miércoles, 22 de enero de 2020

TALES OF TERROR I


TALES OF TERROR I

"Es tan divertido asustar como ser asustado" 
Vincent Price 

Vincent Price nació el 27 de mayo de 1911 en la ciudad de St. Louis, estado de Missouri (Estados Unidos) en una familia de clase media alta. Excelente estudiante y sumamente culto, se licenció en Historia del Arte en la prestigiosa Universidad de Yale y posteriormente amplió estudios en la Universidad de Londres.
A los 30 años debutó como actor en Brodway. Posteriormente fue contratado por la Universal e inició su carrera cinematográfica en 1938 con la película “Service De Luxe” (“En manos de una mujer”, Rowland V. Lee). Su porte altivo, su presencia distinguida y su sugestiva capacidad vocal, hicieron de Price el villano perfecto.
En 1938, Vincent contrajo matrimonio con la actriz Edith Barrett, con la que compartió cartelera en varios filmes. Se divorció de ella diez años después. En la década de los 40, firmó con la 20th Fox, a la par que desarrollaba su carrera teatral. Se casó en 1949 con Mary Grant, diseñadora de vestuario.  Fue su pareja más duradera, que llegó a su fin en 1973.
En 1953, y en pleno auge de las películas en 3D, Vincent Price protagonizó “House of Wax” (“Museo de cera”,  André De Toth). La película fue un éxito y Price alcanzó con ella status de estrella. A raíz de esta interpretación, participó en numerosas películas de terror, algunas de ellas narradas en tono humorístico. Y es por esas películas entrañables que lo recordamos.
En 1966, Price formó parte del elenco de la psicodélica serie “Batman”, poniéndose en la piel de Egghead (El Cascarón), un villano con cabeza calva y en forma de huevo. En 1975 colaboró en el primer disco como solista de Alice Cooper, “Welcome to My Nightmare” (“Bienvenido a mi pesadilla”), prestando su voz en la canción "The Black Widow" (“La viuda negra”). También participó en la creación de la pieza musical "Devil's Food" (“Comida del diablo”).
Uno de los mayores admiradores de Vincent Price, el genial Tim Burton,  cumplió un sueño personal al incluirlo en el reparto de una de sus películas (anteriormente había utilizado su voz para el corto animado “Vincent”, realizado en 1982), “Edward Scissorhands “ (“El joven manos de tijeras) en 1990, su última aparición cinematográfica.
Vincent Price, que además de ser un excelente actor era un experto en arte y gastronomía y publicó varios libros de cocina, murió el 25 de octubre de 1993 en Los Ángeles. Tenía 82 años y estaba viudo de su tercera esposa, la actriz australiana Coral Browne, con quien se casó en 1974, cuando se convirtió al catolicismo. Tuvo dos hijos, Vincent, Jr., con Edith Barrett, y Victoria, con Mary Grant.
Refinado, elegante y versátil,  Vincent Price, de presencia imponente (medía 1,93), se  convirtió en uno de los intérpretes de terror más admirados y respetados de la historia del séptimo arte.
Mi amor incondicional por Price me ha llevado a desgustar casi toda su filmografía, así que me encuentro en condiciones de acercarles esta lista de películas de terror interpretadas por este genial actor que no pueden dejar de ver. Hete aquí, la primera parte. Que la disfruten.



“THE FLY” ( Kurt Neumann, 1958)

“The Fly” (“La mosca”), es una película estadounidense de ciencia ficción dirigida por Kurt Neumann en 1958. Fue protagonizada por David Hedison, Patricia Owens y Vincent Price. El guion estuvo a cargo de James Clavell, quien se basó en una historia corta de George Langelaan. En 1959 se estrenó la secuela, con el título “Return of the Fly” (“El retorno de la mosca”).
El científico Andre Delambre (David Hedison) es encontrado muerto, con su cabeza y su brazo aplastados por una prensa hidráulica. Su esposa Helene (Patricia Owens) confiesa haber cometido el asesinato, pero se niega a aclarar los motivos, a la par que desarrolla una extraña obsesión con las moscas, buscando entre ellas a una de cabeza blanca. El hermano de Andre, Francois (Vincent Price), le miente diciéndole que atrapó a la mosca y es entonces cuando la mujer confiesa las circunstancias que rodean la muerte de su marido. Andre estaba trabajando en una máquina que teletransporta materia, que funciona desintegrando el objeto y transportando sus átomos a la velocidad de la luz hasta una cámara receptora. Cuando se autoteletransporta, no nota que una mosca se ha colado en la cabina designada para tal fin. Sus átomos se mezclan y el resultado es un hombre con cabeza y pata de mosca y una mosca con cabeza y brazo humanos.
En 1986 se filmó una  remake muy decorosa titulada “The Fly” (“La mosca”), dirigida por David Cronenberg y protagonizado por Jeff Goldblum y Geena Davis.


"HOUSE ON HAUNTED HILL" (William Castle, 1959)

“House on Haunted Hill” (“La mansión de los horrores”) es una película de terror de 1959 dirigida por William Castle, con Vincent Price como actor principal.
Un excéntrico millonario llamado Frederick Loren (Vincent Price) organiza una fiesta a pedido de su esposa, Annabelle (Carol Ohmart), invitando a cinco desconocidos a una mansión que alquiló. Loren promete entregarles 10 mil dólares a cada uno si permanecen dentro de la mansión durante toda la noche. La casa tiene un pasado de asesinatos brutales, además de los rumores de estar embrujada.
En un momento dado, empiezan a ocurrir sucesos extraños en la casa, que al final no tienen nada de sobrenaturales, ya que son orquestados por Annabelle y  David Trent (Alan Marshal), su amante, que buscan que Nora (Carolyn Craig), la más impresionable de las invitadas, acabe asesinado a Loren.  Al final, Annabelle tiene su merecido cayendo a un pozo lleno de ácido.
La película fue estrenada el 17 de febrero de 1959 en Estados Unidos. En algunas funciones, William Castle realizó un truco llamado "Emergo", consistente en hacer aparecer un esqueleto de utilería al costado de la pantalla de cine de la sala en una escena determinada. El esqueleto era manipulado mediante cables para que volara por encima de los espectadores y los asustara.


“HOUSE OF WAX” (André De Toth, 1953)

“House of Wax” (“Museo de Cera”) es una película estadounidense de terror  dirigida por André de Toth y protagonizada por Vincent Price. Es una remake de la película “Mystery of the Wax Museum” , de 1933.
El profesor Henry Jarrod (Vincent Price) es un escultor de figuras de cera, que exhibe en su museo. El crítico de arte Sidney Wallace (Paul Cavanagh), impresionado con las esculturas, las tasa en 10.000 dólares cada una, en especial la de Maria Antonieta, la favorita de Jarrod. Matthew Burke (Roy Roberts), el codicioso socio de Jarrod, trata de covencer  al profesor de quemar el museo y volver a comenzar con los seguros de las esculturas. Henry se opone rotundamente a esta idea, ya que ama profundamente a sus creaciones, pero Burke, de todos modos,  quema el museo con su socio adentro. Días después, Burke es asesinado en su departamento por un hombre con el rostro desfigurado.
Jarrod reconstruye su Museo de Cera incluyendo una temible “Cámara de los horrores”, que recrea asesinatos varios. Pero Jarrod es el misterioso asesino desfigurado y sus perfectas esculturas son cadáveres bañados en cera.
Impresionante interpretación de Vincent Price. Película para ver una y otra vez, y perdonar la remake de 2005, sólo porque uno de los protagonistas es Jared Padalecki.


“HOUSE OF USHER” (Roger Corman, 1960)

“House of Usher” (“La caída de la casa Usher “) es una película  estadounidense de terror estrenada en 1960 y dirigida por el legendario Roger Corman. El guion fue escrito nada más y nada menos que por Richard Matheson, y está basado libremente en el cuento homónimo de Edgar Allan Poe publicado en 1839.
Un joven llamado Philip Winthrop (Mark Damon) viaja desde Boston hasta la casa de la familia Usher, una mansión lóbrega que se encuentra rodeada por un ominoso pantano y un paisaje desprovisto de  vegetación. Philip pretende reunirse con su prometida, Madeline Usher (Myrna Fahey), y llevarla de vuelta a Boston, donde habían pasado algunos días juntos. Pero el hermano de Madeline, Roderick (Vincent Price), se opone, basándose en que los miembros de la familia Usher padecen una enfermedad hereditaria que hace que sus sentidos sean más agudos de lo normal, situación que se va haciendo más insoportable con el paso de los años. A pesar de esto, Philip decide quedarse en la casa y atender a Madeline, quien se encuentra enferma en cama.
Philip logra convencer a su prometida de contraer matrimonio e irse juntos a Boston. Al enterarse de su decisión, Roderick discute con Madeline, tras lo cual la joven fallece súbitamente. El cadáver de la chica es llevado dentro de un ataúd a la cripta subterránea de los Usher. Antes de dejar la casa, Philip descubre que Madeline padecía catalepsia, lo que lo hace dudar de la veracidad de su muerte, por lo que acusa a Usher de haber enterrado viva a su hermana. Que logra escapar de la ataúd, totalmente demente, e intenta asesinar a Roderick  El enfrentamiento desata un incendio que provoca la muerte de ambos y el desmoronamiento de la casa, que es devorada por el pantano.


"PIT AND THE PENDULUM"(Roger Corman, 1961)

Pit and the Pendulum" (“El pozo y el péndulo) es una película estadounidense de terror dirigida por Roger Corman  en 1961 y protagonizada por Vincent Price. El guion fue escrito, nuevamente, por el genial Richard Matheson y se basa muy libremente en el cuento homónimo de Edgar Allan Poe. La historia está ambientada en España durante el siglo XVI y narra las vivencias del joven inglés, Francis Barnard (John Kerrque visita el castillo de su misterioso cuñado, Nicholas Medina (Vincent Price),  para investigar la causa de la muerte de su hermana Elizabeth (Barbara Steele). Hablando de la joven con su médico, Francis descubre que su hermana murió, literalmente, de miedo. Según su cuñado, Elizabeth se había obsesionado con la Sala de torturas que existía en el sótano del castillo y había terminado encerrándose en la tétrica Virgen de Hierro, muriendo atravesada por los enormes clavos existentes dentro de la atroz doncella.
Francis no cree la historia de su cuñado, y lo bien que hace. Porque es un loco atormentado por un oscuro recuerdo de infancia. Después de algunas idas y venidas en la cámara de tortura, el pobre Francis termina amarrado a un péndulo en cuyo extremo hay una navaja gigante. Por suerte, es rescatado antes de ser cortado en dos, Nicholas Medina cae al inmenso pozo que da nombre a la película y, aparentemente, todo se resuelve de modo feliz, ya que la horrible Sala de Torturas será sellada para siempre. Digo aparentemente porque la última escena de la película muestra a Elizabeth dentro de la Virgen de Hierro, todavía viva.



"TALES OF TERROR" (Roger Corman, 1962)

Tales of Terror” (“Cuentos de terror”)  es una película de terror estadounidense de 1962 dirigida por Roger Corman. Fue protagonizada por Vincent Price, Peter Lorre y Basil Rathbone. La trama está dividida en tres segmentos, los cuales se basan en relatos del escritor Edgar Allan Poe: el primero en "Morella", el segundo en  "The Black Cat" ("El gato negro"), donde aparecen también elementos  de "The Cask of Amontillado"("El tonel de amontillado"), y el tercero en "The Facts in the Case of M. Valdemar" (“El extraño caso del Sr. Valdemar”). Los segmentos están unidos entre sí por secuencias narradas por Vincent Price, quien además actúa en las tres historias.


“Morella”: Cuando Lenora Locke (Maggie Pierce) viaja desde Boston a reunirse con su padre (Vincent Price) en su mansión destartalada y llena de telarañas, lo encuentra ebrio y deprimido. Él le niega su compañía, insistiendo en que ella fue la culpable de que muriera su madre, Morella (Leona Gage), poco tiempo después de que naciera. Lenora descubre el cadáver de su madre en estado momificado en una cama de la casa. No regresa a Boston y  se queda a cuidar a su padre, cuyos sentimientos hacia ella parecen haberse suavizado.
Una noche, el espíritu de Morella se levanta y estrangula a Lenora, en venganza por su muerte. Morella resucita entonces,  recuperando du belleza y lozanía. A cambio de eso, el cuerpo de Lenora entra en estado de descomposición, y yace en la misma cama donde estaba el cadáver de su madre. Morella, presa de una furia homicida,  estrangula también a  su horrorizado marido mientras un incendio consume la casa. En el final del episodio, las dos mujeres regresan a sus cuerpos originales.

"The Black Cat": Montresor Herringbone (Peter Lorre) es un bebedor empedernido que trata con desprecio a su joven, bella y rubia esposa Annabelle (Joyce Jameson) y odia a su gato negro. Una noche, mientras camina borracho por la ciudad, Montresor encuentra un evento de cata de vinos, entra y desafía al catador más importante del mundo, Fortunato Luchresi (Vincent Price), a que se mida con élMontresor termina mucho más borracho de lo que estaba y Fortunato lo acompaña hasta su casa. Allí conoce a la blonda Annabelle, con la cual inicia, poco tiempo después, un romance adúltero. Cuando Montresor descubre la infidelidad, asesina a Annabelle y emborracha a Fortunato hasta hacerlo perder la conciencia y lograr encadenarlo en una pared del sótano, donde está, también encadenado, el cadáver de la pobre Annabelle. En cuanto Fortunato recobra la conciencia, los empareda, ajeno a los ruegos del catador, que pide por su vida.
Las autoridades sospechan de  Montresor, ya que después de los asesinatos gastó, en un bar, gran cantidad de dinero que había robado a sus víctimas. La policía lo visita y luego de revisar toda la casa, baja al sótano, donde no encuentra nada. Están a punto de retirarse cuando Montresor, feliz por haber zafado de la ley, golpea con su bastón la pared tras la cual los cadáveres de los amantes están atrapados, alardeando acerca de lo bien construido que estaba su sótano. El golpe provoca un aullido aterrador. La policía derriba la pared y encuentra a los amantes muertos. El gato negro es el responsable del terrible aullido. Había sido emparedado junto a las víctimas.


"The Facts in the Case of M. Valdemar": Aquejado por  una enfermedad dolorosa, el Sr. Valdemar (Vincent Price) emplea a un hipnotizador y mesmerista, el Dr. Carmichael (Basil Rathbone), para aliviar su sufrimiento poniéndolo en estado de trance. El Sr. Valdemar le pide a su médico, el joven doctor James (David Frankham), que después de su muerte se case con su bella esposa Helene (Debra Paget), sin saber que Carmichael también la pretende. Un momento antes de morir, Valdemar le permite a Carmichael que lo mesmerice, lo que provoca que su mente quede atrapada entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Valdemar, cuyo sufrimiento es evidente, le  ruega a Carmichael que lo deje morir, pero el hipnotizador se niega, fascinado con su experimento. Los meses pasan y el cuerpo putrefacto de Valdemar permanece en su cama bajo el control completo de Carmichael, sin que su alma pueda abandonar su cuerpo. Carmichael trata de forzar a Helene para que se case con él, y cuando ella se niega, la ataca. Es entonces cuando el Sr. Valdemar se levanta de la cama y, mientras se va licuando a causa de la putrefacción, se aproxima lentamente a Carmichael,  que muere aplastado por  los restos del cadáver. 
Hasta aquí, mis queridos la primera parte de mi lista de películas de Vincent Price imperdibles. Me despido de ustedes con una cita del novelista y periodista Chuck Palahniuk: Solo con ver a alguien que lleva un parche en el ojo, ya te entran ganas de mirar. Para ver si es de mentira. O para ver el horror que hay debajo.” 

Buenas noches.


miércoles, 15 de enero de 2020

MAGICAL MAESTRO


 MAGICAL MAESTRO

“En animación puedes hacer cualquier cosa.” 
 Tex Avery  

Cuando mi hijo tenía tres o cuatro años, mi consorte y yo vivíamos en casas separadas. Esta situación un tanto irregular me permitió malcriar al chico de manera escandalosa. En nuestro hogar no había horarios definidos: se comía cuando se tenía hambre, se dormía cuando se tenía sueño y siempre estábamos de jarana. Pasábamos muchas horas del día (y de la noche) hipnotizados frente a las entrañables pantallas de “Cartoon Network” y “Nickelodeon”. De esa época data nuestra pasión compartida por el pavote de Johnny Bravo, el wallaby Rocko y su modernísima vida, el primer Dexter del que tuvimos noticias (el del laboratorio) y el simpático Doug Narinas, blanquito él pero con condiscípulos misteriosamente azules y verdes. Este entusiasmo por las caricaturas derivaba en pintorescas conversaciones que han quedado registradas en mi bitácora de madre primeriza fascinada con su crío:
-Ma, juguemos a la Vaca y el Pollito.
-Bueno, yo soy la Vaca y vos el Pollito.
-¡No, vos no podés ser la Vaca porque no tenés las tetas en la panza! (Cabe acotar aquí que el concepto que mi hijo tiene de mi persona fue variando con los años y ahora está convencido de que el papel de la Vaca me viene como anillo al dedo).
A pesar de que amábamos los dibujitos modernos, había algo no tan nuevito que nos subyugaba y nos enloquecía: “El show de Tex Avery”. “Cartoon Network” lo tenía programado los sábados a la medianoche. El show constaba de tres o cuatro caricaturas que llevaban el inconfundible y maravilloso sello de Avery, un talentosísimo artista. Su impecable trabajo me había embelesado en la niñez y poder compartirlo con mi hijo fue una experiencia inolvidable.
Tex Avery nació en Texas el 26 de febrero de 1908. Fue animador, dibujante y director y produjo dibujos animados durante la edad de oro de Hollywood. Avery eliminó el realismo y la moralidad en las caricaturas, en contraposición con el trabajo de Disney. Consideraba que  en animación se podía hacer “cualquier cosa” y alentaba a los creadores para desarrollar en los dibujos animados escenas que no podían lograrse en películas de acción real. El artista comenzó su carrera en los años ’30, en los estudios de Walter Lanzt , ocupándose de “Oswald the Lucky Rabbit” (“Oswald, el conejo afortunado”), personaje creado por Walt Disney y Charles Mintz entre 1927 y 1928. Disney y Mintz perdieron los derechos sobre el conejo suertudo, quien terminó recalando en los estudios del padre de “Woody Woodpecker” (“El pájaro loco”). Mientras trabajaba allí, Avery tuvo un accidente de lo más bizarro: un clip metálico voló hacia su ojo izquierdo, inutilizándolo. Muchos relacionan el genio creativo de Tex con esta contingencia, sosteniendo que la falta de percepción de profundidad fue lo que le dio su mirada única en lo que animación se refiere y su estilo tan particular a la hora de dirigir.
En 1935 Tex Avery se mudó a los estudios de Leon Schlesinger. Allí le fue asignado un staff de animadores y se le permitió desplegar todo su talento y desarrollar sus propias creaciones. Tex y sus acólitos iniciaron su aventura animada en un bungalow de cinco habitaciones en la Warner Bros, conocido como “Terraza Termita”, denominación que respondía a la pobre higiene del lugar y a la proliferación de insectos con la que tenían que lidiar quienes trabajaban allí. Debido al éxito de Avery, quien se ocupó originariamente de la versión en blanco y negro de los “Looney Toones”, el apodo se extendió a las instalaciones centrales de los estudios Schlesinger/Warners. El primer corto de Tex, “Golddiggers of '49” (1936), lanzó al estrellato al cerdito Porky, creado por Friz Freleng y rediseñado más tarde por por Bob Clampett.
Avery realizó cortos donde brillaron Daffy Duck (Pato Lucas) y Bugs Bunny. La famosa muletilla del conejo en cuestión, “¿What's up, Doc.?” (“¿Qué hay de nuevo, viejo?”), fue un aporte del genio, quien la usaba constantemente en su adolescencia. En los estudios Schnesinger, Tex Avery pudo poner en práctica su novedoso concepto de animar las bocas de animales filmados para simular que éstos hablaban, técnica que utilizó en los primeros tres cortos de la serie “Speaking of Animals”. A finales de 1941, debido al desacuerdo acerca de un chiste con ribetes sexuales que Avery pretendía incluir al final de una película de Bugs Bunny, el creador abandonó a Schnesinger.
En el ’42, Avery desarrolló al máximo su creatividad en la Metro Goldwin Mayer (MGM),bajo la supervisión de Fred Quimby. Hizo maravillas impensadas con la animación, echó mano a un humor ácido y algunas veces de contenido sexual en sus repetidos guiños al público adulto y alteró la realidad de sus criaturas, dándole a sus películas un tono surrealista que conquistó a los espectadores. En la MGM, Avery creó al famoso perro Droopy, a la atractiva corista pelirroja que protagonizó sus películas más audaces (la primera fue “Red Hot Riding Hood”, "La tórrida Caperucita Roja", en 1943) y al libidinoso lobo cuyos ojos se desorbitaban al ver a la chica. Estos cortos rompieron con los cuentos de hadas rosados y de final feliz y los transformaron en fábulas enloquecidas en las cuales la pelirroja sexy encarnaba a Caperucita Roja o a Cenicienta, heroínas que despertaban las imparables fantasías voluptuosas del Lobo Feroz. “Red Hot Riding Hood” presenta a una Caperucita crecida que trabaja en un club nocturno y a un Lobo Feroz que fuma cigarrillos extra largos y está enardecido con la preciosa mujercita. Ante semejante bomba erótica, el cuerpo paralizado del Lobo levita en el aire. La censura de la época vio en este movimiento una expresión notoriamente fálica, teoría que Avery avaló años más tarde. La Abuelita es una anciana resentida y celosa que no soporta que el Lobo se beba los vientos por Caperucita. Una genialidad que acabó con la pacatería que sobreabundaba en las caricaturas de la época.
Tex Avery también dio vida a la loca ardilla Screwball “Screwy”, al gato de “Bad Luck Blackie”, al perrro cantante de ópera de “Magical Maestro”, al patito de “Lucky Ducky”, al minino de “Ventriloquist cat” y al canario gigante de “King-Size Canary”. E imaginó fascinantes casas, automóviles y artefactos del futuro.
Tex volvió por un breve tiempo a los estudios de Walter Lanz en 1954. Allí trabajo con “Chilly Willy”, el tiernísimo pingüino, entre cuyos antagonistas se encontraba “Wally Walrus” (“Morsa Wally”), mi favorito. Más tarde se dedicó a la publicidad, donde también se destacó por su creatividad.
A partir de los años '60 y '70, Tex Avery se volvió cada vez más reservado. Se negó a asistir a los diversos festivales que giraban alrededor de su obra, incluyendo el merecido homenaje realizado por el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su último trabajo fue para Hanna-Barbera, escribiendo los chistes de caricaturas como el “Koala Kwick”.
El martes 26 de agosto de 1980, Avery murió en los estudios de Hanna-Barbera. Tenía 72 años y padecía cáncer de pulmón. Fue enterrado en el parque memorial Forest Lawn en las colinas de Hollywood.
Tex Avery fue un genio entre los genios. Su increíble trabajo fue homenajeado por creadores de la talla de Robert Zemeckis, quien se inspiró en su corista pelirroja para dar vida a la explosiva Jessica Rabbit, la bomba sexy de “Who Framed Roger Rabbit’” (“¿Quién engañó a Roger Rabbit”, 1988). Ocupa un lugar preponderante en mi universo de artistas amados y, gracias a quien corresponda, no encontré a ningún Testigo de Jehová ni a ningún evangelista exasperados que condenaran sus caricaturas y prometieran un espantoso Infierno a quienes nos regocijamos con ellas (y eso que en el trabajo de Tex los santurrones tienen mucha tela para cortar).
Para culminar este opúsculo, que también pretende ser un humilde homenaje al maestro, echo mano a aquella frasecita del cerdito Porky que tantas veces escuchamos en nuestra añorada infancia: "¡¡Eso es to... eso es to... e-eeeso es todo amigos!!"

Por ahora.



domingo, 12 de enero de 2020

HOLLYWOOD PARANORMAL: JOHN WAYNE


HOLLYWOOD PARANORMAL: JOHN WAYNE

"El valor es tener miedo a la muerte, y ensillar de todos modos."
John Wayne

Buenas tardes, amables lectores. Les traigo hoy una nueva entrega de “Hollywood paranormal”, dedicada esta vez a  la gran estrella de América, John Wayne


JOHN WAYNE: UN POCO DE HISTORIA

John Wayne nació como Marion Robert Morrison en  WintersetIowael 26 de mayo de  1907, en una familia presbiterana.  Fueron sus vecinos quienes comenzaron a llamarlo Big Duke  (Gran Duque), apodo con el que se lo conocería por el resto de su vida, porque siempre estaba con su perro Airedale Terrier que se llamaba Little Duke (Pequeño Duque).
Wayne comenzó su carrera en el cine mudo en la década de 1920 y obtuvo su primer papel como protagonista en la película “The Big Trail” (“La gran jornada, 1930). El director de la cinta, Raoul Walsh,  fue quien le dio el nombre artístico de John Wayne por el general de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos Anthony Wayne. Actores de riesgo le enseñaron a cabalgar y otras habilidades utilizadas en las películas del Oeste. Nueve años después, su actuación en “Stagecoach” (“La diligencia”, John Ford) lo convirtió en una estrella. Ganó un Oscar al Mejor Actor por su papel en la película "True Grit" (“Temple de acero”, Henry Hathaway, 1969), y tiene el récord de la mayor cantidad de papeles protagonistas en la historia del cine con 142.
John Wayne fue el símbolo de lo rudo y masculino. Icono estadounidense y símbolo de América durante muchas décadas, el actor es recordado por el timbre distintivo de su voz, su forma de caminar y su presencia física. Es célebre su eslogan "John Wayne es América" al igual que su postura política conservadora y su apoyo a las posturas políticas anticomunistas de la década de 1950. Su imagen ha quedado asociada, para muchos, con el género western y con las películas de guerra, a pesar de que en realidad trabajó en muchos otros géneros (biografías, comedias románticasdramas policialesaventuras, etc.).
En 1999, el American Film Institute lo situó en  el lugar Nº 13 en su lista de las 100 Estrellas Más Grandes de Todos los Tiempos. Una encuesta Harris publicada en 2007 le otorgó el 3º  puesto entre las estrellas favoritas de los Estados Unidos, siendo la única ya fallecida de la lista y a la vez, la única que aparecía en la encuesta cada año.
John Wayne falleció el 11 de junio de 1979, tan sólo dieciséis días después de cumplir 72 años, a causa de cáncer.



EL CONQUISTADOR DE MONGOLIA

El cáncer que mató a John Wayne fue atribuido muchas veces a la radiación a la que se había expuesto en 1956 durante el rodaje de la película histórica “The conqueror” (“El conquistador de Mongolia”, Dick Powell), una pretendida biografía de Gengis Khan, en la que interpretó el papel principal. El actor mexicano Pedro Armendáriz  fue Jamuga, la mano derecha de Khan.  La coprotagonista en el filme fue la actriz Susan Hayward.  
La película fue rodada en locaciones cercanas a St. George en el desierto de Utah, no lejos del campo de pruebas del gobierno de los Estados Unidos, sitio donde se ensayaban armas nucleares en los años '50. Durante 13 semanas de filmación en el verano del '55, el reparto y el equipo fílmico fueron probablemente contaminados con polvo radiactivo residual del ensayo nuclear Zucchini (mayo de 1955) y posiblemente también del ensayo Tesla (marzo de 1955). Quienes participaron en "The Conqueror", delante y detrás de cámaras, vivieron semanas difíciles en el lugar, del cual el productor, Howard Hughes, hizo enviar posteriormente 60 toneladas de arena a un estudio, para completar la filmación.
El director de la película, Dick Powell, falleció en Los Angeles, California, el 2 de enero de 1963 a causa de un linfoma, con 58 años de edad.  El 18 de junio de ese mismo año, a los 51 años, murió Pedro Armendáriz. Luego de escuchar de su médico del hospital universitario de UCLA que el cáncer que padecía había hecho metástasis y apenas le quedaban tres meses de vida, el actor mexicano, que acababa de rodar entre grandes dolores "From Russia with Love" (Terence Young), le dijo a su mujer, Carmen, que quería descansar en el hotel, la mandó a por un sandwich y se pegó un tiro en el pecho.
Agnes Moorehead, que también formó parte del elenco de "The Conqueror", murió el 30 de abril de 1974, a los 73 años, a causa de un cáncer uterino. Fue una de los primeros miembros de la compañía en percibir una conexión entre la película y la radiación. Su amiga Sandra Gould, quien apareció con ella en "Bewitched", recordó que Agnes le habló de los rumores de "algunos gérmenes radioactivos" en Utah, observando que "todos en esa película han tenido cáncer y murieron". Cuando agonizaba,  Moorehead comentó: "Nunca debí aceptar ese papel".
Susan Hayward murió a los 57 años en marzo de 1975, a causa de complicaciones de una neumonía relacionada con el cáncer cerebral que padecía. 
John Hoyt, quien también actuó en la película, falleció el 15 de setiembre de 1991, de cáncer de pulmón, a los 85 años.
Según una publicación del "National Cancer Institute", el número de casos detectados (91) y el número de muertes (46) entre los actores y equipo de filmación (220) hasta 1984, están dentro de la media de riesgo de desarrollar cáncer entre la población blanca (alrededor del 20%). Sin embargo, otro estudio del profesor de biología de la Universidad de UtahDoctor Robert Pendleton describió la incidencia de cáncer entre el personal de filmación y el reparto como una epidemia: "Con estos números este caso podría ser calificado como una epidemia. La conexión entre la radiación por lluvia radioactiva y cáncer en casos individuales ha sido prácticamente imposible de demostrar concluyentemente. Pero en un grupo de este tamaño la expectativa sería de 30 individuos con posibilidad de desarrollar alguna forma de cáncer... Creo en referencia a la exposición de reparto y equipo fílmico en la filmación de 'The Conqueror' que podría llevarse a un Tribunal de Justicia".


EL FANTASMA DE JOHN WAYNE

John Wayne compró el yate "USS YMS-328", construido en Massachussets en 1933, en el año 1962. Lo renovó completamente y lo rebautizó "Wild Goose". Mantuvo el barco hasta el momento de su fallecimiento, en 1979, y en él recibió a amigos como Richard Nixon y Ronald Reagan. En el libro "On Board with the Duke: John Wayne and the Wild Goose" (1992), Clark Sharon Bert Minshall documentaron los viajes que Wayne hizo en su yate, del que se sentía particularmente orgulloso. 
Luego de la muerte del actor, tanto el nuevo propietario del "Wild Goose" como los técnicos han informado oír pasos a bordo cuando nadie más estaba presente. El hombre que compró el barco de Wayne, afirmó haber visto su fantasma en el yate por lo menos tres veces. Otras personas han verificado sus dichos, entre ellos el parapsicólogo William G. Roll y la psíquica Patricia Hayes. La última propietaria del "Wild Goose", una abogada de Santa Mónica llamada Lynn Hutchins, también afirmó haber visto el fantasma de John Wayne. Los fenómenos extraños relacionados con el yate comenzaron a ocurrir cuatro meses después de que Hutchins lo adquiriera, por lo que invitó a Roll y Hayes para que lo investigaran. Ambos psíquicos sintieron la presencia de John Wayne en el "Wild Goose" e incluso teorizaron por qué el espíritu de Wayne sigue estando en el barco. “Lo que encontré fue que una de las razones por las que estaba aún en el barco era porque… todavía es uno de sus lugares favoritos para su ser. Él sabe que está muerto… simplemente desea pasar el rato. En otras palabras, eso es lo único que hace. Cuando tiene algo de tiempo disponible visita el barco”, declaró Patricia Hayes "Los Angeles Times".
El fantasma de John Wayne no sólo ha sido visto en su viejo barco. Se lo divisó, también, en varios lugares importantes de su carrera cinematográfica, como un salón en Ridgeway, Colorado, donde se filmaron escenas de "True Grit".

Hasta aquí, mis queridos, todo lo que tenía para contarles hoy. Me despido de ustedes con unas palabras de John Wayne: "¿Cómo me gustaría que se me recordarse? Bueno, a mí me gusta una antigua frase que dicen los mexicanos: feo, fuerte y formal". 

Buenas tardes.