momento
sus juegos diabólicos;
extraen de ellos mismos
una inexorable distracción,
y se preguntan: «¿Es posible que Marilyn,
la pequeña Marilyn, nos haya indicado el camino?»
Cuéntanos, ahora, un poco más, pequeña,
con tu sonrisa;
eres la primera que ha atravesado
todas las puertas del mundo
abandonado
a su destino mortal.


Buenas noches.

sábado, 27 de julio de 2013

SEIS PELÍCULAS DE TERROR QUE NINGÚN CRISTIANO (NI MUSULMÁN, NI JUDÍO, NI ATEO, NI AGNÓSTICO) DEBERÍA VER JAMÁS II


 SEIS PELÍCULAS DE TERROR QUE NINGÚN CRISTIANO (NI MUSULMÁN, NI JUDÍO, NI ATEO, NI AGNÓSTICO) DEBERÍA VER JAMÁS II

“Asustar es tan divertido como tener miedo.” 
Vincent Price

Es de público conocimiento que, desde que a los ocho años me enamoré de Vincent Price (alto, elegante, exquisitamente escalofriante), ver películas de terror todo el tiempo es uno de mis vicios más consuetudinarios. Empecé con “Viaje a lo inesperado”, a fines de los ’70, con largometrajes presentados por Narciso Ibañez Menta, primero, y Nathán Pinzón, después; continué durante los ‘80 con las sagas de Jason Voorhes (“Friday the 13th”, 1980), Freddy Krueger (“A Nightmare on Elm Street”, 1984)  y Pinhead (“Hellraiser”, 1987); y desemboqué en el siglo XXI viendo pelotudeces imposibles de calificar (de ahí el cartelito “Unrated” que muchos de estos films ostentan en sus empaques).
Hace casi un año publiqué en este espacio un artículo orientado a que la gente de bien esquive una serie de películas abominables, que nadie, ni siquiera el más malo entre los malos, merece ver. Películas mal filmadas, mal actuadas, con argumentos ridículos y directores pésimos. Hoy estoy en condiciones de ampliar la lista presentada en ese momento (porque durante el año transcurrido me desobedecí a mí misma y seguí perdiendo el tiempo mirando estupideces). He aquí, entonces, “Seis películas de terror que ningún cristiano (ni musulmán, ni judío, ni ateo, ni agnóstico) debería ver jamás II”. De nada.


V/H/S (2012, EE. UU.)

Hete aquí que estaba yo perdiendo el tiempo, como es mi sana costumbre, cuando mi hijo adolescente me preguntó: “Mami, ¿vamos al cine?” De más está decir que hacía años y años que no iba al cine con mi vástago, así que me apuré a aceptar la invitación sin reparar demasiado en cuál era la película a degustar. El filme en cuestión  fue una insufrible e interminable  ¿historia? intitulada “V/H/S” (retitulada en nuestro bendito país como “Las crónicas del miedo”) que padecí con una sonrisa, temerosa de que mi hijo se ofendiera.
“V/H/S” es lo que usualmente se llama una “antología de terror”. Es decir, varios pequeños filmes en uno. Lloro a moco tendido al recordar  "Cuentos de terror" (“Tales of terror”), de Roger Corman, donde Vincent Price, Peter Lorre y Basil Rathbone se lucieron interpretando las historias más populares de Edgar Allan Poe, o “Twice-Told Tales” ("Cuentos dos veces contados"), de Sidney Salkow, también con Vincent Price, donde se reacreaban cuentos de Nathaniel Hawthorne, entre ellos el maravilloso "Rappaccini's Daughter"("La hija de Rapaccini"). 

-"Tape 56/frame narrative" (Adam Wingard)

La película arranca con un grupo de matones a los que se les adjudica una misión: robar cierto videocassette de la casa de un señor que está muerto. O no. Cualquier persona normal hubiera cargado todos los videos que tenía el viejo en una o varias bolsas y se hubiera ido a la mierda. Total, para ver cuál era el buscado, había tiempo. Pero no. Mientras sus compañeros recopilan los videos esparcidos por toda la casa, uno de estos gansos decide ponerse a verlos en la grata compañía del muerto.  Cosa de no llevarse el equivocado.

-"Amateur Night" (David Bruckner)

En el primer video hay una historia estúpida acerca de unos adolescentes estúpidos que levantan a un par de minas en un boliche y las llevan a un departamento para filmarlas mientras tienen sexo. Una está más o menos, la otra es una loquita con menos carne que una parrillada vegetariana y los ojos desorbitados como un muppet, que repite constantemente “Me gustas”. Ya en el departamento, la mina más potable se queda dormida y la otra, en bolas y dando lástima, se convierte en algo que devora a los borregos cachondos y luego emprende vuelo, equipada con unas gigantescas alas de murciélago que no se le notaban, a pesar de llevar un vestido strapless

-"Second Honeymoon" (Ti West)

En el segundo video la historia versa sobre una pareja haciendo un viaje romántico por el medio oeste americano. Un mecánico devenido en médium le dice a la mujer que pronto se reencontrará con un ser querido. Más tarde, el hombre se topa con una chica misteriosa. Mucho más tarde, cuando la pareja duerme, una mujer se cuela en la habitación, le acaricia el traste a la protagonista del cuento con un cuchillo, le roba $100 dólares de la billetera al marido y  enjuaga el cepillo de dientes del pobre hombre en el inodoro. Al otro día hay una pequeña discusión en la pareja por los $100 dólares desaparecidos y esa misma noche la mujer misteriosa vuelve a entrar en la habitación, destripa al marido y se besuquea con la esposa, mientras la guacha le pregunta si había borrado la cinta donde habían quedado registrados estos acontecimientos sin pies ni cabeza. 

-"Tuesday the 17th" (Glenn McQuaid)

En el tercer video (sí, ya sé, es agotador), un grupo de adolescentes insufribles se va de camping a un lugar donde, un año antes, murieron los amigos de una de las chicas. La intención de la sobreviviente es probar que en ese bosque hay una cosa maligna y asesina y que sus amigos fueron destripados de forma brutal. Todo le sale para el culo porque la cosa (nada del otro mundo: un hombre pixelado) mata a sus amigos (previsto, ya que eran carnadas humanas) y también la mata a ella (por turra). 

-"The Sick Thing That Happened to Emily When She Was Younger" (Joe Swanberg)

El cuarto video narra un cuentito que presenta a una loquita a la que unos parientes lejanísimos de Alien usan como incubadora. La chica habla todo el tiempo por chat con el novio que también es médico, que dice que vive en otra ciudad pero monta guardia en el departamento de al lado y que le extirpa los fetos UFO sin que la pobre mina se entere. O algo así.

-"10/31/98" (Radio Silence -Matt Bettinelli-Olpin, Tyler Gillett, Justin Martinez & Chad Villella-)

La última historia (¡por fin!) cuenta como unos pavotes importantes, listos para asistir a una fiesta de Halloween, se equivocan de casa y se encuentran con una horda de servidores de Satanás a punto de sacrificar a una chica. Después de algunas escenas olvidables, los pibes consiguen rescatar a la muchacha y se la llevan en su auto. Que se queda atascado en medio de las vías del tren. Ahí los adolescentes comprueban que la chica ya no está con ellos (se aleja en medio de una bandada de pájaros) y que, además, el tren está a punto de hacerlos pelota. La peliculita termina, precisamente, con el tren impactando contra el automóvil de estos bobos.

¿Se preguntarán ustedes qué pasó con los matones y el viejo muerto?  Bueno, el viejo no estaba muerto, estaba catatónico, nomás. Y creo que es el que mata a los allanadores. Pero no sé.

Cuando terminó “V/H/S” sentí un alivio infinito. Que se intensificó cuando mi hijo masculló “¡Qué mierda!”, porque ahí me vi en total libertad para putear contra una película horrenda y contra unos personajes tan calenturientos (aúllan como lobos en celo cuando ven una simple teta) e insufribles que una termina poniéndose, incondicionalmente, del lado de la vampiro anoréxica, el fantasma pixelado, los acólitos de Satanás y el tren. Que los maten a todos de puta una vez.
Lo más triste de esta anécdota es la breve conversación que mantuve con mi hijo cuando volvíamos a casa:
-Nene, vos me invitaste al cine y pagué todo yo.
-Es que la mía fue una invitación emocional, no económica. Era para pasar tiempo juntos, no para pagarte los vicios.
-Ah.


"PENNHURST (THE LOST EPISODE)" (Michael Rooker, 2012, EE. UU.)

Durante los años ’80, los sufridos fans de las películas de terror nos vimos invadidos por una oleada abrumadora de cementerios indios. Un cementerio indio, maldito o profanado, servía para justificar cualquier historia. Hoy en día, esos cementerios indios (a los que terminamos añorando) han sido desplazados por los hospitales psiquiátricos abandonados. Que ya me tienen los huevos al plato, la verdad.
“Pennhurst” es otra horrible película pretendidamente terrorífica que versa sobre un edificio donde años atrás ha funcionado un manicomio, habitado hoy en día por los fantasmas de los enfermos psiquiátricos maltratados antaño, que parecen ser malos pero no lo son. El malo, por supuesto, es un acólito de Josef Mengele, el médico brillante pero más loco que sus pacientes, que experimentó de forma brutal con estos pobres enfermos dejados a la buena de Dios. ¿Les suena? ¡Claro, cómo no les va a sonar! ¡Si ya filmaron cientos de películas con este argumento pelotudo!
En este film de cuarta no faltan, por supuesto, los adolescentes insoportables (uno de ellos es el que relata la historia de un grupo de trabajadores de un programa de televisión dedicado a lo paranormal que fueron despanzurrados en el loquero, suerte aciaga que, gracias a Dios, estos pibitos también corren) y las tetas al viento (no podía faltar el fantasma de la enfermera caliente como un horno que se pone en bolas alegremente). “Pennhurst” es decididamente abominable. Ni se molesten.


"BABY SHOWER" (Pablo Illanes, 2011, CHILE)

Sabrán ustedes, mis queridos, que una de las costumbres que los latinoamericanos importamos de tierras imperialistas es la celebración de los  baby showers, esas fiestas donde se agasaja a las embarazadas y se las llena de porquerías que, supuestamente, sus bebés usarán en el futuro. Un festejo empalagoso bastante más deplorable que el de Halloween, pero no tan resistido por los amantes de lo nacional y popular como la abominada  Noche de Brujas. El punto de partida de “Baby Shower” es la visita de las amigas de Ángela, la preñada de la historia y embarazada de gemelos,  a su casa de campo, en el centro de Chile. Ahí se enteran que su amiga se ha unido a un culto ligado a la adoración de la naturaleza y que piensa parir en ese lugar, asistida por una señora que es algo así como una mezcla de Janis Joplin y Moria Casán, muy hippona y con unas tetas enormes. Pero también sale a la  luz que el marido de Ángela la cornea con una de sus amigas (la escritora, of course, ¿por qué siempre tienen que ser las escritoras las putonas de la historia?). Cuando se pudre todo y las amigas quieren volver a Santiago, descubren que sus autos no funcionan, la línea telefónica ha sido cortada y sus celulares están muertosY bue, ahí empieza la masacre. La tetona new age, su amante y un pajarón que andaba por ahí (y que se encamó con la escritora, que lo parió) son los encargados de llevarla a cabo. Al final, Ángela da a luz en el bosque y la Janis Joplin loca le roba uno de los bebés.
“Baby Shower” es horrible. Mala. Malísima. Tampoco se molesten con ésta.


"DEMON EXORCISM: THE DEVIL INSIDE MAXWELL BASTAS" (Richard G. James, 2013, EE. UU.)

Si todas las películas que versan sobre exorcismos estuvieran basadas en hechos reales, tal como nos quieren hacer creer sus ignotos directores, nueve de cada diez humanos andaríamos por la vida vomitando sopa de arvejas. Porque si algo abunda hoy en día, además de los manicomios abandonados y embrujados, son los poseídos por Satanás. “Demon Exorcism” es una película de bajísimo presupuesto, es cierto. Pero con un presupuesto mucho menor, mi hijo y sus secuaces podrían haber filmado algo bastante más decente. Lo juro por Dios.
Maxwell Bastas es un señor que perdió a su esposa y a su hijito en un accidente. Obviamente, se reveló contra Dios y su dolor se convirtió en ira. Parece que la ira lo llevó a asesinar a sus compañeros de trabajo después de que lo despidieran por cabrón. O no. Y a amasijar a los parroquianos de un bar porque una camarera torpe le tiró una hamburguesa con papas  fritas encima. O no. Maxwell tiene visiones: un señor que debe ser un diablo e imita de forma descarada a Robert De Niro en “Angel Heart”, lo urge a suicidarse. Todo el tiempo.  Lo cierto es que una pareja entrada en años (culona ella, insignificante él) lo atropella con su auto y, como el conductor se había tomado un par de copas y antes de quedar inconsciente el atropellado murmura “Nada de hospitales”, decide llevárselo a su casa para cuidarlo y atenderlo ahí. Nunca visto. Una vez en el hogar de la pareja, el hombre es poseído por un demonio. Su esposa, naturalmente, lo encierra en el sótano y llama a su sacerdote, que a su vez llama a otro sacerdote y a un rabino, para que lo exorcicen. Digo naturalmente porque esta mujer se comporta como si algo le poseyera al marido todos los días. Al final, el diablo que estaba en el marido de la señora culona entra en el cura, el viejo insignificante mata al malogrado hombre de Dios, aparece una horda de vecinos endemoniados que se comen al mentado anciano, etc., etc. La cosa es que el demonio más groso está dentro de Maxwell Bastas y el imitador de De Niro es un demonio antagonista. Bastas es asesinado, vienen los ángeles, no sé si se lo llevan a él o al diablo arrepentido… y estoy llorando por haber gastado mi preciosa y única neurona tratando de entender esto.


"THE LIFE ZONE"  (Rod Weber, 2011, EE.UU)

“The Life Zone” no es un film de terror propiamente dicho, aunque en los chiringuitos donde ofrecen películas truchas te lo vendan como tal. También te venden como película de terror “Antichrist”, de Lars Von Trier, cosa muchísimo más trágica. En esta historia pretendidamente pro-vida, tres jovencitas son presuntamente secuestradas de los quirófanos donde iban a practicarse sendos abortos y recluidas en una especie de clínica donde las mantienen secuestradas, con la finalidad de que cumplan los nueve meses de embarazo y den a luz a sus bebés. Las atiende una doctora rubia que dice que tiene cuarenta pero se le cayó una sota, y un viejo tipo Gran Hermano las vigila desde una pantalla. Las paredes están decoradas con imágenes de Cristo y la Virgen María. Durante nueve meses las pibas miran en televisión  debates y debates sobre el aborto, escuchan a personas que hablan de sus pros y sus contras, a mujeres que abortaron, a mujeres que no abortaron, etc., etc. La más tiernita de las tres cambia de opinión sobre el tema enseguida y se entusiasma con el hecho de tener un bebé. También cambia de opinión otra de las chicas, aunque cuesta bastante más convencerla. Pero la tercera… ¡Ah, la tercera es jodida como ella sola! Ni siquiera en el momento del parto se conmueve y no quiere ni mirar ni tocar a sus bebés, que resultan gemelos. La última escena de la película presenta a las dos redimidas con sus hijos en brazos. La otra piba, tirada en la cama, se queja de que tiene náuseas y dolores. Aparece la doctora rubia y, con cara de circunstancia adversa, le dice que está embarazada. La pobre mina no entiende nada, ¿cómo carajo va a estar embarazada si acaba de parir? En ese momento se percata de que las dos orgullosas mamis han desaparecido y que las imágenes de Jesús y la Virgen han sido reemplazadas por cruces invertidas. El viejo de la pantalla, cuyos ojos se han puesto colorados, le dice a la chica: “Bienvenida al Infierno” y la doctora rubia aclara que ella también está ahí porque se había suicidado.
Yo me indigné profundamente con esta peliculita de mierda, que no sólo toma un tema un tema espinoso para la chacota sino que se atreve a juzgar a las personas mandándolas al Infierno por abortistas o suicidas. Vi cosas repulsivas en mi vida, pero creo que “The Life Zone” se lleva las palmas. 


"DAHMER VS GACY" (Ford Austin, 2010, EE. UU.)

“Dahmer vs Gacy” es algo así como “Jason vs Freddy” pero con personajes que han existido más allá de la imaginación calenturienta de un autor. Es decir, una reverenda pelotudez con algo de comedia, algo de película de terror, y algo de faso, porque una persona con todas las luces no puede pergeñar jamás este delirio. Jeffrey Dahmer y John Wayne Gacy fueron dos de los asesinos en serie más temibles y temidos de Estados Unidos de América. La película muestra al gobierno de dicho país intentando crear el asesino perfecto mediante la combinación del ADN de diferentes criminales (ya me dijeron mis amigos del Face que el gobierno de Estados Unidos hace de todo). Dahmer y Gacy escapan del laboratorio donde los tienen confinados y se dedican a sembrar el terror en el gran país del Norte. Pero son enfrentados por Ringo (no, el Beatle no). Un guerrero entrenado por Dios. Que lo parió. Y cuando Ringo está a punto de vencerlos entran en acción un grupo de Ninjas (no, las Tortugas no) y un carnicero sobrehumano. Que lo volvió a parir.
Dicen las malas lenguas que ya se filmó “Dahmer vs Gacy 2: In te Space”, pero qué quieren que les diga: yo paso.

Estas son, amables lectores, la seis nuevas películas que deben evitar sí o sí. No pierdan su precioso tiempo con estos engendros: si son amantes de las emociones fuertes lean una novela de Clive Barker o de Stephen King, vuelvan a ver algún clásico de Vincent Price o bánquense entero el discurso de algún político.  No los van a defraudar. Y ya que nombré al maestro, me despido de ustedes con una frase de Mr. King: "Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ellos ganan".

Ahora sí me dio miedito.