miércoles, 30 de septiembre de 2020

HOLLYWOOD PARANORMAL: HOWARD HUGHES


HOLLYWOOD PARANORMAL: HOWARD HUGHES

“Renuncia en cualquier momento a todo lo que eres para recibir todo aquello que puedes llegar a ser.” 
Howard Hughes

Howard Robard Hughes, Jr. fue un multimillonario empresario, magnate, inversionista, ingeniero autodidacta, aviador, productor y director de cine estadounidense. Cuando murió, en 1976, dejó una fortuna de 1.500 millones de dólares y un fantasma que todavía sigue rondando el "Hollywood Pantages Theatre".


HOWARD HUGHES: UN POCO DE HISTORIA

Howard Robard Hughes, Jr. nació en Texas, el 24 de diciembre de 1905, aunque la fecha es puesta en duda por algunos biógrafos (según los registros bautismales nació el 24 de septiembre). Su padre, Howard Robard Hughes, fue un industrial petrolero. Su madre, Alene Hughes, que padecía misofobia (miedo a la suciedad o la contaminación microbiana), influenció y sobreprotegió a Howard.
Alene murió en marzo de 1922, debido a las complicaciones de un embarazo ectópico. Este hecho marcó profundamente a Howard, quien nunca logró deshacerse de un permanente estado de melancolía causado por su pérdida. Menos de dos años más tarde, en enero de 1924, su padre falleció de un ataque al corazón. Su voluntad fue que su hijo heredara el 75 % de su fortuna.
Inteligente y práctico, Hugues dedicó sus primeros años a multiplicar su herencia utilizando un sencillo método que mantendrá durante toda su vida: rodearse de lugartenientes con talento, encumbrándolos generosamente a cambio de su absoluta fidelidad.
Productor virtuoso, Hughes empezó a financiar sus primeras películas a los 20 años. Sus más grandes éxitos fueron  “Two Arabian Knights”  (Lewis Milestone, 1927), “The Racket” (Lewis Milestone, 1928), y “The Outlaw” (1943), que además de producir, dirigió. Su olfato para los negocios le llevó a la compra en 1948 de la “RKO Pictures”, que vendió en 1955. Descubrió actores de la talla de Jean Harlow, que protagonizó su famosa Hell's Angels” (1930), en la que invirtió cuatro millones de dólares, y dirigió conjuntamente con Edmund Goulding y James Whale. Hugues inventó un corpiño para ella y otra de sus estrellas, Jane Russell, que resaltaba sus bustos en pantalla.
Howard Hugues hizo, además, aportes a la aviación, introduciendo numerosas innovaciones en el diseño de aeronaves, tales como la construcción de aviones como el Hughes H-1 y el hidroavión Hughes H-4 Hercules, además de materializar muchas hazañas aéreas, incluyendo la obtención de varios récords de velocidad y extensión. Sin embargo, pasión por la aviación le costó cara. Tras cuatro accidentes graves, su cuerpo sufrió diversas quemaduras, el corazón se le desplazó y su lóbulo cerebral frontal, que rige el centro emocional humano y el control de la personalidad, quedó afectado para siempre.
A finales de 1950, Howard Hughes había desarrollado ya claros síntomas debilitantes de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). El que fuera uno de los hombres más vistos de América, pasó los últimos veinte años de su vida fuera del ojo público. Hacia el final de sus días, su círculo administrativo íntimo se componía en gran parte de mormones porque él los consideraba de confianza, ya que no podían beber alcohol y eran moralmente honestos.
Hugues fue un personaje polémico por sus excentricidades, manías, y su comportamiento lunático en general, que estuvo motivado en gran medida por padecer TOCSu fallecimiento, el 5 de abril de 1976, a los 70 años, fue igualmente controvertido. Muy enfermo, fue embarcado en un avión en México rumbo a Houston, pero no está claro si falleció antes de llegar a destino, o si ya había fallecido antes de salir de Acapulco. Los médicos que certificaron su muerte, se encuentran con ‘una piltrafa humana’: el anciano Hughes pesaba sólo 40 kilos, y tenía unas largas barba y uñas que llevaban años sin cortarse. El FBI debió tomar sus huellas digitales antes de que se certificara oficialmente su defunción.


LOS AMORES DEL MAGNATE

Hugues se casó con Ella Botts Rice en 1925. Se divorciaron en 1929.  Él salió luego con muchas mujeres famosas, incluyendo a Billie Dove, Faith Domergue, Bette Davis, Ava Gardner, Olivia de Havilland, Katharine Hepburn, Ginger Rogers, Janet Leigh, Rita Hayworth, Mamie Van Doren, Terry Moore y Gene Tierney. 
En su biografía de 1978, "No Bed Of Roses", Joan Fontaine aseguró que la había invitado a salir en diversas ocasiones. Jean Harlow lo acompañó al estreno de "Hell's Angels", pero Noah Dietrich escribió muchos años después que la relación era estrictamente profesional, ya que a Hughes no le gustaba la explosiva rubia platino.  En su libro de 1971, "Howard: The Amazing Mr. Hughes", Dietrich contó que al magnate realmente le gustaba Jane Russell, pero que nunca buscó una relación romántica con ella. Sin embargo, de acuerdo con la autobiografía de Russell, "My Path and My Detours: An Autobiography" (1985), Hughes una vez intentó seducirla después de una fiesta. Russell (que estaba casada en ese momento) lo rechazó, y Howard le prometió que nunca volvería a suceder. Mantuvieron una amistad profesional y privada durante muchos años.
Hughes también continuó una buena amistad con Gene  Tierney, quien dijo una vez: "No creo que a Howard le pueda encantar cualquier cosa que no tenga motor". Más tarde, cuando la hija de Tierney, Daria, nació sorda y ciega y con una grave discapacidad de aprendizaje debido a que la actriz tuvo rubéola durante su embarazo, Hughes se aseguró de que la niña recibiera la mejor atención médica y pagó todos los gastos.
A Katherine Hepburn y Howard Hughes los presentó Cary Grant  en el verano de 1935, en pleno rodaje de "Sylvia Scarlett" (George Cukor). “Howard ha querido conocerte desde hace tiempo, y le dije que lo intentaría”, le confesó Grant a la actriz. Entre Katherine y Hugues floreció una relación que duró cuatro años.  Juntos ocupaban las portadas de los periódicos y las  revistas de la época, y, con él, Hepburn aprendió a pilotar un avión, emulando así a su idolatrada Amelia Earhart: “Aterrizábamos y si podíamos, localizábamos un lugar apartado donde pudiésemos nadar desnudos. Creo que éramos una pareja atractiva, tanto desnudos como con la ropa puesta”. Muchos años después, la actriz reflexionó: Al echar la vista atrás, no estoy segura de por qué no me casé con él. Le dije que no la primera vez sin pensarlo e imagino que acabó siendo eso, un hábito.  Era brillante, atlético, osado y un amante maravilloso”. Pero tenía un defecto: “Howard colocaba su única vida en juego”. 
Con Ava Gardner tuvo una peculiar amistad que se prolongó durante más de 20 años,  aunque la actriz insistió en repetidas ocasiones que su relación jamás fue sexual. Se cuenta sin embargo que, en cierta ocasión, al enterarse de que Ava había pasado la noche bailando con un torero mexicano, le dislocó la mandíbula de una cachetada. La respuesta de la temperamental actriz estuvo a la altura: lo golpeó con una estatuilla de bronce y lo dejó KO. Hugues solucionó el problema regalándole un Cadillac.
El 12 de enero de 1957, Hughes se casó con la actriz Jean Peters. La pareja se conoció en la década de 1940, antes de que Peters se convirtiera en una actriz de cine. Tuvieron un romance muy publicitado en 1947 y se habló de matrimonio, pero ella dijo que no podía combinarlo con su carrera. Con ella estuvo casado hasta 1971, aunque en los últimos tiempos, la pareja sólo tenía contacto telefónico. 
En los libros "Citizen Hughes (Michael Drosnin, 1984) y "Howard Hughes: The Secret Life" (Charles Higham, 1993) se habla de la bisexualidad de Howard y se le adjudican relaciones con Cary Grant, Randolph Scott, Rusell Gleason y Richard Cronwell.


EL FANTASMA DE HOWARD HUGHES

El "Hollywood Pantages Theatre", anteriormente conocido como "RKO Pantages Theatre", está localizado en la intersección de las calles Hollywood y Vine, en Hollywood, California. En 1949, Howard Hughes adquirió el establecimiento para incluirlo en su Circuito Teatral RKO y movió sus oficinas personales a la segunda planta del edificio. Hughes vendió el teatro en 1967. 
Mucha gente ha reportado haber visto espectros en el "Pantages", y se dice que uno de los fantasmas que lo ronda es el de Howard Hughes. 
El fantasma de Hughes fue visto por un trabajador cuando el edificio estaba siendo renovado, caminando por uno de los andamios y asomado a un palco.  Cuando el trabajador le preguntó qué quería, desapareció en el aire. También fue visto en muchas ocasiones vistiendo un traje elegante o vagabundeando por el área donde una vez estuvo su antigua oficina. 
El espíritu de Hughes no solo se ve, sino que también se siente. Muchos de los empleados informan que sienten ráfagas de aire frío cuando están en la antigua oficina, incluso cuando el aire acondicionado no está encendido y, de vez en cuando, el olor a humo de los cigarrillos que el millonario fumaba. También pueden escucharse inexplicables golpes,  y ruidos que sugieren que se están abriendo y cerrando los cajones del escritorio.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con unas palabras de Howard Hughes: "Continúa cuando estés desalentado, porque donde no hay fe en el futuro, no hay poder en el presente".

Buenas tardes.

lunes, 21 de septiembre de 2020

FIEBRE DE PRIMAVERA


 FIEBRE DE PRIMAVERA

“Podrán cortar todas las flores pero no podrán detener la primavera.”
Pablo Neruda 

Llegó la primavera y gracias a Dios, gente querida, hay mucho más para hacer que cantar “Bienvenido amor”, de Palito Ortega, o  “Vuelve primavera”, de Johnny Tedesco, mientras limpiamos los azulejos del baño. Según el sitio web IMujer, el arribo de esta florida estación es un momento ideal para romper la rutina y animarnos a jugar más con nuestro chico. La primavera es, sin ninguna duda,  la estación del romance y el amor. El solcito favorece el aumento de la pasión y el sexo en la pareja, así que si hay cosas pendientes para hacer en la cama con nuestra media naranja, estamos en el momento ideal para concretarlas. Hay un poco de viento, sí, y algunos estornudos alérgicos. Pero es primavera, carajo, así que no se pueden perder estos tips de sexo para caldear septiembre, acercados generosamente por IMujer. Tomen nota.

 TIPS DE SEXO PARA LA PRIMAVERA

1) Vestirse sexy para la ocasión: Años de pareja, hijos rompe kinotos y, sobre todo, costumbre, nos han llevado a sacrificar lo sexy e ir a lo cómodo, vistiéndonos como hippies piojosas, con ropa enorme y bombachas de algodón con los elásticos vencidos. No está mal, chicas: tenemos derecho a andar por la vida como cartoneras y sentirnos a gusto. Pero lo ideal es que este look  linyera no se nos haga carne y, por lo menos en los momentos íntimos, podamos vestirnos y sentirnos sexys.
Desde la lencería erótica hasta algún disfraz calenturiento, la vestimenta adecuada ayuda a que nos sintamos irresistibles devoradoras de hombres. Nuestro partenaire nos verá distintas y eso lo encenderá, cosa harto deseable para nuestro disfrute.

2) Hacer realidad las fantasías sexuales: Las fantasías sexuales son una parte saludable e importante de la relación y ayudan a sumarle pasión  y hacerla más intensa. Si bien a veces puede resultarnos embarazoso ser honestas y confesarle a nuestra media naranja las chanchadas que se nos ocurren, debemos animarnos a hacerlo. Poder explorar diferentes escenarios, vestimentas y actitudes resulta sumamente beneficioso para la relación. Hay que animarse a hablar y, sobre todo, tomar las fantasías del otro con seriedad y respeto. Una vez que hayan acordado lo que a ambos les gustaría probar, conviertan en realidad esos deseos reprimidos durante tanto tiempo. Pongan esfuerzo y ganas y verán cómo la relación se aviva.

3) Volver a coquetear: Al inicio de cualquier relación, el coqueteo y las ganas de estar con el otro son difíciles de disimular. La atracción es mucha y la calentura también. Pero el paso del tiempo, siempre tan nefasto, hace que el coqueteo muera. Si queremos que la relación vuelva a caldearse, es menester que volvamos a coquetear como en los primeros tiempos. Es divertido y nos hace sentir deseadas, incrementando la atracción física y la intimidad. Volvé a escuchar con atención las idioteces que dice tu bombón veneciano, reíte de sus chistes por desubicados que sean, generá contacto, jugá, reconectate.

Estos tres escuetos tips son los que ofrece el sitio web IMujer, para que la primavera explote. Permítanme acotar que estos consejitos son aplicables al resto del año y que una puede ser sexy, desprejuiciada y coqueta en pleno junio, que para eso existe las estufas.
Me despido de ustedes con John Keats y su poesía: “¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes que no despedirán jamás la primavera!”

Buenos y floridos días.

jueves, 17 de septiembre de 2020

CÓMO PROLONGAR EL EFECTO LUNA DE MIEL


CÓMO PROLONGAR EL EFECTO LUNA DE MIEL

“Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Joaquín Sabina

Parece, mis queridas, que la luna de miel se acaba, como todo en esta perra vida, pero si una tiene los tips indicados, su efecto puede prolongarse por lo menos un tiempo. Esto es lo que sostiene Constanza Boquet en una reveladora nota publicada en el sitio web de la revista “OhLaLá”, un folletín dedicado a la chica OhLaLá, que no tiene nada que envidiarle a la chica Cosmo. Hay algo que esta gente, habitante de glamorosos mundos paralelos al mundo de miércoles donde vive una, llama honeymoon style y la sana intención de Constanza es que aprendamos a perpetuar en el tiempo esa época preciosa. Así que, con su permiso, voy a recrear su artículo, siempre en pos de la felicidad de mis lectoras.
Es de público conocimiento que en los albores de cualquier relación amorosa todo es miel y baba. Cualquier cosa que haga nuestro pastelito, desde lavarse los dientes hasta soplarse la nariz, es perfecto y esplendoroso. El romance está en su etapa más efervescente, no comemos, no dormimos, tenemos mucho sexo (o muchas ganas de tenerlo) y la vida es rosa como un vestidito de  Reese Witherspoon en “Legalmente rubia”. Todo marcha sobre rieles hasta que llega el aciago día en que uno de los dos termina una llamada telefónica sin decir antes “Colgá vos primero”. Se acabó la estupidez, pensarán ustedes, que se empeñan en leer el diario y enterarse de todos los males de este mundo. Pero no. Se acabó la fantasía y caemos de cabeza en la vida real. Y nuestra relación, hasta ese entonces idílica, empieza a no serlo tanto. Porque pasa a una fase donde prima la madurez y empezamos a darnos cuenta de que nuestro chico se sopla la nariz de una forma bastante desagradable.
Se supone que es bueno alcanzar esta etapa donde la relación se vuelve real, con sus cosas buenas y malas. Si me preguntan a mí, siempre preferí vivir en el limbo cazando mariposas de azúcar. Las realidades nunca me interesaron demasiado Pero la gente normal no piensa como yo. Gracias a Dios.
En cuanto ponemos las patitas en la tierra, aparecen los reclamos y los desacuerdos. Ya no nos resulta tan atractiva una noche de lujuria si al otro día tenemos que madrugar para hacernos eco de esa costumbre tan fastidiosa que es trabajar.  Vuelve el hambre. Vuelve el cansancio. El Príncipe dejó de ser azul. Las mariposillas estomacales están muertas. Pero no hay que desesperar: el amor pasa por diferentes etapas y, si bien ninguna es tan maravillosa como la primera (para qué las voy a engañar), las otras también tienen su encanto. Escondido, pero lo tienen. Se los juro. Porque cuando el amor ideal se convierte en amor real hay más certezas, menos ansiedad y la convicción de que elegimos al sátrapa que nos acompaña sin estar engañadas por un enamoramiento fatuo. Lo elegimos a pesar de. Y él nos elige a pesar de.
Si queremos que esta segunda etapa, que se nos antoja bastante desangelada, no decaiga, hay que trabajar. Mucho. Ponerse las pilas y, aunque estemos algo desengañadas, no dejar de lado ni la comunicación ni la seducción, y, muchísimo menos, la sexualidad.  Para ello hay una serie de tips que no debemos pasar por alto. Tomen nota.

Consejos para estirar el efecto honeymoon
1) Sorpresa: Parece que la sorpresa nunca falla. Para sorprender basta con ponerse en los zapatos de nuestra media naranja y pensar en lo que a él más le gusta. Lo podemos sorprender con entradas para la película que quiere ver o con su comida favorita. Quizás con una carta de amor, que ya sabemos cómo redactar porque lo leímos en otro sitio web femenino.
2) Invitación erótica: La invitación erótica tampoco falla. Podemos mandarle durante el día a nuestro bombón  un mensajito hot, porque es harto sabido que el ratón siempre garpa. Eso sí: si son cortas de vista, antes de enviar el caluroso convite, pónganse los lentes. No hagan como yo que le envié a Héctor un mensaje cuyo destinatario era Néstor. Con las consecuencias tragicómicas que provocó el entuerto.
3) Salidas en grupo: Lejos de lo que pensaba vuestra servidora, las salidas en grupo pueden ser estimulantes para la pareja. Porque sirven para desarrollar la complicidad frente a terceros. Yo creo que es porque ver lo miserables que son los otros nos ayuda a aceptar nuestra miserabilidad con mejor disposición.
4) Buen humor: La diversión y el buen humor siempre son el mejor remedio para todo. ¿Vence el contrato de alquiler y no tienen $$$ para renovarlo? Diversión y buen humor. ¿Cortaron la luz por falta de pago? Diversión y buen humor. ¿Les afanaron la billetera en el subte? Diversión y buen humor. Bailen en el balcón pero no se tiren.
5) Perfume: Ya lo decían las abuelas: "¡Nena, esperalo con perfume!" (mi abuela nunca lo dijo pero la de Constanza, sí). El olfato afecta nuestras percepciones. Puede llevarnos a una tierna remembranza. Y, además, los frasquitos son divinos.
Para saber en qué etapa de la pareja estamos, Constanza también nos ofrece una serie de síntomas inherentes a nuestro Príncipe. Según el color que el susodicho adopte frente a nuestros ojos veremos por dónde andamos.
1) Azul
-Le contás a todo el mundo que tenés palenque ande ir a rascarte, y mostrás la foto del macho en cuestión a medio planeta, como si del mismísimo Brad Pitt se tratara.
-Sale de bañarse sin toalla y empapa alfombras y muebles, pero vos no podés quitar la vista de ahí y al carajo con la casa.
-No importa cuántas boludeces diga, lo escuchás arrebolada.
-Vas por la vida sonriendo como una idiota.
Diagnóstico: Estás en la etapa de la miel y la baba. Las mariposas de azúcar y el limbo absoluto. Disfrutalo, nena, porque no dura.
2) Decolorado
-Ni azul, ni celeste, con un lamentable efecto batik. Ese imbécil con más manchas que un dálmata nunca fue un Príncipe. Ni siquiera un perro.
-Cada día que pasa le encontrás más y más defectos: ronca, usa escarbadientes, lo único que lee son los fixtures del torneo de fútbol en curso y tiene madre.
-No le das el brazo a torcer en nada. Un idiota así sólo merece guerra.
-Si te llama, es controlador. Si no te llama, es desinteresado. El tipo será un pelotudo pero vos sos la gata Flora.
Diagnóstico: Bienvenida a la realidad, mamita. ¿Por qué te creés que se muere DiCaprio al final de “Titanic”? Para no tener que atravesar esta etapa de mierda. Si no se  moría, Kate Winslet, con cien años y todo, todavía lo estaba puteando. Lo que te queda por hacer es buscarte otro si sos adicta a la miel y a la baba o tratar de tener una relación  menos rosada y más real.
3) Multicolor
-La vida se va acomodando. Se aceptan los gustos, las posibilidades y las limitaciones del otro. 
-Si se enferma le llevás un tecito a la cama y él hace lo mismo con vos. Al final, ninguno de los dos es tan malo.
-Pueden no hablarse en todo el día, pero llega la noche y ahí está él para ver la tele. Perdón, perdón. Para escucharte y aconsejarte.
-Todo lo que te molestó de él en la etapa anterior, lo tomás como parte del combo.  No sabés si dejó de sacarte de las casillas porque la pareja evolucionó o porque te ganó por cansancio.
Diagnóstico: Estás atravesando las vicisitudes de la pareja estable. ¿Es más aburrida que chupar un clavo? ¿Por qué te creés que se murió DiCaprio al final de “Titanic” si entraba en la tabla y todo?
Hasta aquí, todo lo expuesto por Constanza Boquet en su nota orientada a prolongar el honeymoon style.  Espero que les haya sido de utilidad, aunque más no sea para enterarse del porqué del ingrato fallecimiento de Leonardo. Me despido de ustedes con un pensamiento de Miguel Mihura: Lo único molesto del matrimonio son esos primeros cincuenta años que siguen a la luna de miel.
Buenas noches.

martes, 1 de septiembre de 2020

HOLLYWOOD PARANORMAL: MONTGOMERY CLIFFT


HOLLYWOOD PARANORMAL: MONTGOMERY CLIFT

"Recuerda que Montgomery Clift es un hombre desilusionado, sin amor, sin paz, en constante lucha consigo mismo y con su destino."
Montgomery Clift

Buenas noches, amables lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de “Hollywood paranormal”, dedicada esta vez al bello y torturado  Montgomery Clift. 


MONTGOMERY CLIFT: UN POCO DE HISTORIA


Edward Montgomery Clift  nació en OmahaNebraska, el 17 de octubre de 1920, hijo de Ethel Fogg y de William Brooks Clift, un banquero proveniente del sur. Tuvo una hermana melliza, llamada primero Roberta, y más tarde, Ethel, y un hermano mayor, Brooks. La historia de su madre, a la que llamaban Sunny, marcó su infancia. Sunny había sido adoptada por los Fogg y supo, a los 18 años, de boca del doctor Edward E. Montgomery, que sus verdaderos padres eran Woodbury Blair y María Anderson. Los Blair y los Anderson eran acaudaladas familias entre los que se encontraban políticos y generales de la guerra de Secesión. Sunny, una mujer carismática y autoritaria, estaba obsesionada con su linaje no reconocido. Se empeñó en otorgar a sus hijos una vida lujosa y cosmopolita que debía convertirlos en triunfadores: mientras William Brooks Clift se quedaba trabajando en Nueva York, la mujer y los niños recorrían Europa en agotadoras jornadas repletas de deportes y actividades culturales.
Clift debutó en Broadway a los 13 años y, una década después, viajó a Hollywood.  Su primera aparición en fue en el western “Red River” (Howard Hawks, 1948), junto a John Wayne. Ese mismo año participó en la película que lo haría famoso y por la que sería nominado a su primer Oscar, “The search”, conocida en el mundo de habla hispana como "Los ángeles perdidos", un drama ambientado en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial, dirigido por Fred Zinnemann. Desde entonces, instaló un nuevo modelo de actor protagonista, sensible, emocional y con una belleza melancólica, "el tipo de hombre que una mujer querría cuidar". Su carrera estuvo repleta de éxitos y se convirtió en un ídolo por su presencia y atractivo. Sus escenas de amor con Elizabeth Taylor en "A Place in the Sun" (George Stevens, 1951) establecieron un nuevo estándar para el romance en el cine. Sus papeles en "From Here to Eternity"  (Fred Zinnemann, 1953), donde interpretó al soldado de infantería Robert E. Lee Prewitt, y en "The Young Lions" (Edward Dmytryk, 1958) son considerados los más característicos de su carrera. 
El 12 de mayo de 1956, mientras filmaba "Raintree County" (Edward Dmytryk), sufrió un accidente al  salir de una fiesta en casa de Elizabeth Taylor, coprotagonista de la película y una de sus mejores amigas. Su recuperación nunca fue total, y el trágico suceso añadió unos diez años a su apariencia física. Desde antes del accidente, Clift abusaba del alcohol y los calmantes, y el evento aceleró una espiral de autodestrucción que se considera el "suicidio más largo de Hollywood".
Montgomery Clift murió a los 45 años  debido a un paro cardíaco, el 23 de julio de 1966, en Nueva York. 


EL ACCIDENTE

Elizabeth Taylor tenía 19 años cuando conoció a Montgomery Clift en el rodaje de "A Place in the Sun". "Él fue mi mejor amigo hasta el día de su muerte, nos amábamos en el sentido más puro de la palabra", dijo la actriz sobre Monty años más tarde en una entrevista para la televisión.
La noche del 12 de julio de 1956, Liz Taylor dio una fiesta en su casa de Coldwater Canyon, en Malibú. Invitó a varios amigos, entre ellos, los actores Rock Hudson y Kevin McCarthy. Clift, con el que rodaba por aquel entonces  "Raintree County" también fue invitado pero en un principio rehusó la propuesta. Al actor no le gustaban los grandes eventos:  esquivaba las fiestas y prefería quedarse en su casa leyendo autores como Chejov o Aristóteles. Pero la insistencia de Liz dio resultado y finalmente asistió a la reunión, algo de lo que se arrepentiría el resto de su vida.
En mitad de la noche, Clift, totalmente borracho, decidió que era el momento de irse a casa y consideró buena idea conducir en su estado. Kevin McCarthy  optó por guiarlo con su propio vehículo en el camino por la ladera. En una curva, Clift se salió de la carretera y estampó su coche con brutalidad contra un poste telefónico. McCarthy percibió lo ocurrido y avisó a los participantes de la fiesta.
El chasis delantero del auto de Monty estaba completamente aplastado. Sólo se podía acceder al vehículo por el baúl y la única persona que cabía era Elizabeth Taylor, que no dudó en auxiliar a su amigo.  Al llegar hasta Monty, comprobó que tenía la cara muy lastimada y que no podía respirar porque cuatro dientes se habían introducido en la tráquea. Taylor tuvo el coraje y la calma suficientes para  sacarle los dientes de la garganta, un acto que le salvó la vida.
Montgomery Clift fue sometido a cirugía plástica y fue Elizabeth Taylor quien evitó que la prensa molestara al actor durante su estancia en el hospital y que se lo fotografiase hasta que su cara fue correctamente tratada y reconstruida. 
Tras meses de operaciones estéticas y reconstrucciones, alejado del ojo público, Clift volvió al rodaje de "Raintree County", seguro de el éxito de la película, aunque sólo fuese por el morbo que iba a despertar en el público la comparación de su cara pre y post accidente. En esos meses, se agravó su dependencia del alcohol, a la que añadió el abuso de los analgésicos, el cóctel que acabaría llevándolo a la tumba una década después.
Clift ya era un ser infeliz antes del accidente. Algunos biógrafos opinan que su ansiedad se debía al rechazo a aceptar su condición de homosexual, aunque el actor nunca hizo declaraciones al respecto. Sin embargo, después del accidente, a sus antiguos traumas se añadió uno más: el complejo por su aspecto físico. A pesar de la buena labor de los cirujanos que lo operaron, nunca volvió a tener un espejo en su casa.
Dos años después del accidente, Montgomery Clift participó junto a Marilyn Monroe y Clark Gable en "The Misfits" (John Huston, 1961), la última película de la bella actriz, lo que da una idea de cómo estaba su salud por aquel entonces. Aun así, Marilyn comentó acerca de Clift: "Es la única persona que conozco que está en peor estado físico que yo".


LA MUERTE DE MONTGOMERY CLIFT

El 22 de julio de 1966, Montgomery Clift pasó la mayor parte del caluroso día de verano en su habitación en su casa de la ciudad de Nueva York, ubicada en el 217 East 61st Street. Él y su enfermero privado, Lorenzo James, no hablaron mucho durante el día. Poco antes de la 1:00 a.m., James fue a darle las buenas noches al actor, que todavía estaba despierto y sentado en su cama. Le preguntó a si necesitaba algo, y Clift  le dijo que no. También le dijo que iba a quedarse un rato más despierto, leyendo un libro o mirando la televisión. James le comentó que estaban dando "The Misfits" en la televisión y le preguntó si quería verla con él. "¡Absolutamente no!", respondió con firmeza el actor. Esa fue la última vez que Montgomery Clift habló con alguien.  A las 6:30 a.m. del 23 de julio de 1966, James encontró a Clift muerto: estaba desnudo, acostado en la bañera, con los lentes puestos y los puños apretados. La causa oficial de la muerte de Montgomery Clift fue una oclusión de la arteria coronaria. Tenía 45 años.


EL FANTASMA DE MONTY

El "Roosevelt Hotel", en Hollywood, inaugurado en 1927, es famoso por haberse celebrado en su "Blossom Room" la primera ceremonia de entrega de los premios Oscar, el 19 de mayo de 1929. Desde entonces, multitud de personalidades del mundo del espectáculo han pasado por sus habitaciones. 
Varios testigos aseguran haberse encontrado  en el "Roosevelt" con el fantasma de Montgomery Clift paseándose por la habitación  Nº 928 del 9º piso. Allí estuvo alojado durante tres meses, en 1953,  mientras estudiaba el papel del soldado Robert E. Lee Prewitt para la película "From here to eternity". Otras personas aseguran haberlo visto tocando la trompeta en el vestíbulo del hotel. El psiquiatra Peter James relató, además, que estaba alojado en la habitación Nº 928 del "Roosevelt" cuando sintió cómo una presencia invisible se situaba encima de él en la cama y no le dejaba levantar. Cuando por fin consiguió zafarse,  vio a un hombre sentado en una silla que le miraba fijamente. Paralizado por el miedo permaneció más de media hora sin atinar a hacer nada. En noviembre de 1992 otra huésped de la 928 sintió que una mano le daba palmaditas en el hombro mientras leía en la cama. Creyendo que era su marido, se volvió para darle las buenas noches, pero él estaba profundamente dormido.
 Los empleados del hotel aseguran que en la habitación se oyen fuertes ruidos y se emiten llamadas telefónicas a la recepción aun cuando la suite está vacía.

Hasta aquí, amables lectores, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con una frase del gran Alfred Hitchcock, que dirigió a Montgomery Clift en "I Confess" (1953):  "Siempre me pareció que Monty tenía un ángel de la muerte caminando a su lado."

Buenas tardes.