jueves, 30 de septiembre de 2021

HOTEL, DULCE HOTEL X


HOTEL, DULCE HOTEL X

La vida es un espectro que se mueve en un mundo de espectros.” 
Thomas Carlyle

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de la saga “Hotel, dulce hotel”, con destinos tan icónicos como el Chelsea Hotel, ubicado en Nueva York, EE. UU., por donde han pasado muchísimos artistas, y tan románticos como el Talbot Hotel, de Northamptonshire, Inglaterra, acosado, según cuenta la leyenda, por el fantasma de la mismísima María Estuardo. Disfruten.

-CHELSEA HOTEL, NUEVA YORK, EE. UU.

El Chelsea es un famoso hotel por el cual han pasado numerosos artistas, músicos y escritores que hicieron del lugar un centro cultural y artístico del mundo bohemio de Nueva York. Está situado en el 222 Oeste de la calle 23rd, entre las Avenidas Séptima y Octava. 
El Chelsea Hotel fue construido entre 1883 y 1885 por Philip Hubert, un inmigrante anglo-francés, como un experimento socialista en el que ricos y pobres compartían edificio.  En 1905, las dificultades económicas hicieron que el edificio fuera vendido y se reconvirtió a hotel. Desde 1946, el hotel ha sido manejado por la familia Bard.
Debido a su lista larga de huéspedes y de residentes famosos, el hotel tiene una extensa historia. Los poetas Allen Ginsberg y Gregory Corso eligieron el Chelsea como lugar para el intercambio filosófico e intelectual.  El poeta y dramaturgo galés, Dylan Thomas, pasó sus últimos días de vida en el apartamento Nº 205 del hotel, en 1953, alcoholizado y aquejado de neumonía. Dicen que su última frase fue “He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un record.” Robert Zimmerman, que se rebautizó artísticamente Bob Dylan como homenaje al malogrado poeta, escribió su famosa “Sad Eyed Lady Of The Lowlands” ("Señorita de ojos tristes de las tierras bajas") en el año 1966, encerrado en la habitación Nº 211, tomando como musa, según se dice, a la bellísima Eddie Sedgwick, una de las chicas que formaban parte del grupo de Andy Warhol.
El escritor Arthur Miller afirmaba que podría llegar tan alto  como los ascensores del hotel, sólo con el olor a marihuana que desprendían los pasillos del Chelsea. En la habitación Nº 614, superó su ruptura con Marilyn Monroe, con la que pasó alguna temporada allí.
La película experimental e icono underground “Chelsea Girls”, dirigida por Paul Morrissey y Andy Warhol, fue rodada allí en 1966. En ella aparecía gran parte del séquito que acompañaba por aquella época a Warhol: Brigid Berlín, Gerard Malanga, Internacional Velvet, María Woronov, Ingrid Superstar y Eric Emerson. Muchos son los que aparecen en el film pero, de todos ellos, sólo el poeta René Ricard vivía en el Chelsea en ese momento. El hotel fue, también,  inspiración para el primer álbum de una de las protagonistas de la película, Nico.
El escritor y científico británico Sir Arthur C. Clarke escribió “2001: A Space Odyssey” ("2001: Una odisea en el espacio",  1968), mientras se alojaba en el Chelsea.
A comienzos de los ‘70, la cantante Patti Smith y su novio, el fotógrafo Robert Mappelthorpe,  llegaron al Chelsea con la intención de alojarse allí pero sin un dólar en el bolsillo. “Soy Patti Smith, él es Robert Mapplethorpe, fotógrafo, y no tenemos dinero. Pero pronto seremos famosos y podremos pagarle”, cuentan que dijo Smith al llegar a la recepción. Stanley Bard, el dueño del hotel, los alojó gratis. Años después, la cantante homenajeó al Chelsea ilustrando la portada de su disco “Horsescon una foto hecha por Mapplethorpe de una de las habitaciones.
El cantautor canadiense Leonard Cohen, tuvo en la habitación Nº 415 del Chelsea Hotel, una única noche de amor con la vibrante Janis Joplin. La leyenda cuenta que Cohen buscaba a Brigitte Bardot por los pasillos del hotel cuando coincidió con Janis en el ascensor, que buscaba a Kris Kristofferson. Ella le preguntó por  Kristofferson y Cohen, en un rápido reflejo de seductor contestó algo así como “Señorita, está usted de suerte el día de hoy: yo soy Kris Kristofferson”. La broma hizo gracia y el truco funcionó.  Lo que pasó entre los dos quedó inmortalizado en la famosa canción de Cohen, “Chelsea Hotel #2, escrita en 1974. Leonard Cohen se refirió, más tarde, a este encentro: “Después me enteré que ella era Janis Joplin, terminamos abrazados por culpa de ese divino proceso de eliminación que crea compasión donde solo hay indiferencia, luego ella murió. Escribí esta canción en su homenaje, es llamada ‘The Chelsea Hotel’”. Refiriéndose el mítico hotel, el cantautor canadiense escribió: “Una vez llegas al Chelsea ya no hay vuelta atrás”.
Sid Vicious, el legendario bajista de Sex Pistols, quien  pasó a la historia por su actitud rebelde y punk, se instaló en el Chelsea, en la habitación Nº 100, a finales de los ‘70, con su novia Nancy Spungen. El 12 de octubre de 1978, después de una noche de excesos, Nancy apareció apuñalada. Sid intentó suicidarse tirándose por la ventana, pero no fue capaz de lograr su objetivo. Vicious dijo no recordar nada de lo sucedido esa trágica madrugada, y fue culpado por la muerte de su novia y enviado a prisión, aunque poco después salió bajo fianza. En la fiesta de celebración de su libertad, el 2 de febrero de 1979, Sid Vicious murió a razón de una sobredosis de heroína que su propia madre le administró para “mitigar su sufrimiento por la muerte de Nancy”.
La polifacética Madonna, eligió el Chelsea Hotel para una de las sesiones de fotos de su polémico libro “Sex”, de 1992.
Dee Dee Ramone se quedó en el Chelsea Hotel en los primeros días de The Ramones, cuando, expulsado de un apartamento tras otro por las fuertes peleas que tenía con su novia, logró convencer al copropietario y gerente del hotel, Stanley Bard, de que lo dejara quedarse allí. Décadas más tarde, Dee Dee regresó al Chelsea para tratar de abandonar la heroína. Mientras estaba allí, escribió “Chelsea Horror Hotel”, una novela protagonizada por él mismo, su esposa Barbara, y un perro parlante llamado Banfield. Cuando no pasea con Banfield o tiene líos de drogas, el  Dee Dee ficticio se enreda en el Chelsea con los fantasmas de los músicos punk Sid Vicious, Johnny Thunders y Stiv Bators, y finalmente, con el Diablo mismo.
Entre las cuatro paredes del Chelsea también se alojaron los músicos Keith Richards, John Cale, Édith Piaf, Joni Mitchell, Jimi Hendrix, Richard Hell, Rufus Wainwright y Anthony Kiedis, de Red Hot Chili Peppers, entre muchos otros; los escritores Mark Twain, William S. Burroughs, Edgar Lee Masters, Brendan Behan, Gore Vidal, William Dean Howells, Tennessee Williams, Simone de Beauvoir y Jean-Paul Sartre; los cineastas Stanley Kubrick, Milos Forman y Dennis Hopper; y los actores  Uma Thurman, Elliot Gould y Jane Fonda.
Chelsea girl” (Nico), “Third week in the Chelsea” (Jefferson Airplane), “We will fall” (The Stooges), “Hotel Chelsea nights” (Ryan Adams) y “Like a drug I never did before” (donde Joey Ramone cantaba: “Hanging in the lobby of the Chelsea Hotel”, rinden homenaje de manera explícita al mítico establecimiento.
En algunas habitaciones del Chelsea los pasajeros se han quitado la vida. Suicidios e historias de fantasmas  merodean por los pasillos. La leyenda cuenta que algunos sobrevivientes del naufragio del Titanic permanecieron allí brevemente en 1912, ya que el muelle 54, donde arribaría el barco, se encontraba muy cerca del Chelsea. Se dice que Mary, una mujer que se ahorcó en el 8º piso al enterarse de que su marido había muerto en el trágico accidente, es uno de los espíritus que habitan el hotel y que, muchas veces, aparece llorando por los pasillos. En 1996, el actor Michael Imperioli, conocido por su personaje de Christopher Moltisanti de la serie "The Sopranos", aseguró en el programa Celebrity Ghost Sightings, del canal Bio, haberla visto una vez. El actor  se había mudado al hotel tras romper con su novia de entonces y una noche, al volver a su habitación ubicada en el  8º piso, se topó con una mujer sollozante. Se le acercó y le preguntó si estaba bien. La mujer lo miró, desconsolada, con un rostro más bien impreciso, y luego desapareció en el aire.
Se dice que entre los fantasmas del Chelsea pueden encontrarse, además, los de Dylan Thomas y Sid Vicious, el del novelista Thomas Wolfe, que escribió dos  novelas en el mítico hotel, “The Web and the Rock” (1939) y “You Can't Go Home Again” (1940).


-ALBERGO BURCHIANTI, FLORENCIA, ITALIA

El Albergo Burchianti, ubicado en Florencia, Italia, cerca de la Capilla de los Médici y a poca distancia a pie de la Catedral, es un bellísimo edificio del siglo XV. La mayoría de sus habitaciones  incluye frescos originales en el techo.
El hotel tiene fama de ser uno de los más embrujados de Europa, debido a la actividad paranormal que se ha registrado en el edificio en los últimos años. Hay varias historias misteriosas tejidas alrededor del Albergo Burchianti. Se dice que en las terrazas y en las habitaciones suele aparecer el fantasma de un niño. Es un fantasma amigable que pide a los huéspedes que compartan sus juegos.
Otros espíritus que pueden verse en el Burchianti son el de una anciana tejiendo en una silla y el de una mucama que se empeña en limpiar las habitaciones.  También puede verse un hombre con un extraño resplandor rosado en el rostro. Los huéspedes del albergue dicen haber percibido allí presencias extrañas, además de sentir en el lugar cambios bruscos de temperatura.


-TALBOT HOTEL, OUNDLE, NORTHAMPTONSHIRE, INGLATERRA

El Talbot Hotel o Talbot Inn es un hotel isabelino de 35 habitaciones, ubicado en  Oundle, Northamptonshire, Inglaterra. La escalera de roble del hotel, y otros segmentos del edificio pertenecieron una vez al Castillo de Fotheringhay. La leyenda cuenta que el Talbot Hotel está embrujado por el fantasma de María I Reina de Escocia (conocida como María Estuardo), ejecutada en Fotheringhay en el año 1587.
Muy pocas reinas han tenido una vida tan azarosa y trágica como la de María Estuardo, una soberana bella y cultivada, despreciada por muchos de sus contemporáneos, pero que desde su muerte ha despertado el interés de historiadores, literatos, cineastas y público en general. Nació en 1542 en Linlithgow, condado de West Lothian, a 24 kilómetros al noroeste de Edimburgo, hija de Jacobo V de Escocia y María de Guisa, en el tiempo en el que Escocia era uno de los territorios más periféricos y atrasados de Europa. Además, el país tenía como vecino a Inglaterra, un reino mucho más rico y una potencia amenazadora que pretendía conquistarlo.
María fue coronada Reina de Escocia cuando tenía 9 meses. Más tarde, su reino se alió con Francia, tradicional enemigo de Inglaterra, y a los cinco años María Estuardo marchó al país galo como prometida del Delfín. Allí permaneció los siguientes trece años, que fueron los más felices de su vida. Se casó con el joven Francisco II de Francia y enviudó a los 19 años.  El 19 de agosto de 1561, María Estuardo volvió a su Escocia natal dispuesta a ejercer el poder que le correspondía.
María volvió a casarse dos veces más. Su segundo marido, Lord Darnley, conocido como Enrique Estuardo, personaje borrachín y polémico, apareció estrangulado en Edimburgo al año y medio de su matrimonio con la soberana. Luego de enviudar, la Reina se casó con el Conde de Bothwell, señalado como el culpable del crimen de su esposo anterior. María sotuvo que se casaba con Bothwell para no perder la honra tras una supuesta violación, pero fue condenada por la nobleza escocesa y encerrada en julio de 1567 en el castillo de Loch Levan, donde tuvo un aborto y se la obligó a renunciar al trono de Escocia. En mayo de 1568, logró escapar pero fue derrotada en la batalla de Langside y huyó a Inglaterra, donde cayó en las redes de su prima, Isabel I. Fue acusada de conspirar para asesinar a la llamada Reina Virgen y hecha prisionera. Pasó 18 años y medio de cautiverio en diferentes castillos y, finalmente, fue ejecutada el 8 de febrero de 1587. La decapitaron en el Castillo de Fotheringhay. María eligió usar un vestido rojo, declarándose una mártir católica. Tenía 45 años de edad.


-CASTELLO DELLA CASTELLUCCIA, ROMA, ITALIA

En las afueras de Roma, cerca de la Riserva Naturale dell’Insugherata, en una zona conocida como La Giustiniana, se alza el Castello Della Castelluccia, un hermoso edificio construido en el siglo X. El castillo, perteneciente por entonces a la familia noble Cancellieri, compuesta por descendientes de la familia Orsini, se levantó sobre las ruinas de una antigua villa romana.  A lo largo de los siglos, el edificio fue hogar de las familias más poderosas del lugar, siendo un modelo de lujo y distinción, y atesorando muebles y elementos decorativos de gran valor.
En la actualidad, el castillo funciona como hotel y es famoso por su belleza pero también por los sucesos sobrenaturales que suceden en él. Una de las leyendas más famosas del lugar cuenta que uno de los propietarios del castillo llamado Rimbambito, con una fuerte adicción al juego, perdió su fortuna y, apremiado por las deudas, se vio obligado a deshacerse de una de sus pertenencias más preciadas: sus caballos.
El noble amaba a sus caballos y cuando supo que, sin haber podido adaptarse al país donde fueron enviados, murieron uno a uno, cayó en una profunda depresión.  Juraba, además, que por las noches, los escuchaba galopar. Los sirvientes comenzaron a tomarlo por loco, pero con el tiempo, muchos de ellos e incluso algunos lugareños corroboraron lo que decía el noble. Al parecer, los fantasmales caballos volvían por la noche desde el otro mundo, buscando refugio en su antigua casa.
Quienes se alojan en el Castello Della Castelluccia aseguran que aún, por las noches, puede escucharse el galope de los caballos fantasma.


-CASTLE STUART GOLF LINKS, INVERNESS, ESCOCIA

El Castle Stuart Golf Links es un lujoso hotel situado en Inverness, Escocia, a  orillas del Fiordo Moray. El terreno donde se construyó el castillo fue concedido a Jacobo Estuardo I Conde de Moray por su medio hermana María I Reina de Escocia, en 1561, cuando se convirtió en su mejor consejero.
Jacobo  inició la fallida rebelión conocida como Chaseabout Raid, junto al Conde de Argyll y a los miembros del clan Hamilton, ante el temor de un retorno al catolicismo a Escocia. Fue declarado traidor y huyó a Inglaterra. Más tarde, perdonado por la Reina, volvió a Escocia.
Tras la abdicación de María Estuardo, en julio de 1567, el Conde de Moray fue nombrado Regente de Escocia. Cuando María consiguió fugarse de su prisión, el 2 de mayo de 1568, James Hamilton, II Conde de Arran,  junto con otros nobles, tomaron partido por la reina, siendo derrotados por Moray y sus aliados en la batalla de Langside, cerca de Glasgow, el 13 de mayo de 1568, lo que provocó la huida de María a Inglaterra.
Una vez resuelto el problema, Jacobo Estuardo se centró en el gobierno de Escocia, consiguiendo restablecer la seguridad civil y eclesiástica, lo que le valió el título de "El Buen Regente". 
Jacobo Estuardo fue asesinado en Linlithgow, en enero de 1570, por James Hamilton de Bothwellhaugh, partidario de María I de Escocia. Hamilton hirió mortalmente al Conde de Moray de un disparo desde una ventana de la casa de su tío, el arzobispo John Hamilton, mientras el noble participaba en un desfile, siendo este el primer asesinato por arma de fuego del que se tiene constancia.
El II Conde de Moray, yerno de Jacobo, también fue asesinado y el castillo pasó a manos de su nieto, el III Conde de Moray, en 1625.
El castillo cayó en el desuso luego de que Carlos I de Inglaterra y de Escocia. Estuvo abandonado durante 300. En la actualidad, es un hotel de lujo, famoso por su exclusivo campo de golf.
El hotel, con su torre, posee todos los condimentos para el miedo: escaleras ocultas, pasadizos y muchas historias de fantasmas.

Hasta aquí, queridos lectores, todo lo que tenía para ofrecerles hoy. Me despido de ustedescon un maravilloso cuentito de Alejandro Dolina extraído de su libro "Crónicas del Ángel Gris":

EL HOTEL DE LOS MUERTOS

Estaba situado en la calle San Blas, quizá fuera de los límites legales del barrio. Su aspecto era siniestro.
Los Hombres Sensibles llegaron a comprobar que todos los pasajeros estaban muertos.
En verdad nadie sospechaba tal cosa hasta que Ives Castagnino vio desde la puerta al tano Rosetti, que llevaba varios meses difunto. Inútiles fueron las consultas con los empleados, que mantenían una implacable reserva. De todos modos Manuel Mandeb, Jorge Allen y el propio Castagnino investigaron el caso y alcanzaron a sorprender a otros finados entrando al establecimiento.
Mandeb creyó entender que el hotel era una especie de lugar de espera antes del definitivo ingreso al más allá.
Jorge Allen decía que aquello debía ser el purgatorio o, si lo apuraban un poco, el infierno. Los geógrafos soñadores trataron de alojarse en el lugar, pero siempre se les decía que todas las habitaciones estaban ocupadas. Una noche -tal vez dándolo por muerto- admitieron como huésped al ruso Salzman. El hombre nunca quiso contar su experiencia. Se sabe, eso sí, que a las doce y cuarto de la noche lo vieron pasar corriendo por la avenida Juan B. Justo.
El hotel existe actualmente, pero el autor de estas crónicas no se atrevió a visitarlo para hacer nuevos aportes.

Buenas tardes.

martes, 21 de septiembre de 2021

HOTEL, DULCE HOTEL IX


HOTEL, DULCE HOTEL IX

"La nena no tenía sensibilidad especial alguna: sólo estaba aterrada. Pasaba corriendo frente a la escalera que llevaba al mirador del hotel, imaginando que allí, en la torre, que durante años fue la construcción más alta de Ostende, se escondía una loca, una loca de cabello largo que se miraba en el espejo, vestida con un camisón blanco..."
Mariana Enriquez, "El mirador"

Buen día, amables lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de la saga “Hotel, dulce hotel”, con locaciones tan románticas como el Ballygally Castle Hotel, ubicado en Irlanda del Norte, y tan espeluznantes como la Karosta Prison, una ex prisión militar de Letonia, reconvertida en museo y alojamiento. Pasen y vean.
-BALLYGALLY CASTLE HOTEL, ANTRIM, IRLANDA DEL NORTE

El  Ballygally Castle Hotel está ubicado en el pueblo de Ballygally, Condado de Antrim, Irlanda del Norte. Fue construido en 1625 por James Shaw, un escocés que alquilaba la tierra al conde de Antrim, sobre un suave promontorio que mira al mar, en la Bahía Ballygally. Durante la Rebelión de 1641 fue atacado varias veces por las tropas irlandesas, pero sin éxito. Se mantuvo en manos de la misma familia hasta que en los años ’50 del siglo XX fue adquirido por de un empresario inglés fabricante de alfombras, quien lo amplió y renovó.
Durante gran parte de su historia el Ballygally Castle se utilizó como vivienda y es, hoy en día, el único edificio del siglo XVII que aún se utiliza como residencia en Irlanda del Norte. El castillo posee una fuerte influencia escocesa que se manifiesta en su estructura, con sus torres esquineras, sus altos muros y sus techos cónicos. Las murallas tienen orificios para pasar los mosquetes de la época y hay un arroyo que pasa justo por la muralla externa, una buena provisión de agua en caso de sitio
El  Ballygally Castle Hotel es el hogar del espíritu de  Isobel Shaw, la  Dama del Castillo en 1625, quien fue encerrada en su habitación por su marido después de dar a luz a su hijo. Isobel murió tras caer de la ventana cuando intentaba escapar y aún vaga errante por el castillo buscando al hijo que le fue arrebatado. Tiene el hábito de golpear  las puertas de las habitaciones y luego desaparecer.
Otro fantasma del lugar es el de Madame Nixon, que vivió en el castillo en el siglo XIX. Puede vérsela caminar alrededor del hotel con su vestido de seda. 


-GRAND HYATT TAIPEI, XINYI, TAIWÁN

El Grand Hyatt Taipei  es un hotel de 5 estrellas de lujo ubicado en Taipei, Taiwán. Situado en el distrito Xinyi, el hotel abrió sus puertas en el año 1990. Cuenta con 853 habitaciones y suites, lo que lo convierte en el establecimiento hotelero más grande de Taiwán. 
La leyenda cuenta que el lujoso establecimiento fue construido sobre el terreno donde había funcionado un campo de prisioneros y sitio de ejecuciones durante la Segunda Guerra Mundial, y es por eso que el hotel es un lugar con frecuente actividad paranormal. Se dice que el actor Jackie Chan salió corriendo de su suite en medio de la noche después de haber visto a un fantasma. Los gerentes, desesperados ante esta situación, recurrieron a expertos en feng shui para ahuyentar a los espíritus.


 -KAROSTA PRISON, LIEPAJA, LETONIA

Karosta es un vecindario en el norte de Liepaja, Letonia. Allí se erige la Karosta Prison, una ex prisión militar que albergó, en su momento, a nazis y a soviéticos, cuya construcción comenzó alrededor de 1903. La prisión dejó de funcionar como tal en 1997.
Durante los años que estuvo en funcionamiento, la Karosta Prison albergó a miles los hombres que vivieron, sufrieron y murieron entre sus paredes, soportando diferentes regímenes, tales como el soviético, el nazi o el letón. Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler enviaba allí a los condenados a muerte por desertores. Karosta era su destino final y el lugar elegido para ejecutarlos.
Hoy en día, la prisión de Karosta ha sido convertida en museo, donde, además, se puede pasar la noche, recibiendo el mismo trato que los antiguos prisioneros. Algunos huéspedes de este inusual hotel aseguran que han compartido su estadía con el espíritu de una mujer que se colgó en el lugar luego de enterarse de que su prometido había sido ejecutado.


-HOTEL BOULEVARD ATLÁNTICO, MAR DEL SUD, BUENOS AIRES, ARGENTINA

El Hotel Boulevard Atlántico es una mole gigantesca que, en 1890, emergió llamativamente entre los médanos y luego dio lugar a la creación de la villa balnearia de Mar del Sud, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Pensado para albergar a familias adineradas, el hotel jamás alcanzó el esplendor que sus fundadores soñaron. El ferrocarril nunca llegó, los pasajeros, tampoco.
En 1891, por razones no están del todo claras, un grupo de inmigrantes judíos, inicialmente destinados a poblar las colonias santafecinas surgidas por iniciativa del Barón Hirsch, fue trasladado transitoriamente a Mar del Sud. El obrador del hotel había sido más o menos acomodado para el alojamiento del desconcertado grupo, que se instaló como pudo en la precaria construcción.  Un furioso tornado azotó esa misma noche la zona, devastando las frágiles instalaciones y causando la muerte de varios de los recién llegados. La tormenta duró una semana y, provisoriamente, los cadáveres fueron depositados en el sótano que aún existe bajo el comedor del hotel. Las víctimas fueron luego enterradas en las barrancas del arroyo La Tigra, distante unos 200 metros. Los sobrevivientes fueron finalmente trasladados a su destino inicial.
Posteriormente, por dificultades económicas, el hotel fue rematado. Volvió a abrir sus puertas en 1904. Uno de sus huéspedes más pintorescos fue  a Albertina, una elegante señora que vivió sus últimos años en el Hotel Boulevard Atlántico y allí murió. Por las tardes, Albertina solía instalarse en un pequeño pabellón del mismo hotel, y ejercía allí una módica y complaciente clarividencia, confeccionando horóscopos previsibles y alentadores para las jovencitas ansiosas por conocer el destino de sus romances de verano. La señora solía tocar en el piano del Boulevard Atlántico valses y mazurkas.
El Hotel Boulevard Atlántico cerró sus puertas a mediados de 1990. Los siempre crecientes costos de refacción y mantenimiento no podían ser cubiertos por las entradas veraniegas. El incendio de la cocina, en 1993, fue el golpe de gracia que determinó su cierre.
Después de muchas décadas de abandono, el establecimiento hoy se encuentra prácticamente destruido. Hubo y hay proyectos para restaurarlo, pero ninguno se lleva adelante seriamente.
Los habitantes de Mar del Sud, localidad ubicada a unos 10 km de Miramar y 50 de Mar del Plata, aseguran que, puertas adentro, suceden cosas extrañas y pueden verse apariciones misteriosas. Por unos billetes se puede persuadir a su cuidador para hacer una visita guiada a las instalaciones.  


-LE PAVILLON HOTEL, NUEVA ORLEANS, LUISIANA, EE. UU.

Le Pavillon Hotel es un establecimiento de lujo de 226 habitaciones ubicado en pleno centro de Nueva OrleansLuisiana, EE. UU., que data del año 1907. Originalmente fue llamado Denechaud y, durante varias generaciones, De Soto Hotel. Este exclusivo hotel, en cuya entrada se erigen dos bellas estatuas italianas representando la Paz y la Prosperidad, alberga en su interior exquisitos detalles y antigüedades históricas. Forma parte del National Register of Historic Places de EE. UU. y es miembro del Historic Hotels of America y de The Leading Hotels of the World. En 2005, formó parte de la Gold List de Condé Nast. 
En Le Pavillon Hotel es habitual que las sábanas alcen el vuelo en mitad de la noche, y que las pertenencias de los huéspedes desaparezcan y reaparezcan más tarde en sitios insólitos. La actividad paranormal  es tan intensa que provocó que la dirección del hotel contratara los servicios de una reputada consultoría de fenómenos paranormales para que investigue sus instalaciones.
Los expertos identificaron a algunos de los fantasmas que habitan en el hospedaje: el de una adolescente llamada Ada (o Ava) que vaga por el lugar con la mirada perdida y confusa, atropellada por un automóvil en las inmediaciones del hotel, que, supuestamente,  vivió alrededor de la década de 1840; los de una pareja de la aristocracia  que pasea  por el lugar ataviada con ropas de la década de 1920; y el de un hombre joven, que también parecen ser de la década de 1920.
Se supone que la actividad paranormal en Le Pavillon Hotel se debe a que está ubicado en un área de la ciudad que, durante el siglo XIX, se consideraba zona prohibida. Un escritor de la época la describe como un lugar de “actos sucios y asesinatos de medianoche, donde los sauces tristes se oían pronunciar sonidos quejumbrosos con cada ráfaga de viento”. Matorrales y cementerios, pantanos traicioneros habitados por mosquitos, lechuzas y murciélagos, y esclavos fugitivos hacían de esta tierra un sitio que sólo los valientes se atrevían a visitar en soledad.

Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para ofrecerles por hoy. Me despido de ustedes con un cuento breve del  escritor, poeta, ensayista y teórico del surrealismo, André Breton:

LA MALA MEMORIA

Me contaron hace un tiempo una historia muy estúpida, sombría y conmovedora. Un señor se presenta un día en un hotel y pide una habitación. Le dan el número 35. Al bajar, minutos después, deja la llave en la administración y dice:
–Excúseme, soy un hombre de muy poca memoria. Si me lo permite, cada vez que regrese le diré mi nombre: el señor Delouit, y entonces usted me repetirá el número de mi habitación.
–Muy bien, señor.
A poco, el hombre vuelve, abre la puerta de la oficina:
–El señor Delouit.
–Es el número 35.
–Gracias.
Un minuto después, un hombre extraordinariamente agitado, con el traje cubierto de barro, ensangrentado y casi sin aspecto humano entra en la administración del hotel y dice al empleado:
–El señor Delouit.
–¿Cómo? ¿El señor Delouit? A otro con ese cuento. El señor Delouit acaba de subir.
–Perdón, soy yo… Acabo de caer por la ventana. ¿Quiere hacerme el favor de decirme el número de mi habitación?

Buenos días.